La academia konoha era reconocida por muchas cosas. Se destacaba en sacar alumnos muy preparados para la vida laboral en diferentes áreas. Tenía reconocidos premios de varias índoles y todos bien merecidos y otorgados a los más destacados de los alumnos.
En la actualidad la preparación para el término de año escolar era, como en muchos lugares, un cotidiano baile para cerrar la graduación de todos los estudiantes. Y, como era de esperarse todos estaban entusiasmados con la idea de un baile con todos en ese lugar. Pero el chico mas entusiasmado con la idea era Naruto. Se trataba de un chiquillo rubio y particular, llamativo y popular entre muchos por ser presidente de la clase. Alegre, siempre destacando por lo soñador y estúpido que a veces se mostraba, pero un buen chico al fin y al cabo. Sus secuaces, Hinata y Sakura, eran quienes aportaban con consejos y demás a su organizada vida. Y ¿por qué tanta emoción? Porque damas y caballeros ecuestres (?) este chico organizaría todo desde la decoración hasta el DJ.
-Vamos a caminar los dos de la mano por todo el lugar ¿sí?- comentó el rubio entusiasmado con la idea de lo más romántica y bobamente enamorado. El azabache presentó un ligero sonrojo de lo más encantador para ser un alma de lo más seria.
-… ni lo creas… todo el mundo lo sabe, con eso basta… hey… a todo esto- golpeó el casillero suavemente arrinconándolo con suavidad- estaré solo este fin de semana… ¿quieres ir a… ya sabes-.
-¿mirar una película?- parecía que del rubio saltaban flores por todos lados y brillitos de multicolor.
-No, hablo de sexo-.
Entonces se aproximó a él hasta darle un ligero beso en la comisura de sus labios sin importarle lo que dijeran los demás. Pero el rubio, muy cohibido se hizo a un lado evitándolo apenas- no digas esas cosas… sabes que no quiero aun y deja de tratar de besarme aquí no es apropiado- rió nervioso. Esa era la cruda realidad. Si bien eran la pareja del año no se podían creer, los conocidos, que aun no pasaba nada serio entre ellos. Llevaban de novios unos seis meses además de como dos años a besos y… NADA.
-entiendo- se separó de él suspirando suavemente y sonrió, una de las pocas sonrisas que solo dedicaba a su rubio.- no te preocupes, si quieres nos juntamos ese día y hacemos otra cosa-.
-no creo poder… tengo que alistar todo para el baile… ¿no estás emocionado? ¿Me ayudarás, verdad?-.
El otro puso una expresión de incomodidad- la verdad es que… no podré hacerlo… tengo que hacer la próxima semana, si quieres te ayudo en esta semana, pero la próxima saldré de viaje, no te lo había dicho porque aun no se confirmaba nada...-se encoje de hombros- me gané una beca universitaria y, bueno me quieren entrevistar además de presentarme el campus y todo eso-.
-¿De verdad? ¡Qué alegría!-se abalanzó a abrazarlo alegre y contento- estoy tan orgulloso de ti mi amor- susurró suavemente justo cuando tocaron el timbre de entrada. Ambos se fueron por caminos separados a sus respectivos salones de clase, si bien iban en el mismo nivel no se dirigían al mismo curso.
Al entrar una chica pelirosa le agarró el brazo para que se sentaran juntos y discutir unas cosas.
-Aquí entre tú y yo…- dijo misteriosamente la muchacha- adoro esto… pero no podré ayudar con la decoración- confesó apenada y un tanto risueña.
-¿tu tampoco podrás?...-dijo dramáticamente el rubio volteándose en su silla y mirando a su compañera Hinata- dime que tu si, tu nunca me decepcionas…- tomó ambas manos de la chica la cual bajó la mirada roja de vergüenza.
-tam-tampoco podré Naruto… tengo demasiados exámenes y me he atrasado mucho por ayudarte en tus otras actividades… pero no te preocupes, ya encontrarás a alguien… y ¿Sasuke?-.
-No puede- suspiró apenado.
-¿se pelearon de nuevo? Si está disponible me lo dejas a mi- pestañó repetidas veces la de pelo rosa y solo una mirada de furia despertó del chico.
