Capitulo 8: La razón
Flashback
-¡Mi hermano es el mejor hermano del mundo del mundo!- exclamo el pequeño Mitch frente a sus compañeros de clase.
Era uno de esos días donde los chicos debían pasar al frente y hablarle al resto de la clase sobre cualquier tema. Esta vez se trataba de hablar acerca de la persona que los chicos mas admiraban y Mitch no lo pensó dos veces para escoger a su idolatrado hermano.
-Él me enseña muchas cosas y es muy inteligente- dijo, con la alegría que solo un niño inocente puede lucir.
Sin embargo, no todos los niños son tan inocentes, y en primera fila, escuchando como Mitchel hablaba, se encontraba un pequeño nada inocente, con una idea malévola y la sonrisa de un autentico villano.
El pequeño levanto la mano y la maestra le dio la palabra -Y si tu hermano es tan increíble como dices ¿Como es que nadie lo ha visto?- pregunto con una voz burlona.
-Yo... No puedo decirlo- y era la verdad, sus padres le pidieron no contarle nada a nadie sobre la situación de Rodney.
-Apuesto a que ni siquiera existe- Dice otra vez el mismo niño.
-¡Ya basta Garret!- le reclama la maestra -¡Si Mitch no puede decirnos será por algo!-
Los otros niños en el salón de clases apoyaron a Garret. Unos gritaban "Mentiroso" y otros le arrojaban lápices de colores a Mitch.
El pobre no pudo soportarlo y soltó el llanto. Salió corriendo lo más rápido que pudo del salón de clases y se encerró en el baño.
No era la primera vez que pasaba, pero si era la primera vez que ese chico le causaba problemas.
-... Garret- murmullo para si mismo. Algo le decía que esa no seria la primera vez que escucharía ese nombre.
Hoy en día
Jamás pensé que estaría tan feliz, la cara de Rodney no tenía precio. Se me quedó vendo después de unos minutos y decidí romper el silencio.
-Perdón- dije –No fue mi intención dormirte con los sándwiches, es que no me hubieras dejado…- no pude terminar cuando sentí sus brazos en mi cintura, atrayéndome a él en un abrazo.
Nos hemos abrazado millones de veces, pero esta vez es diferente. La manera en la que me aprieta, su respiración en la curva de mi cuello, este no es un abrazo como los demás. No puedo evitar sonrojarme y estremecerme un poco.
-… Gracias Mitch- susurró en mi oído, yo me aparté un poco para verlo.
Era la primera vez que veía perfectamente bien su rostro, sus mejillas aún tenían rastros de las lágrimas que hace poco estaba derramando, su mirada estaba llena de gratitud y…
¿Cariño?
Y su sonrisa, tan pequeña como fuera, también estaba llena de felicidad. Aparté de su frente un mechón de su largo cabello y le dije –No hay problema, Rod- lo volví a abrazar y nos quedamos así unos minutos más, simplemente disfrutando la compañía del otro.
Cuando nos separamos, decidí contarle a Rodney mi plan para este fin de semana.
-¡No puedo esperar!- Exclamé casi en éxtasis –Primero iremos al parque… no, no, mejor al zoológico… no, no, mejor al cine- fui interrumpido por las pequeñas risas de Rod -¿Qué sucede?- pregunté
-Nada… es sólo que eres mucho más tierno de lo que pensé… hermanito- dijo.
-¡¿Ya vas a empezar?!- Me puse como un tomate y volteé en la dirección opuesta -¡En ese caso, mejor no hubiera hecho nada!... ¡Ahh!- me aleje unos cuantos pasos de él y sentí como si el piso debajo de mí se cayera. Cerré los ojos para no sentir el impacto del piso, pero nunca lo toqué.
Abrí los ojos lentamente y me encontré con el pecho de Rodney, quien al parecer me rescató de tropezarme -¡Ten cuidado!- dijo -¡Te pudiste haber lastimado!-
Giré para mirar al piso y me percaté de lo que causó mi caída. Era la pequeña puerta que Rodney encontró la otra vez, la que lleva directamente a mi habitación. Es lo suficientemente grande como para que yo quepa en ella, si Rodney no me hubiera atrapado, me hubiera caído directo al piso de mi cuarto, y digamos que hay bastante distancia entre el ático y mi cuarto.
Eso no hubiera terminado bien.
-Gracias…- susurré y Rodney se acercó a mi oído.
