Capítulo 6: Lo siento.
Eran las 9 de la mañana cuando en el departamento que YongGuk compartía con JunHong, sonó el teléfono principal.
Bang, quien todavía se encontraba dormido en el sofá, se despertó a causa del sonido que el teléfono ocasionada al recibir una llamada. Se desperezó aún tumbado, se levantó, y con algo de lentitud, se dirigió hacia el teléfono para contestarlo.
-¿Diga?- Preguntó sin saber de quién se trataba mientras se tallaba un ojo, adormilado.
-¡YongGuk~!- Ante ese llamado tan animado, el susodicho se despertó de golpe, abriendo los ojos y la boca a más no poder.
-¡¿HimChan?!- Preguntó atónito.
-El mismo. ¡Cuánto tiempo! ¿Qué tal te va la vida?- Preguntó alegremente.
-Bien... ¿No estabas desaparecido?- Seguía sin poder creérselo.
-¿Qué? ¡No! ¡Para nada! ¿No te lo comunicaron en comisaría? El jefe de la sede central de la policía permitió que me tomara un año sabático. Me reincorporo mañana-
-¿Y tú para qué necesitabas un año sabático?-
-¿Cómo que para qué? ¿Acaso no es obvio? Ser el comandante del peor distrito de la ciudad cansa demasiado...- Suspiró pesadamente.
-¿Dónde estuviste?-
-Fui a Japón. Es un gran país, ¿sabes?-
-No, no lo sé, nunca he ido-
-Pues deberías ir algún día amigo-
-Lo tomaré en cuenta... ¿Para qué llamabas?-
-Solo para informarte de que mañana estoy de regreso... Pensaba que te habían hablado de mi viaje-
-Ya ves que no. De todas formas, aunque vuelvas mañana, no nos veremos en comisaría- Se sentó en un sillón cercano mientras hablaba.
-¿Por qué? Tengo ganas de contarte sobre mi viaje-
-¿Para que me aburras con tus anécdotas? ¡Ni de coña! Para eso ya tienes a JongUp. Él siempre te escuchará con una sonrisa de oreja a oreja, y sin quejas-
-¡Pensaba contároslo a la vez!-
-En otro momento... Cuando esté borracho- Se rió socarronamente.
-Pero si ya hace más de 1 año que no tomas... ¡Aguafiestas!-
-Si sí. Lo que tú digas...- Dijo sarcásticamente.
-Bueno, dejemos este tema... ¿Por qué no podremos vernos en comisaría?-
-Esta semana la tengo libre. Bueno... Libre a menos que YoungJae me llame para un caso importante...-
-Que raro... ¿No hay casos nuevos?-
-Eso me dijo-
-¿Ocurre algo Guk? ¿Algo importante que yo deba saber?- Cambió su tono a uno más serio.
-Ag... Verás... Hay una nueva incorporación en la comisaría-
-¿Ah, sí? ¿Cómo se llama? ¿Hombre o mujer? ¿Edad? ¿Especialidad?- Preguntó sin apenas respirar.
-Se llama Choi JunHong. Es un chico de 19 años. Y está especializado en narcóticos-
-Vaya, ¡qué joven! ¿Especializado en narcóticos? ¡Entonces os llevareis genial!- Se rió.
-El caso es que está viviendo conmigo. Fue una orden de YoungJae, para que nos llevemos bien, o yo que sé...-
-¿Te cae mal el chaval?-
-No es eso, ya se lo dije a DaeHyun. Es que nunca me ha gustado convivir con alguien las 24 horas del día-
-Sí, ya lo sé. ¿Pero todo va bien? Sabes que soy el superior de Jae , y aunque le di cierta libertad sobre la comisaría, puedo hablar con él para solucionarlo-
-No es necesario. Todo va fenomenal- Mintió descaradamente.
-Como quieras. Pero para tu información, mientes fatal- Rió animadamente. YongGuk suspiró derrotado.
-Está bien... Hemos discutido-
-¡Lo sabía! ¿Pero por qué?-
-Porque según él, le trato como a una mierda...-
-Tú y tu bipolaridad no te llevaran muy lejos con ese chico-
-¿Qué insinúas?-
-Que te gusta. Claramente. Hasta un simio lo notaría-
-¿Cómo llegaste a esa conclusión?- Se hundió en el asiento, nervioso.
