Tao descansaba apaciblemente en la habitación de Wufan cubierto por una fina sabana de seda. Las náuseas matutinas lo estaban dejando en sus huesos. Yixing ya le había dicho que comiese mas pero el olor era insoportable y se le iba el hambre.
Solo le faltaba mover sus cosas para decir que esa era también su habitación, porque dormía allí, se aseaba allí y entraba y salía de allí cuando le daba la gana. Ya no tocaba la puerta y pedía permiso para pasar como antes. Ahora se paseaba a sus anchas y se lanzaba a la cama sin importarle nada.
Se acaricia el vientre, aun sin abultarse, con infinito cariño. En unos mese tendría por fin, a su bebe en sus brazos.
Wufan entra a la habitación y él se sienta sobre la cama.
-Alistare mi equipaje, en dos horas sale el barco a Taiwán- explica el príncipe sacando del armario su maleta.
-Te ayudare., ve a bañarte.
Wufan le hace caso. Tao se toma su tiempo para sacar ropa y acomodarla con cuidado en la maleta. El mayor termina de bañarse y sale ya vestido. Tao hace un puchero molesto. Wufan se rie. Su prometido se ha convertido en un niño caprichoso desde que su padre aceptara el embarazo y abrazara a Tao como a un hijo luego de una charla llena de verdades con los Oh y el emperador Kim.
-Me dejaras solo por varios días- se queja el panda refunfuñando.
-Es necesario y lo sabes- replica Wufan al tiempo que le revuelve los cabellos- además Yixing va a quedarse contigo.
-Igual voy a extrañare- murmura Tao abrazándolo.
-Yo también- Te prometo regresar ni bien pueda.
-¿Cuánto tiempo te demoraras?- cuestiona Tao sin despegarse de él.
-No estoy muy seguro. Estera un día en Taiwán y luego partiré sin demora a Japón, ahí quizás demore unos dos días. Tratare de regresar después de ello, aunque tal vez mi padre me obligue a ir a Corea. En cualquier caso dame una semana y estaré aquí de nuevo.
-Está bien.
-¡Hey! No te pongas triste ¿Qué te parece digo a Yixing que te lleve de compras? Podrían comprarse algo en Gucci.
-¡¿Gucci?! ¡¿Enserio?!!Gege, esa marca es muy cara! ¿Te das cuenta que no puedo pagarla?
Wufan rueda los ojos frente a tanta ingenuidad.
-Soy yo quien va a pagarla, no tú. Yo te daré dinero y tú te compraras lo que quieras.
-Pero no quiero que gastes tu dinero….- murmuro el menor, cohibido.
-No necesitas preocuparte por ello, alístate mientras yo aviso a Yixing.
-¡Si! ¡Gracias Gege!- el panda se lanza a los labios de Wufan y lo besa con avidez.
El príncipe lo coge de la nuca y le acaricia el estómago por debajo de la ropa. Es muy pronto pea sentir al bebe pero se siente extrañamente conectado a él con solo pasar su mano en la piel ligeramente acanelada. Tao suspira al sentir la caricia.
Wufan se agacha y besa la piel descubierta del vientre. La idea de ser padre aun lo ponía nervioso, pero se sentía preparado y dispuesto a todo. Tao se sintió conmovido por la ternura con la que su prometido acariciaba y miraba su estómago.
-Vuelvo en un momento- dice el mayor saliendo de la habitación en busca de Yixing.
El castaño estaba en el invernadero regando sus hermosas plantas, hablándoles con cariño. Se recostó un momento en la puerta a observarlo. Ya no sentía nada de lo que sintió cuando salían hacía tiempo. Todavía tenía ese instinto sobreprotector, pero la sensación era la misma que con Luhan.
Si Jongin y Suho se atreven a lastimarlos, los quemare y los descuartizare vivos.
Caminando en puntillas, de manera infantil, atrapa a Yixing por la espalda. Este chilla y deja caer la regadera. Al darse cuenta que es Wufan, su mirada se torna furiosa.
-¡¿Pero qué mierda te pasa?! ¡El corazón se me iba a salir por la boca! ¿Por qué todos tienen la costumbre de asustarme? ¡Es demasiado para mis nervios!- Yixing, que se había sostenido de una planta, aprieta una de sus flores y esta le lanza una nube de esporas.
El príncipe tuvo que hacer una maniobra, pues el castaño se desvaneció dramáticamente.
