Era casi medio día cuando Tao practicaba algunos movimientos con su palo de wushu. Lay le había dicho que Luhan estaba con Sehun y que se alejara de la cocina, así que decidió usar su tiempo libre entrenando. No era consiente todavía de la mirada que tenía sobre él.
-¿Te importa si me uno a tu practica? – una voz lo hizo sobresaltar. Volteo y el corazón casi se le sale por la boca.
El príncipe Wufan estaba recargado en el marco de la puerta sin nada que cubriera su torso. Sus ojos delinearon los trabajados brazos y el abdomen perfectamente esculpido. La boca se le seco, por lo que no podía articular palabra alguna.
Al sentirse observado, Wufan cerró la puerta, avanzo hasta los palos de wushu y cogió uno. Se puso en posición y un momento después Tao hizo lo mismo.
El sonido de los palos golpeándose inundaba la habitación. En un movimiento rápido e imprevisto, el príncipe derribo a Tao, le quito el palo de Wushu, arrojo el suyo y coloco ambos brazos a cada lado de la cabeza del más bajo
-¿Por qué estas evitándome? – pregunto acercándose más.
-Yo no..no estoy evitándolo – murmuro Tao desviando la mirada.
-Entonces ¿qué estás haciendo ahora mismo?- pregunto Wufan con voz firme.
-Solo...solo déjeme tranquilo.
-¡No! ¿Te arrepientes de haberlo hecho conmigo? – cuestiono el rubio sintiendo como la ira se iba acumulando en su pecho.
-¡Claro que no! – exclamo el menor indignado, apaciguando un poco las sensaciones del mayor.
-Dime porque cada vez que intento tocarte me rehúyes. Dime porque cada vez que me acerco a ti actúas como si no existiese- dijo el príncipe mortificado. Odiaba la forma en la que el siempre dulce Tao se estaba comportando con él.
-Eres un príncipe, y yo no. No hay forma alguna en la que podamos estar juntos – susurro el castaño tristemente. Wufan apretó los puños.
-Deja de decir esas cosas, no me importa que no seas de la realeza. Ese día te demostré todo lo que sentía. Te entregaste a mí con los mismos sentimientos ¿Por qué no me los demuestras? Vamos ¡responde!
-¡No es fácil! – Grito el menor - ¿Acaso crees que es divertido saber que tú también podrías ser comprometido en cualquier momento? ¿Crees que me pondría feliz de dejarte ir? ¿No has pensado en eso? No quiero que mis ilusiones terminen como las de Kyungsoo…-Wufan frunció el ceño, ¿Qué tenía que ver Kyungsoo en todo esto? Tao se mordió la lengua. Había hablado de más. Aprovechando el ensimismamiento de Wufan lo empujo y se puso de pie.
-Solo hagamos como que nada paso. Yo lo tratare igual que antes y...espero que usted haga lo mismo.
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Chanyeol y Baekhyun escuchaban atentamente cada indicación que Suho les decía.
-El príncipe no es muy especial con sus cosas, así que no tendrán mucho problema con él. Es un poco callado pero cuando entre en confianza, veran que es muy amable – decía Suho animadamente.
-¿Qué hacemos ahora? – pregunto Chanyeol sin saber muy bien con que comenzar.
-Por el momento pueden dar una vuelta por el castillo y conocerlo un poco. Después busquen a Lay, que es muy posible que necesite ayuda. No vayan a la habitación del príncipe todavía, no es preciso. Kyungsoo los llamara.
-Entonces nos retiramos – Hablo el más alto haciendo una reverencia.
Se alejaron un poco de la cocina antes de intercambiar comentarios.
-No nos ha dicho gran cosa – dijo Baekhyun inocente.
-¿Acaso no notaste que fue solo una distracción para tapar al príncipe ya Kyungsoo? – pregunto Chanyeol incrédulo ante la ingenuidad de su amigo.