-Parece que ahora me debes una- volví a estremecerme y me alejé de él.
-¡Ya basta, lo que dices no tiene sentido!- me dirigí hacia la puerta del ático con los brazos cruzados y completamente rojo. No me gusta que juegue así conmigo, y lo que menos me gusta es sonrojarme cada vez que lo hace… ¿Me pregunto si ya se habrá dado cuenta?
-¡Y te ves todavía más tierno cuando te sonrojas!- Diablos, para que pregunté.
Me detuve en las escaleras y volteé a verlo -¿Vienes o qué?- le dije, fingiendo estar enojado. Él sólo me sonrió y me siguió para que los dos saliéramos de ese maldito ático.
Esa sonrisa…
Fue la primera vez que la vi, y aún así mi corazón empezó a palpitar rápidamente. ¿Pudiera ser que…? – ¡Auch!- mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando sentí un dolorcillo agudo en la cabeza -¿Acabas de golpearme?- le pregunté a Rodney. No me dolió mucho, pero me tomó por sorpresa.
Él sonrió de manera burlona y dijo –Eso fue por los sándwiches-
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Rodney miraba la cocina como si fuera un niño pequeño en una dulcería, buscaba en todos los cajones e incluso se quedó unos minutos viendo el papel tapiz de las paredes.
-¿Qué es eso?- me dijo, señalando a una esquina.
-Es un horno de microondas-
-¿Y eso?-
-Una cafetera-
-¿Y eso?-
-Una tostadora-
-¿Y eso?-
Ahora el que no pudo evitar reír fui yo. Realmente parecía un niño pequeño. Rodney me miró algo molesto y con un leve sonrojo en sus mejillas -¿Qué es tan gracioso?- preguntó.
-Tú- le contesté –Parece que nunca hubieras visto una cocina en tu vida-
-Eso es porque nunca he visto una antes- su sonrojo creció un poco más. Él y yo no somos tan diferentes después de todo.
-¿Y ahora qué? ¿Usarás los tenedores para cepillarte el cabello?- bromeé y empecé a reír más fuerte.
-¡Ya verás!- Dijo y comenzó a perseguirme. Los dos corrimos por toda la sal hasta que me atrapó y me tiro al piso, haciéndome cosquillas.
-¡D-detente!- tartamudeé entre risas.
-No hasta que digas que soy más inteligente y guapo que tú-
-¡Eres más inteligente y guapo que yo!- grité, ya no podía soportar el castigo. Se detuvo y me miro directamente a los ojos por unos momentos.
-Gracias, pero eso es mentira- dijo –Tú eres muchísimo más tierno que yo- me guiñó el ojo de forma traviesa y me sonrojé por cuarta o quinta vez en el día.
-¡Y a verás!- y ahora el que lo perseguía era yo.
No puedo creer todas las cosas que me perdí, todo ese tiempo que no pasé con mi hermano. Usualmente mis amigos me dicen que sus hermanos mayores son unos pesados, pero Rodney es diferente.
A veces puede ser un dolor de cabeza, en especial cuando bromea conmigo, pero él es la única persona con la que puedo ser yo mismo sin miedo a quedar como un tonto, él no me critica ni me insulta cuando digo tonterías o actuó como un niño llorón.
-¿Mitch, estás bien?- Rodney me mira preocupado.
-¿Qué?- salgo del trance y sacudo la cabeza para alejar los pensamientos -¡Ah!.. Si… sólo pensaba- sentí su mano en mi mejilla.
-No te preocupes- dijo –Si nos descubren, diré que te obligué a hacer todo-
-No tienes porque hacerlo, este fue mi plan-
-Si pero…- me sonrió una vez más –Jamás dejaría que te metas en problemas por mí culpa, prefiero ser yo el que este en problemas y que tu estés seguro-
Aparté mi cara de su mano y caminé hacia la puerta -Vamos- dije, sin voltear a verlo –Se nos hace tarde-
Él me siguió.
No puedo expresar con palabras lo que siento, pero cuando Rodney dijo eso…
Le creí.
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-¿Así que hay un lugar donde la gente va sólo para ver películas?- Rodney preguntaba mientras caminábamos hacia el cine. Decidí llevarlo primero allí porque Rodney es un fanático de las películas, ya que eran lo único que tenía para ver en ese horrible lugar, y no me gustaría que se sintiera incómodo ahora que salió del ático.
