“Hey tú, ¿ya limpiaste?” Preguntó G-Dragon al ver al príncipe sentado leyendo tranquilamente.
“Ya.” Dijo sin quitar la vista de su libro.
“Oye, no me ignores.” Se quejó.
“No te ignoro, solo estoy leyendo.” Dijo alzando la mirada. “¿Qué pasa?”
G-Dragon frunció el ceño. “¿Qué tanto le ves a esos libros?” Preguntó. “¿No eres un príncipe? Deberías ser más..”
“¿Más qué?” Preguntó Seunghyun.
“¡No lo sé! más como un príncipe.” Decía de mal humor el rubio. “¿Qué clase de príncipe eres tú?” Se quejó. “No has tratado de huir, te tengo aquí limpiando este enorme lugar y tú estas muy tranquilo leyendo.”
“Bueno, un trato es un trato, si me escapo seguramente harás que mi reino vuelva enfermar.” Se explicó. “Además hay pocas probabilidades de que pueda escapar, no puedo matarte. Tú mismo me lo dijiste.” G-Dragon lo miró sorprendido por el análisis.
“Pues sí..eres muy listo..pensé que los príncipes sólo iban por ahí queriendo luchar estúpidamente.”
Seunghyun se encogió de hombros. “Tal vez no sea un príncipe de verdad.” Suspiró.
“¿Qué dices?” Enarco una ceja el mago. “Eres un principe, tu sangre real se huele a kilómetros de aquí, no digas tonterías.”
“Pero nunca he peleado con nada ni nadie..” Decía desanimado.
“Que nunca pelearas no significa que no seas un principe.” Le dijo G-Dragon. “Solo que no eres tan tonto como para hacer esa clase de estupideces.” Se encogió de hombros. “No entiendo por qué están dispuestos a dar su vida a cambio de gente que al final de cuentas nis les agradece realmente.”
“Pero ese es deber de un príncipe..” Dijo Seunghyun. “Además ¿nunca has tenido ninguna aventura como mago?”
“No por gusto.” Se quejó. “Créeme, estas mejor sin estas tontas aventuras como tú las llamas.” Le dijo mientras se daba la vuelta para irse.
“O-Oye.” Le llamó Seung.
“¿Ahora qué?” Dijo de malas GD.
“¿Cómo te llamas?” Preguntó el príncipe.
“G-Dragon.” Enarco una ceja al escuchar la pregunta tonta del pelinegro.
“Me refiero a tu nombre real.” Se explicó. “No creo que G-Dragon sea tu nombre real.”
El mago le miró unos momentos realmente sin comprender la curiosidad del príncipe, en realidad nadie había preguntado nunca su nombre real, así que no sabía por qué Seunghyun lo preguntaba.
“Ji Yong.” Aclaró antes de irse.
***
Seunghyun se encontraba limpiando la estantería, Ji Yong realmente coleccionaba un montón de cosas, pero su colección de vajilla en la estantería realmente parecía muy antigua, era muy hermosa y el príncipe no pudo evitar observar con cuidado la taza de té.
“¿Qué dije de tocar mis cosas?” La voz había asustado al príncipe y soltó la taza, cayendo al suelo y haciéndose una fisura pequeña en la boquilla.
“L-Lo siento, lo limpiaré. Realmente lo siento, solo quería verla un poco y..”
“Suficiente.” Dijo G-Dragon. “Es solo una taza, no es nada grave, solo limpia, ¿de acuerdo?”
“Eso haré.” Asintió el más alto
“Está bien, puedes hacerlo luego. Tengo que mostrarte algo.” Dijo Jiyong mientras caminaba. “¿Qué haces? Sígueme.” Decía molesto. Entonces Seunghyun camino rápidamente hasta él.
“E-Es enorme.” Susurró.
“¿Te gusta?” Jiyong le miró.
“Es fantástico. Ni siquiera en mi palacio había tantos libros, ¿lo hiciste por mi?” Dijo sonriendo Seunghyun.
“¿Estás loco? Pff, quiero que limpies también aquí, pero me imagine que al menos si querías husmear algo sean estos libros.” Le dijo de malas el más bajo.
“Gracias de todos modos Jiyongie.” Sonrió.
“N-No me digas así, no somos amigos o algo parecido, eres mi sirviente y ya.” Decía un sonrojado rubio. “Ahora limpia.” Gruñó mientras se iba rápidamente de ahí.
***
“Ji..” El príncipe tocó el hombro de G-Dragon mientras este tejía hilo de oro en su rueca. “Ya serví la comida.” Jiyong volteó el rostro observando la sonrisa permanente del joven más alto que él.
“Ya voy.” Le contestó. Realmente comenzaba a disfrutar de la compañía del príncipe. Realmente debió hacer esta clase de trato antes. Jiyong se sentó en la silla principal del comedor y Seunghyun al otro extremo.
“¿Ji Yong?” Preguntó el príncipe.
“¿Qué?” Replicó mientras masticaba su comida de mala manera.
“Se que no me incumbe pero...¿qué haces aquí tú solo?” Preguntó. “Es decir...¿no tienes familia?” Preguntaba curioso Seunghyun.
