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Bubbles por Malahierba

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Notas del fanfic:

Le dedico este fic a Chuncake, la loca Baby de Santiago. Será un Himup bien bonito y romántico como los que te elevan la imaginación y hace que olvides tus tristezas. ^^/

Notas del capitulo:

Habrá mpreg y lemon!!! Dioh, como me encanta el Himup ♥

 

El suave viento del otoño mecía las ramas de los árboles con tal delicadeza que las hojas volaban, uniéndose a él, elevándose hasta lo alto, queriendo alcanzar las nubes, para después descender con parsimonia y elegancia al suelo de cemento, al aun verde pasto…o en este caso, a los pies de Jongup.

 

Jongup, 23 años. Profesor de Deportes y Gimnasia de alumnos de secundaria en el Colegio Yongsan.

 

-¿No crees que hace mucho frío para estar aquí…?

 

Una persona desde la puerta que daba al enorme jardín trasero del colegio le miraba, sonriendo cálidamente, con un blanco vaso plástico entre las manos. Se fue acercando paso a paso en vista de que el otro no le respondía ni veía. La imagen que Jongup ofrecía era agotadora, bailaba y saltaba sin parar, al compás de una música avasalladora que sonaba al volumen máximo.

 

-Claro que no tienes nada de frío, si te mueves así… -continuó.

 

Jongup reparó en la presencia del otro, que le miraba con una sonrisa en su rostro.

 

-¡Himchan! ¡Hola!

 

Corrió hasta sus brazos abiertos, y se unió a él. Olía como siempre, a esa mezcla entre pinturas de acuarelas y café.

 

Himchan, 28 años. Profesor de Diseño y Artes modernas de alumnos de primaria en el Colegio Yongsan.

 

-Te traje chocolate caliente, pensando en que quizás tendrías frío… -levantó el vaso que traía y se lo tendió. -¿No detendrás un momento la música?

-No quiero. –le respondió, sonriendo, sin frialdad en la voz. –Estoy muy contento, quiero bailar y bailar y no parar.

 

Se alejó un poco con el chocolate en una mano, mientras Himchan se sentaba en una de las bancas que habían en el lugar y comía una bolsa de galletas que sacó de su bolsillo.

 

-¡Hoy aprobaron mi plan de estudio! –dijo Jongup sentado, de pronto, en el suelo frente al él.

-¿Aquel donde te permitirán no solo…?

-¡...hacer una típica y aburrida rutina de ejercicios si no que baile estimulante! –terminó por él.- ¡Exacto! ¡Me llamaron y puedo comenzar el proyecto el siguiente semestre!

-¡Que buenas noticias!

-¡Lo sé! Me siento tan feliz, creo que cada vez me convierto en un profesor más completo, tengo el respeto de mis alumnos, de mis compañeros…

-Absolutamente… -Himchan le miraba fascinado con la boca llena.-Eres maravilloso.

-¿Te das cuenta que con esto podrán expresarse libremente? Podrán quitarse el estrés que llevan consigo mediante el baile. Breakdance, popdance, cualquier forma de expresión que les lleve más allá…

 

Soltó un suspiro, radiante el rostro, entonces como recordando algo más, dio un respingo y apuntó al otro con el vaso.

 

-¡Y tú! Tú también, tus clases con los pequeños van tan bien. Eres tan talentoso que hasta podrías enseñar en la universidad o… ¡o en el extranjero!

-Somos maravillosos, entonces.

-Somos una pareja estable y feliz. ¿No crees? Pienso que si mi vida sigue así, todo lo que quiero se cumplirá… -expelía alegría- Nos veo en diez años, viviendo en una casa grande y moderna con niños corriendo alrededor.

 

Himchan reía ante la felicidad que Jongup emitía y eso que solo le habían permitido cambiar el orden de sus clases.

 

-Me encanta tu idea. –le respondió, tragando las galletas y echándose otras a la boca- pero niños no. No los quiero.

 

El rostro del castaño, antes iluminado por su propia energía, se apagó por completo y le miró incrédulo, con una sonrisa poco convincente.

 

-¿Qué? –preguntó.

-No quiero niños ¡Por dios!

-¿Es una broma? ¿Por qué no los quieres? Estás a cargo de las clases de arte de los más pequeños ¿Creí que te gustaban los niños?

-Me encantan, es cierto. Pero imagina cuando ellos enfermen, o se enojen. Es terrible, no podríamos dormir, no podríamos tener una vida tranquila al estar siempre pendientes de ellos. No quiero eso. –Continuó comiendo sus galletas.- Aunque perros sí. ¡Podríamos tener cuatro o hasta seis!

 

Jongup, no podía creerlo, no había dicho aquello con ninguna intención oculta. Simplemente su boca lo había soltado, pero jamás imaginó que Himchan pensara aquello. Desde que los hombres podían tener bebés, la idea de tener uno propio, o muchos propios, le rondó el pensamiento un par de veces y creía que tendría el apoyo de su pareja, pero ahora se daba cuenta que no. Y venía a enterarse de la peor manera, arruinando toda la alegría de su día.

