A Jongin el mundo se le vino encima.
No podía ser cierto. Kyungsoo no podía tener un aborto. Su bebe no podía morir.
-Llévame con el- demando con voz consternada a Jinki, que asintió y les hizo una seña a todos para que lo siguieran.
Frente a las puertas del templo, los guardias miraron a ambos príncipes japoneses, Jinki y Taemin, sin saber qué hacer. Jinki levanto la mano. Inmediatamente los guardias formaron fila solemnemente y permitieron la entrada.
Caminaron hasta un área de paredes blancas. Jinki se detuvo frente a una puerta y toco suavemente.
Una chica bajita, delgada y de cabellos naranja abrió la puerta, salió y la cerró detrás de ella.
-¿Cómo esta Kyungsoo-ah?- pregunto el príncipe japonés.
Ello suspiro.
-De momento está fuera de peligro, todo depende de el ahora.
-Entiendo ¿pueden pasar a verlo?
-Solo uno, necesita descansar, está dormido- contesta la muchacha haciéndose a un lado.
-Yo voy a verlo- dijo Jongin. Suho se apresura a debatir.
-No, yo iré.
-Yo soy su…- Kai se queda en blanco. Kyungsoo ya no era su novio.
-¿Su qué? Ya te dije que él no quiere saber nada de ti- el príncipe coreano frunce el ceño, abre la boca dispuesto a contradecirlo pero una mano le presiona el hombro. Se da la vuelta y ve a su padre, que niega con la cabeza.
-Deja que Suho vaya, Jongin. Kyungsoo no necesita emociones fuertes.
Complacido, Joonmyun se adentra en la habitación. La imagen le borra la sonrisa de satisfacción.
Kyungsoo estaba acostado en una mullida cama, con el cabello desordenado y con el rostro blanco como el papel. Los labios secos y morados solo encogieron más su corazón.
-Kyungie…- murmura acercándose a la cama y sentándose en la silla, al costado. Toma la mano delgada y fina entre las suyas y se estremece por lo helada que esta.
Los parpados de Kyungsoo se mueven y poco a poco revelan unos grandes ojos confundidos.
-Joonmyun…- susurra el menor.
-Shh… todo está bien Soo, tranquilo.
Kyungsoo posa su mano en su vientre y mira Suho con temor.
-¿Mi bebe?
-Él está bien.
Kyungsoo solloza de puro alivio y felicidad.
-¿Qué paso?
-Onew te encontró y te trajo aquí, tuviste… una amenaza d aborto, pero ya estas estable- explico el mayor con suavidad.
-¿Y Luhan? ¿Y Sehun? ¿Y los demás?
-Sehun está herido, tuvo una batalla con Kikwang, él y Luhan están bien. Ya no hay más batalla. El asunto está arreglado.
Kyungsoo asiente. Sus labios tiemblan antes de volver a preguntar.
-¿Y Jongin?
Suho presiona el agarre de sus manos.
-Él está bien. Él quiere vierte- dice el mayor con preocupación.
Kyungsoo cierra sus ojos. Unas lágrimas se le escapan, antes de negarse.
-No quiero verlo.
-Entonces no lo veras- sentencia Suho limpiándole las lágrimas.
-Sácame de aquí.
-Todavía estas convaleciente, debes descansar. Nos iremos ni bien estés en condiciones de moverte. Voy a llavearte a China conmigo.
Kyungsoo asiente una vez más y se acomoda para volver a dormir. La voz de Suho lo arrulla en sueños.
Una vez que Suho se adentra en la habitación, Jongwoon mira con rostro impasible a su hijo.
-Debemos hablar, Jongin. Ahora mismo.
Jinki los lleva a una pequeña sala bastante alejada y se retira dándoles privacidad.
-Siéntate.
El tono de su padre era desenfadado pero serio y preocupantemente peligroso. Jongin tembló. Sabía que había cometido una falta, había embarazado a su sirviente estando comprometido. Si el emperador Xi quería, podía enjuiciarlo por manchar el honor de Luhan.
Se sentó, temeroso del regaño y las consecuencias de sus actos. Jongwoon tomo aire.
-Estoy decepcionado.
Jongin se hundió en la silla y agacho el rostro.
-No porque hayas embarazado a Kyungsoo, de hecho, estoy feliz de saber que seré abuelo.
El príncipe alzo el rostro y miro a su padre estupefacto.
-Estoy decepcionado por que no fuiste capaz de enfrentarte a mí para luchar por lo que más querías. Pero eso no es todo, conoces muy bien lo que significa quitarle la virginidad a un doncel, y aun así, fuiste cobarde por dejarlo solo. Kyungsoo te entrego todo, pero tú no le devolviste lo mismo. No porque te faltase amor, si no por temor. Yo no le enseñe a ninguno de mis hijos a ser cobardes, mucho a menos a ti, futuro emperador.
-Padre yo…
-Voy a darte un ultimátum Jongin. Me duele mucho lo que voy a decirte, pero estoy seguro que a Kyungsoo le dolió más dejarte ir. No te mereces ni a Kyungsoo y ni a su hijo. Porque hasta que demuestres que realmente lo vales, no podrás llamarte padre de ese niño. Y si Kyungsoo te quiere lejos, yo mismo me asegurare de que sus deseos sean respetados.
