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Spectrum por DanDesu

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Notas del fanfic:

No esperen demasiado con éste fic. Incluso la pareja ya está bastanta sobrevalorada, ero si la comparo con las demás de EXO, ni una OTP podría manejar tan bien una situación como ésta.

 

Disfruten <3.

Notas del capitulo:

Por favor, si tienen alguna queja, una correción, cualquier cosa respecto al fic, la ortografía y redacción, háganla saber <3.

 

Disfruten del primer capítulo.

Otro día como aquellos… Aburridos en la oficina, aburridos en el camino que conectaba su trabajo con su hogar, ese medio descuidado y lleno de polvo en los rincones. Se preguntaba cuándo sería el día en que el sueño no le ganase para poder limpiar lo que le rodeaba, aunque Wufan fuese un hombre ya completamente independiente del resto, como cualquier otro también tenía sus debilidades y una de ellas era… La pereza. Odiaba, realmente aborrecía la sola idea de tener que dedicar su tiempo a ordenar y limpiar, eso era para otros, él era un hombre ocupado en sus asuntos de trabajo, en esos papeles que creía nadie más comprendía y quizás tenía razón, ser un abogado no era nada fácil, en realidad, también le cansaba. No se entendía.

Viernes por la noche y Wufan tenía al menos unos cinco casos en los cuales pensar, todos ellos complicados y difíciles de ganar ante los acusados, pero para él nada era imposible; Rebuscaba en sus libros, en cualquiera que le diera una pista, una dirección correcta, algo que le permitiera llevar ventaja sobre lo que consideraba sus oponentes pues para él, el mundo se regía en ello, sólo uno al final podía y tenía la opción de ganar frente a l otro.

-Joder…-Suspiró con pesadez mientras cerraba sus ojos, alcanzando con su espalda, el asiento en el cual se encontraba, llevando consigo la derecha y finalmente cogió entre su índice y pulgar el puente perfecto de su nariz, apretando ahí en donde los lentes ejercían una constante y molesta presión.-Ah…-Masculló un pequeño quejido que salió cansado desde su garganta… Realmente por hoy no daba más.

Sin darse cuenta, dejo caer la mano sobre el asiento cayendo luego en su muslo, sus ojos ya no parpadeaban y se habían entregado, al igual que todo su cuerpo a  esas ganas incontrolables de querer olvidar todo por al menos unos segundos y así lo hizo, pronto estuvo paseando por su subconsciente sin que nadie le lanzara al abismo junto a sus montañas de papeles. Si quiera la luz burlona de la ventana que estaba frente al escritorio era capaz de despertarle, claro, la luz del farol que daba directo a aquel lugar de su casa no era suficiente. Las horas avanzaron silenciosas, sin problemas, sin sorpresas para Wufan, pobres y poco escandalosas.

 

 

Los ojos aún cerrados y esa expresión calmada en el rostro bien perfilado desde la frente a la punta del mentón, los labios pequeños,  el ceño a momentos dejaba de demostrar la serenidad del sueño y le permitía a esas pequeñas muestras de fastidio por algún sueño molesto irrumpir en su tranquilidad momentánea, incluso uno que otro acto reflejo en sus dedos que se contraían sobre sus muslos relajados…

Más una luz molesta, algo fuera de su alcance conocido se dejó caer frente a su hogar, ahí, colándose por cada rincón hueco de las paredes, de las ventanas y cortinas descuidadas que caían hacía el suelo sin descanso, todo aquello acompañado de un ruido extraño, de algo que podría atormentar a quien estuviese con los ojos vendados y  no supiera la proveniencia de aquello; diminutos temblores azotaron la tierra bajo los pies de Wufan, fue ahí, sólo ahí cuando abrió los ojos cansados, ¿Qué era esa luz tan intensa, tan blanca, tan brillante y tan extraña?, el sol no era… Nada terrenal poseía tal belleza incluso siendo sólo un manto blanco que resplandecía con tan fuerza enceguecedora… Wufan se levantó rápido, tropezando con la misma silla que le mantuvo acogido durante la noche, más no se detuvo aunque estuvo a punto de caer, deseaba llegar  veloz afuera, ver de forma clara lo que sucedía. Una vez fuera, con la manija de la puerta aún entre sus dedos, llevó la zurda a su frente para poder, de esa forma ver un poco mejor, notando un círculo formado por hileras plateadas que se movían sin hacer perder la forma perfecta de aquel círculo iluminado y al centro… Al centro se encontraba algo similar a un agujero negro, sólo ahí podía notar que la luz no alcanzaba, pero seguía sin poder distinguir o si quiera asimilar si todo ello era real, o peor aún, parte de su sueño.

