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Lo que más quiero. por anylu_chan

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Un par de niños de 12 años se encontraban llorando en un parque cerca del centro de Domino City, uno de ellos de cabellera castaña y ojos azules, y otro de cabellos rubios y ojos mieles. Ambos se veían fijamente, se estaban despidiendo ya que el castaño se iría a otro país junto a sus padres y hermano.

 

-te voy a extrañar - el rubio con lágrimas en sus mieles ojos estaba intentando no llorar más.

 

-yo también- aunque su rostro decía que no le dolía el rubio conocía tanto al castaño que sabía cuánto sufría su amigo aunque su cara no le dijera nada - pero antes de marcharme hay algo que tengo que decirte-

 

-yo también- tenía que decirlo ahora o estaba seguro que nunca lo aria.

 

Ambos se quedaron en un profundo silencio el cual fue acabado por el castaño.

 

-veras, te conozco prácticamente desde toda mi vida-cabe decir que el castaño y el rubio se conocían desde que eran bebes ya que sus padres son amigos desde la universidad- por eso te considero alguien muy importante para mí-

 

-para mi también lo eres Seto- aclaro el menor.

 

-a lo que voy, tengo algo muy importante que decirme-miro fijamente a los ojos mieles del rubio y se aclaró un poco la garganta-te quiero-lo dijo sin más viendo las reacciones del rubio.

 

-yo también te quiero-mostrando una gran sonrisa en sus labios para acercarse de a poco al ojiazul y darle un inocente beso en los labios - te quiero desde hace mucho tiempo - hizo un leve silencio - pero tenía miedo que por decirte mis sentimientos y ya no quisieras ser mi amigo -

 

-yo también tenía miedo y por ello hemos perdido mucho tiempo -se hizo un corto silencio –así que quiero que me esperes hasta que regrese-

 

-no te preocupes yo siempre te esperare-regalándole una de sus inigualables sonrisas – todo el tiempo que sea necesario-

 

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Un chico rubio de 18 años salía corriendo presuroso de su casa, porque ya iba tarde para la escuela, aun con los gritos de su madre reganándolo por quedarse dormido, otra vez, salió lo más rápido que pudo y aun así no se libró del regaño de la profesora May Valentine por llegar tarde así que tuvo que salir del salón hasta que la clase acabara y así ingresar nuevamente al salón.

 

-porque siempre que te hace tarde Jounouchi- lo reprendió su amigo Yugi otra vez ya que siempre era lo mismo.

 

-es que por más que lo intento no puedo levantarme temprano- se quejó recargando sus brazos en su pupitre para intentar dormir un momento.

 

-tal vez si pusieras más despertadores en tu habitación se te haría mas fácil despertar – sugirió Tristán.

 

-no lo creo, si ni con los tres despertadores que tiene se levanta es obvio que ni aun aumentando la cantidad se despertara - ahora fue el turno de Duck Deabling de intervenir - sería mejor que aceptaras ser mi novio y así yo me encargaría de despertarte todas las mañanas- se acercó sensualmente al rubio.

 

-ya te dije mil veces que no quiero ser tu novio así que ya no sigas insistiendo Duck- sabía que aun así el pelinegro no se daría por vencido.

 

- y porque no- exigía una respuesta.

 

- porque estoy esperando a alguien-respondió simplemente y se volvió a recargar en el pupitre.

 

- y quien es – no descansaría hasta tener una respuesta a todas sus preguntas pero el rubio prefirió ignorarlo –como quieras, tarde o temprano vendrás a mí, eso te lo puedo asegurar Jounouchi Katsuya- finalizo el ojiverde y se dirigió a su salón el cual para alegría del rubio estaba al otro lado del salón de donde él se sentaba.

 

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Después de un extenuante día de clases el rubio por fin regreso a su casa. Se encontraba tan agotado que lo único que quería era irse a su cama y dormir un poco, pero sus planes cambiaron al encontrarse en la sala de su casa a una persona que conocía muy bien.

