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El Ático por OC-McCcool

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Notas del capitulo:

Hola!

Aquí su autora reportandose :3

Esta vez tardé MUCHÍSIMO menos en actualizar que las ultimas dos veces e incluso empezé a escribir el siguiente capitulo.

Que puedo decir, me siento inspirada :D

Y todo se lo debo a ustedes, mis queridos lectores n.n ustedes hacen que me levante de mi perzoso trasero y me ponga a escribir.

No quiero dar muchos detalles de este capi, sólo diré que es MUY importante y esta contado desde el punto de vista de Rodney :3

Por favor, les pido dejen sus reviews y me den su opinión, no saben lo importante que es para mí... y para mi gato, a quien acaricio y doy atún por cada review que dejan, apuesto a que él tambien se los agredecerá :3

Sin más, los dejo con el capi

Adios!

Capitulo 11: Loco

Flashback

El pequeño Rodney se encontraba sentado contra la pared, llorando y cubriéndose la cara con las manos. ¿Por qué? Se preguntaba ¿Qué hizo para ganarse el odio de su ser más querido en todo el mundo?

Su hermanito, Mitch.

Muchos decían que a veces Mitch podía ser un niño malcriado y egoísta, pero Rodney sabía que no era cierto, él sabía que Mitch tiene un corazón bondadoso, y lo único que necesita para mostrarlo es cariño por parte de alguien.

Y ese alguien era Rodney.

Él se dedicaba a darle todo su cariño y atención al menor, cuidaba de él con el más sumo cuidado, y jugaban juntos todos los días hasta que era hora de dormir.

Y a cambio, Mitch fue la única persona que jamás lo criticó o se burló de él.

-... ¿Entonces Por qué lo dijiste Mitch-

-Rodney ¿Estás aquí cariño?- escuchó la voz de su madre, subiendo las escaleras del ático -Cielo, sé que te dolió lo que Mitch te dijo, pero el doctor nos dijo que todo se debe a que Mitch perdió la memoria por el golpe-

-Entonces ¿Lo que dijo no era verdad?-

-No cariño, el doctor dijo que mientras más tiempo pases con él, más rápido te recordará-

Rodney se sentía más aliviado ahora que sabia el estado frágil de su hermano, estaba a punto de salir corriendo para pedirle a sus padres que lo llevaran con su hermanito cuando de repente algo le vino a la mente.

¿Y Mitch estaría mejor sin mí?

El estómago se le revolvía de tan solo pensarlo, pero era cierto, Rodney jamás olvidará el día que Mitchel llegó a casa llorando de la escuela y se lanzó automáticamente a sus brazos.

Al parecer sus compañeros de clase se burlaron de él por culpa suya, le dijeron que su hermano mayor no existía y le arrojaron lápices y otras cosas.

Rodney sintió por primera vez un enojo profundo hacia esos niños, él podía soportar muchas cosas pero ¿Cómo se atrevían a tocar a su hermanito?

Después se sintió culpable, ya que  los niños molestaron a Mitch porque él lo defendió.

Tal vez esta sea una oportunidad para que Mitch empiece desde cero, tal vez ahora podría tener una infancia normal sin que lo molesten por tener un fenómeno de hermano.

Mientras él estuviera junto a Mitchel la gente los molestará a los dos. Eso es algo que Rodney no iba a permitir.

-Mamá-

-¿Si cariño?-

-...Hay algo que quiero pedirte-

Hoy en día

Muchos me dirán que estoy loco.

Pero ¿Acaso defender a la persona que mas quieres en el mundo es locura?

Si es así, entonces ellos tienen razón y yo estoy loco de remate.

Desde que nací lo único que he conocido es la tristeza y la miseria, mi vida esta arruinada por un error del que nadie es culpable.

Vivo en la obscuridad.

La misma obscuridad que se cierra a mi alrededor y empieza a asfixiarme.

Y pensé que iba a vivir en la obscuridad por toda mi vida.

Hasta que llegó mi hermanito.

De la nada y como una sorpresa, la luz más reluciente y brillante llegó a mi vida, alumbrándome y refugiándome del frio.

Todas esas veces que mamá y papá peleaban por mi culpa fue él quien me hizo reír cuando estaba a punto de llorar.