Un ruido ensordecedor le fulminó los oídos segundos después acompañado de otro temblor un poco más fuerte que los anteriores, Wufan cayó de rodillas al suelo, ensuciando sus pantalones de tela negros finos, mientras sus ambas grandes manos cubrían las orejas evitando así el fuerte estruendo que le removió inevitablemente cada partícula del cuerpo, como si el tiempo en ese momento se hubiese detenido… No, como si algo en su vida estuviese a punto de cambiar… No, como si su vida fuese sido arrebatada e intercambiada por algo mucho más… Vivo.

De pronto todo volvió a la normalidad, no más luz, no más ruidos, no más tiempo detenido… ¿Realmente había sido un sueño?, Wufan aún tenía sus ojos cerrados y fue ahí cuando comprendió que sí, efectivamente todo había sido un sueño, que su mente le había jugado una mala pasada… Sonrió de forma irónica, pero toda expresión se borró de su rostro en cuanto sintió los brazos bajar suave a sus costados, podía escuchar ya más claro y las piedras pequeñas enterradas en sus rodillas… Abrió los ojos y ahí estaba… Fuera de casa, justo en la entrada, definitivamente… No había sido un sueño.

Se levantó absorto por la situación, por lo irreal de todo… Pero más aún por ver a un chico ahí, frente a sus ojos, como si él fuese la reencarnación terrenal de su sueño, de ese que había vivido hacían segundos atrás… ¿Quién era?, ¿Qué era?... Wufan quiso saberlo todo, pero a la vez tuvo miedo de descubrirlo, claramente no era normal, nada era normal y eso le incomodaba, le ponía ansioso y nervioso, cosas que pocas veces en su vida había experimentado; Ese chico era delgado, mucho más bajo que él mismo, de piel extremadamente pálida, como la leche, demasiado blanco y sus ojos… Sus ojos fueron lo más llamativo para Wufan, eran negros… No eran humanos, sus ojos eran negros tal cual aquel agujero en el fondo de lo que había esclarecido como un “Portal”; El chico permaneció quieto, parecía incluso herido en algunos rincones de su pequeño y aparente débil cuerpo, pestañeaba asustado, sus labios resecos y pálidos daban la impresión de una enfermedad en él. Los brazos a los costados de forma caída, como si no tuviese esperanza de vida, sus piernas bien formadas a pesar de la delgadez que le embargaba todo el cuerpo… Ahí estaba, frente al más alto, siendo objeto de un examen visual.

Wufan sintió la imperiosa necesidad de hacerle un millón y más de preguntas, pero nada salía de sus labios, la garganta estaba ahí intacta al igual que las cuerdas vocales, pero simplemente no podía hablar… Quizás era la impresión, la irrealidad de todo aquello, de todo lo que minutos atrás había ocurrido, así que simplemente y sin miedo se levantó al fin del todo, recuperando esa postura que solía tener siempre, haciéndole ver un tipo temible, correcto, honesto y trabajólico, más aquel chico, aquel ser no mostró reacción alguna, al menos no una en que denotara vacilación de verle avanzar hacia su débil cuerpo, sólo ladeó su cabeza a un costado provocando que su cabello ondulado se moviera en dicha dirección también, Wufan sintió algo recorrerle el cuerpo… Era pequeño, era terriblemente indefenso, era como una criatura pidiendo que no le lastimaran.

-¿Quién eres?.

Y la pregunta pareció resonar en todo el espacio posible que le rodeaba a ambos. Wufan ya estaba cerca, frente a frente con él, con ese chico, y en respuesta… Sólo recibió una de las sonrisas más dulces, más hermosas que jamás hubiese podido ver en sus 24 años de edad… El corazón parecía salir desbocado de su pecho, las manos ya no las sentía, las piernas le flaqueaban fáciles y sus ojos intentaban buscar la razón de su encanto. ¿Realmente estaba despierto?, ¿Realmente cuando abrió los ojos, no estaba soñando también?... ¿Aquel chico era real?.

