Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

" M y P l a c e " por zafiroeindigo

[Reviews - 223]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nota aclaratoria I:

“Vale aclarar que los personajes de Naruto NO SON DE MI PROPIEDAD sino de Masashi Kishimoto, como también algunos sucesos que ocurren en la película La Otra Tierra, ya que ESTE FIC SOLO ESTÁ INSPIRADO en algunos sucesos y no en su estructura argumental y visual; por lo que NO ES PLAGIO. Este fic ha sido escrito sin ánimo de lucro y solo por entretención, por lo tanto solo es de LECTURA LIGERA.”

Nota aclaratoria II:

Mis actualizaciones se dan mayoritariamente cada tres semanas. Espero poder recuperarme con rapidez para poder actualizar más temprano que tarde. Pero pronto estará el siguiente capítulo.

Dada estas explicaciones, podemos continuar…

-  M y   P l a c e -

 

 

“A D J U S T M E N T” 

(Capítulo XII)

 

 

El moreno se quedó unos segundos observando los ojos del rubio, los cuales tenían un pequeño brillo. Un resplandor que no veía hacía mucho tiempo. Le recordó a los momentos que tuvieron, en donde todo estaba bien, donde no había rencor ni odio. Donde éste no sabía la verdad.

Lentamente comenzó a quitar la mano de aquel lugar, sintiéndola fría. Desvió su mirada de esos ojos azules, los que apagaron esa dichosa luz, reemplazándola por melancolía. ¿Qué esperaba?, ¿qué el moreno se acercara nuevamente a él?, era algo que no podía pasar. A pesar de todo dolía, más que demasiado. Naruto no había podido olvidar al moreno y dudaba si pudiera hacerlo. Sabía que el que se encontraran solo traía dolor, pero no podía evitarlo. Quería verlo, sentía que sus pensamientos le llamaban. 

Naruto acariciaba su vientre, mientras el bebe daba unas pequeñas pataditas; intranquilo. El rubio se removió algo inquieto, llamando la atención del moreno.

— Estás…

— Estoy bien. — intentó apoyarse mejor en el asiento. — El bebe lo único que hace es darle una tunda a mi estomago-ttebayo. — reclamó inflando sus mejillas.

Naruto abrió enormemente los ojos ante lo que escuchó, al mismo tiempo que observó al moreno impresionado, jamás hubiera esperado aquello. El moreno reía bajito, mientras mantenía sus ojos cerrados y posaba sus manos en el manubrio al parecer conteniendo emociones.

— Tú no cambias, dobe.

Naruto por su parte se sonrojó levemente, desviando un poco la mirada.

— Grr… no me llames así, teme.

Los dos sonrieron levemente, al parecer al menos la barrera de la indiferencia la habían superado. En ese momento los dos se sintieron como si un gran peso se estuviera yendo poco a poco.

Se mantuvieron un momento en silencio, hasta que el moreno lo cortó.

— Naruto…

El rubio le observó, la mirada de Sasuke había cambiado. Observaba hacia el horizonte y sus ojos mostraban seriedad. El rubio le miró atento.

— ¿Qué vas a hacer?

El rubio desvió la mirada, observando al mismo horizonte que el moreno. No quería dar una respuesta concreta. Aún no sabía que quería hacer el moreno, por lo que omitir información en este momento era sin dudas lo mejor.

— Aunque yo me metí en esto sin saber mi condición, debo ser responsable. Yo veré qué hacer.

El moreno apretó levemente con sus manos el manubrio. Sabía que Naruto daría una respuesta de ese tipo... ¿Qué más esperaba?, ¿qué le dijera que necesitaba de su ayuda para tener al bebe?, ¿y por qué él querría dársela?

— Eres un irresponsable. — ni siquiera lo pensó, tan solo lo dijo.

El rubio le miró con el ceño fruncido, si algo no iba a tolerar era una frase como esa.

— ¿Qué?... he sido yo el que ha cargado con todo esto hace siete meses.

Amabas miradas se encontraron serpenteando en un baile peligroso.

— Entonces para ti es una carga.

El rubio chasqueó su lengua antes de hablar.

— Tsk… No es una carga. Pero yo no te pedí nada en estos meses y no voy a hacerlo ahora. ¡Por mi que no te hubieras enterado jamás!

El moreno le miró sumamente enojado.

— Si yo no me hubiera enterado de todo, ¿¡ni por decencia me lo hubieras dicho?!

El moreno temblaba de enojo, y no había podido evitar gritar a los cuatro vientos.

— ¡Por supuesto! ¡Tú me odias! ¡¿Por qué te lo diría?! — le dijo con una mirada cargada de rabia.

El moreno no se contuvo más, apresó los hombros del rubio con sus manos.

— ¡¿Y cómo no odiarte después de lo que me hiciste, Naruto!?

Pero en cuanto lo dijo, algo dentro de él se resquebrajó. Sobre todo al mirar esa mirada azul, soltó inmediatamente los hombros del rubio. 

— Sé lo que te hice…— Naruto se quitó su cinturón, su tono de voz era pausado. Casi sin vida — Y si pudiera cambiar las cosas, yo hubiera preferido morir ese día antes que dejarte sin familia…

“No digas nada”… la mano del moreno apretó con fuerza el manubrio.

— Pero estoy aquí y no puedo hacer nada para remediarlo-ttebayo.

“¡No quiero escuchar!”…. La mano del moreno temblaba.

— Puedes reprochármelo. Pero… — Naruto le miró, y Sasuke sintió como su estomago se comprimía al ver esa mirada, cargada de dolor — Supongo que sigo con vida para devolverte lo que perdiste. Yo… perdona… — Una mirada cargada de culpa.

