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SWEET AND BAD CHILD por LeeJinhyunnie

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Notas del capitulo:

¡Hola~! Woah! Quería subir este capítulo el lunes, os lo juro, pero por una cosa o por otra no pude actualizar estos días. ¡Pero ya lo hice! ¡Y estoy disponible para ustedes! ^^

Pero antes de dejaros leer con tranquilidad, me gustaría agradecer a esas 5 personas que me han dejado sus lindos rws! A: dsasdsad (?), gukkie, NaoChan987, Anónimo (?), y a Melanie 2PMBlaq . ¡De veras gracias! No saben hasta que punto han subido mi estado de ánimo :B

Y ahora sí, ¡a leer! :3

Capítulo 2: Convivencia. (Parte 1/2)

Después de que JunHong guardara todas y cada una de sus pertenencias, se fue a duchar mientras el mayor seguía sentado en el sofá viendo la televisión.

YongGuk, cansado de que el pelirrojo tardara tanto en el baño, se acercó a la puerta y empezó a aporrearla, y no porque le interesase saber precisamente qué le ocurría al muchacho, si no porque necesitaba entrar.

-¡Zelo! ¿Qué diablos haces? ¿Ducharte o bañarte? ¡Sal del baño antes de que tire la puerta abajo! ¡Necesito entrar mocoso!- Le gritó mientras aporreaba la puerta con fuerza.
-¡Un momento! ¡Se acabó el champú y tuve que salir de la ducha para coger otro!- Le respondió desde el baño, cogiendo velocidad para que no se molestara más con él.
-¡Date prisa!- Y dicho esto, se alejó de la puerta y apoyó su espalda en la pared frente a ésta.
-¡Si! ¡Ya salgo!- Cerró la llave de la ducha y salió de ésta poniéndose una toalla en la cintura. Cogió una pequeña toalla para secarse el pelo y salió del baño.

-Ya puedes entrar- Le dijo mientras se secaba el pelo, viendo que se había quedado allí esperando.
Bang se quedó mirándole detenidamente. Si bien su cuerpo no estaba muy formado, su blanquecina piel hacía que pareciera suave al tacto, y le incitaba a tocarlo. Subió la vista hasta su cuello y hombros, simplemente le atraía. Siguió su recorrido hasta sus labios, esos rosáceos labios que parecían tan dulces como un algodón de azúcar, sin duda quería probarlos...
-YongGuk... ¿Pasa algo?- Le llamó la atención al verle tan ensimismado.
-¿Eh? ¡No, nada!- Tosió con falsedad y enseguida entró al baño cerrando la puerta tras de sí con un fuerte golpe. JunHong se asustó, pero después se encogió de hombros y se dirigió hacia su nueva habitación para vestirse.
El pelinegro estaba apoyado en la puerta del baño, sentado en el suelo, con la mirada al frente y la respiración agitada. ¿Qué le había ocurrido? ¿Cómo había podido pensar esas cosas de ese mocoso?

-Seguro que me pasó esto porque llevo tiempo sin tener relaciones. Sí, debe ser eso...- Se dijo así mismo para calmarse.
Se levantó del suelo y se dirigió hacia el lavabo para lavarse la cara con agua bien fría. Necesitaba despejarse. Después se incorporó y, con una pequeña toalla, se secó la cara para salir del baño, olvidándose del verdadero propósito por el que había entrado ahí.

Se dirigió de nuevo hacia el salón, apagó la televisión, cogió su chaqueta del reposa brazos del sofá, y fue hasta su habitación. A llegar, cerró la puerta poniéndole el seguro, no quería que ese niño le interrumpiera. De su chaqueta sacó el sobre con el dinero que YoungJae le había entregado, y lo guardó en un lugar seguro, donde nadie pudiera encontrarlo jamás. Acto seguido, colgó la prenda en el perchero que se encontraba en la esquina superior derecha de esa habitación. Se descalzó, dejando los zapatos bajo su cama. Cogió su amada pistola y la guardó en el último cajón que tenía su cómoda, la cual se encontraba justo en el lado izquierdo de su cama. Se tumbó encima de ésta, admirando el sobrio techo. Cerró los ojos, esperando caer rendido ante el sueño, quien no tardó en llegar, pues estaba muy cansado.