-Porque estás demasiado preocupado por esa discusión, y por como ha influido en ti la opinión de ese chaval. Tú no eres así, ni de cerca- El pelinegro volvió a suspirar.
-Vale, sí. Puede que me... Guste...-
-¡Nunca pensé que lo acabarías admitiendo! ¡Sí que te ha cambiado ese tal JunHong!- Exclamó gratamente sorprendido.
-Bueno... Es que anoche... Soñé que le besaba...- Se hundió aún más en el sillón.
-¡Wow! ¡Debe ser una gran persona para que te ocurra eso! ¿Te gustó el sueño?- Preguntó curioso.
-Si... Joder, soy un enfermo mental...- Sacudió su cabeza, negando repetidas veces.
-¡Exagerado! ¡Declárate! Si le preocupa como te comportas con él, es porque siente algo parecido-
-Paso de esas cursilerías-
-Tú piénsalo-
-Mejor preocúpate por tu relación con JongUp en vez de pensar en la mía. Si es que la hay...-
-Perdona pero mi relación con Uppie va de maravilla. ¡Nos llamamos todos los días! Por eso me extrañó que nadie te dijera nada sobre mi año sabático-
-Se le habrá pasado. Ya sabes lo despistado que es a veces-
-Lo sé... Por eso temo dejarlo solo... ¿Y si le ocurre algo en mi ausencia? ¡No lo soportaría!-
-Ahora el que está siendo exagerado eres tú-
-Sabes que soy muy sobreprotector con él-
-No hace falta que me lo jures...-
-Bueno, tengo que irme. Mañana te hago una visita. Espero que para entonces JunHong y tú hayais arreglado vuestros problemas. ¡Piensa en lo que hemos hablado! ¡Adiós~!- Y dicho esto, colgó.
Bang volvió a suspirar por tercera vez desde que se levantó. Otra persona que le decía lo mismo. Ya lo sabía, pero dudaba en gran medida que el menor sintiera siquiera amistad por él después de lo sucedido la noche anterior.
Dejó el teléfono en su sitio y se dirigió hacia la cocina para prepararse el desayuno.
En su mente se estaba librando una gran batalla. Tanto era así, que hasta le empezó a doler la cabeza. Bastantes problemas tenía ya como para que encima le entrara jaqueca. Se tomó una pastilla para tranquilizar su dolor y se dispuso a desayunar tranquilamente. Meditando las cosas con calma.
Mientras tanto, Zelo, quien se encontraba tumbado en su cama mirando hacia el blanco techo poco iluminado, no había pegado ojo en toda la noche. Cuando había conseguido conciliar un poco el sueño, llamaron al teléfono común del departamento, haciendo que se despertara. Sin más remedio, y viendo que ya eran las 9 de la mañana, decidió no intentar dormir más, pero tampoco quería salir de la cama tan pronto, así que ahí se encontraba, resolviendo sus dudas por él mismo.
Varias veces había pensado en llamar a su prima para contarle la situación en la que se encontraba, y que así pudiera aconsejarle sobre qué hacer, pero siempre descartaba la idea con la excusa de que era un tema privado que debía resolver él solo.
Al final, cansado de no encontrar respuestas de lo que le ocurría, decidió llamarla para ver si podía ayudarlo, aunque fuera ínfimamente.
-¿Hola? ¿JunHonggie? ¿Ocurre algo?- Preguntó WonJo nada más contestar la llamada, preocupada.
-Hola... ¿Te he despertado?- Preguntó hablando en voz baja para que YongGuk no le escuchara, aunque sabía que el mayor también estaba hablando por teléfono.
-No, hace tiempo que estoy despierta, creo que tengo jet lag o algo. Pero dime, ¿qué te pasa?-
-Ah... Pues tengo un problema con Bang Hyung-
-¿Uno muy grave?-
-Bueno... Depende de como lo mires...-
-¿Problemas de convivencia?-
-Algo así... Ayer por la noche, discutimos-
-¿Por qué?-
-Todo empezó porque yo estaba cansado y quería irme a dormir, pero YongGuk Hyung no me dejaba, alegando que estaba raro con él, y que no era por el cansancio. Así que acabamos discutiendo y... Me fui mosqueado a mi habitación, sin arreglar nada-
-Pero ustedes estabais peleados desde antes, ¿no?-
-Sí, y esto lo ha empeorado-Suspiró cerrando los ojos, aún estaba tumbado en su cama.
