Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I'm back. por GZB

[Reviews - 89]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

G-TOP

G-Ri

Bae-Ri

JongKey

 

Notas del capitulo:

Esta es una embarradita de la historia. Como un epíligo o una introducción.

Espero les guste.

 JI-YONG

El nerviosismo se apoderó de él apenas puso un pie dentro de la escuela. Era lógico, se había ausentado por un largo tiempo; había estudiado tres años en ésta escuela, sin embargo se mudó por un tiempo, poco más de un año y las cosas ya no eran exactamente iguales.
Se sentía fuera de lugar, sus ojos divagaban por todo el lugar. No quería toparse con él, aún no.

Caminó al lado de una cancha pequeña de baseball y del auditorio, llegó al edificio donde su nuevo salón de clases lo esperaba.

De pronto un pensamiento lo asaltó. ¿Y si estaban en el mismo salón? Era posible. La escuela era grande, pero la mayoría de los alumnos estaban ya en la universidad, el edificio del instituto era pequeño comparado con los de las carreras; habría unos tres grupos diferentes por semestre. Tres grupos eran muy pocos para su gusto.

Se sobresaltó al darse cuenta de que acababa de pasar de largo su edificio. Sus pies, que conocían el camino a la perfección, retomaron viejos hábitos y lo llevaron hasta el aula en la que tiempo atrás había estudiado. Una sonrisa nostálgica se dibujo en su rostro.
¡Las personas que estaban en ése edificio ahora le parecían tan jóvenes! ¡Vaya tontería! Sólo eran unos años menores que él.
Tal vez era el uniforme rojo y negro que se usaba en el colegio.

Los chicos le miraban extrañados, preguntándose si era algún profesor nuevo, de otra manera no había explicación alguna para que una persona sin uniforme estuviese rondado ese edificio. Seguramente no lo era, lucía muy joven. ¿Qué rayos hacía él aquí?

La misma pregunta se hizo él y dio media vuelta, dispuesto a irse por donde había llegado, pero al dar la vuelta interrumpió el flujo de personas y se estampó contra algo gris, suave, blando y que desprendía una fuerte y familiar loción.

-¡Válgame! ¡Qué milagro! ¡Tanto tiempo sin verte, muchacho!- Dijo un hombre alto, cano y un poco regordete. Su cabello estaba peinado hacia atrás con gel, no tenía barba pero sí un enorme bigote, sus zapatos estaban gastados pero pulidos, como siempre, llevaba un traje y al centro de su pecho, rompiendo la monotonía había una corbata muy colorida con un estampado de  football.
En su tiempo en ésta escuela había conocido a otros profesores que se peinaban con el cabello hacia atrás o que tenían bigotes enormes, pero sólo uno llevaría ésa clase de corbata tan llamativa. Era su ex profesor de música.

-¡Qué gusto verte por aquí! Vaya que has cambiado. Estás más alto. ¡Mira, casi llegas a mi hombro!- Una estruendosa carcajada llamó aún más la atención de los estudiantes; algunos, los que estaban en su último año, al percatarse de la atención que estaba recibiendo por parte del profesor, le reconocieron y comenzaron a cotillear.
-Buenos días, profesor ¿Cómo ha estado?- El chico sonrió nervioso pero alegre de ver una cara conocida. Si bien el hombre era un poco escandaloso, siempre fue su maestro favorito y, al menos en su clase, aunque le diese pena admitirlo, él sabía que era su alumno favorito.
-¡Fantástico! Te daré la respuesta que últimamente le doy a todo el que me hace preguntas como ésa: estoy por retirarme. ¡Estoy por retirarme!- gritó alzando los brazos al aire, flautín y portafolios en mano. Una chica logró esquivar por poco éste último.
-Me alegro mucho.
-Bueno, ¿qué te trae por aquí? Creí que te habías mudado.
-He vuelto. Transfirieron a mi padre de regreso.
-Espléndido. Ahora te veré más a menudo. Me voy, tengo una clase esperándome. Hablaremos pronto, quisiera saber qué ha pasado con ÉSE asunto que dejaste pendiente en ésta escuela.- dijo apuntando con su barbilla hacia el edificio en el que debería estar en éstos momentos y guiñando un ojo. Ji se sonrojó un poco, quienes habían empezado a platicar sobre él abrieron los ojos como platos y cuchichearon con más esmero mientras el profesor caminaba hacia algún aula y Ji-Yong trotaba hacia el edificio, se le estaba haciendo tarde.

