¿…Qué…? ¿Qué lo hace especial…? ¿Qué hay de lindo en ese niñato…?
Sí, Key estaba celoso del maknae, siempre deseó ser como él, lindo, tierno y adorable… Pero más allá de todo y la cosa que Kibum más odiaba de Taemin Lee era que fuera capaz de llamar la atención de Minho en cualquier momento o lugar, ¿por qué no de Onew o Jonghyun? ¿Por qué justamente Minho, de quien Key hacía mucho estaba enamorado?
El rubio quería mucho al pequeño… pero más era aquel deseo por Minho, por estar e sus brazos. Porque era claro desde kilómetros que el rapero moría por “Minnie”. Agh, cuanto odiaba eso Key… cuanto envidiaba al maknae por tener el amor de aquel chico de ojos grandes…
— ¿Umma? ¿Qué hacés? —, hace unos días también, se había empezado a molestar por su inocencia.
— Taemin, soy hyung, Key hyung — le recalcó el rubio, mientras continuaba escribiendo en su libreta.
— ¿K-Key… h-hyung? —, Tae parpadeó un par de veces seguidas. — B-bueno… ¿Q-qué va-vamos a-a cenar? — preguntó el pequeño.
— No sé, esta noche no cocino yo… creo que no lo voy a hacer más. Hace cinco años que estoy en esa cocina — respondió de mal modo Key, levantándose de su silla y yendo directamente a su cuarto.
Y sí, Key se estaba cansando de ser tomado “por tonto” por los demás miembros…
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Taemin no entendió el rápido cambió de actitud de su amigo. Hacía días que venía actuando así, distante al grupo, y sobre todo a él: lo trataba con indiferencia, hasta con enojo. El pequeño estaba algo dolido, claramente Key siempre había sido la imagen materna que no tenía debido a su trabajo y ahora… ¿Ahora tan solo lo trataba como desconocido?
Esa noche, Kibum no vino a dormir, Taemin se preocupó.
A la noche siguiente, volvió a salir y a la mañana apareció algo borracho, con ojos colorados… Ahora Jonghyun también lo notó.
A la semana, no volvió a la casa en dos días, el líder decidió tomar cartas en el asunto, pero era casi imposible que Key, en aquel trance de casi insomnio, le hiciera caso.
Minho, tres días después, trató de hablar con él, pero solo recibió un zapato por su cabeza.
Todos se preocuparon ¿Qué pasaba con Key? Faltaban sus gritos y quejas, así como sus mimos y risas en la casa. Algo ocurría en la mente del rubio y ninguno podía saber qué demonios era.
— No jodas Taemin, no tengo ganas de hablar con vos — dijo Key secamente, cuando se había dignado a salir del cuarto, dejando a los cuatro con la boca abierta.
— S-sí… u-um — Taemin iba a terminar “umma”, pero la mirada del rubio lo hiso retractarse. — S-sí, K-Key hyung…
El rubio salió. Al menor se le anudó la garganta y los ojitos se le cristalizaron. Ninguno de los tres restantes dudó en abrazarlo, dejando que este se largara a llorar desconsoladamente, dolido por la actitud de ese chico que solía protegerlo sobre todo.
— T-tengo mi-miedo d-de lo que… de lo q-que Key hyung e-esté haciendo… — declaró el más joven…
Claro, todos tenían miedo de lo que pasaba con Key.
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Capítulo 1 /Taemin P.O.V/
Me desperté tranquilamente, estirando cada uno de mis huesos… Un momento… ¡Ya es tarde!
Me tropecé varias veces hasta que logré llegar al armario y comenzar a vestirme.
Cierto, me había olvidado de poner el despertador y bueno… Key no sería quien me despertara, ¿No?
Bajé la mirada al darme cuenta de que mi “umma” ya no era tan umma, preguntándome a que se debía ese cambio en tan pocos días.
— ¿Qué pasó Tae? — me preguntó Minho con una sonrisa, mientras íbamos en la camioneta al estudio.
— Je, me dormí hyung — reí avergonzado. Él acarició suavemente mi pelo, logrando hacerme sonrojar. Si no gustara de Minho hyung, estaría bien, pero hasta esas acciones me avergonzaban.
Sentí algo molesto en mi cuello y al mirar a los asientos de adelante, Key me miraba con odio. Bajé la cabeza y continué en silencio el resto del camino.