-¡Yixing! ¡Dios mío! ¿Estás bien?- exclama con la preocupación pintada en el rostro.
-¿Fanfan? ¿Por qué hay dos tu frente a mí?
-¿Qué?- El príncipe mira a su amigo confundido. Fanfan era un apodo que usaban de vez en cuando. En los años que fueron novios era más común llamarse ese modo. En realidad era una forma de llamarse entre todos. Xingxing, Chenchen, Minmin, Zizi y Lulu- ¿Estás viendo doble?
-Yo… ¿Estoy en el cielo? ¿Soy un fantasma?
-Ok, ya entendí, lo que sea que esta planta te haya tirado te ha dejado muy confundido.
-¿Planta? ¿Qué planta?
-Te llevare con un médico.
Wufan cargar a Yixing que habla tontería y media a modo de princesa- doncel, lo lleva a la pequeña ala medica del palacio y lo recuesta en una de las camas. El doctor Yu entra de inmediato.
-¿Qué sucede príncipe Wufan?
-Yixing ha apretado una flor, y esta le lanzo algo extraño. Ahora está confundido.
El doctor Yu asiente y revisa al castaño. No había fiebre, ni escalofríos, ni dolo. Nada extraño. Solo su comportamiento.
-Fanfan ¿sabías que Joonmyunie me pidió matrimonio?- pregunto Lay con voz de borracho.
-Si Xing, si lo sé. El anillo está en tu dedo- contesta Wufan muy divertido.
Yixing se mira la mano. Sus ojos se agrandan asombrados.
-¡Tengo un anillo! ¡Voy a casarme!
El príncipe no puede más y estalla en carcajadas.
-Príncipe Wufan ¿le importaría seguirme? Quiero que me diga que flor fue. Debemos preparar algún antídoto o saber si es venenosa.
-¿No es peligroso dejarlo solo?
-Descuide, llamare a alguien.
El hombre desaparece y regresa con Mei, una de las enfermeras, que hace una reverencia y sonríe amablemente.
Wufan no voltea a verla. Se limita acariciar la mejilla de Lay con aprehensión y darle indicaciones.
-Cuida de Yixing un momento. Vigilare que no se mueva aquí.
Dicho esto se retira junto al doctor Yu.
Mei se sienta a cuidar al paciente que la mira confundido.
-¿Quién eres?- pregunta en un tono infantil.
-Soy Mei, señor, soy una enfermera.
Pensando en que quizás fuese lo mejor, Mei pide a alguien que llame a Tao.
El panda al escuchar que su amigo estaba enfermo, no dudo en salir corriendo.
-¡¿Qué le paso?!- exclama ni bien llega a la habitación.
-No lo sé señor- dice ella con honestidad- no me han informado de ello.
-Gege… ¿Cómo estás?
-¿Ah? ¿Y tú quién eres?- Tao muestra su desconcierto.
-Soy Tao Gege…
-Es el prometido del príncipe Wufan- dice Mei con tranquilidad.
-Prome… ¡¿Qué?! Pero ¿de qué vas? ¡Fanfan es mi novio!
-Fue hace tiempo. Ahora estas con Suho- hyung- dice el panda sin entender la situación.
-¿Suho? ¿Y el quien es?
-Es tu prometido
-¿Prometido? ¡No mientas! ¡Yo solo voy a casarme con Fanfan! Ya tenemos más de un año juntos. Él me ha prometido llevarme a Tailandia, a los balnearios de Bangkok, cuando no casemos y …- Lay bosteza perezosamente- …tengamos nuestra luna de miel. Entonces… haremos el amor en la playa… como aquella vez…
Esa última frase, helo la sangre de Tao… ¿Aquella vez? ¡¿Aquella vez?! Instintivamente su mano fue a su vientre, y miro a Yixing horrorizado. ¿Cómo no lo pensó antes? Si habían sido novios por más de dos años, en una edad en la que se hacían locuras, era imposible que no hubieses tenido sexo.
Si era cierto, y conociendo al emperador, este podría quitarle el trono a Wufan, desheredarlo y obligarlo a hacerse cargo de Yixing. ¡Podría separarlo de él y el bebe!
Tao no sabía que Yixing no pudo terminar la frase por quedarse dormido.
En ese instante el doctor Yu y Wufan regresan. Los ojos lloros del menor, son lo primero que el príncipe ve.
-Tao ¿Por qué..?
-¿Te acostaste con Yixing? ¡¿Te acostaste con Yixing?!
El príncipe se queda frio.