 

SEUNG-RI

Otro semestre empezaba. Todos platicaban sobre las vacaciones animadamente. Yong-Bae intentaba llamar la atención de Seung-Ri, su verdadero nombre era Seung-Hyun, pero todo mundo lo llamaba por su nombre de pila.

La mano de Yong-Bae, (o Taeyang, su apodo, para fines prácticos) se estampó con delicadeza en la mejilla de Seung-Ri.

-Seung-Ri-ah~, ¿por qué tan pensativo?

Ri fulminó a Taeyang con la mirada. Odiaba que lo golpearan en la cara, así fuera una broma o no.

-Déjame, no quiero hablar ahora.

Taeyang levantó las cejas, sorprendido y se marchó. Hacía tiempo no se veían y Ri lo trataba así.

Ri siguió divagando, recordó los rumores sobre Ji ¿serían ciertos? ¿Regresaría? Una media sonrisa cruzó su rostro mientras recordaba al joven iluso con el que tuvo una relación hacía tiempo. No iba a mentir, al principio Ji le había parecido muy atractivo, siempre había sido muy reservado y callado, pero tenía un aire de liderazgo. Su presencia era fuerte y eso le gustaba a Ri.

Poco a poco empezó a acercarse a Ji e hizo todo lo posible por que éste se enamorara de él y lo logró. Si bien él no quería nada serio, Ji parecía interpretar lo opuesto. Contrario a su imagen de play-boy, Ji resultó ser un total caballero que se preocupaba de más por Ri, así que resultó herido cuando se enteró de que él no era el único que se metía con Ri bajo las sábanas y no precisamente para dormir. Ji fingió no saberlo por un tiempo y puso su mayor esfuerzo en “recuperar” a Seung-Ri. Obviamente, no sirvió de nada y al final ni siquiera fue Ji quien terminó la relación. Un día Ri salió de casa y vio un ramo de flores en su pórtico con una nota de Ji que decía “Te Amo”, entonces decidió que era suficiente. Si seguía con esto tal vez llegarían a un punto en el que le presentaría a “los otros” a Ji y éste se haría el desentendido. Así que fue y como si nada le dijo a Ji que estaba harto. Ji parecía triste, pero, sobreviviría. Eso pensaba Ri.

Entonces se le ocurrió una idea ¿y si jugaba un poco más con él? Era posible que en éste tiempo Ji hubiera madurado y por fin se diese cuenta de que no debía tomarse las cosas tan en serio.

Seung-Ri volvió a sonreír. Si Ji se mostraba cooperativo, todo podía pasar. Nunca nadie se había lastimado por jugar un poco.

Con estos pensamientos, se levantó y se dirigió a la puerta. Iría a saludar a sus amigos.

JI-JONG

Ji llegó al aula indicada en los papeles de orientación que le dieron. Había gente platicando fuera del salón, pero no conocía a nadie. Tomó aire y entró. Aún no había ninguna cara conocida. Se sentó en el primer lugar libre que encontró. Respiró profundamente, aliviado.

¿Qué se suponía que debía hacer cuando le viera? Porque claro que le iba a ver, tarde o temprano pasaría. Se quedó mirando al suelo mientras jugaba con un bolígrafo.

Seung-Ri era una de esas personas a las que les gustaba ser el centro de atención. Sin embargo, durante el colegio, Ji nunca se paró a verlo dos veces. Le parecía que era un niño mimado y no quería tener nada que ver con él. Hasta que el menor le dirigió la palabra. Parecía que, después de todo, Ri no era mala compañía.