G-Dragon le miró unos instantes mientras tragaba el bocado de comida. Lo observó unos instantes, no sabía porqué el príncipe era tan curioso hacía su persona, no entendía si jugaba con él o realmente le interesaba saber de su vida.
“Yo...” Jiyong tanteó un poco el terreno. “¿Por qué estas tan curioso?” Preguntó mientras miraba fijamente a los orbes negros de Seunghyun.
“Bueno, estoy viviendo contigo ahora y probablemente sea así por el resto de mi vida así que al menos quiero saber un poco de con quién viviré.” Le dijo el príncipe con una sonrisa.
“Oh..” Jiyong realmente no entendía por qué aquel chico se comportaba así. Es decir, que fuera un príncipe no significa que debiera ser ‘encantador’ con él también. “¿Te parece si hacemos otro trato?” Sonrió de aquella manera tan peculiar que tenía de sonreír pero que de alguna manera era diferente cuando se la dirigía a Seunghyun.
“¿Otro trato?” El príncipe lo miró dudativo. “¿Qué clase de trato?”
“Quieres saber de mí, ¿no?” Dijo G-Dragon. “Mira, necesito que vayas de vuelta al reino y me traigas una espada, que para tu suerte, tiene tu padre.” Le explicó mientras le daba un pergamino con el dibujo de la espada. “Cuando vuelvas, y me traigas ese objeto te contaré de mi todo lo que desees.”
“Me..¿dejaras volver a casa?” El príncipe parecía confundido.
“Para nada, ahora eres mío ¿recuerdas nuestro otro trato?” Le dijo el rubio mirándole con seriedad. “Solo te estoy enviando en una pequeña misión, que incluso un príncipe de tu clase sin aventuras puede hacer.”
“Si no vuelvo...¿regresarás la enfermedad al reino verdad?” Susurró Seunghyun.
“No haré nada, esperaré todo el tiempo necesario que te lleve traerme esa espada.” Dijo dándose la vuelta. “Buena suerte.” Le dijo haciendo ademán de que se fuera.
***
Seunghyun caminaba de regreso al reino, estaba feliz de poder volver a su castillo, con su padre y con la gente del reino. Cuando llegó a la entrada del pequeño reino, rápidamente los guardias le reconocieron y le escoltaron hasta el castillo, donde rápidamente le dieron una cálida bienvenida, y su padre de inmediato le abrazó.
“Hijo, qué bueno que estés bien.” Dijo el rey. “¿Cómo lograste escapar?”
“Yo no escapé padre.” Le dijo Seunghyun.
“¿Entonces?” Su papá parecía confundido.
“Él..me dejo ir.” Explicó a su padre mientras recordaba aquel ‘trato’ que había hecho con el rubio. Su padre suspiró aliviado.
“Aún queda algo de ese pobre chico por lo que veo..”
“¿Pobre chico?” Preguntó Seunghyun. “¿A qué te refieres?”
“Oh..bueno hijo. Él antes era un jovencito normal, es creo que incluso más chico que tú, a él le cayó una especie de maldición, por eso fue exiliado del reino, a la gente le ponía muy tensa verle.” Suspiró. “Era solo chiquillo...pero su maldición no le permite convivir con la gente, así pues es mejor donde está.”
“Entonces él...¿no era así desde el principio?”
“Por supuesto que no.” Negó su padre. “Pero no hablemos de él, estoy feliz de que volvieras,tenemos que hacer una fiesta para celebrar tu regreso, estoy seguro de que Suzy se pondrá contenta de tu regreso, ahora podrán casarse.”
“Uhm..” Por alguna razón Seunghyun ya no estaba tan contento de volver a casa. “¿Padre?” Le llamó.
“¿Sí?” Replicó el rey. “¿Qué pasa hijo?”
“De casualidad...¿Tienes esta espada?” Dijo mostrándole el pergamino que le había dado Jiyong.
“¿Esa baratija?” Preguntó su padre. “Si, debe estar por ahí en mi cofre.” Dijo como si nada. “Me la dieron después de pelear con un dragón hace mucho tiempo.”
“Puedo..¿tenerla?” Le preguntó Seunghyun.
“Si, claro, ¿por qué no?” Dijo su padre mientras sacaba la espada de un cofre y se la daba.
“¿Qué harás con ella?” Preguntó curioso su padre.
“Nada..solo..la quería.” Sonrió Seunghyun. “Creo que..voy a retirarme por esta noche padre, estoy muy cansado.” Le dijo el príncipe.
“Te entiendo hijo, debiste pasarla muy mal, descansa y retoma energías que mañana tendremos tu celebración de regreso y anunciaras tu matrimonio con Suzy.”
“Sí...descansa tu también padre.” Dijo mientras se inclinaba un poco ante el y se retiraba.
Seunghyun esperó a que fuese más noche, y entonces tomó la espada para escapar por la ventana, recordaba cuando era niño y se escapaba para ir a jugar con los niños del pueblo, claro, hasta que un día su padre se dio cuenta y mandó a poner barrotes en la ventana de su hijo, con el tiempo Seung había aprendido a estar solo, lo único que tenía eran sus preciados libros de aventuras. Y cuando creció su padre quitó los barrotes de su ventana.