La habitación estaba en semi penumbra. Tenues luces blancas mostraban a penas la desnudez de un piso de azulejos, grises paredes y la sombra extraña de enormes aparatos y un complejo sistema de cableado, interconectado con lo que parecían ser enormes contenedores cilíndricos que contenían un líquido, dos de ellos estaban a oscuros y en silencio.
El contenedor central sin embargo estaba iluminado por una luz LED que demostraba que el líquido interior era de un brillante color azul y burbujeaba rítmicamente. Murmullos urgentes resonaban por toda la sala.
--AH!
Una exclamación que resonó en el silencio contenido y elevó la tensión en la habitación. Los asistentes que controlaban los signos vitales en este experimento, nerviosos dirigían miradas incómodas a todas partes.
Izaya--el sujeto voluntario 1-0-1 para investigación y experimentación humana, aceptado para este primer experimento en persona por el presidente de la cooporación NEBULA--yacía tendido sobre la camilla, atado con largas correas para impedir que el movimiento excesivo de sus extremidades perturbara la lectura de sus ondas cerebrales.
Su rostro bañado por el sudor estaba contraído en una expresión de dolor. Dos electrodos estaban adheridos a los costados de su frente con cinta médica.
--NGH!
Un hermoso rostro femenino le miraba inexpresivo, horriblemente serio a unos cuantos pasos, la mujer tenía sorprendentes ojos verdes y una lacia cabellera peliroja, a pesar del tono extraño de su cabello y sus ojos, sus rasgos eran japoneses vestia una arrugada bata de laboratorio y parecía haberse saltado unas noches de sueño.
Ella le miraba muy cerca, hacia abajo, apretando con fuerza su sujetapapeles, estaba nerviosa. Pero seguía adelante, no pensaba fracasar, no iba a fracasar...
-- ¡Deténganlo ahora mismo, Kurisu-san!--exigió una autoritaria voz al fondo de la sala.
Era una mujer más alta que a la que acababan de llamar Kurisu, tenía el largo cabello, lacio, sedoso y brillante de un negro profundo, sus rasgos suaves estaban desfigurados por la urgencia, pero era la clásica belleza japonesa, también ella llevaba una bata blanca de laboratorio sobre sus ropas de civil.
Su nombre era Yagiri Namie, y el hombre que estaba tendido en la camilla era su jefe. Siguió gritando, tratando de librarse del agarre de otros asistentes que la sostenían.
Todo va bien—pensaba la pelirroja—estaban dentro de los límites, aún, solo un...
Pero, en ese momento casi como si su propio experimento quisiera contradecirla, un fuerte silbido se produjo, y literalmente llenó la estancia ahogando todos los demás ruidos, al momento siguiente cientos de aparatos empezaron a reaccionar al mismo tiempo, encendiendo luces intermitentes, diferentes alarmas se dispararon volviendo aquello una cacofonía intolerable.
--- ¿U-n fa-llo?--se preguntó la pelirroja temblando mientras examinaba con urgencia y con las manos frías y tiesas por los nervios la información que le proporcionaba la patalla de la computadora más cercana.
Complejas gráficas pasaban frente a sus ojos a toda velocidad, pero al parecer ella comprendía cada dato.
Era... extraño. Nada de lo que tenía escrito en su sujetapapeles correspondía del todo con las características que le mostraba la pantalla.
Frunció el entrecejo....
Aquí había algunas cosas que no encajaban del todo... ¿Qué era esta anomalía?
Entonces, justo cuando parecía que iba a decir algo, uno de los técnicos, un hombre realmente voluminoso con gafas, gritó de pronto.
---¡MAKISE-SHI, MAKISE SHI! ¡EMERGENCIA! ¡SOBRECALENTAMIENTO EN EL SISTEMA!
--- ¿Uh? Pero, Hashida-kun... Esto no es... posible—dijo estupefacta la pelirroja pasando sus papeles sin hacer del todo caso a lo que le decía su técnico en jefe, entendiendo por fin qué pasaba con algunos de los datos—Esto es... ¿Una doble linea?--preguntó acercándose al técnico cuyo terror se delineaba totalmente en su expresión— ¿Cómo podría? No... no es posible traer una doble linea, absurdo, ¿Es entonces acaso una desviación de origen del mismo sujeto?
El ingeniero que había gritado la advertencia se quedó quieto de pronto con las palabras de Makise, olvidándose totalmente que el sobrecalentamiento del sistema podía colapsar las máquinas, movió los labios pero sus palabras se perdieron en el horrible estruendo.
Luz.
Cegadora y blanca luz.
Una implosión eléctrica hizo estallar diversas máquinas, que a su vez ocasionaron una explosión mayor, colapsando totalmente el sistema, tal como el técnico había temido. El enorme contenedor estalló central, liberando el líquido azul por toda la sala.
Al parecer, el contenido se convertía en gas al entrar en contacto con el aire, pronto la sala estuvo llena de un espeso vapor. Órdenes en inglés corrieron por toda la sala, los asistentes se afanaban para abrir vías de ventilación. Namie por fin libre se inclinó sobre si misma, tosiendo, el penetrante olor era terrible.
Entre los chorros de humo blanco de los aparatos incendiados y el extraño vapor se mezcló también el de los extinguidores que los asistentes estaban usando para controlar la emergencia.
--- ¡Hay algo!--declaró exaltado uno de los ingenieros que había tomado un pesado extinguidor y rociaba los cables cercanos, apartándose rápidamente del contendor que había estallado y del que aún chorreaba aquel líquido extraño— Makise-sensei, será mejor que...
La pelirroja que había caído al suelo tosiendo luego de la explosión, se apresuró a ponerse de pie ignorando los pequeños cortes que tenía en la cara y los brazos, corrió hacia el contenedor, su mente trabajando rápidamente a toda su capacidad ¿Sería posible? ¿El proceso se habría completado a pesar de la sobrecarga?
Increíble, totalmente impensable... pero si había resultado algo, lo que fuera, el avance sería...
Daru, el técnico en jefe corría tras ella sosteniendose penosamente la cintura de sus pantalones. Últimamente había pasado tanto tiempo inmerso en el trabajo que había perdido peso. No le habían llamado a él pero también el estaba estupefacto. A los demás científicos, los asistentes, e incluso al propio sujeto les habían contado muchas mentiras para cubrir el verdadero objetivo del experimento que estaban llevando a cabo ahí.
Sus pensamientos eran similares a los de la chica pelirroja. Si el experimento se había completado pese al sobrecalentamiento absurdo de su sistema, y por el que tendría que responder más tarde, cualquiera que fuera lo que estuviese ahí sería un logro descomunal.
La científica pelirroja se detuvo tan abruptamente que Itaru se estrelló con ella. Pero antes de que pudiera caer al suelo por la fuerza del empujón el técnico haciendo uso de su estupenda precisión la tomó del brazo, haciendo que se moviera muy bruscamente, aunque exitosamente logró evitar la caída.
Pero a ella no pareció preocuparle en absoluto. Ni siquiera se soltó para mirarlo enojada como solía ocurrir, la chica genio solo tenía ojos para los resultados de su experimento. Podía sentirla temblar por la emoción. Tenía que reconocer que el también se sentía igual. Cualquier expectativa que hubiese tenido sobre los resultados de este experimento... habían sido asombrosamente superadas.
---Hashida-san... es... --empezó la chica.
---...increíble...--declaró él completando la frase mirando sin poderse creer lo que yacía sobre el suelo cubierto de trozos de vidrio.
