Capitulo 15: Hermanos mayores y la Biblioteca del terror
Flashback
-¡Hola! ¿Tú eres el chico raro que vive al lado, verdad?-
Una voz aguda sacó Mitch de sus pensamientos, cuando volteó se encontró con el rostro sonriente de un niño pequeño.
-¿Disculpa?- Preguntó -¿Me dijiste raro?-
El niño se río ampliamente y Mitch estuvo a punto de perder la paciencia. Pero después recordó con quien estaba hablando.
El niño no se veía más grande que seis años, le faltaba uno de los dientes y tenía un dulce en la mano. Era la viva imagen de la inocencia.
-Sí amiguito- Dijo Mitch, fingiendo una sonrisa –Yo soy el chico raro de al…-
Fue entonces que Mitch recordó que hacía mucho que no tenía vecinos, los últimos vecinos se fueron gracias a él, después de que Mitch le prendiera fuego a uno de los arboles de manzanas que tenían en el jardín por accidente.
Nunca supieron que fue él, pero se asustaron lo suficiente como para irse.
-Espera…- Dijo Mitch -¿Tú eres de la familia que se acaba de mudar? ¿Los que viven en la casa con el tronco quemado?-
-Si- Dijo, con su sonrisa inocente mientras le alzó la mano a Mitch a manera de saludo –Me llamo Tommy, Gusto en conocerte-
-Mitchel- Dijo, tomando la mano del pequeño –Pero mis amigos me llaman Mitch-
Tommy se le quedó viendo como si fuera la última soda del desierto, con un brillo en sus ojos y una sonrisa incrédula -… ¿Somos amigos?-
¿Cómo se le puede negar algo a un niño? Mitch podría ser antipático y antisocial, pero incluso él tenía un corazón -… Claro Tommy, somos amigos- dijo.
El menor se le lanzó en un abrazo que casi tiró a los dos al suelo –Mitch ¡Ven a mi casa!- dijo, casi gritando de la emoción -¡Jugaremos video juegos! ¡Y te enseñaré a mi familia! ¡Y te contaré la historia del tronco quemado en mi jardín! ¡Y…!-
Mitch no prestó mucha atención a lo que el pequeño decía mientras lo arrastraba a su casa, el conocer al menor le dio un sentimiento raro, hizo que le surgiera una pregunta.
Como si antes hubiera sentido eso también, pero todos los recuerdos eran borrosos.
Conocer al pequeño Tommy le dio una gran interrogante.
¿Cómo sería tener un hermano?
Hoy en día
-¡Mitch! ¡¿Me estás escuchando?!-
La voz del pequeño Tommy vibraba en mi oído.
Ese niño sí que tiene un gran par de pulmones.
Después de que Tommy le imploró a sus padres que lo dejaran regresar a mi casa los viernes, y debido a que los señores Martin no han encontrado una niñera confiable (La última les robo los zapatos) volví a tener mi trabajo como niñera oficial del pequeño Tommy.
Melissa tiene en una cita, así que ella apoyó a su hermanito para convencer a sus padres. Que hermana tan noble. ¡Ha! Sí… Claro.
Y aunque he extrañado muchísimo al pequeño tonto, desde ayer no puedo dejar de pensar en lo que Garret me dijo.
¿Era yo de quién Seth hablaba? ¿Por eso se puso nervioso cuando le pedí que se quitara la camisa?
Me cuesta creerlo.
Seth y yo siempre hemos sido muy unidos, y nos han acusado de ser un apareja muchísimas veces, pero yo considero a Seth como a un hermano, y uno no piensa de esa manera con un hermano…
…
…
…
¡Deja de mirarme así!
Estoy completamente consciente de lo que hago con Rodney, pero Seth es mi amigo más cercano y en quién más confío, además de que lo conozco de toda la vida, no podría pensar en él más que como un hermano.
…
--
…
¡Basta!