Así que una buena película será lo mejor para empezar el fin de semana.
Asiento con la cabeza –Así es, se llama cine y la gente va a ver películas que apenas acaban de salir-
-¿Y porqué no solamente compran el DVD y la ven en casa?-
-Porque así la gente puede salir a pasear y ver películas al mismo tiempo-
-¿Salir a pasear con amigos?-
-Sí-
-¿Y con familia?-
-Si-
-¿Y en una cita?-
-Si-
Rodney me miro pensativo por un tiempo y después sonrió. Una de esas sonrisas que Seth tiene cuando esta a punto de hacer alguna travesura, es decir, una sonrisa malévola.
-Así que… ¿Estamos en una cita?-
-¡Claro que no!- me aparté un poco de él -¡Es un paseo familiar, tonto!-
Rodney rió cada vez más fuerte y sólo se detuvo cuando lo miré enojado –Estoy jugando Mitch- dijo en un tono serio y volteó a mirar al piso –Yo sé que nadie saldría en un cita conmigo-
Diablos, de pronto me siento mal por lo que dije, se me había olvidado que Rodney no tiene mucha confianza en si mismo, debo recordarlo desde ahora.
-Oye deja de decir eso, no eres feo y eres muy agradable, apuesto a que cualquiera quisiera salir contigo en una cita- le dije mientras puse mi mano en su hombro.
-… ¿Tú saldrías en una cita conmigo?-
Fui sincero al responder -… Sí, ¿Aquí estamos, no?-
Por un momento Rodney se estremeció y pensé que iba a llorar, pero me sorprendí cuando escuché su risa -¡Entonces si es una cita!-
Quité la mano de su hombro y me sonrojé mucho más que antes – ¡Lo sabía!- dije -¡Sabia que dirías eso, eres un tonto!-
Y así fue todo el recorrido hasta el cine.
A pesar de las bromas y mis nervios, me la estoy pasando genial, jamás me había divertido tanto con alguien, ni siquiera con Seth. Tal vez me meta en muchos problemas cuando mis padres regresen, pero por ahora estoy feliz por compartir mi tiempo con Rodney.
Nada podría arruinar esto.
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Hablé muy rápido.
Si hay algo que puede arruinar esto.
-¡Mitch, aquí!- gritaba Melissa -¡Somos nosotros!-
De todos los lugares a los que Seth pudo haber llevado a Melissa… ¡El muy maldito la trajo al cine! Esto va a ser horrible. Melissa se acerca cada vez más a nosotros tomando a Seth de la mano, quien me mira con culpa por no haber cumplido su parte del trato.
Rodney los miró con curiosidad -¿Esos son tus amigos?- me preguntó.
-Pues… algo así-
Melissa y Seth ya estaban frente a nosotros y parecía que Rodney quería salir corriendo del cine. Esta es la primera vez que se encuentra con extraños, y no hay nadie más extraño que estos dos.
Pobre Rodney.
-Mitch ¿Qué haces aquí?- preguntó Melissa
-Si, que sorpresa verte por aquí- dijo Seth, fingiendo sorpresa.
Yo fingí una sonrisa y le lancé a Seth mi mejor mirada de muerte –Pues… decidí traer a mi… primo al cine porque… hoy los boletos cuestan más baratos y él vino de visita-
-¿Así que tu primo?- dijo Melissa. No me gusta la manera en la que esta viendo a Rodney –Mucho gusto, soy Melissa, una amigo de Mitchel-
-M-mucho gusto- tartamudeó mi pobre hermano, no sé quién está más nervioso, Rodney al conocer una chica por primera vez, o Seth, ahora que sabe que lo voy a matar –S-soy Rodney-
-¿Por qué tan nervioso? No voy a morderte-
-Es que eres la primera chica que he conocido-
Melissa rió, pensando que era una broma –Eres muy gracioso-
¿Qué le sucede? Esta en una cita con Seth y se pone coquetear con Rodney, maldita, sabía que sólo traería problemas.
-Perdonen por irnos tan rápido, pero nuestra película esta a punto de empezar y tenemos que…-
-¿Qué película van a ver?-
Tengo que pensar bien mi respuesta, no quiero que esta tonta siga tratando de meterse debajo de la piel de Rodney. Ahora, Melissa no es la chica más femenina en el pueblo, así que ella jamás vería una película romántica.