Era evidente que se trataba de una desviación de origen, de ahí los datos tan absurdos que le arrojaban las máquinas—pensó de inmediato Kurisu al mirar la maravilla, el perverso milagro que se hallaba ante sus ojos—lo más probable era que fuese una linea paralela, quizá, aunque no lo sabría hasta que de los achicarrados discos duros pudieran ser arrancados todos los datos posibles, habría que poner un vistazo en los resultados... cuanto antes.
Sin duda la causa de la increíble sobre carga de datos en el sistema... era esto, una desviación de origen de los datos genéticos, una línea paralela probablemente—pensaba Daru por su cuenta—el sistema había sido perfectamente calibrado para sostener una intengente cantidad de datos... teóricamente no era posible que se sobrecargase...
Pero por supuesto el sistema no había sido diseñado para reproducir... DOS líneas de origen AL MISMO TIEMPO, como era el caso. Aún así, lo había logrado, su diseño había hecho lo imposible.
Itaru Hashida, alias “Daru” estaba exhultante de felicidad. Si su prototipo, tan criticado por los científicos y asistentes había conseguido esto... ¿Que importaba que hubiera estallado? ¡Esto era ciencia! ¡Descubrimiento!
Makise Kurisu, se dejó caer sobre el suelo cortándose un poco las rodillas, encargada en su mayor parte de la creación, desarrollo y ejecución de este experimento trascendental para la corporación NEBULA incapaz de sostenerse de pie mientras respiraba con dificultad a causa del humo, no podía dejar de pensar en lo insólito que esto era una parte de su instinto le decía que la teoría de la doble línea no explica del todo la anomalía genética en la muestra enviada al acelerador de protones.
Sin embargo aquel pensamiento tan instintivo que casi parecía una sospecha, fue enviado al fondo de su conciencia, por que los errores ya no importaban en absoluto, eran los resultados los que tenían prioridad, es más aunque su sujeto se hubiera muerto, esto seguía siendo estupendamente brillante. Su espíritu investigador le exigía sumergirge cuanto antes en en análisis de todos los resultados y estaba empezando a desesperarse por la inmovilidad de su personal.
Estaba deseando exchar un largo vistazo a los datos obtenidos, quería revisar las anomalías por supuesto tenía que presentarlas en su informe, pero ante todo quería ver a los “resultados”, quería analizar muestras de su sangre, hacer pruebas con su material genético, también quería hablar con su sujeto voluntario, pero los resultados, bendita la ciencia... ¡Los resultados!
Había sin dudar dos figuras de apariencia hasta donde ella podía definir con algo tan limitado como su vista, humanas. Una de ellas tenía el cabello oscuro y era de complexión pequeña, juzgando por encima quizá demasiado pequeña quizá... no correspondía exactamente con el sujeto, pero al menos hasta ahota era lo que se esperaba, un “respaldo” fiel de los “datos” del sujeto experimental. EN UN CONTENEDOR... BIOLÓGICO... ¿NO ERA ESTO INCREÍBLE?
La otra... Era hasta ahora, inexplicable. Era quizá un poco más alto que la figura original del sujeto, pero no mucho mayor, tenía una complexión distinta y... en resumen todas las características físicas eran incompatibles con la información del sujeto.
¿Qué era la segunda figura? ¿Por qué estaba ahí?
El resultado final del experimento humano número 7023 era: INCIERTO.
Tendría que calificarse así delante de todos los demás. Por su propia seguridad. Era mentira todo aquello del material genético. La clonación y todo lo demás. La naturaleza verdadera de los “respaldos” era aún más insólita.
Makise Kurisu no había creado “clones” como esperaba el resto de los científicos, asistentes, patrocinadores, e inversionistas.
Makise Kurisu, había usado todo aquel patrocinio e inversión que los más acaudalados empresarios de Japón habían puesto en ella no para clonar seres humanos a partir de su material genético, para posteriormente insertar en los contenedores las memorias actuales como se esperaba de ella. Eso habría sido sencillo. Ella había extraído “seres” de otra línea temporal. ¡Lo había logrado! ¡Había logrado cruzar la barrera del tiempo! Frente a ella dos seres del futuro...habían llegado a esta linea temporal de algún futuro, habían sido extraídos por su tecnología sin cambiar las lineas del destino. ¡Éxito!
La compañía y sobre todo el presidente de la misma esperaban un par de fracasos antes de conseguir siquiera una forma de conectar con alguno de los futuros que Okabe había visitado y calificado como posibles para la experimentación... una especie de prueba para las teorías que habían estado elaborando desde hacía meses, esto había sido realizado en general para darles una idea práctica y física de como mejorar el experimento a partir de aquí, así pues habiendo conseguido resultados cuando se esperaba nada... y mejor aún para ser un primer intento esto había sido ESTUPENDO. Y pensaba plasmar aquella palabra como resultado cuando rindiera su informe privado ante las autoridades de CERN.
Incluso ella que no solía fijarse demasidado, en las expresiones o sentimientos de los demás se había dado cuenta de los ojos brillantes de Hashida.
LO HABÍAN CONSEGUIDO.
Habían logrado “extraer” existencias completas de otras lineas temporales, sin alterar en teoría la linea temporal activa.
Por supuesto aquello era una locura, un absurdo científico en la mayoría de los círculos de estudio de la temporalidad del espacio-tiempo.
Incluso los más valientes y liberales expositores de las nuevas teorías, como la de cuerdas u otros que eliminaban el tiempo como una barrera e incluso aseguraban que era posible para el ser humano entrar en la cuarta dimensión por ejemplo, se verían en serias dificultades para aceptar esto.
Makise Kurisu, sin embargo, sabía más que eso, mucho más.
Un año atrás, junto a un grupo de pseudo científicos, en su mayoría solo personas normales, liderados por un divertido tipo, que se hacía llamar Kyoma, habían desarollado accidentalmente, casi por casualidad o suerte un agujero de gusano artificial, únicamente con un MICROONDAS conectado a un sistema de comunicacción satelital, por medio de una computadora común y corriente.
Creando UNA MAQUINA DEL TIEMPO. Rústica, sin aplicación práctica real, y sin embargo, era el descubrimiento del milenio. Claro que tenían uno de los procesadores de datos más grandes del mundo. El de CERN. Sin siquiera sospecharlo.
Muchísimas cosas habían pasado desde entonces. La mayoría los había involucrado tanto en los niveles secretos de conocimiento de la organización que tenían prohibido hablar de ello. Pero ahora, los ocho miembros del laboratorio de objetos futuristas habían sido contratados por las diferentes compañías fantasma que poseeía el CERN. Para continuar con sus investigaciones respecto a la maquina del tiempo.
Okabe, había sido enviado a América con una beca, pasaría los siguientes dos años instruyendose en astrofísica la mitad del tiempo y siendo un sujeto de experimentación voluntario en las areas secretas que CERN poseía en Estados Unidos el resto. Su cualidad única era que podía recordar cuando la linea temporal activa sufría alguna alteración y se cambiaba el futuro.
Tan singular era su caso, que se había convertido en el primer viajero del tiempo. Había sido enviado con Amane Suzuha, alias John Titor, otra viajera del tiempo en diversas misiones que en este punto incluían solo investigación. El CERN ya no sería capaz de gobernar al mundo a través de las máquinas del tiempo. Por que los ocho se habían encargado de establecer la línea activa en un futuro apacible. Jamás le contarían a nadie sus aventuras, ni siquiera a sus superiores, por que preciamente ellos habían sido los enemigos en algunas de las líneas temporales, y juntos siempre serían los miembros del laboratorio.
Mayuri-chan, Moeka-san y Ruka-kun, se habían convertido en agentes encubiertos de la organización. Sus misiones eran absolutamente secretas.