 

Se levantó y para no demostrar nada de lo que pensaba continuó bailando. Dejó el vaso con chocolate sobre el suelo, que por cierto estaba intacto.

 

 

Los pasillos de aquel prestigioso colegio en Seúl eran gigantes y antiguos, tanto así que podían transitar por ellos cantidades grandes de alumnos y profesores y no chocar entre ellos. Era temprano por la mañana, a esa hora donde solo profesores y casi ningún estudiante camina por ellos.

 

-No quiere niños, Zelo. –Jongup caminaba vestido deportivamente de azul marino, enseñando los músculos en sus brazos.-Himchan no quiere niños, ni en su vientre, ni en la casa, nunca. Me lo dijo.

-¿Y qué le dijiste? –Zelo en cambio, vestía un costoso traje negro e iba ataviado con carpetas.

 

Zelo, 21 años. Profesor de Biología de alumnos de primaria en el Colegio Yongsan.

 

-Nada, no quiero arruinarlo, nos llevamos muy bien. No quiero parecer un loco desesperado por niños.

-Es mejor eso que no tener hijos y sentarse en el parque a ver cómo juegan los niños de otros. Sabes que existen leyes para la gente así.

 

Caminaban uno al lado del otro, desinteresados de lo que ocurría alrededor. Eran mejores amigos desde que su relación amorosa había terminado hacía un par de años, por eso Jongup solía confesarle  todo lo que pensaba. Su caminar se detuvo cuando llegaron frente a la sala donde Zelo tendría sus clases.

 

-Así que dile lo que piensas. –finalizó adentrándose en ella.

 

Jongup en cambio no tendría clases hasta media mañana por lo que se encaminó hasta la cafetería y se sentó a tomar un chocolate caliente. Era un silencioso lugar hasta que todos los chicos salían a recreo, pero ese momento aún no llegaba y se acomodó cerca de la ventana grande a pensar.

 

Era cierto, daba por hecho que alguna vez tendría hijos y obviamente con Himchan. No se había detenido a pensar quién de los dos llevaría al bebé en su interior, ni cuando lo tendrían, simplemente lo tendrían juntos. Pero ahora, todo era diferente y mucho. ¿Qué ocurriría si él se negaba a tenerlo? Porque esperaba que sus dichos no fueran tan serios, ¿y si por decirle lo que pensaba, Himchan le dejaba? ¿Le abandonaría? Le amaba demasiado, no quería ser abandonado… Era necesario hablar. Esa misma noche lo haría si no, se volvería loco.

 

El timbre sonó, recreo. La hora corría muy rápido cuando los pensamientos eran negativos. Se levantó y caminó hasta su clase en el mismo jardín de la noche anterior.

 

-¡Jonguppie! –le llamaron.

-Ah, hola. Buenos dí… -Himchan adoraba besarle en medio del pasillo.

-¿En qué pensabas?

-¿Uh?

-Tu rostro. Estás serio… -tocó con el pulgar su frente ceñuda.

-Oh… -respondió tocando donde Himchan lo hiciera- ¿Vienes esta noche a  casa, no?

-Claro. –miró su reloj y luego sonrió- Debo irme, comienza mi clase favorita, esos chicos son unos genios.

 

Después de un leve rose en los labios se marchó. Jongup no entendía, le gustaban tanto los niños y aun así…como sea. Por suerte el día se hizo corto y en menos de lo imaginado la noche llegó. La pareja pocas veces coincidía en el término de su horario, por lo que el primero en llegar fue Jongup, quien se sentó a descansar en el sofá con los ojos cerrados y sin querer se durmió.

 

-Hola… -una voz lejana se escuchaba como un susurro- Hooola.

-¿Channie? ¿Eres tú? –sus ojos aun cerrados.

-Sip. –acarició su cabello.-Despierta dormilón.

-Quiero hablar contigo sobre algo.

-De acuerdo, pero ¿Qué tal si me baño primero? Hoy jugamos con los peques a hacer burbujas de jabón, sabes que me encantan, y después…

-No, es algo serio… -le detuvo mientras se enderezaba. –siéntate a mi lado.

-Está…bien. –el rostro de Himchan era expectante.

 

Jongup se sentó de piernas cruzadas frente a él y tragó saliva, asustado.

 

-Me resulta difícil decirte esto, porque eres muy importante para mí y…

-Oh dios mío, vas a romper conmigo. ¿Es por Zelo? ¿Volviste con Zelo? ¿Ya se acostaron? Pasas mucho tiempo con él y yo siempre estoy con mis niños y…

-No. Calma. No es nada malo. Lo que quiero decirte no es malo. –Le tranquilizó- Es solo que…quiero tener un bebé.

 

Los ojos de Himchan se abrieron enormes. Sus manos, de pronto, se vieron aprisionadas por las del menor que se acercaron para detenerlo.

 

-En algún momento de mi vida quiero tener un bebé. Eso es todo, en verdad, necesito tener un bebé.

 

No hubo respuesta, solo las vacías manos de Jongup, que repentinamente, quedaron en el aire.

 

 

Notas finales:

Tranquil@s no habrá tanto dramatismo ^^ subiré el siguiente cap el viernes ok?

Diganme si les gustó ^^ Besitos~


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