Ji no pudo evitar sonrojarse al recordar ése día en su antigua habitación en que Ri le confesó que le gustaba.
-Hyung… creo que… me gustas…-Ri había titubeado un poco, pero  Ji escuchó perfectamente lo que el menor decía.

-Hyung, si yo no te gusto, está bien. Yo… tampoco estoy muy seguro. Me acabo de dar cuenta.- Dijo con ése tono dulce, tierno e inocente que le encantaba.

Ri se acercó despacio hacia él, hasta que quedaron frente a frente.

-¿Puedo?- Preguntó Ri mirando fijamente los labios de Ji, quien tragó intentando deshacer el nudo que se había formado en su garganta y respiró profundamente, intentando calmarse.

Ri no esperó por una autorización, para él eso fue más que suficiente. Acortó aún más el espacio que había entre ellos e hizo que sus labios se rozaran despacio y luego presionó un poco. Ji pensó que sería un beso lento e inocente. Pero parecía que de pronto Ri llevaba prisa. Se abrió paso en la boca de Ji, quitándole el aliento y probando desesperadamente cada rincón de su boca.
Cuando el beso terminó, Ji no abrió los ojos. ¿Acaso era lo que parecía? ¿Le gustaba alguien? ¿Le querían? Cuando  lo hizo no supo qué decir, sólo miró a Seung-Ri que le sonreía. No sabía qué, pero tenía que decir algo. Intentó hablar, pero Ri le dio la espalda y se fue. Escuchó el sonido
amortiguado de la puerta principal siendo abierta y cerrada rápidamente. Se asomó a la ventana y vio como Ri se alejaba caminando con aire alegre.

Key, el mejor amigo de Ji, le había dicho un montón de veces a éste que lo que había pasado entre Seung-Ri y él no había sido su culpa, pero Ji no podía evitar creer que había hecho algo malo y que eso, fuera lo que fuera, había desencadenado la conducta del menor.

Empezó a sentirse ansioso, Key estudiaba también en éste instituto, pero no le había visto aún y no quería ir y buscarle. Podría terminar topándose con Ri y eso sería incómodo. Así que esperaría, de todas formas, Key era la persona más sociable que conocía, en algún momento vendría a buscar gente para platicar.

SEUNG-HYUN

Nunca más iba a ir con Key a que le cortasen el cabello.
Ayer por la tarde había recibido una llamada de su amigo diciéndole que quería compañía. Así que a las tres llegó a la casa de Key y a las tres y media ya se habían aburrido de la consola de video-juegos. De la nada, Key dijo que quería un “cambio de look” y sacó un montón de revistas de moda de un estante. Las hojeó rápidamente buscando algo que le llamara la atención mientras Seung le miraba desde la cama, usando como almohada  un peluche fucsia que parecía una cruza entre un dragón, un perro y un conejo. Sus ojos se empezaron a cerrar para quedarse dormido cuando de pronto la voz de Key lo espabiló.

-¡Quiero ser rubio! Me voy a decolorar el cabello.
-¿Rubio? No. Sólo córtalo.
-Dije “Me voy a decolorar el cabello”, no “Oye, Seung ¿Me permites decolorarme el cabello?”- Dijo Key fingiendo estar ofendido y siguió ojeando revistas.

-Y quiero éste corte.- Dijo Key señalando alguna imagen de la revista, Seung no prestó atención, ya estaba medio dormido cuando sintió cómo su cabeza brincaba y caía al colchón.

-¡Vas a babear a Carl!- Gritó Key, quien había rescatado rápidamente al peluche de la boca entreabierta de Seung.

-¡Yah!~ ¡No tenías que hacer eso!
-Vamos, levántate. Acompáñame al salón.
-¿Qué se supone que haga yo ahí?
-Bueno, puedes esperar fuera.
-Aish~
-¡Dale! ¡Tú también puedes cambiar de imagen!
-No quiero gastar plata en eso.
-¡Venga! ¡Que ésta vez te lo pago yo!- Key empezó a jalar a Seung hasta lograr que la mitad de su cuerpo saliera de la cama y luego le empujó completamente fuera.

