Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

" M y P l a c e " por zafiroeindigo

[Reviews - 223]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nota aclaratoria:

“Vale aclarar que los personajes de Naruto NO SON DE MI PROPIEDAD sino de Masashi Kishimoto, como también algunos sucesos que ocurren en la película La Otra Tierra, ya que ESTE FIC SOLO ESTÁ INSPIRADO en algunos sucesos y no en su estructura argumental y visual; por lo que NO ES PLAGIO. Este fic ha sido escrito sin ánimo de lucro y solo por entretención, por lo tanto solo es de LECTURA LIGERA.”

Dada estas explicaciones, podemos proseguir…

(*): La Otra Tierra

 

-  M y   P l a c e -

 

 

“D E S I R E”

(Capítulo V)

 

 

 

A pesar del mareo por los vasos de licor que había ingerido, el mayor dejó de posar su mirada en Sasuke para apreciar su entorno. No solo el lugar estaba limpio, tenía visión a aires nuevos, algo que lo estaba cambiando y no solo aquello; podía apreciarlo también en su hermano menor. Le notaba distinto, más arreglado, un rostro más despierto, una palidez mucho más vivaz. Sin lugar a dudas no podía negar lo que veía en frente, al parecer las ganas de vivir estaban volviendo en su hermano.

Algo descolocado y no queriendo pensar en quién quizás haya logrando ese cambio, decidió intentar por un momento salir de esa encrucijada; Sasuke ya se estaba empezando a impacientar; se le notaba por la postura y mirada que le dedicaba a su hermano mayor. Exigente por una respuesta.

— Vuelvo enseguida.

¿Cobarde?, No sabría como clasificarlo pero en ese momento sus ganas de querer decir algo se fueron al fregadero. Simplemente no salió palabra de su boca.

Caminó con dirección al baño, dejando a Sasuke con un desconcierto inminente. Itachi entró cerrando la puerta tras de sí, se apoyo en ella algo confundido y lo que vio frente al espejo no hacía que sus dudas se disiparan, sino al contrario. Su rostro lo reflejaba perfectamente… ¿Qué haría?... ¿Qué diría?... ¿La verdad?... ¿Le correspondía a él decir la verdad sobre otra persona?

Y como si la borrachera le hiciera reflexionar un poco su agitada mente, la respuesta llegó clara, de hecho llegó como un pensamiento primario; simplemente no le correspondía. En ello estaba en juego no solo Naruto, sino que también su hermano. Sí él callaba, Sasuke jamás le perdonaría, pero si se la decía la verdad ¿Cómo reaccionaría su hermano menor?... ¿Bien?... no; imposible. ¿Mal?… eso era lo más probable, y realmente en ese momento no es que le importase mucho lo que su hermano hiciera con el rubio, pero no quería verle consumido por la ira y cometiese una locura.

Si él no perdonaba a Naruto, Sasuke jamás lo haría. Al menos es en lo que creía fervientemente, y viendo ahora como se encontraba su hermano, ¿valía la pena decir la verdad?, y la cruda realidad era que no lo sabía, al menos no en ese momento. Quizás observando a su hermano nuevamente las dudas se aclararían.

Itachi había dejado largar el agua entre sus pensamientos, atrapó con sus manos un poco de ella y limpió su rostro. La humedad y la vitalidad llegaron a su piel y a su compungida mente, debía salir y enfrentar lo que sus ojos oscuros viesen, decidido cerró la llave del agua, limpió su cara con la toalla y salió.

El caminar por aquel pasillo hacia la cocina en donde se escuchaban ruidos, fue uno de los momentos más lentos de su vida, a pesar que ese pasillo fuese corto, para él era interminable, pero al llegar y ver a su hermano la duda volvió a envergarle, más al sentir un aroma a dulzor en el ambiente.

— ¿Quieres un poco?— Su hermano menor vertía en unos vasos de porcelana un poco de té verde.

El hermano mayor asintió, para cuando al recibirlos algo le resultó muy curioso.

— Tengo estos dangos, a mi no me va lo dulce— y se los entregó.

¿Hace cuanto que Sasuke no se comportaba así con él?... su hermano aún le miraba con cara de perro enfadado, pero la energía que desprendía era distinta.

— Hey, ¿los vas a tomar o no?, no voy a estar aquí de pie hasta que te decidas baka— y hasta allí llegó la magia. Pero Itachi en ningún momento le miró mal, al contrario, recibió los dangos con cariño.

Sasuke salió de la cocina, dirigiéndose al comedor. Su hermano le siguió, Sasuke prendió el televisor y comenzó a pasar los canales. Itachi le miraba de reojo, mientras comía. Sasuke consumía su té hasta que por un momento dejó de prestar atención al televisor. 

— ¿Por qué no quieres que Naruto venga?

A Itachi jamás una pregunta lo había dejado tan confundido, él era la fuerza hecha hombre. Pero ante su hermano se sentía un ratón a punto de ser cazado por una oscura lechuza. Carraspeó mientras tomaba un sorbo del té. Saliendo de su boca lo primero que vino a su mente:

— Naruto debería ponerse al corriente con su educación.

Ninguno de los dos habló durante unos segundos. Hasta que finalmente Sasuke dio el primer paso:

— No me parece razón suficiente como para que le prohíbas la entrada.

Sasuke dejó de posar su mirada en la televisión para fijarla en Itachi, exigiendo una respuesta que satisficiera sus pensamientos. El hermano mayor se acomodo en el sofá; no lo iba a negar, estaba más que incomodo con el escepticismo de Sasuke.

— Es la única forma para que se concentre en su vida.

— ¿Desde cuándo te importa tanto otra persona? ¿y más un empleado como Naruto?— y en ese momento Itachi lo vio con sus propios ojos. No dejó de estar preocupado, pero no pudo evitar soltar una pequeña risa. 

— ¿Qué? ¿Estás celosos ototo?

Sasuke abrió sus orbes oscuros algo impresionados… El no pensaba en Naruto de esa manera, ¿o sí?... es verdad que Naruto era ya parte importante en su vida, lo comprobó después de noches mortificando su mente para saber que significaba Naruto para él, finalmente lo había podido aceptar. Desechó el sin fin de preguntas al mirar a Itachi quien le miraba de una forma extraña.

— ¿Qué me ves?

Itachi le sonrió.

— Hace mucho que no te veía así, ototo.

Sasuke desvió la mirada.

— Deja de fastidiar. Ya estuviste suficiente tiempo aquí; además…— Sasuke se levantó para dejar la taza de té en la mesa, abrir la puerta y mostrándole a su hermano la salida, mientras continuaba:

— No voy a despedir al usuratonkachi porque tú quieras, yo soy el jefe y yo decidió cuando despedirle.