-¿Qué…? ¿De dónde has sacado eso?
-Yixing… Yixing dijo…- tartamudea Tao entre sollozos.
-¡Yixing está confundido! ¡Una planta alucinógena le lanzo esporas! ¡Desde entonces está hablando bobadas!
-Entonces…¿ ustedes no…?
Wufan suspira.
-Ven, vamos a hablar en la habitación.
-¿Y bien?- el panda mueve impaciente, sentado en el sillón de su habitación, bueno, la habitación de Wufan, que estaba sentado frente a él.
-Yixing y yo… bueno…en verdad no sé cómo ponerlo- dice Wufan sin saber cómo explicarse- Nos hemos tocado en varias ocasiones, nos hemos… visto desnudos uno al otro pero…jamás llegué a penetrarlo.
-¿llegaste? ¿Hasta dónde llegaste con él?- pregunta Tao empezando a cabrearse.
El príncipe vuelve a suspirar.
-Es cierto que tuvimos sexo, pero no…. Lo culminamos. Yo no estaba preparado y el tampoco. No teníamos prisa ¿sabes? Nos decíamos que ya habría tiempo, que el momento llegaría y no importaba si tardaba porque estaríamos juntos para siempre. Algo que en efecto es así, estamos juntos, pero no de la misma forma.
Tao respira tranquilo. Sonríe tímidamente y se disculpa por su falta de confianza.
El príncipe le resta importancia. Como disculpa, el menor se apega a él y empieza a devorarle la boca. Wufan ya ha sido advertido por su padre sobre los repentinos cambios de humos que experimentan las personas embarazadas.
´´Dales la razón siempre y no sufrirás un sartenazo en la nariz como yo. Tu madre era muy temperamental´´ le explico Weifan con una sonrisa soñadora, recordando aquellos tiempos en los que su ´´dulce esposa´´ estaba gestando a quien ahora iba a convertirse en padre.
Luego de una sesión de besos, regresan a la clínica donde Lay está bebiendo su antídoto.
-Con esto dormirá un rato y despertara totalmente lucido- señala el doctor Yu antes de retirarse.
-Descansa XingXing- dice el príncipe arropándolo y plantándole un beso dulce en la frente
-¿Y Joonmyunie?- Tao y Wufan parpadean al escuchar que por fin ha recordado a Suho.
-El… volverá pronto- responde Tao dudando en contrale el resto.
Yixing asiente, satisfecho con la respuesta. Se acurruca en la mullida almohada y cae dormido en pocos segundos.
-Debo alistarme para el viaje. Estaré en mi oficina. Ve a buscarme si necesitas algo. Yo te aviso antes de marcharme.
- Esta bien- el rubio le da un beso tierno en la nariz.
-Descansa cariño.
Ya en su oficina, Wufan acomoda algunos papeles en los cajones de su amplio escritorio, le producía cierta inquietud dejar a su prometido embarazado, pero saber que Yixing se quedaría con él, lograba tranquilizarlo. Confiaba ciegamente en él, lo suficiente como para saber que su amigo no dejaría que nada le pasase a Tao.
Su viaje no era peligroso en sí. La misión mucho menos. El emperador Kim le había dado todas las facilidades para encontrar a la persona capaz de parar la guerra. Eran Jongwoon, Kyuhyun, Youngwoon y Chen, los que se habían llevado la parte más engorrosa de todo el plan. Pero no se quejaron, estaban decididos a hacerlo.
Si no le hubiesen encargado aquello, sin duda hubiese ido con ellos. Quería ser testigo del reencuentro de Sehun y Kyuhyun luego de casi veinte años. Alguien iba a tener que darse cuenta del gran parecido. Aún más con el apellido de por medio.
´´¿Haría lo que ellos hicieron por ti y el bebe, Tao? Si, seguro. Solo una persona tan enamorada como yo, tan enamorada como ellos, serían capaces. Dime, Luhan ¿Qué locura harás tú? Lo he visto en tus ojos. Ese inconfundible brillo de amor verdadero. No es Jongin ¿cierto? Te conozco demasiado bien. Si tan solo supieras que el linaje de ese chico es idéntico al tuyo, entonces, quizás, no sufrirías tanto. La sangre es solo la primera valla. El honor es ahora tu más grande enemigo ¿Qué es un emperador sin honor? ¿Qué es un príncipe sin palabra? Es escoria. No es solo aventase Lulu, es saber dónde caer.´´
-No hagas nada estúpido Luhan.
