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Querido profesor. por ASHINeeS

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Notas del capitulo:

Esto es un poco diferente a lo que he montado, no estoy acostumbrada a escribir cuando relata uno de los personajes, me gusta la narración omnisiente, pero esto lo escribí hace unos meses y yo acostumbraba hacerlo ^^

¿Alguna vez han tenido un profesor tan sexy que te haga suspirar con solo una palabra? Yo sí, se llama Choi Minho, tiene veinti… veintialgo, está bien, no sé nada de él, solo sé que me gustaría comérmelo a besos en cuanto pueda.

 

**

-Haber… ¿pueden decirme la raíz cúbica de 125? ¿Señor Lee?- me tomó desprevenido, lo admito, pero es imposible concentrarse con él en frente. Esa ropa de traje ajustado no ayuda en lo más mínimo.

-Mmm… ¿Me repite la pregunta?- todos se rieron, estos estúpido creían que estaba jugando, en serio, no había escuchado nada por estar pensado que se sentiría tenerlo sobre mi….

-Señor Lee…

-Señorito- Lo interrumpí, dejándole claro que estaba soltero.

-Señorito- hizo énfasis en la palabra y continuó.- Lee, últimamente lo veo muy perdido en mis clases, creo que tendré que pedirle que se quede después de que acabe.- una chica me miró y me susurró un “¡Suertudo!” bastante entendible, si, si soy un suertudo, hoy estoy dispuesto a comenzar mi súper plan para conquistar al profesorcito, aunque no hay plan, solo es seducirlo hasta que caiga.

-Está bien.- Hice un puchero y noté como me miró divertido. –Pero después no diga que fue mi culpa.- me miró extrañado.

-Culpa de qué seño... ¿señorito Lee?

-No… de nada- bajé mi cabeza y sonreí maliciosamente para mí mismo.

 

**

 

-¡Suéltame Key, Ya te dije que no puedo ir a receso! Estoy castigado, ¿que no entiendes?

-¡Pero si llevamos 3 días sin vernos!- dijo suavizando el agarre, este loco quería sacarme del salón por las malas, pero no podía perder esta oportunidad, jamás lo haría. – ¿Sabes qué? Olvídalo, iré a ver a Jonggie- hizo una sonrisa de oreja a oreja y se fue dándome un beso en la mejilla.

-Bueno “Señorito” Lee, es hora de su castigo. –Paró un momento, sacó una tiza de su bolso y siguió. –En estas 2 horas de descanso haremos…

-Tiene un trasero muy lindo, ¿puedo tocarlo?- le interrumpí y él solo pudo tragar en seco, nervioso.

-Escuche, no estoy para sus juegos perversos ahora… como le venía diciendo…

-¿Debe tener un pene grande cierto?- lo volví a interrumpir haciendo que se sonrojara esta vez.

-Esto es clase de matemáticas, no de anatomía, así que le pido por favor…

-Su lengua también debe ser larga- amo interrumpir a este hombre con mis comentarios fuera de lugar. Vi cómo se sobó la cien.

-Usted en esta escuela tiene antecedentes de pleitos con muchas personas, ya entiendo por qué, le pido por favor que pare sus comentarios.- estuve a punto de interrumpir pero se dio cuenta y me calló. –Voy a explicarle el tema de hoy, después de eso le haré un pequeño examen, ¿entendido?- asentí resignado, que hombre tan difícil, eso hace que me guste más todavía.

Bla, bla, bla, solo 3 minutos y ya estoy aburrido, este tema me lo sé de memoria, puedo ser extravagante y un poco vago, pero me gustan las matemáticas, estudio solo en mi casa cuando no tengo nada que hacer.

-¿Ya puede parar de hablar? Me aburro.- le dije acostando mi cabeza en el escritorio.

-¿Perdón?

-Estoy A-BU-RRI-DO, así o ¿más claro?- le repetí haciendo que abriera los ojos, se veían muy grandes y reí un poco por lo bajo.

-¿Que es tan gracioso?

-Esto es muy fácil- le mentí, tampoco quería ofenderlo diciéndole que parecía una rana por lo grande de sus ojos. –Puedo pasar el examen sin que me explique más.

