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El Ático por OC-McCcool

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Capítulo 21: Secretos Familiares

Flashback

Los gritos de protesta y apoyo se escucharon por medio pueblo, llamando la atención de las personas que pasaban cerca del gimnasio escolar, se podían distinguir un gran número de risas y quejas, las risas y otras exclamaciones de diversión provenían de lo estudiantes, mientras que los regaños y protestas venían de los adultos en el evento.

Gracias a la confusión que se hizo presente, nadie se percató cuando cuatro figuras algo “Descubiertas” salieron por una de las ventanas del gimnasio.

Tres ya se encontraban fuera, pero la última tenía problemas en escapar y tuvieron que ayudarla.

-¡Melissa, te dije que no comieras tantos nachos!- Seth se quejó mientras intentaban sacar a la adolescente por la pequeña ventana antes de que alguien se percatara.

-¡Cállate idiota, la maldita ventana es demasiado pequeña!- Melissa protestó –Además, no eres tú quien siente el cristal frio en el trasero-

-Chicos, por favor apúrense antes de que alguien nos vea- La pobre Lisa había perdido todo el valor que la hizo desnudarse frente a todos en el baile del invierno, y ahora, se encontraba más roja que una fresa y más desnuda que una modelo. Garrett no hizo comentarios, ya que el frio en sus regiones más privadas no lo dejaba hablar.

Melissa cayó con un “Plop” en el césped y los cuatro se acercaron para mantener el calor -¿Alguien rescató algo de nuestra ropa?- La recién llegada preguntó, frotándose los brazos por la brisa helada que le llegaba al cuerpo.

-Yo- Garrett dijo –Pero no creo que sea de gran utilidad-

Seth le dio una palmada amistosa en la espalda y exclamó -¡No seas tonto, todo es bueno!- Pero su sonrisa se desvaneció cuando Garrett levantó un calcetín -… Bueno, al menos nos lo podemos turnar-

Melissa y Garrett suspiraron ante la ridícula actitud positiva del deportista, Lise se cubría los bustos y otras partes con las manos.

-¿De quien es la casa más cercana?- Preguntó la chica tímida, los otros tres la miraron pensativos y se quedaron callados por un minuto.

-Pues si corremos podríamos llegar a mi casa en diez minutos- Melissa sugirió –Además podremos ver si Mitch y Rodney llegaron a su casa a salvo-

Los otros tres aceptaron la oferta y los cuatro salieron disparados a los arbustos mientras corrían.

-Oye, ¿De donde sacaste esos abdominales Daniels?- Seth preguntó con un tono sugestivo, por lo que Garrett se puso todavía más rojo.

Pero antes de que Garrett pudiera responder, Melissa dijo lo que cualquier otra persona en el mundo pensaría al escuchar eso – ¡Puedes violar a Garrett después idiota, se me congelan los senos!-

Seth decidió quedarse callado después del comentario sobre los “Atributos” de Melissa. Pero decidió romper el silencio cuando estaban casi tocando la casa de Melissa -Mas vale que esos dos estén agradecidos por esto. Seth dijo, con una mueca de molestia.

-Yo sé que lo están- Dijo Garrett, sacándose un insecto de la planta del píe –Sólo espero que no se metan en más problemas-

-¡Ay por favor!- Melissa dijo -¿En que otro problema se pueden meter esos dos tontos? ¿Ser descubiertos por sus padres mientras hacen el amor? ¡Hahaha!-

Seth y Garrett también rieron, pero Lisa miraba el horizonte preocupada.

-Mitch…-

Minutos después

-… Mamá-

El tiempo se detuvo.

Sólo quedaba el silencio.

No lo puedo creer.

Por primera vez en mi vida estoy seguro de algo, y de repente pasa esto y me lo arruina. ¿Cuánto tiempo ha estado viéndonos? ¿Desde cuando llegaron?

-Michelle, ¿Qué suce…?- Pero papá no pudo terminar la pregunta cuando llego a la habitación.