Itachi volvió a sonreír pero esta vez de una forma cansada, a pesar que su hermano no se daba mucho con él, de algo estaba seguro; acomodó su abrigo y caminó hasta estar frente a su hermano menor, el que le miraba con el ceño fruncido.

— Nos vemos, ototo.

— Hai. — respondió el menor dejando de colocar su ceño fruncido, volviéndose algo más relajado. Instante que Itachi apreció claramente, una sonrisa sincera acudió a su rostro, pero tenía un toque a tristeza, recordando las palabras de cierto rubio al que había herido y que al parecer tenía parte de razón:

— Sigue así…

— ¿Nani?— Sasuke le miró curioso, no entendiendo esas palabras.

— Me alegro que continúes vivo, ototo.

Sin más que decir el hermano mayor se retiró del lugar para tomar su vehículo y marcharse, mientras que el menor cerró lentamente la puerta tras de sí.

¿A qué se refería Itachi?, ¿a lo del accidente?... No, desde que había ocurrido aquello su hermano se había volcado mucho más atento a él. De hecho es el único que desde la muerte de su familia y de sus padres, que desgraciadamente coincidieron en las mismas fechas, Itachi era el que le buscaba intentando saber que le pasaba, qué sentía, qué le molestaba… hasta que finalmente la carga emocional no dejó que Itachi entrara a sus emociones. Su hermano tenía una vida, y no era justo que la perdiera intentando saber a cada momento cómo él se encontraba. Le agradecía en silencio la lealtad que le tenía pero no quería que se entrometiese.

¿Pero  a qué se refería con lo que le había dicho?... ¿acaso se refería a...? Observó el lugar, cada rincón, que al parecer Itachi había apreciado bastante, mucho más pulcro; ordenado. Una energía nueva que había entrado a su entorno y que en realidad no deseaba que se marchase.

Sasuke por primera vez sonrió muy sincero y algo acalorado en su propio encierro, al parecer la persona que lo devolvía a la vida y las ganas de salir de su soledad, era ese irritante rubio de ojos azules.  

 

 

 ------------------------------------------------------

 

 

El sonido de la alarma lo levantó de golpe, no debía retrasarse. Observó el reloj, las 11:30. Había dormido demasiado, y no tenía mucho tiempo para reunirse con el pelirrojo de ojos verdes. Por lo que se vistió de un salto bajando las escaleras apresurado.

Miró hacia la mesa del comedor, viendo una nota:

 

“Al parecer me espera una larga madrugada, llegaré a medio día o algo más tarde. Dejé el desayuno en el refrigerador, algo ligero, deje suficiente para todos…¡Cómanlo! (Sobre todo tú Naruto, que siempre despiertas tarde y no tienes tiempo de comer. ¡Preocúpate más por ti-ttebane!).

 

Al rubio le corrió la gota estilo anime, hasta en las notas su madre era algo escandalosa, solo esperaba que no llegase tan agotada para que pudiese descansar un poco en el día. Abrió el refrigerador y sacó unas frutas picadas que se encontraban en un potecito. Las comió rápidamente más un vaso de su tan querida leche, para luego observarse bien en el espejo. Su aspecto estaba algo extraño, su piel no estaba tan tostada a como acostumbraba verla y sus ojos azules estaban algo más opacos, ¿qué le estaba pasando?... al parecer su madre tenía razón y debía preocuparse más por él, sabía que comiendo mejor y durmiendo un poco más todo se solucionaría por lo que no quiso darle más importancia. Tomó su bolso y cerró la puerta de la casa tras de sí.

 

 

 ------------------------------------------------------

 

 

 

— ¡Kushina!— la aludida volteó al notar el llamado.

— ¿Qué sucede Tsunade-sama?— Se acercó a voluptuosa rubia de ojos miel, la cual le indicaba que se acercase con un gesto de mano.

— Ya estoy harta de que la prensa venga al hospital preguntando por el último caso de embarazo masculino— decía Tsunade conversando con Kushina en uno de los pasillos.

— ¿Pero cuánto tiempo estarán allí afuera?

— Me temo que todo el día— respondió cansada, echando con la mano una de sus coletas bajas hacia su espalda.

— ¿Nani?... demo… ¿doushite?— se acercó a observar por una de las ventanas, una gran cantidad de reporteros y camarógrafos se encontraban en sus camionetas desde la entrada del hospital, a Kushina eso le pareció muy extraño:

— ¿Qué más quieren?

Tsunade miró de un lado al otro, había bastantes enfermeras y personal pasando. Kushina era su mano derecha pero no había querido continuar con el tema el día de hoy, pero uno desea y los hechos se manifiestan.

— Acompáñame a mi oficina.

La pelirroja asintió y así ambas se dirigieron a un lugar más privado. Tsunade no quería que por nada del mundo se llegase a infiltrar nada, sino la grande que se armaría y ya no quería ver a la prensa allí dentro. Al llegar, Tsunade le pidió a Kushina que cerrase la puerta, a lo que la pelirroja aceptó. Tsunade se sentó en su escritorio, abrió uno de sus cajones sacando de entre los portafolios un papel.

La pelirroja lo sostuvo en sus manos y al leerlo su rostro pasó de la sorpresa al desconcierto.

— Demo…

— Ya es un hecho, Kushina— dijo la rubia tomando un sorbo de una pequeña botella de sake que guardaba en un cajón.

— ¡Pero es infame-ttebane!

No pudo evitar el no decirle “Sama” casi siempre cuando hablaban en privado prefería no hablarle de una forma tan formal, mal que mal esa mujer era como su madre; su mentora.

— Ya está firmado por el ministerio. No hay marcha atrás.

Kushina se sentó en la silla analizando un poco la situación.

— ¿Cuándo comenzarán a hacerse?

Tsunade miraba con cara de preocupación hacia la ventana, donde se apreciaba gran parte de la ciudad de Konoha.

— Desde mañana. No me preocupa eso, sino…

— La clausula-ttebane — Kushina no lo preguntó, lo dio por hecho. Había algo que no le gustaba de ese condenado papel, pero ellas no eran quienes como para negarse a la ley que dictaba el consejo.

— Créeme, si por mí fuera jamás hubiera aceptado.

La rubia tomó un poco de ese sake, quemaba su garganta con tanta fuerza que le ardían hasta sus ojos, pero Kushina no lo podía creer, algo debió haber pasado para que la rubia se dejase influenciar.

— Me amenazaron…

Kushina quedó en silencio. Esperando la continuación de  los hechos.