Yixing despertó media hora después, de muy mal humor. Discutió con el médico, y lo mando a freír espárragos cuando este le pidió que se quedara en observación.
Tenía unas nauseas horribles, un ligero dolor punzante en su vientre y una extraña sensación de hinchadez. Su irritación comenzó a crecer peligrosamente y chillar contra la almohada no le estaba ayudando como generalmente lo hacía.
Salió de su cuarto, dispuesto a entretenerse con algo, pero las manos le temblaban al mover los objetos y el olor a comida en la cocina le hizo correr hasta uno de los baños y devolver en el escusado, hasta lo que no había comido.
Los horribles sonidos de las arcadas traspasaron las paredes del baño y Tao, que pasaba por ahí luego de conseguir algo azucarado para sus antojos de embarazado, entro muy preocupado.
Esperaba encontrarse a alguna persona del servicio o incluso un guardia, mas no a Yixing hincado en piso, aferrándose con fuerza al inodoro.
-¡Gege! ¿Pero qué te pasa?
-Ta…- Lay no pudo ni decir el nombre de su amigo porque unas nuevas nauseas le cortaron el hilo y vomito una vez más.
El menor se inclinó para frotarle la espalda y sujetarlo por un brazo.
-Vota todo Yixing Gege, te sentirás mejor.
Yixing se levanta con ayuda del otro, se lava la boca y se sienta en el piso suspirando, agotado.
-Tal vez comiste algo, quizás es por las esporas- propuso Tao intentando teorizar el estado de Lay- vamos con el médico.
El castaño niega fervientemente.
-No Gege, no es normal, anda, levántate y vamos.
Lay gruñe pero termina accediendo. El doctor Yu se sorprende de verlos ahí otra vez.
-¿Qué sucede? ¿Te sientes mal otra vez Yixing?
-Ha vomitado doctor, lo encontré descargando todo en el baño.
-¿vomitar? No, es efecto de las esporas de la planta. Puede aturdirte pero no provocarte nauseas. ¿Has ingerido algo en mal estado?
-No, he comido lo mismo de siempre.
-¿Qué otros síntomas tienes?
-Pues tengo náuseas y estoy muy irritable, no soporto el olor de la cocina y tengo una punzadita de dolor aquí, en mi vientre- señalo, mostrándole el lugar.
El rostro del doctor Yu se endureció.
-Tengo que hacerte preguntas personales Yixing.
-Puedo irme si lo desean- dice Tao haciendo un ademan de ponerse de pie.
-No Taotao, quédate, no me molesta- Lay lo detiene.
-Bien- el doctor Yu se acomoda en su asiento- Dime Yixing ¿tienes una pareja estable?
-Sí, vamos a casarnos- responde feliz, mostrándole el anillo.
-Me alegro mucho. ¿Él fue tu primera vez?
-Si – dice el menor ahora algo confundido.
-¿Mantienen relaciones sexuales constantemente?
-Bueno…, Suho viene de vez en cuando, así que realmente no tenemos sexo constantemente.
-En este último mes…, ¿Han tenido sexo?
-Si…- Titubea Yixing sin saber por dónde iba todo.
El doctor Yu se pone de pie y hurga en uno de los cajones. Saca una lámina de aluminio y la rompe extrayendo la cinta.
-Ve al baño y orina sobre ella, por favor.
-Eso es… ¿una prueba de embarazo?- pregunta Tao reconociendo la misma cinta que uso para conocer su estado.
-¿Usted cree que yo…?- el nudo en su garganta, le impide a Lay formular completamente su pregunta.
-Tienes una pareja con la que cada cierto tiempo, mantienes relaciones, el fue tu primera vez. La posibilidades son muy altas.
-Los síntomas- susurra Tao recordando los suyos.
-Son los típicos de una persona embarazada.
Yixing se pon de pie y se encamina al baño. Fuerza a su organismo y logra orinar sobre la dichosa cinta. La envuelve con el aluminio y se la entrega al doctor Yu. Este lleva la prueba al mechero y lo pasa por el fuego. La cinta no cambia de color.
-Entonces no…- Tao se interrumpe a sí mismo. Desde el centro de la cinta, un ponto de color diferente, engulle al otro contrastante.
Yixing se sostiene de la silla para no caerse.
-Yo…
-¡Estas embarazado Gege!- exclama Tao dando saltitos de felicidad- ¡Vas a tener un bebe con Suho hyung!