Por otro lado, y en su respectiva habitación, se encontraba Zelo, quien acababa de vestirse. Llevaba puesto unos pantalones negros que le llegaban hasta las rodillas, una camiseta blanca de mangas cortas, y se calzó unas zapatillas para andar cómodo por la casa.
Después de meter las toallas utilizadas en la cesta de las prendas sucias, se dirigió hacia el salón, esperando encontrar ahí a su compañero. Al no verle, pensó que se encontraba en su habitación, así que prefirió no molestarle, por su propia seguridad.
Se sentó en el sofá, prendió la televisión, y se puso a ver cualquier programa que transmitían. Al rato, escuchó su teléfono móvil sonar desde su habitación, por suerte lo tenía en un tono alto. Caminó hacia su habitación para contestarlo.

-¿Diga?- Se apresuró en preguntar, pues era un número desconocido y no sabía de quién se trataba.
-¿JunHong?- Preguntaron desde el otro lado de la línea.
-Si, soy yo. ¿Quién es?- Se sentó en el borde de su cama para estar más cómodo.
-¡Soy WonJo! ¡Tu prima!- Exclamó emocionada.
-¿¡WonJo!? ¡Cuánto tiempo sin saber nada de ti! ¿Qué tal todo?- Preguntó también emocionado. Su prima era una persona realmente ocupada, siempre viajando de un continente a otro por cuestiones laborales. No era difícil perderle la pista durante un buen tiempo, lo complicado era contactar con ella.
-Eso debería preguntártelo yo a ti pequeño-
-¡Deja de llamarme pequeño!-
-Que seas policía no quiere decir que hayas dejado de ser mi pequeño primo de 19 años- Rió para destensar la situación. A veces JunHong podía llegar a ser muy infantil. -A todo esto, ¿cómo te va en la comisaría?-
-Bien. Bueno...- Bajó su tono de voz en la última palabra.
-¿Qué ocurre? ¿Te tratan mal por ser nuevo?-
-No, nada de eso, al contrario, pero...- Se tumbó en la cama.
-¿Pero...? Deja los rodeos, sabes que los odio- WonJo se empezaba a impacientar, y eso no era para nada bueno.
-Mi jefe me ha asignado a un compañero, bueno, más bien yo soy el nuevo compañero asignado para él-
-¿Y qué hay de malo en eso? Así no estarás solo, y correrás menos peligro. Recuerda que en tu especialidad habrá veces en las que necesitarás ayuda. Hay muchos traficantes armados sueltos por las calles- Dramatizó la chica.
-Lo sé... Pero el caso no es ese-
-¿Entonces cuál es tu problema?-
-Que tengo que convivir con él, en su casa-
-¿En serio? ¿Y eso por qué?-
-Porque según nuestro jefe, si vamos a ser compañeros de aquí en adelante, tendremos que llevarnos bien-
-Es una buena razón. Pero no entiendo... ¿Os llevais mal?-
-No es eso, si nos acabamos de conocer, es que... Digamos que tiene un mal temperamento-
-Pues vaya, que la suerte te acompañe entonces- Volvió a sonar su melodiosa risa por el teléfono móvil del chico, quien rió con ella, animado, como siempre que hablaba con ella.
-Gracias, pero aún no me has respondido. ¿Qué tal todo?-
-Bien, estoy en Estados Unidos ahora, te llamo desde el teléfono de la oficina. Mañana regreso a casa, espero verte-
-Me verás. Pero avísame cuando llegues-
-¡Trato echo! ¡Hasta pronto!-
-¡Hasta pronto!- Se despidió y cortó la llamada, dejando el teléfono encima de su cómoda.

Cuando el pelirrojo volvió al salón, ahí se encontraba YongGuk, como si nunca se hubiera movido de ese lugar, viendo la televisión.