Así se estaba comportando hacía días, me contestaba mal, me gritaba ante cualquier error, me miraba de una manera atemorizante… Parecía odiarme y eso dolía… Dolía porque es Key quién siempre se preocupó por mí, quién me aconsejaba y protegía, siendo mi mejor consejero y amigo…
Llegamos al estudio, debíamos ensayar para un tour en no sé dónde. Realmente no prestaba atención, simplemente trataba de seguir alguna coreografía que recordaba en mi cabeza y extrañamente, era la correcta.
— ¡Taemin! ¡Es así! — gritó Key, imitando un movimiento de brazos y caderas combinados. Solía equivocarme, pero él jamás me gritaba.
Algo harto de escuchar sus gritos por centésima vez en la mañana, salí hacía la azotea del edificio, creo haber escuchado un “¡encima es un chiquilín!”.
Me senté casi contra la cornisa y comencé a llorar. Todo me desconcertaba en estos momentos, ¿por qué Key me trataba así?, pero… ¿por qué dolía más de lo que me había imaginado? Sé que Key es importante para mí, pero jamás para sentirme desolado sin su compañía.
Traté de contener mis lágrimas, tampoco era un pequeño niño que no sabía que hace con su vida propia, tengo 21 años y… y eso no cambia que sienta mi corazón hecho trizas.
— No creí que el hecho de que Key te ignorara te doliera tanto… —, era Jonghyun quien, de la nada, se había sentado a mi lado. — ¿Te gusta él y por eso estás así?
— ¿G-gustarme? ¿É-él…? ¡No! — me quejé de mala manera, ¿Qué tontería era esa?
— Sí… sé que estás todo “enamoradito” de Minho… Pero si te dieras cuenta de la manera en que mirás a Key… bueno, en fin, dijo el manager que bajes y termines la coreografía así nos vamos — dijo Jjong Hyung sacudiéndome el cabello. — Ya se le va a pasar la rabieta a Key, lo prometo…
Sonreí y lo acompañé a la sala de entrenamiento. Key ya no estaba, supuse que se había ido ante “mi chiquilinada”.
Luego de un rato de seguir practicando, los demás hyungs y yo volvimos a la casa. Actualmente, yo dormía con Minho, y Jonghyun con Onew (simplemente porque el perro había sido desplazado de la habitación de Key).
Esa noche, como ya se había hecho costumbre, umma no volvió hasta muy tarde. Yo me había quedado pensando en lo que Jonghyun me había dicho… ¿Enamorado de mi umma? Bueno, de esa manera sonaba raro… ¡Pero yo no gustaba de Kibum hyung! A mí me gustaba Minho Choi y listo…
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A media me desperté, tenía hambre… Me fui a servir un vaso de leche (ya que Onew me regañaría si se la fuese a pedir a él por la hora que era). Se me hizo raro de que Minho no estuviera en la cama, seguro estaba viendo alguna película, o escribiendo un rap que Jjong le había pedido.
Caminé medio somnoliento hasta el comedor, de ahí pude escuchar un par de voces provenientes de la sala de estar. Curioso como yo solo, me acerqué por detrás del umbral de la puerta.
— Es un niño… No entiende ni la mitad de las cosas que yo te podría dar… —, esa… ¿Era la voz de Key? No, no podría ser… él no solía hablar en ese tono.
— Eso no cambia na… ah… Kibum-ah, no toques a-ahí… —de una afirmación, esa voz pasó a ser un suspiro, parecía Minho.
No pude más con mi propia curiosidad y terminé acercándome más: Key sentado sobre Minho, en el sofá, besándole claramente el cuello. Parecía que… bueno, que iban tener sexo…
Una incontrolable ira corrió por mi médula hasta llegar a mi boca, que de un gritó se abrió sin avisar.
— ¡¡Esto no es un motel para que se anden revolcando por ahí!! — fue lo que salió de mis labios, y no supe bien hacía cual de los dos iba dirigido mi odio y a quién mis celos.
Una sonrisa gatuna en los labios de Key me demostró que le valía mierda si yo ahí mismo me moría.
Minho lo separó rápido, queriéndome explicar algo sin explicación. Se acercó y me tomó de los hombros. Dijo algo sobre que yo no había visto bien, que estaba pensando cualquier cosa… Pero yo no lo miraba a él, miraba por sobre su hombro, directo a los ojos de Key quien, aún arrodillado en el sofá, se lamía los labios.
— Hyung, no jodas — respondí seco, yéndome a mi cuarto, asegurándome de trabarlo.
Tampoco supe bien por quién estaba llorando, si porque Minho estaba con otro o si… o si porque Key era esa persona…