-No es eso… irá de viaje- se encoje de hombros- pero ya volverá, creo que estará para el baile oficial, entonces tendremos nuestro último año y lo cerraremos con una noche mágica bajo las ¡estrellas!-gritó de pronto- ese será el tema…estrellas-. Lo siguiente fue una mirada de ira por parte de su maestro porque estaban haciendo mucho ruido.-lo siento…-susurró suavemente ante la risa de los demás- entonces será bajo las estrellas y bailaremos y…-
-¡¿CÓMO QUE NO ESTARÁS?!- el grito recorrió todo el pasillo y todos se voltearon a mirar la escena. Ante el rubio un azabache le tapaba la boca para que no gritara tanto.
-lo siento, pero no podré llegar… hice los cálculos y no puedo- se encogió de hombros indiferente y un tanto cansado.
-Pero pero…. Nadie me ayuda… iré solo al baile… ¿sabes lo humillante que será?- gruñó molesto y decepcionado además de triste.
-pues ve con alguien más… después de todo eso no significa que me engañarás… puedes ir con tu amiga estúpida esa rosa o la chica que enrojece por todo-.
-¿en serio aun no aprendes sus nombres?-.
-no y me da igual, solo me importas tu-.
-Vale- se sonrojó ligeramente- entonces nos veremos pronto supongo, iré a la dirección a pedir ayuda-.
***
Fuera de la oficina de la directora había una banca larga de madera y unos cuantos carteles de obediencia. Naruto miraba todo con curiosidad pues habían cambiado la mayoría de las cosas y es que siempre a fin de año pasaba y se desasían de todo lo viejo. La secretaria le dedicó una gran sonrisa al rubio que correspondió alegre y sincero moviendo un poco sus pies algo nervioso. Pero pronto vio que la expresión de la secretaria fue de lo más divertida cuando negó con la cabeza y rió irónicamente.
-¿otra vez aquí? Dime ¿qué haré cuando termines este año y ya no te vea?- esas palabras no iban dirigidas al rubio sino a un pelirrojo que vestía completamente de negro, apareció por la puerta y solo hizo una mueca de desinterés sentándose junto a Naruto sin prestarle demasiada atención.
-supongo que tu vida carecerá de sentido- dijo neutral el joven y ante eso ella sólo rió divertida.
Naruto hizo una mueca de rechazo al joven que lo miró de reojo. Gaara era muy conocido en la escuela y no por ser excepcional, más bien era el talón de Aquiles de ese establecimiento. Llegaba tarde a clases todos los días, andaba en un ataúd con ruedas, como le decía Naruto a la motocicleta de ese chico, y había repetido un curso, además de no asistir ni a asambleas, fiestas o ningún otro evento de la academia. Era total contrario al rubio sentado a su lado.
La puerta de la dirección se abrió y salió una mujer rubia vestida muy informal y mirando a Naruto con interés- ya vas dime ¿qué haces tu aquí?- dijo sorprendida.
-Eh…-aclaró su garganta un momento- quiero que me ayude a solicitar apoyo para hacer el evento del baile, pues toda mi gente está ocupada con exámenes, con becas, universidades y tantas cosas más que ya me olvido- se golpeó suavemente la cabeza como señal de estar desesperado.
-¿no me digas?- dijo con ironía- y supongo que tu no tienes nada de eso-.
-Claro que tengo, pero si puedo hacerme tiempo para…-
-¡GAARA!-gritó la mujer molesta tomando al nombrado por el hombro y haciendo que se parara de inmediato con una fuerza impresionante. El chico solo la miró con cara indiferente.
-¿Qué?-.
-No digas “¿Qué?” Tan altaneramente… estoy cansada ya de siempre lidiar contigo… estas tirando todo tu futuro por la borda… eres un rebelde sin causa y ya tantas clases saltadas … ¡ no te saco de aquí porque sé que solo irías a parar a un lugar peor!- gritó haciendo que se sentara de nuevo y el chico parecía no haberse inmutado por nada y sólo soltó un suspiro de “otra vez con lo mismo”.-eres un caso perdido… ya no sé qué hacer contigo…- pasó una mano por sus cabellos y miró a Naruto que aun estaba algo sorprendido pero todas las acciones pasadas en segundos y algo dentro a ella se le encendió, como una luz de idea que brilló más fuerte que la espiritualidad del Dios Kira (?).-Tengo el castigo perfecto para ti-apuntó a Gaara dramáticamente y este con suerte la miró- trabajarás con Naruto para el baile-.
