Flash Back
-Tiene una beca- me miro fijamente- consiguió la beca- sonrió con tristeza- y se que no se ira- bajo la mirada- ¿Sabes por que?- levanto de nueva cuenta su rostro, mirándome sin expresión- por ti- y caí de mi mundo de ensueño.
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Era cierto, yo era su desgracia, aún sonaban las palabras de su madre en mi mente “Por tu culpa, perderá su sueño” y me aterraba eso, no soportaría saber que dejo su sueño por mi culpa, no debía pasar, no debería permitirlo, pero también me aterra saber que se ira, que ya no estará más conmigo, que no volveré a tenerlo entre mis brazos.
Tal vez suene exagerado, pero se que será tan buen estudiante que obtendrá trabajo ahí, su vida será ahí y yo, yo moriré aquí, estoy seguro que eso pasar si el se va, pero también se que el no se ira por que sabe cuanto lo amo, por que me ama y no es capaz de dejarme solo, de cortarme mis alas, y a pesar de que el tiene tanto amor por mi como para hacerme feliz, no recibe lo mismo de mi, soy egoísta, lo quiero para mi, conmigo y con nadie más, se que no es necesario pedirle que se quede, que lo hará de todas formas, pero se que eso no es lo correcto “Por favor, déjalo ir, ayúdame, te lo ruego, déjalo ir” la voz de su madre se quebró al decirme eso, ella lo sabia, el había dejado muchas cosas por mi, su familia jamás acepto nuestra relación y el la dejo, por estar a mi lado. ¿Qué debía hacer? Lo amo tanto, me duele amarlo tanto.
“Me duele amarte
Sabiendo que ya te perdí
Tan solo quedara la lluvia
Mojando mí llanto
Y me hablara de ti”
-Hyunnie- me llama con emoción y un peculiar brillo en los ojos, igual que el brillo que tienen mis ojos cada que lo veo, cada que pienso en el, que lo escucho, que lo beso, que lo toco, solo por el mis ojos brillan.
-¿Qué pasa?- contesto frio, se que debo dejarlo ir, lo he decidido, el tiene que cumplir su sueño aunque yo me rompa en el transcurso, el debe cumplir su sueño.
“Me duele amarte
Los sueños que eran para ti
Se pierden con cada palabra
Con cada momento que espere vivir”
-¿Estas bien?- me pregunta preocupado- ¿Qué ha pasado?- me pregunta con el ceño levemente fruncido por la preocupación. Me quedo admirándolo, es hermoso, ¿Cómo es que alguien como el termino con alguien como yo? Debo hacerlo, debo dejarlo ir, dejarlo volar, no debo atarlo a mí.
-Nada- contesto, no lo soporto, lo tomo de la mano y lo jalo hacia a mi, devoro sus labios, tratando de expresarle todos mis sentimientos, no puedo, es muy difícil, no puedo dejarlo ir. Paso sus brazos por mi cuello, atrapando mechones de mí cabello y masajeándolo tiernamente, mientras yo lo tomo de la cintura y lo atraigo más a mí. Su pequeña cintura es encantadora, es tan delicado su cuerpo, que quisiera estrecharlo eternamente, quisiera tenerlo en mis brazos para siempre- Vamos Yonggie- sonríe al escuchar como lo llamo- hoy tenemos muchas cosas que hacer- me contagia su sonrisa, es tan brillante que no puedo evitar que ilumine también mi corazón, toma mi mano fuertemente, se que sabe que algo me preocupa, me conoce tan bien, fuerzo el amarre y lo llevo conmigo, hay que disfrutar este día, solo le queda una semana para aceptar la beca e irse. Debemos aprovechar cada momento, después el se ira, tal vez odiándome, pero se ira, cumplirá su sueño y eso, eso es lo que importa, no importa si con su partida, yo desaparezco, por que es lo más lógico, yo sin el no soy nada.
