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Crooked por Tiopisitha

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Notas del capitulo:

Os pido una disculpa enorme por la demora, pero esque el final lo escribía y luego lo borraba y así como unas 5 veces x'D hasta que quedo algo relativamente decente ._. no me tireis piedras por favor.

Este es el final, pero queda un pequeño extra de BaeRi lemonoso, que en realidad era un capitulo que quedaba por ahí unos capitulos atrás xD pero que mejor no puse y decidí dejarlo como un extra, además de que lo he modificado un poco para seapaís que fue de ellos despues :I oh claro y también decidi poner un extra de GTOP :I pero primero el final lol 

 

“¿Cuanto tiempo he estado durmiendo?” El rubio comenzaba a espabilarse después de unos minutos, aunque aún no lograba recordar nada.

 

“Una semana.” Contestó Sunmi.

 

“¿Y puedo verla?” Preguntó Jiyong. “¿A la niña?”

 

“¿Esta seguro?” Replicó la enfermera. “No es bueno forzar las cosas, debería descansar.”

 

“Estaré bien, quiero verla.” Insistió el rubio.

 

***

 

Sunmi entró con la pequeña de la mano y miró tímidamente a Ji Yong, mientras este le miraba también, observandola cuidadosamente, sintiendo como una suave ola de recuerdos llegaba de vuelta a su mente.

 

“¿Dambi?” El rubio nombró a la niña y enseguida le sonrió.

 

“¡Papá!” La niña soltó a la enfermera y corrió hacía el chico que estaba en la cama, lanzándose encima para abrazarlo. “Pense que me habías olvidado.” Dambi hizo un pequeño puchero.

 

“¿Como podria olvidarte mi pequeña?” Dijo mientras la abrazaba también, pero entonces recordó que no estaban en ‘casa’ y miró a Sunmi. “Tenemos que irnos.” Decía mientras se ponía de pie, cargando a su hija.

 

“Pero aún no puede irse.” La enfermera le negó el paso.

 

“Ya recordé todo.” Dijo Jiyong. “No tiene que preocuparse, si ocurre algo más me las arreglaré.”

 

“Aún debe quedarse aquí por lo menos esta noche, para ver que todo este orden.” La chica hablaba calmadamente. “Ya que parece recordar, solo debe llenar unas hojas y mañana por la mañana el médico vendrá a darlo de alta dependiendo de su estado.” Explicó.

 

Jiyong frunció el ceño, no sabía donde estaba y su memoria aún parecía afectada por lo cual no quería arriesgarse. “Esta bien, pero mañana quiero irme a primera hora.”

 

Sunmi le sonrió con dulzura. “Esta bien, lo mejor es que guarde la calma.” Ella le tendió unos papeles. “Tiene que llenar esto.” Le dijo, recibiendo una mirada de confusión por parte del rubio. “El hospital necesita tener tanto sus registros como los de la niña.” Explicó la enfermera. “Aquí tiene una pluma.” Se la entregó y después de una leve inclinación salió de la habitación.

 

La pequeña tomó la pluma de las manos de su padre pero éste inmediatamente se la arrebato. “¡No Dambi!” Gritó, asustandola. “Lo siento..pero no debes tomar cosas..de aquí, podría ser peligroso.”

 

“Esta bien...”

 

Jiyong observó el objeto con cuidado, y por accidente retiró la tapa. “¿Una pluma?” Dijo el en voz alta. “Esto no tiene nada de pluma.” Frunció el ceño, pero entonces notó la punta que parecía manchada con algo negro, y observando mejor, se dió cuenta que dentro de pluma había más de aquella sustancia negra. “¿Tinta?” Dijo para si, entonces miró las hojas, la primera cosa por llenar era su nombre. Pegó la punta de la pluma en el papel y entonces comenzó a escribir, Jiyong estaba maravillado con aquello, tal vez no había magia en ese nuevo lugar, pero tenían cosas realmente curiosas. Aquello era mucho mejor que las plumas de ave y los aparatosos tinteros.

 

Comenzó a llenar aquellos papeles, improvisando un par de cosas, de las cuales no tenía idea que poner, pero el solo quería irse lo más pronto posible.