 

-Mokuba-el mencionado volteo hacia quien menciono su nombre y en cuanto vio a su viejo amigo se lanzó hacia el para abrazarlo.

 

-Jounouchi- menciono en cuanto soltó al rubio del abrazo –te extrañe mucho-

 

-yo también- s separo del pequeño para verlo mejor –pero mira cuanto has crecido- y era verdad desde la última vez que se vieron hace seis años el pequeño pelinegro había cambiado mucho ya que de ser el pequeño niño de seis años que conoció no quedaba nada. En su lugar solo podía ver a todo un preadolescente frente a sus ojos lo cual le alegraba mucho.

 

Ambos jóvenes se dirigieron a uno de los sillones de la sala de la casa del ojimiel.

 

-y dime, ¿qué has hecho en nuestra ausencia?- empezó a cuestionar el pequeño pelinegro.

 

-desde que se fueron las cosas por aquí no han cambiado mucho- empezó a contar todo lo que vivió los últimos seis años empezando porque a pesar de la sorpresa de Mokuba el ojimiel le comento que había mejorado mucho en sus estudios y que aun para sorpresa de Mokuba el ojimiel seguía siendo un perezoso al cual le costaba levantarse.

 

-mi hermano se sorprenderá al ver lo mucho que has cambiado- soltando una ligera sonrisa la cual contagio al rubio.

 

-tienes razón, pero hablando de él, porque no vino a saludarme –

 

-tenía que hacer unos encargos de nuestro padre pero me pidió que te avisara que mañana te vería en la escuela- aclaro la duda del ojimiel. El pequeño miro su reloj para darse cuenta que ya era muy tarde y que si no se apuraba lo regañarían por llegar tarde a casa –te veo luego Jounouchi porque ya se me hizo muy tarde- se levantó del sillón.

 

-te acompaño a la puerta- también se levantó y como dijo guio al pelinegro a la puerta de la casa para despedirse de su amigo.

 

-adiós Jounouchi espero verte pronto- y sin más salió de la casa del ojimiel para dirigirse a la suya.

 

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Era un nuevo día en Ciudad Domino y en la residencia del ojimiel para sorpresa de todos él se encontraba ya desayunando y con mucho tiempo se sobra antes de ir a la escuela.

 

-milagro que te levantas temprano hijo- menciono su madre sorprendida de ver a su hijo en la cocina.

 

-es que hoy me pude levantar temprano- se excusó el menor ya que el único motivo de levantarse temprano era llegar puntual a la escuela y no causar una mala impresión a su amado castaño después de tanto tiempo sin verle.

 

-me alegro, y espero que puedas seguir levantándote temprano- después de ese comentario madre e hijo comenzaron a reír por lo que dijo la mujer. 

 

Jounouchi salió de la casa emocionado por ver al ojiazul.

 

-¿Qué tanto habrá cambiado?- se cuestionaba el rubio y tan sumido estaba en sus pensamientos que no sintió cuando el ojiverde lo tomo de la cintura y estaba a punto de besarlo –que rayos haces Duck- reacciono rápidamente antes de que su amigo intentara algo mas –ya te he dicho que me dejes en paz-  

 

-y yo ya te dije que no me rendiré hasta que seas mío-

 

-pues date por vencido porque la persona a la que esperaba ya regreso –soltó el rubio para que el pelinegro lo dejara en paz y se fue corriendo dejando solo al pelinegro en medio de la calle.

 

-espero que este mintiendo- rogaba el ojiverde ya que sabía que si en verdad existía ese alguien de quien hablaba el rubio entonces nunca tendría una oportunidad con él.

 

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Los alumnos empezaron a llegar a sus aulas y en el salón del rubio todos estaban emocionados ya que un nuevo alumno seria transferido a su grupo.

 

-me pregunto cómo será el chico nuevo- se preguntaba Yugi.

 

-espero que sea guapo- pedía la única chica del grupo de amigos del rubio. El comentario echo por la chica castaña enojo un poco al rubio pero supo disimular su enojo antes de que alguien se diera cuenta.