Después de que mis compañeros de la escuela me golpeaban hasta dejarme casi inconsciente en el piso, mi hermanito siempre envolvía sus pequeños brazos alrededor de mi cuerpo.

Desde que Mitch llegó supe que ya no estaba sólo en la obscuridad, supe que por fin había encontrado un propósito en la vida.

Cuando alguien intentaba arrebatarme a mi luz me convertía en otra persona y estaba dispuesto a hacer lo que fuera para mantenerlo a salvo.

Y así lo hice.

Desaparecí para que mi hermanito ya no tuviera que cargar conmigo y saliera lastimado por mi culpa.

Nunca me importaron esas cosas que dijo de mí, porque sabía que no eran ciertas y que Mitch no sabía lo que decía, era el golpe en su cabeza el que hablaba por él.

La razón por la que me encerré todos esos años en el ático fue porque quería que mi hermanito no sufriera por culpa de mi maldita enfermedad.

Y desde entonces lo he visto crecer, y sentía que a pesar de no tenerlo junto a mí, mi cariño por él también crecía cada día más.

Lo vi reír, llorar, enojarse y hacer toda clase de travesuras.

Uno de mis pasatiempos favoritos es verlo cuando duerme. Tan tierno, tan sereno, muchas veces me vi tentado a recostarme junto a él y abrazarlo fuertemente contra mi pecho, para poder protegerlo hasta en sus sueños, pero siempre temí que él  me descubriera.

¿Estuvo mal lo que hice? ¿Debí haber hecho alguna otra cosa?

Antes solía creer que hice lo correcto, pero ahora que tengo a Mitch tan indefenso en frente de mi, creo que cometí un error.

-No... ¿Estás bromeando, verdad?- Quisiera que así fuera mi niño, pero me temo que dijiste todas esas cosas y más, aunque yo jamás podría odiarte, incluso ahora,  lo único que quiero es abrazarte y limpiar esas feas lágrimas que se están formando en tus ojos.

Mi luz no debe llorar, no se ve bonito llorando.

No digo nada, sólo lo miro fijamente sus hermosos ojos dorados, casi idénticos a los míos.

-Díganme que no es cierto- Mitch busca respuestas con mamá y papá, pero estoy seguro que ellos tampoco pueden dárselas.

Tal vez debo ser yo el que se las dé.

-Perdiste la memoria por el accidente, te costó bastante pero recordaste todo con el tiempo...Todo excepto a mi- Pero eso fue porque yo no te lo permití, prefería que las cosas fueran así.

Quería decírtelo cuando empezaste a llorar y temblar de la manera más desgarradora que he visto.

No lo pensé dos veces y te abracé tan fuerte como pude pero sin lastimarte, te acaricié la espalda y te susurré al oído -Tranquilo Mitch, ya pasó, todo está bien-

Por favor deja de llorar mi niño, me lastimas, me duele verte de esta manera. Traté de protegerte, pero ahora que sabes la verdad terminé lastimándote.

¿Por qué arruino todo? ¿Por qué siempre termina llorando por mi culpa?

Debo hacer algo, debo arreglarlo.

Debe saber que yo no lo culpo y que nada de lo que pasó ese día me hará dejar de quererlo.

Tomo su rostro en mis manos y lo levanto suavemente, sólo para encontrar sus bellos ojos cerrados y llenos de lágrimas.

-Mitch, mírame-

Pero no lo hace.

¿Por qué no lo hace? ¿Acaso tiene miedo? ¿De mi? Pero... Yo sería incapaz de lastimarlo.

-Vamos Mitch, sólo mírame- casi se lo ruego, necesito ver sus ojos.

Algo me dice que la culpa no lo deja mirarme a la cara.

Oh Mitch, lo lamento, nunca quise que te sintieras así.

-Mitch yo no estoy enojado o triste por lo que pasó. A decir verdad, ya lo olvidé completamente, lo único que puedo pensar es en lo feliz que estoy por estos días que hemos estado juntos, y por todas las cosas que hemos hecho, y si no quería que supieras lo que pasó fue porque quiero que empecemos de nuevo, ya que tú eres muy importante para mí -

Más que importante, eres todo para mi Mitch, y tal vez no tenga el valor para decirte exactamente de qué manera, pero si puedo decirte que...

-Lo único que quiero, es estar contigo-

Por fin abre sus dorados ojos, como joyas preciosas, y me miran directamente.

