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The Catalyst por CerezoHimeChan

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Notas del capitulo:

Hola, acá presentandome con el segundo capítulo. Espero que sea de su total agrado :3. Y bueno cualquier cosa no se les olvide dejarlos en los rewiews :3

 

**

Los invito a leer mi nuevo fic BangHim <3 'The Only True Exception' http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=106819

CAPÍTULO II: EXTRAÑA SENSACIÓN

 

Caminaba por aquellos pasillos llenos de miradas sobre él, solo sonreía satisfecho, las miradas siempre estaba sobre él, esperando un triunfo o falla de su parte, y eso de cierta manera le satisfacía, muchos de la milicia pasaban desapercibidos, así triunfaran o cayeran, eran fácil olvidados, él no. Hasta el más mínimo error, era comentando por todos, si tiraba la basura, si comía con las manos, como tomaba el vaso, estaba siempre en boca de todos, lo que más le divertía era ver como todos esperaban expectantes ver sus errores en cambio él, siempre les daba lo contrario: Triunfos, reconocimientos, victorias, amaba ver sus caras de frustración de quienes le querían ver caer.

Escuchaba los murmullos de todos al verlo caminar y según los rumores, mujeres y hombres lo deseaban por igual, aunque fuera una noche lo querían en sus camas.

Esta mañana había recibido una llamada del líder de la fuerza militar, Kim Tae Song, compartían el mismo apellido pero no estaban ligados sanguíneamente; al parecer el líder de la base tendría un nuevo cargo para él, eso le emocionaba, no tenía mucho de haber llegado pero ya se había hecho su lugar. Sonrió de nuevo, con esa sonrisa arrogante que era especial para sus enemigos que esperaban con alegría su final.

Se detuvo en seco frente a esa puerta de madera negra, con incrustaciones plateadas y doradas del escudo de la nación. No quería emocionarse de más, se portó lo más serio que pudo, colocó su mano en la puerta, luego se paró en el lector óptico a fin de que este le reconociera, esperó por cinco minutos, la puerta se abrió y una dulce sonrisa le recibió.

—Adelante, Kim Him Chan. Nuestro líder le espera

Se adentró al despacho principal. Perdiéndose de la vista de la mujer de encantadora sonrisa.

Estaba agradecido con ella, cuando llegó a la ciudad fue la primera en bridarle ayuda, su nombre lo tenía perfectamente grabado: Jeon Hyo Sung, una chica linda, quizás podría intentar algo con ella si su objetivo fuera encontrar una persona que le hiciera compañía, aunque sí, sentía la necesidad de tener con quién compartir, su sexto sentido le dijo que ella ni otra chica al rededor lo era, quizás una buena amiga, pero no más. Él, sabría cuando esa persona llegará, de alguna forma lo haría pero ahora no. Se detuvo frente a una puerta de madera y toco firme.

—Adelante— le autorizó una voz.

Le parecía tan irónico todo esto, tanta tecnología, seguridad, avances en armas y muchas cosas más, pero la oficina de su superior, era solo eso. Una oficina común y corriente, con una chica de amable sonrisa para recibirte, ¿dónde quedaba su prioridad de preservar su vida? O es que quizás no era necesario, realmente ignoraba mucho el sistema, a pesar de todo él era realmente nuevo, un accidente, o eso le dijeron, su memoria estaba en blanco, pero todos le aseguraron que era un héroe de guerra aclamado y odiado de igual manera. Solo trataba de integrarse aunque todo se le hiciera extraño.

La puerta se abrió, un hombre más alto y mayor que él abrió, Himchan pasó sin bajar la guardia de aquel desconocido que le clavaba la vista sin descaro, se sintió analizado, ofendido, le miraba como si fuera tan poca cosa, no lo era.

—Así que eres tú— dijo el extraño con ironía mientras Himchan le daba la espalda.

Himchan se dio la vuelta arqueando una ceja y esperando una explicación. ¿Así que eres tú? Esa frase le recorrió todo el cuerpo, le regresó la misma mirada retadora.

***

-Malditos mocosos- volvió a maldecir en voz baja.