Solo se escuchó un golpe. Una cachetada. Naruto tenía su rostro ladeado, la herida que le había hecho Pein había vuelto a sangrar. 

— ¡Cállate!

Pero Naruto no se preocupó por su herida, ni siquiera tanto por la cachetada, casi carente de fuerza alguna. Lo que le impresionó fue el tono de voz del moreno. Era su imaginación o la voz de Sasuke tenía un matiz tembloroso.

— ¿Sa… su… ke?— Naruto hablaba lentamente al ver cómo el moreno respiraba con fuerza, casi dentro de un ataque de nervios.  

— ¡¿Por qué tienes que hablar tanto?! — Sasuke temblaba…

— Yo…— Naruto no sabía que decir… su pecho dolía. Sabía que Sasuke estaba a punto de… 

— ¡¿Qué no te dije que te callaras?!

— ¡Sasuke!— Naruto golpeó con fuerza sus manos en la mejilla del moreno. Haciendo que el moreno le mirase de golpe, volviendo a la realidad. Los ojos negros estaban acuosos.

Luz y oscuridad, día y noche. El perfecto yin-yang observándose.

— Tranquilízate, por favor— Su voz sonaba a suplica, pero la mirada de Naruto era fuerte. Sasuke volvió a la realidad. Respirando lentamente, cerrando sus ojos. Luego de unos momentos los abrió. Al sentir como la mano de Naruto bajaba lentamente, pero aún así, sin quitarle la mirada.

Sasuke observó los orbes fuertes de Naruto, que a pesar de todo no se doblegaban. Que a pesar de todo no le miraban recriminándole por el golpe que le había dado o por la forma en que le había hablado. Una parte de su mente le decía que ese rubio no tenía nada que recriminarle después de lo que le había hecho, pero otra parte le decía que no solo él sufría con todo esto, las palabras del rubio estaban cargadas de culpa y como si algo se hubiera encajado en un rompecabezas pudo ver al fin algo que se negaba a aceptar.

Sasuke acercó su nívea mano al rostro de Naruto quitándole el hilillo de sangre que le había provocado abriéndole la herida.

— Tú herida…

El rubio le observó curioso, miró la mano de Sasuke que estaba manchada con un poco de sangre.

— Ohh… verdad — intentó llevar su mano a la comisura de sus labios para quitarla pero Sasuke se lo impidió, sosteniéndola y volviendo a pasar su mano por la herida. — Pero es una herida pequeña.

El moreno arrugó el ceño, chasqueando la lengua.

— Tsk… Ese tipo no volverá a acercarse a ti.

El rubio le miró extrañado. Su corazón de pronto había dado un vuelco, Sasuke posó su mano en el vientre del rubio, el cual estaba expuesto.

— No dejaré que vuelva a pasar.

Naruto observó los seguros orbes del moreno y tan solo sonrió. Algo había cambiado, aunque sea un poco.

— No me creas débil, teme. ¡Yo no dejaré que se me acerque de nuevo-dattebayo!— dijo con una sonrisa segura. A lo que el moreno quitó su mano de la comisura de la boca del rubio.

— Lo sé, dobe.

El rubio le volvió a sonreír mientras se balanceaba en el asiento. Sentía un calor agradable colarse en su pecho al escuchar al moreno hablarle de ese modo, cómo antes. Sonrió con nostalgia a lo que el moreno le miró curioso.

Naruto suspiro con cansancio.

— Bien, es hora de que me vaya.

El rubio se acomodó para salir, pero fue detenido por la mano del moreno. Naruto le miró con curiosidad, sus ojos se volvieron a encontrar.

— Naruto… cuida a mi hijo.

El rubio le miró sorprendido para luego sonreír.

— ¡Por supuesto, teme! — y sin más salió del automóvil con rapidez a la casa, apretando el abrigo del moreno en sus brazos, cobijándose con él de la lluvia.

Por su parte Sasuke comenzó a hacer marchar la camioneta retirándose del lugar. Notó por el espejo retrovisor como Deidara abría la puerta y le miraba con asombro para luego darle un golpe fuerte en la cabeza. Haciendo que el rubio menor se quejara. No pudiendo evitar que el moreno soltara una risa ante la visión.

— Tsk… Usuratonkachi.

Rápidamente se fue del lugar, debía llegar a su casa con rapidez. Tenía que meditar el asunto. Observó hacia el asiento del copiloto, estaba completamente mojado. Esperaba que ese rubio cabeza hueca no se hubiera enfermado, no podía hacerlo y menos en esas condiciones.

Su pecho de pronto se regocijó en una calma que hace mucho no sentía, estaba seguro que la vida no podía jugarle en contra de nuevo. El hecho de que estuviera esperando un hijo se lo comprobaba.

Mientras llegaba a su hogar recordó la mirada de Naruto y sus pensamientos al verle pedir perdón… sus ojos observaron los arboles de Sakura en flor, como hace años no estaban. Sonrió recordándola. Al parecer la peli rosada y su hija al fin estaban en paz.

Sasuke entró a su hogar cerrando la puerta tras de sí y apoyándose en ella con una nueva arista clara en su mente. Debía hacerse responsable, como fuera y aunque aquella decisión podía sumirlos a él y a Naruto en más confusión y dolor; debía hacerlo. La prioridad era su hijo. 

Con estos y miles de pensamientos dejó el lugar para irse a la cama. Mañana a primera hora hablaría con Itachi, necesitaba hablar con alguien y quien mejor que su hermano mayor.

 

 

********************************************************************************

 

 

Itachi manejaba hacia la casa de su hermano en el campo, bastante intranquilo. Hace un par de días se había enterado que Deidara había recibido una solicitud de una beca en el extranjero. Aun nada estaba dicho, era tan solo una solicitud y Deidara debía llenarla. Una cosa era la solicitud y otra muy distinta el ganar la beca. Sus ojos se mantuvieron en el camino, doblando por una pista para encontrarse los árboles de Sakura en flor.