Lo miro con una sonrisa, porque ahora que ya dejó de llorar, se ve demasiado tierno, como cuando era un niño y me miraba dulcemente para que le bajara el frasco con las galletas del estante más alto.

Pero mi alivio se acaba cuando se separa de mí y corre hacia las escaleras.

-¡Mitch, espera!- traté de seguirlo, pero fue demasiado tarde, ya se había encerrado en su habitación.

Golpeé la pared y me tire al suelo. Bien hecho Rodney, a puesto a que ahora cree que lo odio y que él tiene la culpa de todo lo que me sucedió.

Como desearía jamás haberle contado la verdad, ahora no podrá ni verme.

-Mitch…-

Estoy tan desesperado por verlo feliz otra vez, tendré que recurrir a medidas un poco más drásticas.

-----

Esperé unas horas y subí al ático, me acerqué a la ya famosa puerta y usando una escalera bajé a la habitación de Mitch.

Sé que en algunos países esto se considera ilegal, pero no creo que metan a un conejo a la cárcel, mucho menos en pascua.

Al principio me alarmé cuando noté que Mitch no estaba en su cama, pero recordé que cuando éramos niños él solía esconderse en la bañera cuando jugábamos al escondite

Entre a su baño y sonreí en señal de victoria.

Mi niño ha estado tanto tiempo aquí que incluso se quedó dormido. Me acerco un poco y la luz de la  luna que se escabulle por la ventana resalta sus facciones, se ve incluso más tierno que de costumbre.

Suavemente lo tomo en mis brazos y tratando de no despertarlo lo llevo hasta su cama.

Después de cubrirlo con sus sábanas y de darle un beso de buenas noches en la frente lo observo por un buen rato.

Como desearía que me quisieras de la manera en que yo te quiero Mitch.

Desearía tenerte en mis brazos y jamás dejarte ir.

Desearía que corrieras a mi antes que cualquier otra persona, y que sólo yo pueda sostenerte tan cerca.

Quisiera acariciar más de una parte de tu cuerpo, ofrecerte mis labios y obtener los tuyos a cambio, hacerte mío todas las noches y despertar pensando en ti por los días.

No cabe duda, todos eso años separados de ti me hicieron darme cuenta de algo.

Algo que al principio me asustaba, pero que ahora es mi más grande deseo.

Algo que muchos pensarían como una monstruosidad, algo que nadie aceptaría.

Pero la vida me ha tratado tan mal que ya no me importa si es correcto o no, este sentimiento me hace feliz, y yo quiero ser feliz, quiero estar contigo.

Te amo Mitch.

Estoy enamorado de ti.

------

-...Debemos hablar-

Le dije, tratando de sonar lo más serio posible.

Hace apenas unas horas que mamá y papá se fueron y me dijeron que cuidara de Mitch mientras estaban fuera, lo dijeron como si yo pudiera permitir que algo le pasara.

Para lastimar a mi niño primero deben pasar por mí, y son pocos los que logran verme a la cara sin correr asustados.

Aún así, desearía ser más fuerte, desearía ser más grande, así estaría con Mitch y podría protegernos de cualquiera que tratara de separarnos.

Aunque…

Debo dejar de tomar las cosas por hecho. Aún no puedo estar seguro de que Mitch también siente lo mismo por mí, todas las veces que se sonroja cuando bromeo con él me dicen algo, pero las veces que lo veo con amigos e incluso con esa chica con la que hablaba en la puerta me dicen lo contrario.

Se me olvida que Mitch tiene una vida fuera de esta casa, cuando para mi él es todo.

Tal vez ella sea más que su amiga, incluso se abrazaron, y aunque sé que yo apoyaría a Mitch en cualquier cosa que él quiera, no puedo dejar de sentirme celoso, enojado, como si ella y sus amigos me lo fueran a quitar, no podría soportar perderlo otra vez.

Mitch se ve sorprendido, y no lo culpo, he aprendido a ser silencioso todos estos años. Mira a todas partes excepto a mí y se rasca los brazos nerviosamente.

-...Sí...- es todo lo que sale de sus labios.

-¿Cómo te fue en la escuela?- pregunté, tratando de cambiar el tema.