Seung se quejó todo el camino hasta llegar al salón donde Key empezó a hablar con dos estilistas sobre su idea para el  cambio de imagen.
Se notaba que Key estaba en su elemento. Pedía que no usaran ciertos productos y los reemplazaran con otros tantos. Los estilistas sólo asentían. Para Seung era como un idioma extranjero, pero se notaba que Key sabía perfectamente de lo que hablaba.

Key hizo que Seung se sentara en una de las sillas y le dio un recorte a su estilista.

-Esto es lo que queremos para él.- Dijo sonriente. Seung sólo se dejó hacer mientras Key tomaba asiento en una silla libre al otro extremo del salón.

Después de un rato Seung se preguntó por qué tardaban tanto el lavarle el cabello. ¿Tendría caspa? Comenzó a preocuparse, cerró los ojos e intentó calmarse. ¿Qué estaba pasando?

-Lo dejaremos un rato así.- Dijo el hombre que le atendía mientras le ponía un gorrito plástico en el cabello. Seung pensó que se trataba de algún tratamiento para cabello dañado. Después de todo ¿Por qué le lavarían el cabello tantas veces sino?

Cuando el hombre volvió, Seung oyó un ruido de envolturas y se preguntó en qué momento le habían puesto tantas cosas en la cabeza. Le volvieron a lavar el cabello. Pensando que era el colmo, el chico tuvo que esperar a que le secaran el cabello con una secadora. Eso no estaba tan mal, después de todo y cerró los ojos, disfrutando el aire caliente.

Empezaron a peinarlo cuando Key regresó con el cabello rizado, rubio en la raíz y rosa en las puntas del flequillo. No se veía nada mal.

-¿Y por qué rubio, Key?
-Porque los rubios nos divertimos más, cariño.- Dijo Key haciendo reír a Seung y ganándose un “Eres toda una diva” que se apagó en el aire cuando por fin le dieron vuelta a la silla de Seung dejándole frente al espejo.

Verde. Su cabello estaba VERDE. De inmediato montó en cólera y empezó a decir un montón de improperios buscando a Key con la mirada. Cuando se tranquilizó un poco, escuchó que los estilistas, entre risas, le explicaban que mientras él estaba en shock, Key salió corriendo y subió en un taxi.
-Pero no te preocupes,-Dijeron -él ha pagado la cuenta.

Seung no sabía si reír o llorar.

Así que ahí estaba él caminando por la escuela con un gorro negro para evitar hacer el ridículo. Claro que intento convencer al estilista de que le tiñera el cabello de nuevo pero a un color sobrio, sin embargo no era factible, corría el riesgo de quedar calvo en el proceso.

Pero, ah… apenas pusiera sus manos sobre Key… Sí, ya estaba saboreando la venganza aunque aún no tuviese bien pensado qué haría con él una vez cayese en sus garras.

Cuando entró a su aula saludó a algunos compañeros y se sentó en su lugar favorito, al lado de la ventana, en la última fila, detrás de un chico con expresión seria y mirada perdida que nunca antes había visto, no se le vía bien la cara y aún así se notaba que tenía estilo. Seguramente si Key le veía le interrogaría sobre su ropa.

El chico no le volteó a ver ni cuando pasó por su lado, ni cuanto se sentó tras él. En cambio sólo siguió jugando distraídamente con un lapicero.

El móvil de Seung vibró en su bolsillo. Era Key. Contestó.

-Hola, cariño~- se escuchó al otro lado de la línea.
-¡¿Verde?! ¿En qué estabas pensando?
-¡¿Verde?! ¡¿VERDE?! ¡¿Cómo te atreves?! ¡ES COLOR MENTA #2!-Seung empezó a reír. No podía. Por más que intentara no podía enojarse con su diva favorita.

-Yah~… ¿De verdad te molesta?
-No… pero aún así me la vas a pagar.
-¡Aigoo~, tengo miedo!... ¿No te gusta?... ¿Ni siquiera un… poquito?~
-Bueno, supongo que no está tan mal.
-¿En serio?~
-Sí…
-En ése caso, quítate el gorro. ¡Venga!- Seung volteó y buscó a Key con la mirada, pero no lo vio.
-No me habrás buscado, ¿no?
-¿En dónde estás?
-Estoy por entrar a la escuela. Vamos, que no hace falta conocerte mucho para saber que te pondrías ése gorro tuyo tan pasado de moda.

