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You are a Prince, I'm not. por AiLynn

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Sehun se miraba en el espejo con ojos críticos. No se veía mal, es más se veis realmente bien. Demasiado bien. El azul definitivamente realzaba su piel blanca y sus rasgos afilados.

Los toques plateados del traje que llevaba eran bellos, y pensó que ese traje lo hubiera podido pagar con su sueldo de un año.

-¡Te ves muy bien Sehunnie! – exclamo Baekhyun al ver a su dongsaen ya arreglado. Chanyeol le dio la razón.

-Pareces uno de esos chicos ricos que veíamos en los bailes en Korea

-Me están avergonzando…-susurro el peli plateado escondiendo su rostro – solo hago esto por Luhan.

-¿Tu Baby Lulu? – bromeo Baekhyn formando una trompita con sus labios. Sehun se ruborizo, odiando a su amigo por entrar a en su habitación cuando aún estaba soñando.

*FLASH BACK*

Baekhyun y Chanyeol miraban embobados el precioso traje que acababa de llegar a la posada en una caja a nombre de Sehun.

-Así que ..Esto es lo que se pondrá hoy en la noche- dijo el rubio.

-Sera mejor ir a despertarlo…

Sin hacer ruido entraron a la habitación del peli platead dispuestos a despertarlo con un grito ensordecedor. Abrieron las bocas para dejar escapar el sonido, pero la cerraron al escuchar a Sehun hablar dormido.

-No…no quiero ir…te la vas a pasar con el príncipe idiota…..no Baby Lulu..yo…

Baekhyun y Chanyeol se miraron. ¿Qué se supone que debían de decir o hacer?

*FLASH BACK*

-Como sea ya nosotros ya nos vamos- anuncio Chanyeol jalando a Baek hasta la puerta- o Lay hyung nos matara.

-Bueno después de lo que le paso a Suho…

-No me lo recuerdes, definitivamente no quiero quedar como el- replico el más bajo- ahora quédate tranquilo hasta que vengan a recogerte.

Sehun vio a sus amigos salir y suspiro. De verdad quería que las cosas fueran bien esa noche. Habia practicado con Luhan sobre cómo comportarse, y no quería decepcionarlo por ningún motivo.

Incluso le había pedido consejos a Kyungsoo, que afortunadamente tuvo tiempo para enseñarle un par de cosas.

Una señora del servicio de la posada le aviso que habían venido por él. Tomo aire y se dio valor.

Puedes hacerlo Sehun. Es por Luhan.

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El emperador Xi revisaba los últimos detalles del baile. Todo estaba perfecto. No esperaba menos de Lay. Sin duda tendría que darle una muy buena paga por ello.  Y quizás unas vacaciones junto a Suho. Se rio al pensar en el romance que tenían, no le molestaba en lo absoluto, todo el palacio lo sabía. Suspiro y pensó en el amor juvenil. Tan doloroso y hermoso a la vez.

La culpa volvió a instalarse de nuevo en su corazón. ¿Estaba haciendo bien?. Luhan no conocía el mundo, no sabía que clases de personas podía hallar en él. Apenas conocía China. ¿Cómo haría para arreglárselas en Korea? ¿Cómo haría el para decirle adiós a su pequeño Lulú? El adoraba a su hijo. Lo amaba y realmente quería que fuese feliz. Pero el deber era el deber. Le había dado opción a su hijo y ya no había marcha atrás. El príncipe Jongin era un joven de buen corazón, y francamente no hubiera sido capaz de entregárselo a alguien menos valeroso que él.

Luhan merecía alguien digno de su puro corazón y su angelical belleza. Había recibido tantas propuestas, en especial propuestas de Japón. Pero no. Lo último que necesitaba era a su hijo envuelto en esos líos. Jongin iba a tener que cuidarlo muchísimo o se las vería con él.

