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Family [III] por eunii

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Notas del fanfic:

Azucar, mucha. En este fic(?)

Kyungsoo podía sentir los dedos de Jongin enredarse en su cabello, acariciando su nariz, sus labios. Jongin amaba despertarse y encontrarse con el menor a su lado en la cama, tapado hasta la cabeza y hecho una bolita con las manos juntas debajo de su cara haciéndolo fruncir los labios.

El más bajo no quería despertarse del todo, estar de esa manera con el menor le encantaba. Jongin finalmente se alejó un poco dispuesto a levantarse, y prepararse para una nueva jornada de trabajo.

Kyungsoo protestó, lanzando un gemido y abrazándose a la cintura de Jongin que lo miraba divertido—. Hyung, tengo que ducharme —Kyungsoo negaba con la cabeza, mientras se abrazaba más a la cintura del moreno. De alguna manera había logrado que Jongin quedara recostado en la cama, mientras él se le subía arriba y lo abrazaba.

Podía sentir la respiración de Kyungsoo en su cuello, y la caricia de sus dedos por su clavícula. El moreno por su parte, no se quedaba atrás. Con suavidad, acariciaba las piernas de su hyung de forma ascendente, tocando detrás de sus rodillas, disfrutando de los suaves muslos y encontrando parada en su fina cintura.

—Soo, tengo que prepárame —Kyungsoo negaba en el pecho de Jongin, reacio a separase.

—No quiero, ¿no puedes faltar al trabajo hoy?

—Sabes que no —Jongin respondía, mientras lanzaba una carcajada. Las manos del moreno tomaron la cara de Kyungsoo, y mientras dibujaba círculos con los pulgares sobre su mejilla, se perdía en los labios de su hyung.

—Voy a prepárate el desayuno —Kyungsoo habló formando pucheros, y con fingido enojo trató de separarse de Jongin.

—Primero dame un beso —pedía el moreno con una sonrisa. Kyungsoo negaba con la cabeza mientras mordía sus labios, tentándolo—. Uno chiquito —insistió, haciendo una seña con los dedos pulgar e índice. Los labios de Kyungsoo tocaron suavemente los suyos, en un beso casto. Jongin negó con la cabeza, atrapando a Kyungsoo por la nuca y haciéndolo bajar hasta que sus labios se encontraron en un suave beso.

 

 

Kyungsoo estaba deprimido.

No sabía por qué, pero necesitaba estar con Jongin todo el tiempo ese día. Apenas eran las once de la mañana y había limpiado toda la casa, incluido el cuarto donde Jongin guarda sus cosas de carpintería.

Por suerte era sábado y el menor trabajaba hasta medio día, el teléfono sonó dentro de la casa y Kyungsoo se apresuró a contestar, golpeándose con la mesa en la carrera.

—Hola —la voz de Kyunsoo sonaba agitada al hablar.

—Soo, ¿Cómo estás? —Fan le hablaba al otro lado del tubo, y Kyungsoo maldijo el haberse lastimado solo para contestar la llamada de cierto idiota—. ¿Qué van a hacer hoy?

Kyungsoo se sobaba el pie, mientras le respondía a su mejor amigo—. Nada supongo, ¿Por? —Fan le había propuesto juntarse a comer, para poder verse y hablar ya que hacía algún tiempo que estaban distanciados por temas ajenos.

 

 

Jongin tocaba la bocina, para que Kyungsoo le abriera el portón del garaje pero no parecía haber rastro del mayor por ningún lado. Se había retrasado unas tres horas por el trabajo. ¿Eso había enojado al Kyungsoo?

Estaba a punto de bajarse, cuando su precioso novio salía con los ojos pegados, el pelo revuelto y el pijama de ositos rosas, que sólo se ponía cuando estaba deprimido. Con rapidez metió el auto, dispuesto a cerrar el portón y que ningún curioso mirara a su novio.

A Jongin no se le pasaba cómo su vecino de enfrente, el grandote que pasaba horas en el gimnasio y “casualmente” acompañaba a Kyungsoo a hacer las compras, deseaba a su novio. Kyungsoo se refregaba los ojos con furia mientras caminaba hacia la casa, sin siquiera darle un besito.

Jongin dejó el saco del traje sobre el sillón, y mientras desabotonaba las muñecas de su camisa, observaba a Kyungsoo tomarse un vaso de leche, para después irse hacia la cama. El moreno miró la hora con interés, recién eran las cuatro de la tarde.

Comprendió de inmediato que el mayor definitivamente estaba deprimido. Fue hasta la habitación, sacándose el incómodo traje y vistiéndose con ropa de entrecasa. Se acostó en la cama, abrazando a su chico por la cintura y pegándolo a su cuerpo. El mayor estaba calentito bajo las sabanas.

Kyungsoo se sentía raro. Hacía unas horas, cuando Jongin le dijo que no podría llegar temprano, lloró. No entendía por qué, era normal que el menor llegara tarde, eran cosas de trabajo. Quizás había sido esa necesidad de tenerlo con él que había estado teniendo toda la mañana, las que lo habían deprimido con esa llamada.

Girándose entre los bazos de Jongin, buscó la cara del moreno con sus manos. Le acariciaba los labios, las mejillas, el cuello—. Te extrañé —sonó la voz ahogada de Kyungsoo, mientras se abrazaba a su novio, haciendo presión y pegando sus cuerpos.