Las comisuras del castaño se estiran en una sonrisa brillante. Sus hoyuelos aparecen y sus ojos se nublan por las lágrimas.
-Voy a ser mama ¡Taotao, voy a ser mama!- grita dándole un abrazo triturador.
-¡Vamos a ser mamas Gege!- Tao corresponde el abrazo y comienzan a chillar lo magnifico que será estar embarazados juntos.
De pronto, Lay grita con horror.
-¡Engordaremos y ningún traje nos entrara el día de la boda!
La emoción decae y ambos se ponen a berrear.
El doctor Yu, que ya ha visto muchos casos, se apresura a calmarlos.
-Tranquilos chicos, su estómago no crecerá en demasía como el de una mujer. Créanme que tendrán un a barriguita muy linda y encontraran un traje igual de lindo que les quede.
-¿Usted cree?- pregunta Tao con ojos esperanzados.
-¡Claro! Ahora, déjame darte unas indicaciones Yixing- el mencionado se limpia las lágrimas y asiente poniéndose derecho- me contaste que tenías unas pensaditas de dolor, no es normal, son señales de que no debes de sobre exigirte. Camina, haz tus cosas, pero tomate un descanso ¿ok?, procura no tener emociones demasiado fuertes.
-Entonces… ¿tengo un embarazo de riesgo?- Lay se siente morir.
-No, solo debes cuidarte más.
El menor suspira tranquilo.
-Seguiré sus indicaciones.
Aun divagando en sus pensamientos, Wufan es sorprendido cuando la puerta se abre de golpe y siente los brazos de Yixing rodeándole la cintura, mientras este chilla un montón de cosas que no logra entender. Solo llega a capar algo.
Estoy embarazado.
Lo separa de su cuerpo por los hombros y lo mira con severidad.
-¿Estas qué?
Lay sonríe emocionado.
-¡Embarazado! ¡Suho y yo tendremos un hijo!
El príncipe se queda tieso hasta que sus labios se curvan.
-¿En serio? ¿No estas bromeando conmigo?
-¡Claro que no! ¡El doctor Yu lo confirmo!
Wufan lo abraza y le da vueltas en el aire, rebosante de felicidad. Tao los mira con cariño sincero desde la puerta.
-No puedo creerlo, Tao y tu… ¡Maldición Yixing! ¡Me has vuelto tío! ¡Hay que contárselo a mi padre! ¡Le enviaremos una carta a Korea! ¡Se va a poner muy feliz!- dice el rubio con ojos brillantes.
-Quisiera que Suho estuviese aquí- murmura Yixing con tristeza.
-Pronto Xingxing, pronto sentirá lo mismo que yo sentí.
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Tal y como Sehun había predicho, la rapidez de sus pasos y los de Luhan, así como las pausas del otro grupo por el repentino agotamiento de Kyungsoo, los llevaron a encontrarse con los demás, bastante antes del final del lago. Baekhyun abraza a Sehun, feliz de verlo de nuevo, sano y salvo. Chanyeol le da palmaditas en la espalda, Amber le choca los cinco, y Suho y Kyungsoo lo saludan con la mano. Luego de unos minutos, nota a las tres personas nuevas.
-¿Y ellos?
-Ellos son Kibum y Jonghyun- explica Amber señalando a uno de los rubios y al más bajito- son amigos de Taemin que nos ayudan a rescatar al príncipe Kai.
-¿Amigos de Taemin?- Luhan se asusta y se esconde tras Sehun.
-No se preocupen, no le haremos daño a nadie, pueden confiar en nosotros- dice Kibum con una sonrisa tranquila.
-¿Y el?- pregunta Sehun señalando a Henry, mirando a Amber. Para su gran desconcierto, Amber lo ignora.
Henry se resigna y se presenta por sí solo.
-Soy Henry. También voy a apoyarlos.
-Soy Sehun y él es Luhan.
Nuevamente, Kyungsoo se siente agotado. Camina unos pasos pero falla y se tambalea peligrosamente. Suho, que es el más cercano, lo atrapa antes de que su cabeza choque contra el suelo.
-¡Kyungsoo!- exclama asustado mientras lo recuesta en su regazo- ¿Estas bien?
-Yo… me siento mareado hyung… y muy cansado- murmura el menor, sin fuerzas.
-Sera mejor que nos tomemos otro descanso, estas muy agotado Soo.
-¡No! Nos seguiremos retrasando. Sehun y el príncipe ya nos alcanzaron.
