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Después y más por golddie

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Notas del fanfic:

(El titulo lo pensé al momento de publicar.)

Disclaimer: B.A.P. no me pertence, ni a ninguna de sus fans, son almas libres hasta lo que TSEntertainment permita.

Este pwp es eso, un plot what plot, o sea que es porno. Sin embargo lo dividí en dos partes para las "más sensibles", quienes quieran leer un dulce drabble procedan hasta el "II", quienes no busquen solo eso siganle hasta el final, ya saben.

I

Daehyun abrió la puerta soltando un involuntario bostezo. Su práctica vocal específica había tomado tres largas horas en favor de mejorar su voz, dejándolo algo cansado.

Sabia que estaba solo en el dormitorio, pues en el horario que había pegado al refrigerador por medio de un imán decía que el resto de B.A.P. estaría en sus distintas actividades: Yongguk con los productores en el estudio y los otros cinco en prácticas de coreografía (él se había salvado de tal actividad por la nota especialmente alta que tenía en la nueva canción, que requería mucho control y, por tanto, tiempo para ejercitar su garganta).

Ojeó la cocina buscando algo para comer rápidamente e irse a dormir. Tomó un puñado de cereal solo por el placer de tener algo en la boca y mientras iba masticando abrió la puerta de la habitación donde estaban las camas de manera floja.

Se sorprendió al ver que realmente no estaba solo, y no era nadie más que Youngjae quien dormía plácidamente en su cama, cubierto hasta el mentón y con la respiración muy pausada. “Quizás está enfermo”, pensó avanzando más hacia el otro muchacho para poder chequear si efectivamente estaba bien.

Metió todo el cereal en su boca para tener las manos desocupadas y con una tocó la frente de Youngjae, aliviándose ligeramente cuando no encontró signos de fiebre.

Ante la cercanía, Daehyun no pudo evitar sentirse algo atontado al observar el rostro el otro chico, reflejándose en la suave sonrisa que apareció en sus labios ante la simple escena. Una mano se extendió sin que pudiera controlarla hacia el cabello del menor y lo acarició calmadamente en un gesto cariñoso.

Cuando Youngjae se removió un poco —luego de un buen rato—, Daehyun quitó su mano rápidamente. No quería despertarlo, todo lo contrario, sería lindo meterse bajo las sábanas con el otro y sentir el confortante calor del otro cuerpo para él mismo poder dormirse.

Rindiéndose ante su propio pensar, Daehyun rodeó la cama quitándose sus pantalones y calcetas, abrió la cama y con cuidado se sentó a un lado del cuerpo ya caido. Ayudándose con su mano izquierda se giró hasta que su otro brazo pasó por la cadera del muchacho, apoyando, en el mismo movimiento, su frente en el omóplato de Youngjae.

Cerró los ojos y volvió a sonreír sintiendo el movimiento respiratorio del otro contra su frente. Se acomodó mejor, dispuesto a pasar la media tarde durmiendo con Youngjae.

 

II 

Sin siquiera haber podido consentir el sueño aún, sintió a Youngjae moverse hasta quedar frente a frente con él. Daehyun supuso que solo se estaba moviendo en sueños así que no hizo el mínimo esfuerzo de abrir los ojos y observarle, hasta que registró unos labios sobre los suyos. 

Frunció el ceño ante el movimiento de la boca ajena sobre la suya y las manos inquietas sobre su pecho. Soltó un gruñido desde la garganta en desacuerdo (Daehyun aún estaba positivamente cansado y quería dormir), sin embargo eso desencadenó un suave gemido de los labios ajenos, sonido que hizo que Daehyun solo se dejara llevar por el beso. 

Llevó ambas manos a las caderas del otro mientras permitía que la dulce lengua del muchacho invadiera su boca solo por el placer del sentirse tan íntimos. Sintió a Youngjae levantarse un poco, hasta dejarlo de espaldas, quedando el menor encima —con sus piernas aún estiradas al lado—, sin dejar de besarlo e incluso ajustando el ángulo para llegar a lo más profundo del vocalista.

Daehyun no podía mover sus manos, toda su mente estaba concentrada en los movimientos expertos que hacía Youngjae en su boca, ya haciéndole quejarse ligeramente por su propia impaciencia y un cosquilleo en su estómago ante las atenciones. Involuntariamente soltó un gruñido más alto que los demás cuando el otro muchacho acarició su paladar, provocando que se separase de él soltando una suave risa.

