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Lindos & Sensuales primeros 365 días por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

No es nesesario haber leido Avioncito de Papel, creo que igual se entiende. 

 

Notas del capitulo:

Este fic era para el 2Min Day pero recien tenia un parrafo escrito -w- así que no se puedo pero ya lo terminé y todo, espero que les guste :D

-Mira esa nube, tiene forma de… ¿Nube?- miré la que apuntaba el delgado dedo de Taemin, su cabello chocó aun más contra mi pecho por lo que apreté sus hombros ya que mi brazo está bajo ellos.

-¿De nube?- pregunté sonriendo. Él se giró y me miró desde abajo.

-Sip, de nube.- dijo haciendo que lo mirara, solo pude observar su sonrisa. –Cuando la vi tenía otra forma.- puso su mano sobre mi pecho y su pierna sobre mi pelvis. –¿Hace cuánto que no veíamos las nubes?-

-No sé, posiblemente cerca de un año.- acaricié su cabello oscuro.

-Cerca de un año.- susurró. –Minho, ¿Podemos ir Arcade El Coreano?-

-Claro, por qué no.- contesté. –¿Quieres ir ahora? ¿O prefieres seguir mirando las nubes?- le pregunté porque la idea era ir a La Casa de la Cultura porque tiene que ensayar una coreografía junto con los gemelos y Minwoo pero miró el cielo y prefirió quedarse recostado en mi jardín delantero mirando las nubes.

Lo que no me molestó, hace cerca de un año que no hacíamos esto.

Me levanté y después lo hizo él, sacudí mi ropa para quitarme algunas hojitas o palitos que me hayan quedado pegados, también lo sacudí a él en especial la espalda porque no alcanzaba.

-Vamos a los videojuegos.- tomó mi mano y me jaló poniéndome a su lado, también pasó su brazo por mi cintura por lo que pasé el mío por sus hombros.

-Me darás una paliza. ¿Cierto?- la última vez que fuimos eso pasó, no importaba las vidas que tuviera o si él solo tenía una, siempre terminaba ganándome.

-No lo sé, tal vez está vez no se te enreden los dedos y me puedas ganar.- asentí. Se enredan mis dedos o él juega mucho y por eso tiene más experiencia.

-Veremos qué sucede.- dije al aire. –Taemin ¿qué vas a hacer mañana?- tengo pensado ir al gym por que desde que salí de la prepa que ya no he hecho ejercicio y aunque Jonghyun me invita a acompañarlo y ejercitar con él no es la rutina que quiero para los músculos que quiero.

-Probablemente esté todo el día en cama.- alcé una ceja por eso, incluso usó el tono de voz de niño consentido. –¿Por qué?- me miró sonriendo así que le devolví el gesto.

-Quería ir al gym, desde que me gradué que no hago ejercicio y te quería invitar a que me acompañaras.-

-No digas eso, me recuerda que el próximo semestre no estarás en la escuela conmigo.- hizo un tierno puchero y solo lo apreté más contra mi cuerpo.

-Intentaré ir por las mañanas, tal vez me gradué pero mi trabajo ahí no está totalmente hecho. Ya no podré seguir siendo tu tutor porque no estaré todo el tiempo, pero tengo que cumplir con el servicio social así que podrás verme ocasionalmente.- si bien ya salí de la prepa no puedo hacerlo aun del todo, tengo que saldar mi servicio social ya que no lo hice mientras estudiaba.

Tenía pensado hacerlo en el último semestre, ósea el que acabó, pero conocí a Taemin y desde que decidí que iba a esperar casi dos años para hacer tramites a la universidad que quise posponer mi servicio social a una vez que saliera, así seguiría yendo a la escuela a verlo ocasionalmente.

-Ocasionalmente no me gusta, me gusta verte ahí en el salón, en los pasillos, entrenando, en el comedor, siendo estudiante como yo.- ¿Otro berrinche? No me molestan por lo contrario, me gusta cuando los hace.