La beca consistía en irse a Italia a estudiar un magister en Pintura y Escultura Renacentista, algo que al rubio el encantaba. Su mente se debatía en que hacer, porque estaba seguro que el rubio ganaría la dichosa beca, tan solo debía enviar sus art books. Su cabeza se debatía en un debate del que creía, nada bueno podía salir.

Suspiró con pesar al bajar del automóvil. Ahora no le servía de nada pensar en eso, su hermano le había pedido con urgencia que fuera donde él e Itachi como buen hermano estaría con Sasuke.

Entró a la casa la que se encontraba con la puerta semi-abierta. Observó extrañado el lugar, por lo que recordaba Sasuke siempre tenía su casa en un completo chiquero. Pero ahora estaba limpia y ordenada, algo que sin duda le descolocó.

— Itachi…

El moreno mayor se sobresalto al oír su nombre, que provenía de la cocina, se acercó. Al llegar vio como su hermano estaba sentado en una pequeña silla observando un álbum familiar, al perecer de la familia Uchiha.

— Konnichiwa Sasuke, ¿qué tal?

— Bien. — Sasuke cerró el álbum familiar y miró seriamente a su hermano mayor. El que tragó saliva con fuerza, algo en esa mirada no le agradaba mucho.

— Itachi…— Sasuke dejó su tazón con café encima de la mesa, mientras mirada a su hermano — ¿Tú sabías que Naruto es doncel?

Itachi sintió que un escalofrío le llenaba por su espina dorsal. Observó de un lado a otro, ¿¡dónde meterse?!... no había lugar, rodó sus orbes oscuros antes de hablar.

— Si. Pero me enteré hace unos meses nada más.

Sasuke se cruzó de brazos mientras caminaba hasta su hermano mayor.

— ¿Aún eres el novio del hermano del dobe, no?

Itachi le miró curioso un momento, sabía que su hermano le decía así l rubio menor, pero desde que se habían peleado que Sasuke no hablaba en ese tono sobre Naruto. Su inquietud fue en aumento.

— Etto… si.

Sasuke se detuvo justo enfrente de él. Ambos ojos oscuros casi idénticos observándose.

— Por lo que debes frecuentar mucho la casa Uzumaki-Namikaze estos meses, ¿no?

El mayor estaba cada vez más inquieto.

— ¿Qué es esto Sasuke?, ¿un interrogatorio? porqué si me mandaste a llamar para…

Pero la pregunta de su hermano mayor cortó su dialogo en un segundo.  

— ¿Y sabías que estaba esperando un hijo mío?

El moreno mayor se tensó con notoriedad. No podía negarlo.

— Si.

Lo primero que sintió fue como su estomago le dolía bastante, al notar cómo el menor le había golpeado con fuerza. Itachi por su parte se dobló un poco mientras daba unos pasos hacia atrás.

— Ite… ¿¡por qué te encanta golpear a la gente, ototo-no-baka?!

El moreno menor le miró con curiosidad, para después fruncir el ceño.

— ¿Y cómo diablos quieres que te trate? ¿Con un abrazo, después de ocultarme algo tan importante?— la rabia del menor era palpable en el ambiente.

— No… no esperaba eso. Pero no lo oculte porque quisiera.

— ¿A qué te refieres? — le miró con curiosidad, a pesar del enojo.

— Deidara y yo siempre quisimos decírtelo, desde el principio. Yo me entere por plena causalidad. Nunca fue mi intención ocultártelo, ototo. — Itachi se apoyó en la pared respirando con fuerza, intentando recuperarse del golpe.  

— Entonces…— la rabia de Sasuke volvió a aflorar.

— Naruto luchó contra nosotros para que tú no lo supieras. Él quiere tener a su hijo solo.

Sasuke golpeó con fuerza la mesa que tenía en frente. Itachi se sorprendió, la mirada de Sasuke no era solo de rabia, ocultaba algo más…

— Naruto no puede tenerlo solo.

Itachi asintió, el también pensaba lo mismo.

— Lo sé, todos lo sabemos. Pero él se niega ir a registrarse. 

— Itachi cuéntame cómo te enteraste, además los padres de Naruto… ¿cómo lo tomaron?

— Es algo complicado, pero bien. Te contaré…

Y así Itachi le contó cómo se enteró estando en la habitación de Deidara, como los padres de Naruto lo tomaron en un principio y como terminaron aceptándolo. Además de la confusión en los registros de Minato y Naruto. El cómo Minato se había sacrificado alejándose de su familia, la culpa que sentía Naruto aunque no lo expresara y además lo que tenían planeado Kushina y Naruto. Haciendo que el bebe finalmente quedara registrado como el hermano de Naruto y no como su hijo.

Ahora Sasuke comprendía el porqué de la lucha del rubio menor, pero no podía permitirlo, no podía dejarlo enfrentarse a todo eso solo. Lo había meditado toda la noche, y pensaba decírselo a Itachi. Mal que mal por eso le había mandado a llamar.

— A Naruto le duele demasiado quedarse con el bebe como su hermano, pero prefiere eso antes de perderlo con esa estúpida ley. Esa familia está sufriendo muchísimo, Sasuke. — El menor notó como estaba de acongojado su hermano mayor. No era necesario hablar más, ya sabía qué hacer.

— Entiendo.

Sasuke se levantó. Mientras caminaba hacia la ventana observando el paisaje.

— Itachi…

El moreno mayor le observó.

Me casaré con Naruto.