Por otro lado esta Wufan. AH. Pero que orgulloso sentía de él. Había una característica que Luhan carecía, o parecía carecer porque nunca la usaba, que a su hijo mayor le sobraba. La determinación. Wufan estaba madurando no solo como futuro emperador si no como persona. Y Huang Zitao tenía mucho que ver en ello. Él no era ningún tonto. Claro que no. Él también se había enamorado y también había sufrido deliciosamente por ello.

Si algo se había esmerado en enseñar a sus hijos era no juzgar a la persona por lo que tenían ni de dónde venían. Si no por lo que eran. Por lo que valían. Él lo había aprendido a las malas. Tenía la edad de Wufan cuando se enamoró de su esposa. Ella era la hija de un comerciante bastante humilde. No tenía propiedades, no tenía títulos y mucho menos riquezas. Eso sí era bellísima.

El emperador sonrió con nostalgia al recordar a su amadísima esposa. Definitivamente los hijos hacían lo mismo que los padres. Wufan se lo estaba demostrando. Lo único que faltaba era que tuviera el valor para decírselo de frente. Entonces recién podría dar su opinión sobre aquello.

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-Los invitados ya han comenzado a llegar señor, hay alrededor de unos 100 hombres custodiando el palacio- decía un hombre al que era su jefe.

-¿100? ¿Acaso es una broma?, nos están subestimando, pero ya verán lo caro que pagara por ello.

-Señor Lee, ¿a qué hora será preciso atacar?

-Todavía es muy pronto, dejemos que las cosas fluyan un poco más. Nosotros seremos la función principal- respondió el jefe con una macabra sonrisa al tiempo que acomodaba su máscara negra sobre su cabello rojo.

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-¡Sal ya Jongin! ¡No te comportes como un niño! Tu padre te está llamando, además tienes que recibir a los invitados como dice la tradición – renegaba Kyungsoo golpeando la puerta de la habitación del príncipe con bastante fuerza.

-¡Me niego! No quiero asistir a ese estúpido baile si no me acompañas. Solo entonces iré- reclamo Kai desde adentro.

Kyungsoo se frustró. ¿Qué ganaba con eso?

-¡Ya basta! ¡Si no sales en 5 segundos llamare a tu padre! – grito haciéndose escuchar

-¡No me importa! Si viene le diré lo mismo que a ti.

-No me hagas esto Jongin, no quiero que tu padre piense mal de mí.

-Solo ven conmigo, prometo comportarme.

-Hmm..¿Lo prometes?- musito el más bajo resignado.

La puerta de abrió y el príncipe se dejó ver ataviado por un traje negro con algunos decorados rojos y dorados. Kyungsoo se encogió. De verdad que estaba odiando a Kai en esos momentos. ¿Cómo le podía pedir que fuera espectador en mi primera fila de su futuro romance con el príncipe Luhan?

Se dio la vuelta dispuesto a irse pero Jongin lo detuvo. Se estremeció al sentir la boca del más alto sobre su cuello. Tienes 10 minutos para estar listo. Hay un traje para ti en el baúl del armario.

-Pero..

-Solo entonces te prometo que me comportare.

Obedientemente Kyungsoo se dirigió al armario, abrió el baúl. Un traje blanco elegantísimo lo saludo. Comenzó a desvestirse aun sabiendo que Kai lo estaba mirando. ¿Qué podía mirar que no hubiese visto ya?

Cuando estuvo listo, Kai se acercó a él y le dio un abrazo confortante.

-Recuerda todo lo que te he dicho hasta ahora- susurro el moreno acariciándole los cabellos- luces precioso. Procura no acercarte mucho a los otros o me pondré celoso ¿De acuerdo?

Kyungsoo rio con ligereza pero termino aceptando.

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El emperador Kim levanto una ceja al ver a su hijo bajar las escaleras junto a Kyungsoo. ¿Ese era Kyungsoo? ¡Pero qué cambio! Ahora ya sabía por qué su hijo estaba tan colado por él. Sonrió y como si de una princesa o un príncipe doncel se tratase le dio un casto beso en el dorso de la mano a su sirviente.