—No me importa perder mi trabajo, he ahorrado hasta más allá de mi muerte — rió la mujer de forma sarcástica. Apoyando los pies en la mesa, balanceándose en la silla, tomando un poco más de ese suculento y abrazador sake, de todas formas continuó:

—Me dijeron que si no firmaba y un paciente masculino me pidiera realizarle un aborto, no podría negarme, ni aun cuando éste estuviese un mes antes de dar a luz. No podía…

La pelirroja abrió sus ojos sorprendida y al mismo tiempo llena de ira… al igual que los políticos y gran parte de los médicos con un poco de dinero estaban completamente comprados.  

—Muchos médicos creen que hasta que no nace el bebe no importa el abortarlos. Demo… no tengo el corazón para eso. Lo más parecido que pude tener a una hija eres tú Kushina.

Kushina se acercó a Tsunade, le quitó el sake de la mano y abrazo a la mujer con fuerza.

—Para mí eres como mi madre-ttebane. Tú te encargaste de mí aun cuando no tenías porqué.

Tsunade correspondió el abrazo con la misma intensidad. Estuvieron así durante unos segundos hasta que Kushina se separó.

—No quiero que te preocupes, Kushina.

La pelirroja negó con la cabeza

— Les avisaré a mis hijos hoy mismo, supongo que es lo mejor-ttebane…

Tsunade asintió.

— ¿Cuándo debes dar la conferencia?—interrogó preocupada Kushina.

— Por la noche.

La mirada de Kushina reflejaba decisión y determinación, a lo que Tsunade le llenó de orgullo, pero en el fondo sabía que la pelirroja no debía preocuparse tanto por ella.

—Sabes que estaré apoyándote y vend…—pero antes que pudiese terminar la frase, Tsunade la interrumpió con la mano. A lo que Kushina le observó con el ceño fruncido.

—Debo enfrentarme yo sola a esto, no estoy de acuerdo con ese papel, pero yo soy la que debe dar la cara— su mirada era decidida, no aceptaría un no por respuesta, y por más que Kushina también poseía un carácter gruñón. Sabía comportarse y de lo que estaban tratando, y aunque la mirase con desaprobación, la rubia sabía que la mirada de Kushina mostraba apoyo incondicional.  

—Te lo agradezco Kushina, pero ya soy una mujer mayor.

La pelirroja solo rió ante ese comentario. La mujer se veía tan bien para su edad, que solo pareciera que le llevara la delantera solo unos cuantos años.

— ¡Ni que lo digas-ttebane!— y a Kushina le llegó un leve golpe en la cabeza, directamente de la mano de una Tsunade que no soportaba que le reclamaran su edad.

Kushina solo rió aun más fuerte sobando con sus manos su cabeza, mientras que Tsunade le miraba cuan orgullosa porque a pesar que la pelirroja no fuera su hija, la vio crecer y por lo que decían por ahí… madre no es la que engendra, sino la que creía.

 

 

------------------------------------------------------ 

 

 

— ¡Gaara, gomene dattebayo! — llegaba azotando la puerta de la cafetería, haciendo que algunos le viesen mal por la falta de educación al entrar de ese modo, pero el rubio dio unas pequeñas reverencias en señal de disculpas mientras se acercaba al pelirrojo, a lo que Gaara le miraba con el ceño fruncido, mientras tomaba algo de su café y un sándwich.

— ¿No habíamos quedado a las 12:00? No era muy temprano que digamos, suerte que terminé lo que quedaba por hacer, y puedo perder mi tiempo esperándote.

—Gomen… gomen— continuó disculpándose rascándose su nuca. A lo que Gaara suspiro.

— ¿y bien?

El rubio le miró curioso.

— ¿Qué se te ocurrió para el festival?— preguntó mientras le indicaba a una mesera que se acercara para que el rubio pidiera algo de comer, a lo cual Naruto dijo su comida favorita, obviamente un suculento ramen. A lo que la mujer asintió, anotó y se retiró.

— Bien…— comenzó sacando de u bolso un cuadernillo. Leyendo algunas cosas, a lo que Gaara miró curioso.

—Como te había dicho ayer, se llama “Ankōru Chikyū”(*)

Gaara asintió. Mientras Naruto continuó, mientras leía algunos apuntes…

— Se llama de esta forma porque en un día específico las personas miran el cielo y ven que hay otra tierra que está aproximándose a ellos, saldrán de sus casas y podrán verla como si fuese, por ejemplo, la luna. La protagonista siempre soñó con visitar el espacio y se realizará un pequeño concurso en donde en una carta se expondrá las razones de porqué ella merece viajar y conocer a su otro yo. Pero años antes de todo esto, ella cometió un error gravísimo, pero en el momento de cometer ese error, ambas tierras dejaron de ser sincrónicas, al saber de ambas existencias, por lo que la protagonista tiene la esperanza que quizás las personas a las que hiso daño puedan estar en la otra tierra. Así ella enmendará su culpa dándole el único pasaje que existe al único sobreviviente para que éste los visite en la otra tierra, haciendo que ella enmiende su error, no que la perdone, porque estoy seguro que eso es imposible, pero al menos que ella le pueda dar algún consuelo. A un no sé como finalizarlo pero… tengo algunas ideas-ttebayo. 

Gaara meditaba cada palabra dicha por Naruto. Luego de unos segundos, el rubio comenzó a impacientarse…

— Sé que es un poco largo, demo… si podemos acoplarlo bien a los tiempos, sé que estará muy bien-ttebayo.

— Comprendo… por lo que me dices, es ciencia ficción.

Naruto asintió.

— Demo Naruto… nosotros no tenemos un presupuesto como para hacer una ciencia ficción.

Naruto ante esto solo asintió, para luego sonreír zorrunamente.

— Y no lo necesitamos. No mostraremos el viaje, lo haremos a través de cosas básicas que lo den a entender, he visto ya películas que hacen esos recursos y me gustan más que las otras, son más realistas-ttebayo.

 A lo que Gaara le miró curioso.

— ¿Sabes hacer efectos por computadora?— preguntó el rubio no quitando su sonrisa de la cara.

Gaara asintió.

— Bien, lo único de ciencia ficción que se mostrará será la vista de la tierra desde la perspectiva de las personas, además de una conversación por radio desde la otra tierra hacia la nuestra, en cuanto a lo primero solo necesitamos sacar un video de internet de la tierra vista desde una nave, en una buena resolución…

Pero antes que terminase, Gaara habló comprendiendo.

— Puedo colocarla en la imagen, difuminar los bordes y bajarle la opacidad… y así podrá verse real completamente real.

Naruto lo miraba como si estuviese hablando chino, tenía una idea, pero al parecer Gaara la había comprendido al instante además de todo lo que hablaba.