-Espera…- interrumpe Jongin presionando sus puños-… ¿me estás diciendo que debo renunciar a ellos?
-Eso solo lo decidirás tú. Y déjame agregar algo mas- Jongwoon de poner de pie y camina hacia la puerta, abriéndola, listo para salir- Solo si consigues que Kyungsoo te acepte de vuelta, entonces, y solo entonces, yo te aceptare como emperador.
Jongin pasó sus manos por sus cabellos, jalándolos y conteniendo un grito. El sonido de la puerta cerrándose con fuerza, retumbo hasta el más oscuro rincón de su corazón.
Sehun dejo que Luhan le retirara con cuidado la parte superior de sus prendas para que Luna, la misma que atendió a Kyungsoo, curara sus heridas.
-Uuuu….-dijo la muchacha a ver la gran herida- ¿una espada te traspaso, verdad?
-Si…- gimió Sehun acostándose en una cama.
Luna lo miro con pena antes de sacar unos paños y comenzar a limpiar la lesión que sangraba cada vez que Sehun se movía en exceso.
Kyuhyun los miraba desde a puerta, acompañado de Youngwoon. Este le puso una mano e el hombro en señal de apoyo.
-¿No piensas decírselo?- pregunto expectante.
Kyuhyun entrecerró los ojos.
-No es el momento.
-Has esperado más de veinte años.
-Lo sé, pero él no está listo para saberlo…
Youngwoon sonrió. El conocía a Kyuhyun, no por nada había sido su guardaespaldas. El noble debía tener una muy buena razón para no decírselo ahora.
Luna termino su curación cuando Sehun ya estaba profundamente dormido.
-Alguien debe quedarse con él.
-Yo…-Luhan es interrumpido.
-Usted necesita descansar también, príncipe Luhan, yo me quedare con el- dice Kyuhyun sonriéndole amablemente.
Luhan parece indeciso pero la sonrisa de Kyuhyun es bastante convincente. Escoltados por Youngwoon, Luna y Luhan se retiran
Sehun se acerca a la cama y se siente cerca. Dormido como está ahora Sehun, puede darse el gusto de observarlo tanto como quiere. Su mano, aunque temerosa al principio, se desliza por los sedosos cabellos. En las raíces crecidas del cuero cabelludo observa el natural cabello rubio, herencia de Sungmin. El rostro, algo hinchado y amoratado, no pierde esa fineza característica de la familia Oh.
¿Cómo reaccionaría Sehun? Mal. De eso él no tenía ninguna duda. Kyuhyun solo esperaba que Sehun pudiese perdonarlo.
Quizás, eso nunca pasaría. Youngwoon le había contado, lo unidos que eran Sehun y Sungmin. Eso lo lleno de nostalgia. Los recuerdos de las veces en las que había tenido a su hijo en brazos estaban frescos en su mente.
Suavemente entono las mismas palabras que años atrás.
Cancion.
Sehun se removió e inclino su cabeza hacia la caricia.
Esa canción… ese hombre..
Temeroso de que solo fuese un sueño, abrió los ojos pesadamente. Las figuras difuminadas tomaron la forma del noble Kyuhyun.
-¿Señor Kyuhyun?
Kyuhyun tuvo un colapso nervioso. Había sido pillado en el momento justo por la última persona que hubiese querido. Tembloroso retiro la mano del cabello de Sehun pero este, sin saber porque lo hacía, la toma con una de las suyas y la regresa a su cabello
-Siga cantando.
Embobado y feliz, Kyuhyun prosigue.
Sehun se relaja con los dedos de Kyuhyun en su cabeza. Cuando el mayor deja de cantar, abre sus ojos y reconoce en el, a aquel hombre.
-Es.. usted es el hombre de las mariposas…-susurro Sehun con los ojos lagrimosos.
-Lo soy…
-¿Por qué no dijo nada?
-Pensé… que quizás no te acordarías de mí…
-¡Eso es imposible!- exclama Sehun, sonrojándose por levantar el tono de voz- yo.. siempre regrese al parque…creí que lo vería ahí de nuevo.. creí que me enseñaría a jugar con las mariposas grandes.
Los ojos de Kyuhyun están en las mismas condiciones. Él tiene que calmarse antes de contestar, porque desde que cargo a Sehun por primera vez, siempre se imaginó que compartiría hermosos momentos como los de aquel parque. Ese recuerdo que se grabó a fuego en su corazón.
-Yo… no podía regresar ahí Sehun- ah, yo… no podía verte otra vez…
-¿Eh?- los ojos llorosos de Sehun se llenan de confusión.
-Lo siento Sehun-ah, pero no estoy preparado para darte explicaciones, y tú…no estas en condiciones para escucharlas…-Kyuhyun se levanta con una clara intención de irse pero Sehun es mucho más rápido, y toma de la mano al mayor jalándolo, evitando marcharse.
-Ajhussi…no te vayas…
Kyuhyun le sonríe con tristeza.
-Nunca voy a irme de tu lado Hunhun- con cariño Kyuhyun rodea el cuerpo de Sehun con sus brazos- solo te pido … que pase lo que pase…te diga lo que te diga…quiero que recuerdes que yo siempre te he amado.