 

Nadie… absolutamente nadie pudo describir la cara estupefacta que había puesto Uchiha Itachi en esos momentos. Era realmente un poema. No podía creer lo que su hermano menor le había dicho… pero la duda asaltó su mente con rapidez.

Inspiró con fuerza para observar serio a su hermano.

— No comprendo.

— Ya me escuchaste. — habló sin voltearse.

La rabia en Itachi comenzó a aflorar, — No veo en qué puede ayudar eso.

— ¿No lo ves o no lo quieres ver, Itachi?

— Solo veo que los únicos perjudicados con esa decisión son tú y Naruto. — Itachi se levantó, mirando serio la espalda de su hermano menor. — ¿Pretendes mortificar más a Naruto?

Sasuke se volteó y le observó con una ceja alzada. No comprendiendo bien a qué se refería su hermano.

— ¿Quieres cobrar venganza de la manera más ruin que se te pudo ocurrir, no?

— No sé de qué hablas. — Le habló confuso pero levemente enojado.  

Itachi se acercó a Sasuke y lo volteó, mirándole a los ojos. — No voy a permitir que te llenes de odio y de paso le hagas la vida más miserable a él.

Sasuke le miró con rabia, un debate mental ondeaba en su mente. 

— Deberías apoyarme a mí antes que a él. ¡Naruto no es nada tuyo!

— ¡Te equivocas, Sasuke!— lo cortó de lleno su hermano mayor, haciendo que el menor dejara su mirada enfadada. Itachi lo soltó.

— Naruto es mi cuñado y espera un hijo tuyo, mi sobrino y tú eres mi hermano, son parte de mi familia. He visto como sufres desde hace 5 años, y he visto en estos meses como sufre Naruto. Aunque él no lo diga, aunque intente demostrar lo contrario. Tú también lo sabes, ¿no?

Sasuke se quedó en silencio, observando con algo de melancolía hacia algún lugar de la cocina. Ambos se quedaron callados un momento. Sasuke intuía a lo que Itachi se refería, pero no tenía para que decir nada. Si ambos lo sabían, sobraban las palabras. Esa arista en su mente se había encajado el día de ayer.

— Debo hacerlo, Itachi.

— ¿Por qué?

— Si alguien se entera que Naruto tiene un hijo, se lo quitarán.

— ¿Pero eso a ti qué más te da?, sabes que te lo entregarían a ti si eso sucede. — No quería decir eso, ni siquiera pensarlo, pero tenía que saber cuáles eran los motivos reales de su hermano.

— No quiero que mi hijo crezca sin conocer a su padre doncel.

— ¿Solo por eso?... ¿no hay algo más?... algo que quizás deberías admitir, ototo.

— No me presiones, Itachi. Lo hago por mi hijo, además es mi responsabilidad como el varón que soy.

— Eso jamás te ha importado. — le miró sin comprender.

— Hasta ahora — Le habló con firmeza el Uchiha menor. — Ahora que el doncel que embaracé está esperando un hijo mío debo estar con ellos lo más cerca que pueda, al menos hasta que el bebe nazca. Es mi responsabilidad.

Itachi suspiro con fuerza, su hermano era un cabeza dura. No podía decirle que no, ya la idea se le había metido en la cabeza y no había quien se la sacase.  

— Sasuke no creo que sea la mejor opción casarte con Naruto.

— ¿Hay otra opción, Itachi?... piénsalo y me entenderás.

— No creo que Naruto y su familia lo acepten.

— Él lo hará y ellos también.

— ¿Cómo estás tan seguro?

— Créeme, lo sé.

Ambos se miraron sin decir nada más. Itachi suspiró cansado, volviendo a la pequeña mesa, sentándose. Estaba algo agotado por la conversación. Su hermano al parecer se sentía algo más aliviado, notaba que Sasuke al parecer creía que estaba tomando una buena decisión.

— Entonces, ototo-baka, ¿para qué me mandaste llamar?, no creo que solamente para anunciarme tu casamiento con Naruto y qué yo te diera mi bendición. — se mofó el moreno mayor, a lo que Sasuke dio una sonrisa altanera.

— Por supuesto que no. Lo del casamiento no tenía pensado decírtelo, solo surgió. Para lo que te pedí que vinieras es por otra cosa.

Sasuke se volteó, abriendo el álbum de fotos, ojeándolo y dejando quieto en una página. Itachi se levantó hasta colocarse a un lado de su hermano. Observando curioso la fotografía.

— Itachi, ¿tú aún tienes las llaves de la casa Uchiha?

El mayor le mira sorprendido.

— ¿Qué?

Sasuke suspiró cansado mientras se colocaba su mano en su frente, al parecer hoy día era el día de las sorpresas para Itachi, — No volvamos con lo mismo, nii-san. Ya me escuchaste.

— Pero Sasuke, ¿esa casa?— le miraba confundido. — Tú mismo dijiste que nunca más querías volver allí. Yo te apoyé y también jamás volví.

— Lo sé. — Dijo con melancolía, — Pero no puedo vivir con Naruto en ésta casa.

Itachi lo observó sin comprender.

— Hay demasiado rencor, demasiados recuerdos. Hay muchas cosas que no son buenas ni para mí, ni para su salud ahora que está en estado.  

Itachi meditó un momento. Observando la fotografía, en ella aparecían sus padres sonrientes y ellos. Itachi con trece años y Sasuke con siete. Todos felices, detrás la imponente casona en donde generaciones habían vivido. Observó la fotografía con nostalgia, quien iba a pensar que años después esa familia se partiría en dos. Sus padres muertos en la misma fecha en que Sasuke había perdido a su mujer e hija. Él intentando mantener a la única familia que le quedaba y esa casona rebosante de alegrías pasadas, ahora estaba muerta. Hace aproximadamente 5 años que no la visitaban.