—…Vaya Naruto, que interesante una ciencia ficción de bajo presupuesto.

A Gaara se le notaba bastante emocionado.

— Que magnífica historia por cierto, ¿Sasuke te dio algunas ideas?

El rubio negó con la cabeza, con algunos sentimientos encontrados.

— Ie-dattebayo

— ¿¡Nani?!... ¿pero cómo se te ocurrió algo así? es bastante compleja la historia y el tema, además de cómo relacionarlos. Dime la verdad… ¿cómo se te ocurrió?

El rubio sonrió algo incomodo. La chica llegó con el tazón de ramen, a lo que Naruto sacó los palillos del envoltorio y comió por tandas.

— Además… no me has dicho por qué te despidieron.

Ya el rubio no soportó la presión, mal que mal los dos temas estaban completamente ligados, el rubio miró al pelirrojo, el que continuaba preguntándole con la mirada, ya que el rubio no le había respondido.

Naruto algo incomodo e inquieto, pensó en desviar el tema ¿pero servía de algo?... quería contar con Gaara para lo que quería realizar y sentía que debía contarle para que además éste comprendiera la historia del cortometraje, y como Sasuke le había aconsejado, no debía haber secretos de equipo, sino el cortometraje fracasaría al no comprenderlo en su totalidad. 

Dejó sus palillos encima del cuenco de ramen, mirando fijamente al de ojos verdes.

—Te voy a responder esas dos preguntas con una respuesta dattebayo.

El pelirrojo le miró curioso y algo preocupado al ver al rubio abatido, cosa que nunca le había visto.

—Espero que no me juzgues, pero tampoco te culparía-ttebayo—Dijo con esa sonrisa poco sincera.

El pelirrojo le miraba muy intrigado, al parecer lo que oiría sería algo que el rubio guardaba muy oculto en su ser, pero Naruto era una persona muy especial para él, por lo que le escucharía completamente.

 

 

 ------------------------------------------------------

 

 

Itachi caminaba por los pasillos de su escuela, luego de haber comido algo en la cafetería junto a algunos profesores. A su lado caminaba una chica de cabello celeste, bastante atractiva y muy reservada pero que a veces mostraba una leve sonrisa, llamada Konan. La cual también al igual que Deidara impartía clases de arte, pero se dedicaba más a las actividades extra programáticas ya que adoraba enseñar el antiguo arte del origami. 

En aquel momento Itachi dio las gracias por no haberse encontrado a Deidara. No sabía muy bien cómo reaccionar ante él, a pesar que no le había dicho nada a su ototo sobre lo que había ocurrido aún se sentía traicionado por Deidara.

Luego de haber visto lo que Naruto había provocado en Sasuke, no pudo evitar sentir cierta culpa por haberlo despedido pero cambio de parecer inmediatamente. Era un pago que el menor debía estar dispuesto a aceptar por lo que había hecho; en el fondo Naruto había pagado sus años de cárcel, pero para él eso no era suficiente. Simplemente no podía aceptarlo tan fácil, pero al menos aceptaba algo… que ese pequeño rubio había traído a la vida a su hermano menor, y por ello estaba dispuesto a guardar silencio.

Ambos doblaron una de las esquinas, mientras caminaban pasaron por una de las salas, de la cual salió unas leves voces.

— ¿Qué fue eso?—preguntó algo confusa Konan, mirando hacia la sala al igual que Itachi, el que caminó hacia donde venían los ruidos, pero antes de abrirla logró escuchar unas palabras que al parecer eran de Deidara.

— Te aprecio muchísimo, pero no. No pue…— pero antes de poder terminar la frase, la puerta se abrió de golpe.

El pelirrojo profesor de manualidades se encontraba observando intensamente al rubio artista. Itachi por un momento sintió algo moverse entre sus entrañas pero desmintió sus pensamientos al instante. Entrando al salón con paso firme, haciendo que ambas personas se separasen un poco, mientras Konan observaba desde el umbral de la puerta algo curiosa.

Itachi quedó frente a ambos. Sasori le miraba indiferente, mientras Deidara miraba hacia cualquier lado menos a él. 

—Sasori, ¿no tienes clases?

—Hai, Itachi-sama. Con su permiso…— dijo el pelirrojo tomando su bolso y papeles que se encontraban en el escritorio, despareciendo del lugar y dándole una breve mirada al rubio antes de salir.

— ¿Konan?

La chica le miró atenta. Itachi no le miró, solo caminó hasta la silla del puesto de profesor y se sentó.

— ¿Puedes cerrar la puerta un momento?—Comprendiendo la indirecta, la chica asintió mientras cerraba la puerta, observando a ambos con curiosidad.

Luego de unos largos segundos de silencio, Itachi solo observaba al ojiazul, el cual comenzó a impacientarse.

— Existen salas de reuniones para los profesores, ¿sabías?

Deidara por primera vez le miró, con sus ojos cargados de desconfianza.

— ¿Qué insinúas?

Itachi solo rió de medio lado.

— Si quieres hablar temas privados con Sasori o con cualquier otro, hazlo en la sala que te mencioné. No en una sala de clases, podría haber entrado un alumno y ver su patético melodrama…

Deidara no dijo nada tan solo apretó sus puños, apoyó sus manos en el borde de la ventana mirando hacia el horizonte. No quería aceptarlo, pero el que Itachi le tratara de esa forma le frustraba bastante. Asintió, para luego mirarlo con decisión:

— ¿Algo más?

Itachi se levantó de la silla, mirándole con la misma intensidad.

— Desde ahora me llamarás Itachi-sama, ¿de acuerdo?

Deidara suspiró cansado, no era débil y no estaba dispuesto a llamarlo de esa manera, al menos no ahora que el moreno se lo exigía. El rubio estaba sumamente frustrado.

— Eres un… me das asco…

Itachi lejos de sentirse ofendido, le miró con frialdad.

— El sentimiento es mutuo.

Deidara en ese momento jamás esperó escuchar esas palabras de Itachi, claro que él no había sido muy delicado en decirle nada agradable, pero ¿Por qué las palabras de Itachi le habían dolido?... sin querer darle más vueltas intentó caminar hacia la salida, no soportaba ni un segundo más estar con el moreno mayor allí.

— Aún no he terminado— detuvo el caminar de Deidara agarrando el brazo lastimado de éste, haciendo que el ojiazul diera un pequeño gemido de dolor, a lo cual Itachi recordó lo que le había hecho y aminoró el agarre pero aún lo mantuvo firme. No lo podía evitar, no le había gustado nada la escena que había presenciado.

—Déjame.