-¿Por qué razón te importa tanto ese chico?-
-Eso es lo que precisamente quiero saber-
-¿Nunca has pensado en que quizás te guste?-
-¿Quién? ¿YongGuk Hyung? No lo veo posible. Sería demasiado masoquista de mi parte-
-Que te trate mal como tú dices, no quiere decir que no hayas desarrollado una serie de sentimientos por él-
-Me estás confundiendo más... No sé para qué te llamo, sabía que acabarías diciéndome algo parecido...-
-Si lo sabes es porque en realidad sabes que sientes algo por YongGuk, solo que no lo aceptas-
-Es que sería demasiado estúpido querer a alguien que te hace sufrir, ¿no crees?-
-En el amor todo es válido-
-Eso es cuestionable-
-Además, ayer quería arreglar las cosas entre ustedes. Y se sintió mal al darse cuenta de que te comportabas fríamente con él. Tal vez sienta algo por ti...- Ignoró su réplica.
-¿Insinúas que le gusto después de saber cómo se ha comportado conmigo?-
-A lo mejor su actitud altanera hacia ti era debida a celos-
-Nunca le he dado motivos para que esté celoso-
-Eso es lo que tú crees... Ay, querido primo, ¿cómo te lo digo?-
-¿Decirme el qué?- Abrió los ojos de golpe, desorientado.
-JunHong... Verás, tú no eres feo, y claro, hay personas que se giran para admirarte-
-¿Tú crees?- Se sonrojó hasta las orejas.
-¡Claro que sí! Pero eres muy despistado y no te fijas...-
-Oh... Entonces... ¿Qué debo hacer con Hyung?-
-Haber, una vez aclarados los puntos de que él te gusta y viceversa, solo te queda disculparte por lo sucedido anoche-
-¿Por qué yo?-
-Porque YongGuk quería arreglar lo vuestro y tú no lo dejaste-
-Está bien...-
-Y bueno, en cuanto a vuestros sentimientos, ¡el tiempo dirá!-
-Ya... Y gracias-
-¡No hay de qué! ¡Cualquier cosa me llamas! ¡Adiós, y suerte!- Ambos colgaron, y Zelo dejó su teléfono encima de la mesita de noche a su lado.
Tras desperezarse, se levantó, se calzó sus zapatillas de andar por casa, y salió de su habitación rumbo hasta la cocina, donde pudo divisar al pelinegro desayunando lentamente, con la vista en su desayuno, distante. ¿Tanto le habían afectado sus palabras? Debía disculparse.
Tras prepararse el desayuno, se sentó frente al mayor. Carraspeó para que éste levantara la vista.
-Buenos días...- Dijo una vez vio que le prestaba atención.
-Buenas... ¿Te despertó el sonido del teléfono?- Se animó a preguntarle, fijándose en que le había hablado. El menor negó ante su pregunta.
-No... Apenas dormí en toda la noche... ¿Y tú? No te escuché entrar en tu habitación...- Dijo apenado.
-Ah, pues... Es que me quedé dormido en el sofá- Se rió suavemente, destensando la situación.
-Vale...- Le dio un sorbo a su zumo.
-Y ehm... ¿Por qué no dormiste en toda la noche?-
-No podía. Estuve pensando...- Bajó su mirada.
-¿Ah, sí? Debería ser un asunto muy importante-
-Sí... Bueno... Yo... Quería disculparme por lo ocurrido anoche. Debí escucharte. Lo siento de veras- Se armó de valor y se lo dijo directamente, mirándolo a los ojos.
-¿En eso pensabas que no te dejaba dormir?- El menor asintió. -Disculpas aceptadas. Pero perdóname por tratarte tan mal... No era mi intención...- Se rascó la nuca, nervioso.
-Disculpas aceptadas- Sonrió amablemente.
-¡Bien! A partir de ahora, prometo no portarme mal contigo- Le tendió la mano para que se la estrechara.
-Trato hecho- Rió ligeramente mientras estrechaban sus manos.
Por ese acto, una corriente eléctrica recorrió ambos cuerpos, haciendo que se separaran al instante. Quizás las hipótesis de sus allegados eran ciertas. Quizás, solo quizás, sentían algo más el uno por el otro que una simple amistad.
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