-Lo veo muy seguro de sí mismo, pero es imposible, usted no ha prestado atención a ninguna clase.- me miró cruzado de brazos y retándome con la mirada.

-¿Quiere apostar a que sí lo hago?- me levanté de mi silla y me situé frente a él. Mirándolo directamente a los ojos, control, autocontrol Taemin.

-¿Que perderías si no lo pasas?

-Prometo cortarme el cabello.- me miró sorprendido.

-¿En serio?- él siempre me había dicho que me cortara el cabello, nunca me dijo por qué.

-Totalmente…. ¿Y que perdería usted si gano?- me miró pensativo.

-No lo sé, dime tú.

-Lo que yo diga por una semana, sin excepciones, dentro de lo legal por supuesto.- me miró asustado y nervioso pero aceptó dándome una mano. ¡Me iba a divertir a lo grande! Lo primero que haré será preguntarle por qué quiere que me corte el cabello.

-Trato. Ahora saca una hoja y escribe lo que te voy a dictar.

Comenzó a dictarme y yo a escribir, estaba tan fácil, terminé y le entregué para que lo revisara inmediatamente.

-No tiene nombre, eso te baja puntos.

-¡Pero que mierda! Si soy el único aquí.

-Palabras obscenas, más puntos abajo.- sonrió maliciosamente y empezó a chulear, sonreí campeón, pero mi sonrisa se borró cuando puso dos “x” en dos respuestas, mierda. Tomó su calculadora y comenzó a sumar… vamos, vamos, vamos, vamos.

-Esto menos los puntos que te rebajaré por el nombre y la palabra…- Hijo de puta. –Listo.- me miraba serio, ¿gané? -3.6, pasaste y yo perdí… ¡maldita sea!- GANÉ!

-¿Así que el señor perfecto odia perder? ¿Y también dice malas palabras?- me miró indignado y sonrió falsamente. –Hora de tu castigo.

-¡¿Y esa confianza?! ¡No me tutees!

-¡Aquí se hace lo que yo diga y como yo diga!- bajó la cabeza resignado y tomó sus cosas dispuesto a irse. – ¿A dónde crees que vas?

-A comer.

-Bésame.

-¿¡QUE!?

-Quiero que me beses… ya que tienes que hacer lo que yo diga.

-¿Estás loco o que mierda?

-¡UY! Profesor no debería hablarle así a un alumno.

-¡YA ME CANSÉ DE TUS JUEGOS!- eso me asustó

-Aun así tienes que hacer lo que yo diga, y ¡yo digo que me beses!- tragó en seco y se acercó a mí.

-Esto no lo puede saber nadie, Taemin.- sonreí por su advertencia.

-¿Ahora me tratas de Taemin?

-Tú me tuteas, yo te tuteo.- rodó los ojos y se acercó rápidamente, esperé algo intenso pero… ¡solo fue un maldito roce! Que carajos, yo esperaba un salvaje y hambriento beso, no esta mierda.

-¿Que acaso no sabes besar?- le repliqué

-Te dejaré con la duda.- rodé los ojos, esto iba a ser más difícil de lo que pensé.

-Yo quiero un beso de verdad, con lengua incluida. –se sonrojó y sonreí victorioso. –Pero antes de eso…- se alarmó y me miró con sus ojos bien abiertos. – ¿Porque quieres que me corte el pelo?

-Yo…- ok, estaba nervioso.

-tu…- traté de hacer que prosiguiera con su relato, ya que se le notaba nervioso.

-¡¡AHHH!! ¡¿Porque tienes que hacer las cosas así?!

-¿Porque quieres que me corte el pelo?- le recalqué la pregunta.

-¿De verdad quieres saber?- asentí. –Ahhh… está bien. Pero no te sobresaltes ni nada por el estilo, no soy ningún pervertido te lo dejo claro.- volví a asentir seguido de una risita.-Cuando entré al colegio hace 2 meses, entré emocionado y con actitud positiva, quería que todos mis alumnos me respetaran por ser un profesor tan joven, solo 22 años es un logro.