-… ¿Eh?... Ah… Si… Perdona Tommy- Sacudí la cabeza para tratar de despejar mi mente -¿Quieres más pizza?-
-Cielos Mitch, si que estás distraído-
-¡Claro que no!- Me defendí -¿Por qué lo dices?-
-Porque nos comimos la pizza hace una hora-
Oh -… ¿Quieres pedir otra?-
-¿Qué sucede Mitch?- Tommy se levantó del sofá y puso su mano en mi hombro -¿Sabes que puedes decirme lo que sea?-
¿A esto he llegado? Ahora un niño de ocho años se da cuenta de lo patético que soy y me tiene que dar consejos. Cielos Mitch, tú sí que mejoras cada día.
-… No te preocupes amigo, estoy bien-
-¿Estás seguro?- Dijo Tommy –No me gustaría que te pase algo herm… ¡Digo, Mitch!-
Lo miré con sorpresa. ¿Iba a llamarme hermano?
Se puso rojo como un tomate y miró al suelo, debo admitir que se ve demasiado tierno. Su cabello rubio y sus pecas resaltan sus ojos azules y cristalinos, dándole un aire ciertamente adorable.
¿Esto es lo que siente Rodney cuando me mira? ¿Así se siente ser un hermano mayor?
Bueno…
Esto es diferente a lo que Rodney siente por mí, porque Rodney ya me dio a saber lo que me quiere hacer.
…
-¡Mitch! ¡Estas rojo!- Tommy se dio cuenta de lo que eso pensamientos me hacen -¡No te mueras Mitch!- Me abrazó y empezó a llorar.
Pobrecillo, apuesto a que debe ser difícil vivir con Melissa (Ya la conoces, ahora imagínatela de hermana), y sus padres casi nunca pasan tiempo con él, a decir verdad, creo que yo soy la única figura masculina que tiene como modelo a seguir.
Siempre me está imitando, de hecho tiene el mismo peinado que yo, y cada vez que tiene problemas en la escuela o en casa viene conmigo para pedirme consejos.
No me molestaría tener un hermanito menor.
… ¡¿Qué?!
Incluso yo tengo un corazón y puedo ser completamente cursi cuando quiero.
Lo abracé fuertemente –Tranquilo hermanito, no me va a pasar nada-
Tommy se apartó de mi y no pude evitar sonreír, su expresión de sorpresa era demasiado dulce –Entonces… ¿No te molesta que te llame así?-
Le revolví el cabello juguetonamente –No, por supuesto que no… hermanito-
Tommy me abrazó de nuevo y volvió a llorar mientras susurraba una y otra vez -Hermano- hasta que se quedó dormido. Subí a mi habitación y lo recosté en mi cama, pero en cuanto volteé para ir a la cocina.
En mi puerta. Con una de las sonrisas más burlonas que he visto en mi vida.
Estaba Rodney.
- Mitch ¿Sabes que eres el mejor hermano mayor del mundo?- Dijo, obviamente burlándose de mí.
… ¡Ah!
Salí de la habitación y cerré la puerta para evitar que Tommy se despierte -¡¿Qué diablos haces aquí?!-
-Vivo aquí tontito-
-¡No me refiero a eso!- Estoy tan molesto y sonrojado, creo que voy a explotar -¡¿Por qué nos estabas espiando?!-
-¿Yo? ¿Espiándote?- Fingió sorpresa –Claro que no Mitch, yo sólo bajé por algo de comer y no pude evitar escucharte hablar con tu… hermanito-
¡Maldito!
-Por cierto- Dijo. Su rostro se puso algo serio, como si algo lo estuviera molestando -¿Quién es el chiquillo?-
¿Tommy? ¿Por qué estaría molesto con el niño de ocho años más indefenso del vecindario?
… Un momento
-¡¿Estas celoso de él?!-
Ahora fue Rodney fue el que se puso rojo. ¿Cómo puede estar celoso de un niño de ocho años? ¿Debo recordarle del niño que conoció en el zoológico?
-¡Claro que no!- Dijo –Es sólo que…-
-… ¿Qué?-
Me tomó por sorpresa y me abrazó, me sujetaba tan fuerte que creo que me pudo haber partido en dos –Es sólo que me gustaría pasar más tiempo contigo, y él no me deja-
… Cielos.
¿Por qué tiene que decir esas cosas? Ahora me hace sentir culpable. A veces creo que sería bueno que Rodney pudiera conocer más gente, sólo me tiene a mí, y eso no es muy bueno que digamos.
