Uchiha Sasuke miraba con mala leche al alumno más problemático de toda la universidad Konoha, Uzumaki Naruto,que estaba en ese momento durmiendo sobre el pupitre.
El chaval no era mal estudiante, sacaba sietes y ochos, pero su actitud en clase dejaba mucho que desear, y a Sasuke le molestaba porque hacía ya mucho que se había fijado en el usuratonkhachi del Uzumaki, y este lo único que hacía era dormirse en sus clases, pero Sasuke cómo buen profesor y Uchiha que era iba a solucionar eso enseguida.
-UZUMAKI NARUTO-grito Sasuke haciendo despertar a un adorable rubito.
-eh...que- dijo levantando la cabeza con los ojos adormilados y baba cayéndole por la barbilla, haciendo que los chicos se riesen, mientras a las chicas les caía un hilillo, más bien un torrente, de sangre de la nariz.
-Uzumaki está usted castigado, se quedara una hora y media después de clase-dijo el Uchiha, pensando con malicia que en ese tiempo podría hacer todo lo que quisiera con su alumno mientras se ponía un trozo de papel en la nariz.
En ese momento sonó el timbre, dando por finalizadas las clases por ese día, que justamente era viernes.
-Adiós Naruto-se despidió Kiba.
-Ha...hasta el lunes...Naruto-kun-se despidió Hinata
Y así todos sus compañeros se iban, dejándole allí solo, deprimido por tener que pasar una hora y media con el estreñido de su profesor.
- A ver señor Uzumaki, sígame.
Sasuke salió del aula, relamiéndose al pensar lo que le iba a hacer a su niño malo, mientras que Naruto pensaba que eso no tenía muy buena espina.
Los dos juntos bajaron al último piso donde se encontraba el gimnasio y una sala en la cuál nadie sabía lo que había dentro, pues la llave la tenía el profesor de matemáticas, oseasé, Uchiha Sasuke, y ni siquiera el conserje podía pasar a limpiar esa sala, porque esa era... LA TEMIDA SALA DE CASTIGO UCHIHA.
Nadie había entrado en esa sala nunca, porque los alumnos sabían que su profesor debía de estar muy muy muy, pero que muy cabreado para llevarles allí, así que no le tocaban las narices y ya está.
-¿Q...Que hacemos aquí ttebayo?- pregunto nuestro rubito con cara de que le daría un infarto de un momento a otro.
-¿No es evidente dobe?, eres el único que me ha cabreado lo suficiente cómo para llegar a utilizar mi querida sala de castigo- dijo el moreno con indiferencia.
-Te... Teme- respondió Naruto con la cara más pálida que la de Sai.(ju ju ju, que malvada que soy. Aquí flipes de la autora, pasen y ríanse de ella)
Sasuke sonrió maliciosamente, y abrió la puerta, empujó a Naruto dentro pasó él rápidamente, cerrando la puerta con llave, dejándolos encerrados dentro.
Naruto al ver lo que había dentro alucinó, pero alucinó en colores fluorescentes, porque allí dentro había todo tipo de consoladores, látigos, fustas, esposas, cadenas...En fin todo lo que un pervertido muy pervertido tiene en su casa, incluso había reglas para... Ejem ¿os lo imagináis no?, pues eso.(corriendo para tapar mis fosas nasales y no desangrarme sobre el teclado).
-¿Qué, te gusta mi colección de juguetitos o no?- dijo Sasuke acercándose a Naruto por detrás-Has sido un niño muy malo, habrá que castigarte ¿no crees?
Naruto solo podía temblar temiendo lo que podría pasar, y aún le quedaba una hora y cuarto. "Dios, dios, dios, que alguien me salve, QUIEN SEA". Había empezado a sudar de terror y a temblar, y ya estaba más pálido que Sai y Sasuke juntos.
- Muy bien pequeño, te voy a explicar lo que vamos a hacer, primero te voy a castigar por dormirte en mis clases, segundo te voy a follar cómo nunca nadie en tu vida, tercero te voy a volver a castigar por no haberteme insinuado antes, cuarto te voy a volver a follar y quinto te voy a castigar mientras te follo, ¿entendido?-preguntó el Uchiha todo prepotente.
-¿Qué te hace pensar qué me voy a dejar, teme?
-No podrás evitarlo dobe.