-Estaré por ahí, en los pasillos y el comedor. Tal vez de mi servicio ahí para estar con tu mamá.- dije jugando con el tema. Me agrada estar con su madre y creo que prefiero lavar trastos a limpiar borradores.

-Pero preferiría que aun no te hayas graduado, falta mucho para que yo lo haga. No te quiero detener.- susurró y solo suspiré.

-Ya hablamos de eso, Muñeco, no me detienes tomaré cursos para poder estar más preparado para la Universidad, además mi madre lo vio bien.- me detuve porque los videojuegos están un poco retirados y si queremos pasar un buen rato ahí tendremos que llegar en autobús.

-¿Pero qué te podía decir?- se quejó, creo que ese es de esos temas tabús para él. No lo mencionaré más.

-¿Te gustaría ir…?-

-¿En tu espalda? ¡Me encantaría!- wow que cambio tan rápido. Hasta sonríe y abraza mi brazo. Pero esa no es la idea.

-Jeje no, ¿Te gustaría ir en autobús? Será más rápido, otro día puedo llevarte en mi espalda.- sonreí y él se sonrojó. –Para estar más tiempo en los videojuegos.-

-Está bien, no es como que quería ir en tu espalda, hace mucho que no me cargas así.- hizo un tierno pucherito pero negué lentamente.

-Tú dijiste que querías ser tratado como hombre y a los hombres no se les carga en la espalda.- eso fue después del funeral, casi después de un mes cuando nos volvimos a hablar que pidió ser tratado como un hombre ya no como un niño que requería de cuidados. Aunque extraño consentirlo.

-Pero soy la excepción, vayamos en camión pero ya sabes lo que opino sobre ellos.- me condicionó después jalándome corrió hacia la parada más cercana de autobús.

Después de estar 15 minutos mirando las nubes de nuevo, llegó el camión que nos llevaría a dos cuadras de los videojuegos, así que subimos, Taemin presionaba mucho mi mano hasta que encontramos un asiento libre, para mala suerte estaba otra persona ahí sentada. Y ya no había más lugares.

Por educación, dejé que Taemin tomara el asiento y solo me quede de píe a su lado, eso evitaría que lo golpeasen con las otras personas que subiera o bajaran.

Intenté pensar en algún juego que pudiera ser mi fuerte, hasta el momento creo que fallé en casi todos, de menos en los que intenté la última vez con Taemin, aunque si fuéramos a Pizza y Come podría tener oportunidad de al menos llegar a un nivel más alto que no sea el 5 o 4.

Sentí cosquillas cerca de mi entrepierna, era los dedos de Taemin que jugaban a caminar sobre mi pelvis y cadera. Sonreí e intenté moverme para que supiera que me había dado cuenta. Pero aunque los retiró por la sorpresa seguía haciéndolo.

Sus dedos caminaban a lo largo, desde mi ombligo hasta lo más cercano a mi entrepierna. Cerré los ojos para poder disfrutar de eso pero el camión paró, me moví un poco para delante por el impulso y recordé que estoy en un lugar público y encima a lado de Taemin hay otra persona sentada.

No soy Jonghyun para fomentar este tipo de conductas sexuales ni Key para seguir sin pena. Por lo que me giré para darle la espalda y me recargué en los asientos delanteros a mí. De esta manera no estaré cerca de él y sus hormonas se calmarán.

Suspiré aliviado que incluso vi el aire salir de mi boca.

Volteé hacia delante para ver el camino y bueno iremos cerca de la mitad. Examiné el resto del autobús en busca de un lugar pero no había disponibles. Taemin estaba haciendo pucheros con sus brazos cruzados parece que le quité la emoción del viaje en autobús.

Después de un par de minutos más, casi 20 llegamos a la parada, presioné el timbre y se detuvo, tomé la mano de Taemin para bajar y una vez abajo me estiré al igual que él.

-Vamos, quedan dos cuadras.- le ofrecí mi mano y la tomó.

-¿Por qué te quitaste?- se quejó y pegó su cabeza a mi hombro.