— Necesito un lugar central y por ahora la casa Uchiha es la única que me la da.

Itachi medito un momento, — Demo hace mucho que no vamos, se que continúa igual. Pero hay que arreglarla, darle una mantención y arreglar los jardines. 

— Yo lo haré junto con Naruto. Necesito arreglarla yo, y si él me ayuda es mejor. Así no tenemos que hablarnos tanto y podemos poner la cabeza más en el trabajo.

Itachi observó con tristeza a su hermano, ¿cuándo se daría cuenta de la realidad?... — Ototo, espero que no te arrepientas de todo esto.

— En estos momentos, me da igual nii-san.

Itachi se llevó la mano a uno de los bolsillos, el sonido del manojo de llaves los trajo de vuelta a la realidad. Siempre la llevaba en su manojo, mal que mal jamás había podido olvidar aquella casa.

— Ten.

— Arigato.

Sasuke la recibió. Estaba más que decidido, volvería allí, arreglaría su antiguo hogar y de paso averiguaría algo que últimamente le estaba carcomiendo el cerebro. La única forma que tenía de averiguarlo era inmiscuyéndose hasta en los rincones más remotos de su hogar de infancia.

Un sonido del móvil del mayor los despega de sus pensamientos. Itachi saca el celular de su chaqueta, observándolo. Luego de unos segundos un mensaje de texto aparece.

“Necesito que vengas pronto a la escuela. Te espero. Deidara”

El moreno mayor observó la pantalla con algo de preocupación, el menor le miró curioso. Casi nunca veía a Itachi en una situación así, su rostro se notaba algo acongojado.

— ¿Pasó algo?

Itachi lo observa, el rostro de Sasuke se veía algo preocupado. Itachi le sonríe, para luego golpear con sus dos dedos la frente del moreno menor. A lo que éste se queja.

— Nada porque debas preocuparte tú, ototo-no-baka.

— Tsk… sabes que odio que hagas eso. — le dijo enfadado, pero aun le miraba algo ansioso.

— No te preocupes, no tiene nada que ver con Naruto.

Sasuke por un momento se molestó y se volteó.

— No me interesa ese Usuratonkachi.

Itachi tan solo sonrió.

— Lo que digas, ototo.

Sasuke se enfadó, echando a Itachi del de la casa, enviándolo hacia el automóvil.

— Ototo tan antipático que eres.

— Será mejor que vayas a ver qué pasó. — Sasuke se detuvo agachándose encima del ventanal del automóvil de Itachi.

— A propósito. — Busco en su manojo de llaves y le entrego dos. — Una es de la casa y otra del portón. Necesito que alguien cuide ésta casa mientras yo vivo en la otra.

Itachi le miró confundido.

— Puedes venir a vivir con Deidara cuando quieras, nii-san.

Itachi le miraba absorto. Sasuke con una sonrisa altanera tan solo se marcho entrando a su hogar.

— Un día me vas a volver loco, hermanito.

Y sin más que decir y criticar a los cuatro vientos se echó el manojo de llaves en su abrigo y se marchó.

Mientras manejaba se preguntaba que tanto tenía que hablar con Deidara. Supuso que algo no muy bueno, nunca le mandaba mensajes ni le llamaba muy seguido. Más bien era al revés, pero se tranquilizó un poco, al menos él si tenía una buena que darle. Ahora Deidara y él vivirían en la casa de Sasuke. Sonrió autosuficiente, con esa sonrisa tan característica de los Uchiha mientras continuaba manejando hacia la escuela. 

 

 

 

********************************************************************************

 

 

— ¿Qué… qué me estás diciendo?... ¿es una broma, verdad?

— ¿Me ves cara de bromista?

— No… ¡¿pero no entiendo por qué!? ¡¿Qué hice para que decidieras esto?!— la pelirroja intentaba controlar su temblor luego de la noticia que el moreno le acaba de dar.

— Simple, Karin. Lo nuestro no puede ser.

— ¡¿Por qué?! Hace un mes no estabas oponiéndote a “un nosotros” ¡¿qué te hiso cambiar de la noche a la mañana, Sasuke?!— le reclamaba la pelirroja con sus ojos aguados, estaba a punto de derramar unas cuantas lagrimas. No comprendía el carácter voluble de quien tenía enfrente.

— No puedo decírtelo. — suspiró. Esperaba que la pelirroja no le montara un show, pero al parecer no iba a ser así. No quería decirle mayores cosas y tampoco quería perderla. No le gustaba, ni un poco y ahora al fin se daba cuenta. Pero tampoco quería dañarla, sabía que ella estuvo siempre enamorada de él y a él jamás le importó. No al menos hasta que todo eso pasó.

— ¡No, Sasuke! ¡Tú me vas a decir ahora por qué me quieres abandonar! ¡Y no me moveré de aquí hasta que me lo digas!— Sasuke suspiró cansado. Iba a voltearse cuando la mano de la chica se posó en su brazo.

— No lo hagas más difícil.

— No entiendo Sasuke… — Karin derramaba lágrimas de confusión y dolor — Después de todo lo que hemos pasado, lo que hemos sufrido, lo justo era que me correspondieras. Es lo que ella hubiese querido.

De pronto una mezcla de rabia e impotencia, mezclada con dolor afloró en él. Se soltó de la chica para luego mirarla. Karin se sorprendió, jamás había visto esa mirada en Sasuke.

— Pero ella ya no está Karin, tienes que aceptarlo. Como yo lo he hecho.

La pelirroja abrió los ojos descomunalmente, tapándose con sus manos sus oídos.

— Calla.

— Karin…— Sasuke se acercó a ella tomando sus manos, — Te dejo porque tengo una responsabilidad.