-¡¿22?!- le grité sorprendido

-Cuantos creías que tenía.

-Pero entre tú y to no hay mucha diferencia, Te vez mayor no se… en fin… continúa.

-Cómo te decía. Miré a todas parte y vi chicos que fácilmente podrían ser mis amigos, todos creían que era nuevo y no un profesor. Cuando entré por primera vez a este salón de clases, al primer estudiante que pude notar fue a un tipito de cabello rojizo, largo y acostado sobre el escritorio durmiendo como el gran vago que es.

-Yo…- reí bastante fuerte.

-Le llamé la atención y cuando vi su cara…- paró un momento y pude notar que se sonrojó un poco.

-Cuando viste mi cara… ¿qué pasó?- estaba emocionado, sentado en una silla como todo un niño bueno escuchando la historia de alguien mayor,  ¡emocionadísimo! Espero que diga lo que estoy pensando, por favor.

-Cuando vi tu cara me pareciste una niña.- que cruel.

-¡ERES UN MALDITO BASTARDO!- tomé aire al ver su cara de nervios –Odio que me digan que parezco chica.- le expliqué.

-Ya, no es para tanto… por eso quiero que te cortes el cabello, ¿feliz?- asentí indignado, es un maldito perro, estúpido, idiota, imbécil, hijo de puta. ¡Ojala lo violen! Esperen… eso no sería una mala idea… no, no, no, hazlo sufrir a tu manera, Taemin, hazlo sufrir mientras tu degustas. Estaba mintiendo, lo sé.

-Tu.- le señale cerca del rostro. –Sígueme.- me levanté de mi silla y caminé unos cuantos pasillos, con él detrás de mí, como un perro adiestrado. Llegué hacia una puerta donde se encontraba un pequeño cuartico para guardar las cosas del conserje, antes, ahora ya no lo usan para nada. –Entra.- le ordené ya metido en el estrecho hueco. Me hizo caso y se trató de poner lo más lejos posible de mí.

-¿Se puede saber que planeas ahora?

 –Ahora, quiero que me beses, en serio… nada de roces pendejos, quiero un beso de verdad.- me acerqué seductoramente. –Quiero que tu empieces- podía sentir su respiración nerviosa, pero no se separaba de mí, ahora si calló. Torpemente me besó, esta vez en serio, algo tímido pero se quitaba con el tiempo, voy a hacer que me haga suyo a las buenas o las malas.

Lo tomé del cuello y lo acerqué más a mí, sus manos seguían intactas en el aire, como temerosas de lo que pudieran hacer.

-Tócame…- le ordené haciendo que se separara bruscamente de mí.

-No está bien que hagamos esto. No… no puedo- hizo el amago para salir pero me puse entre él y la puerta. –Quítate, me voy. Olvida ya esa tonta apuesta.

-No lo harás. Aún falta una hora para que se acabe el receso y no pienso desaprovecharla. – me acerqué a él, esta vez más rápidamente y volví a besarlo, estaba cediendo poco a poco. Sentí su lengua chocar contra mis labios y los abrí para dejarla pasar, ¡oh por Dios! ¡Besa como los dioses!

-¿Vez? Si se besar- se separó para decirme eso y continuó. –Ahora si no te molesta, prefiero seguir con lo que estaba haciendo.- volvió a besarme, esta vez más salvajemente, estaba excitado, no lo negaré. Pero por lo menos estaba seguro de que ya había caído como mosca en mi telaraña.

-¿Ya podrías tocarme?- me miró pensativo, mierda, mierda.