-Porque es vía publica, recuerda, no somos ni Key o Jonghyun para hacer eso.- pude ver el establecimiento a una cuadra de nosotros. –Además, creí que querías ir a los videojuegos, si querías eso pudimos solo entrar a mi casa.- le resté importancia y él me soltó, eso me extrañó pero no tanto. Berrinche.

-Solo quería jugar un poco, ni siquiera esperaste a que mis dedos hiciera el moon walking.- se cruzó de brazos un tanto molesto, por lo que despeiné su cabello.

-Otro día será el momento del moon walking.- dije y él solo asintió. Llegamos a los videojuegos y entró casi corriendo, fui a comprar las fichas para poder jugar. Me pregunto en cuál querrá darme la primer paliza.

No digo que soy un novato pero me agradan más los juego online o que son de consolas. Los de maquina no son lo mío y parece que le gusta restregármelo en la cara.

Después de una o dos horas en las que estuvo ganándome por fin se detuvo, pues las fichas se nos habían terminado, ya solo queda canjear los cupones por algo que estuviera en el exhibidor.  Pero me detuve frente a una cesta de baloncesto.

Según el juego si metes tres veces en el aro, ganas. Solo para recordar viejos tiempo tomé el balón, es más pequeño que lo habituales y tiene que serlo, es solo un juego.

Apreté el balón entre mis manos y miré la cesta. Relamí mis labios y lo lancé justo como ChangMin me había enseñado. Como lo espera, enceste. Salió le balón y lo tomé de nuevo.

-¿Extrañarás jugar baloncesto?- volteé por encima de mi hombro, estaba Taemin. –Yo extrañaré mirarte.- sonreí pero sin querer una lagrima escapó de mis ojos. Pero no es el momento Minho, ignoré la lágrima y lancé el balón. Volví a encestar.

 Lancé de nueva cuenta y al encestar salió otra tira de boletos. Los tomé y se los di a Taemin.

-Hay un último juego que quiero intentar.- me dijo y asentí. Se acercó más a mí poniendo su mano en mi mejilla, limpió la lágrima que se me había escapado y sonrió. –Todo está bien.- asentí.

-Gracias.- contesté y le desacomodé el cabello.

-Vamos a la máquina de baile.- sonrió y me jaló hasta llegar a ella. Insertó nuevas fichas que parece recién las había comprado, empezó haciendo saltos normales y no tan difíciles pero cuando pasó al nivel dos he de decir que se me enredaban las ideas, sé que no tengo tanta agilidad cerebral como me gustaría pero ¡o sea! Se me cruzaban las piernas con los brazos y a Taemin no.

Hasta que no pude llevar el ritmo acelerado y perdí. You loser, repetía la maquina. Me senté en el borde del piso y me sequé el sudor. Taemin seguía brincando y todo. Sonreí, esa energía que no se le acaba. Hasta que dejó de hacerlo, se sentó a mi lado y se secó el sudor.

-Gane.- susurró aun con su pecho agitándose.

-See~- afirmé. –ahora ¿A dónde vamos?- me levanté con su ayuda, me mostro los boletos y sugirió que los canjeáramos. Fuimos con la vendedora y entre todos los puntos que obtuvimos nos alcanzó para un peluche. Una rana verde sapo con ojos muy grandes y pecho amarillo.

-Sera nuestra hija ¿o hijo? Se parece tanto a su papá.- seguía mimando el peluche ese.

-Oye espera, dijiste a su papá.- caminé hasta estar a su lado, saliendo del los videojuegos.

-Sí, a ti. Por cierto, vi unos pantalones que me gustaría que te los probaras. Vamos, el Centro Comercial está a unas cuadras de aquí.- asentí, no estaría mal ir de compras o de menos a mirar qué hay de nuevo para después regresar a comprarlo.

Entramos y en estantería dejamos a nuestro hijo, la Rana de peluche, nos dieron una ficha y por nuestra seguridad económica la llevé yo. No sea que a Taemin se le pierda y tengamos que pagar por recuperarla.