Ambos chicos soltaron un “¡¿QUEEE?!” Enorme ante la idea y eran diversas las opiniones en contra a la directora.
-¡pero es un antisocial!-
-¡es un perro faldero de la academia!-
-¡Además su motocicleta!-
-¡es el estúpido presidente de clase!-
-¡No quiero trabajar con un rebelde que apuesto no llegará siquiera a trabajar, es un flojo!-
-¡es cosa elitista todo esto del baile, no me interesa!-.
-¿qué dijiste?
-que son elitistas y estúpido… no es divertido ni mágico, todo esto es una estupidez-
-Por eso es el castigo perfecto- dijo la mujer divertida ante los comentarios de ambos que ahora la miraban con cierto deje de confusión.
-pero… pero no se vale… ¡¿me está castigando a mi también acaso?!-gritó el rubio desesperado ante la sola idea de tener que trabajar con semejante persona.
-No, pero será algo que irá muy bien en tu expediente Naruto- le guiñó un ojo y el chico suspiró resignado.
Gaara se quedó mirando al rubio y se podía notar cierta electricidad en sus miradas de puro desacuerdo- cuando tengo que estar allí-.
-Hoy en el gimnasio, a las 3:30 de la tarde-.
-Obvio, no sería en la mañana-.
-¿Me estás diciendo idiota?-.
-NO, tú lo estás diciendo-.
-Tú lo eres… oye ¿me estás escuchando? ¡OYE!- gritó a todo pulmón pero el otro ya se había ido- este será un largo día-.
***
Sasuke mordió ligeramente el labio inferior y rosado del rubio que lo miraba con los ojos entrecerrados arrinconado en una de las paredes del gimnasio. Lo llenaba de besos y bajaba por su cuello con suavidad depositando a cada centímetro otro y otro por toda su piel.
-ya… para… o no avanzaré en nada- se quejó entre un jadeo el rubio y se removió un poco. Debía admitir que todo eso lo estaba enloqueciendo un poco. Quizás ir el fin de semana a su casa no era tan mala idea.
-¿seguro que quieres que me detenga?- sonrió ladinamente separándose un poco de él y dándole un último beso, justo antes de escuchar un motor fuera del lugar. Ambos se separaron y Naruto gruñó por lo bajo.
- O genial… ya llegó- murmuró sarcástico.
-¿Quién?- cuestionó el azabache llevando ambas manos a sus bolsillos y mirando a la puerta. Un muchacho pelirrojo apareció con un casco bajo el brazo. Sasuke suspiró- ya, Gaara-.
-Llegas tarde- reclamó de inmediato el rubio.
-Pero bien que aprovechaste el tiempo- contestó neutral como siempre el pelirrojo mirando de reojo al azabache, mientras el rubio enrojecía de inmediato.
-¡no digas tonterías!- desvió la mirada pues le había dado al clavo. Pero pasó el tiempo y se pusieron en marcha con las cosas. Primero venía todo lo que era organización de espacio y, tanto Sasuke como Gaara se encargaban de mover el material pesado, mientras Naruto se preocupaba de los detalles.
-Bien si es todo me marcho- y sin siquiera esperar se fue y lo único que escucharon fue el rugir del motor.
-No sé como lo soportaré estas cuatro semanas que quedan de clases- se sentó un momento en el suelo agotado y dejando salir el aire.
-no te preocupes… quizás no sea tan malo… a todo esto- se acuclilló ante Naruto mirándolo- debo viajar mañana-.
-¿Qué?- susurró triste mirándolo- ¿tan pronto? Creí que habías dicho la próxima semana-.
-Lo sé… pero mi hermano insiste en que marchemos antes… tiene cosas que hacer y así quizás alcanzo a llegar al baile ¿qué te parece?-.
Eso fue suficiente para que el otro saltara de alegría y se pusiera en pie de inmediato- entonces nos veremos ese día, será un encuentro muy romántico- alzó las cejas divertido y sacándole una ligera sonrisa al azabache que le acarició el rostro con dulzura.
-supongo- se acercó a él depositando un beso muy tierno en sus labios- sólo debes resistir, eres fuerte, lo lograrás-.
Ambos salieron de ese lugar y se fueron a sus respectivos hogares.