 

***

 

“Bien señor Kwon, al parecer todo esta en orden con usted y la pequeña.” Sonrió ella después de que el médico salió. “Aquí tiene sus pertenencias.” Dijo entregándole un par de objetos en una bolsa, que no parecían de mucho valor, es más parecía basura, solo era un frasco con algo gris dentro, como si de cenizas se trataran, pero entonces algo más se hizo notar, pero ¿porque no lo había visto antes? era un anillo, y no uno cualquiera.

 

“Seunghyun...” Susurró.

 

“¿Perdón?”

 

“Seunghyun.” Repitió mirando a la enfermera Sunmi. “El..el estaba conmigo, ¡¿donde esta?!” Le gritó.

 

“T-Tranquilícese, no se de que me habla.. no había nadie más aparte de usted y la niña.”

 

“No, no, Seunghyun estaba con nosotros, debe estar aquí también.” Le insistió.

 

“Papá...” Dambi apretó la mano de Jiyong.

 

El rubio miró a su hija entonces, no podía creer lo que estaba pasando. “Nos vamos.” Dijo mientras se levantaba de la cama y cargaba a Dambi.

 

***

 

“¿A donde vamos?” Preguntó la niña.

 

“No lo sé...” Suspiró Jiyong. “Buscaremos a Seunghyun...¿no tienes hambre verdad?”

 

“No...pero...el príncipe no está papá...”

 

“¿A qué te refieres?” Ji se detuvo y la bajó, había caminado hasta donde no había gente o siquiera rastro de ella.

 

“Yo...”Dambi estaba asustada.

 

“No voy a enojarme contigo, por favor, dime de qué hablas.” Jiyong sabía que Dambi estaba asustada por lo que trató de sonar calmado.

 

“Yo...cuando llegamos aquí...tu estabas dormido...traté de despertarte papá...príncipe Seunghyun no estaba...”

 

“No...” Ji llevó su mano hasta su boca. El sabía que esto podía pasar, después de todo el mayor no estaba consciente cuando atravesaron el portal. Sabía perfectamente que si no te concentrabas bien el portal podría llevarte a otro lado. “No...” Repitió dejándose caer de rodillas al suelo, respiró agitado, tratando de no colapsar. ¿Que se supone que iba a hacer ahora? no sabía donde estaba, no tenían un lugar donde vivir, ni comida, y ahora tampoco tenía a Seunghyun. Todo parecía perdido en esos momentos.

 

“Podemos buscar al príncipe si tu quieres papá...” Jiyong negó.

 

“Necesitamos buscar donde descansar primero.” Le sonrió.

 

***

 

Varios años habían pasado ya desde que llegaron a aquel nuevo lugar. La habían pasado mal, ahí no había ningún bosque encantado, hechizos o criaturas peligrosas, pero aquel lugar no necesitaba de eso para hacer temblar a Jiyong. Ahí tenían “wones” y más bien tenerlos no era lo que a Jiyong le asustaba, sino la ausencia de estos. No era nada nuevo para el que el oro y las monedas movieran grandes reinos, pero en esta ocasión el ya no era un poderoso mago solo era un simple mortal con una hija que cuidar. Pero entonces conoció a una señora, tal vez había sido el destino o simplemente muy buena suerte. Ella les había acogido a el y a Dambi en su hogar, era una señora ya muy mayor, vivía sola y al parecer nunca se había casado o tenido hijos, esta al parecer era dueña de una pequeña tienda de antigüedades, Jiyong estaba agradecido con la señora, pero no fue hasta que falleció que supo de la gran fortuna que tenía aquella mujer, quien había sido una diseñadora famosa.

 

Ella les había dejado a el y a Dambi todas sus posesiones, no podía creer lo que leía en aquel testamento. No podía negar que aquello le aliviaba, podría vivir cómodamente con Dambi el resto de su vida, pero no podía ser feliz, no si Seunghyun no estaba con el.

 

Una noche, mientras acomodaba algunas antigüedades antes de ir a dormir se percató de una vajilla muy familiar, era extraño, pero nunca la había visto ahí. Pero había algo que llamó aún más su atención en aquellas piezas familiares, una de las tazas tenía una fisura en la boquilla. Era exactamente igual a su vajilla y esa era la taza que Seunghyun había roto y dentro de esta había una piedra rojiza, era más bien parecida a un rubí.

