Shiroki Yuutsu
“Stupid”
¿Cómo no lo noté? A veces me pongo a pensar en ello y me parece realmente increíble el que no haya notado nada en aquellos tiempos. No. Lo más probable es que si lo haya notado, pero mi ego me cegaba y me hacía creer que siempre me querría, que siempre estaría a mi lado entregándome su amor. Cómo pude ser tan estúpido.
No hay momento en el que no recuerde esos días de secundaria. Esos días en los que aquel hermoso chico me profesa su amor “secretamente”. Para esos tiempos yo era muy popular entre las chicas y chicos, según todas esas personas yo era “hermoso, sensual, amable, bueno besando, bueno en la cama” y no lo puedo negar, siempre he tenido cierto atractivo y me aproveché de ello en la secundaria para conseguir tanto sexo como quisiera, aunque siendo sincero no fue mucho el que obtuve, muchas de las chicas querían “amor” no una noche de pasión. Nunca estuve con alguien por más de una semana. No me parecía agradable el estar con una misma persona por un tiempo tan prolongado, aunque ahora he de admitir que me hubiese encantado pasar el resto de mi vida con él.
En esos tiempos tenía un fiel amigo que siempre me acompañaba en todo, él tenía un aspecto encantador, nunca había tenido novia y por alguna razón siempre rechazaba a todas las chicas que se le declaraban, las cuales al contrario de ser pocas eran una gran cantidad, también muchos chicos le profesaban amor, pero él siempre rechazaba a todos. Yo no lograba entender el por qué de aquel rechazo. Sabía que era “homosexual” pero habían muchos chicos que solían declararse muy seguido y he de admitir que algunos eran bastante lindos, aunque claro, ninguno como él. Él era simplemente hermoso, empezando por sus ojos, su atractiva boca de patito, su rostro de rasgos finos, su torso bien ejercitado, sus muslos... en fin, era hermoso, pero más allá de lo físico poseía también una personalidad encantadora, era amable con todos, siempre sonreía, era un excelente amigo y siempre quiso lo mejor para mí. Siempre estuvo amándome y cuidando de mi. Queriéndome como algo más que un amigo.
Y yo tan cegado por mi ego y por la gente que amaba mi apariencia no quise aceptar tan bellos sentimientos. No me di cuenta que aquella bella sonrisa cargada de amor un día fue dirigida a mí... y pensar que ahora lo único que queda es una sonrisa amistosa y a veces hasta forzada.
Sus finos brazos en mi cintura. Los recuerdo tan perfectamente como si acabase de darme uno de esos cálidos abrazos acompañado de su típica y encantadora risilla. Cosas que nunca olvidaré, tampoco olvidaré como cuando él se dormía sobre mis piernas o en mi hombro o las pocas veces que durmió en mi pecho cuando teníamos que dormir juntos, era curioso cuando yo me encontraba acariciándole calmadamente el cabello mientras dormía abrazado a mí, curioso porque ni así me daba cuenta de lo que yo sentía.
En una de las tantas veces que estuvimos en mi habitación a él se le ocurrió la brillante idea de beber, algo que le encantaba, y yo aquella noche lo complací, le compré alcohol y bebimos durante un buen rato, después recordamos que teníamos colegio al otro día, así que ordenamos como pudimos y luego nos acostamos a dormir en mi cama, el se abrazó a mí y dejó su cabeza en mi hombro. Se durmió al instante de haberse acomodado y por primera vez fui consciente de dos cosas; primero: que siempre que dormíamos juntos yo le acariciaba el cabello, y segundo: que sus labios me llamaban la atención de sobremanera. Por eso, aquella noche me aproveché de que estaba bebido y dormido y le dice un suave beso, más bien fueron unos cuantos roces, pero aun así. Jamás podré olvidar la suavidad y el sabor a alcohol que tenían en ese momento sus labios.
Hasta el día de hoy tengo presente el sabor y la sensación de aquel beso. Uruha... si él supiera cuentas veces he llamado su nombre acompañado de un suspiro... si tan solo supiera que lo amo tanto. Si supiera las veces que he tenido sexo pensando que es él quien está bajo mi cuerpo.
Una vez una de mis “amigas” me golpeó por estar gimiendo o suspirando, no recuerdo bien, el nombre de Uruha. Ahora cuando lo recuerdo me parece hasta gracioso.
Si me hubiese dado cuenta antes de lo que sentía por ti ahora estaríamos juntos...? Muchas veces y bastante seguido me suelo sentar a imaginar cómo sería una vida contigo presente, contigo como mi pareja.
Cuando pienso en esto me duele el pecho, siento una fuerte presión que me dificulta el respirar... A mis 25 años me he dado cuenta de lo que significa amar a alguien por completo y que ese alguien no te corresponda o más bien que se haya cansado de esperar alguna respuesta. Ese alguien, Uruha, ahora está felizmente casado con una bella mujer que se convirtió en su pareja poco después de terminar la secundaria.
Él está feliz y yo estoy aquí, sufriendo por un amor no correspondido...