-...Bien-

-¿Y quién era esa chica con la que hablabas en la puerta?- dije, en un tono más agresivo del que quería, él se empieza a poner nervioso. ¿Será cierto? ¿Es su novia? Si es así, entonces debo prepararme para no llorar.

-Es una amiga-

­­-… ¿Lo es?- No puedo evitar alzar el tono –Porque puedo jurar que los vi abrazados- sólo siento celos cuando se trata de él, y los celos siempre llevan al enojo.

-… Sí, bueno… -

-… ¿Bueno?- Ya lo puedo escuchar, me va a decir que es más que su amiga y después de lo que pasó ayer lo más probable es que vuelva al ático por lo que me queda de vida.

-… Yo le gustaba-

Casi puedo escuchar mi corazón partiéndose en dos. Se terminó, se acabo el sueño, y ahora volveré a la pesadilla, volveré a la obscuridad.

-… Ya veo- estaba listo para dar la vuelta y regresar a mi pequeño infierno en casa, cuando su voz me detuvo, y por primera vez desde lo que parecen años me miró a la cara.

-… Pero ella no me gusta- dijo –Y se lo dije… por eso el abrazo-

Ahora el sorprendido fui yo.

Pensé que me iba dejar ir, pensé que yo ya no le importaba.

-… ¿En serio?-

-… Si-

-¿Y quién te gusta?-

Me miró como si supiera la respuesta, pero no quisiera decirla.

-…-

-¿Te gusta alguien?-

-… No lo sé-

Nos quedamos en silencio por unos cuantos minutos, hasta que Mitch rompió el silencio.

-… ¿Me odias?-

Era como preguntarme cuanto es dos más dos, la respuesta es demasiado obvia. Me acerqué lentamente hacia él. Ahora le está dando la espalda a la mesa, unos pasos más atrás y estaría sentado en ella.

Le sonreí sinceramente, incluso cuando sé que está preocupado y aún se siente culpable, logra verse tan tierno e inocente –Por supuesto que no, tontito- dije –Ya te lo había dicho-

-Pero lo que te dije…-

-No eras tú Mitch- le dije –Era el golpe quien hablaba por ti-

-Y mis amigos…-

-Ellos probablemente no recuerdan nada-

-Pero… lo que dije… yo… lastimé tus sentimientos- está a punto de llorar, sus ojos se ven húmedos.

… Estoy harto.

Harto de verlo llorar por mi culpa.

Harto de no poder hacer nada más que esperar hasta que se detenga o se duerma.

Puede que me odies, mi niño, incluso podría traumarte, pero ya no puedo soportarlo, quiero abrazarte, quiero besarte, quiero tenerte a mi lado, quiero ver esa hermosa sonrisa tuya y quiero ser la causa por la que sonríes.

Tal vez nunca pueda ser para ti lo que tú eres para mí, pero…

Quiero ser más que sólo tu hermano.

-Oye- le dije, mis ojos se esconden bajo mi cabello -¿Recuerdas que te dije que eras una persona importante para mí?-

Él asiente con la cabeza –Pues creo que no expliqué bien lo que quería decir-

Lo tomé de la barbilla y lo hice mirarme, acercándome tanto que nuestros cuerpos están imposiblemente pegados.

Tan pegados, que si doy un paso más él terminará recostado sobre la mesa.

Me mira con los ojos completamente abiertos por la sorpresa y un pequeño sonrojo en sus mejillas. Diablos Mitch ¿No pudiste escoger un mejor momento para verte tan lindo?  -Lo que quise  decir es… que tú eres la persona más importante en el mundo para mí-

-…- Se ve como si no pudiera creerlo, algunas lágrimas se escapan de sus mejillas.

-Tú mismo me has dicho que estoy loco, y aunque lo dijiste como una broma me temo que es cierto, si estoy loco- le dije, acercándome poco a poco a su rostro –Estoy loco porque ni siquiera esas palabras bastaron para dejar de quererte, estoy loco por haber dejado que ese accidente nos separara, estoy loco por no haber tratado de decirte lo que significas para mi…-

Puedo sentir el calor de su rostro ahora, su tibia y suave piel se contrasta con sus sonrosadas mejillas y puedo ver de cerca sus rosados labios, pero aún así no me detengo, mi cuerpo se mueve por sí sólo, y estoy cada vez más cerca de cumplir uno de mis más grandes sueños.