-¿Quieres saber la verdadera razón por la que quiero que te cortes el cabello?- lo miré extrañado, ¡lo sabía! Sabía que mentía. –Porque me excitas demasiado…- abrí los ojos como lo hace él. –Y no quería hacer esto.- me empujo contra la pared y me obligó a rodear con mis piernas su cadera. –Si quieres que te toque, lo haré.-metió sus manos, manos grandes y con dedos largos, dedos que podrían hacer maravillas, debajo de mi camisa, sacándome más de un suspiro, mientras me besaba apasionadamente. –Me vuelves loco… y juro que te voy a partir el culo- wao, que salvajismo, me gusta, sonreí y lo besé yo esta vez, acercándolo más a mí. Levantó los brazos y le saqué la camisa rápidamente, dejándome ver sus muy, pero muy bien trabajados abdominales, esto es el infierno mismo, pasé mi vista por su torso desnudo y vi como sonreía lascivamente. Pose mis manos su pecho y lo acaricié suavemente cuando de repente atacó mi cuello, punto uno, su lengua si es larga. Mucho.

-Ahhh~- solté un pequeño gemido cuando con sus manos masajeó fuertemente mi trasero, llevó sus manos a los botones de mi uniforme y comenzó a desabrocharlos tortuosamente, osea que mierda, me quiere sin camisa ¿o no? Cuando terminó, me lanzó una mirada pervertida, se lamió los labios y se mordió el inferior.

-Eres hermoso- dijo haciéndome bajar, se estaba desabrochando el pantalón. –Espero que sepas hacer esto…- se oía en tono de preocupación pero con lujuria a la vez. Se bajó el pantalón junto con su ropa interior y me dejó ver su graaaaaaaaaaaaaan dote, punto dos, si tiene un gran pene.

Su erección apuntaba directo a mi cara, y sin pensarlo me la trague, intentando no meterla toda, es imposible. Comencé con el vaivén lento y tortuoso, a medida que pasaba el tiempo, también iba aumentando la velocidad. Tomó mi cabello, pareciendo que me lo querría arrancar y marcó un ritmo, el cual yo seguí, por supuesto, no quería que se decepcionara al pensar que yo tenía el control, y yo amaba que me ordenara hacer cosas que le dieran placer , ¿porque? No lo sé, solo sé que mientras el gima gracias a mí, yo seré… ¿feliz?

-Ahhh~ Ahhh~ Ahhh~- sus caderas se movían frenéticamente, era un loco. Sentí que se tensó un poco, sacó su miembro de mi boca, dejándome esperando en la misma posición, lo tomó en su mano, lo bombeó un par de veces y soltó todo su semen en mi cara, creo que le excitaba verme así, porque después de semejante corrida no a cualquiera se le para otra vez. Me levantó, sacándome los pantalones, pero dejándome con mi bóxer. Me empujo de nuevo y me obligó a subir mis piernas. Bajó su mano y comenzó a tocarme por encima de la tela, ¡maldita tela! ¿A quién se le ocurrió crearla? Apretó un poco y la metió dentro.

-No hagas… eso- le dije entre cortado, olvidemos al Taemin de hace media hora, estaba apenado y nervioso. –Ahhh~- le grité cuando comenzó a lamer mi pezoncito, pobrecito, tanto maltrato debe ser malo ¿no? Digo para el pezón, porque para mí es la locura. Lamía, besaba y succionaba. –Minho~- tapé mi boca al gemir su nombre.

-No te tapes- me quitó las manos de la boca. –Quiero escucharte gemir mi nombre.- eso no me lo esperaba. Pero hice caso, posando mis manos alrededor de su cuello, desordenando sus perfectos cabellos negros. Sus manos se posaron en el elástico de mi bóxer y lo jalaron, dejándome totalmente desnudo frente a él, de nuevo dando esas miradas pervertidas, esta vez fue un poco más violento, pero a la vez dulce, no sé cómo explicarlo, de nuevo me besó, succioné su lengua y el mordió mi labio inferior haciéndome suspirar una vez más. Acercó 3 de sus dedos a mi boca y los lamí seductoramente, no sabía para qué eran, soy virgen, pero no me arrepiento de perder mi virginidad con este hombre. Sonrió y bajo su mano, arqueé mi espalda al sentir un intruso mi entrada, trate de bajarme de él y cerrar las piernas pero me lo evitó recostándome contra la pared. –Tranquilo, sino no dilatará.- me relajé, o por lo menos trate de hacerlo, y comencé a sentir placer, placer multiplicado por 4 cuando metió el segundo y placer infinito cuando empezó a envestirme con tres  dedos.