-Te dejaste la televisión encendida. ¡Qué despistado!- Dramatizó mientras se giraba para verle.
-No, es que recibí una llamada y debía ir a contestarla- Se sentó a su lado en el sofá.
-¿Quién era? ¿Tu novia?- Le codeó picarónamente. La verdad es que le daba rabia poder confirmar esa sospecha, aunque no sabía porqué. Bang, en cuanto escuchó el sonido proveniente del teléfono de Zelo, el cual estaba demasiado fuerte para su gusto, se levantó rápidamente, y aún somnoliento, logró salir de su habitación y acercarse a la del menor, donde, a pocos centímetros de ésta, pudo escuchar perfectamente su conversación con esa misteriosa chica. Pero lo que le molestaba no era esa chica, si no de lo que ambos conversaban. ¿Cómo se atrevía a juzgarle sin apenas conocerle? No es que tuviera mal temperamento, es que la simple idea de compartir piso le parecía odiosa. Entonces decidió no escuchar más y se dirigió hacia el salón, aunque tenía una sensación muy extraña después de escuchar aquello.
-Para empezar, no tengo novia, y por último, era mi prima- Le respondió fijando su vista en la televisión. El pelinegro, por alguna razón desconocida, se sintió aliviado al escuchar esas palabras.
-Ah... ¿No querrá hospedarse aquí no? Porque sitio no hay, y yo no quiero que se quede-
-No, no te preocupes. Ella volverá mañana de Estados Unidos, y me tiene que avisar cuando esté aquí, para ir a recogerla, y así poder llevarla a su departamento. Seguramente necesitará ayuda con su equipaje-
-Entiendo. Es una mujer ocupada-
-Mucho. Viaja tanto por el trabajo, que me puedo quedar sin saber de ella durante meses-
-Por lo que he notado, sois muy unidos-
-Si. Cuando mi madre no estaba en casa, ella venía y me cuidaba. Mi madre también es una mujer muy ocupada-
-¿Y qué hay de tu padre? ¿Él no te cuidaba nunca o qué?-
-Nunca le conocí, murió poco después de que yo naciera. Un accidente de tráfico. Desde entonces, mi madre se comprometió a trabajar duro para que no me faltara de nada. Y a día de hoy, cumplió su promesa con creces- Dijo sonriendo nostálgicamente.
-Ya veo... Siento habértelo recordado- Se rascó la nuca, nervioso.
-No pasa nada, nunca lo conocí así que... Aunque me hubiera gustado, según me cuentan, fue un gran hombre. Era policía, por eso yo decidí serlo-
-¿También estaba especializado en el traspaso de estupefacientes?-
-No, él se encargaba del tráfico. Que ironía, ¿no?- Se rió suavemente.
-¿Y por qué decidiste estudiar eso entonces?- Preguntó con curiosidad.
-Porque me parecía que había demasiadas noticias que trataban sobre detenidos o muertos por las drogas. Entonces comencé a investigar y me acabó gustando el tema-
-Eres muy raro... ¡Por cierto! Casi no queda comida en el refrigerador. ¿Vienes al supermercado?- Se levantó del sofá y le miró interrogante.
-Está bien- JunHong se levantó también y fue hasta su habitación para ponerse unos zapatos de calle. YongGuk, tras apagar la televisión, volvió a su habitación a por algo de dinero y para ponerse también sus zapatos. Al volver al salón, esperó a Zelo en la entrada mientras cogía las llaves.

-Ya estoy- Dijo el alto posicionándose a su lado.
-Recuérdame que te haga una copia de las llaves de casa-
-Claro. Pero salgamos ya que muero de hambre- Se rió y salió del departamento seguido por Bang, quien rodó los ojos ante su comentario. Realmente, convivir con él sería todo un reto.

Notas finales:

¡Hola de nuevo~! ¿Qué tal? ¿Les gustó? ¿No sirvo para escribir? (?) Yo espero que les haya agradado. Ya empieza "lo bueno", no del todo, eso sí. En cuanto a WonJo, "la prima de Zelo". Es un personaje que... Bueno... Ya verán en próximos capítulos, tan solo recordadla :B Os diré que no pienso hacer nada realmente malo... Creo... Mi cabeza puede trastocarlo todo :P

La parte 2 de este capítulo será subida entre el sábado y el domingo, como muy tarde.

Y eh... El día 16 de este mes empiezo las clases D: Y no sé de cuanto tiempo libre dispondré, pero yo sacaré tiempo hasta de debajo de las piedras si hace falta para poder subir un capítulo, aunque sea una vez a la semana. Palabra de baby (?). Hasta entonces estoy a vuestra disposición, así que ya saben: Cualquier duda, sugerencia, crítica, comentario, tomatazo virtual (?), dejénmelo en un rw. Yo los contestaré en cuanto el tiempo me lo permita ^^

¡Cuídense~! :3


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