¿Por qué yo?

Los dos estaban boquiabiertos y nos miraban con una tristeza infinita. Rodney se veía tan asustado que probablemente mi cama no permanecerá seca por mucho tiempo, y yo estaba peor, temblaba más que cuando voy al dentista. Y todos saben lo que es ir al dentista.

Sus miradas de decepción fueron lo que más me dolió, pero lo que siguió, fue el infierno. Mamá fue la primera en dejar la tristeza atrás y su cara se deformaba con enojo infinito, su tono de voz era sombrío y parecía que en cualquier momento iba  a matarnos, literalmente –Rodney…- Empezó –Vete a tu habitación… En este mismo instante-

-…Mamá… yo- Traté de defendernos, pero paso algo que jamás creí posible. Sentí un ardor en mi mejilla derecha, un dolor que sólo Garrett me había hecho sentir en sus años de ser mi enemigo personal. Estuve confundido por un momento, pero mis ojos se abrieron como platos cuando me di cuenta de lo que había pasado.

Mi madre me abofeteó.

Por primera vez en mi vida, mi madre me puso una mano encima.

Y lo peor es que ni siquiera me miró a los ojos, su mirada se quedó petrificada en Rod -¡Dije ahora!- Gritó como nunca antes en su vida, y sentí el calor del cuerpo de Rodney alejándose de mí.

Nos miramos mutuamente, yo ya estaba llorando, y algunas lágrimas se formaban en sus ojos. Me queda claro que quiere parecer fuerte para no preocuparme, pero yo sé bien lo que sus ojos dicen.

Se acabó

Esto es todo, ahora ya puedo enterrar mi felicidad en el cementerio de la ciudad.

Al ver como Rodney salía de mi cuarto, sin nada puesto, me hizo recordar a mis amigos. ¿En serio acabo de tirar a la basura todos sus esfuerzos?

Ellos nunca me criticaron, nunca juzgaron mi relación con Rodney, al contrario, incluso llegaron a humillarse frente a toda la escuela para mantenernos a salvo. Melissa no se lo dijo a sus padres cuando se enteró, Seth no dejó de ser mi amigo, Garrett aceptó que yo jamás pensaré en él como algo más que un amigo y Lisa tuvo el valor de ayudarme a pesar de que se moría del miedo.

Y ahora los defraudé.

Estoy seguro que también los perdí a ellos.

Mi madre no me miró cuando salió detrás de mi hermano. Papá se quedó mirándome con lágrimas en los ojos.

-Papá…- Intenté sonar lo más desesperado posible, esperando que mi padre me ayudara

A salir de este problema con mamá, como siempre lo hace.

Pero no hay salida. No de esto.

-…- Abrió la boca para tratar de decir algo, pero la cerró inmediatamente. Nos miramos unos minutos, antes de que él rompiera el trance y saliera de mi habitación, cerrando la puerta lentamente detrás de él.

Me levanté y traté de seguirlos, pero me percaté de algo todavía más doloroso.

Mi padre me encerró en mi cuarto.

Me recargué sobre la puerta y me senté en el piso, mirando un rincón vacio de mi habitación mientras mis sollozos me acompañaban. Escondí la cara detrás de mis rodillas, cuando las subí a la altura de mi barbilla.

Hay tanto que preguntar.

Pero sólo puedo pensar en una cosa.

¿Por qué él?

------

Rodney

Así que así se siente perderlo todo.

Ya lo había olvidado.

Sólo lo he sentido dos veces en mi vida. La primera, cuando tuve que mudarme al ático hace unos años. La segunda, ahora.

Pero aún así, no puedo creer lo amargo que sabe.

Caminé lentamente hacia mi habitación, como si al hacerlo el tiempo pudiera retroceder de alguna manera, pero era inútil. Lo hecho está hecho, ya nada va a cambiar los errores que cometimos.

