Era una tarde como cualquier otra, donde estaba de ida a su casa, donde vivía con su esposo Kim KiBum, vivían en uno de los barrios más exclusivos de todo Seúl.
Aparcó su hermoso Lamborghini negro, bajo del mismo, sin quitarse sus lentes oscuros, caminando a paso tranquilo hasta la entrada, que se abrió antes de que siquiera llegara, dejando ver a un serio KiBum en la puerta.
-¿Me extrañaste amor?-le preguntó sonriéndole cálidamente, notando que el menor solo afilo la mirada, logrando que se quitara los lentes-¿Pasa algo?
-Dejaste a tus hijas adentro y destrozaron mi dialogo para la nueva película- dijo con seriedad imperturbable.
-Bueno amor- dijo acercándose a él pasando sus brazos por la cintura de Bum acercándolo a su cuerpo- habla con el director y pídele otra copia-le dijo dándole un beso en la mejilla, sintiendo las manos del menor sobre su pecho alejándolo.
-Dormirás en otro cuarto-le dijo dejándolo solo en la entrada de la casa, viendo como KiBum subía las escaleras encerrándose en su habitación.
-¡No es justo Yeobo!-reclamó cerrando la puerta, terminando de entrar a la enorme casa, quitándose el saco aventándolo sobre uno de los sillones, subiendo rápidamente los escalones hasta llegar a la habitación que compartía con el menor- amor… te prometo que no volveré a dejarlas adentro- dijo pegando su frente a la puerta- ábreme la puerta amor.
-No. – Respondió de forma inmediata mientras se metía más en la habitación, abriendo su móvil para poder llamar al director. No sabía cómo explicaría la gran hazaña de las hijas del mayor y la destrucción del libreto.
-Vamos, Ábreme la puerta y prometo que te compensare… -Prometió mientras golpeaba la puerta para que el menor dentro de la habitación abriera. Cuando escucho la traba de la misma destrabar la puerta. Sonrió triunfante, cuando KiBum apareció en el umbral.
Mas de forma inmediata, la sonrisa se le borro de los labios, viendo como el pequeño le arrojaba su almohada y una manta.-
-¡Ahora dormirás en el sofá por chantaje! –Gritó desde el otro lado de la puerta, cerrando la misma de un portazo en sus narices. Dejando a un desconcertado JongWoon.
-¡Pero…! –Protestó, el menor de forma inmediata, volvió a salir por la puerta, cerrándola de un portazo, extendió su móvil al de mayor edad y su mirada volvió a afilarse.
-Ahora, llamaras al director para que me mande un nuevo libreto… -Decretó mientras mantenía la mirada fija en el mayor, quien dejó caer la ropa de cama sobre el suelo.- Si lo haces, considerare el hecho de que duermas fuera del cuarto.
-Bummie, eres un chanta…
-Acaba esa oración y dormirás con tus hijas afuera Kim JongWoon…
Y el Kim mayor calló, sabía que el menor era capaz de sacarlo a patadas de la casa y hacerlo dormir fuera por lo qué se decidió a tomar el móvil del más joven y ver el número anotado en el, para marcar en el plano artefacto la tecla que dejaba llamar y así hablar con el director de la película del menor.
-KiBum, ¿pasa algo?-preguntó el director nada mas contestar la llamada.
-Habla JongWoon… el-comenzó a decir el mayor viendo la mirada intensa que de daba el menor.
-¡El esposo de Bummie!-dijo el director asustando un poco a JongWoon- ¿Qué haces tú con el celular de tu lindo esposo?
-Yo- murmuró, antes de aclararse la garganta- mis niñas rompieron el libreto de KiBum, y yo quería saber si podría enviarnos uno nuevo.
-¿Tienen niñas?-preguntó el director, intentando recordar si el menor había mencionado algo acerca de niñas.
-Bueno… son mis tortugas y mis perritas- dijo, oyendo de inmediato un suspiro y la risa del director.
-Muchacho por un momento pensé que tenían niñas humanas- dijo el hombre- dile a KiBum que mañana por la mañana mandare a alguien que le entregué el dialogo, pero estaba vez mantén a tus hijas alejadas del dialogo.
-Si señor- dijo JongWoon, colgando la llamada para después colocar el celular en su mano, como si fuera a dárselo al menor, que acercó su mano para tomarlo y cerrarle de nueva cuenta la puerta en la cara, cuando sintió el otro brazo del mayor rodeando su cintura y los labios de Jong sobre los suyos, en un sutil roce- me debías mi beso de bienvenida- le dijo al separarse solo un poco de los dulces labios del menor.
