Capitulo 7: Sorpresa
Flashback
-¿Hermano?-
La tímida voz del pequeño Mitchel se escuchaba, era una noche tranquila y todos los miembros de la familia se habían ido a dormir, sin embargo, el mas joven de la casa no lograba cerrar los ojos.
-¿Hermano, estas despierto?- repitió.
El mayor de los hermanos ya se encontraba durmiendo, pero la suave voz de Mitchel lo despertó al instante.
-¿Que sucede Mitch?-
-¿Hermano, que es eso?- dijo el pequeño, apuntando a la ventana de su habitación.
Afuera se podía ver un cielo lleno de estrellas en la noche y la luna contrastaba la escena con un brillo sin igual.
-Esa es la luna Mitch-
-¿Y por que me sigue a todos lados? Cuando voy al baño también esta allí-
El mayor se levanto cuidadosamente de la cama y se acomodo la mascara que estaba chueca. El siempre usaba esa mascara de conejo para evitar asustar a su hermano. Se acerco a Mitch y le acaricio el pelo cariñosamente.
-Porque en las noches, ella sale a cuidarte-
-¿Y solo lo hace en las noches?- Rodney asintió con la cabeza -¿Por que no sale de día?-
-Porque en el día, alguien mas se encarga de cuidarte-
-¿Quien?-
Rodney sonrió y se acerco para abrazar a su hermano
-Yo-
Hoy en día
Por fin, el día ha llegado.
No había estado tan emocionado por el fin de semana desde que regalaron boletos para el parque de diversiones el sábado hace tres años en la escuela. Todos estábamos llorando de felicidad… ah, que hermosos días.
Pero hoy es muchísimo más importante, porque por fin recuperare todo el tiempo perdido que no pasé con mi hermano. Hoy le daré su “sorpresa”
Ya lo tengo todo planeado, por suerte mis padres salieron hace unas pocas horas, ahora darle su sorpresa a Rodney será más fácil.
Mi corazón palpita y mis manos empiezan a sudar. He estado actuando raro acerca de Rodney últimamente, desde la conversación que tuvimos acerca de Lisa y después de llorar frente a él como un bebé, no he dejado de actuar nervioso cuando estoy con él.
Verás, no solo fue cosa de una vez, recuerdo que al día siguiente...
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-¡Buenos días dormilón!-
Desperté cuando una voz familiar me llamo y fui saludado con la cara peluda de mi hermano, mirándome desde el techo. Instantáneamente salte de la cama y aterricé en el piso, hecho un revoltijo de sabanas e incluso mi pobre conejo de peluche salió afectado.
– ¡Rodney! ¿Qué haces allá arriba? –
Mi hermano me miraba desde una pequeña puerta cuadrada parecida a la que lleva al ático. ¿De donde diablos salió esa puerta? ¿Siempre estuvo allí? ¿Cómo es que nunca la vi? Tantas preguntas se formaron en mi mente y Rodney sólo se empezó a reír de mi ataque de pánico.
La vergüenza no tarda en hacerse obvia en mis mejillas.
-Increíble ¿No crees?- me dice cuando terminó de burlarse –La encontré ayer cuando estaba investigando en el ático y… ¿Ese es un conejo de peluche?-
Miré aterrado al peluche con el que duermo y lo escondí rápidamente entre las sábanas -¿Conejo? ¿Cuál conejo? ¡El único conejo que conozco me despertó como un maniaco desde el ático!-
-Era un conejo de peluche ¿No es así?- Rodney dijo en un tono seco y serio… entonces volvió a reír a carcajadas – ¡No me digas que duermes con un peluche!-
-¡Cállate! ¡Lo uso como una almohada!- No podía estar más rojo, o eso creía, hasta que Rodney se calló de repente y me miró fijamente con esos ojos de caricatura en su máscara.
-… ¿Qué sucede?- él se veía pensativo
-… Nada, sólo pensaba en lo tierno que te verías abrazando ese conejo mientras duermes-
Juró que por un momento pensé que iba a explotar de vergüenza.
-¡Déjame en paz conejo tonto!- escondí la cabeza en las almohadas y Rodney volvía a reír. ¿Por qué me avergoncé tanto de que me dijera tierno? Él sólo bromeaba conmigo… ¿Verdad?... ¿Entonces porque me siento así?
-Bueno Mitch, parece que ya no podrás esconderte de mí- dice, creo que esta es la primera vez que me llama Mitch, antes era muy formal conmigo ¿Será que empiezo a agradarle más? –Cuando abrí la puerta se rompió el cerrojo, así que abrirla es bastante fácil. Más te vale no hacer nada malo o le diré a mamá- y con ese comentario burlón se fue, dejándome más rojo que una fresa y en el piso frió.