 

“Un deseo...” Susurró Jiyong mientras la tomaba, pensó en algo pero enseguida negó, recordando que ahí no había magia y era imposible que aquello fuera un deseo. “Que tontería.” Dijo frustrado dejando la piedra en la taza y frotando su cara con estrés antes de cerrar la tienda e ir a dormir, no sin antes darle una mirada a Dambi en su habitación.

 

***

 

Sus ojos se abrieron lentamente y dio un rápido parpadeo, para luego abrir los ojos lo más que pudo. No creía lo que estaba viendo, delante de el o más bien a su lado estaba Seunghyun durmiendo, justo con las ropas que traía la última vez que lo vio. ¿estaba soñando? es decir, aquello parecía magia, pero en ese lugar se supone que no existía.

 

“¿S-Seunghyun?” Ji acercó su mano temblorosa al cuerpo que tenía frente a sus narices, temeroso de que solo fuese una ilusión de su mente y que cuando lo tocara desapareciera, pero era real, podía sentir el calor del príncipe. “Seunghyun.” Le volvió a llamar pero este no respondía, incluso ante las ligeras sacudidas. Entonces recordó que el corazón del mayor estaba hechizado antes de llegar a Seúl y enseguida corrió a llamar una ambulancia.

 

***



Dambi dormía sobre el regazo de Jiyong mientras este miraba a Seunghyun en la camilla, habían tenido que operarlo y ahora solo quedaba esperar a que despertara, el rubio tenía esperando ahí sentado varios días, aunque claro, había tenido que salir a comprar comida para la menor en varias ocasiones. Comenzaba a preocuparle el hecho de que el pelinegro no despertara, y ya no sabía que era peor, tenerlo ahí o no.

 

“¿Papá puedo ir a la máquina por un chocolate?” Preguntó Dambi cuando despertó y Jiyong le dió varias monedas para que fuera.

 

“No te demores ¿esta bien?” Le advirtió y la niña asintió.

 

El rubio sujetaba la mano de Seunghyun y la acariciaba con la yema del dedo pulgar, mirándola mientras soltaba un suspiro. Cuando sintió como su mano era apretada, su mirada inmediatamente se dirigió al rostro del pelinegro. Estaba comenzando a despertar, y cuando lo hizo lo primero que hizo Jiyong fue abrazarlo, con cuidado por supuesto ya que aún recordaba la herida del príncipe.

 

“¿Ji?” Dijo con voz suave el mayor. “¿Donde estamos?”

 

Jiyong se separó de él. “Eso no importa.” Le contestó. “¿Donde estuviste tú?” Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas del rubio.

 

“Yo...estaba contigo.”

 

“¿Qué?” Jiyong no entendía aquello.

 

“Lo último que recuerdo es que..dijiste que habías recuperado mi corazón.” Le explicó. “¿Por qué lloras?”

 

“Por nada..” Le sonrió, pensando en que no debía contarle lo que había pasado. “Solo me alegra estar contigo.”

 

“A mi también me alegra.” Le sonrió de vuelta Seung. “¿Y Dambi?”Preguntó

 

“Fue a comprar un chocolate.”


Hace un tiempo jamás habría creído en eso de los finales felices, o al menos pensaba que jamás le pasaría a alguien como el, pero ahora estaba seguro de que si había un final para el ese seguro sería un final feliz.

Notas finales:

Y sí, soy un asco escribiendo finales x'D lo sé, lo sé, pero juro que borre y edite cosas DX y primero había matado a Seung y luego traté de matar a Dambi pero no me gusta la idea de matar niños :c  pero pues por mayoría de votos querían un final feliz así que vale, se supone que esta basado en cuentos de hadas..so..un final feliz quedá bien con la historia, pero soy mala escribiendo finales felices y no sabia como hacer para que quedaran con bien hasta que terminó así(?)

espero os gustara~~ en un par de días andaré subiendo un oneshot que me pidieron por ask~~ asi que anden pendientes también la proxima semana subiré el primer extra del BaeRi C: 

Y pues nada, espero vuestros reviews~

-arroja polvo de hadas y desaparece-


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