Jiyong miraba al príncipe que parecía sumido en sus pensamientos, sentado mientras observaba por la ventana. Ya había anochecido y Seunghyun aún no le decía nada, poniendo de nervios al rubio que no sabía que hacer para arreglar la situación.
“Tengo hambre.” Dijo Jiyong sentándose a lado del príncipe. “¿Seung?”
“¿Quieres que haga algo?” Preguntó. “¿Sigo siendo tu sirviente?”
El rubio soltó un suspiro y tomó las manos del príncipe. “Lamento el haberte dicho esas cosas, pero estas presionandome...y esto es nuevo para mi.” Le explicó.
“¿Presionandote?” Repitió Seunghyun . “¿Como?”
“¿Es broma?” Enarco una ceja mientras soltaba las manos del príncipe. “¡Con todo eso del amor!”
“¿Porque te presiono?” Le dijo el mayor. “Tu me amas y yo te amo.”
“¡No! ¡Claro que no!” Le gritó. “¡No te amo!” Decía exasperado. “No puedes amar a alguien tan rápido, entiendelo.” Exclamó mientras se levantaba. “Ahora haz algo de comer, que quede claro que sigues a mis servicios.”
“¡¿Por que no solo puedes admitir que nos amamos?!” Le gritó Seunghyun parándose también. “¡¿De verdad crees que nadie puede enamorarse de ti?!” Dijo mirándole enojado.
“¡No me hables así!” Le replicó. “Te recuero que si no recupero mi magia la enfermedad de tu reino volverá, y no quieres eso, ¿verdad?”
Seunghyun le miró sorprendido al recordar aquel pequeño detalle. Y entonces miró al rubio enfadado, tomo uno de los faroles de mano para después simplemente salir de la cabaña dando un portazo.
“¡Seung Hyun! ¿a donde crees que vas?!” Gritó Ji Yong. “¡Es peligroso!” Pero el príncipe solo lo ignoró y siguio caminando por el bosque. “Mierda..Seung...” Pero el menor era demasiado orgulloso para seguirlo.
***
Ya habían pasado más de tres horas, el príncipe aún no regresaba y Ji ya estaba por demás preocupado. “Joder..¿dónde estará ese idiota?..” Se decía a si mismo mientras daba vueltas en la cabaña. “mierda, ¿y si se perdió?” Comenzó a pensar. “Nunca ha salido de su reino..mierda, mierda, mierda.” Maldecía realmente preocupado y estresado.
Tomo su bolso y un farol de mano para después salir de la cabaña en busca del príncipe, camino por el pequeño sendero que había desde la cabaña pero no había señales de Seunghyun. “Idiota...¿donde te metiste?” Suspiro mientras se preocupaba cada vez más. Entonces escuchó aullar a un lobo y luego otro, el sabía lo que significaba, el ya había estado en ese bosque antes, corrió hacía donde se escuchaban los aullidos y entonces logró ver al príncipe , estaba rodeado por una manada de lobos, y el mayor blandía su espada torpemente, para su suerte no era más que eso, una simple manada de lobos por lo que Jiyong tomo un poco de polvo morado de su bolso, lo regó por sus manos, y luego estiro su brazo firmemente, extendiendo la palmade su mano, alzando a la manada de lobos, para después lanzarlos lejos con un simple movimiento de brazo.
“¿Estás bien?” Preguntó el menor preocupado.
“Estoy bien, no necesitaba tu ayuda.” Le contestó el príncipe.
“Por dios, no seas orgulloso.” Dijo enojado el rubio.
“No, tu no seas orgulloso, acepta que me amas.” Le reclamó.
“¡No sigas con esa tontería!” Ji estaba por demás enojado. “Vamos a la cabaña, tenemos que dormir.”
“No.” Le respondió simple Seunghyun.
“Eres un idiota ¿verdad?” Dijo con el ceño fruncido. “Esos lobos pudieron matarte, es muy tarde, y mañana nos espera una larga caminata, vámonos a la cabaña.” Repitió.
“No.” Volvió a responder el príncipe, haciendo enfurecer al menor.
“¿Que dijiste?” Escupió entre dientes mientras se acercaba al mayor para mirarlo directo a esos ojos oscuros y penetrantes que tenía el guapo príncipe.