“Me duele amarte así
Hasta morir
Lanzándome a la nada viéndote partir”
Pasamos de un lado a otro, el parque, la pastelería, el mirador, el cine, y el día se acaba. Es tarde y esta cansado, duerme tranquilamente en el asiento del copiloto y compruebo una vez más que es el ser más bello que existe, sonrió recordando como fue que nos hicimos novios, es un recuerdo hermoso, todos nuestros recuerdos tienen su toque y ese no es la excepción.
Flash Back
-Ji, no entiendo por que te enojaste- gritaba un pelinegro, siguiendo al entonces rubio.
-¿Cómo quieres que no me enoje si tu estas ahí con ella como si nada?- murmuro haciendo un mohín. El mayor sonrió.
-No se en que te afecta Yonggie, además solo estábamos platicando- solo recibió un bufido como respuesta- Préstame atención, no se por que te molestas, no tiene nada de malo que y- no termino de hablar, pues unos rosados labios se pegaron a los suyos, abrió los ojos desmesuradamente y observo el rostro del gran besador que se había adueñado de sus labios. Ji mantenía los ojos cerrados con las mejillas en un fuerte tono rojo, lentamente el mayor cerro los ojos disfrutando el contacto, tomo de la cintura a Ji y lo atrajo más a el, el menor coloco sus manos en los hombros del otro y acaricio lentamente sus brazos, llegando a su cabello apachurrándolo lentamente.
La falta de oxigeno los hizo separarse, se miraron a los ojos intentando tranquilizar sus respiraciones.
-Eres mío hyung ¿Entendiste?- Seung sonrió y lo pego más a el susurrándole en el oído.
-Solo tuyo- volvieron a unir sus labios en un tierno beso.
-Solo mío- susurro entre el beso
Fin Flash Back
Ese momento, sin duda fue hermoso, entre mis pensamientos llegamos a nuestro departamento, sonrió con melancolía y bajo del auto, abro su puerta y le tomo entre mis brazos intentando no despertarlo, se remueve y esconde su rostro en mi pecho, siento como aspira mi aroma y sonríe, solo atino a sonreír y llevarlo a la cama. Lo recuesto delicadamente y me doy la vuelta, tengo muchas ganas de un trago, necesito tomar valor para lo que hare, pero no puedo moverme, su mano me toma de la muñeca, volteo de nueva cuenta y me mira entre dormido y despierto, se ve adorable.
-¿A dónde vas?- me pregunta con un tono de voz suave
-Me duchare- miento, necesito estar lejos de el, necesito pensar, necesito llorar, mis ojos se humedecen, volteo de nuevo mi rostro esquivando su mirada, necesito secar mis lagrimas, ser fuerte por los dos, no debo llorar, no debo.
-No vayas- me dice adormilado jalándome hacia la cama- quédate conmigo- bosteza, lo se- por favor- me suplica en un susurro, mis lagrimas salen de repente, me suelto de su agarre y salgo de la habitación, corro hacia la puerta y salgo, sigo corriendo hasta que no puedo más. Llegue al parque y aún sigo llorando. Miro al cielo y maldigo.
-¡¡Ahhh!!- grito descontroladamente- ¿Por qué? ¿Por qué?- le pregunto al cielo, esperando escuchar una respuesta, mis piernas no tienen fuerza, caigo al suelo y sigo llorando, espero secar mis ojos, acabar con mis lagrimas, mañana, mañana debo dejarte ir.
Sigo llorando en el suelo, hasta que siento un delicado tacto en mi espalda, no le miro, se que es el, puedo aspirar su aroma, me acaricia la espalda lentamente, no dice nada, me conoce. No se cuanto tiempo ha pasado, levanto la mirada y lo veo, sus ojos están vidriosos, me ha acompañado, es mi soporte, siempre lo ha sido, se que no sabe que esta pasando y aún así al verme así, el sentimiento se le comparte.
Lo abrazo, lo abrazo fuertemente y rompo en llanto de nuevo, observo el parque y recuerdo como fue que nos conocimos, en aquel parque de nuestro vecindario, cuando me encontró recostado bajo aquel gran árbol, solo éramos unos niños.
-Todo estará bien- me susurra, forzando el abrazo- todo estará bien- termina por decirme.