Los errores que yo cometí

¿Cómo pude ser tonto? ¿Cómo pude dejar que esto pasara? Cualquiera que haya visto la escena pensaría lo mismo, a puesto a que mamá y papá así lo creen. Pensarían que yo me aprovechaba de mi hermanito, y él era sólo una victima.

Pero es mejor así.

Mientras Mitch esté a salvo, no me importa quedar como el villano.

…Mitch

No puedo sacarme la expresión en su rostro de la mente. Tanta tristeza, tanta desesperación, y todo eso gracias a mí, incluso cuando prometí protegerlo ante todo.

Otra promesa rota, otra razón por la que merezco cualquier castigo que mis padres me impongan.

Ahora sólo me queda aferrarme a los hermosos recuerdos, porque lo más probable es que jamás me permitan volver a ver a Mitch. De tan sólo pensarlo las lágrimas se forman en mis ojos, mi corazón late, hasta el punto que creo que va a romperse, y sólo puedo pensar en una manera para describirme.

Idiota.

Al entrar a mi cuarto, miro a la cama, sin intenciones de dar la vuelta y mirar a mis padres. No quiero ver sus ojos llenos de decepción, odio, asco, podría imaginarme cualquier palabra, pero ninguna describiría lo que miraré una vez que me de la vuelta.

Sostuve la respiración y con un arranque de valor, me di la vuelta, pero lo que encontré me dejó sin palabras.

Esperaba una bofetada como Mitch, o un regaño, incluso un grito, pero lo que mamá hizo me secó la garganta.

Al voltear lo primero con lo que fui saludado fue con un peso extra sobre mi, sonidos de sollozos callados y una sensación húmeda en mi hombro. Al principio no entendía que pasaba, pero me di cuenta al ver a papá entrando con el ceño fruncido, pero no con enojo, sino con algo más piadoso.

Ese peso extra, esa sensación en el hombro.

Era mamá.

Me estaba abrazando mientras repetía una y otra vez –Lo siento… Lo siento…-

…. ¿Qué?

-… ¿Mamá?...- Alcancé a decir, al mirar a papá, él miraba al piso pensativo, como si estuviera teniendo una gran lucha interna. Pasaron unos minutos, que parecían horas, y mamá se alejó de mi, mirándome con arrepentimiento.

Ahora no sé que demonios está pasando, primero tienen la única reacción razonable que cualquiera tendría al ver a sus hijos en esa posición, pero ahora actúan como si ellos fueran los que hicieron algo malo.

-…Rodney…Cariño- La voz de mamá apenas si era audible, además de que estaba entre cortada debido a que había soltado el llanto. Miró a papá, y al parecer tuvieron una conversación sin palabras, por que al instante papá se acercó a ella y la tomó de la mano, los dos me miraron y mamá sonrió tristemente.

-Hay algo… que no te hemos dicho aún…- Dijo -… Porque… tenemos miedo…-

¿Ellos tienen miedo? Yo acabo de ver a la persona que más amo en el mundo destrozada ¿Y ellos tienen miedo? No estoy molesto, sólo confundido.

Si yo estoy a punto de perder a Mitch ¿A que le pueden tener miedo ellos?

-… ¿Miedo?- Pregunté, y mamá soltó una risilla sin gracia, más bien una risilla temerosa y con nervios.

-Si querido… Miedo a que nos odies…-  Dijo –Miedo a que nos culpes por nuestra estupidez… miedo a que no logres entendernos-

¿Cómo podría odiar a mis padres? Ellos me dieron la vida, y por más raro y tétrico que suene, también me dieron el regalo más grande que pude haber tenido.

Me dieron a Mitch.

-…Mamá, yo jamás podría odiarlos- Dije, con lágrimas nuevas, pero estas surgieron por ese horrible sentimiento de no saber que ocurre a tu alrededor -¿Qué sucede?-

Los dos se miraron, mamá soltó un suspiro y abrió la boca para hablar, pero al intentarlo, soltó en llanto. Papá la abrazó fuertemente y me miro a los ojos –Hijo… no le dijimos esto a los doctores porque temíamos que acabaran con nuestra familia y nos alejaran de ti-

-¿Decirles que, papá?-

Lo que dijo mi padre, pudo haber sido la sorpresa más grande de mi vida.