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Mientras los técnicos y los responsables se hacían cargo de controlar la emergencia, sin que nadie en el piso de experimentación lo sospechara, todos y cada uno de ello estaban siendo minuciosamente observados por cincuenta cámaras de seguridad distintas. Por el presidente de la coorporación NEBULA. Quien estaba ahora mismo en su oficina, analizándolos detenidamente.
El Doctor en Astrofísica, Doctor en física nuclear, y Doctor en psicología clínica Mr. Jonh P. Heichman. Este era uno de los hombres más poderosos dentro de CERN, estaba al mando de la compañía NEBULA, (compañía satélite de CERN) desde hacía catorce años y la había convertido durante ese tiempo en la líder en su ramo, a pesar de todos los rumores. Revisó los expedientes que tenía en las manos.
Habían estado contenidos en una carpeta blanca que estaba en su escritorio. La carpeta llevaba el nombre de INCIDENTE STEINS GATE. El nombre era por supuesto absurdo no significaba nada, además era una especie de “ridiculización” de cierto incidente y de hecho era una especie de broma retorcida. La carpeta contenía ocho expedientes.
El Doctor Heichman miró los expedientes con sumo cuidado. Eran expedientes del grosor de libros. En la portada de cada uno había una fotografía en color y un resumen muy breve de cada sujeto.
Okabe Rintaro, hijo único de un oficinista y una profesora de inglés avanzado, ambos japoneses. Coeficiente intelectual. 200. Clasificación: Genio. Estatus: Entrenamiento abierto.
Kurisu Makise, hija única de un científico especializado en física cuantica de origen japonés y una concertista americana. Coeficiente intelecual 195. Clasificación: Genio. Estatus: Encargada del ala de experimentación humana. Coorporación NEBULA.
Shiina Mayuri, hija única, padre y madre japoneses, empleados en oficinas de gobierno. Coeficiente inlectual. 190. Clasificación: Genio. Estatus: Entrenamiento cerrado.
Hashida Itaru, dos hermanos menores, hijo de un ingeniero civil y una ama de casa, japoneses. Coeficiente intelectual. 182. Clasificación: Genio. Estatus: Tecnico en jefe del ala de experimentación humana. Coorporación Nebula.
Nombre clave: “Amane Suzuha” Filiación: Desconocida. Coeficiente intelectual: 170. Clasificación: Genio. Estatus: Misión S708-KGBL completada.
Nombre Clave: FEIRYS. Filiación: ---------------- (la información había sido suprimida por un marcador negro) Coeficiente intelectual. 168. Clasificación: Genio. Estatus: Espía XC-09. Misión actual: S708-KGBL completada.
Kiryuu Moeka, hija única, padre y madre japoneses, fallecidos. Coeficiente inlectual. 130. Clasificación: Superdotado. Estatus: Espía XC-805. Misión actual: S708-KGBL en progreso
Urushibara Ruka, hijo único de padre sacerdote shintoista, madre fallecida, ambos de origen japonés. Coeficiente inlectual. 130. Clasificación: Superdotado. Estatus: Espía XC-076. Misión actual: S708-KGBL en progreso.
La misión S708-KGBL no era desde luego una misión de CERN, esta era la clave que utilizaban para referise a los miembros que habían sido eliminados por algún asesino profesional contratado o se encontraban en progreso de serlo.
Se había decidido conservar únicamente a los genios por razones en principio profesionales. Puesto que CERN se preciaba de tener en su haber a los mejores científicos del mundo. Okabe Rintaro era un hombre realmente extraodinario. Brillante. Que requería sin embargo entrenamiento intensivo. Makise Kurisu e Itaru Hashida, habían sido contratados por NEBULA para continuar las investigaciones en lo referente a la MAQUINA DEL TIEMPO.
La mayoría de los clasificados genios habían sido conservados. Había sido una sorpresa cuando la más infantil y cabeza hueca del grupo se había revelado como uno de los candidatos a ser conservados.
NEBULA era en teoria y de cara al publico una poderosa compañía farmaceútica con serias quejas por parte de activistas, muy exitosa y confiable sin embargo. Corrían rumores de que se especializaban en regeneración de tejidos, por que usaban personas vivas en sus experimentaciones. Lo cual era cierto por supuesto, sin embargo su nexo con CERN le habia garantizado la inmunidad ante acusaciones legales de cualquier índole en cualquier país. Por lo tanto NEBULA era una compañía respetable de cara al publico pese a todo rumor. Y sin embargo, aquello no era ni con mucho lo peor de sus experimentaciones.
Heichman sonrió. NEBULA estaba ahora en posesión de un objeto extraordinario. Luego de miles de dólares invertidos en la búsqueda de lo que aparentaba ser solo un rumor por fin lo habían obtenido. Y pretendían gastar millones si era necesario para la experimentación.
El doctor recordó la llegada a la extraña ciudad. La construcción de las instalaciones. El control de Yagiri Pharmaceuticals... y finalmente el enfrentamiento que le había conducido exactamente donde estaba ahora. La cima de su carrera profesional.
Había sido la negociación más dificil de su vida, y había sido hecha de un modo bastante absurdo por un solo sujeto. Un niño que tenía quizá veinte años en su opinión. Heichman había obtenido la información mucho antes de tener que enfrentar siquiera verbalmente a su oponente. Una fotografía y un nombre.
Todavía se acordaba lo que pensó al mirar aquella fotografía. El nombre era ciertamente extraño, los caracteres que lo componían eran realmente incongruentes... Y los ojos del sujeto. Le había parecido un pandillero más.
Heicham era un hombre sin humanidad alguna y sin escrúpulos, tenía cincuenta años y planeaba vivir cincuenta más, pero en toda su vida jamás imagino que realmente existiera una persona como esta fuera de la ficción.
Sin embargo el descarado tipo detrás del cual se escondía la presidenta Yagiri era incluso más cruel y retorcido que él mismo. La farmacéutica Yagiri había sido absorbida por NEBULA hacía unos meses. Namie, por su parte se había ocultado detrás de un niño, en principio esto había resultado gracioso.
Pero no esperaba más de una pequeña genio con coeficiente de 180, había pasado la mayor parte de su carrera trabajando con genios de todo tipo y había aprendido como manipularlos, sus emociones eran vulnerables en la mayoría de los casos, los genios en su mayoría incomprendidos o abusados por su entorno familiar eran realmente vulenerables emocionalmente, y reaccionaban favorablemente ante un ambiente cálido, amistoso, con retos intelectuales apropiados, rodearlos de una protección paternal era la clave, y Namie tenía 27 años, también para el era una chiquilla, esperaba poder negociar con ella fácilmente.
Sin embargo, su oponente resultó todo un reto. Al final de ciertas investigaciones por su parte se enteró de quien era el bravucón que se habia atrevido a hacerle frente. Era un niño, mas no tan joven como pensaba tenía 25 años, y era más astuto que una víbora de cascabel e igual de peligroso.
Era en realidad parte del bajo mundo, y por lo que pudo averiguar era uno de los hombres más poderosos e influyentes de la ciudad. Ocupación, ninguna legítima. Trabajaba a tiempo completo como una clase de espía industrial o informante para diversas organizaciones criminales y no criminales, grupos armados e incluso grupos de defensa civil. Su red de información era la más precisa de Tokyo y parecía tener información infinita. Heichman sabía desde el principio que al menos su nombre, su fotografía, su ocupación y probalmente su búsqueda estaban ya en esa red.