Cuando me levanté no pude dejar de pensar en las palabras de Rodney, recordar la seriedad con la que me llamó tierno me hacen creer que si lo cree en verdad.
Cree que soy tierno.
… ¿Por qué me estoy sonrojando otra vez?
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No estoy seguro que sea este raro sentimiento, pero lo siento cada vez que estoy con Rodney.
Cuando me abrazó y me dijo lo especial que soy el sentimiento creció y mi corazón palpitaba como loco.
No se que significa, pero no quiero que se detenga.
Me gusta estar con Rodney, él es el único con el que puedo ser yo mismo y no tengo que mentir para no quedar mal. Aunque las bromas que me juega me ponen tan rojo que parecería que voy a explotar debo admitir que me gusta cuando él ríe, me hace feliz el saber que aunque hago el ridículo él ríe con mucha facilidad.
Lo que le pasó a Rodney no es para nada justo, y me propuse a hacerlo feliz cueste lo que cueste, es lo menos que puedo hacer por él después de olvidarlo por tantos años.
Algo que también me preocupa es pensar por que mamá y papá lo encerraron en el ático y lo mantuvieron ahí por tanto tiempo, no saber la razón me preocupa todavía más. ¿Quién haría eso a su propio hijo? En especial al primero, y si pensaban encerrarlo ¿Por qué lo dejaron vivir normalmente unos años en primer lugar? Es cruel pensar que le dieron una vida “normal” a Rodney y un día se la quitaron, sin más, sólo se la quitaron y lo encerraron en el ático. Me aterra pensar que mis padres no quieran a Rodney y eso los hiciera encerrarlo, sólo ruego que no sea así.
En fin, tengo algo más en que preocuparme, y eso es que la sorpresa de Rodney salga lo más perfecta posible.
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-¡Gracias Mitch!- El señor Stevens, el dueño del supermercado local, me dijo después de que lo ayude a cargar cajas toda la mañana –Trabajaste muy duro, aquí tienes tu pago-
Me dio el dinero y sonreí al instante –Gracias señor Stevens- jamás tendré tanto dinero en mis manos, si contamos el dinero que me dejaron mis padres para comer y para otros gastos, tengo más que suficiente para darle a Rodney el mejor fin de semana de su vida.
Al salir del supermercado lo primero que vi fue una pequeña figura que se acercaba rápidamente hacia a mí, como si me hubiera estado buscando desde hace rato. Al principio pensé que se trataba de Seth o Lisa, pero cuando una figura femenina llego corriendo junto a mí lo único que pude hacer fue fingir una sonrisa -… Hola Melissa-
Melissa luchaba por recuperar su aliento, parece que ha estado persiguiéndome por un rato --..Hola…Mitch… ¡Cielos!, Creo que moriré asfixiada- bromeó y no pude evitar reír. Melissa siempre me ha agradado, pero recuerdo que mi madre la contrató como una espía, eso me pone algo nervioso cerca de ella y la convierte en una amenaza para mis planes… Diablos, ahora estoy hablando como un villano de historietas –Ya sabes porque te busco ¿Verdad?-
-Si lo sé, pero deberías descansar un poco Mel, no creo que al señor Stevens le guste que te desmayes frente al supermercado-
-No cambies el tema Mitch, tu mamá me pidió que te vigilara y planeo cumplir mi misión-
-Eso no lo dudo, pero tampoco significa que debes actuar como ella cuando lo hagas-
Los dos reímos un rato y ella me acompañó a mi casa. Si quiero que este plan funcione debo tener a Melissa de mi lado, debo evitar que le cuente a mi mamá todo lo que planeo hacer con Rodney, si lo hace, Rodney y yo estaremos perdidos.
-Bueno, vendré a verte después Mitch, no hagas travesuras mientras no estoy- Melissa dice, alejándose para ir a su casa.
-Nos vemos- me despido con la misma sonrisa falsa con la que la saludé.
No había pensado en ella, si no puedo convencerla de ayudarme entonces necesito planear una distracción para alejarla de nosotros.
… Y creo saber quien puede ser esa distracción.
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-¡¿Quieres que haga qué?!-
-Mira, sé que te estoy pidiendo mucho, pero me harías un gran favor si lo haces- estoy a punto de arrodillarme frente a Seth para que me ayude, no puedo dejar que la sorpresa de Rodney se valla a la basura.