Él fue directo a la sección masculina, a los pantalones. Me pasé mirando por ahí y por allá para ve qué era lo que me gustaba. Miré un par de playera colgadas en ganchos individuales y fui hasta ellos, realmente me gustan las que son de manga corta, de un solo color y con estampados.

Tal vez regrese mañana como era el plan a comprarlas.

-Minho, ven, al probador que quiero verte dentro de estos pantalones.- me dio unos azul neón que parecen son entubados. –Pruébatelos para mí, por favor.- un tierno puchero llegó a ablandarme respecto a la idea del os pantalones.

-Está bien, vamos a los probadores.- asintió y me jaló de nuevo hasta los dichosos probadores, una vez ahí, me metió al segundo y cerró las cortinas. Suspiré y me miré al espejo. Fue buena idea teñir mi cabello de negro otra vez. Aunque me gusta mi color natural, este “negro azulado” no está tan mal.

Me saque mi pantalones y me probé los que me dio Taemin, no soy fanático de los que son entubados porque me siento semi desnudo. Pero si mi Muñeco me quiere ver dentro de uno de estos, está bien, solo por darle el gusto.

-¿Ya?- preguntó inquieto. Suspiré y me froté el cabello.

-Ya.- apenas y lo dije se abrió la cortina y entró Taemin. -¡Se te ven geniales!- no dejaba de mirar mis piernas y eso me logró incomodar. –Noté que estabas mirando un par de playeras, toma, las conseguí en tu talla, mídetelas también.- me dio entre tres a 5 playeras.

-Pero Muñeco, no…-

-No te preocupes, yo pago.- alcé una ceja.

-Pero esa es mi tarjeta.- apunté a la que tenía en las manos.

-¿¡Cómo llegó a mi bolsillo!?- exageró. –Lo sé, solo bromeaba, yo pago.- sacó otra tarjeta y me entregó la mía, aun me pregunto cómo diablos es que me la quita. –Es de mi mamá y dijo que usara el dinero para una emergencia.-

-Pero no es una emergencia.- me devolví las playeras.

-Vamos Minho, tómalo como mi regalo de graduación. Ella también te quería dar algo pero no pudimos conseguir algo que te gustara 100% así que por favor, toma esto como nuestro obsequio.- bueno si me pone esos ojitos junto a ese puchero no puedo negarme, aunque no estoy totalmente de acuerdo.

-Ok~- dejé salir el aire que tenía en los pulmones derrotado.

Después de hacer esas compras que por cierto él solo se compró una mascada que ni siquiera se pondrá, le pregunté a dónde más iríamos, empezaba a hacerse de noche y no quería que algo malo le pasara. O a los dos. Porque ciertamente estamos alejados de nuestra zona.

-Vamos a cenar a Carta Mágica, ¿te gusta la idea?- ¿Carta Mágica? Está un poco lejos y es caro, aunque con el servicio heredado de mi padre quién sabe y pueda obtener un descuento.

-Pero es caro comer ahí ¿por qué no mejor vamos por una hamburguesa o una pizza?- le pregunté pero de nuevo me jaló hacia ese local.

-Carta Mágica he dicho.- asentí antes de que vuelvan sus berrinches.

-Ok, ok. Vamos a Carta Mágica.-dije. Caminamos por las calles con las bolsas en las manos y la pequeña rana de peluche. Íbamos jugando por las calles hasta que llegamos al establecimiento. Por suerte Taemin compro un par de sacos en la tienda de ropa con los que pudimos entrar sin problemas, como ya me conocen nos pasaron a una de las mejores mesas, le volví a preguntar a Taemin si estaba seguro de cenar ahí.

Insistió en que no pasaba nada con cenar en Carta Mágica, la comida no es tan cara. Claro, él nunca ha pagado la cuenta. Pero está bien, no le iba a dejar con las ganas así que le dije que iba a ir al baño y de paso vería mi billetera para saber si podría pagar la cuenta.