Tenía también poderosos nexos con la Yakuza, y contaba con cientos de contactos en el extranjero. Los miembros de la mafia de Hong Kong tenían plena confianza en aquel hombre, la mafia china y koreana lo conocían como Orihara de Shinjiku y tenían enormes deudas de honor con el. Según se decía podía conseguirte cualquier información por el precio correcto.
Incluso había proporcionado a la farmaceutica Yagiri enormes listas de inmigrantes ilegales para ser capturados como sujetos experimentales. Corrían cientos de rumores a cerca de él aunque la mayoría de la gente común aunque había escuchado su nombre prefería no tener nada que ver.
Entre los más estramboticos rumores que escuchó por ahí estaban los que decían que era un maestro de Parkour, con tan increíble habilidad que saltaba de un edificio a otro sin sufrir lesiones.
También había escuchado que su “punto débil” (o al menos el foco de su atención como resultó ser al final) era un guardaespaldas de Ikebukuro. Los rumores decía que le gustaba ser perseguido por ese extraño tipo para medir fuerzas.
Heichman asombrado por esta información investigó desde luego el perfil del guardaespaldas, a quien le describieron vagamente como un violento recolector de deudas, miembro de una organización contactada por un sitio de citas online, decían que tenía fuerza inhumana y llevaba el chocante nombre de Hewajima Shizuo.
Según sus fuentes su extraordinario oponente provocaba expresamente y de modo deliberado a este “super humano” con el propósito de ser perseguido y esquivar todos los ataque que este intentaba sin sufrir daños. Una muestra clara de su extremo narcisismo o eso pensaba el Doctor. Algo así como un torcido juego de cacería suicida. Como provocar a un oso con las manos desnudas.
Impactado Heichman no lograba entender la naturaleza de tales enfrentamientos. Por ello decidió realizar una investigación de campo, usando su propia red de investigación.
Consiguió realmente pocos datos. En su mayoría rumores infundados de gente que solo había odio hablar de los sujetos por terceras personas.
Sin embargo logró descubrir que las batallas que libraban aquellos dos en la ciudad de Ikebukuro eran realmente legendarias.
Y algunos rumores realmente exagerados e infundados en su mayoría venidos principalmente del extranjero decían que Orihara de Shijiku había matado personas por acercarse demasiado al violento guardaespaldas.
Aquello le había resultado en extremo interesante, si realmente le protegía, le parecía que realmente Hewajima Shizuo podía ser un punto débil (el único hasta ahora) de su oponente y quizá poner a Shizuo en una situación comprometida o peligrosa doblegaría al poderoso niño de Ikebukuro. Recordó una conversación que había tenido al respecto hacía un mes.
**************************
---En serio, viejo, no sé por qué andas por ahí preguntando por ellos, es muy peligroso y mejor sería que te quedaras fuera de esto si sabes lo que te conviene—había dicho el chico, desaliñado, grosero y lleno de tatuajes, repulsivo, llevaba un pañuelo violeta atado al cuello, parecía estar en sus veintes también, le irritaba que le llamaran viejo pero este pequeño delincuente era poco menos que basura, mugre, así que no tenía caso alguno siquiera molestarse—Realmente no debes meterte con Orihara de Shinjiku, y por tu bien sería mejor que tampoco hicieras nada para molestar a la bestia de Ikebukuro.
--- ¿Perdona?
---En serio que no sabes nada—dijo sorbiendo la soda con helado que tenía frente a él ruidosamente—pero nada de nada viejo, que eres... ¿Americano?
---Eso no te incumbe—dijo, con una sonrisa y su café doble expresso, aún intacto frente a él— ¿Quien es la Bestia de Ikebukuro?
---Ha...? En serio estás muy amargado, viejito, relájate, ¿Que quien es la bestia de Ikebukuro? ¿En serio? Pues ¡Es el hombre más fuerte del mundo con vida! En serio, lo he visto lanzar máquinas expendedoras... arrancar bancas del parque o refrigeradores... incluso postes de alumbrado, y dicen que también arranca las señalizaciones de tránsito para pelear.
---Umm... --eso sonaba absurdo....
---Pero como ya te dije, es mejor no meterse con el, a parte de que te pondría la paliza de tu vida por respirar siquiera, es... --titubeó, incómodo—tu sabes, ese tipo es propiedad de Orihara. Y nadie que quiera seguir vivo se mete con el informante de Shinjiku...
--- ¿Propiedad? --interrumpió bruscamente esta era la información que estaba buscando-- ¿Trabaja para él?
--- ¡Que no!--se exasperó el chiquillo— ¿En serio me estás escuchando? ¡Es su enemigo! Se pelean realmente enserio. Y destruyen un montón de cosas, incluso la policía les tiene miedo....
Había alzado una ceja, entonces ¿Que quería decir con propiedad entonces?
---Pero no es por eso que te digo que es su propiedad—se apresuró a decir ante el gesto— ¿Cómo lo pongo? Bueno, te contaré algo que pasó entre los nuestros, no es como si fuera un secreto pero sería mejor si no lo vas contando por ahí. Bueno, hace un año, más o menos uno de nuestros grupos centrales de contrabando estaba haciendo negocios en Ikebukuro, así que nos enviaron a trasladar un cargamento, nada de drogas viejo, yo no hago eso, era solo metal, bueno, hombre armas, pero no habíamos tenido problemas, contactamos a Orihara y teníamos buena información sobre el mercado, además pagamos nuestra cuota a los jefes locales y todo estaba bien, pero Manabu hizo la estupidez de no pagar sus deudas en un sitio de citas online... entonces se presento un cobrador... un tal Tanaka, un tipo de lo más raro, el clásico con pinta de chulo, y... lo vimos, Hewajima Shizuo, la bestia era su guardaespaldas, trabaja de eso. Nos sacaron hasta el último centavo por supuesto.
Fui requerido en Kanto después de eso, pero obviamente los estúpidos quisieron tomar venganza, enviando un comestible envenenado a nombre anónimo. Siete de mis compañeros terminaron en el hospital, con severas heridas, al principio pensamos que aquel monstruo lo había hecho, pero la bestia no tuvo nada que ver, por lo que supimos después la caja fue interceptada y... Manabu-kun.... el hombre que decidió intentar envenenar a la bestia terminó... asesinado... A puñaladas.
--- ¿Y?
--- ¿Eso no te da miedo? --le preguntó de verdad sorprendido. Este viejito quizá no fuera solo un viejito.
---- ¿Debería?--preguntó con toda calma. Quien había matado al delincuente a puñaladas podría ser cualquiera, incluso un ajutes de cuentas ¿no? Este niño era un ingenuo.
---Pues si, pero bueno, después eso pasa que una semana después Orihara nos contactó. Envió un fax, viejito, ¡un fax! ¿Como carajo consiguió el numero privado, eh? “Alejen sus garras de Shizu-chan” decía la nota. Así como lo escuchas, jamás en la vida podré olvidar la sensación. Y para colmo en la mañana cuando fuimos a la oficina central para abrir encontramos en la puerta una caja, como si fuera correspondencia, pero era obvio que no era correo ¿A que no adivinas? ¡Era la caja que le habíamos mandado a Shizuo, con el comestible envenenado! Ahí adentro estaban las uñas que le faltaban al cadáver, el cuchillo que habían usado para matarlo... incluso había puesto sangre nuestro compañero sobre el comestible.
---...............................--El eminente doctor se quedó sin palabras, toda una conducta psicópata pensaba, pero ¿Realmente podía fiarse de esta información?— ¿Shizu-chan?