Abrió los ojos por primera vez, tomando un poco de aire y observando a Youngjae que le miraba de vuelta con unos ojos traviesos.

“Te estuve esperando casi dos horas”, soltó el menor, paseando sus labios por el mentón del otro muchacho, “me aburrí y me quedé dormido”.

“Creí que eras tú quien decía que solo los estúpidos se aburren”, respondió Daehyun cerrando los ojos cuando los labios ajenos llegaron a su cuello, y besando la nuez tiernamente. 

Escuchó un gruñido contra su garganta y sonrió triunfante al poder provocar tal reacción del menor, pero tal sonrisa no duró mucho cuando recibió un mordisco no tan gentil sobre el mismo punto de antes. 

“¿De verdad estas pensando en eso en este momento?”, inquirió Youngjae subiendo hasta quedarse mirando frente a frente de nuevo. Daehyun sintió (más que vio) como el menor movía una de sus piernas sobre las propias, quedando casi sentado sobre su pelvis. 

Aunque Daehyun hubiera querido contestar; no pudo, el nuevo ataque de los lindos labios sobre los suyos le quitaron toda oportunidad de articular algo coherente. 

Contrario al beso anterior este era más sensual y menos sexual. Sus lenguas a penas se rozaban en favor de dedicar más tiempo en recorrer los labios, de tomar el sabor del otro y de comenzar a intentar grabar tal contacto en la mente del otro como único fin. Youngjae era experto para esos besos, y Daehyun simplemente no podía evitar preferir ese tipo de besos a los otros: estos eran más dinámicos, pues mientras uno mordía, el otro solo esperaba su oportunidad para poder hacer lo mismo soltando suaves gemidos para impacientar al otro y hacerlo desear el tacto. Era como una guerrilla, algo muy de ellos. 

Harto de solo tocar la ropa de Youngjae, Daehyun perdió interés en los labios del otro por un segundo para pasar sus manos bajo la camiseta de vestir negra que Youngjae traía, forjando patrones con las yemas de sus dedos por los costados, pecho y estómago del menor, sabiendo que eso hacia a Youngjae desesperar. 

Youngjae interrumpió el beso para poder suspirar y gemir suavemente ante las manos de Daehyun. Su cabeza cayó por el hombro derecho del mayor afirmando su frente en un hombro para soportar algo de su peso. Daehyun tenía sus manos algo frías, pero ni eso le podía incomodar cuando lo tocaba de esa forma. 

Pronto las caricias cesaron para dar paso a besos en su cuello, haciendo que las mejillas de Youngjae explotaran en color ante la cálida sensación en su piel debido a la suavidad de los labios y la sensualidad de las ocasionales lamidas. Pronto Daehyun tomó una de sus caderas y lo forzó a sentarse en su regazo mientras él se sentaba sobre el colchón, volviendo a encontrarse frente a frente. 

Youngjae llevó ambas manos para acariciar seductoramente el pecho del otro, evitando mirarlo a los ojos como parte del juego. 

“¿Para qué me esperabas despierto, Youngjae?” preguntó Daehyun tan cerca del lóbulo del otro que provocó una corriente por la columna del otro. Daehyun sabía cómo jugar.

Youngjae se alejó un poco, ambas manos subiendo por el cuello del mayor y una sonrisa divertida. 

“Eres idiota si no lo has podido deducir aún, Jung Daehyun”, respondió con una risita que por más que le estuviera insultando, al nombrado le parecía encantadora. 

Pero, a pesar de estar en su mundo y querer seguir con el juego, ambos sabían que realmente tenían poco tiempo para lo que querían hacer. 

En la mente de Daehyun un ser ficticio se rió al recordar que él quería dormir por el cansancio hace solo unos cuantos minutos. No estaba seguro de dónde sacaba las energías para seguir adelante. 

Youngjae volvió a unir sus labios, sin paciencia de esperar a que Daehyun diera una respuesta inteligente ante lo que había dicho. Llevó ambas manos a las caderas del otro, tomando la camisa de tiras del mayor y forzándola hacia arriba, esperando que el muchacho entendiese lo que le pedía. 