¡La tarjeta! Qué tonto Minho, si tienes la tarjeta de crédito puedes pedir incluso un plato sopero de caviar. Suspiré y solo entré para lavarme las manos, después de hacerlo las puse bajo el sensor y sopló aire para secarlas.

Tomé una tolla de papel para terminar de secarlas y salí por completo.  Caminé esquivando algunas mesas y meseros hasta llegar a la que me habían asignado.

-¿Divertido el baño?- me preguntó y solo sonreí.

-No te imaginas cuánto.- contesté y tomé el menú.

-Iré a lavar mis manos, no tardo.- se levantó y asentí. Lo vi perderse entre las mesas y suspiré. Seguí mirando el menú, ciertamente tengo sentimiento encontrados. Había ignorado completamente el tema de mi graduación pero jugar en la canasta me dio un duro golpe.

Ya no soy más el capitán de baloncesto, ahora solo es soy un graduado más.

Tks… vi un pantalón negro a mi lado así que giré mi cara hacia al derecha y noté a un mesero, pero a este lo conozco.

-¿YoungMin?- pregunté. Él dejó en la mesa una bandeja aun cubierta. –No he pedido nada.- a menos de que Taemin lo haya hecho pero no creo.

-La casa invita.- dijo y asentí lentamente.

-¿Ya no trabajas en CoffeFriend?- pregunté mientras descubría la bandeja, un platito con fruta seca, claro, primero ofrecen algo que seque la boca para que el cliente pida bebidas.

-Sí pero estoy cubriendo a un mesero que pidió sus vacaciones. Si necesitan algo más, llámenme- asentí y después de que hiciera una reverencia se fue. Me atrevo a decir que no importa lo que estudie, él progresará como mesero.

Miré la fruta seca y noté un papelito, ¿será la cuenta? lo iba ignorar pero noté la peculiar forma de avión así que sonriendo lo tomé. Es pequeño, casi como si fuese hecho con un pequeño cuadrado de papel.

Lo abrí pero no puede evitar romperlo un poco, es la letra de Taemin. “Te amo” y un corazoncito. Asentí feliz y lo doblé en cuarto partes, no me saldría un avión tan pequeño, abrí mi billetera y lo guardé cerca de las otras notas que conservo.

-¿Usaste el jabón en barra?- elevé mi mirada y ahí estaba Taemin. –Es tan suave~ y huele, huele, coco~.- sonrió y creo que hasta se sonrojó.

-Huele bien, yo usé el jabón líquido.- por inercia olí el dorso de mi mano. –Cítricos.- susurré.

-Je, Minho, sé que estás triste por lo de tu graduación, créeme que yo también, soy tan egoísta que deseé que hubieses reprobado para verte más tiempo en la escuela pero eso sí sería retenerte. La vida sigue y nosotros también, así que no tenemos por qué preocuparnos, ¿verdad?- tomó un poco de la fruta seca y por inercia también empecé a consumirla.

-Tienes razón, ya no me deprimiré más por eso.- tomé un trozo de durazno seco y lo llevé a mi boca.

-No digo que no te deprimas, tú dijiste que eso es bueno para poder cerrar otro ciclo pero no te cierres en él. No me gusta verte triste.- extendió su manos por encima de la mesa con el trozo de durazno, me acerqué lo más que pude con la boca abierta. –mejor di aaa~- también abrió la boca y eso me hizo enternecer.

-Aaa~- hasta que dejó el durazno en mi boca.

-Jejeje exacto, aaa~vioncitos de papel. Toma, también encontré este en el baño.- me dio otro pequeño, lo tomé extrañado y abrí con más cuidado que el anterior.

-“Gracias.”- leí. –De qué ¿Muñeco?- lo miré esperando una respuesta, él solo sonrió y ladeó su cabeza eso sin duda me dio ternura.

-De todo, solo gracias por lo que has hecho por mí. En especial por acompañarme a los videojuegos, a comprar ropa y por estar aquí en Carta Mágica conmigo.- asentí y tomé una copa para servirme agua natural y también servirle a él.