Y así, fue la tercera vez que lo sentí

-… Sabemos porque naciste de esa manera-

------

Mitch

Al día siguiente apenas si tenía ganas de levantarme.

Primero, porque lloré hasta quedarme dormido y abrir los ojos era una pesadilla. Además de que no me levanté de mi lugar ni una sola vez, me quede allí recargado en la puerta toda la noche.

El cuello me dolía, tenía la boca seca, en pocas palabras, estaba listo para que me arrojaran a la basura y usaran mi cuerpo para hacer una docena de lápices.

Al levantarme con cuidado del suelo, sentí una extraña picazón en la mejilla, al tocarla para tratar de calmar el sentimiento, lo recordé.

Mamá me golpeó por primera vez en mi vida.

Y no sólo eso, sino que era la primera vez que alguno de mis padres me hacia daño físico. Otra prueba más de que todo se estaba yendo al infierno y las cosas en casa jamás volverían a ser las mismas.

Todo iba a cambiar para bien o para mal, y después de lo que pasó anoche, lo más seguro es que sean para mal.

Aún sigo desnudo, lo único que esconde mi cuerpo es la sábana que arrastre conmigo cuando me levanté de la cama. Me cubrí con ella y me dirigí al baño, encendiendo ambas manijas sin importarme el resultado, para mi sorpresa el agua estaba algo tibia, pero se inclinaba más a estar fría. Entré a la regadera con todo y sábana y mire al suelo mientras las gotas de agua lavaban mi vergüenza.

Otro error más en tu pequeño pizarrón Mitch.

Otro error más y tal vez el último.

A decir verdad, siento que ya nada es real. Siento como si todo le que ha pasado fue sólo un sueño y ahora es cuando despierto y me doy cuenta que todo fue una fantasía. No puedo ser el único que se decepciona cuando algún hermoso sueño se acaba y desearía volver a soñarlo.

Pero es imposible.

El sueño se perdió, y no volverá.

Al salir del baño, me puse lo primero que encontré en el armario, sin importarme que era, y me senté en la cama mirando al vacio entre la ventana y mi closet. No quiero salir, no quiero enfrentar la realidad, quiero seguir soñando.

Quiero seguir pensando que en cualquier momento Rodney tocará la puerta, entrará y empezará a molestarme con sus bromas tontas. Después saldremos por la puerta e iremos a cualquier sitio para estar solos, como hacíamos a escondidas de nuestros amigos en los fines de semana.

Pero sé que eso no sucederá.

Lo que si pasó fue que alguien tocó mi puerta, pero eran golpes tímidos, a diferencia de los de Rodney que eran fuertes para poder despertarme en caso de que aún siguiera dormido, por lo que inmediatamente supe que no era él.

Al levantarme y abrir la puerta bajé la mirada cuando supe de quien se trataba.

-… Vamos al centro comercial- La voz de mamá carecía de cualquier emoción, eso era muy grave, porque al menos ayer sabía que estaba furiosa, ahora no sé que esperar –Te espero abajo en diez minutos-

Al irse, me di cuenta de dos cosas.

La primera es que había faltado al trabajo, y cuando bajé las escaleras y vi el auto de papá estacionado, era obvio que él también estaba en casa.

La segunda era que papá y Rodney parecían haber desaparecido, no hay platos sucios en la cocina así que ni siquiera desayunaron.

Mamá salió por la puerta y yo la seguí. Quería preguntarle a donde se habían ido, pero las cosas entre ella y yo tampoco volverán a ser las mismas.