-¡Basta Kyung! Tu salud es lo primordial ahora- exclama Suho con disgusto.
-Pero Jongin…
-Nada va a pasarle. Taemin no es tan tonto. Ahora descansa, mientras más rápido lo hagas, más rápido avanzaremos.
Kyungsoo es convencido y termina acurrucándose en el pecho de su mejor amigo. Suho se sienta y lo acomoda, de modo que el menor queda como un bebe en sus brazos. Aprovechando el árbol tras de sí, tira la cabeza hacia atrás y él también se echa a descansar.
Los demás se sientan en un círculo a excepción de Chanyeol y Jonghyun que se tiran en el pasto, Luhan y Baekhyun comen una manzana y Amber y Sehun se internan en una larga charla. Henry los mira con atención.
El chico de piel excesivamente blanca, tiene un enorme parecido a su tío Kyuhyun, los mismos ojos, los mismos pómulos y el mismo mentón afilado. E incluso la misma talla. Si no fuese porque su tío era de la más alta nobleza, pensaría que eran familia. Aun así le pareció bueno comentarlo.
-Sabes Sehun- ah, te pareces mucho al esposo de mi tía Ahra- comento mientras se acababa una manzana.
-¿El esposo de tía?- pregunta confundido.
-Tía Ahra es la hermana menor de mi madre, la princesa Sora.
-¡¿Eres el hijo de una princesa?!- exclama Baekhyun y Chanyeol por la reciente información.
-Entonces eres…. – murmura Luhan.
-Soy el príncipe Henry de Taiwán, mi padre es el hermano menor del emperador Lau- expresa con naturalidad, como si hablase del clima.
-¡Wow! ¡Nunca nos dijiste eso!- se queja Chanyeol con un puchero.
-Bueno, nunca me preguntaron- se disculpa con timidez.
-¿No será una princesa escondida tú también Amber?- bromea Baekhyun.
Ella niega.
-No soy de la realeza.
-Pero si de la alta nobleza. No eres una princesa pero tienes el nivel de una- replica el rubio sin hacer caso a la mirada asesina que su ´´amiga´´ le lanza- la familia Liu es muy poderosa e influyente en Taiwán.
-Entonces es así como conociste a mi hermano- razona Luhan entendiendo la confianza con la que la rubia se expresa de él.
-No, conocí a tu hermano durante el tiempo que viví en China- refuta ella sin darle mucha importancia.
-¿China? Pero… pensé que eras de Taiwán- Chanyeol frunce el ceño confundido.
-Vivo ahí ahora, pero hubo un tiempo en el que me mude a Guanzhou.
-¿Te mudaste- Henry suena irónico- ¡Te fugaste de tu casa! ¡Recorrí cada kilómetro de China buscándote!
-Yo no te pedí que fueses a buscarme. No es tu problema.
-¡¿Cómo pudiste hacerle eso a tus padre?! ¡Ellos te adoran!
-¡¿Tu que sabes?! ¿Acaso crees que quieren a una hija que usa los cabellos cortos y viste y actúa como un varón? ¿Crees que todas sus costumbres y su renombre familiar, estarían orgullosos de mí?
-¡Lo están! ¡Nunca les ha importado tu manera de ser o tu manera de vestir! ¡Te aman así como eres! ¡Yo te amo así como eres!
Los gritos han despertado a Suho y Kyungsoo que a pesar de la somnolencia, logran escuchar la última oración, lo suficientemente claro para espabilarse por completo.
Amber se muestra fría, una reacción diferente a la que los chicos normalmente ven cuando a una chica se le declaran. Pero claro, Amber no es una chica común y corriente.
-Tú no me amas. Has confundido nuestra amistad con amor- responde con serenidad.
-¿Amistad? Dime Amber, si es amistad ¿Por qué te sigo queriendo conmigo a pesar de que me tratas como basura? ¡Tú y yo dejamos de ser amigos hace muchísimo tiempo!
-Es cierto, no somos amigos. Solo estas sorprendido de conocer a una chica un poco diferente a las demás.
-¡Dios mío! ¡Te conozco de años! ¡Esa impresión ya la supere! ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta de lo mucho que yo te amo? Te busque por tres años sin descanso, rompí mi compromiso con Dasom, le di la espalda a las decisiones de mi familia, ¡Te pedí matrimonio! ¿Y que conseguí? ¡Que huyeras de mí!- las mejillas de Henry se humedecen y sus ojos se enrojecen, a cada palabra que sale de su boca.