-Vampiros Enamorados- respondí con una sonrisa burlona –Ya sabes, esa película aburrida y romántica que acaba de estrenarse-
-¡Nosotros también!- dijo –Yo quería ver La Noche de los Muertos Vivientes, pero a Seth le asustan las películas de terror-
Instantáneamente volteé a ver a mi “mejor amigo” que acababa de arruinar mi cita con Rodney por ser tan cobarde. No sólo voy a matarlo, lo voy a… un momento ¿Acabo de decir cita? Me refiero al paseo familiar con Rodney, que no tiene nada que ver con una cita y… ¿Por qué me estoy explicando? Nadie puede oír lo que pienso, así que no tengo porque esta nervioso…
¡Maldita sea! Incluso mi cerebro está en mi contra.
-¿Mitch estas bien?- dijo Rodney
-… ¿Eh?... ¿Qué sucede?- dije, como todo un idiota.
-Le estaba sugiriendo a Rodney que me acompañará por las palomitas mientras tú y Seth apartan los lugares- dijo Melisa. Claro, la muy desgraciada quiere pasar tiempo a solas con mi hermano, no lo permitiré.
-Mejor…-
-Claro, vamos- no podía creerlo, Rodney aceptó –Nos vemos en un momento Mitch-
Y así se fueron los dos, dejándome con Seth.
-¡Oye, tu primo esta tratando de quitarme a mi chica!- dijo Seth. Ahora no estoy de humor para soportar las bromas de Seth, mucho menos ahora que por su culpa Melissa esta tratando de seducir a Rodney en estos instantes.
-¡Pues si hubieras llevado a tu chica a otro lugar esto no estaría pasando!-
-Tranquilo Mitch, yo no sabía que traerías a tu primo al cine-
-¡Eso no importa, todo esto es tú culpa!- estoy realmente enfadado, tan sólo quería pasar tiempo con Rodney, pero siempre tienen que arruinarlo todo.
No me di cuenta cuando empecé a llorar, las lagrimas salieron por si solas y Seth me miró extrañado.
-Mitch, lo siento, no sabia lo importante que era esto para ti-
-… No importa- dije, limpiándome violentamente los ojos –Ya nada importa- Y seguí llorando.
-¿Mitch?- lo que faltaba, Rodney y Melissa regresaron -¿Qué sucede?- pregunta Rodney, Melissa me mira preocupada. Seth aún tiene una mirada triste, apuesto a que se siente culpable.
-…- di la vuelta y salí corriendo del cine, sin importarme nada.
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Estúpido Seth, estúpida Melissa… y estupido Rodney, sólo quería tener un buen día con mi hermano y el muy mal agradecido se va con Melissa a comprar palomitas.
Después de mi pequeña escenita en el cine corrí sin dirección alguna, sin saberlo terminé frente a la escuela y para empeorar las cosas empezó a llover.
Sé que no debí dejar a Rodney solo, mucho menos con ese par de atolondrados, pero no puedo describir el enojo que sentí cuando él acepto la oferta de esa zorra y la acompañó a la dulcería. Después de todo lo que pasé para sacarlo de ese apestoso ático así es como me lo paga.
Y lo peor es que ni siquiera se molestó en seguirme, dejó que me fuera y apuesto a que ahora esta viendo cómodamente la película con Melissa recostada en su hombro.
Idiota.
…
… No
¿Qué estoy diciendo? ¿Por qué reaccioné así? Melissa estaba coqueteando con él, pero ella hace eso con todos los chicos que apenas acaba de conocer, y seguro Rodney sólo aceptó acompañarla por ser caballeroso. Y no hay manera de que Seth pudiera haber sabido que llevaría a Rodney al cine.
El único culpable fui yo, actué como un idiota y me humillé frente a Rodney y mis amigos.
Todavía con lágrimas en los ojos me paré de la pequeña banca de donde estaba sentado y me dirigí hacia mi casa.
Mientras caminaba no pude dejar de pensar en lo asustado que debe estar Rodney. Fui un tonto al dejarlo solo, ni siquiera sé si él conoce el camino de vuelta casa.
-¡Mitch!-
Debe tener frió, porque no recuerdo que llevara un abrigo cuando salimos de nuestra casa. La lluvia apareció de la nada, ni siquiera estaba nublado hace unas horas.