A su fortuna, Daehyun seguía más su instinto que a su cerebro en momentos así, por lo que rápidamente se separó y, sin dejar de verle a los ojos, quedó al descubierto ante la hambrienta mirada de Youngjae, lanzando su camisa a un lado. 

Las manos del menor no se hicieron esperar, tocando toda la exquisita piel expuesta con incomparable técnica: no había forma que Youngjae, con su memoria y experiencia, no supiera donde tocar a Daehyun para hacerlo sentir cosquilleos en todo el cuerpo. 

Daehyun por su parte se dejaba tocar, pero no gratuitamente. Ambas manos se encontraron con su correspondiente pareja de muslos externos del menor y movió las piernas del otro hasta dejarlas a su al rededor como el más confiable de los cinturones, para luego ocupar sus manos en el trasero de Youngjae —secretamente Daehyun le llamaba su tesoro—, dónde masajeaba el musculo cómo él quisiera, admirando, como muchas veces, la redondez y fácil al tacto que se sentía.

Youngjae respondía con impacientes gemidos justo al nivel del oido de Daehyun, haciéndole al mismo impacientar un poco. 

De pronto Daehyun se cansó del todo. Agarró con fuerza las muñecas del menor haciendo que Youngjae se sonrojase ante la acción tan dominante del otro, lo recostó contra el colchón (sábanas ya olvidadas en el suelo) y quitó rápidamentela ropa restante mientras él solo se dejaba hacer. Cerró los ojos cuando sintió que lo despojaban de su ropa interior y Daehyun separaba sus piernas para ponerse en medio. 

(No importaba cuantas veces hicieran eso, Youngjae no podía evitar sonrojarse violentamente ante el trato del mayor: sentirse tan dominado por Daehyun le era demasiado excitante como para dejarlo pasar o quejarse.) 

Sintió los labios de Daehyun sobre su estómago y relamió sus labios antes la sensación. Era necesario tener todo el control mental que pudiera encontrar en su ser para poder soportar lo que seguiría. 

Daehyun pronto se olvidó de ir lento y besó el muslo interno de una pierna, queriéndolo impacientar estando así un buen rato solo escuchando los suspiros sufridos del menor. Luego bajó aún más su rostro al mismo tiempo que Youngjae se recostaba en sus codos para poder observar como Daehyun lo tomaba en su boca sin siquiera vacilar, degustando todo lo que pudiera y succionando de vez en cuando. 

El menor luchaba por mirar lo que le hacía, poder guardar esa imagen en su mente, pero las sensaciones eran tan fuertes que por mucho que ya hubiera tenido a Daehyun haciendo eso, sus ojos se cerraban y sus codos se volvían débiles. Una de sus manos bajaba hasta acariciar el cabello del mayor, mas no para forzarle un ritmo, sino para acompañarlo, hacerle sentir que le gustaba y que no se detuviera. 

Youngjae intentaba espiar por sobre uno de sus hombros de lado cuando Daehyun levantó la vista y succionó especialmente fuerte, arrancándole un fuerte gemido, para luego separarse y buscar una almohada a sus espaldas. 

Supo qué hacer de inmediato, Youngjae levantó sus caderas para poder posicionar la almohada en su espalda baja y así levantar todo lo que tenía que ser levantado. 

Daehyun tomó una pierna del otro muchacho y la dejó sobre su hombro. En ese momento tenía que tener mucho control para no terminar al solo observar al muchacho en tal posición: ojos entre cerrados que brillaban por lujuria, sus mejillas encendidas por la excitación, una sonrisa lasciva, su pecho moviéndose al son de su respiración agitada y exponiendo sus pequeños botones sensibles al mejor depredador, sus piernas separadas esperando solo que él le tomara de la forma que solo él sabía que a Youngjae le gustaba... 

Bajo esa cadena de pensamientos, dos de sus dedos ya lubricados se ocupaban de masajear la entrada del otro, siendo lo más cuidadoso pero a la vez rápido que pudiera ser. Daehyun odiaba ser rudo en esa parte, pero su paciencia no volvería en él hasta que estuviera por fin dentro del anhelado cuerpo. 

Youngjae, bajo suyo, estiraba su brazo para poder abrazarlo, cosa que el mayor accedió de inmediato: con un brazo lo rodeó mientras con el otro le seguía preparando. El menor soltaba suaves suspiros y gemidos antes la intromisión y moviendo sus propias caderas para ayudar, ambos brazos rodeando el cuello del otro y ojos bien cerrados, totalmente abrumado con sensaciones. 