Karin le observó descolocada… “¿responsabilidad con alguien?”… ¿acaso él?...

— No. — habló con el labio tembloroso.

— Tengo que estar con Na…

— ¡Cállate!— Karin no lo soportó más, dándole un gran golpe en la mejilla al moreno. Pero Sasuke se quedó allí, tan solo mirando los temblorosos ojos estupefactos de la pelirroja.

— Entiende…

— Eres un traidor, Uchiha Sasuke.

Sasuke le miró dolido. Ya lo sabía en su corazón, pero no podía hacer nada. Debía hacerse cargo.   

— ¡¡No lo puedo creer!!... ¡¡Él mató a Sakura, mató a tu hija y me está robado…!!

Pero el moreno la detuvo inmediatamente, — Él no mató a Sakura ni a mis hijos, Karin.

La pelirroja lo miró estupefacta. Sasuke mantenía la mirada baja.

— El no quiso matar a nadie ese día. Como yo no quise perderlos. Fue un accidente…— Sasuke suspiró, quitándose con ello un gran peso de encima. Por su lado la pelirroja no creía esas palabras. Parecían tan sinceras, tan libres de odio — El ha cumplido su condena.

— ¿¡Y por eso vas y te inmiscuyes con él?!

Sasuke la observó con ojos sorprendidos, pasando al rencor — Eso no tiene nada que ver. No sabes lo que ha pasado.

— ¡¡Me vale madre lo que haya pasado!!

Sasuke le miraba con el ceño fruncido. Karin estaba desquiciada. Intentó acercarse a ella.

— Karin, debes calmar…

—… ¿Calmarme?, ¿¡Después de que me dices que estas enamorado del asesino de tu familia!?

Sasuke le miró desencajado, intentando callar a la pelirroja — Oi, Karin yo jamás he dicho…

Karin le fulminó con la mirada. Ya no lloraba, lo único que sentía era una rabia descomunal. Haciendo que el moreno se callase de inmediato.  

— No me mientas y no te mientas más, Uchiha. Yo soy actriz. No puedes ganarme.

El moreno la mirada estupefacto.

— Tú estás enamorado de Naruto. Solo por eso podrías perdonarlo.

Sin más que decir Karin se marchó de la casa, pero con una idea clara. Ya no tenía más que hacer allí, nada más que hacer con Sasuke. La sed de ira, la sed de venganza, todas las emociones estaban desmedidas en su mente y corazón. Tan solo quería hacerlo sufrir, lo más que pudiera, tan solo como ella había tenido que sufrir por su culpa. Observó su móvil mientras manejaba hasta su casa, con la clara intención de llamar a un hombre que clamaba por la cabeza del Uzumaki; Uchiha Madara. 

Por su parte Sasuke aún estaba en el mismo lugar en el que la actriz lo había dejado, aun estupefacto ante las palabras dichas por Karin.

“¿Yo?”... “¿Enamorado de Naruto?...”

El rostro del rubio tan solo mirándole volvió a su mente. Chasqueó la lengua, eso era imposible. Pero si era tan imposible, ¿por qué quería tanto protegerle?, ¿se escudaba en su hijo para no aceptar la verdad?... ¿la verdad que Itachi le había recriminado?

“No puede ser, es imposible”

Sacudió su cabeza de un lado a otro mientras pasaba su mano por las hebras oscuras moviéndolas del lugar en el que siempre estaban, cayendo todo su cabello en frente, mientras veía por la ventana los arboles de cerezo en flor meciéndose con el viento.  

“¿Qué hago, Sakura?”

 

 

 

********************************************************************************

 

 

 

— Perdón… perdón… por favor — Uzumaki Naruto observaba a Sakura y Rin, las cuales le miraban con tristeza.

— Yo nunca quise, nunca de verdad…— Naruto lloraba en frente ellas — Era inmaduro, un niño hiperactivo y estúpido. — Naruto estaba agachado de rodillas pidiéndoles perdón a las dos mujeres. — Hubiera dado lo que fuera para que hubiese sido al revés… — Levantó su rostro y observó el vientre de Sakura, al igual como estaba él. El miedo lo invadió, llevándose sus manos a su propio vientre, acariciándolo y protegiéndolo. No quería perder a su hijo, no como Sakura había perdido al suyo… ¿Y si en realidad había quedado en estado solo para perderlo? ¿podía ser una compensa al daño hecho a la peli rosada?

— No… no puedo soportarlo.

— ¿Naruto?

— No por favor, no me lo quiten. Yo… lo siento.

— Naruto…

Abrió sus orbes y en frente observó como la pequeña Rin le miraba con una ligera sonrisa. A lo que el rubio le observó estupefacto. La mano de la pequeña se acercó y se quedó encima del vientre del rubio. El que dio una ligera patadita a lo que la niña miró asombrada, mientras acariciaba el vientre. Naruto estaba estupefacto, no comprendía nada. Su mirada pasó a la mujer que se encontraba lejos de él. La cual… poco a poco ya no le miraba con odio, sino con una mirada ¿pacifica?

— Naruto… ¡Oi!… ¡Dobe!

De pronto sus ojos se abrieron de par en par, saltando en el acto al despertar. Observando de un lado a otro donde se encontraba, era aquel lugar… ese lugar. Su cuerpo comenzó a temblar.

— ¡Oye, Usuratonkachi! ¡¿Qué pasa?!— Sasuke intentaba hablarle con indiferencia pero al ver el estado del rubio no pudo evitar la preocupación. Los orbes del rubio se movían frenéticos. Con un miedo que hace mucho no le veía, la primera había sido esa vez en la camioneta. Esto estaba mal, Naruto estaba muy estresado y ese estrés podía transmitirse al bebe. Posó una mano en el vientre del rubio y lo comprobó, el bebe se movía frenético aquel interior.