— Ayer fui a casa de Sasuke.

Como acto de magia Deidara rompió toda su faceta fría y le miró acongojado, descolocando brevemente al Uchiha mayor. El rubio se zafó del agarre con fuerza, a pesar que sabía que en unos minutos más le dolería el brazo, agarró los hombros de Itachi con fuerza.

— ¡¿Qué?!… ¡¿Ahora vas a sacar en cara que te saliste con la tuya?!— Pero antes que Itachi dijera nada, Deidara descargó toda su frustración lanzándole un fuerte puñetazo en el estómago, haciendo que éste se alejase unos pasos a causa del golpe; el rubio tenía fuerza.

—¡¡No tenías derecho!!— Deidara temblaba por la furia, los colores llegaban a su rostro. Inspiraba aire con fuerza intentando calmarse, pero no podía.

— ¡Te felicito!— dijo aplaudiendo a un Itachi que dejó su desconcierto para mirarle con reproche—Ahora… y tan solo por egoísmo le arruinaste la vida a dos personas ¡bravo, baka!— dijo mientras se sentaba, tomando con una de sus manos su brazo, comenzaba a dolerle bastante. Su cabello se había descolocado un poco.

El interior de Itachi era un mar de dudas, le había sorprendido aquella faceta sobre protectora del rubio para con su hermano menor, y algo preocupado al ver el estado en que estaba Deidara, sus ojeras estaban muy marcadas y su piel mucho más blanca. Al parecer todo esto le había afectado bastante, pero Itachi no podía doblegarse. No ahora… ya el daño estaba hecho y no quería tampoco remediarlo, ya no podía hacer más. Se sentía traicionado por Deidara pero tampoco quería que éste respondiera las hipótesis inexistentes que aparecían en esa mente rubia. Lo que dijo a continuación Deidara hiso sacar de su estupefacción a Itachi.

— Debo ir con Naruto…— Se levantó moviendo su brazo, estirándolo para intentar que el roce de la ropa no le doliera tanto, debía cambiar las vendas pronto, pero lo primero era Naruto.

La mano de Itachi en su hombro y las palabras que dijo cortaron automáticamente sus pensamientos:

— No le dije nada…

Deidara lo miró entre impresionado y escéptico.

— Supongo que tenías algo de razón—dijo Itachi no desviando sus ojos de los intensos azules del rubio, — Sasuke lo sabrá cuando sea el momento, y no será por mí. Eso lo debe decidir tu hermano— y como si la vida hubiera vuelto a su corazón, Deidara pudo suspirar algo más tranquilo.

Itachi pasó por su lado, abriendo la puerta de la sala, sin voltear:

—Ve a la enfermería.

Y sin más se retiró a su oficina. Dejando a Deidara sujetando su brazo, y a pesar que el moreno ya no podía oírle, Deidara expulsó sus pensamientos junto a una sincera sonrisa:

— Baka.

 

 

 ------------------------------------------------------

 

 

Gaara meditaba luego de haber escuchado cada palabra dicha por el rubio. Jugaba con una de las servilletas, Naruto algo confundido por la actitud de Gaara iba a hablar, pero éste se interpuso antes que el rubio pudiese emitir palabra alguna:

— Has tenido que pasar por muchas cosas, ¿no?— Gaara observó por la ventana — Demo… No soy quien para juzgarte.

Naruto le miró algo incrédulo.

—A pesar de todo lo que le sucedió a Sasuke; fue un accidente—, Naruto negó con la cabeza a lo que Gaara le miró decidido.

—Es verdad que cometiste un error que para muchos es imperdonable…

Naruto aceptó sus palabras, lo sabía de sobra.

—Pero continúas pagando— dijo sincero, sonriéndole levemente — Naruto, tú eres muy especial y sé que aprendiste mucho más allá de tu error.

Naruto asintió ante esas palabras, algo emocionado.

— Y por lo mismo, esta historia que inventaste…— Gaara apoyó su dedo en el cuadernillo de Naruto mirándole fijamente —… lo comprueba.

Naruto se emocionó bastante con las palabras de Gaara, posó sus manos encima de sus ojos, al fin había una persona que no fuera de su familia, que no le juzgaba, que hasta le comprendía y apoyaba, algo que nunca había sentido. Intentando no dejar que las emociones le dominasen suspiró con fuerza.

Gaara le observaba un poco preocupado, quizás sus palabras no eran lo que el rubio hubiese querido escuchar. Pero sus pensamientos terminaron al ver como el rubio quitaba su mano de su rostro y le ofrecía una sonrisa zorruna, cargada de sinceridad. Algo que para el pelirrojo fue muy bonito de apreciar.

Ninguno dijo gracias, ninguno dijo más palabras con respecto al tema, ambos sabían que allí había comenzado una amistad de hierro ya que el aceptar las cosas del otro y apoyarle, era una gran prueba para ese tipo de vínculo. Ambos sonreían, uno más que el otro, pero ambos compartían esa energía tranquila que fluía por el ambiente.

Hablaron unos minutos sobre el proyecto, que reforzar y cuáles eran los siguientes pasos, hasta que de pronto Gaara le preguntó:

— ¿Naruto, buscaste trabajo?

El aludido negó.

—Solo estoy ayudándole a Sasuke en la casa, demo…

Gaara lo miró curioso, pero Naruto negó con la cabeza. Gaara comprendía que si aún faltaba información pronto Naruto terminaría de dársela.

—Solo tienes el trabajo con Sasuke, ¿ne?

El rubio asintió.

— ¿A qué hora terminas de trabajar en su casa?

— Entre ocho a nueve, a veces-ttebayo.

— Perfecto. —dijo sonriendo levemente.

El rubio lo miró confundido.

— Un conocido tiene un pub, es uno bastante famoso se llama “Ichiraku”, ¿lo cono…— pero antes que pudiera finalizar, Naruto estampó sus manos fuertemente en la mesa, causando el susto de algunas personas, las que le miraron como si fuese un loco, a lo que Gaara intentó que el rubio se tranquilizara.

— Ne… ne… ¿es ese lugar que también venden ramen?

Gaara asintió. Al rubio se le hicieron estrellitas sus ojos.

— ¡Cuando estaba en secundaria iba mucho a ese lugar dattebayo!... jeje obviamente me colaba ya que era menor de edad, es que los ramen que preparaban allí eran de lujo, además de los tragos-ttebayo— Decía recordando sus días de juventud.

—Bueno, parece que es tu día de suerte, porque necesitan personal y me pidieron a mí contratar. Yo trabajo también allí por las noches desde hace mucho tiempo.

A Naruto se le iluminaban aun más sus orbes.