-¿El príncipe y Kyungsoo? ¿A qué te refieres Channie?
-¡Oh vamos Baek! Tienes que haber visto la forma en que el príncipe Kai miraba a Soo. El no nos estaba prestando atención a nosotros.
-Hablas como si tuvieran algo.
-Ufff..quién sabe. Uno no escoge de quien se enamora.
-Supongo que no es tan difícil enamorarse del príncipe Kai, él es muy apuesto- dijo el rubio sonrojándose- y su mirada es muy penetrante. Definitivamente, es el chico más sexy que he visto.
Una venita de enojo palpitaba en la frente de Chanyeol, al oír como se expresaba SU Baek del dichoso príncipe. El también tenía lo suyo. ¿Por qué Baekhyun no podía verlo?
-Yo no creo que sea tan apuesto. De hecho, ahora mismo envidio a Sehun. Sus ojos deben estar deleitándose con la belleza del príncipe Luhan.
Esta vez, fue el turno de Baekhyun enojarse. ¿En qué momento dejaría Chanyeol de hablar de Luhan? Pues él no se quedaría callado.
-Pues el príncipe Luhan tiene mucha suerte de casarse con Kai. Eh escuchado mucho sobre el. Me han contado que es muy amable, caballero y atento. Además los que han ido a bailes de palacio cuentan que se mueve como un Dios. ¡Ah! Y no nos olvidemos de su físico. El cuerpo del príncipe Kai es un pecado.
Muy cabreado, Chanyeol jalo a Baekhyun hasta una habitación que tenía en la puerta un rotulo que decía: Armario de Limpieza.
Una vez dentro dio rienda suelta a sus emociones.
-¡Deja de halagar al príncipe Kai! Me tienes harto escucharte hablar de el – Baek frunció el ceño, Chanyeol no tenía derecho a reclamarle.
-¡Tú siempre hablas del príncipe Luhan y yo no te digo nada!
-Eso es porque Xi Luhan es una leyenda.
-El príncipe Kai también lo es.
-Pues a mí no me parece.
-Me da igual.
De tanto discutir, sus rostros se habían acercado a un palmo de distancia. Baekhyun se ruborizo y Chanyeol solo podía pensar que era ahora o nunca. Lo que estaba a punto de hacer, arriesgaba su amistad de toda la vida.
Acuno el rostro del rubio entre sus manos y lo beso en la frene. Deslizo sus labios por el puente de la nariz hasta detenerse en el philtrum.
-Me pune sumamente celoso que hables del príncipe Kai como si lo estuvieses idolatrando. Te quiero Baek, solo para mí y quiero que al único que idolatres sea a mí.
Baekhyun estaba en shock. Chanyeol se le estaba declarando. Eso era todo lo que siempre había querido. Lo cogió de la solapa de la camisa y estampo sus labios contra los del más alto, fundiéndose así en el tan deseado beso.
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Sentado en un cómodo sillón, Kai observaba a Kyungsoo dormir desnudo bajo las sabanas. Adoraba ver su pacifico rostro sin aburrirse en lo mas mínimo.
Kyungsoo se removió en la cama antes de despertar. Se sonrojo al mirar la mirada de Kai sobre su cuerpo y se tapó con hasta las orejas con las sabanas. Se había entregado a Kai una vez más. Se sentía un poco culpable pero...¿ qué más daba? Le era imposible ocultar más lo que sentía por el príncipe.
-Kyungsoo, ven aquí – lo llamo Jongin abriendo los brazos.
Arrastrando las sabanas fue a su llamado. Kai lo tomo de la mano y lo obligo a sentarse de espaldas a el sobre su regazo.
Jongin apoyo su barbilla sobre el hombro del más bajo aspirando ese dulce aroma que desprendía. Se quedaron en silencio disfrutando la cercanía del otro.