KiBum se alejó del mayor con el rostro levemente sonrojado, era un sonrojo sumamente sutil, como si no existiera, pero JongWoon lo conocía muy bien, y él podía ver aquel tono que casi no se percibía en las mejillas del menor, sabía que lo trataba como si nada cuando algo lo avergonzaba.
-Es culpa de tus hijas… -Le recordó que estaba molesto por aquello, por lo que inmediatamente JongWoon bufó, mientras negaba con la cabeza, de forma redundante, el menor aún seguía molesto por dichoso libreto
-¿Me culparas por lo que hacen nuestras hijas…?
-Culpable y también castigable, Jong… -Informó el menor de los presentes. Inmediatamente, el mayor afirmo el agarre en la cintura del más bajo, apretándolo contra su cuerpo.
-Sabes que no puedes castigarme… -Le informó mientras generaba un nuevo roce, de aquellos que hacían que el menor dejara de respirar y se doblegara a su voluntad, este correspondió el beso con algo de lentitud, como si quisiera resistirse, aún sabiendo que era inútil.
JongWoon sonrió de lado al ver como el menor le respondía el beso, Cuando el timbre de la casa les interrumpió el mágico momento. Provocando que Jongwoon gruñera y KiBum, todo rojo, saliera disparado escalera abajo para huir de una tortuga que pensaba comerlo.
El pequeño actor suspiró aliviado mientras llevaba su mano al pecho, para tranquilizarse, su marido tenía la manía de apresarlo, acorralarlo y hacerle cariños en cualquier lado, No es que le molestara, pero, el no era mucho de las muestras en público, no porqué le molestaban las muestras de afecto en público, si no, por un simple hecho, era demasiado tímido para andar a los besitos en las calles.
Se decidió a abrir la puerta cuando estuvo frente a esta, escuchando los pasos de su hyung en la plata alta, seguramente, llevando de regreso sus cosas a la habitación. Abrió la puerta, extrañándose de forma inmediata, ladeo la cabeza hacia el lado izquierdo sin comprender, cuando un pequeño tirón en su pantalón llamo su atención, encontrando un pequeño niño de no más de tres años, cabello oscuro y ojitos negros. Cachetón y delgado.
El pequeño miraba todo curioso a KiBum, quien vio al pequeño con la misma curiosidad plasmada en el rostro. ¿Quién era ese pequeño?
-Omma- murmuró el pequeño logrando que Kibum levantara una ceja extrañado.
-Pequeño- le dijo acuclillándose quedando a la altura del niño- creo que te equivocaste de casa, te llevare con el guardia para que te lleve a tu casa-le dijo con tranquilidad.
-No me equivodue- dijo inflando sus cachetitos, mientras el cielo tronaba dejando ver el primer rayo que ilumino la oscuridad.
-¿Amor?-le llamó JongWoon desde el segundo piso- ¿Por qué huyes de mi?-preguntó yendo a las escaleras, empezando a bajar, cuando vio a su esposo acuclillado en la puerta- ¿Qué pasa amor?-dijo acercándose viendo al pequeñín.
-¡Appa!-gritó el niño sonriéndole encantadoramente, mientras estiraba sus bracitos para que lo cargaran.
-¿KiBum… tenemos un hijo del que no esté enterado?-preguntó de pronto el mayor recibiendo un golpe en las costillas por parte de su esposo.
-Eso debería preguntarlo yo-le dijo molesto parándose encarando a JongWoon que se sobaba la parte afectada.
El pequeño al notar que ninguno de sus progenitores le ponía atención decidió adentrarse en la casa pasando por el espacio que había entre los cuerpos de ambos adultos.
-¡Yah!, tampoco tenias que pegarme- se quejó Jong.
-En ese caso no hagas preguntas bobas- dijo volteando para preguntarle al niño en que casa vivía cuando no lo vio- ¿se abra ido?
Y ante aquella pregunta JongWoon también volteo hacia la puerta al tiempo que una lluvia imperante comenzaba a caer, seguida de varios truenos y relámpagos que lograron que la luz dentro de la casa se fuera.
-Lo que faltaba- murmuró KiBum algo molesto.
-Tengo una idea de lo que podemos hacer ahora que no hay luz- dijo JongWoon apresando el menudo cuerpo de su esposo contra la pared enseguida de la puerta, juntando sus cuerpos, cuando un gritó resonó en el segundo piso- ¿Qué demonios?-dijo separándose de KiBum, yendo a la cocina donde de uno de los cajones sacó una pequeña lámpara con la cual alumbró las escaleras subiendo rápidamente, viendo unas huellas enlodadas, que conducían a su habitación, abrió la puerta viendo un par de zapatitos en la entrada y un bultito debajo de las cobijas.
-¿Qué es?-preguntó KiBum detrás de JongWoon.