“Me duele aquel abril
Cuando te vi
Por vez primera y dije que eras para mi
Me duele amarte tanto
Me duele amarte
Los sueños que eran para ti
Se pierden con cada palabra
Con cada momento que espere vivir”
Después de tantas lágrimas, me levanto y el me sigue, lo tomo del rostro y lo beso, lo beso como si el mundo se fuera a acabar, por que se que mi mundo esta por acabarse, nos recostamos y le sonrió, lo pego a mi y lentamente se queda dormido, mientras me abraza fuertemente. Lo observo dormir tan tranquilamente y le doy un pequeño beso, lo observo durante toda la noche, hasta que siento los rayos del sol entrar por la ventana, me remuevo y me zafo de sus brazos, salgo de la cama y me dirijo hacia el mini bar, se que el esta por despertar, y yo por acabarme, respiro profundamente cuando escucho la puerta de la habitación cerrarse y como baja las escaleras. Tomo mi trago de una sola, cierro los ojos y al abrirlos el esta frente a mi, mirándome con preocupación.
-Seung ¿Estas bien?
-Si Ji, estoy bien- contesto fríamente, me sirvo otro trago y lo vuelvo a beber de una, no puedo mirarlo a los ojos.
-¿Qué pasa? Estas muy extraño.
-Ji- susurre, tratando de reunir fuerzas- Yo- evite su mirada- quiero terminar- lo dije rápidamente, sentí como el aire se me iba, pero no lo demostré, o al menos lo intente.
-Deja de jugar Seung- me lo dijo seriamente, no podía mirarlo, me rompería si lo miraba- dime ¿Qué ha pasado?
-¡NADA!- grite, debía terminar rápidamente con eso- solo me has aburrido, yo te he aburrido- me interrumpió.
-¡No se de que me estas hablando1- me grito también- te amo, ¿Cómo es posible qué pienses que me has aburrido?, eres un idiota- su voz se quebró, no podía seguir.
-¿Por qué me lo ocultaste?- le pregunte después de recuperar aire- ¿Por qué no me dijiste nada de la beca?-se quedo callado por unos segundos, hasta que volví a hablar- ¡Contéstame!, ¡Por el amor de Dios!- le grite, de verdad no sabia que estaba haciendo.
-Y-yo- su voz temblaba- no lo creí necesario- me dijo al fin.
-¿No lo creíste necesario?- solté un risa fingida- ¿No creíste necesario decirle a tu novio, que te largarías a otro país?- le grite, sintiéndome la peor persona del mundo
-No lo creí necesario, por que no me pienso ir- me dijo con la respiración entre cortada, seguía sin mirarlo
-¿Por qué no te quieres ir? Siempre ha sido tu sueño, ahora puedes cumplirlo, estudiaras en la escuela que te puede dar todo lo que siempre has querido y completamente gratis, eres un becado, ¿No se por que sigues aquí?
-Sigo aquí, por ti, por mi, por nuestro amor- me dijo con lagrimas en los ojos, se que esta apunto de llorar, aunque no lo vea, lo se, yo estoy igual-¿Q-quieres que me vaya?
-Debes irte, nuestro amor- se me hizo un nudo en la garganta, me odiaría por lo que le diría- nuestro amor, no es nada, algún día se acabara y no quiero llevarme en la mente que por mi culpa tu estúpido sueño no se cumplió- lo mire, no me importaba si tenia lagrimas en los ojos, lo tenia que ver y me arrepiento de eso, sus ojos estaban acuosos y a pesar de eso no había soltado ninguna lagrima, tenia las manos hechas puño y se mordía el labio fuertemente, no pude más, aquella imagen me derrumbo, sentí mis mejillas húmedas y antes de que mis piernas desfallecieran, el se acerco a mi y comenzó a golpearme, si el quisiera podría dejarme desfigurado a pesar de ser pequeño tiene una gran fuerza, más no la hacia solo me golpeaba con la mirada baja, se que esta llorando, jamás le ha gustado que lo vea llorar, lo se.