-Quiero darte algo Soo – sin soltarlo, Kai se estiro hasta alcanzar el cajón de una mesita cerca al sillón, y saco una caja. La puso delante de ellos y la abrió con mucho cuidado.
-Jongin, eso es…es… - tartamudeaba Kyungsoo muy sorprendido.
-Lo es, y quiero que sea tuyo – concluyo Jongin sacando el valioso objeto de la caja.
-No Jongin, es el único recuerdo que tienes de tu madre, yo no puedo aceptarlo – se negó el castaño al ver la joya.
-Las vas a aceptar y punto. No soy tonto Kyungsoo, sé que tienes planeado quedarte en China. Yo no puedo decirte lo que tienes que hacer. Es tu decisión. Esta joya, más allá de su valor en metálico, es la más preciada para mí. Quiero que la tengas contigo y que cada vez que la mires recuerdes que te amo – dijo el príncipe deslizando la pulsera por la mano de Kyungsoo.
-Gracias…-susurro el más bajo enternecido. Era consciente del significado de la joya. Se acurruco en e pecho de Kai y este lo abrazo aún más fuerte deseando estar así para siempre.
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-¡Es lo más delicioso que he probado nunca! – grito Sehun después de darle un sorbo a su ¨Bubble Tea¨. Luhan soltó una carcajada al ver la cara de emoción que había puesto el otro. Por fin Sehun parecía ser menor que él.
-Realmente no puedo creer que nunca lo hayas probado. A mi hermano le quedan muy ricos – dijo Luhan bebiendo el suyo.
Sehun miraba la bebida como si fuera lo mejor que le hubiese pasado en la vida. El rubio juraba que a su nuevo amigo le iban a salir estrellas en los ojos.
Golpearon la puerta y Sehun se paró a abrirla. Era una chica que traía el almuerzo de Luhan. La muchacha hizo una reverencia y se retiró dejando la bandeja en manos del peli plateado.
-¿Quién era Sehun-ah?
-Tu almuerzo, será mejor que yo también vaya por el mío, además debo buscar a mis amigos.
-Entiendo, entonces, ve con ellos – Sehun asintió y se retiró con una inclinación de la cabeza.
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Sus ojos se abrieron enormemente al presenciar la escena de la cocina. Lay estaba sentado sobre las piernas de un chico, mientras este le comía, literalmente, la boca.
Muy impresionado, Sehun se alejó de la cocina sin hacer ruido.
Pidió permiso y salió a un restaurante cercano. Sus ojos se abrieron un vez más y pensó seriamente que le daría un ataque al corazón si tenía otra impresión más.
Baekhyun alimentaba a Chanyeol haciéndole mimos y el más alto solo ponía cara de bobo enamorado.
¿Qué le pasaba al mundo hoy? ¿Por qué había tanto amor en el aire?
Se sentó frente a ellos captando su atención y enarcó una ceja exigiendo una explicación.
-Etto…Sehunnie…
-Somos novios- soltó Chanyeol de sopetón.
Sehun los miro seriamente antes de sonreír.
-Ya se habían tardado. En verdad, deseo que las cosas entre ustedes vayan muy bien.
La hora del almuerzo se les fue en bromas y recuerdos de cómo les había ido hasta ahora. Sehun frunció un poco el entrecejo cuando le contaron la supuesta relación entre Kyungsoo y el príncipe Kai, pero no le dio importancia y lo dejo pasar.
La pareja se despidió de Sehun y el menor se adentró e la habitación de Luhan.
-oh! Sehun-ah ¿Cómo estuvo tu almuerzo? – pregunto el rubio con amabilidad despegando su vista de unas hojas.
-Bastante bien, aunque al principio, digamos que..me entere de un par de cosas, pero no de la mejor manera. – dijo el peli plateado sentándose junto a él y recordando la escena de Lay y el chico de la cocina
-¿Sería muy entrometido si te pregunto qué cosas?
-Hummm no..pero solo te puedo contar una de ellas. Resulta que mis amigos, de los que te hable, son novios ahora.