— No… suéltame. — Intentó zafarse del agarre del moreno.

— ¡Naruto, tranquilízate!— posó la otra mano en su mejilla golpeando despacio. Tal y como el rubio había hecho con él. Naruto dejó de observar de un lado a otro, mirando a quien tenía enfrente. Sasuke le observaba serio. Sus ojos azules se desplazaron alrededor, ya más calmado. Los automóviles pasaban con rapidez muy cercanos a ellos. 

— ¿Qué?

—… ¿¡Eres tan baka como para quedarte dormido en un lugar como éste?!

Naruto aún le miraba algo aturdido, pero su cuerpo comenzó a relajarse. Observó el lugar, era en donde él había ocasionado la colisión. Sasuke lo volvió a apoyar en el poste de luz. Notó que Naruto estaba sumamente cansado, las ojeras eran visibles y los ojos se cerraban lentamente.

— ¡Oi. No puedes dormir aquí, Baka!

Naruto se despejó un poco. Se sentía muy cansado.

— Lo sé, teme. Deja de gritar-ttebayo.

Poco a poco se comenzó a levantar, el moreno se acercó para ayudarle. Pero el rubio lo detuvo.

— Eres un cabeza dura.

Naruto suspiró, para luego mirar la escritura de Sakura y Rin un momento. Sasuke posó su mirada en el recuerdo de su familia muerta, para después pasarla a Naruto.

Su pecho se encogió por el sentimiento. Lo sabía… en el fondo sabía que Naruto también sufría. Sasuke se agachó mientras besaba su mano y la colocaba en la escritura de ambas. Naruto continuaba observando con rostro melancólico.

El moreno se levantó sin quitar la vista de la escritura. Ambos observaban el recuerdo desde sus posiciones.

— ¿Por qué vienes siempre aquí?

— ¿No es obvio?— Naruto suspiró cansado, con una mirada melancólica. — Mi corazón duele al pesar en el daño que les hice.

Sasuke lo miraba atento. Pero el rubio no detuvo sus palabras. 

— Nunca quise que esto fuera así y ahora…

Naruto se quedó callado un momento. Pero el moreno notó como agachaba su rostro. Quería seguir escuchando, así que intentó darle el ánimo a continuar.

— ¿Y ahora qué?

Naruto desvió la mirada hacia el lugar en específico donde había ocurrido el choque. — Tengo miedo de perder a mi hijo, Sasuke.

El moreno le observó nuevamente descolocado y con algo de rabia tomó los hombros del rubio, haciendo que éste le mirase a la cara.

— ¡Eres un…! ¡¿Acaso no ves que no te lo quiero quitar?!

El rubio le miró sorprendido, pero le dio una ligera sonrisa.

— No es eso, ahora sé que no lo harías.

El moreno le miró confundido, no comprendiendo a donde iba a parar con eso el rubio.

— Tengo miedo de… — tragó saliva al mismo tiempo que observaba desconcertado a ese lugar donde aun las marcas de las ruedas frenando eran notorias, a pesar de los años.

— De perderlo como lo perdió Sakura.

El moreno chasqueó la lengua, mientras apretaba con fuerza los dientes haciéndolos rechinar. Con fuerza tomó la mano de Naruto yéndose de aquel lugar hacia la camioneta.

— ¡Sa…!... — intentaba llamarle, pero la fuerza con la que lo estaba apretando comenzaba a molestarle. — ¡Oye, Teme!

Sasuke abrió la puerta y metió al rubio dentro de la camioneta, aun tras las protestas del rubio. Sasuke subió al piloto. Azotando la puerta con fuerza.

— Oye Sasuke, no tienes derecho a llevarme así por la…

Sasuke cerró las puertas con llave a la vez que miraba fijo al rubio, el que se calló de pronto al escuchar la palabra tan irreal que salía de la boca del moreno.

Casémonos.

 

Y al igual como había pasado con Itachi Naruto quedó estupefacto. Su corazón por un momento dejó de latir, sus ojos azules dilatados de la impresión, y como poco a poco un sonrojo comenzaba a formarse en sus mejillas al igual que recobrara los latidos de su frenético corazón.

— ¡¡¿¿Na…. Nani??!!

Sasuke suspiró cansado, la reacción de Naruto había sido muy exagerada y para qué decir su grito. Que debió escucharse hasta en América.

 — ¡¿Por… por… por… qué dattebayo?!

Sasuke también algo sonrojado, suspiraba cansado mientras dejaba de observar al rubio.

— Es lo mejor.

— ¡¿De que rayos estás hablando, teme?!

— Antes que todo, ¡¿quieres calmarte, usuratonkachi!? No ves que con tus emociones vamos a tener a un hijo quizás más hiperactivo que tú.

Naruto por toda respuesta se sonrojó notoriamente, mientras callaba lentamente murmurando bajito un sinfín de improperios contra el moreno.

— Lo estuve pensando y como te dije antes, es lo mejor. Déjame explicarte.

Dijo rápidamente antes que el rubio objetara algo.

— Tú eres un doncel no registrado.

Naruto lo miró preocupado.

— Ya te dije que no te quitaría al bebe, baka.

— ¿Entonces?

— Si en algún momento alguien se entera que eres doncel y que esperas un hijo a escondidas; irás a prisión.

Naruto apretó sus ropas holgadas.

— Eso ya lo sé.

El moreno le miraba serio, con el cejo fruncido. Quería que Naruto recayera en la irresponsabilidad que creía. — Pues al parecer no, porque aun quieres tener a mi hijo bajo tus condiciones.

— Oi, no es solo tu hijo, teme. ¡Yo también tengo derecho!