Jongin le acariciaba la cintura, oliendo el dulce perfume en el pelo de Kyungsoo. El mayor había sufrido una pérdida muy significativa hacía algunos años. A su madre, la cual padecía leucemia. Y si sus cálculos no fallaban, se cumplían ocho años ese mismo día.

Kyungsoo buscó los labios de Jongin, presionándolos juntos, sintiendo la esponjosidad de los labios del menor. Jongin giró en la cama, sentando a Kyungsoo en su estómago y abrazándolo contra su cuerpo.

El mayor había tomado la cara de Jongin entre sus manos, y mientras le miraba a los ojos unió nuevamente sus labios, manteniendo el contacto visual unos segundos más antes de cerrarlos sin poder evitarlo. Kyungsoo seguía dando pequeños besos y rozando sus narices.

Jongin no tenía idea de cuánto tiempo llevaban acostados de esa manera en la cama, pero Kyungsoo se había dormido sobre su pecho luego de haber llorado. El teléfono sonó en la mesa de luz, era un mensaje de Wu Fan “Por si Soo no te dijo, cenamos en mi casa hoy a la noche. Y espero que no les moleste, pero viene un amigo”

Kyungsoo abría los ojos confundido, mientras refregaba su cara contra el pecho de Jongin—. Es Fan, dijo que va a llevar un amigo.

—¿Un amigo? —preguntó el mayor incorporándose un poco, y mirando con interés a Jongin—. ¡Oh dios! ¡FanFan tiene pareja! —el moreno le devolvió la sonrisa de manera cómplice. Wu Fan sólo tenía dos amigos, Jongdae y Kyungsoo. Y el hecho de que quisiera presentarles un “nuevo amigo” no los convencía.

 

 

 

Ambos charlaban animadamente con Fan cuando el timbre sonó, tensando a todos en la habitación. El moreno miró con impaciencia a su novio ya que si bien Fan no dijo “novio” en ningún momento, sí dejo en claro que era “lindo” “precioso” y “abrazable”.

Kyungsoo trató de contener la risa cuándo aquél hombre entró en la cocina. Era la antítesis de Wu Fan, pequeño, con el pelo negro y hermoso. A Jongin se le cayó la boca cuando lo vio.

—¿H-hyung? —el moreno gritó horrorizado. Es decir, su hyung, su hermano mayor estaba ahí, con Wu Fan.

—Jongin —JunMyeon resopló retándole importancia, abrazando a Kyungsoo por los hombros, besando su cabeza.

—¡No me toques! ¡Qué asco! ¿Dónde le besaste a él? —Jongin era todo un crío caprichoso, no quería un beso en la mejilla, no quería un beso. Esos labios estaban contaminados. Kyungsoo le pegó en la cabeza, mientras lo obligaba a saludar a su mayor.

La cena pasó entre risas y bromas pesadas de parte de todos hacia Jongin. El moreno estaba furioso—. Wu Fan —el mayor de todos lo miró con interés mientras apropósito, pasaba su brazo por el respaldo de la silla de JunMyeon—. ¿Te acuestas con mi hermano?

La mano de Wu Fan acariciaba el cuello de JunMyeon, mientras lo miraba de manera penetrante—. Ya sabes la respuesta.

La mesa estalló en carcajadas, mientras el menor de todos se ruborizaba y se escondía en el cuello de su novio. Esto era demasiado vergonzoso para él.

 

 

 

Jongin suspiró con alivio cuando vio que Kyungsoo se ponía el pijama azul. Eso quería decir que ya no estaba deprimido. Sentado en la cama, Kyungsoo se estiró para alcanzar el control remoto y poner algo en la tele. Jongin se sentó junto a él, tomándolo de la mano y entrelazando sus dedos.

—Es horrible Soo, ¿por qué con Wu Fan? —hacía puchero el menor.

—¿Qué tiene FanFan? Es perfecto para tu hermano; alto, apuesto… Muy apuesto —Kyungsoo sabía que Jongin celaba a Wu Fan por la amistad que tenían y amaba molestarlo.

—Es feo y luce tan… Dominante. ¿Qué pasa si lo lastima? —Kyungsoo rompió a reír con las últimas palabras del menor, Lucía tan infantil a sus veinte ocho años.

—Mi amor, tú también luces dominante junto a mí. ¿Tengo que recordarte lo que dijo mi padre cuándo te conoció? —Jongin enrojeció por segunda vez en una noche. ¿Cómo podía olvidar las palabras de su querido suegro?

“…. Chul miraba con los ojos casi tan abiertos como su hijo, al hombre frente a sus ojos. El tal Jongin, el novio de su bebé le llevaba dos cabezas a su precioso hijo. Sin contar la diferencia de musculatura. Kyungsoo lucía tan frágil junto a Jongin.

—Kyungsoo hijo, tú me dijiste que ustedes… bueno… ¿No te duele… ahí abajo? ¿Fuiste al médico? ¿Te dio alguna pomada?

—¡Papá, por favor! —Kyungsoo enrojeció notablemente, escondiéndose entre los brazos de su novio.

—Pero es que… ¡Míralo! Es tan grandote. Temo por ti…”

—No me recuerdes esa horrible noche —Kyungsoo sonrió, formándosele ese corazón con su labios, mientras miraba a su novio sonrojarse.

—¿Ves? Tú también luces “dominante” y yo no necesito una pomada —Jongin le pegó en el brazo juguetonamente, mientras se metía bajo las sabanas.

Sintió un peso sobre el suyo, y moviéndose un poco, acomodó a Kyungsoo entre sus brazos. Jongin le besó los labios antes de quedarse completamente dormido junto a él.


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