-Debo decir, joven Kyungsoo, que usted se ve magnifico esta noche.

El menor se sonrojo y para ocultarlo hizo una profunda venia.

-Deja esas formalidades de sirviente por hoy, esta noche eres un invitado y serás tratado como tal –dijo el emperador cálidamente para que el chico agarrara confianza.

En ese momento el príncipe Wufan hizo acto de presencia. Su rojo oscuro lo hacía ver como un verdadero emperador. A Kyungsoo se le fueron un poco los ojos, Kai lo noto e hizo un puchero imperceptible. Wufan le estaba comenzando a caer mal.

-¡Ah! ¡Wufan!- exclamo el emperador Kim acercándose a él. Ambos se saludaron tomándose de las manos. De esa manera en la que solo la realeza podía- Me alegra verte.

-A mí también, emperador- el recién llegado se acercó a Jongin y se saludaron de la misma manera. Wufan se fijó en el chico al lado del príncipe coreano y tardo unos segundos en reconocer que era Kyungsoo, el sirviente de Jongin. Se veía muy bien. Francamente, si no lo conociera de antes juraría que era un príncipe doncel. Se acercó a él como el caballero que era y repitió la misma acción que el emperador hacia unos minutos, aunque con mucha más delicadeza.

-Usted está deslumbrante, Do Kyungsoo. Espero que pueda disfrutar del baile- comento en un gesto muy amable. El menor le sonrió enormemente. Había esperado que el príncipe le tratara como un sirviente, pero se había llegado una agradable sorpresa. Incluso le había dado un cumplido. Eso mejoro muchísimo su ánimo.

-Estoy seguro de que lo hare –le respondió. Wufan le dirigió una de sus sonrisas matadoras y sintió con la cabeza. El chico le caía muy bien, y haría lo posible por que se sintiese cómodo.

-Si me permite quiero decirle que debería vestirse de blanco más a menudo, créame que va a tener muchos pretendientes.

Jongin miraba la escena con total desagrado. ¿Quién se creía Wufan? Solo él podía decirle cosas como esas a Kyungsoo. Espero ver a su padre observándolo, pero este no estaba a su lado, sino saludando a los que llegaban. Genial. Pensó volviendo a fijarse en los otros dos. Así podre matarlo con la mirada.

Wufan se disculpó con Kyungsoo y fue a darle la bienvenida a su querida prima Victoria. La chica estaba radiante, mientras iba del brazo de su marido. Su charla con ellos fue muy amena. Pronto el emperador Xi apareció y el ambiente del gran salón se hizo más jovial. El baile iba a comenzar.

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Sehun esperaba a Luhan al pie de las escaleras que daban al pasillo de la habitación del rubio. Hacia unos momentos se había encontrado al príncipe Wufan y este le había dicho que su hermano saldría en unos momentos.

Se reclino en la pared y cerró los ojos. Se estaba poniendo nervioso con cada segundo que pasaba. Podía escuchar a las personas llegar, y saludarse. ¿Lo saludarían a el?

Unos paso lo hicieron volver a su posición original. Sus ojos se abrieron a más no poder al observar al príncipe chino.

No había palabras para describir lo hermoso que se veía Luhan en un traje rojo brillante. Cada joya dorada que tenía puesta parecía perderse en aquella piel blanca y pulcra. Su boca se abrió intentando decir algo pero prefirió mantenerse callado y cerrar los los labios con fuerza.

Luhan se sintió un poco incómodo. Esa no era la reacción que él esperaba. Se había esmerado muchísimo en arreglarse. Pero no lo había hecho para agradar al príncipe Kai o a los invitados. Eso lo tenía sin cuidado. Se había intentado convencer que lo hacía para agradarse a sí mismo pero al ver a Sehun tan guapo en el traje que le había enviado hecho sus pensamientos a la basura. Él lo había hecho para recibir una mínima palabra de agrado del peli plata. Siempre recibía halagos de muchas personas pero el solo quería los del chico que estaba delante de él.