A puesto a que ahora mismo se arrepiente de mi existencia, y se está imaginando millones de maneras para alejarme de Rodney. Tal vez me mandé a algún tipo de orfanato, o me envié a vivir con la tía Lucy, pero sea lo que sea, tengo que ser yo el que se marche.

¿Por qué? Pues la respuesta es simple.

Porque jamás dejaré que Rodney vuelva a ese maldito ático.

Al llegar al centro comercial, mamá se bajó del auto sin una palabra, yo la seguí poco después y los dos entramos.

Las miradas de odio y asco no tardaron en hacerse presentes, lo cual era obvio. A esta hora todos sabían que Mitchell Carson y su hermano se habían dado calor en el baile de invierno, y no necesariamente calor de hermanos.

Hicimos las compras, y mamá parecía ser un zombi, haciéndolo todo mecánicamente y hablando sólo con los trabajadores para preguntarles sobre las ofertas del día.

Eso fue hasta que de sorpresa…

-…Lo siento Mitch-

Es poco decir que mis ojos se abrieron como platos -…- No sabía que decir, no estaba enojado con ella por la bofetada, ya que obviamente la merecía, pero aún así no podía encontrar la reacción correcta o las palabras para decirle lo que pienso.

Al tomar mi silencio como algo negativo, cerró los ojos y empezó –No quiero que me odies amor, es sólo que actué por un tonto impulso y me dejé llevar. La verdad es que…-

… ¿Es que…?

-… Es que estaba mas molesta conmigo misma que con ustedes- ¿Y eso por qué? Nosotros fuimos quienes rompieron el tabú, desafiamos al orden de la vida, ¿Por qué está enojada con ella misma?

-…Mamá…- Pero ella me interrumpió poniendo un dedo suavemente entre mis labios.

-No querido, déjame hablar a mi- Me silenció y mientras tomaba una caja de cereal continuó –Tu padre y yo los amamos profundamente, ustedes son nuestro mundo, y tengo que decirte que… No hemos sido muy honestos con ustedes-

¿Honestos?

-Nunca te contamos ni a ti ni a tu hermano nuestra historia, por miedo a lo que ustedes pensarían de nosotros… Pero debido a las circunstancias me temo que debemos ser sinceros… Mitch nosotros…-

-Vaya, vaya, vaya- Una de las vecinas del vecindario se acercó a nosotros. Ugh, odio a esta clase de gente que sólo se dedica a meterse en la vida de los demás como si fueran alguna clase de dioses que nos pueden decir que está mal y que no, y esta perra no era nada diferente-Miren a quien tenemos aquí, la familia más asquerosa del pueblo- Dijo de manera burlona.

Estaba a punto de decirle a esa tonta que a su hija la encontraron revolcándose con dos chicos en el campo de baloncesto el otro día, pero mi mamá dio un paso en frente de mi –Querida, ¿Quién murió y te convirtió en dios?- Dijo, poniendo una mano frente mi –La ultima vez que me fijé, sólo yo puedo juzgar a mis hijos y decidir si lo que hacen esta bien o mal-

La mujer soltó una risa burlona que parecía el llamado de apareamiento de un elefante –Pues parece que no has hecho un buen trabajo, ¿Ya has escuchado lo que pasó, Michelle?-

De nuevo, las malditas chismosas alrededor se juntaron para apoyar a la mujer elefante, con frases como -¡Si!- o -¡Sucios!-

Mamá no mostró ninguna emoción al responder –Si, estoy completamente enterada de lo que pasó-

-¡Incluso tienes la vergüenza para mostrar a tus horrendas criaturas por aquí!- Otra zorra gritó desde el pasillo de al lado.

-Pues entonces sabrás que tus hijos- La líder de las idiotas puso un énfasis en la palabra hijos, como si estuviera hablando de excremento o basura –No sólo son unos asquerosos maricas, sino que también lo hacen entre ellos-

Sonidos de asco se escucharon por todas partes.