-No agradezcas nada, lo hago con mucho gusto.- serví su copa y se la puse a un lado del plato.

-¿No crees que el ambiente es perfecto?- terminé de servirme y miré alrededor, en efecto Carta Mágica siempre ha tenido ese toque romántico barroco que a las personas les encanta.

Justo ahora vuelven a sonar los violines y las arpas, una pausada y melódica armonía hermosa. Las luces que están en los pilares hacen más romántico el ambiente y sin duda la pintura tinta y dorada acentúa todo.

-Sí, es perfecto.- susurré encantado por el ambiente.

Taemin pidió por ambos, eso me sorprendió pero dijo que quería hacerlo, las veces anteriores que hemos venido siempre lo hacía yo, parece que eso es parte de TaeMan, como lo llamó por equivocación Nana antes de irse a Japón.

Pero le gustó el apodo y lo hizo propio.

Cenamos de nuevo comida extranjera, un plato de espagueti y albóndigas de carne roja junto a sus aderezos y una ensalada mediana. Acompañado por otra jarra de agua natural porque no le gusta el Champagne, el vino no lo puede tomar y definitivamente, Carta Mágica no ofrece cerveza.

Para postre pidió un pequeño flan napolitano, como el azúcar le afecta se limitó a comer solo una cucharada por lo que me tuve que comer el suyo también. La cena pasó justo como esperaba o quería, me entregó otros dos aviones de papel, “por” y “estos” siento que es un especie de mensaje que tengo que armar o descifrar.

Acordamos en que él pagaría pero antes cuando volvió a ir al baño le di a YoungMin mi tarjeta y le dije que cobrará de ahí. Así que cuando Taemin “pagó” solo pasearon la suya. Me la entregó en los momentos en los que estaba solo. Cuando regresó se sentó de nuevo y empezó a probar algunos de los dulcecitos que nos dieron en agradecimiento por haber aprovechado sus servicios.

Y me llegó otro avión, este decía “lindos” así que fruncí el entrecejo aun poco confundido, ¿por qué estaba en plural? Le resté importancia y lo volví a guardar mientras él reía.

-¿Te gustó la cena?- me preguntó y asentí sonriendo.

-Estuvo muy rica, pero me parece tener un deja vu.-

-Je eso es bueno porque te quería hacer tres peguntas.- alcé una ceja y lo miré mientras tomaba uno de los dulcecitos. Taemin se ha comido más de 4 del puño que nos dejó YoungMin. Al sentir el sabor del dulce me di cuenta porque Taemin no se había alterado, es menta.

-Sí, yo también te quiero hacer tres preguntas.- sonreí mientras dejaba la envoltura fue cuando me di cuenta que el este tenía en nombre del restaurante.

-Yo primero, ¿aun me quieres?- me miró fijo pero sonriendo así que negué lentamente.

-¿Qué clase de pregunta es esa?- me quejé. –Claro que aun te quiero.-

-Jejeje solo quería estar seguro. Ahora te toca.- tomó el resto del agua que había en su copa e hizo una mueca de dolor, la meta seguro ya le crispó la lengua.

-¿a qué ha venido todo esto? Solo íbamos a ir a La Casa de la Cultura a que ensayaras con los gemelos y Minwoo ¿por qué cambiar de planes?- me pregunto si el no haber ido le afectará en su TAE.

-Esas son dos preguntas, abusivo. Esto ha venido por esto.- me dio otro avión el cual abrí “y”.

-¿Y?- pregunté súper extrañado.

-Y esto.- me dio otro. “Sensuales” fruncí el entrecejo, qué es todo esto.

-No entiendo.- susurré derrotado.

-Jejeje, vamos a casa, ya es noche y no quiero preocupar a mi mamá.- sonrió y se levantó de la silla así que lo seguí no sin antes tomar el ultimo dulce de menta. Antes de salir del vestíbulo mientras esperaba que me entregaran las bolsas y mi hijo o hija llegó otro avión, este golpeó mi pecho, así que me agaché para recogerlo y abrirlo.