Sin duda había logrado su objetivo. Sembrarle la curiosidad y hacerle abandonar su firme decisión de nunca volver, no quería hacerlo por su cuenta, esperaría que el líder, Kim Taesong, fuera quién le llamará y rogara volver.

Bang Yong Guk estaba consciente que había cometido errores, que había confiando en personas equivocadas, que le había traicionado quienes menos imaginaba pero no soportaba que Taesong se lo recordara a cada instante como lo había hecho en los últimos años. Incluso ahora que vivía lejos de la actividad militar, prácticamente en un retiro, no se cansaba de recordárselo, no se cansaba de llamarle para echarle en cara sus errores, sabía que su superior no tardaría en llamarle arrepentido para hacerle volver pero apareció ese mocoso, del que todo mundo hablaba. 

No quería saber el nombre, lo sentía absurdo, ¿él temer de un novato?, por favor. Ahora se tragaba sus palabras, no quería creerlo, tantos años de esfuerzo para hacer del Estado la mayor fuerza militar, la mejor defensa, incluso los otros sectores del planeta le habían llamado muchas veces para que acudiera a prestar sus servicios en la protección de las debilidades de la Barrera Intergaláctica que custodiaban entre los cinco estados.

Se dejó caer sobre el sofá de la sala, cerró los ojos, respiro profundamente. Le acaba de decir a su hermano que volvería a la milicia, pero, ¿realmente lo quería hacer? No, sabía a lo que se enfrentaría, una re validación, pasar pruebas, médicas, psicológicas, físicas, de disparo, él era el mejor en su rubro, su salud también era la mejor, se ejercitaba y entrenaba todos los días, no necesitaba permanecer en la fuerza militar para hacerlo.

Creía que estaba a punto de enloquecer, pensó que un baño le relajaría y calmaría sus emociones. Tantas en un solo día, y lo peor, tan temprano. Se suponía que esa mañana él disfrutaría una agradable compañía pero sus queridos discípulos lo había arruinado y encima le dejaban con la duda y suspenso, mejor que cualquier película.

—Me las pagarán escuincles— dijo entre dientes, mientras se preparaba para darse esa ducha —Maldito Kim Taesong —dijo en voz alta, repudiaba su mal trato y que le hubiese desechado como basura. Él que fue su mano derecha por tanto tiempo, él que le enseñó a no ser más el títere del Concejal, él había sido como un hijo. Siempre le apoyaba y cuando más lo necesitaba le abandonó a su suerte.

Estaba completamente seguro que su ahora favorito era el niñato misterioso de quién todos hablaban. Solo había una forma de averiguar sobre ese chico. Sabía la forma, aunque no quería aceptarla pero tendría que tragarse el orgullo y volver. Rogar no estaba en sus principios  y nunca lo haría. Tenía sus métodos y no dudaría en usarlos.

***

Había miradas retadoras de ambos hombres, el contrario de Himchan no era más alto que él, estaba a su nivel, así que no se sentía intimidado.

—Hey, Himchan deja a ese gorila en paz y ven, siéntate- Himchan dio la vuelta, sonrío e hizo caso  al principal. —Es hora de que hablemos de la razón por la cual estás aquí.

El hombre que hablaba tras el escritorio era Kim Taesong, líder de la fuerza militar del Estado, desde que el mundo había estado a punto de destruirse, se dividió solo en cinco estados, las cosas iban cada vez peor, al principio se declaraban la guerra entre ellos, pero cuando se dieron cuenta de que no eran los únicos que quería en control total del Planeta Tierra unieron sus fuerzas, a ellos les tocaba cubrir el lado oriente del planeta.

—Bien, Kim Him Chan —expresó el líder militar, sonrió— Podrías ser mi hijo—las miradas iracundas de los presentes se hicieron notar y el líder solo sonrío. Amaba provocar a los demás con simples comentarios.

Him Chan dibujó una línea en su boca a manera de sonrisa. 