— ¡No si no mides las consecuencias que eso le puede traer!

Naruto se calló de golpe.

— ¿Consecuencias? — El rubio miraba con enfado al moreno, — ¿Y las consecuencias con las que cargo yo, Sasuke?

Sasuke rehuyó su mirada.

— Eso es diferente.

El rubio le miró sin comprender.

— No sabías que podías concebir. Por lo mismo estoy aquí.

Naruto le miró impactado.

— No quiero que tengas al bebe solo.

Hubo un momento de silencio. Luego el moreno continuó. — Se que lo de la ley es una grandísima porquería. Pero, si pasa lo peor. Jamás volverás a ver a tu hijo. ¿Eso quieres?

Naruto por su parte se impacientó, apretando el pantalón con sus manos.

— Por… por supuesto que no, teme.

Sasuke posó una de sus manos en las agarrotadas de Naruto por estrujar el pantalón.

— Por lo mismo te propongo un trato, Naruto.

El ojiazul le miró atento. No creía poder hacerlo, pero la seriedad con la que el moreno le explicaba todo y lo comprometido que éste sentía, comenzó a dudar de su negativa.

— Como iba diciendo, eres un doncel no registrado y además estás en estado. Hagamos que tu plan y el de Kushina funcionen y tú puedes tener a tu hijo. Naruto…

El rubio desviaba la mirada, pero el moreno le llamó la atención.

— El jamás podrá ser tu hijo, no le podrás decir la verdad y además vivirás con el hecho de ser solo su hermano toda tu vida y la suya. Además nunca podrás decirle quien soy yo…  ¿Crees que él se merece eso?

Naruto negó con la cabeza.

— Por supuesto que no se lo merece. ¿Pero qué más puedo hacer?... mi padre y mi madre se sacrificaron por mí. Yo debo sacrificarme por mi hijo. Es lo que podemos hacer.

— Hasta ahora.

— ¿Nani?— lo miró sin comprender.

— Ahora yo se la verdad y no voy a permitir más sacrificios. Si tú te casas conmigo, puedes registrarte como doncel sin ningún problema, no irás a la cárcel. Podrás criar a tu hijo y yo podré también estar cerca de él. Además, Kushina y Minato pueden volver a sus vidas normales dejando de fingir que él es Doncel por protegerte a ti.

Naruto le miraba sorprendido.

— ¿Tú… cómo sabes todo eso?

Sasuke rodó sus ojos antes de contestar, — Digamos que mi hermano soltó algunas cosas.

— Itachi no baka. — Naruto rechinó sus dientes.

— Además… — El moreno observó en frente. Sin querer observar esos orbes azules ni su reacción. — Una vez casados y que nuestro hijo nazca. Nos divorciaremos.

Naruto le observó intranquilo. Un nudo en su garganta se había posado. Era obvio lo dicho, pero de todas formas le acongojaba.

— ¿Divorciarnos?

— Así es. Es un trato y se cumpliría a unos meses. Te puedes separar de mí al año, de acuerdo a esa ley de los donceles. Además así no te quitarían al bebe y yo puedo seguir en contacto con él por ser legalmente el padre varón.

Todo calzaba. Mal que mal y aunque sabía que tan solo sufriría con esa decisión, ya nadie se tendría que sacrificar. Sus padres volverían a estar juntos y él podría estar como padre e hijo con su bebe. El único problema era…

— ¿Entonces?— le habló insistente el moreno.

El único problema era él, sus sentimientos y ese Uchiha que tenía en frente. No podía ocultarlos más, pero no podía demostrárselos tampoco. El Uchiha menor tan solo se sacrificaba para poder estar con su hijo. Si el moreno se sacrificaba, entonces él y…

— Acepto-ttebayo. 

… con el dolor de su alma, también lo haría.   

 

 

 

…CONTINUARÁ…

Notas finales:

Nota de la Autora: *0*… ese es verdaderamente mi rostro tras terminar el capítulo xD tras escribirlo y releerlo. Ahora que Naruto aceptó, ¿qué cosas más ocurrirán?... ¿qué consecuencias ocasionarán?...

Muchísimas gracias como siempre por leer mi fic. Tres mil lecturas por capítulo es muchísimo y estoy sumamente contenta, aunque no todos pongan review, me alegra saber que tres mil personas continúan leyendo cada vez que actualizo :) a todos esos lectores, gracias por la oportunidad y por leer cada capítulo con tanto ahínco. A todas las personas que me dejan reviews, que sus agradecimientos porque yo escriba se eleven a mil cosas buenas en su día a día :)

Mi salud volvió a decaer un poco. Pero es lo normal con mi enfermedad, aún así no dejo el fic. Es una de las cosas que me mantienen con ganas cada día. Independiente del fic, en mi vida común de escritura, sin ella no sería lo que soy ni lo que quiero llegar a ser, por lo mismo también los fic son mi hobbie, mi relajo y me encanta, con mayor razón continuo. Ya nos queda poco y vamos a dar con todo :D

En fin, sin continuar dando pereza con lo que digo xD sinopsis del próximo capítulo:

My Place - Capítulo Trece: “M a r r i a g e” (Matrimonio):

El trato se ha pactado… una ceremonia se anuncia. Una convivencia complicada. Un lugar nuevo y todo lo que conlleva. Peleas y verdades. Sentimientos que afloran. Una separación… y una unión. Un conflicto sin vuelta atrás y las consecuencias del mismo.

Esto y más en el próximo capítulo :D

Cómo siempre cualquier actualización, razones de retraso. Amigos que quieran conocerme más :D y todos sobre mí, mis proyectos y fics. Mi facebook:

https://www.facebook.com/zafiro.indigo.5


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).