Después de un buen rato, Daehyun sintió que Youngjae ya estaba lo suficientemente estirado como para no causarle dolor, así que se volvió a sus talones —no sin antes besar la frente del menor— y buscó el lubricante olvidado a un lado de la cama en solo cuestión de segundos. Youngjae le quitó el bote y cubrió sus propios dedos con el liquido, y, sentándose, masajeó él mismo el miembro del mayor. 

Daehyun gimió impaciente, juntando las frentes con Youngjae, que solo respondió con un sonido igual para hacerle entender que él tampoco podía esperar más, aunque sus movimiento de mano demostrase todo lo contrario. 

Ya realmente quedándose sin paciencia, Daehyun forzó a Youngjae a recostarse de nuevo, teniendo cuidado con acomodar bien la almohada de antes y que quedara en su espalda baja. Bajó él también; quedando de nuevo frente a frente, usando una mano para soportar su peso y la otra para guiarse por la entrada del menor de una buena vez. 

Entró más violentamente de lo que en originalmente planeó, pero Youngjae no pareció disgustado, al soltar un grito de placer que le hizo arquear la columna. 

“Daehyun”, murmuró el menor al sentirse lleno por el nombrado. Como era de esperarse, el mayor esperó un tiempo para iniciar el ritmo. Repartió tiernos besos en los labios del otro, esperando confortarlo por la ruda entrada y esperar a que se acostumbrara. 

Youngjae no tuvo que darle ni un solo gesto para que supiera cuando moverse: pronto lo tenía entrando y saliendo de su cuerpo a un ritmo que le complacía totalmente. 

Daehyun sabía que debía ir lento pero profundo, tal como había aprendido. Él realmente no estaba incómodo con tal ritmo puesto que así podía recobrar la cordura para concentrarse en complacer a Youngjae y solo a Youngjae. Él venía después. 

“¿Se siente bien?”, preguntó Daehyun con una voz más grave de lo usual justo en el lóbulo del otro. Ya sabía la respuesta, pero también sabía que a Youngjae le gustaba que le susurrara cosas —por muy sin sentido que fueran— al oído en ese preciso momento. 

“Por supuesto”, respondió el menor, soltando suaves quejidos cada vez que se volvía a sentir lleno, “¿y tú?”. 

“Te sientes tan estrecho, Youngjae”, le confesó, susurrando, pues no era necesario hablar más fuerte ante la cercanía que mantenían, “no quiero dejar de hacerte esto”. 

Escuchó al menor gemir ante su respuesta, ante lo que sonrió orgulloso por haber logrado tal efecto. 

“¿Qué más quieres, Daehyun?, díme”, continuó el menor, incitándolo. 

Daehyun se escondió aun más en el cuello del menor, deteniendo las embestidas un momento mientras se quedaba lo más dentro que pudiera. 

“¿Me sientes, Youngjae?”, preguntó y el menor asintió desesperadamente aferrándose a la espalda del chico sobre él, “quiero que me sientas muy dentro tuyo, quiero besarte completo y volverte loco solo tocándote”, continuó, volviendo a embestir, secándola un fuerte gemido al otro. 

El ritmo lento cambió a uno más rápido y ante eso ambos muchachos gemían y suspiraban ante las sensaciones que se apoderaban de todo su cuerpo, rehusándose a esconderlas. 

Youngjae llevó ambas piernas tras la espalda de Daehyun, flexionándolas para que el mayor pudiera tocar aún mas profundo y aún más intenso. 

“Owh, Daehyun, cerca”, murmuró, al sentir como la punta del miembro dentro de él rozaba a penas el punto que debía ser tocado para hacerlo ver estrellas. 

El mayor entendió, y le indicó a Youngjae que sujetara con sus propias manos su trasero para separarlo más, él así hizo solo dejándose llevar. Pronto Daehyun entró aún más y tocó aquel punto. 

“¡Ah!, ¡ah!, Daehyunnie, ahí”, soltó para indicarle, siendo esa su última acción lógica antes de comenzar a recibir incansables y fuertes embestidas. 