— ¡Hai… acepto!— A Gaara le corría la gota de anime al ver tan feliz al rubio por un trabajo. Algo que en su mente era incomprensible, pero que le venía bien por un dinero extra.

—Abrimos a las 00:00 y cerramos a las 3:30 o 4:00 a veces, como sabes es un pub karaoke por lo que importa mucho la presencia del personal y del local. El personal debe estar una hora antes para ordenar todo, si sales a las 21:00 a más tardar de la casa de Sasuke, y llegas aquí a las 23:00, estaría muy bien.

—Hai. Además no hay problema con el horario de cierre, porque entro a trabajar a la casa de Sasuke a las 14:00, ¡así que puedo dormir muy bien-ttebayo!— decía feliz el rubio al saber ahora que tendría un nuevo trabajo.

—Bien entonces mañana puedes ir a presentarte y tomar el uniforme al local para comenzar, ten la dirección— dijo el pelirrojo entregándole un papel con la dirección.

—Arigato, Gaara.

El pelirrojo solo hiso un gesto con la mano para que no se las diese, pero el rubio estaba convencido de en cada momento agradecérselo, estaba muy contento. Al fin había encontrado un buen amigo…

 

 

 ------------------------------------------------------

 

 

Naruto llegó rápidamente a su casa, la hora con Gaara le había ayudado bastante, se había olvidado el overol en casa por lo que había tenido que volver. Abrió la puerta con rapidez, y lo que vio le sorprendió bastante. Kushina, algo adormilada, al parecer había llegado hace poco, porque aún no había ido a dormir. Le cambiaba las vendas a un cansado Deidara.  

— ¿Dei-niisan, qué sucedió?— Miró el reloj, era a punto de ser la hora del almuerzo en la escuela. Volvió a fijar su mirada azulina en su hermano mayor, algo preocupado porque su madre no se hubiese enterado de nada, — ¿demo… no te quedaban algunas horas más?

Pero antes que Deidara hablara Kushina interrumpió:

 —La herida del hombro derecho de tu hermano se infectó, la enfermera de la escuela me llamó y fui por él; hoy día Dei-chan se queda en casa —dijo terminando de vendar uno de los brazos de su hijo para luego revisar el otro, al verle mucho mejor, limpió superficialmente y cambio las vendas.  Al terminar, los miró a ambos.

— ¿Almorzaste Naruto?

El rubio asintió.

— ¿y tú Deidara?

El aludido no respondió, pero su estomago sí sonando con fuerza. A lo que Naruto y Kushina rieron, avergonzando un poco a Deidara.

Kushina calentó algo de comer en la cocina, mientras Naruto se acercaba a Deidara preguntándole con la mirada, a lo que Deidara intentó no darle importancia.

—Me tropecé por la escalera.

Naruto sabía que era una mentira, pero su madre estaba muy cerca como para intentar sonsacarle al mayor alguna información, por lo que comprendió y se sentó a su lado prendiendo el televisor.

Lo primero que apreciaron fue de nuevo a la prensa fuera del hospital, al parecer había alboroto en el mundo médico.

— ¿Qué acaso no hay más noticias en Konoha?, ¿por qué tanto alboroto de nuevo?— alegó Deidara.

Kushina llegó con un cuenco de arroz blanco junto a un guiso de vegetales, para colocarlos en la mesa y Deidara almorzara. Sabía que debía decirles a sus hijos lo que estaba ocurriendo, pero quería esperar a la noche para anunciarlo, de todas formas prefirió adelantarles algo de la noticia…

— Aprobaron una nueva ley-ttebane.

Ambos la miraron curiosos.

— Dentro de esa ley hay varias clausulas, una de las tantas es que ustedes…— los miró a ambos, los que la miraron algo confundidos. —Dentro de poco deberán hacerse un chequeo médico. Desde mañana hasta unos meses más sabremos de todos los varones que son capaces de concebir de acuerdo al gen y estará esa información en sus cedulas de identidad, así que también deben renovarlas en el registro-ttebane.

Ambos le miraron muy confundidos, ¿qué acaso esos casos no eran hechos aislados?  ¿Por qué tanto alboroto con lo de los hombres que concebían? Y más aun ahora que debía saberlo todo el mundo.

— Demo… Oka-san es obvio que a las personas en esa condición se les verá como bichos raros y más aún cuando cualquiera pueda notarlo al mirar la cedula-ttebayo.

— Lo sé, Naru— se le notaba algo perturbada — Va a haber un cambio muy grande y no creo que sea para bien, demo… eso no es lo que más me preocupa.

Deidara miró algo preocupado a su hermano para después pasar su mirada a su madre, la que pasaba sus manos por su cara y cabello, intentando decir algo de lo que no estaba muy segura si anunciarlo en ese momento.

Los miró a ambos, aun con sus rostros confusos, pero se levantó de la silla sin mirarles:

— En la noche hablaremos, Minato debe estar presente.

Se retiró a su habitación a dormir. Deidara y Naruto observaron como su madre se perdía por el  pasillo, aun podía escucharse al reportero hablando en la televisión sobre un anuncio que se daría por la noche.

— Demo… no sé si pueda estar aquí cuando se anuncie-dattebayo.

— ¿Doushite?— le miró curioso.

— ¡Encontré trabajo dattebayo!— dijo feliz, mostrando con sus manos el símbolo de la victoria.

A Deidara no le causo buena impresión, siempre Naruto escogía trabajos que al menos a él no le gustaba que tomase.

 — ¿y donde es?

— jeje ¡En Ichiraku!

Deidara posó su mano en su cabeza.

— Demo… ¿Doushite?... ¿Cuándo te vas a poner al corriente con tus estudios, Naruto?

El rubio le miró con un puchero enfadado.

— No me mires así, que no estoy de ánimos— Suspiró cansado Deidara.

— Dei se que te preocupas por mí, pero ahora no estoy pensando en eso-ttebayo. — le dijo sincero el menor.

Deidara masajeó su cien, sabía que al menos por ahora era imposible intentar que su hermano retomara los estudios.

— ¿A qué hora sales de Ichiraku?

— Entre 3:30 o 4:00 am.

Deidara le miró confundido, era bastante tarde esa hora, meditó un momento.

— Yo iré a buscarte.

El rubio menor le miró compungido.

— Ie. Dei-niisan, yo decidí tomar ese trabajo, no lo necesito. No soy un niño-ttebayo— habló entre incomodo y algo enojado, ¿cuándo comprendería Deidara que él ya no tenía 12 años?

Deidara meditó un momento, intentando encontrar una forma segura para que el rubio menor volviera a casa por las noches.

— ¿Supongo que caminar no es una opción, ne?