-Mitch, me gustaría ayudarte pero… ¡Melissa me odia!- dice, alzando los brazos en defensa propia –Ya traté de invitarla a una cita y me rechazó ¿Recuerdas?-
-Lo sé, pero no te mataría intentarlo otra vez- junto mis manos en forma de plegaria –Por favor, si yo se lo pido sé que saldrá contigo, sólo quiero que la distraigas lo suficiente para…-
-… ¿Para?-
-… Para poder salir a divertirme el sábado, si Melissa me cuida todo el tiempo no podré pasarla bien-
-Porque siento que hay algo que no me estas diciendo-
-Mira, ya te explicaré todos los detalles después, pero ahora necesito que me quites a Melissa de la espalda- Seth es mi mejor amigo, si hay alguna persona a la que le puedo confiar la existencia de Rodney es él, pero ya le diré después, primero debo ocuparme de Melissa.
-… ¿Estas seguro de que puedes convencer a Melissa para que salga conmigo?-
-Si, ella es mi amiga y si le digo que necesito un favor lo hará- eso fue en parte una indirecta para Seth.
Él cierra los ojos pensativamente y después de un minuto dice – Esta bien, lo haré. Pero me debes una-
Le voy a conseguir una cita con la chica de tus sueños ¿y todavía le voy a deber una? Bueno, supongo que Rodney vale la pena como para estar endeudado con Seth.
-Hecho-
-Bien, y más te vale decirle a Melissa que use un vestido sexy en nuestra cita-
-¡¿Qué?!-
-¡Nos vemos después Mitch!- el muy sin vergüenza se va corriendo antes de que pueda negarme.
Ahora, la pregunta no es si lograré que Melissa salga en esa cita con Seth, sino como le haré para que use un vestido.
… Lo he dicho antes y lo volveré a repetir, más le vale a Rodney que disfrute su sorpresa, porque me esta saliendo muy cara.
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-¡¿Quieres que haga qué?!-
¿Porque siento como si ya hubiera tenido esta conversación ates? Ah claro ¡Porque ya la tuve con Seth! Estos dos aún no lo saben pero tienen muchísimas cosas en común, apostaría todo mi dinero a que son tal para cual y que después de este sábado terminarán siendo novios.
-Mel, sé que es mucho pedir pero…- traté de usar el mismo método que usé con Seth, pero Melissa me interrumpe antes de poder intentarlo.
-¿Quieres que salga con Seth Miller este sábado? ¿Acaso te volviste loco?- al parecer si hay una diferencia entre ellos dos, Melissa es más inteligente y será más difícil convencerla.
-Yo sé que Seth no es el más inteligente, ni el más sabio, y puede que no huela muy bien después de que haga ejercicio, pero es un gran tipo, y estoy seguro de que no te arrepentirás de salir con él-
-Ese no es el problema- Ahora nos encontramos en la puerta de su casa, Melissa iba a verme por segunda vez en el día cuando llegué y le pedí la misión imposible –Seth es bastante gracioso, y es muy guapo, de hecho me vi tentada a aceptar su primera invitación-
-¿Entonces cual es el problema?-
-El problema es que Seth ha salido por lo menos con 6 de mis amigas y eso sólo en nuestro salón de clases, si contáramos a todas las chicas que han salido con él terminaríamos de contar mañana-
-¿Eso quiere decir que...?-
-Si, Mitch- me interrumpe por segunda vez –Me gusta Seth, pero no creo que yo le guste de igual manera, algo me dice que sólo quiere jugar un rato conmigo y después me abandonará, como a las demás- puedo ver que se entristeció cuando dijo esto.
-Melissa, Seth no es el más leal de los hombres, pero eso es porque él piensa que no ha encontrado a la chica correcta, Y tal vez me mate por contarte esto, pero él mismo me ha dicho que cree que tú podrías ser la indicada-
Voltea a verme, esperanzada de que mis palabras sean ciertas -¿Lo dices en serio?-
Asiento con la cabeza y le doy una sonrisa alentadora –Por supuesto-
No puedo decir nada más cuando siento sus brazos en mi cuello. Después de ese abrazo de gratitud voltea a verme y dice -… Bueno, saldré con Seth el sábado, mas te vale que esto no sea una trampa para que deje de cuidarte- ¡Si! Mi plan esta funcionando de maravilla. Sólo falta una pequeña cosa por arreglar antes de tener el camino libre
-Gracias Melissa, y por cierto, hay algo que quisiera preguntarte-
-¿Si? ¿Qué sucede?-
-¿De casualidad tienes un vestido?-
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-¡Rodney, te traje un bocadillo!- le digo a mi hermano mientras entro al ático con un plato lleno de sándwiches en la mano. Es hora de sorprender a mi querido hermano.