“Sensuales”. Plural de nuevo. Presioné mi mano junto con el papel, haciendo que se arrugara para salir casi corriendo a buscarlo. Encontrándolo recargado en un auto rojo oscuro casi café.

-No te recargues o accionaras la alarma.- le advertí y solo me sonrió juguetón.

-Oh, ¿hablas de algo así?- pateó cerca de la puerta y la alarma del auto comenzó a sonar, me tapé los oídos y lo jalé para salir de ahí pero él forcejeó conmigo hasta que se soltó. –No te alteres.- me dijo y sacó un par de llaves con un mando a distancia. –Es mío.-

-…- enmudecí. –No es cierto.- dije.

-Sí es mío.- apagó la alarma y quitó los seguros. Caminó hacia el asiento del piloto y abrió la puerta. –Vamos, te llevo a casa y te cuento cómo fue que conseguí auto.- ¿rentó?

Caminé aun indeciso hacia el auto pero al ver la calcomanía de “El Hombre de mamá” di por sentado que era él. Tiene ese mismo lema en su cuarto, en su puerta, el en refrigerador y en SplashFace. Abrí la puerta del copiloto y entré.

-¿Te gusta?- me preguntó encendiéndolo.

-Es bonito.- dije mirando el interior, los asiento están duros así que creo que es nuevo. El panel de indicadores aun tiene el papel trasparente así que en efecto es nuevo.

-Gracias, unos de los deseos de mi papá era comprarme un auto, escogí este porque es el modelo que usó cuando di mi prueba de manejo.- susurró acariciando el volante. –Me recuerda esos días en los que no podía manejar más que con un copiloto.-

-Tu padre estaría orgulloso.- dije mirando al frente y como salía suavemente del estacionamiento.

-Lo está Minho, mi padre está orgulloso.- me corrigió y asentí. Condujo tan suave que me llegó a dar envidia, incluso las vueltas en U se sentían bien, los semáforos y los dobles sentidos ya no eran problema para él, en definitiva el Oficial está orgulloso de él.

Llegamos a mi casa, lo que se me hizo raro, creí que seria a la de él y después me iría caminando a la mía.

-Llegamos.- dijo quitándose el cinturón por lo que hice lo mismo pero justo presioné para que el cinto se liberara sentí un papel, quizá es una multa. Lo tomé y era un avión de papel. –Es para ti.- me sonrió y le regresé el gesto.

“Primeros” otro plural. Primeros qué.

-Gracias.- le dije.

-De nada.- sonrió y salió del auto, así que lo hice también. Pero al abrir la puerta vi otro avión, estaba atorado entre la codera de la puerta. –Tuyo también.- estaba a un lado de mí pero por fuera del auto. Lo tomé y abrí “365” ok, sea que lo sean sus lindos y sensuales son 356. Pero qué.

¿Amigos? ¿Tienes amigos lindos y sensuales? ¿O es dinero?

Salí del auto y cerré la puerta, él se quedó a mi lado.

-Minho, que lindas están las estrellas hoy.- miré el cielo, era oscuro que por lo que resaltaban más. –¿No lo crees?- me preguntó, sentí la necesidad de ponerme a su lado y cuando lo hice, él recargó su cabeza en mis hombros y ambos lo hicimos en el auto.

-Son hermosas.- dije mirándolas.

-¿Crees que nuestros padres nos estén viendo?- me preguntó sin despegar sus ojos del cielo.

-Sí.- contesté aun perdido en ese cielo.

-Te toca hacerme la última pregunta. Yo ya agoté las tres.- me miró y sonrió, así que dejé de mirar el cielo y noté su blanca sonrisa, amplia que decía “me siento feliz”.

-Todo eso me trae recuerdos, Minnie. ¿Lo planeaste?- pegué más su cuerpo al mío por el frio que empieza a sentirse. Sentí que suspiró.