-Oye- Dije, mirándolo a la cara –Tú sabes que eres mucho más especial para mí que Tommy, es sólo que hace mucho que no le veía. Además… ¡No soy un pedófilo!- No pude gritar esa última parte.
-… ¿Lo dices en serio?-
-Por supuesto que sí. si fuera un pedófilo no me dejarían cuidar a Tommy-
-No me refiero a eso, tonto- Dijo, dándome un ligero golpe en la cabeza –Me refiero a que si dices en serio que yo soy muy especial para ti-
¿En serio me va a hacer decirlo? La sonrisa en su rostro me dice que sí.
-… Sí-
-¿Qué fue eso Mitch? No te escuché- Maldito
-… Sí-
-¿Qué? Tendrás que hablar más fuerte porque…-
-¡Que sí, maldita sea!-
Me robó un beso y me puse rojo –Tú también eres especial para mí, Mitch-
-… Eres un…- Tomé una de las estatuas a escala de la torre Eiffel que mamá tiene en el corredor y empecé a perseguirlo -¡Conejo tonto! ¡Vuelve aquí!-
-¡Mitch espera! ¡Sólo bromeaba!-
Lo perseguí por un rato hasta que nos cansamos. Debo decirle a mamá que ahora que Rodney es libre de andar por las calles, lo mantenga fuera de casa para que no lo encuentre muerto y no me metan a la cárcel.
Si, tal vez mandarlo a aprender Kung Fu o algo así.
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-… ¿Qué? –
Odio tener que hacerlo, pero si lo que Garret dijo resulta ser cierto, entonces he estado lastimando a Seth por más tiempo del que pude haber sospechado.
La señora Deetz, nuestra maestra de literatura avanzada, nos descubrió lanzándonos bolas de papel durante la clase, está de más decir que quería que nos descubriera, porque así tendría la oportunidad de estar a solas con Seth en el salón de castigo.
En cuanto entramos Seth notó que yo estaba más nervioso que lo de costumbre, y me preguntó qué era lo que sucedía.
A mí no me gusta darle vueltas a los asuntos (La única excepción fueron mis sentimientos por Rodney) Así que se lo dije, tartamudeando, pero lo hice.
-… Dije que escuché un rumor- Lo repetí de nuevo, Seth no es una persona a la que se le escapan las cosas, desde que éramos niños siempre ha sabido escucharme perfectamente, incluso cuando murmuro, así que ahora sólo puedo esperar algo malo -… Dicen que yo te gusto-
-…-
-… ¿Seth?-
Lo miré a los ojos.
… Aún me arrepiento de haberlo hecho.
Había lágrimas que amenazaban con caer, tenía el ceño fruncido y sus ojos sólo reflejaban un infinito sentimiento de tristeza.
Jamás lo he visto así.
Bajé la mirada al piso, mis mejillas estaban rojas y yo también quería llorar.
¿Por qué? ¿Por qué debo ser siempre yo el que rompa las ilusiones de la gente?
A veces creo que debería desaparecer, antes de que pase lo que más temo y terminé lastimando a alguien que amo.
Antes de que termine lastimando a Rodney.
Pero mis esperanzas volvieron cuando unas risillas se escucharon en la habitación.
Se hicieron cada vez más notorias y ruidosas, cuando alcé la mirada supe que no todo está perdido para mí, vi algo que me tomó por sorpresa completamente, pero me dio la certeza de que no siempre todo está mal.
Seth estaba riendo.
Cuando notó lo confundido que yo estaba me puso una mano en el hombro y sonrió -… Pues, no es del todo cierto- dijo.