Deidara solo le miró de forma seria. Naruto volvió a pensar en otra forma:

— ¿Etto… en taxi?

— Ie — negó categórico.  

— ¿Doushite?

 — ¿Y si es un violador?

Naruto le miró incomodo.

— ¿No estás exagerando un poquito dattebayo?

Deidara no dijo nada, continuó pensando en otra forma. Naruto suspiró cansado para luego hablar.

— Iré en bicicleta.

Deidara le miró por un segundo.

—Es rápida y al salir a esas horas, llegaré en pocos minutos-ttebayo, por lo que no te tendrías que preocupar demás dattebayo.

Deidara continuó meditando. Naruto ya estaba algo cansado, miró el reloj y con horror apreció que llevaba más de 15 minutos atrasado en ir a casa del moreno, y la casa del moreno no es como si quedase a la vuelta de la esquina.

—Bien, es una buena opción.

Pero antes que pudiera observar en donde estaba Naruto, su hermano había desapareció de su vista. Escuchó ruido en las escaleras y apreció la figura de éste perderse por ellas. Deidara indignado porque su hermano le dejase hablando solo, se levantó con dirección a su habitación.

 

 

 ------------------------------------------------------

 

 

Naruto corría a gran velocidad por el camino de árboles de Sakura. Con el pecho a punto de reventar llamó al timbre pero no escuchó en ningún momento el cliquear del portón para poder entrar. Algo extrañado dio unos saltos intentando observar hacia dentro de la parcela, notó que la camioneta estaba estacionada, por lo que el moreno no debió ir lejos, quizás fue a comprar a los locales cercanos. Observó el portón y notó que este estaba algo desnivelado, al rubio se le ocurrió posar sus manos en el portón para luego ejercer algo de presión logrando abrir la puerta.

Naruto entró intentando cerrarla bien tras de sí pero ésta al parecer le pasaba algo porque no cerraba bien. Debía decirle al moreno que tenía que arreglar en cuanto pudiera la puerta, sino podía ser peligroso.

Caminó hasta llegar a la entrada, pero algo lo desconcertó. El pomo de la puerta estaba con algunos raspones al igual que alrededor de la manilla y ésta no estaba bien cerrada. Desconcertado abrió la puerta lentamente, tragando con fuerza.

Sus orbes se sorprendieron al ver el lugar estaba si alguien hubiese entrado a la casa y la hubiera desvalijado. Le entró un poco de miedo al escuchar un ruido, al parecer venía de la segunda planta.

Suspiró con fuerza, se sacó su chamarra colocándola en el sofá, tomó un cuchillo filoso que estaba en el suelo y caminó hacia las escaleras. Solo esperaba que el moreno, si es que estaba en algún lugar de la casa, estuviese sano y salvo, porque sino… no sabría cómo reaccionar.

Armándose de valor subió las escaleras lentamente, en cada paso los recuerdos llegaban como flashes a su mente…

La cárcel… las constantes peleas, las muertes que había presenciado en ella por las mismas… la incomodidad de dormir con algún arma todas las noches por si llegaba a ocurrirle algo… la pelea con ese hombre que había intentado violarle… sin duda esas y más imágenes que jamás escaparían de su mente.

La situación tampoco era muy distinta a la de esos años ya que si tenía que luchar, sería para defenderse al igual como lo hiso en la cárcel. Con decisión y sigilo caminó por el pasillo observando que la pieza de la hija de Sasuke estaba completamente desecha, ni rastros del polvo que la consumía y no se encontraban algunas cosas, le embargó la ira. El o los mal nacidos habían osado robar las cosas de la difunta pequeña.

Pero otro ruido lo sacó de sus pensamientos... venían de la pieza de Sasuke.

Empuñando el cuchillo con seguridad, el miedo y la decisión estaban presentes en su mirar. No había huido en la cárcel y menos lo haría ahora, lo que más le importaba era intentar acabar con lo que estuviese en la casa; esperando que a Sasuke no le haya pasado nada y si tuviese que defender el lugar, lo haría sin titubear.

Apoyó la mano en la puerta y la abrió lentamente, pero grande fue su sorpresa al no ver a nadie allí, miró a su lado ya que muchas veces los maleantes se esconden tras la puerta, pero tampoco había nadie… miró la cama por un momento, la habitación no estaba tan desecha como las otras, pero un lugar en específico sí, detrás de la cama. Sintió de pronto miedo… no quería toparse con algo que no quisiese, pero caminó hasta llegar a ella.

Naruto soltó el cuchillo inmediatamente y las emociones se manifestaron en su rostro.

—U…usu… usuratonkachi…— a penas y podía insultarle, la espalda de Sasuke estaba apoyada en la pared, miraba hacia el suelo, su cabello desaliñado y un poco de sangre le cubrían, la camisa blanca estaba lejos de aquella tonalidad al estar manchada con un poco de sangre. Levantó la mirada por un momento, su vista estaba algo borrosa, pero pudo apreciar perfectamente una mirada que jamás había visto ni hubiese querido ver en Naruto.

Cerró los ojos con fuerza para luego abrirlos, ahora el rubio estaba agachado junto a él y le miraba con profunda preocupación. Sonrió por un momento, prefería ver esa expresión que la anterior de miedo y absoluto desconcierto.

— ¿Sa… Sasuke? ¿Qué…?— Naruto le sujetaba el rostro mirándose el uno al otro.

— Pff… eres do… dobe… ¿no es obvio?— Inspiró con un poco de fuerza, apoyando su cabeza en la pared. —Me robaron.

El rubio con una mezcla de sentimientos desbordantes tomó al moreno con cuidado, el cual se quejó un poco y lo sentó en la cama. Sus manos temblaban levemente al ver la camisa con sangre del moreno. Era bastante extraño ya que nunca el ver sangre había supuesto un problema para él, pero en esos momentos la sangre le trastornó. El temblor no se quería ir de su cuerpo, pero debía tranquilizarse, Sasuke necesitaba de él y no ayudaba para nada que el desconcierto le controlase. 

—Iré por el botiquín dattebayo.

El rubio corrió hacia el baño que estaba en el segundo piso, abrió uno de los cajones y encontró un botiquín pequeño, con las manos temblorosas botó algunas de las cosas del baño, mordió su mano intentando serenarse. Estaba harto del bendito temblor y la rabia por lo que le habían hecho al moreno no se iba de su mente, inspirando y exhalando aire logró calmarse un poco para volver con el moreno.