Seung volvió a reír.

-Estoy cerca del auditorio. No desesperes, que estoy por… ¡¿QUÉ DEMONIOS TE SUCEDE?!  ¡FÍJATE POR DÓNDE CAMINAS!- Seung se sobresaltó. ¿Qué había pasado?

-Oye…
-Un imbécil me ha tirado el café encima. ¡Argh! Seung, te cuelgo. De cualquier forma estoy por llegar y…
-Yah~
-¿Mmmh?
-Una palabra… KARMA.
-Serás…
-Yo también te quiero~- Y colgó, esperando con ansias ver al chico con su ropa húmeda y manchada de café.

POV KEY

Si ése chico no le hubiese derramado café en su abrigo nuevo, Key hubiera ligado con él. Lástima, otra vez sería. Cuando el chico le perdonara que le hubiera llamado “imbécil” y cuando él le perdonara lo de su abrigo. ¡Era blanco! ¿Cómo haría para sacarle tremenda mancha? En fin.

Key se sacó el abrigo y se lo colgó por un brazo, miró al otro chico de arriba abajo y de vuelta a sus ojos, giro y se desvió de su camino original a la cafetería para comprar otro café. Había unas 6 personas formadas, miró el reloj, esperaba que le diese tiempo de tomar su café en paz antes de clase.

Un golpecito en su hombro le hizo voltear. Era el mismo chico.

-Yo… tu abrigo… lo siento.- Dijo mirándole con ojos de cachorro perdido.
-Era nuevo.
-Lo siento…
-Era nuevo, era blanco y mi café no era de aquí, éste no es de mi marca favorita.
-Yo… de verdad lo siento.- Parecía que de verdad estaba apenado por el incidente.

Sin darse cuenta ya estaban en el mostrador.

-Buenos días. Un café sin crema y sólo media cucharada de azúcar, por favor.

La mujer que le atendía se giró para prepararlo y se lo entregó. Key sacó la mano con un billete para pagar, pero el chico la sostuvo y pagó él. Key no dijo nada. Empezó a caminar y el otro chico le siguió.

-Oye…
-¿Mmmh?
-Conozco una tintorería buenísima. Yo… ¿Dejarías que me encargue de tu abrigo?- Key se lo entregó y siguió caminando.

-¡Espera!- Key volteó a verlo.
-Yo… de… de verdad lo sien…
-¿Cómo te llamas?
-Jong-Hyun…
-Escucha, hubiera bastado con una sola disculpa… Ahora me siento culpable por llamarte imbécil.
-Sé que soy torpe, no…
-Cállate. Yo… Te pido una disculpa por haberte insultado. Yo… yo lo siento.

Key se dio la vuelta y siguió caminando. Ése chico era tan lindo… pero de cualquier forma, durante las vacaciones se había prometido a sí mismo que no tendría nada serio éste año. Siempre le pasaba igual. Le gustaba alguien, se lo ligaba, se hacían novios y se desvivía por el otro. No. Simplemente no se lo podía permitir. En ocasiones estuvo a punto de suspender una que otra materia y no había valido la pena, los chicos con quienes había salido eran pura palabrería y en realidad no querían nada serio.

Sin embargo, eso no significaba que no pudiese ver a ése chico tan guapo y lindo…

JONG-HYUN

Se sentía terriblemente culpable por haber derramado el café del chico sobre su abrigo. Siempre echaba todo a perder.

No era la primera vez que veía a Key. Nunca habían estado en el mismo salón, ni siquiera en las clases optativas o extracurriculares, pero siempre le miraba durante los recesos y la hora del almuerzo. Siempre se proponía hablar al otro chico al día siguiente, pero no era fácil. Key siempre estaba rodeado de gente y nunca se despegaba de Seung. A veces Jong-Hyun se preguntaba qué tipo de relación tenían ellos dos. Le ponía triste oírles decir cosas lindas el uno al otro, pero nunca les había visto excesivamente juntos, si saben a lo que me refiero. De vez en cuando se abrazaban y cosas así, pero nada serio. Key era así con todos. El problema era que le veía todo el tiempo con Seung.