“No, dije.” Sonrió Seunghyun. “No iré hasta que digas que me amas, o al menos digas que me necesitas.”
“No diré ninguna de las dos, vámonos o te quedarás aquí y ya no volveré a buscarte, dices que eres un príncipe pero parecías más una princesa en apuros hace unos momentos.” Gruñó Ji Yong. “Así que vámonos.” Repitió mientras le tomaba de la muñeca y trataba de jalarlo. “Seunghyun, o vienes por la buena o por la mala.” Le dijo con el ceño fruncido. “Aún tengo polvos suficientes para usar contigo.” Lo amenazó, pero antes de que pudiera alzar su delgado brazo, el príncipe se adelantó y le tomó de las muñecas, alzando ambos brazos del menor sobre su cabeza y pegandolo contra un árbol.
“¿Q-Qué haces?” Forcejeo el rubio.
“¿Tu que crees?” Respondió Seung Hyun. “Haré que digas que me necesitas.”
“Ni se te ocurra Seung Hyun, sueltame.” Dijo con tono serio, mirándolo desafiante a pesar de estar maniatado.
“Obligame.” Sonrió el príncipe.
El mayor sostuvo con una mano ambos brazos de Ji Yong y con la otra mano comenzó a frotar el miembro aún cubierto. Seunghyun acariciaba lentamente la virilidad del rubio, mientras este se retorcía y soltaba pequeños suspiros por las caricias brindadas.
“S-Suéltame...” Jadeó sintiendo la mano del príncipe dentro de su pantalón. “A-Ah..” Seunghyun movía su mano, acariciando la polla de Ji Yong. “Tienes que..ahh..estar de coña...dejame...” Decía tratando de zafarse , pero era inútil y su cuerpo comenzaba a ceder ante las caricias tan placenteras que le proporcionaba el mayor.
Seung comenzó a masturbarlo en seco, acariciando desde la base hasta la punta con movimientos rápidos. “Joder...ah..mmh...” El menor sentía que las piernas le temblaban debido a la excitación y pensaba que si no fuera porque el príncipe lo sostenía de las muñecas ya hubiera colapsado.
“¿No te gusta?” Preguntó el más grande mientras seguia moviendo su mano. “¿Quieres que me detenga?” Ji Yong negó con la cabeza. Entonces el príncipe le solto las muñecas y este inmediatamente se abrazo de su cuello.
El rubio pego sus labios a los del príncipe, dando comienzo a un beso apasionado mientras el mayor lo seguía tocando. Pero hubo un momento, cuando Ji Yong sentía que estaba a punto de explotar, en que Seung Hyun se detuvo.
“¿Q-Qué pasa?” Preguntó frustrado.
“Nada, solo creo que es mejor volver a la cabaña a dormir.” Le dijo soltando el agarre del menor y alejandose, dandose la vuelta.
“¡¿Qué dices?!” Gritó molestó el menor. “No puedes dejarme así.”
“Pero eras tu quien quería volver a la cabaña, además no me necesitas, puedes arreglartelas tu solito.” Le sonrió.
“Eres un...argh...” El menor gruñía enojado y frustrado. “Te necesito...” Susurró.Entonces el príncipe volteo a mirarle.
“¿Que dijiste?” Pregunto divertido el mayor.
“Me oíste perfectamente.” Resopló.
“No, no lo hice, repite por favor lo que dijiste.” Sonrió el de cabello negro.
“Tsk.” Resopló. “Te necesito.” Dijo no muy alto, pero era más que un susurro.
“No te entiendo Jiyongie, pensé que no me necesitabas.”
“Joder, ¿que quieres? ¡¿Que te ruegue?!” Gritó el rubio, su miembro dolía debido a la erección y realmente quería que Seunghyun dejara de jugar y de hacerse del rogar.
“Tal vez.” Sonrió. “¿Que tanto me necesitas?”
Jiyong frunció el ceño ante la respuesta del príncipe, realmente no se sentía en sus cinco sentidos exactamente como para poder pensar apropiadamente. Se sentía caliente, irritado, frustrado, necesitado, y primordialmente, adolorido en su entrepierna. Su orgullo realmente le importaba poco en ese momento y si el mayor quería que le rogara, lo haría.