-¡Mitch!-
Debe de estar confundido. Tratando de llegar a casa, caminando en la lluvia. De tan sólo pensarlo más lágrimas salen de mis ojos. Debo encontrarlo pronto.
-¡Mitch!-
Y ese imbécil, sea quien sea, no deja de gritar mi nombre…
Espera.
Volteé en dirección a los gritos, a lo lejos vi una pequeña figura corriendo y llamándome. Al parecer he caminado más de lo que pensé desde que me aleje de la escuela.
Fijé la vista y me sorprendí al ver de quién se trataba -¿Rodney?- corrí hacia él.
En cuanto me tuvo enfrente de él me abrazó tan fuerte que pensé que me mataría –Lo siento, lo siento, lo siento…- repetía una y otra vez.
-¿Qué haces aquí?- pregunté –Puedes resfriarte -
Él me miro fijamente, su mirada mostraba arrepentimiento y tristeza infinita, pero pronto sonrío, como sólo él lo sabe hacer –Vine a buscarte tonto ¿O acaso creías que iba a dejarte sólo en la lluvia?-
Justo lo mismo que yo pensaba hacer. Me sorprende lo mucho que nos estamos empezando a parecer.
-Pero… ¿Qué no estabas con Melissa y Seth?-
-No, si no te seguí fue porque le pregunte a tu amigo lo que había sucedido… bueno, algo así- ¿Cómo que algo así? Tendré que preguntarle a Seth lo que pasó cuando me fui –Cuando me explicó lo que había pasado fue cuando salí a buscarte-
-… No importa- dije con un tono frío –Te hubieras quedado a ver la película con Melissa-
-¿Por qué querría ver la película con esa niña irritante?- dijo –Sólo la acompañé porque quería que me hablara de ti-
… ¿Qué?
-¿Qué?-
Él asintió la cabeza con una sonrisa orgullosa –Logré que me dijera tu sabor preferido de soda y como te gustan las palomitas-
-… ¿En serio?-
Volvió a asentir la cabeza, esta vez con una sonrisa más grande –Soda de naranja y palomitas con mantequilla extra… ¿Cierto?-
No pude evitar reír, aliviado porque todo había sido un malentendido –Si, cierto-
Me sonrió de la manera más cariñosa y tomó mi rostro entre sus manos, haciendo que lo mire a los ojos… bueno, ojo, porque tiene puesto un parche -Tonto- dijo -¿Acaso crees que me gustaría estar con una niña antes que contigo?-
No respondí, sólo miré ese hipnotizante ojo castaño, que en la luz de la luna parecía ser dorado.
-… Debes saber que sólo me importas tú-
-… ¿En serio?-
-Si, quiero saber todo de ti, y aproveché la oportunidad para que tu amiga me contara cosas sobre ti, así que no te enojes conmigo por favor, no soportaría si dejaras de hablarme por esto- no sé como, pero sabía que estaba diciendo la verdad.
No podía creerlo, nunca alguien había tratado de saber sobre mí. Nadie se interesa por mi, pero ahora viene él y esta dispuesto a soportar a la cabeza hueca de Melissa sólo para saber que me gustan las palomitas con mantequilla extra y la soda de naranja.
Entonces lo supe.
Me golpeó como un martillo.
Por fin sabía la razón por la que soporté los tormentos de Garret y el equipo de fútbol.
Era la misma razón por la que me uní al club de costura y trabajé todo el día en una tienda.
Y también era la razón por la que me enojé tanto con Seth y Melissa y salí corriendo del cine.
-Vamos a casa- dijo –Debemos ducharnos antes de que nos de un resfriado-
-…Sí- y caminamos todo el sendero de vuelta a casa juntos.
-Si tienes suerte, dejaré que te duches conmigo- bromeó Rodney, tratando de subir los ánimos
-¡Oye!- grité y los dos reímos lo que quedaba del camino.
Estoy algo asustado, pero a la vez, me alegra por fin saber la razón por la que me encanta estar con Rodney a pesar de sus bromas tontas y sus comentarios sin sentido.
La razón por la que siempre me sonrojo cuando me sonríe o cuando estoy muy cerca de él.
La razón por la que puedo llorar, reír, y ser yo mismo con él sin tener miedo a ser rechazado.
Me da miedo admitirlo, pero no lo puedo evitar….
-Oye Mitch-
-¿Sí?-
-Gracias por este día, eres el mejor-
…
…
… Estoy enamorado de mi hermano.