-… Y estoy loco, porque estoy dispuesto a pasar por todo eso otra vez – acaricio sus labios con mi pulgar, él suelta un suspiro silencioso –Mientras pueda estar a tu lado, soportaría todo otra vez-

Sus ojos, ahora llenos de lágrimas, se empiezan a cerrar. Puedo sentirlo relajándose contra mi mano -… Rod- apenas lo pude escuchar, fue un murmullo tan callado que por poco lo confundo con el viento que entra por la ventana -… ¿Me perdonarías?-

Río suavemente. ¿Cómo no podría perdonarlo si me lo pide de esa manera? No me importa si realmente estoy loco, jamás podría odiarlo, ni siquiera si me rompe el corazón.

Por él, estoy dispuesto a ser un loco.

-… Ya te lo dije, tontito- puedo sentir la humedad de sus labios contra los míos -… Estoy loco-

Suavemente lo empujo un poco hacia adelante y los dos caemos lentamente en la mesa, el impacto causó lo que tanto había deseado desde que tengo memoria. Al caer… nuestros labios se unieron.

Lo estoy besando.

Estoy besando a Mitch.

Y aunque ninguno de los dos tenemos experiencia alguna en esto, es como si nuestros labios encajaran juntos.

Puedo saborear las lágrimas que cayeron desde sus ojos, son saladas y frías, pero aún así me encanta su sabor, porque esas lágrimas son parte de él,  y yo quiero ser parte de él, quiero más.

Recuerdo todas esas películas románticas en la colección de papá, en todas, el hombre pasaba su lengua por el labio inferior de la mujer, como si le estuviera pidiendo permiso, y hago justamente lo mismo.

Los labios de Mitch se abren y de ellos escapan un suspiro de lo que puedo interpretar como placer. Mi niño, no sabes lo feliz que soy al saber que me disfrutas tanto como yo te disfruto a ti.

Aprovecho la oportunidad y meto mi lengua dentro de tu boca, sabes delicioso, siento tu lengua tocar tímidamente la mía y no puedo evitar reír suavemente, es obvio que esta es la primera vez que besas a alguien, y eso me hace aún más feliz.

No se siente como pensé que sería…

Es mucho mejor

Creo que por primera vez  en mi vida soy feliz, ahora no puedo pedir nada más.

Empiezo a recorrer el pequeño cuerpo debajo de mí con mis manos, se siente suave, tal como lo imaginé. Mi mano parece tener mente propia y se mete debajo de la camisa de Mitch.

Ahora estoy completo, ahora puedo respirar, ya no tengo miedo de lastimarlo, desde ahora haré hasta lo imposible por protegerlo, de todas maneras la gente me juzgará por cómo me veo.

Otra razón para juzgarme no me va a hacer renunciar a Mitch.

Me encantaría que pudiéramos estar así siempre, pero somos humanos y el aire aún es una necesidad para ambos, como me gustaría vivir gracias a los besos de mi niño.

Nos miramos fijamente, su cara no muestra ninguna expresión, a puesto a que la mía es completamente igual.

No hay palabras para describirlo…

Aunque podría intentarlo.

-Mitch yo…- te amo. Era lo que quería decir, pero volví a la realidad gracias a un sonido que venía de la puerta de la cocina.

La cruel realidad, la gente no verá lo nuestro con buenos ojos, dirán que nos iremos al infierno, y estaba dispuesto a enfrentarlos a todos…

Pero jamás pensé que tendría que hacerlo tan rápidamente.

Los dos volteamos hacia la puerta al mismo tiempo, encontrándonos con la mirada sorprendida de la persona que nos sacó de nuestro hermoso trance.

Esa voz me confirmó lo que más temía…

-… ¿Qué están haciendo?-

…Estoy loco.

Notas finales:

*3*

Sé que muchos han estado esperando por eso... pero esperen lo que viene, se pondrá mejor, y no se me ha olvidado que les prometí una rebanada de pastel de limón n.n

Quisiera aprovechar para invitarlos (Porque soy una autopromotora descarada x3) a que lean mi otro fic, En Otra Vida, lo terminé hace poco y me gustaría saber sus opiniones :3

¿De quién es la voz misteriosa? Tendrán que esperar hasta el siguente capitulo para saberlo. Mwuahaha ;3

Adios!


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