-¿Por qué? ¡¿Por qué me has esto?!- me dijo gritándome- ¡Te odio!, te odio tanto- se que no lo decía en serio y aun así sus palabras me dolían, no podía evitarlo, lo abrace y al final se resistió se intentaba zafar con un mínimo de fuerza, hasta que después de unos segundos me correspondió el abrazo.
“Me duele mas imaginar
Que tú te vas y dejaras
Detrás de ti
Tu ausencia en mis brazos
Me duele tanto sospechar
Que ni tu sombra volverá
Para abrigar
Mi alma en pedazos”
Nos quedamos abrazados por no se cuanto tiempo, su calor me relajaba, saber que lo tenia entre mis brazos era un sensación completamente reconfortante. Estábamos en silencio, alguien debía de decir algo, Ji se separo de mi y alzo la mirada, sus ojos se encontraban rojos, se acerco lentamente y me beso, sin duda respondí el beso y comencé a comérmelo, literalmente, creo que este momento es uno de los tantos en que deseo que el oxigeno no sea algo tan vital para nosotros, nos separamos lentamente y me pegue mi frente a la suya.
-Y así puedes decir que nuestro amor terminara- me dijo sin dejar de mirarme- nunca Seung, escuchaste, nunca terminara, se que me amas, se que no quieres que me vaya y yo tampoco quiero irme, entonces, ¿Por qué no dejas esto, por que intentas matarme?
-Lo quiera o no Ji, es tu sueño, debes cumplirlo, tienes la oportunidad y no debes de ignorarla- le dije siendo completamente sincero, aunque me doliera, lo mejor era que se fuera.
-No quiero- me dijo ahora sin mirarme- las oportunidades, vienen y van, tu no,
-Yo te esperare Ji, te esperare todo el tiempo del mundo- y era cierto, siempre lo esperaría, no importa que- vete, cumple tu sueño.
-Ven conmigo, vámonos, juntos- me dijo con un gran brillo en su mirada. No pude evitar sonreír, ¿Cómo no se me ocurrió? No tengo nada que me ate aquí, mi vida esta, donde este Ji, pero.
-¿No seré un estorbo?- lo dije en voz alta, eso me atormenta.
-Claro que no, eres mi apoyo, mi alma- me dijo, dándome un casto beso.
-Esta bien- sonreí, besándolo de nuevo.
Los días pasaron, era hora de irse, teníamos todo empacado y listo para irnos, será una nueva etapa, no se con exactitud como viviremos, pero mientras este con Ji no importa, lo amo, lo amo sin ninguna duda, hemos pasado por muchas cosas, muchos obstáculos y hasta ahora todos los hemos vencido y los que vengan también serán así, juntos saldremos adelante.
“Me duele amarte así
Hasta morir
Lanzándome a la nada viéndote partir
Me duele aquel abril
Cuando te vi
Por vez primera y dije que eras para mi
Me duele amarte tanto”
5 años después
Hoy regresamos a Corea, han pasado tantas cosas y una de las más significativas es que nos casaremos. Si, le propuse a Ji ser mi esposo y acepto en seguida, más quiere casarse en Corea, quiere que su familia este presente y yo también quiero a la mía ahí. En este momento esta enojado, por que, digamos que lo deje encerrado en su habitación, le tengo una sorpresa y no quiero que la vea, se que cuando lo libere me golpeara y me hará sufrir.
Sonrió al acercarme a la puerta, no se escucha nada, se que esta ahí esperando a que habrá, giro el picaporte lentamente y al abrir recibo un golpe que me tira al suelo, cierro los ojos y al abrirlos esta encima mío, en verdad que el golpe dolió, no se con que me golpeo pero dolió.
Me muestra uno de mis muñecos, aquellos que me encanta y colecciono desde pequeño, me sonríe traviesamente y lo menea de un lado a otro, o no, se lo que hara, lo intento tomar pero se levanta y corre.
Santo Dios, lo miro correr mostrándome su lengua y me doy cuenta que lo amo, que lo amo demasiado, escucho como se burla y me reta, lo amo y me duele amarlo tanto, no soy nada sin el… Y eso, ¡Me encanta!