Así que la noche anterior había prometido, como siempre, que mañana era EL día. Incluso, por la mañana, se había puesto su mejor camisa, sabiendo que Key amaba la ropa. Y cuando le vio, como de costumbre, su corazón se aceleró. Soltó una risita nerviosa al ver que el chico, al igual que él, se había decolorado el cabello. Decidió que podía chocar con él “accidentalmente”, pero Key caminaba muy rápido, iba hablando por teléfono y con un café en la mano. Jong-Hyun no pudo calcular correctamente donde dar el golpe y terminó empujando la mano izquierda de Key, la que llevaba el café, sobre su cuerpo dejando una enorme mancha café sobre su abrigo blanco. Por lo menos no le quemó.

No iba a negar que la mirada que el chico le dio después de quitarse su abrigo le dolió al igual que le llamase “imbécil” y luego le ignorase, pero, por otra parte, Jong-Hyun estaba muy consciente de que justamente ésa actitud era la que le había hecho ganarse el título de “diva” y, sobre todo, él amaba que Key actuara así.

Pero ahora ya tenía garantizado poder volver a hablarle, pues en su poder estaba el abrigo de Key. Una enorme felicidad se apoderaba de él. Por fin podría acercarse un poco a la diva.

Una vez en su aula, se sentó y comenzó a platicar con sus amigos.

SEUNG-HYUN

Seung decidió esperar a Key en la puerta, así que se puso en pie y se recargó en el marco de ésta. Cuando por fin le vio a lo lejos corrió para alcanzarle. El chico no tenía ni una pequeña mancha encima y en una mano llevaba un vaso.

-¿Qué ha pasado?
-Que el tipo que me ha tirado el café se ha ofrecido a llevar mi abrigo a la tintorería. Toma, te lo regalo. Me lo compró él.- Dijo extendiendo su mano con el vaso.- Nunca puedo pedir la cantidad correcta de azúcar aquí. Quedó amargo. Como te gusta.

Seung recibió el vaso y tomó un sorbo. Sí, estaba como a él le gustaba.

-¿Me acompañarás a mi salón?
-Seguro.
-Qué mala pata que éste semestre estemos en salones diferentes… ¿Me echarás de menos?- dijo Key estando dentro del aula.
-Claro que sí.

Key dejó sus cosas en su asiento y volteó a pellizcar la mejilla derecha de Seung.

-Siempre tan lindo… También te extrañaré. Sobre todo en química ¿ahora quién me dará las respuestas en los exámenes?...- Dijo mientras se abrazaba a él.

-Acompáñame a buscar a Ji.- Dijo Key caminando hacia la salida.

Hacía un tiempo Key hablaba de su mejor amigo más de lo normal. Le había contado a Seung que Ji había estudiado aquí hace un tiempo, pero se marchó y que ahora regresaba. No le contó detalles de por qué se fue, pero, según lo que le había contado, tenía que ver con Seung-Ri.

A Seung no le agradaba Seung-Ri ni un poco. Siempre le pareció egocéntrico y presumido. En una ocasión Ri intentó ligar con él en una fiesta, pero el menor estaba ebrio a más no poder y a Seung le pareció de mal gusto. Si la razón por la que Ji se había ido era Ri, Seung podía agregar otra cosa a la  lista de por qué Ri no le caía bien. Ya que, según lo que Key le había contado, Ji era una buena persona.

-Tú y Ji seguro se llevarían bien.- Dijo Key en una ocasión. –Él también ama el rap y el hip-hop underground que tanto te gustan, Seung. Deberías llevarlo alguna vez cuando vuelva, el próximo semestre.

Seung ya quería conocer al chico.

-Vale. Pero primero vamos a mi salón. Se me ha olvidado el móvil.