-¿A qué te refieres?-
Su mirada se tornó un poco más seria, pero aún así no dejó de sonreír –Debo admitir que hubo momentos en los que no sabía qué era lo que sentía por ti. Hubo un tiempo en el que estaba casi seguro que estaba enamorado-
-…-
-… Pero- Me tomó de la barbilla y me hizo mirarlo a la cara, un poco más bruscamente que la manera en la que Rodney lo hace, pero no me lastimó –Después me di cuenta de que eres exactamente lo que siempre he querido-
-… ¿Qué?-
Me abrazó tan fuertemente que creo que mi corazón se detuvo un momento –El hermanito que nunca pude tener-
-…-
-Bueno, está mi primo, pero tú eres lo más cercano que he tenido-
El padre de Seth murió después de que él naciera, y hubo un tiempo en el que Seth siempre salía a jugar con los niños más pequeños de nuestro vecindario, a excepción de Tommy, porque él siempre estaba pegado a mí.
Hasta que me conoció.
Éramos inseparables, y a pesar de la ridícula diferencia de edad, Seth siempre actuaba como si tuviera que protegerme hasta del más pequeño insecto. En cierto modo y antes de saber sobre la existencia de Rodney, el también fue lo más cercano que tuve a un hermano cuando éramos niños.
Le devolví el abrazo y una lágrima cayó de mis ojos -… Gracias Seth-
-… Es por eso que yo jamás me enamoraré de ti, Mitch- Dijo -¿Qué clase de persona se enamora de su hermanito?-
-…-
-¿Mitch?- Se separó un poco de mí y me miró confundido.
-…Sí- Dije, con unas risitas nerviosas mientras me puse rojo –Sólo los conejos -
… Un momento.
Me separé de él y lo miré con ojos de acusación –Entonces si no estás enamorado de mi ¿Por qué te excitaste cuando me viste con Rodney?-
Él se puso rojo y se rascó la cabeza nerviosamente –Pues…-
-… ¡Vamos, dilo!-
-… Tu primo es sexy-
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-¡¿Tu primo es sexy?!- Las risas de Melissa llamaban la atención de todos los que pasaban junto a nosotros, el hecho de que estábamos en la biblioteca no ayudó en mucho -¡Es la excusa más ridícula que he escuchado!-
Odio muchos lugares en el mundo. La escuela, los baños sucios del tercer piso, ese horrible restaurante de pizza donde un tipo disfrazado de ratón te canta en tu cumpleaños. Pero el lugar que más detesto por malas experiencias es la biblioteca de la escuela.
Las peores cosas me han pasado aquí. Lo que más recuerdo es el horrible accidente que tuve hace dos años. Digamos que tuvo algo que ver con un libro de Geografía y mis pantalones en el piso. Aún voy a terapia para olvidarlo.
Te preguntarás como es que Melissa está enterada de lo que pasó con Seth. Simple, la muy entrometida nos escuchó cuando pasaba por el pasillo, al parecer Seth y yo podemos ser bastante ruidosos cuando nos lo proponemos.
-¿No lo quieres gritar más fuerte? La señora Rivers no te escuchó- Le digo, refiriéndome a la agradable anciana que se encarga de limpiar las estanterías de los libros. Tommy me contó que cuando trabajaba en el jardín de niños solía regalarles galletas recién horneadas. Que dulce viejita.
-Oye, no es mi culpa tener una voz amplia- Si. Ampliamente molesta –Así que tu primo ¿Eh? No pensé que te gustarán tan tiernos-
Ya sabes lo mucho que me sonrojo cuando me hablan de cierto conejo. No necesito decirte lo que pasó cuando ella dijo eso -¡Ahora tú! Parece que todos se pusieron de acuerdo para molestarme-
Melissa volvió a reír. Al menos mi interminable miseria le causa gracia a la gente.
-Hola Mitch- Una voz nos interrumpe. Debo decir que estaba más que sorprendido cuando al voltear fui recibido con la sonrisa de Garret.
Garret.
Sonriendo.
Sonriéndome a mí.
…Garret.
Sé que ya lo había visto antes. Y sé que tuvimos una conversación madura y quedamos de acuerdo en ser amigos, pero aún así, es como ver una lata de soda en medio de un desierto. A primera vista no se puede creer.
-Hola Ga…-
-¡¿Qué diablos quieres Daniels?!- Melissa se levantó inmediatamente de su asiento, los ojos como espadas y mirando furiosamente a Garret. Oh claro, había olvidado mencionarle que Garret y yo somos amigos.