-Ahhh~ Minho~ SI…- gemía sin poder reprimirme, si así se sentían 3 deditos, no quiero ni imaginarme con su cosa. Los sacó, hice un puchero y técnicamente se lo comió. Abrió mis piernas contra la pared y se pegó a mí para que no cayera al piso.

-¿Estás listo?- me dijo suevamente en mi oído. Asentí y sentí como la punta de su miembro entraba suavemente.

-AHHH!- solté un grito de dolor cuando entró por completo, incluso lágrimas salieron incontrolablemente, con dedos me molesto y después me gusto, con esto me duele y después… ¡oh Dios Mío!

Con sus manos sostenía mis piernas en la pared, yo soy muy flexible así que no me molesta en lo absoluto. De repente el dolor se esfumó, pero no se movía, moví mi pelvis un poco y ahí fue donde él reaccionó. De embestidas suaves a grandes metidas, eso de partirme el culo en dos iba en serio, pero si así se sentía ser partido, por mí no hay problemas.

-Ahhh! ¡Min…Minho! ¡MAS! ¡MAS DURO!- aceleró otro poco y escuché como gruñía para él solo. –No te reprimas.- me miró sorprendido y sonrió dulcemente.

-Taemin! Tan… ¡Tan estrecho! ¡Me encantas! Ahhh~- ahora sí me sentía vivo. Me bajó lentamente al piso y me acostó, el piso estaba frío pero sentía mucho calor. Me abrió de piernas nuevamente y aquí vamos de nuevo. Escuchar su pelvis chocar contra mí era delirante, amo ese sonido. Me volteó, quedando yo encima de él esta vez. –Ahora le toca “señorito Lee”- hice un puchero por lo cual el rió. Me levanté un poco y me deje caer, está vez roce mi punto “G” haciendo que mi espalda se arquera de placer.

-¡AHHHHH!- mis gritos se hicieron más fuertes cuando sentí su mano masturbándome. – ¡Ahí! ¡DAME AHÍ!- dejó de hacerlo y puso sus manos en mi trasero para ayudarme a cabalgarlo, me dejó quieto, apoyó los pies sobre el piso y me penetró en esa posición, yo no me estaba moviendo, solo gemía como loco. –Ahhh~ No dijiste que me Ahhh~ ¿partirías el culo? Mmm… todavía sigo esperando.- me miró sorprendido, de nuevo, y se salió de mí. Me puso en cuatro y me penetró salvajemente, me tomó de un brazo jalándolo hacia él y comenzó las embestidas. Acariciaba mi cintura y mi trasero, lo abría y lo cerraba por alguna razón, pero me gustaba, esta vez iba en serio, más duro y más rápido.

-Taemin~ah No… aguanto más.- yo tampoco aguantaba mucho, tome mi miembro entre mis manos y comencé a bombearlo rápidamente. –Eres solo mío.

-Soy solo tuyo.- dicho esto se corrió dentro de mí, se salió y regó un poco por mi piel desnuda. Me corrí al sentir su miembro esparciendo el líquido encima de mí, mojando todo el piso.

Nos limpiamos con unos trapos que encontramos ahí y nos vestimos rápidamente, solo faltaban 5 minutos para entrar a clases de nuevo. No sabía exactamente si nos estábamos vistiendo o besando, o las dos cosas. Yo reía divertido al ver lo desesperado que estaba por besarme una y otra vez.

Salimos de cuartico vigilando que nadie estuviera por ahí, nos dimos un último beso, más tierno, menos húmedo, y se fue, no sin antes susurrarme algo al oído.

-Mañana aquí, a la misma hora.- y se fue dejándome exaltado.  Me había metido a la boca del lobo y me gustaba. Definitivamente las mejores dos horas de toda mi vida.

 

 

 

Notas finales:

Y aquí de nuevo, yo, con mis cosas fuera de lo común. 

Es muy antiguo y no le hgice muchos cambios, así que si lo ven extraño ya saben xD

Dejes sus corazones en sus hermosos RW y pasense a leer Little bunny, lo actualizaré dentro de unos días, sean pacientes xD


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