-¡Gracias Mitch!- me dice mientras cuidadosamente me da la espalda para morder uno de los sándwiches – Hmm te quedaron ricos, eres todo un chef profesional- me dice con cariño y me revuelve el pelo, instantáneamente me sonrojo y volteo al piso.
A veces pienso que lo hace sólo para avergonzarme, sabía que sus instintos de hermano mayor saldrían a flote tarde o temprano
-¿Y a que se deben estos ricos sándwiches?-
-Bueno, es que quería darte una sorpresa- él vuelve a esconder su rostro para darle otra mordida a su sándwich.
-Pues me encanto la sorpresa, en especial porque ya me estaba dando hambre-
-Los sándwiches solo son una parte de la sorpresa- le digo, con una sonrisa traviesa en mi rostro
-¿Entonces hay más? Dime ¿Con que más me sorprenderás?- cuando termina la pregunta sólo se escucha el golpe de la madera cuando Rodney se desmaya y cae al piso.
-Con eso- y rápidamente trató de levantarlo para sentarlo en la silla donde hace pocos segundos se encontraba.
No te asustes, no lo maté ni nada por el estilo, sólo le puse medicamento para dormir en los sándwiches. ¿Por qué lo hice te preguntarás? Porque Rodney jamás me dejaría verlo sin la máscara, mucho menos maquillarlo.
Una vez colocado en la silla procedí a buscar la pequeña maleta con maquillaje para efectos especiales que Lisa me prestó, el parche que compré el día que Seth y yo vimos a Garret comprando chocolates y un conjunto de ropa especial hecha a mano, diseñada para que todas las esquinas del cuerpo sean cubiertas por esta, además de que el pantalón y la camiseta estaban pegadas, para no dejar que el abdomen se vea.
Una vez reunidos todos los elementos, venía la parte difícil.
Quitarle la máscara a Rodney.
Lo hice lenta y cuidadosamente, el medicamento tenia efecto para dos horas pero por alguna razón tenia miedo de que Rodney despertara en cualquier momento y me descubriera.
A pesar de haberla visto antes, aún no puedo creer la forma de su rostro, la mitad se ve tan pacifica y serena mientras duerme y la otra mitad parece sacada de una película de zombies, con los músculos y venas de la cara visibles.
Su ojo también esta afectado por su condición, sus parpados son completamente invisibles, dando la ilusión de que su ojo no se cierra nunca, eso sin mencionar que su globo ocular es completamente negro, por suerte su pupila esta intacta y es de un color café intenso, casi dorado.
Él no es grotesco como muchas veces dice, la gente se lo ha hecho creer, lo han llamado monstruo, fenómeno, e incluso lo han maltratado físicamente.
Ellos son los culpables, ellos son los verdaderos monstruos.
No puedo evitar ver su lado normal mientras duerme, se ve tan… lindo…
…
…
-¡Ahh!- ¡¿Qué diablos?! ¿Acaso pensé que mi hermano se veía lindo mientras duerme? ¿Desde cuando uso yo esa palabra?
Y ahora vuelvo a sentir “eso” otra vez. Ese sentimiento que hace que me sonroje y que me suden las manos. Dejando el lado afectado de su rostro Rodney es… apuesto, eso no lo puedo negar, pero ¿Lindo?
Me le quedo viendo fijamente por un momento y de repente mi cuerpo actúa por si sólo. Con una mano empiezo a acariciar suavemente su mejilla mientras me sonrojo y suspiro largamente. No sé porque, pero verlo así me hace feliz, verlo sin miedo y sin preocupaciones, tan tranquilo, tan pacifico, me gustaría…
… ¡Ahh! Detente Mitch.
Sacudo la cabeza fuertemente para alejar esos pensamientos.
-Bien, manos a la obra- y así empiezo a desempacar el maquillaje.
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-Hmm-
Rápidamente alzo la vista de la revista vieja que estaba leyendo y volteo para sorprenderme.
Rodney estaba despertando y por primera vez pude ver la expresión en su rostro.
No pude evitar sonreír cuando él me miró con bastante confusión y entró en pánico -¡No tengo puesta la máscara!- gritó con miedo y se cubrió el rostro –No me mires Mitch, no quiero que veas lo grotesco que s…-
-¡Sorpresa!-
Olvidándose de la máscara, Rodney se descubre el rostro y me mira con fundido. En respuesta yo le sonrío enseñándole un espejo y él se cubre la boca con las manos cuando mira su reflejo.
Sus ojos se empiezan a llenar con lágrimas, los míos también, jamás pensé estar tan emocionado cuando este día llegara. Empiezo a llorar de felicidad en cuanto él me mira incrédulo y me dice
-… Soy normal-