Garret la miraba entretenido –Descuida Martin, Mitch y yo somos amigos ahora-
-¡A otro perro con ese hueso! ¡Tus trucos no me engañan!-
-Chicos…-
-Cielos, y pensé que Miller era un tonto-
-Chicos…-
-¡¿Cómo te atreves a compararme con ese tonto?!-
Pobre Seth –Chicos…-
-De no ser porque Miller es gay tú y él serían almas gemelas-
-¿Ah sí? Pues eres un hijo de…-
-¡CHICOS!- Por fin logro llamar su atención, los dos me miran como si el demonio hubiera aparecido detrás de mi –Melissa, Garret tiene razón, ya estamos en buenos términos. Y Garret, no es muy amistoso comparar a la gente con Seth-
-¡Oye!- Seth dice, apareciendo misteriosamente detrás de mí y casi matándome de un susto -¡Escuché eso!-
Me pregunto cómo es que no nos han sacado a patadas de la biblioteca.
-Pues Mitch tiene razón Miller, hoy en día confundir a alguien contigo es peor que desearles la muerte- Garret dijo.
-¡Daniels! ¡Deja en paz a Mitch!- Oh genial, tengo que empezar a hablar más con ellos. Después de que le conté a Seth lo que Garret me dijo cuando nos encontramos frente al bote de basura de mi casa, él jura que es un truco de Garret para hacerme daño, yo traté de convencerlo que no era cierto y que Garret sólo quería ser mi amigo, pero es Seth con quien estaba hablando, a él le cuesta un poco entender las cosas.
-¿Qué yo deje en paz a Mitch?- Garret dice, aparentemente ofendido – ¡Tú hiciste que su pastel de cumpleaños explotara cuando cumplió nueve años!-
Es cierto, desde entonces mamá ya no le pide ayuda a Seth en la cocina -¡Pues tú le lanzaste globos de agua el día de la foto escolar!-
-¡Por tu culpa Mitch se extravió cuando fuimos al bosque a acampar!-
-¡Por tu culpa Mitch dejó de comer hamburguesas!-
-¡Por tu culpa el señor Bryce ya no deja entrar a Mitch al laboratorio de química!-
-¡Por tu culpa Mitch tiene miedo de entrar al salón de Inglés!-
-¡Por tu culpa Martin ya sabe que Mitch tiene una relación con su hermano! Y siempre haces que…- Se detuvo en cuanto se dio cuenta de lo que dijo.
Los tres voltearon a verme inmediatamente. Garret me miraba con una cara llena de culpa mientras repetía –Lo siento Mitch, lo siento Mitch- una y otra vez. Mientras que Seth y Melissa…
…Bueno ellos…
-¡¿HERMANO?!- … Ellos me miraban de otra forma.
-… ¿Sorpresa?- Oh dios mío, lo hiciste otra vez biblioteca. Lo hiciste otra vez.
Esto no se puede poner peor, o eso pensé, hasta que otras dos caras familiares se acercaron a la mesa donde estábamos sentados.
Una de ellas femenina y parcialmente sonrojada –Oye Mitch, este chico dice que es tu primo ¿Es cierto?-
…Oh no
-¡Mitch!- Su sonrisa encantadora sólo me hizo querer llorar -Me encontré con tu amiga Lisa en la entrada, me ha estado contado muchas cosas sobre ti. Así que un libro de Geografía ¿Eh?-
…Por favor no
-… ¿Qué haces aquí Rod?-
-Papá dijo que tenías razón cuando le sugeriste que no debo estar tanto tiempo en casa. Así que me inscribió en tu escuela para que pueda estudiar contigo. ¿No es maravilloso?- La cara de Rodney era el completo opuesto de la mía.
-…-
-¿Mitch?-
-…-
-Oye Mitch ¿Estás bien?-
-…-
-¿Qué sucede Mitch?-
Rodney, mis amigos, los estudiantes en la biblioteca y la señora Rivers, fueron todos testigos del grito más fuerte que se ha escuchado dentro de las paredes de la biblioteca escolar. Empezó conmigo cayendo de rodillas al suelo y levantando los brazos al aire.
Se escuchaba más o menos así:
-¡NOOOO!-