---Ah, si, bueno Hewajima Shizuo, así fue como supimos que había sido el maldito de Orihara, el es el único que le llama siempre así. No se por que, es bastante estúpido y hasta puede dar risa, pero si se lo oyeras decir... hombre, te darían escalofríos. Te lo digo, viejito, ese Orihara es un enfermo, tiempo después supimos que no habíamos sido los únicos. Izaya ha matado a mucha gente, que ha intentado acabar con la bestia. Por ejemplo estan esos imbéciles que intentaron emboscar la casa de Shizuo con bombas molotov, según se Orihara les cortó el paso en la misma puerta, dicen que estaba ahí esperándolos, a saber como se enteraría que iban a atacar, eran siete contra uno, ¿Lo crees? El caso es que luego de dejarlos molidos les dijo que Matar a Shizuo era su privilegio y que Ikebukuro era también su territorio. ¿A que da miedo, verdad?
---Dijiste que lo mató con un cuchillo ¿Como sabes que fue el?
El delincuente se dio una sonora palmada en la frente.
--- ¡Se me olvida que eres extranjero!--dijo haciendo cara de idiota—Entonces nunca lo has visto ¿no? Pues que te digo, es que no puede explicarse, mira es como ver a los tigres pelear, saltan sobre los autos, Shizuo levanta cualquier cosa pesada y la lanza, luego empiezan a perseguirse. Yo creo que no les importaría si mataran a alguien mientras están peleando, dicen que una vez empezaron a pelear en medio de una transmisión en vivo. Orihara puede detener una señalización a toda velocidad usando una navaja nada más. Incluso ha logrado herir a Shizuo con ella muchas veces. Tiene una puntería que da miedo. Dicen que una vez cortó el tubo de un letrero arrojándole cuchillos, y dicen también que Shizuo puede partir esos mismos cuchillos con sus dientes. Uno de nuestros hombres, solo, no sería rival para Orihara. Además... bueno, ese maldito también tiene que ser una bestia para poder pelar con Shizuo el solo ¿No?
**************
El infame doctor Heichman, después de aquella extraña conversación en la que el tipo cometía errores gramaticales incluso hablando, decidió que tenía que verlo por sí mismo, tuvo la oportunidad de presenciar uno de aquellos encuentros durante sus muchas horas de negociaciones.
Había estado buscando la manera de negociar con Orihara Izaya, caminando a solas por las calles de la ciudad, puesto que había escuchado que el informante solía tomar paseos por la zona, únicamente por entretenimiento personal.
Entonces esuchó exclamaciones provenir de su izquiera y se giró a toda prisa para ver como a unos centímetros de su cabeza pasaba literalmente volando una señal de alto, acompañada de un rugido.
---IIIIIIIIIZAAAAAAAAAYYYYAAAAAA
Asombrado miró hacia el frente, la señalización se incrustó en la pared de un edificio. Una figura pequeña trepó usando la señalización como punto de apoyo para alcanzar una ventana y empezar a subir corriendo por la escalera de emergencia.
Enseguida empujando a la gente que protestaba empezó a correr un hombre que asombró a Heichman. No era un forzudo con la complexión de un oso. Era alto. Pero no parecía fuerte. Tenía el cabello teñido de rubio.
---¡LÁRGATE DE IKEBUKURO!
Heichman siguió el enfrentamiento por al menos dos minutos enteros. Frente a él, Shizuo había logrado impedir que su contrincante escapara acorralándolo, por un segundo el doctor pensó que era el fin del moreno, pero este saltó sin problemas otra vez a la calle, gruñendo casi guturalmente Shizuo arrancó de la barandilla de protección uno de los tubos y saltó con el hacia la calle, una vez en el suelo lo blandió unos momentos como midiendo su capacidad. Orihara por su parte había sacado una totalmente común navaja de muelle y le apuntó al otro.
Cuando regresó a la coorporación varias horas después. Estaba absolutamente sorprendido por quien era Orihara Izaya. Su agilidad era única. Realmente era un maestro en el noble arte del Parkour, aunque parecía una técnica híbrida mezclada con el freeruning, e incluso parecía contener movimientos básicos de artes marciales.
Pero su característica más sorprendente era que ante todo se destacaba realmente como un maestro estratega. Había hecho uso de la infraestructura de la ciudad a su favor para colocar a su oponente exactamente donde quería.
Y... por alguna extraña razón al poderoso Doctor Heichman, todo aquello le parecía... inquietante de algún modo, era demasiada casualidad... No pudo evitar sentir que aquella exhibición había sido provocada para que él lo presenciase... pero no como un despliegue de arrogancia como creía al principio... si no como una muy descarada advertencia.
Eso lo descolocaba. Jamás en todos sus años de trabajar entre pesonas realmente brillantes, siendo el mismo de gran intelecto, había encontrado alguien así. Un ser humano con una profunda psicopatía, sin embargo perfectamente en control.
Chocante, todo en ese chico era anormal. Sin embargo de un modo absurdo eso despertaba su interés científico vivamente como no lo había hecho en muchos años. Se propuso no solamente tenerlo bajo su control, si no estudiarlo.... su psiquis tenía que ser absurdamente interesante.
Al final luego de cientos de extenuantes horas de trabajo, y una férrea negociación por parte de Izaya los ejecutivos de la corporación decidieron complacerle por órdenes del doctor. Y llegaron a una especie de avance.
El objeto, la cabeza de una entidad conocida como Dullahan, se preservaría en el laboratorio de Nebula al cual Naime Yagiri e Izaya Orihara tendrían total acceso las 24 horas del dia cualquier día.
Podían tomar la cabeza en el momento que creyeran oportuno, pues jamás dejaría de pertenecerles y les pagarían una ingente suma de dinero cada día por el privilegio de poder examinarla a fondo.
Como era de esperarse, el sujeto llamado Izaya no estuvo del todo de acuerdo, tenía sus propias demandas. Sabía bastante más de lo que debería. Mucho más e intentó chantajear al personal.
Al final se reunieron, aquí mismo en su oficina particular, nadie ni siquiera su más altos ejecutivos habían tenido el privilegio. Había puesto a su disposición todo lo que un niño como el podía querer, lujo, poder, dinero, fama, mujeres, educación.
Estúpidamente por que el informante poseía ya todo eso. Su movimiento en falso, no causó sin embargo los estragos que esperaba.
Izaya, con todo descaro, comenzó a hablarle acerca de su ambición. Preservación indefinida de su existencia. Lentamente expuso lo que pensaba, con gran claridad, paseándose un poco por aquella oficina tan lujosa.
El doctor, sonrió complacido, después de todo su poder y su prestigio, Izaya Orihara era nada más que un niño, solitario y asustado de la muerte. Sintiéndose generoso como un hombre haría con su nieto favorito, decidió informarle sobre la expermimentación humana que realizaban ahora mismo sus mejores científicos.
Lo disfrazó muy bien. No habló en absoluto de la maquina del tiempo, tampoco de las lineas temporales, ni la estabilidad, o la relación Distopia-Utopia. Lo llamó Clonación. Con futura posibilidad de implantación de la propia mente actual en el contenedor biológico imperecedero que tendría sus características físicas.
Habían descubierto que en cierta línea temporal los seres humanos eran biológicamente estables, es decir jamás envejecían. Obsequiaría a Izaya con uno de aquello clones por la oportunidad de trabajar con la cabeza.
Pero el poderoso hombre mayor mentía. Quería la información genetica de Izaya para uso posterior. Quería que Izaya llevase al mundo exterior a uno de estos seres de una linea temporal distinta, para analizar no solamente si había alguna perturbación en la linea activa.
Si no la adaptabilidad misma a otro mundo.