Amber deja salir un sollozo quedito y lastimero. Su voz se escucha temblorosa.
-No sabes nada Henry, no sabes por qué me fui, no sabes por qué te rechacé.
-Explícame, quiero saber, necesito saberlo- dice el rubio tomándola del rostro- ¿No me amas? ¿Es eso Amber? No temas hacerme daño, solo te pido que seas sincera conmigo.
La rubia se muerde el labio. Alza la cabeza y besa a Henry con pasión desmedida. De inmediato, Henry mueve sus manos a la estrecha cintura para pegarla más a su cuerpo. Pero la menor rompe el contacto y retrocede.
Se restriega los brazos con sus manos por los escalofríos y habla lo que tanto le ha ocultado.
-Te amo Henry, tanto que sacrifico mi felicidad por la tuya. Nunca me había importado antes mi condición. Nunca. Hasta que te conocí. Me vestía como varón y aprendí a comportarme como uno, porque siempre pensé ser independiente y jamás casarme. Era feliz así. Sé que mis padres me aman, de otra manera. Ya me habrían echado como a un perro mugroso. Cuando me dijeron que tendríamos visitas, no imagine que cambiaría tanto mi vida. Todas esas emociones de chiquilla enamorada, las experimente contigo. Pero eras algo lejano. Te idealicé como algo platónico e imposible. Todo iba bien, hasta que afirmaste estar enamorado de mí. Solo ahí me di cuenta que no era tan imposible, que yo no te era indiferente, entonces… me asuste. No podía casarme contigo. Me fugue, adonde yo creí que jamás me encontrarías. Si yo me caso contigo, todos se darán cuanta, te deshonrare, y también a mi familia.
-¿De qué hablas? ¿Cómo puede nuestro matrimonio causar daño?- interroga Henry con voz dura.
-¿Sabes porque quería que te casaras con Dasom? No porque tenga dinero, sea femenina o sea linda. Ella tiene algo que yo jamás voy a poder darte- dice Amber entre sollozos- Yo… yo soy estéril Henry, yo no sangro como todas las chicas lo hacen, ni siquiera tengo pechos, yo nunca voy a poder darte hijos. Sé muy bien que tu familia espera que tengas descendencia, tu misma madre me lo dijo.
Los presentes se miran, unos a otros sin saber que hacer o decir. Era una conversación muy íntima y privada que quizás hubiese sido mejor que ellos tocaran en otro lugar, pero la situación había la obligado a darse ahí.
Henry agacho la cabeza, sus uñas se clavan en sus palmas.
-No puedo creerlo… no puedo creer que te busque tanto tiempo… no puedo creer que te fugaste… solo esta tontería- mascullo con amargura yendo hasta Amber y tomándola por los hombros- ¿Huiste de mí, de tus padres, solo porque no podías tener hijos? ¿Qué tienes en la cabeza Amber? ¿No me has escuchado decir que te amo así como eres? ¿Qué más da si no tengo descendencia? Mis hermanos ya se encargaran de darle nietos a mi madre. Yo solo quiero pasar cada día de mi vida contigo.
-Pero…te mereces una familia- tartamudea Amber.
-Ya la tengo, mis padres, mis tíos, mis hermanos, solo faltas tú, mi esposa- Henry baja sus manos hasta entrelazar una de ellas con la de la rubia. De su bolsillo saca la misma cajita negra que ella ya ha visto antes. Hinca una de sus rodillas en el suelo y abre la minúscula caja. La sortija de oro brilla por el enrojecido sol del atardecer- ¿Quieres casarte conmigo, a pesar de que sea un dramático y paranoico?
Ella sonríe entre lágrimas y presiono el agarre de sus manos.
-Solo si tú quieres casarte conmigo a pesar de parecer un varón y no poder darte hijos.
Henry saca el anillo y lo desliza por el dedo de la rubia. Le besa los nudillos y se pone de pie para abrazarla.
-No vuelvas a irte- susurra sintiéndose completo al fin- no te atrevas a dejarme…
-Solo cállate y bésame.
Amber lo jala de las solapas y estampa sus labios con los de Henry. Unos vítores y pifidos los obligan a separarse. Al notar el espectáculo que han montado, Amber entierra su rostro en el pecho de su primer y único novio, con las mejillas coloradas. Henry se ríe y levanta el pulgar a todos con chulería.
Chanyeol, comienza a berrear de la nada.