Lo que Taesong planeaba hacer, era una locura ante ojos de cualquier seguidor del Concejal, el segundo al poder, ya había discutido eso pero a él las razones que mostraban se le hacían tan absurdas, los miembros del consejo pensaban lo mismo pero de su tonta decisión, estaba arriesgando mucho. Quizás Him Chan tuviera la edad del antiguo líder del Escuadrón K-981-001 pero, ¿la experiencia? Esa no la tenía y aunque el muchacho lo había hecho demasiado bien hasta ahora, aun no era suficiente, no para presentarlo ante los demás líderes de los cuatro Estados restantes, esa era la razón por lo que dos agentes especiales se encontraban en la habitación, aquel hombre que había retado a Him Chan en un principio, era un reconocido soldado, destacado en el combate de lucha de cuerpo a cuerpo, de ahí venía su apodo: ‘The Action’, su compañero que se encontraba al lado de Kim Taesong y de frente a Kim Himchan, era un experto estratega, había llevado el ejército directo a la victoria, era calmada, inexpresivo, y su sobrenombre era perfecto, ‘Sleepy’, y aunque pareciera alguien tranquilo en el combate era el mejor, su especialidad: las armas.

Ambos mayores mantenían la mirada fija sobre Himchan, no estaban dispuestos a que su líder supremo arruinara todos los años de esfuerzo de todo el estado, esa era su misión al estar presentes, evitar ver caer todo. ¿Se habría ya olvidado de su mano derecha? Estaba inactivo sin hacer nada, se sentía arruinado pero Taesong no hacía nada para traerlo de vuelta, le estaba dejando morir en la desesperación y frustración pero tendría que haber una manera de detenerlo.

—Señores— se aclaró la voz, dirigiéndose a los enviados del Concejal —Agradezco su presencia, realmente le dan más formalidad al asunto.

Himchan arqueó una ceja, ¿formalidad? Entonces los rumores eran ciertos…  Acaso, Taesong confiaba tanto en él que era capaz de entregarle un puesto tan grande a él… No tenía miedo, él podría tomar el reto que quisiera y le gustaba tomar al toro por los cuernos, a lo grande. No le temían a los retos y ese no sería la excepción. Deseaba que se le dejará de subestimar y comenzaran a respetarlo.

—Disculpe, Señor— interrumpió Sleepy, el más alto de los mayores — ¿Y qué hay de Él? —hizo énfasis en la última palabra.

El rostro de Taesong se endureció, ¿Él?, ¿qué acaso no podían mencionar su nombre? ¿Estaba prohibido? Todo eso se le hizo extraño a Himchan y le dio puntos para desconfiar de los que se suponían era de los suyos. Nunca había estado seguro de trabajar en la milicia, pero al final fue convencido.

— ¿Él? —se atrevió a preguntar el pequeño del grupo.

— Nadie en especial —respondió con una mirada de odio hacia el que había mencionado implícitamente a su anterior hijo pródigo.

***

Bang Yong Guk, entró en el cuartel general, se registró ante un mudo y expectante joven guardia de seguridad que solo mantenía los ojos abiertos de la manera más exagerada posible, ¿estaba alucinando?

—Gracias— pronunció con su voz profunda, tan característica.

Y encima agradecía, el muchacho creía que moriría, ese hombre que acaba de firmar la hoja de registro había sido su héroe toda su vida y ahí estaba, había vuelto. Corrió al interior de la habitación y trajo consigo una tarjeta con letras grandes que decía: ‘VISITANTE’, qué más quisiera darle la tarjeta de acceso pero no podía, sin duda Bang Yong Guk pasaría por un enorme proceso de aceptación.

Yong Guk, avanzó por los pasillos hasta llegar a la oficina de Taesong, esa puerta, la conocía muy bien, ese hombre había sido alguna vez como su padre.

Entró, estaba dado de baja pero la tarjeta de visitante cumplía con eso, darle acceso, ni siquiera miró a Hyosung, quién apenas se levantaba para detenerle, se lo impidió. Ella no supo qué hacer, YongGuk era parte importante en su vida, habían crecido juntos,  aunque ella tenía un año de ventaja el menor actuaba siempre como un hermano mayor. Se miraron por un momento, y por su cabeza pasó en avisarle a su superior pero mejor se sentó y fingió estar leyendo una revista, Yongguk esbozó una sonrisa, ella seguía fiel a su promesa.