Daehyun ya estaba en trance. Solo podía sentir la estreches de Youngjae a su alrededor, los gritos y gemidos que oía bajo él y el cosquilleo de su estómago, listo para liberarse. 

Con un fuerte gruñido al darse cuenta de eso último, Daehyun salió del menor, que lo miró confundido y desorientado ante el cambio. El mayor sin mayor explicación tomó las caderas del otro y lo forzó a voltearse. Youngjae se dejó llevar entendiendo solo al momento de estar en sus codos y rodillas que el otro quería cambiar de posición. 

De nuevo le sintió entrar y de nuevo llevó sus manos a su trasero para darle mejor acceso a Daehyun, mientras su rostro estaba contra el colchón, sin importarle más que sentir el máximo placer posible. 

Sus respiraciones estaban muy agitadas y el aire en el dormitorio ya estaba pesado y caluroso por la transpiración de ambos cuerpos. Ninguno de los dos podía darle real importancia a lo que sucedía en el exterior, ambos muy concentrados en sus roles como para siquiera recordar su propio nombre. 

Daehyun se sentía abrumado. Sentía que podía venirse solo al abrir los ojos y verse a sí mismo entrar y salir de ese perfecto cuerpo; por lo que mantenía los ojos cerrados y movía sus caderas sin ritmo alguno, solo confiando en lo que exclamaba Youngjae para saber si estaba bien o mal. Por otra parte, Youngjae mantenía los ojos entre-cerrados para espiar a Daehyun por un lado: observando cómo sus caderas se movían para darle las más maravillosas sensaciones, como su estómago se contraía para resistir, sus venas del cuello se hacían presentes debido al esfuerzo físico, labios separados dejando salir todo sonido de placer y sus manos fuertemente en sus caderas: era demasiado perfecto como para resistirlo, y sin siquiera haber tocado su propio miembro, soltó todos sus jugos en violentos espasmos y gritos placenteros llamando a su amante. 

Poca conciencia tuvo Daehyun que Youngjae ya había alcanzado el clímax. De pronto cuando lo sintió apartarse resintiendo el calor de su cuerpo abrió los ojos para encontrarlo de pronto en frente de él, con una mano sobre su genital iniciando un fuerte movimiento y sus labios contra los suyos para robarle la última gota de cordura que le quedaba. Luego de un largo vaivén y húmedos besos, Daehyun encontró su propio fin, gimiendo el nombre de Youngjae una y otra vez, sintiéndose repentinamente posesivo al pensar que solo él podía disfrutar de esa parte de la vida del menor. 

Se separaron para tomar aire, ambos con sonrisas suficiente y satisfechas sobre sus caras. 

Youngjae fue el primero en alejarse totalmente y caer recostado sobre el lado en que antes había estado durmiendo, Daehyun solo se sentó en su lugar y, una vez recobrado el aliento y respirar normalmente, se levantó para abrir las ventanas: al menos intentarían disimular que no habían tenido sexo en el dormitorio. 

Luego caminó, recogiendo las sábanas y sus ropas, tirando las últimas bajo la cama y las sábanas poniéndolas todas mal, pero cubriendo el cuerpo de Youngjae, que le miraba con una sonrisita cómplice. 

Daehyun se acercó y le dio rápido beso en los labios, yendo a la habitación con el guarda-ropa, vistiéndose él mismo y llevando ropa para Youngjae con él. 

“Ten” le ofreció, entrando a la cama con el menor y dándole espacio para que se vistiese.

Youngjae se puso sin chistar la ropa interior y la camisa normal, sintiéndose algo sucio por vestir aún transpirado, pero demasiado cansado como para ir a ducharse: no sabía como Daehyun tenía la energía de ir habitación a habitación.

“Gracias”, le respondió, dándole otro beso en los labios y volviéndose para recostarse para darle la espalda a Daehyun, tal cómo antes.

El mayor le abrazó por detrás y levantándose un poco repartió besos por todo el cuello del menor, sacándole una risita.

“Descansa”, murmuró, y se acomodó en el omóplato de Youngjae, tal como había hecho antes.

Sintió como los dedos del menor se enredaban con los suyos bajo las sábanas y sonrió.

“Igualmente” escuchó antes de quedarse completamente dormido abrazando al otro muchacho.

Notas finales:

Usen su imaginación para darle un mejor final(?.
Gracias por leer.


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