Ya eran muchas las sensaciones en su cuerpo, en su cabeza, esa maldita necesidad que le imploraba saber por más porque aquel chico frente a sus ojos era un completo misterio, uno listo para ser descubierto en todos los ápices de sus existencia, saber que había debajo de aquel rostro, de esas facciones tan finas, de ese cabello rizado y lleno de vida a pesar de lo opaco del humo que se le impregnaba ahí, aquel pequeño hoyuelo que se asomaba en la mejilla derecha... Tan suave y delicado que demostraba en vida propia la timidez que emanaba. Los labios pequeños con forma de corazón y pálidos escondiendo debajo de ese fúnebre color un rosa tan precioso e irreal como la situación lo era para Wufan... ¿Quién era Wufan frente a tal ser, a tal maravillosa creación?, se sintió tan pequeño, tan ajeno a sí mismo y a la situación que aún le parecía un sueño terrenal y carnal, quizás nunca iba a asumir lo que vivía, sí, seguramente jamás iba a aceptar la posibilidad de que todo eso era realmente real, palpable pero deseó, entonces asegurarse de eso... Aunque sus rodillas aún picaban por las piedras diminutas que segundos antes se habían colado por sobre la tela, no, simplemente no era suficiente.

- ¿Eres real?.

Y nuevamente una interrogante salió como escapando de su boca, casi en un escupitajo. Y se sorprendió, quedó prendado de su sonrisa... Aquel chico, aquel ser magnífico era la perfección en carne y hueso; No necesito interrogar más, estuvo casi seguro de que en el preciso momento en que se atreviera a tocarle, todo se desvanecería frente a sus ojos, sobre sus manos, entre sus dedos.

 

Alzó la derecha junto a la zurda, alcanzando el calor que desprendía el cuerpo de esa maravilla, su piel tuvo el primer tacto... Eso que a Wufan le faltaba, ese calor propio, esa temperatura propia de un ser vivo, se sorprendió y pestañeo un par de veces, aquel chico le imitó mostrando sus ojos negros, y Wufan no se sintió intimidado por aquel extraño color... Sólo atraído y la sensación iba creciendo a medida los segundos avanzaban y el calor se colaba por entre su piel pasando por sus brazos, a lo hombros, finalmente a su cuello y luego un último viaje completo al resto del cuerpo.

-Vienen…

Un nuevo vuelto revolvió la esperanza de tranquilidad de Wufan en cuanto el pequeño ser abrió sus labios y emitió aquella sencilla pero confusa palabra… Dios, ese niño era sencillamente espectacular, pero se preocupó al instante de asimilar el rostro con el que iba acompañado la palabra, se notaba afligido, perdido, miedoso…

-¿Quién viene?, ¿Vienen por ti?.-Interrogó al más bajo y sin poder evitarlo ya más, el recorrido de ambas manos finalizó al fin, teniendo l primer contacto físico con el ser, era increíblemente cálido, pero frío a la vez, ¿Cómo debía describirlo?, ni si quiera sabía cómo sentirse él mismo, no lograba descifrarse, ni descifrarle a él. No recibió respuesta, sólo un gesto mucho más agónico que el anterior haciéndole sentí el alma en mil pedazos, haciéndole sentir la necesidad de protegerle con su propia vida…. Dándole sentido a su vida.-Tranquilo, todo estará bien…-Le susurró con dulzura, algo que Wufan no sabía que tenía, pronto sus manos escalaron en el aire hasta poder llegar a la altura de sus mejillas y desde ahí le tomó, con un terrible cuidado.-Yo cuidaré de ti… Nadie te lastimará.

Y de esa forma sintió que, eso que segundo antes aprisionaba su pecho de la peor forma y dolorosa posible, ahora le dejaba libre para poder acunar en su confianza al desconocido el cual no se negó absolutamente a nada que Wufan le entregara, eso le gustó, le atrajo de inmediato y sin miramientos, sin tener en cuenta lo obvio, lo importante.

Notas finales:

¿Les ha gustado? Si es así, dejen un RW <3

 

Dependiendo de cuantos tenga lo avanzaré, ¿A cuánto podemos llegar mh?.

 

En TW: _AnotherSong.


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