-Sí. Hace un año tú hiciste lo mismo por mí. Me recogiste de La Casa de la Cultura, me llevaste a los videojuegos, a comprarme ropa y a una linda cena en Carta Mágica.- lo recuerdo. –Pero ese día te fallé.- su voz se cortó e hipeó. –Arruiné todo.- hiperventiló y lo presioné más contra mí. –Te dije que no y eché a perder todo lo que hiciste por mí.- vi como de sus ojos comenzaba a salir algunas lágrimas, eran grandes y no querían parar. –Fue el mejor día de mi vida pero lo estropeé.- se secó los ojos con sus manso. –Te rompí las ilusiones con una tonta respuesta que no esperabas.- dejé de recargarme en el auto para pararme frente a él, tomé sus mejillas y limpié algunas de sus lágrimas con mis pulgares. –Fui un tonto y pagué por ello.- seguía hipeando y llorando, mis intentos por limpiarle las lágrimas fracasaban, sentí frio en mi mejilla y me di cuenta de que yo también lloraba. – Sufrí de nuevo por amor, pero estaba bien, yo lo causé.-

-No te culpes.- lo abracé pero no me correspondió.

-Quise compensarlo.- hiperventiló y me abrazó pero a la vez secó sus ojos. –Quise hacer las cosas bien.- tembló levemente y lo apreté contra mi cuerpo. –Quise ser el novio perfecto.- lo separé para poder mirar su cara.

-Muñeco, no eres el novio perfecto.- limpié sus lágrimas para que mirara mi cara. –Eres mi novio y eso es mucho mejor.- le sonreí y él asintió.

-Quise hacer lo mismo por ti, por eso intenté revivir ese día para cambiarle el final, uno que debió de haber sido para que olvides aquel día.- hipeó de nuevo y lo abracé más fuerte.

-Todo está en el pasado, Taemin.- susurré mientras sobaba su espalda para darle ánimos.

-Gracias…- susurró. –Toma.- nos separamos un poco para que me entregara un avión de papel. Lo abrí y decía “días”.

-Te amo. Gracias por estos lindos y sensuales primeros 365 días, Taemin.- le dije sonriendo para volver a abrazarlo.

-gracias Minho, por un año lleno de emociones a tu lado.- me apretó contra su cuerpo. –Te amo mucho, muchísimo.- susurró y asentí.

-¿Aniversario?- pregunté.

-Sí.- permanecimos abrazados hasta que él se empezó a reír. –Minho.- nos separamos poco a poco. –Te quiero mucho.- volvió a decirlo.

-Yo también te quiero mucho.- le sonreí.

-¿Crees que nuestros padres estén juntos?- miró de nuevo el cielo y asentí.

-Probablemente.- contesté.

-¿Y estarán felices?- preguntó.

-Siento que sí. Oficial Lee, se lo dije una vez, haré inmensamente feliz a su campeón, también lo cuidaré y protegeré de todos y todo.- miré el cielo en un intento tonto de esperar una respuesta.

-Señor Choi, yo también me comprometo a estar al lado de Minho y apoyarlo en todo, lo haré tan feliz que usted también lo estará.- miró el cielo después de limpiarse los ojos y solo asentí. –¡Minho, Minho! ¡Una estrella fugaz!- jaló mi playera y luego apuntó el cielo, busqué la estrella y en efecto se movía dejando su coleta por unos segundos para luego desaparecer.

-Pide un deseo.- le dije y ambos cerramos los ojos.

-Ya, ¿qué pediste?- busqué de nuevo la estrella pero ya no estaba.

-Conservar esta felicidad.- dije mirando el cielo y apretando los hombros de Taemin, pues aun manteníamos cierto tipo de abrazo. –¿Y tú?-

Sonrió mirando el cielo, suspiró y me volteó a ver. Sus labios se movieron y asentí, después me abrazó con más fuerza. 

Notas finales:

;u; 

Confieso!

Soy una persona mega emocional mientras lo escribia tuve que parar dos veces porque me hice llorar ;n; así de emotiva soy. 

Espero que les haya gustado :D 

Recuerden dejar un rw, ya que son la fuente de inspiracion del autor. 

Nos leemos!


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