Por otro lado, los pensamientos del moreno le habían llevado a algo; al parecer un recuerdo… un grito que le pedía que viviera, era una voz muy parecida a la que le había hablado hace unos momentos. Posó una de sus manos con dificultad apoyándola en su cien, ¿en qué diablos estaba pensando?... al parecer el golpe que le habían dado en la cabeza lo había dejado algo estúpido… ¿Por qué recordaba lo del accidente justo en ese momento?

Naruto entró a la habitación, cortando los pensamientos de Sasuke se sentó en la cama. Tomó un poco de agua yodada colocándola en un pedazo de gaza, la que intentó cortar con cuidado con las tijeras. Dejando la gaza mojada en un feo corte en la frente y parte del cuero cabelludo del moreno.

—Sostenla, onegai.

Y sin replicar el moreno la sostuvo. Le ardía un poco, pero también el calor le aliviaba. Abrió un poco los ojos, viendo como el rubio aplicaba un poco de la gaza con yodo en sus brazos, concentrado limpiando de paso la sangre seca con un algodón con alcohol, el moreno observaba cada movimiento del rubio, hasta que el rubio se detuvo por un momento y le miró. El moreno asintió, sabía que tenía una herida algo complicada en el estomago, por lo que el rubio debía abrirle la camisa.

Naruto suspiró decidido abriendo uno a uno los botones de la camisa del moreno, no era momento de ponerse nervioso y de pensar en cosas que no venían al caso… apreció de lleno una herida algo reseca y a carne abierta, al parecer le habían pasado a rozar con algo filoso. Con cuidado limpió la zona de la herida, Sasuke por momentos poseía espasmos por el dolor al limpiarle.

— Falta poco-ttebayo.

Intentó calmarle el rubio. Haciendo que Sasuke inspirara con fuerza y retuviera el aire en sus pulmones, vaya que era jodidamente doloroso.

Al terminar, el rubio colocó con cuidado una gaza y la pegó con la cinta, pero sus manos se quedaron detenidas en el estomago del Uchiha, a lo que el moreno tampoco le incomodaba pero tenía algunas dudas de lo sucedido.

— ¿Entraron al cuarto de mi hija?

El rubio sacó sus manos del pálido y suave estomago del moreno. Un poco complicado por la pregunta, pero no sacaba nada con mentirle, mal que mal el moreno lo sabría. Así que tan solo asintió.

Sasuke sonrió irónico, mirando hacia el techo de su habitación. 

—Tanto tiempo intentando que nadie entrase a ese cuarto, manteniéndolo intacto, ni siquiera dejé que Itachi o Sai entraran a él ¿y de qué sirvió?... solo para que unos ladrones acabaran con su recuerdo…— Sasuke parecía distinto, reía algo cansado y dolido.

Naruto no pudo soportar esa visión, la rabia también estaba presente en él, sabía de primera fuente todo lo que a Sasuke le había costado mantener ese lugar, sin pensarlo mucho sus manos actuaron por si solas posándolas en las mejillas del moreno, haciendo que Sasuke bajase la mirada y se detuviera en esas orbes que lo estaban trastocando desde hace un tiempo.

— Ella vive contigo— el moreno le miraba analizando cada palabra del rubio, el que le sonreía conciliador, — Tú hija jamás ha muerto-ttebayo.

En aquel momento Sasuke no pensaba en nada, sentir el tacto de esas manos en sus mejillas, las palabras conciliadoras que intentaba infundirle sentimientos de paz a su atormentado corazón, más esos ojos que le miraban con tanto conocimiento, como si supiera a ciencia cierta lo que había vivido. No pudo resistir más la atracción que le pedía a gritos acortar la distancia.

La mano que sostenía la gaza en la cabeza de moreno paró en la mejilla del rubio, el que poco a poco comenzó a bajar las manos de las mejillas del pelinegro algo aturdido, el rostro de Sasuke estaba sumamente cerca… No sabía cómo reaccionar,  su mente y su cuerpo era un mar de sentimientos…

— ¿Sasuke… qué?— pero las palabras callaron al instante ya que el contacto se hiso inminente. La fuerza de atracción de polos totalmente opuestos fue más fuerte que las ganas de separarse. Ambos sabían que aquel beso no era uno cualquiera, ambos sentían más que atracción por el otro. Con ese beso lo habían comprobado pero el abismo solo estaba comenzando a abrirse debajo de ellos.

 

Para Sasuke ese beso era sin titubear; una nueva oportunidad.

Para Naruto ese beso era sin lugar a dudas; su peor castigo.

 

 

…CONTINUARÁ…

Notas finales:

Estoy estupefacta… De verdad… Mi maldad no tiene límites…

 

 jaja… no broma =)

 

No es mi intención real hacer sufrir a Naruto o a Sasuke, me gusta que ellos mismos piensen sus propias emociones, yo tan solo las escribo de acuerdo a cómo evolucionan ellos mismos… ¿No sé si me hago entender?... ¡pero tienen vida propia!, al igual que los demás personajes =) y eso es lo que me encanta de escribir.

Bien, vamos con lo que importa:

 

¿Cómo será la relación de Sasuke y Naruto luego de esto?, ¿Cuál es la bendita clausula de la que Tsunade habla en ese contrato?, ¿Gaara y Sai tendrán un nuevo encuentro?, ¿Podrá Itachi perdonar a Deidara?, ¿Podrá Deidara aceptar sus sentimientos por Itachi?, ¿Karin volverá a armar alboroto?, ¿A Naruto le gustará su nuevo oficio? y lo más importante… ¿Se sabrá la verdad?...

 

Solo podrán saberlo mientras lean.

Lo siento pero es la verdad (jaja)

 

Título del Próximo Capítulo: “ S U R R E N D E R ”

 

Muchísimas gracias por el apoyo que se me ha dado y por las lecturas que lleva, adoro a todas aquellas lindas personas que me escriben emocionadas con cada capítulo, siempre intento responderles para que sepan que también estoy pendiente de lo que piensan del fic =)

Me impresionó bastante que el capítulo anterior arrasara con 1000 lecturas =D espero que éste y los demás también sean muy leídos n_n y comentados, ya que apuesto por un fic dramático que siempre es más difícil que se lea y obtenga reviews, porque al parecer a la gente le suele gustar más la comedia. Pero aun así no me desanimo, ni nada por el estilo.

Amo escribir este fic, independiente de las lecturas y los reviews porque me gusta ver cómo evolucionan los personajes y sus interacciones; y si a ustedes les gusta entonces me alegro aún más  =D

Como siempre aquí anuncio más pronta la fecha a publicar y más datos, además de nuevos fics que están llegando a mi distorsionada mente al terminar éste… jeje

Facebook:

https://www.facebook.com/zafiro.indigo.5

Twitter:

https://twitter.com/zafiroeindigo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).