-Más bien, ¿Quién es?-dijo acercándose a la cama, destapando con un movimiento rápido el cuerpecito del menor, que se abrazo al cuello de JongWoon temblando suavemente.
-Tuenos appa- murmuró bajito, mientras Jong sentía algo cálido mojar su camisa- tendo miedo.
JongWoon quedo totalmente descolocado, giró su rostro para ver a su esposo, quien lo miró igual de desconcertado, el menor ingresó a la habitación para sentarse en la cama, justo en el momento que Jongwoon correspondía el abrazo del pequeño para que ya no llorara.
-Oye… pequeño… -Llamó el más grande de los dos, pues por el shock que parecía que tener el menor y lo poco comunicativo que era, no tomaría la iniciativa de hablar.- ¿Cómo llegaste aquí?
-¡Appa! ¡Vivo aquí! –Protestó contra su pecho el pequeño, Jongwoon lo vio totalmente desconcertado, el pequeño parecía hablar enserio.
-¿Qué? No entiendo… -Murmuró KiBum mientras veía al pequeño sumamente aferrado al cuerpo de su esposo, temblando por el miedo a los rayos, inmediatamente, KiBum se puso de pie para tomar su móvil y alumbrar al pequeño, sin que la luz lo lastimara.
Lo admitía, el pequeño era cachetón igual que ellos, tenía su mismo color de ojos y el tono oscuro de cabello que el mayor, también aquellas fracciones que su esposo poseía, más la naricita del pequeño era igual que la suya. El actor suspiró, resignado, al ver que el pequeño, si bien había deshecho un poco el abrazo, aún no se separaba del todo de su esposo.
-¿Cómo te llamas? –Finalmente tomó la palabra el menor del matrimonio, mientras el bebé de la casa formaba un tierno puchero por su llanto, mientras estiraba las manitos hacia su Omma, KiBum se resignó, tomo al pequeño en brazos y se sentó con él en la cama.- ¿Cómo te llamas…? – Volvió a cuestionar.
-KiSung -Respondió el pequeño con su tono infantil, mientras escondía la cabecita en el pecho de su Omma, quien lo miraba desconcertado, levantó la vista hacia el mayor, alzando una ceja divertido por el nombre del pequeño entre sus brazos.
-¿Qué edad tienes? –Cuestionó ahora JongWoon, el menor enseño tres de sus pequeños deditos, enseñando sus pequeñas manitas
¿Y tus papás? –Cuestionó ahora KiBum, mientras veía al pequeño sobre su regazo, quien inflo aquellos cachetitos herencia de ambos. Viendo como el pequeño se tambaleaba para pararse sobre sus piernas. Con una de sus manitas apunto a Yesung, quien lo miró con espanto.
-¡Appa!-Gritó el pequeño mientras miraba al mayor y luego giraba a ver al menor del matrimonio.- ¡Omma! –Gritó escandalizado, mientras pegaba brincos para tirarse en la cama de boca y rodar por la misma, como el pequeño travieso que era, dejando quien él pequeño KiSung decía, eran sus padres totalmente desconcertados.
-Amor- llamó JongWoon acercándose a KiBum que estaba pálido-¿estás bien?
-¡¿Enserio preguntarás eso?!-dijo escandalizado el menor, mientras el pequeño KiSung se escondía nuevamente entre las cobijas-tenemos que llevarlo con la policía, tal vez sufrió algún golpe en la cabeza y por eso cree que somos sus padres- dijo sacando una conclusión lógica.
-Omma- llamó el pequeño mientras tallaba sus ojitos con sus puños, mientras acercaba su cuerpo al de KiBum recargando su cabeza contra su pierna- tengo sueño.
JongWoon tomo el cuerpecito de KiSung entre sus brazos, haciendo que el pequeño se acomodara rápidamente entre sus brazos recargando su cabeza contra el hombro de su appa y sus manitas de aferraron a su camisa, quedando rápidamente dormido.
-Buscare las llaves del carro- dijo KiBum parándose tomando la linterna saliendo de la habitación.
JongWoon se sentó en la cama, sintiéndose extrañamente cómodo con el pequeño entre sus brazos, recargándose contra la cabecera de la cama, cerró un momento los ojos cayendo rápidamente dormido.
Cuando KiBum regresó se encontró con una imagen que removió algo en su interior, JongWoon dormido con KiSung entre sus brazos ambos con los labios ligeramente entre abiertos, y sin poderlo evitar sus labios se movieron un poco, haciendo que sonriera, se acercó a ellos con la intención de despertar a su esposo, pero se veía tan cansado que optó por acomodarse a su lado, cubriéndolos con la cobija, quedando dormido rápidamente.