 

-y tu Jounouchi, que piensas- pregunto el chico tricolor al darse cuenta que su amigo estaba un poco callado algo poco común dentro del comportamiento del rubio, pero antes de que este pudiera contestar a su amigo la profesora Valentine llego al salón ocasionando que todos se fueran a su lugar y el aula quedara en completo silencio.

 

-antes de empezar la clase quiero presentarles a un nuevo alumno- menciono la profesora en cuanto dejo sus cosas en el escritorio –pasa muchacho- en ese momento entro al aula un joven de cabellos castaños y unos ojos azules que llamo la atención de todos los alumnos, y principalmente del rubio que en cuanto vio al castaño entrar al salón quedo sorprendido de lo mucho que el chico había cambiado en esos últimos años –él es Seto Kaiba y a partir de este semestre se integrara a nuestro grupo- presento la maestra al nuevo estudiante.

 

-…- el castaño desde que ingreso al aula busco con la mirada al rubio de ojos mieles y en cuanto lo vio no aparto su azulina mirada de él ocasionando un ligero sonrojo en el rubio.

 

-puedes sentarte detrás de Wheller- señalo una banca vaciá que se encontraba detrás del rubio.

 

El castaño aun sin decir nada se acercó a su lugar designado para que así diera por iniciada la clase. Después de acabar todas las clases del primer periodo por fin sonó el timbre que daba por iniciado el receso.

 

Antes de que sus compañero empezaran a interrogar al chico nuevo este prefirió salir del aula para ir a un lugar tranquilo en lo que acababa el descanso.

 

-¿dónde está el chico nuevo?- pregunto Tea la cual estaba ansiosa por conocer mejor al ojiazul.

 

 -de seguro fue a conocer la escuela- justifico el pequeño tricolor la ausencia del nuevo aunque el rubio sabía que la razón por la que el castaño se fue es porque prefería estar solo.

 

-chicos, regreso en un momento- el rubio no espero respuesta de sus amigos y salió del salón así que no se dio cuenta que el chico de ojos verdes lo estaba siguiendo.

 

Estuvo vagando unos minutos por la escuela pensando donde podía estar el ojiazul hasta que no lo quedo otro lugar al cual ir más que la azotea así que allí se dirigió siendo aún seguido del ojiverde.

 

-tardaste mucho en llegar- le regaño el castaño en cuanto vio al rubio salir por la puerta de las escaleras.

 

-lo siento, pero es que no sabía en dónde encontrarte- se disculpó el ojimiel.

 

-te perdono solo porque tenía muchas ganas de hablar contigo nuevamente – se acercó a donde estaba el rubio y lo aprisiono entre sus brazos –no sabes cuánto te he extrañado-

 

-yo también te he extrañado mucho Seto- correspondió al abrazo del castaño –y todo este tiempo te he estado esperando como te lo prometí-

 

-y eso me alegra porque nunca más me alejare de ti-llevo una de sus manos a la cara del rubio para alzar su quijada y darle un coro beso en los labios.

 

-espero que nunca más me dejes solo- susurro entre los labios del castaño.

 

Quedaron sumidos en un agradable silencio aun abrazados mostrándose en silencio lo mucho que se extrañaron estos últimos años.  Todo esto fue observado por el pelinegro el cual se sintió destrozado al ver que el corazón del rubio nunca seria suyo porque ya pertenecía a alguien más.

 

-así que siempre fue una lucha perdida- susurro a la nada para después deja a la pareja a solas sin que se percataran de su presencia.

 

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Después de acabado el segundo periodo ambos jóvenes abandonaron la escuela, y aunque el rubio sabía que al día siguiente tendría que dar muchas explicaciones, porque en vez de irse con sus amigos se fue con el chico nuevo, por el momento solo pensaría en el presente y ya después pensaría en cómo decirles a sus amigos sobre el castaño.