-¡Baekhyun, tu y yo también vamos a casarnos! ¡No nos podemos quedar atrás!
El menor de sonroja furiosamente.
-¡No...No es una competencia! ¡Además, ellos ya tenían tiempo!
-¡Nosotros tenemos más tiempo que ellos! –Vuelve a quejarse el gigante- ¡Todos aquí están comprometidos!
-Sehunnie no lo está- le recuerda Baekhyun.
Sehun se pone nervioso. No está comprometido, es verdad, pero planea hacerlo. Desea contarle a Chanyeol y Baekhyun, per teme u reacción, sin embargo, hallara el momento para decirlo. Luhan le regala una sonrisa tímida desde el otro lado. Sus mejillas rosadas delatan que sus pensamientos llevan el mismo rumbo del suyo.
Para celebrar el nuevo compromiso, Kyungsoo ignora su malestar y prepara una cena deliciosa. Se sientan alrededor de un círculo y escuchan a Henry contar como conoció a Amber.
-Acompañe a mi madre a hacerle una visita a la madre de Amber. Ellas son muy amigas. No conocía a los Liu, por lo que no sabía que tenían hijos. Me presentaron a Amber y quede muy sorprendido cuando descubrí que era una chica.
-Tu cara fue la de un completo imbécil- se burló la rubia imitando su expresión. Henry inflo sus mejillas regordetas pero continúo su historia.
-Nos hicimos muy, muy unidos. Entrenábamos, estudiábamos, íbamos de viaje, la gente creía que éramos hermanos.
-Fue por esas épocas que conocí a Dasom, la ex prometida de Henry- dice Amber sin molestarse- Es una chica muy linda.
-Su hermana Hyorin está casado con mi hermano. Supongo que mi padre pensó que sería bueno que yo me casa con su hermana.
-Mis padres quieren mucho a Henry, especialmente después de haberme traído a casa. Siempre están recordándome lo lindo que él es. Van a chillas cuando sepan que nos casaremos. Apuesto a que mi madre llorara. Nunca imagino que me vería en un traje blanco.
-¿Vestirás femenina ese día?- Sehun la mira sorprendido.
-Si, aunque quizá no puede bien con mi cabello corto- masculla enojada.
-Puedes ponerte un trapo y no me importara. Yo solo quiero verte ahí en el altar. Aunque, pensándolo mejor, no lo hagas, solo yo puedo mirarte- comenta Henry con aire soñador.
-¡Deja de ser un cursi!- ruega ella avergonzada.
Mientras todos ríen, Suho observa con ojo crítico a su mejor amigo. Kyungsoo está removiendo la comida de su plato sin ninguna intención de comer. Su entrecejo levemente fruncido, denota su inconformidad. Algo le pasa. Algo que no quiere decir. Algo que le preocupa. Algo que quiere saber.
-Soo… ¿Qué te pasa?- susurra en su oído para que el resto no lo escuche. El menor suspira.
-No lo sé hyung, ya llevo así un par de días- Puede ser por todo la preocupación que tengo enzima.
-Tal vez sería mejor que regresaras…- murmura con cautela.
-¡¿Qué?! ¡¿Quieres que deje solo a Jongin?! ¡JAMAS!- El alarido del menor corta las risas de los demás que fijan su atención en ellos.
-¡Entiende Kyungsoo! ¡Es por tu bien! ¡Todo esto es demasiado para ti!
-¡NO! ¡Tengo que ir Suho! ¡No puede abandonarlo!
-¡No estás bien! ¡Necesitas un medico! ¡O alguien que te diga porque no puedes mantener en pie!
-¡Son solo unas nauseas! ¡Puedo seguir! ¡No necesito un estúpido medico!
Joonmyun inspira intentando calmarse.
-No voy a repetirlo. Te quiero de regreso ahora.
-Es peligroso regresar ahora- interviene Amber- si regresa alguien deberá acompañarlo, y en estos momentos, los japoneses ya deben estar enterados de nuestra presencia.
Kyungsoo sonríe sabiéndose ganador. Pero no le dura mucho, pues el rostro enojado y herido de Suho lo hace sentir mal y un nuevo mareo azota su cabeza. Con disimulo se sostiene de un arbusto y agacha el rostro, respirando agitadamente.
Suho retoma el camino en silencio, pasando por un lado de Kyungsoo, ignorándolo olímpicamente.
El chico de ojos grandes suspira sumamente entristecido. Eso era lo último que le faltaba. Pelearse con su mejor amigo.