Y quería la cabeza de la Dullahan, no solamente para experimentar con ella, quería la cabeza para traer de una linea de tiempo alternativa a la entidad entera de este material genetico, es decir una Dullahan completa traída de una linea de tiempo diferente. Conservaría la cabeza por supuesto cuando lograse encontrar la manera de deshacerse de Izaya.
Conservaría a su otro “yo” de quien podría obtener cientos de datos, de otra linea temporal, quizá para usarlo como espía, o técnico, o estretega. Su sonrisa no podía ser más amplia.
Izaya se mostró muy interesado en la propuesta. Y aceptó rapidamente. Por supuesto Izaya era el maestro de la mentira. Estaba interesado en la teoría de recrear su propia mente y prolongar su existencia y su juventud.
Pero también estaba interesado en los datos que podría obtener NEBULA de la cabeza, como por ejemplo su verdadera naturaleza y cualquier otro dato que pudiera revelar si su teoría acerca de las Valkyrias como ángeles tenía el fundamento correcto.
Quería también los datos de las investigaciones que llevaba a cabo la coorporación. Por tanto el “pase” que obtendría era especialmente beneficioso por que le aseguraba poder robar los datos con un mínimo de peligro. Datos que vendería a la policía y a la competencia de la coorporación. Todos los datos, de todas la investigaciones secretas. Conservaría una copia de todos los datos, quizá le fueran últiles.
Conocía ya los nexos de la coorporación con CERN y ya sabía que pretendían de alguna manera absurda clonar la cabeza de Celty ( y probablemente también el cuerpo), dejaría que lo intentaran, tenían la tecnología y el conocimiento, una vez realizada aquella investigación robaría los datos pertinentes, mientras tanto pretendía usar el mayor tiempo posible para idear una manera de romper el sistema de seguridad que protegía los equipos. Y la intranet.
Usaría la información para vendersela a la farmaceútica Yagiri cuado NEBULA dejase Japón. Conseguría hacerse con la información que hacía posible la clonación y cambiar los datos para que les fuera imposible reproducirlo.
Lo único que Izaya no conocía era el incidente STEINS GATE y no sabía que la clonación a ese grado era aún imposible, que lo que pretendían “crear” era en realidad extirpar de otra linea temporal su propia existencia, evitando perturbaciones en la línea con ayuda del único hombre que podía evitar un mundo distópico. Okabe Rintaro... Nadie podría estar seguro de las consecuencias que esto provocaría. Pero el ilustre doctor estaba dispuesto a intentarlo.
Se sonrieron como tiburones, cada uno escondiendo la propia mentira tras una máscara, jugadores expertos mintiendo para ganar y se dieron un fuerte apretón de manos. Aquella noche cenaron juntos como dos inversionistas que acaban de cerrar el trato de sus vidas en el lujoso restaurante de un hotel de cinco estrellas en el corazón de Tokyo.
Makise Kurisu y Yagiri Namie, mucho más interesadas en el conocimiento que esto podría significar para sus empresas, así como para ellas mismas, decidieron celebrar su asignación como colegas en una lujosa cena pedida al restaurante más cercano, ellas sin embargo comieron sobre los escritorios de la sala de investigación del laboratorio en el corazón de la fortaleza de NEBULA.
Un montón de voces urgentes que se apartaban de los contenedores hicieron al Doctor Heichman devolver la vista a la pantalla y mirar asombrado entre la molesta niebla de vapor que empañaba sin remedio los sensibles lentes de sus cámaras de alta definición.
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La pelirroja seguía tosiendo y sus asistentes se acercaron a ella para ver si se encontraba bien. Un poco temerosos miraban también a las dos figuras. Preguntándose exactamente lo mismo que la científica.
¿Estarían vivos de verdad?
Liberándose del agarre de sus asistentes con un tirón se puso de pie, tambaleando un poco, realmente estaba mareada por toda aquella exposición a los químicos y al gas...
--- ¡Estoy bien!--dijo bruscamente sin estarlo pero odiaba que la gente la tratara como una delicada princesa que obviamente no era, sin importar su aspecto era una inteligente científica y reconocía los riesgos de su trabajo-- ¡Encarguense de que, nuestro sujeto y sus “respaldos” sean tratados cuanto antes!
---Pero... --los asistentes dudaban, el estado de salud de la jefa era una prioridad para la coorporación.
---Ya escucharon, señores, muévanse—dijo Hashida, su rostro serio y su voz firme hicieron al equipo reaccionar, después de todo Itaru Hashida era con solo 21 años técnico en jefe de este experimento.
Al igual que Makise-sensei quien con 20 años era una joven genio y era la coordinadora del experimento. Todas las personas aquí, incluido Hashida estaban a sus órdenes.
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Zona C, Restringida a Civiles y Personal No Autorizado.
48 horas más tarde en la zona de internamiento de seguridad de la Zona C en el sótano del edificio de investigaciones.
Cubículo 7023
---Realmente eres... algo—decía Yagiri Namie.
Estaba sentada en una cómoda silla al lado de la camilla de Izaya, llevaba una nueva bata de laboratorio, limpia, sobre su ropa sobria, estaba irritada, preocupada, y enojada con lo estúpido que podía ser su “jefe”.
Llevaban trabajando juntos un largo, largo tiempo. En cierto modo, Namie había aprendido mucho de lo que Izaya era en este tiempo. Había aprendido a tolerar (mas o menos) su nauseabundo sentido del humor, incluso le había ayudado a llevar a cabo sus (aborrecibles) planes.
Había terminado por sentirse “una colega” más que una secretaria. No es que lo quisiera o algo, o menos aún que confiara en el, sería lo mismo que decir de un animal venenoso. Y peligroso.
No podía confiarse del todo en un animal así ¿Cierto? Menos aún quererlo. Pero siempre se podía aprender a vivir con algo así. Además no era como si lo hubieran planeado. Izaya no era una persona que agradeciese estar todo el tiempo rodeado de gente. Pero esto era en cierto modo muy conveniente para los dos. Habian aprendido a estar juntos.
Era más o menos como que Izaya se había acostumbrado a su presencia, incluso se comía ahora la comida que le obligaba a preparar, había entre los dos una comunicación más fluida, por que por muy maldito que fuera su jefe jamás criticaba el amor que ella sentía por su hermano, lanzaba comentarios llenos de veneno claro, pero ella ya distinguía esas bromas de las acusaciones de verdad. Del mismo modo en que ella había aprendido a entender hasta cierto grado, el amor que Izaya sentía por todos los seres humanos.
Por que por extraño que pareciese, Izaya de verdad amaba a la raza humana en su totalidad, no era solo una actuación, aunque había un millón de mentiras en lo que decía siempre, realmente lo pasaba mal tratando con Hewajima Shizuo, por que por supuesto el no era un humano común, y eso desconcertaba a Izaya que parecía que no podía decidir que instinto era más fuerte, si su amor o su odio. Era tan divertido de ver.
Namie pensaba que eran amigos, sin duda. Pero la clase amistad que tenían distaba mucho de ser normal. Era una amistad que podía parecer falsa, ya que ninguno de los dos confiaba realmente en el otro, pero no lo era, era una amistad anormal pero muy auténtica. Los dos eran brutalmente honestos el uno con el otro.
Y de ello se había forjado un lazo, una cierta clase de comprensión, muda comprensión de lo que verdaderament eran, inaceptables socialmente, los dos podían hablar de ello por horas, acusándose si, pero ¿Importaba? A ellos no.
—Ni siquiera se que se supone que tendría que decirte—le dijo al cabo de permanecer en silencio un buen rato.