-¡Esa es una muy buena noticia! Ellos deben quererse mucho – comento el rubio.
-Estoy segura de que lo hacen, y la verdad me alegro mucho por ellos. Llevan enamoraos hace mucho pero eran muy cobardes para decirlo.
Se quedaron en silencio hasta que Luhan junto el valor para preguntarle aquello que le estaba rondando por la cabeza.
-Ne..Sehun-ah…tu..¿Te has enamorado?
Sehun lo observo un poco asombrado. No se esperaba una pregunta de ese tipo.
-Yo..humm no. He tenido algunas novias pero jamás eh sentido amor por ellas. ¿Y tú? ¿Estás enamorado del príncipe Kai?
-¿Yo?-Luhan se puso nervioso. No había previsto que la conversación tomara ese giro. ¿Y ahora que respondía? N o quería ir diciéndole a todo el mundo que se casaría por un acuerdo, pero tampoco quería mentirle a Sehun.
-Solo he visto a Jongin una vez en mi vida, cuando tenía 14 años. El fue muy amable conmigo y debo decir que me agrado bastante. Ya ha pasado 10 años, y jamás no hemos vuelto a reencontrar. Mi hermano si lo ha visto en repetidas ocasiones y me ha hablado mucho de el. Yo no creo estar enamorado de Jongin, pero tampoco quiero cerrarme. – explico agachando la cabeza.
Sehun lo observo antes de responderle. Quería saber más sobre ese tema ¿Acaso no había forma de que Luhan se saliera de ese compromiso?
-Entonces…si no lo amas o no sientes más que cariño por él, ¿Por qué aceptaste?
-Es mi deber Sehun-ah. Nuestra nación tiene una alianza con Korea. Ellos están pasando un mal momento por las constantes hostigaciones de los japoneses. Así que para fortalecer esa alianza debe haber un lazo realmente fuerte de por medio. Un lazo familiar. Mi padre y el padre de Jongin acordaron un matrimonio. Se pensó primero en casar a mi hermano, ya que él es el futuro heredero del trono debería tener un acompañante. Pero Kai es heredero de Korea y no es un doncel, mi hermano tampoco, por lo tanto no habría descendientes. Hyuna, la hermana mayor de Kai ya está casada así que quedó descartada. Luego pensaron en mí. Era la única opción, así que se pactó el compromiso.
-Pero aun así pudiste haberte negado. Estoy seguro que tu padre no te hubiese obligado.
-Mi hermano dice lo mismo ¿sabes?, pero es una cuestión más fuerte de lo que yo quiera, no puedo ser egoísta cuando hay gente que me necesita. Efectivamente pude haberme negado. Pero así no funcionan las cosas. Kai también pudo negarse pero no lo hizo, y estoy seguro que es por la misma razón que yo – El semblante de Luhan era algo triste, pero Sehun capto en sus ojos un brillo de resignación. Entendía las razones de Luhan, pero ¿casarse con una persona y compartir tu vida con ella sin un sentimiento verdadero de por medio? No, definitivamente él no lo haría. Luhan iba a tener que ser muy fuerte para soportarlo.
Dudando un poco, envolvió a Luhan en sus brazos. El rubio se sobresaltó pero se dejó hacer. Realmente necesitaba apoyo y Sehun parecía bastante dispuesto a dárselo.
Al ver que no era rechazado, Sehun se dio permiso a sí mismo para olisquear el cabello de Luhan. Era un aroma dulce sin llegar a ser empalagoso. Deslizo su nariz por las mejillas del más bajo y le dio un tierno beso en la mejilla.
Luhan sonrió y se sonrojo. Jamás se había sentido así de seguro y protegido en los brazos de alguien. Acaricio ligeramente la espalda de Sehun pero una corriente fría helo su cuerpo al escuchar la voz de su hermano.
-¿Interrumpo algo?