Seung entró por la puerta del aula, seguido por Key. Un grito agudo se dejo oír atrás de Seung. ¿Qué demonios le pasaba a Key? Seung no tuvo tiempo de preguntar. Key le empujó a un lado y corrió hasta llegar donde el chico que se sentaba frente a él en el aula miraba a Key con ojos alegres y una sonrisa de oreja a oreja que dejaba ver sus encías un poco.

Key se abalanzó sobre el muchacho y le abrazó del cuello con fuerza, como si quisiera estrangularle, gritando “Ji” repetidas veces.

Así que ése era Ji. Seung se sintió abrumado por la coincidencia de que el chico se sentara justo frente a él. Y ahora, que por fin podía verle la cara, el chico le parecía de lo más lindo. Su cabello café rojizo caía sobre su frente formando pequeñas ondas por toda su cabeza, sus ojos brillantes sonreían y le hacían parecer un niño pequeño al igual que sus mejillas sonrosadas.

No bien Key y Ji terminaron de saludarse, Key empezó a reclamar sobre el cabello del último. Diciendo que era muy sencillo y que ésa misma tarde llevaría a Ji al salón de belleza a que le tiñeran de algún color de temporada.

Seung se sorprendió al ver que Ji parecía fascinado con la idea. Lo que le hacía falta, otra diva. No, Ji tenía apariencia de fashionista,  pero no era igual a Key. Seung no sabía decir exactamente qué era lo que Ji tenía. Pero fuera lo que fuera le daba a Ji un aire especial de superioridad que no tenía nada que ver con la palabra “diva”.

-Ejem…- Seung se tuvo que hacer notar, pues Key había empezado a hablar sin parar y no les presentaba oficialmente.

-¡Oh, cierto! Ji, él es Seung. Seung, él es Ji.
-Es un placer.- Dijo Seung extendiendo su mano que encontró a la de Ji en el aire, mucho más pequeña y suave estrujando suavemente la suya.

-Igualmente. Encantado.- Dijo Ji suavemente pero con seguridad.

-Bueno, seguramente tendrán tiempo de conocerse. Seung, cuida a Ji.- Seung sonrió y asintió.- Ji, ésta tarde definitivamente debemos salir. Así que no ligues con nadie aún para que podamos ir y arreglar tu cabello y…

-Señor Kim, si es parte de esta clase, le suplico que se siente. Si no lo es, por favor, retírese.- La voz del profesor de matemáticas se escucho desde el escritorio que estaba sobre la cátedra, frente al pizarrón.

Key se despidió y corrió hacia la puerta.

El profesor miró por su escritorio y soltó un suspiro.
-Me he olvidado el maletín en la sala de maestros. Ahora vuelvo. No armen jaleo.

Ya se sabe que por mucho que un profesor diga que los alumnos deben permanecer en silencio esto nunca pasará a menos que sea una ocasión especial. Y ésta no lo era. Así que todos empezaron a platicar otra vez.

Toda la clase se sorprendió al ver que la puerta se abría estrepitosamente y Key entraba corriendo, esquivando  personas.

-Permiso… permiso… hazte a un lado…permiso…- llego dónde Seung y sin demora puso su mano sobre su cabeza y tiró del gorro negro que había en ésta, giró y corrió de vuelta a la entrada. – ¡Lo lamento, Seung! ¡Pero, en nombre de la moda, debo tomar éste adefesio como rehén! ¡No te preocupes! ¡Te ves genial!- Y, sin más, cerró la puerta y se fue. Al ver la escena y el cabello color menta en la cabeza de Seung todos en el salón rieron. Seung se acomodó el cabello y sonrió un poco, sonrojándose. Ji volteó a verle y sonrió.


-Key tiene razón. Te ves genial. Ése color te luce mucho.- Seung se sonrojó aún más.
-Gracias.
-No hay por…

-Hola.

Seung levantó la cabeza y vio a Ri de pie al lado de ellos. Bajó la mirada y se encontró con la cara pálida de Ji.

Notas finales:

¿qué tal?

¿les ha gustado?

déjenme reviews

:*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).