Estaban en lo que habría parecido una habitación común de un hospital privado. Si se obviaba por supueso el complejo sistema al que Izaya se hayaba conectado. Y que no había ventana al exterior. Las paredes eran de un color gris industrial horrible, depresivo. Increíblemente Namie-san estaba pelando con gran habiliad y velocidad una manzana que habían traído para el moreno con un afilado bisturí. La cáscara iba haciendo espirales mientras era desprendida.
--Realmente... --empezó con difucultad Izaya por su parte esforzándose por sonreír con desprecio aún cuando tenía puesta la mascarilla de oxígeno— Que Namie-san haga esto para mi... ¿No es un poco repulsivo?
---Cállate—le espetó con una sonrisa cortando la fruta en trozos y disponiéndolos sobre el plato genérico de porcelana que habían traído—Come—dijo ensartando uno de los trozos con el bisturí, de un modo bastante sádico.
---¿Estás practicando por si Seiji-kun debe estar hospitalizado algún día?--dijo incorporándose y quitándose la mascarilla, intentó sentarse.
---Es realmente asombroso que no estés muerto—dijo ella poniéndole el trozo prácticamente sobre la nariz.
---Yaaah--dijo tratando de fastidiar—hoy estamos especialmente dulces, que aborrecible.
---Izaya... --dijo Namie, bastante seria, ignorando las tonterías de Izaya, mientras alejaba el bisturí de su boca, mirándolo masticar el trozo—Me alegro que estés bien.
---Descuida, Namie-san—dijo sonriendo y pasando la comida—no moriré antes que Shizu-chan.
---Estúpido--Bufó ella pero seguía sonriendo.
---Sabes que te amo—le dijo con una voz muy seria pero su sonrisa era aún más venenosa—Te amo tanto y del mismo modo en que amo a todos los seres humanos del mundo, excepto a Shizu-chan, eres igual de preciada para mi que cualquiera. Te amo y no te dejaría sola.
---Corta el rollo Izaya.
---Ahahahaha--rió divertido irritándola-- ¿Fallé?
---Completamente.
---Vaya que eres fría, Namie-san, hieres mis sentimientos.
---No creo que tengas alguno—le dijo con toda la sinceridad—Dices esto por que aunque me amaras solo a mi, yo vivo para amar a Seiji—dijo dulcemente—Del mismo modo en que vives tú para idolatrar a Shizuo-san—añadió mordaz.
---Iaaaaaa--exclamó con gesto de desagrado—Namie-san pero... ¿Que dices? Uaaah, que repugnante. Sabes que yo odio con todo el corazón a Shizu-chan, es una bestia, un protozooario, un irracional ser unicelular, ¿Exactamente que parte idolatro?
--- ¿No es obvio?--preguntó realmente asombrada—Justo ahora mismo hablas como una adolescente despechada. ¿Tanto lo odias por que dijo una vez que le caías mal? He perdido la cuenta de cuantas veces dices su nombre cada día. Siempre buscándolo, siempre provocándolo. Es... raro ¿No?
---Quizá es solo mi torcida forma de odiarlo—dijo volviendo a sonreír—Es Shizu-chan quien me demuestra su afecto como la bruta bestia que es. ¿No te das cuenta Namie-san? Así como yo amo a los seres humanos con toda el alma incluída tú, con todo mi ser, ellos deben amarme igual. Debe ser la parte de Shizu-chan que aún quiere ser humana... la que me ama tan intensamente—le dijo como si nada con una espantosa sonrisa en el rostro.
---Realmente me dan ganas de vomitar—dijo Namie, con el estómago revuelto de verdad.
---Descuida, Namie-san.... pronto extirparé esa parte de Shizu-chan, lo obligaré y el se convertirá por completo en un monstruo—dijo con una sádica sonrisa—Entonces, lo mataré de verdad, luego te amaré a ti, y a todos los demás para siempre jamás.
Namie abrió los labios para contestarle con el rostro descompuesto por el desagrado, cuando un ruido la hizo saltar en su silla.
¡BAM!
La puerta se había abierto de golpe y un manchón blanco había entrado como un tornado por ella, para lanzarse sobre la camilla.
--- ¡Izaya! ¡Izaya!--gritó una vocecita infantil al tiempo que lo abrazaba con gran fuerza.
El informante de los ojos marrones se sobresaltó cuando miró su propia cara devolverle la mirada. Este era su “respaldo de datos” y se miraban por primera vez.
Aunque había algunas cosas que no eran lo que esperaba. Su “respaldo” era idéntico a él en rasgos físicos, aunque parecía más joven, un niño incluso. Estaba vestido con un abrigo blanco. Y tenía los ojos de un vibrante y antinatural tono de rosa.
---Emh... Hola...--saludó Namie, un poco incómoda tratando de ayudar.
--- ¿Quién eres tú?--dijo rápidamente mirandola ahora a ella—Eres bonita...--le sonrió— ¿Eres mi madre?
Orihara Izaya y Yagiri Namie se quedaron mirándose totalmente en blanco por muchos segundos antes de que el moreno de los ojos marrones estallase en estruendosas carcajadas que le ocasionaron una fuerte tos, en consecuencia un horrible dolor. La castaña por su parte apartó el rostro, ofendida. Tener veintisiete años no significaba que debía ser madre. Menos aún la madre de alguien tan viejo como Izaya.
--- ¿Por qué te estás riendo?--preguntó acelerado sacudiendo a Izaya causándole dolor— ¿Quien es ella? Nee, Izaya, contéstame.
---Espera--dijo conteniendo otro ataque de tos con un gesto de dolor—por qué no me dices primero ¿Quién eres tú?
---Soy Psychedelic Dreams 01, Experimento de Clonación Humana 7023—dijo con una enorme sonrisa inocente y brillante muy orgulloso—Soy un respaldo de tu memoria genética ¿no es increíble? Un día si tu me quieres me convertiré realmente en ti. ¿No es bonito?
---....Está bien—dijo Izaya un poco descolocado. Escuchar a su voz decir todas aquellas cosas era...
--- ¿Eh? --preguntó el chico nervioso de pronto— ¿No estás satisfecho por que soy una desviación de origen, verdad?--sus enormes ojos de aquel brillante e innatural color se hicieron aún más brillantes—Lo, lo sabía... se que soy pequeño que tengo mucho que aprender y que... solo soy, un un... pero, pero... --realmente estaba a punto de llorar.
---Hey, todo esta bien, calma--dijo Namie envolviendo al chico con sus brazos—Izaya está bastante sorprendido—continuó mirando al chico fijamente—Pero eso no significa que no te quiera, aunque como es un idiota no sabe como demostrarlo.
De inmediato la actitud del chico cambió de modo radical, sus ojos volvieron a verse radiantes y su amplia sonrisa era luminosa como un sol.
--- ¿En serio?--le preguntó a Izaya este asintió pensando que la personalidad de su “respaldo” era catastróficamente opuesta a la suya ¿Tendría alguna clase de fallo interno? Hablaría en privado con los creadores y responsables--Es fántastico, pero ¿Quién eres?--le preguntó a Namie.
---Yagiri Namie...soy su...---empezó.
---Amiga—dijo Izaya interrumpiendola.
Los dos se miraron por un momento, comprendiendo los dos que habían dado un gran paso para tener una clase más normal de amistad, y que realmente no les importaba por que sabían realmente que esperar del otro, luego la mujer apartó la mirada
—Encantado de conocerte, Psyche, yo soy Orihara Izaya y esta es Namie, nuestra amiga.
--- ¿Psyche?--preguntó frunciendo el ceño, como si no comprendiera.