 

Después de caminar un poco por la ciudad la pareja decidió dar paseo por el parque donde a los doce años confesaron sus sentimientos.

 

-no puedo creer que después de mucho tiempo pueda estar otra vez contigo- menciono feliz el rubio agarrado del brazo del castaño.

 

-y esta vez nada me separara de tu lado- detuvo su caminar para poder darle un beso al rubio.

 

-te amo Seto-

 

-yo también te amo Joey- le dio otro beso- por cierto, te quiero preguntar algo-

 

-qué cosa- respondió curioso.

 

-quien es el chico pelinegro que te estaba siguiendo cuando fuiste a la azotea-

 

-debe de ser Duck- respondió sorprendido de saber que el ojiverde lo había estado siguiendo en el descanso –pero no te preocupes, es solo un amigo-

 

-pues a mí me parece que él te ve como algo más que un amigo- respondió un tanto molesto el ojiazul.

 

-no te enfades, yo ya le he dejado en claro que solo hay una persona que me interesa y que he estado esperando a que regresara así que no te preocupes por el-

 

-está bien pero dejale en claro que tu solo le perteneces a una persona-

 

-y quien es esa persona- pregunto juguetonamente el rubio para enojar al castaño.

 

-soy yo y espero nunca se te olvide- lo volvió a acercar a él para besarlo.

 

-ten por seguro que nunca lo are-

 

-eso espero- y comenzó a caminar nuevamente por el parque.

 

Ya estaba atardeciendo y cada vez se veía a menos gente pasar por el parque por lo que el rubio se dio cuenta que tenía que regresar a casa pronto.

 

-será mejor que regrese a mi casa o mis padres se enojaran- dijo el ojimiel para a continuación separarse del castaño.

 

-entonces te veré mañana en la escuela- se despidió el castaño no sin antes robarle otro beso al rubio.

 

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Pasaron los días y cada uno era mejor para el rubio ya que desde que regreso el castaño nadie le podía quitar la linda sonrisa que se dibujaba en su rostro cada que veía al ojiazul. Aun le faltaba un asunto que arreglar ya que desde hace varios días el ojiverde no se había presentado a la escuela aprovecharía ese día dejar las cosas en claro con el así que una vez lo vio entrar al salón le pidió que lo buscará en la azotea porque tenía algo importante que decirle.

 

-antes que nada dejame decirte que ya me di cuenta que tú nunca serás mío- dijo con resignación en la voz –me di cuenta de eso desde que vi al chico nuevo y lo corrobore cuando te vi subir aquí para verlo –

 

-lo lamento mucho Duck – se disculpó el rubio.

 

-no lo sientas, al fin de cuentas tú siempre me advertiste que nunca podrías tener nada conmigo-

 

-solo espero que encuentres a alguien que si pueda aceptar tus sentimientos como es debido- intento animarlo un poco.

 

-yo también lo espero-

 

-entonces, ¿seguimos siendo amigos?- se aventuró a preguntar el rubio.

 

-claro que si- regalándole una sonrisa al rubio.

 

Ambos jóvenes dieron por terminada la discusión y se dirigieron a su salón pero antes de que entraran el ojiverde volvió a hablar.

 

-solo adviértele a Kaiba que nunca se atreva a hacerte daño o yo personalmente me encargare de darle una paliza que jamás olvidara- y el rubio solamente asintió con una leve sonrisa por lo dicho por su amigo.

 

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Ya no había nada que pudiera impedir a la pareja quererse tanto como quisieran así que cada segundo que pasaran juntos lo vivirían con la mayor de las alegrías esperando a un mañana en el cual aun pudieran continuar juntos.

 

FIN.

Notas finales:

espero les gustara y si es (o no) asi aganmelo saber.

por cierto estoy haciendo un nuevo fic el cual tambien tiene como areja principal a seto y joey, la trama jira entorno a un apocalipsis zombi asi que si quieren que lo suba aganmelo saber y si creen que eso se oye muy cliche tambien.

bye


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