KyuHyun Pov's.
— ¿Qué tal todo en tu trabajo?
Pregunto sentado en una silla, con las manos en la mesa y comida frente a mis ojos.
Bebida, fideos con salsa de tomate, tenedor, el mantel a cuadros rojo con blanco, servilletas, y otra persona más; Kim JongWoon, el adulto que vive conmigo por más de dos años, dos largos y difíciles años en los que yo; Kyu, no hago nada más que trabajar y reprimir mis sentimientos al igual que cualquier persona que no desea ser rechazada frente a su persona amada, frente a la sociedad, frente a su familia.
— Bien como siempre, otro caso más ganado.
JongWoon es un chico de una alta y buena reputación, reconocido internacionalmente por ser uno de los mejores abogados en casos muy especiales, sobretodo que tengan relación con asuntos familiares, mientras que yo, un chico con cabellos castaño claro, de piel blanca, alto y delgado, no soy nada más que el secretario de uno de los trabajadores de la empresa de mi padre.
Siempre he deseado con ganas ser profesor de Literatura, pero mi ''Appa'' no me concedió para nada ese deseo, decía siempre que podía que solo era pérdida de tiempo, que con el tiempo me volvería más viejo que antes y que el sueldo era horrible además, cosas que para alguien como yo, que si sabían del tema, no eran nada más que excusas para tenerme trabajando en su empresa, además, ¿quién es el viejo? Claramente él, yo solo tengo 25 años.
— Ah, que bueno. — hago una pequeña mueca de molestia — No sé ni para qué te pregunto cuando sé perfectamente tu respuesta.
— Eso es porque aún eres un joven en épocas de estupidez, Kyu-ah.
— Corrección; un joven en épocas de gloria.
— Sí, claro.
Ambos soltamos una risa casi al compás para después juntar las manos y dar las gracias por la comida.
Como me gustaría que todo quedara tal cual, que nada se interpusiera ahora. En el departamento, solos, sin su imbécil novia claro y riendo.
— A comer.
Digo entusiasmado tomando el tenedor y enterrando estos en el plato con delicadeza, empezando a dar vueltas para así detenerme unos segundos, suspirando ahogada-mente.
Ya, tienes que concentrarte KyuHyun, él es un adulto, es mayor, atractivo, tiene novia porque es lo correcto, lo es... ¿cierto?. Ya ya, nada más que eso, compórtate como el Cho que eres, tú no estás enamorado, menos de un hombre como él, claro que no... Claro que no, ¡claro que no!
— ¿Todo bien Kyu-ah?
— Sí...
Respondo fingiendo una sonrisa de esas que son capaces de romperte el alma en menos de lo que canta un gallo en las mañanas.
— ¿Seguro?
— Sí.
Digo esta vez más cortante y le doy unas vueltas más al tenedor, dirijiendo esta a mi boca después para comer los fideos, masticando con lentitud, sintiendo en algún punto que la comida no es nada más que granizos de arena fría en mi lengua.
Yo... No estoy enamorado.