***

Himchan estaba cansado de las largas que le daba Taesong, quería saber, aunque era más que obvio lo que le iba a ofertar, ser dirigente del Escuadrón K-981-001, lo sentía, y eso le hacía el cuerpo vibrar de la emoción aunque mantuviera su semblante serio, se encontraba demasiado feliz, su meta al incorporarse a la fuerza militar era esa, liderar un escuadrón, solo que no pensó que fuera a pasar tan rápido. 

Los dos mayores a él, le miraban atentos, con la esperanza de que Kim Him Chan cometiera un error, una indiscreción que le llevara a su superior a desertar de nombrarlo líder de tan importante escuadrón, ese escuadrón era codiciado por muchos y para ellos nadie podría merecerlo, solo un hombre se había ganado el honor de liderarlo solo que ese hombre ahora estaba ausente de la realidad y vivía en un mundo de fantasías, siempre era lo que referían ellos cuando le visitaban, Taesong nunca le pediría perdón por culparlo injustamente, incluso ellos había cometido errores pero para su superior, lo qué su protegido había hecho era imperdonable y se lo tomó demasiado personal. Ambos lo habían hecho.

—Kim Him Chan, lo que te voy a decir, escúchalo bien. Es muy importante para mi… para ellos —hizo una pausa— para ti. Significa tu victoria sobre quienes te quisieron ver caer. —Himchan esbozó una sonrisa, victoriosa — ¿Has escuchado hablar del Escuadrón K-981-001?

—Sí, es el que protege el lado sur del Estado, y muy importante en cuanto a guerras intergalácticas, e incluso antes de que los cinco estados se unieran… era el más temido, fuera quien fuera, al verlo sabía que estaba perdido y se rendían automáticamente, es la base de toda la defensa y contraataque del Estado y fue por eso que se le encargó cuidar del lado oriente del planeta. La parte más vulnerable para penetrar al planeta… pero con ellos ahí. Nadie se atreve.

—Exacto— The Action y Sleepy, sonrieron satisfechos. Al ver que el novato sabía sobre el escuadrón que ellos mismos forjaron y lo dejaron a cargado del  mejor discípulo. 

—Quizás no sea malo dejárselo a él —susurro The Action, Sleepy le dirigió una inexpresiva mirada y solo asintió.

Quizás no era tan malo como esperaba… Quizás ellos lo pensaban así pero una persona no.

—Bueno, mi querido Him Chan, después de ver todo lo que has logrado, lo hábil que eres en estrategias militares, lo increíble que eres en la lucha con armas y no se diga de cuerpo a cuerpo, has derrotado a varios de mis campeones… oh y no olvido que improvisando eres el mejor. Analizando todo eso y más…

Un ruido le sacó de su discurso, creyó escuchar la perilla de la puerta girar pero hizo caso omiso, seguro había sido su imaginación.

—Quiero anunciarte que de ahora en adelante serás…

La puerta se abrió de golpe dejando a un perplejo Taesong, sus ojos no creían lo que veían. ¿Era real? ¿Estaba frente a él?

—Tomando decisiones sin mí… TaeSong —pronunció una voz a espaldas de Him Chan, no supo por qué pero una extraña sensación invadió su cuerpo.

—Bang Yong Guk —pronunció con calma el mayor de todos.

Y de nuevo esa sensación apareció en Him Chan, un extraño escalofrío le recorrió de pies a cabeza al escuchar ese nombre, ¿por qué ese nombre se le hacía conocido de algún lugar? No lo sabía pero quería averiguar, no pudo resistirse y giró sobre sus talones para ver aquella figura enigmática que retaba al Líder del Estado 3 que alguna vez fue conocido como Corea del Sur.

Notas finales:

Espero les haya gustado el encuentro(?) xDD Haha. Ya saben me falta un tornillo y escribo estas locuras. No se olviden dejarme un review, comentario, dudas, sugerencias, deducciones. E T C ~ E T C.

 

:3

 

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Gracias por leer =)


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