Mamá sólo miraba a la mujer con intensidad. Al no recibir respuesta, la elefanta decidió seguir hablando mierda –Dime Michelle, ¿Tú no sabias de las porquerías que tus hijos hacían? ¿O es que acaso tu te les unes cuando lo hacen y los tres…?. La tonta no pudo terminar la pregunta.

Me quedé boquiabierto al ver cómo mamá golpeaba a la perra directo en la boca. La mujer, no siendo la más delgada de todas, cayó en su trasero por el impacto y se sostuvo la boca adolorida.

Mamá estaba furiosa -¡No te atrevas de hablar así de mi familia, puta!- Después volteó a ver a las demás, quienes ya empezaban a alejarse por el miedo -¡Y lo mismo va para todas ustedes zorras! Si escucho a alguien atacando a mis hijos ¡Se las tendrá que ver conmigo!-

Antes de quela gente de seguridad nos echara del centro comercial, mamá me tomó de la mano y me sacó por la puerta trasera.

No pude ver su rostro ya que iba delante de mi, pero juro que pude ver lágrimas cayendo de su ojos.

…Mamá.

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Al llegar a casa, estaba todavía más confundido.

Al parecer papá y Rodney ya estaban aquí, pero los dos se veían demasiado apurados en sacar montones de cosas del ático y las habitaciones, entre ellas las cosas de Rodney.

…Eso significa que.

Con miedo me lancé sobre papá con todas mis fuerzas, aferrándome a su cintura como si mi vida dependiera de ello -¡NO!- Grité mientras empezaba a sollozar -¡Por favor, no!-

-¡Mitch…!- Papá intentó hablar, pero no iba permitirlo echar a Rodney.

-¡No!, todo es mi culpa, yo fui quien le pidió a Rodney todo, él no sabía nada hasta que yo lo saqué del ático, yo fui quien lo sacó al mundo y fui yo quien decidió amarlo a pesar de todos- No podía detenerlo –Así que por favor, el ya ha sufrido demasiado, déjame tomar el castigo, dejarme pagar por los pecados que cometimos. Por favor papá…-

-Mitch…- Escuché a Rodney detrás de mi, pero no podía dejar que hicieran esto, ni siquiera si él trataba de impedirlo.

Me separé para mirar a papá a los ojos, él me miraba confundido y con un cierto tono de… ¿Comprensión? -… Lo sé hijo- Dijo, limpiándome las lágrimas y dejando salir una pequeña sonrisa –Sé que tú y tu hermano se aman… de esa manera-

Ahora el confundido era yo- …Pero…-

-Y sabemos que no les importa lo que el mundo diga- Mamá dijo, al darme la vuelta, la vi con un brazo en los hombros de Rodney, ambos sonreían melancólicamente, como si alguien fuera a marcharse -…Ya que ustedes seguirán amándose a pesar de todo-

-…Yo…-

-Y sabemos que a pesar de todos los errores que cometan, y toda la tristeza que pasen- Papá se acercó a mamá y Rodney, abrazando a ambos –Lo volverían a hacer todo, sólo para pasar su vida juntos-

¿Cómo pueden saberlo? ¿Cómo pueden entendernos tan bien? ¿No estaban enojados?

… ¿Qué demonios sucede?

Los miré sin poder creerlo. Mamá dijo –Estábamos molestos porque… sabemos exactamente lo que ustedes van a sufrir…. Y no podremos hacer nada para evitarlo-

¿Lo saben?...

-… ¿Cómo?- Apenas si alcancé a preguntar.

Mamá y papá se miraron mutuamente, con seriedad y esperanza infinita. Sentí algo cálido en mi mano, y al ver que era me percaté que Rodney me había tomado de la mano, y al mirarlo, su sonrisa era todavía más cálida y me envolvía.

-Cariño, lo sabemos porque…-

Sea lo que sea que mis padres contestaran, mientras tenga esto, mientras lo tenga a él, la respuesta no me dará miedo.

… O eso pensé.

-… Nosotros también somos hermanos-


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