---No puedo llamarte Psychedelic Dreams 01, Experimento de clonación humana 7023 ¿Cierto? Es largo, cuadrado y aburrido.
--- ¿Tengo un nombre?--dijo como si realmente no se lo creyera—Wow, realmente me quieres—dijo saltándole otra vez encima— ¡muchas gracias!
---.... Psyche-kun... no creo... podrías lastimarlo...—dijo Namie pero sin hacer nada para evitarlo, era muy divertido ver a Izaya de este modo.
---Izaya-sama, ¿Me permite pasar?--preguntó una voz grave desde la puerta.
Namie, Psyche e Izaya miraron hacia la puerta en ese orden. Mientras que Psyche miraba al intruso con absoluta confianza, los otros dos lo miraban pálidos, como si hubieran visto algo pavoroso.
---Oh, Hola, Tsugaru—saludó Psyche meciéndose sobre el cuerpo de Izaya—Pasa, pasa—dijo alegremente como si fuera su casa y esto fuera una reunión o algo.
Pero ni Izaya ni Namie estaban prestandole atención al pequeño de blanco por que en la puerta se hallaba un chico que era la imagen viva de Hewajima Shizuo vestido con un kimono blanco y azul.
Tenía incluso el cabello rubio. Aunque no era posible que este estuviese teñido. Y tenía los ojos de un brillante color azul. De hecho si hubiera sido más alto, Izaya habría pensado que este era Shizu-chan en un disfraz.
---Nee, nee, Izaya, Tsugaru-san dice que también es tuyo...--le dijo sacudiéndolo— ¿Por qué no se parece a ti entonces? Nee, Izaya...
El chico se había quedado en la puerta, respetuosamente mirando a Izaya.
---Adelante, pasa—dijo también Namie había escuchado ya que dos “clones” habían sido creados por alguna clase de accidente... aunque esto... no tenía ningún sentido. No estaba preparada, en absoluto.
Pero ni aún así el chico se movio. Seguía mirando a Izaya con gran fijeza.
--- ¿Puedo pasar, Izaya-sama?--repitió.
Los ojos marrones seguían clavados en los azules. No podía creerlo. Por supuesto Izaya sabía que dos “respaldos” habían sido creados por una anomalía en la muestra genética... se lo habían dicho, en el momento en que lo trasladaron a este lugar y aunque no sabían si ambos sobrevivirían, y lo más probable era que uno de los dos fuera débil o incapaz de adaptarse, o al menos esa era la explicación que más o menos habían entendido minutos después cuando la japonesa con pinta de americana le había intentado explicar acerca de lo que había sucedido.
Pero... ¿Por que este “respaldo” se parecía entonces a Shizu-chan? En un segundo la expresión totalmente en blanco del informante se transformó lentamente en una extraña sonrisa. ¿Importaba? Claro que sí, su mente ya estaba trazando algunos planes. Por supuesto que quería esta copia, ya vería la manera de obtenerla. La robaría si era necesario, por ahora, Psyche parecía tener ya un poderoso vínculo con su persona.
A pesar de que era como el mismo en apariencia física la personalidad era totalmente discrepante, Psyche era un niño, bullicioso, curioso, un poco molesto... pero podía sentir la resonancia de su propio ser en esta criatura y no podía sentir odio o desagrado aunque estuviera matándolo o lastimándolo como hacía ahora.
¿Este otro, la copia de Shizu-chan sería diferente? ¿Sentiría también una resonancia de su ser al tenerlo cerca? De no ser así, quería hacer lo máximo posible para vincularse con él y hacer más facil que decidiera seguirlo, se parecía a Shizu-chan, pero... ¿Tendría su fuerza? ¿Su carácter? Ya quería saberlo todo de este “respaldo”
---Pasa--le dijo con una sonrisa cálida, nada propia de él, haciéndole un gesto para que entrara.
El chico era más alto que Psyche, pero no mucho más alto que Izaya. Quizá tendría la estatura que tenía Shizu-chan cuando iba en secundaria o algo, por que que el recordara, cuando se conocieron en la preparatoria la bestia ya era mucho más alto que él.
Avanzando con pasos muy serenos, se plantó al lado de la silla en la que Namie seguía sentada.
---Permiso--espetó a Namie claramente exigiendo la silla.
--- ¿Disculpa?--se indignó la mujer.
---Gracias por tu coolaboración—dijo con una voz plana, casi robótica—Yagiri Namie-san. Tu presencia no es necesaria. Cuidaré de Izaya-sama a partir de ahora.
---Uhhh, no, Tsugaru, no debes ser descortés porque...—terció Psyche todavía tendido sobre el cuerpo dolorido de Izaya—Esta es Namie-chan, ella es... ¡nuestra amiga!
---Es innecesario--insistió con el rostro inexpresivo—Izaya-sama es mi maestro, debo cuidarlo, protegerlo. No tengo registro de lo que es amistad—Izaya suspiró realmente sería denso enseñar algo a esta copia de Shizu-chan...
---Espera un momento—dijo Izaya tomando la manga del kimono y el chico se congeló en su sitio—Puedes decirme ¿Cuál es tu nombre?
---Carezco de nombre, maestro. Soy el experimento humano de clonación 7023-A, producto no deseado de una doble desviación de origen, causas desconocidas, en proceso de análisis, carezco por tanto de identidad alguna o propósito, maestro, he sido creado sin embargo para pertenecerte—lo dicho, en aquel laboratorio nadie tenia imaginación alguna y.... este chico era... más denso que una roca.
---Psyche-kun--intervino Namie llamando la atención al hiperactivo niño—antes lo has llamado de algún modo ¿Cierto?
---.... Oh, si... este...Tsugaru, ¿No es bonito? Es por Tsugaru Kaiko Fuyugeshiki—dijo alegremente Psyche sonriendo como un sol—esa vieja cancion de enka que tanto asocias con esta cara, Izaya. ¿Te acuerdas verdad?
La desagradable sonrisa de Namie se hizo aún más pronunciada. Esta información valía oro... así que... una canción que Izaya asociaba al rostro de Shizuo ¿Eh? ... Perfecto.
---No realmente, Psyche—dijo Izaya sonriéndole como el mentiroso profesional que era haciéndose el desentendido, tratando de evitar la incómoda sensación que sentía y antes de que el niño que tenía tendido en las rodillas siguiera exponiendo vergonzosos pensamientos suyos decidió seguir—Me gustaría mucho que te quedaras conmigo, si lo deseas claro, pero no puedo llamarte experimento 7023-A, no es apropiado, ¿Te gustaría tener un nombre? ¿Te molestaría si lo elijo?
---Sería un honor, Izaya-sama—dijo inclinándose.
Para Namie era realmente incómodo. El rostro y la voz de Shizuo, llamando a Izaya de aquel modo, con empalagosa devocion, mirar en aquellos ojos tanto cariño... era...
---Me gusta Tsugaru—concluyó Izaya, por que de verdad aquella bonita canción de enka le recordaba mucho a Shizuo, e imaginarlo cantando con esa voz profunda...-- ¿Te incomoda? ¿Preferirías otro?
---E-en absoluto, Izaya-sama... yo.... estoy...—un levísimo sonrojo se apareció en las mejillas de Tsugaru, parecía que estaba a punto de llorar también, tenía un propósito, Izaya, su maestro lo había aceptado—...honrado de que me quiera.
Y para Yagiri Namie, esto fue lo último que pudo soportar. Estalló en estruendosas carcajadas que sonaban antinaturales, por que ella jamás se reía, era muy seca con todos. Pero ahora mismo no podía dejar de reírse.