Sehun le tendió la mano y el acepto cabizbajo por no lograra su cometido.

Se sintió aun mas triste cuando Sehun lo soltó al llegar al salón.

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El salón guardo un silencio sepulcral cuando el príncipe Xi Luhan cruzo el umbral del salón. Wufan sonrio. Su hermano estaba maravilloso. Con paso firme se acercó a él y le beso la mano. Luhan le sonrio con dulzura.

Kyungsoo sintió su corazón palpitar fuertemente cuando Jongin se dirigió con gran porte hasta el príncipe Luhan y se semi arrodillo delante de él. Con una delicadeza que no le había visto nunca beso la nívea mano del recién llegado cuando Wufan se la tendió y la sostenía en el aire. Quizo correr cuando vio al príncipe chino tomar con su mano libre la mejilla de Kai. El moreno se levanto y entrelazo los dedos.

El emperador Kim y el emperador Xi se acercaron y saludaron a los comprometidos. El emperador chino tomo la palabra.

-He aquí, delante de ustedes el futuro de la nación. Príncipe Jongin yo te acepto y te doy mi bendición. Quiero recordarte que mi hijo, el príncipe Luhan, representa a toda nuestra nación. Te pido como padre, amigo y futuro suegro que lo protejas, lo respetes y lo cuides.

Jongin puso su mano en el hombro del emperador y recito con fuerza Así será.

Complacido el emperador Kim se acercó  a ello y coloco en el cuello de Luhan un precioso collar de oro puro, símbolo del compromiso.

-He aquí entonces…el príncipe heredero de la nación Koreana, Kim Jongin, y el príncipe doncel de la nación China, comprometidos para un sagrado matrimonio.

Los asistentes aplaudieron con fuerza. La ceremonia había terminado.

Los futuros esposos se tomaron de las manos y abrieron el baile con una tonada tranquila. Poco a poco la pista se fue llenando de otras parejas.

-Te ves muy bien príncipe Luhan – comento Kai alegre. Debía fomentar un ambiente cómodo entre ellos.

-Gracias. Pero llámame Luhan, así nos sentiremos más cómodos- dijo el rubio. Jongin sonrió. Estaba de acuerdo con ello.

-Entonces llámame Jongin, o Kai. Como te sea más a gusto – le respondió sonriente. Luhan le devolvió la sonrisa. Poco a poco su plática se fue haciendo mucho más agradable. Ya se conocían. Eso ayudaba bastante. Sin darse cuenta formaron un burbuja a su alrededor, la gente se detenía para verlos bailar.

Todos concordaban que hacían una pareja excelente.

Si, excelente. Pensó Sehun sentado en una de las mesas. Se levantó buscando a sus amigos y resoplo enojado al no encontrarlos. Dio la vuelta y se quedó un de una pieza al ver a Wufan y Kyungsoo bailando cerca a la pareja real. No parecía incomodos, todo lo contrario Kyungsoo tenía una sonrisa en el rostro.

Una chica delgada ataviada de un traje coreano se le acercó a él.

-¿Quieres bailar? – le pregunto ella sonriente.

Él estuvo a punto de negarse, pero al ver al Kai darle una vuelta a Luhan mientras este reía, puso su mejor sonrisa y acepto. Coloco una de sus manos en la cintura de la chica notando lo fina que era.

Se deslizo junto a ella y comenzaron a hablar. El ser ambos coreanos ayudaba mucho. Al menos ya sabía su nombre. Naeun.

La burbuja de Kai y Luhan estaba rota porque a Luhan no le agradaba nada que Sehun bailara con esa chica y Jongin estaba reventando de ver a su Kyungsoo con el imbécil de Wufan.

Un gran estallido seguido de gritos de horror fue lo último que Luhan escucho antes de caer desmayado.

 

 

Notas finales:

Holi! tengo examenes -.- perdonenme la demora XD! espero me dejen reviews, si dejan bastantes actualizare pronto:3 hasta la proxima!!!


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