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Te conocí en el puente. por Ciel94

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Notas del fanfic:

Hola.

Este idea del fic nacio al leer una noticia venida de China, donde un chica impidio el suicidio de un chico al besarlo.

Espero les guste.

Notas del capitulo:

Los personajes no son mios, son de Masashi Kishimoto.

 

Te conocí en el puente.

 

En el puente Hikari, nombrado así por el arquitecto que lo edifico, estaba como siempre a las horas de la tarde con automóviles que rápidamente iban de un lado hacia el otro, todos centrados en su camino, en sus vidas, sin tomar en cuenta que un joven de 16 años estaba caminando en los costado de este monumental puente.

El nombre del joven era Sasuke Uchiha, de cabellos negros y ojos de igual color, que con pasos lentos llego a la mitad del puente donde se podía ver las dos ciudades a los costados y por debajo el oscuro mar que separaba las dos comunidades.

Sin que nadie lo notara atravesó las barras de seguridad y con gran agilidad se situó al borde del puente donde con solo dar un paso hacia adelante podría acabar con su vida, que era lo que Sasuke más deseaba en esos momentos.

Miro al cielo y sin evitarlo las lágrimas cayeron de sus ojos oscuros que decencian como cascada por sus mejillas y tristemente recordó los hechos que lo llevaron a esa situación.

No presto atención a los guardias que se habían dado cuenta de donde estaba y dieron alerta a la policía. Los transeúntes y automóviles se detuvieron horrorizados, llamando por sus celulares a la policía y demás servicios de urgencias. Luego de un buen rato, autos policiacos llegaron interrumpiendo el tránsito y rápidamente llegaron donde estaba Sasuke.

Le llamaron con calma para que regresara a la zona de seguridad, pero el joven no cedía, ni siquiera volteaba su rostro a ellos. Más arriesgados dos de los policías atravesaron la zona de seguridad llegando a un metro de él. Sasuke se puso alerta al tenerlos tan cerca y dio un salto hacia su lado izquierdo que ocasionó una fuerte exclamación del público quien lo veía. Pero no cayo, el salto que dio lo llevo hacia los bordes de un pilar de metal siendo inalcanzable para los policías.

Los policías que habían ido a rescatarlo no sabían que hacer, el joven estaba sujetándose con fuerza de unas barras de metal y apenas pisando los bordes. Si el joven no se arrojaba del puente por propia voluntad, pues su cansancio lo llevaría a ese final. Como lo hicieron en un principio hablaron con el chico que este se negó y se enfrente a su final que había decidido horas antes.

 

Flash Back.

Cuando Sasuke llego a su casa el mayordomo le aviso que su padre lo quería en su oficina de inmediato, y así obedeció con un extraño presentimiento en el pecho. Al entrar vio a su madre llorando a mares sentada al costado de su padre, este último se levantó con enfado y le arrojó al suelo los documentos que guardaba celosamente en su habitación.

Los documentos que revelaban sus dos secretos: 1° que era un doncel, y 2° que estaba esperando a un bebe.

El padre de Sasuke se acercó a su hijo, el cual estaba choqueado por la revelación de su secreto y lo golpeo arrojándolo al suelo. Luego vinieron gritos y golpes al pequeño cuerpo del doncel quien no se defendía de los ataques de su padre, el cual le lanzaba horribles palabras que se incrustaban como dagas en su corazón. Al termino Sasuke quedo tendido en el suelo, con el cuerpo moreteado y con su misma sangre en el rostro, que se diseminaban con sus lágrimas.

-“Para mañana no te quiero ver de vuelta en esta casa” – Fueron las palabras que le dijo su padre que luego salió de la habitación.

La madre de Sasuke que había visto todo sin detener el acto de su esposo se levantó aguantándose las lágrimas y levantando el pequeño cuerpo de su hijo. Lo llevo al cuarto de baño y con mucho cuidado lavo las heridas y sangre que se pegaron a su cuerpo blanquecino, de paso trato de hablar con su hijo pero este no respondió, estaba absorto en su mente mirando hacia la nada. Le pidió al mayordomo llevar a Sasuke a su cuarto y que guardara silencio de todo lo ocurrido. Ya con su hijo dentro del cuarto y acostado en su cama, le dijo suavemente: - “Lo siento mucho, Sasuke”. Después salió del cuarto dejándolo a oscuras.

Minutos después Sasuke despertó de su estado de shock y colocándose en posición fetal lloro durante toda la tarde, quedándose dormido en el proceso.

Cuando su reloj de mano dio las 11 de la noche, despertó al escuchar las voces de sus padres discutiendo, el sollozo de su madre y al terminar un fuerte golpe. Asustado se levantó y camino adolorido a hacia las escaleras donde vio a su madre con las manos sobre su rostro y la mano de su padre levantada. Se dieron cuenta de su presencia y su padre le grito, con toda la culpa y rabia que tenía en esos instantes: - “¡Esto, es todo por tu maldita culpa!”

Sasuke corrió hacia la puerta esquivando los golpes que su padre le quería dar, salió de su casa a tropiezos y sin mirar atrás dejo su hogar.

No sabía a donde ir, estaba desesperado por todo lo que ocurría con su vida en tan pocas horas. Fue así que decidió ir con Yuki, su ex novio, quien era el padre de su bebe. Pensó que aún le quería y cuando supiera del bebe estarían juntos nuevamente, pero para su mala suerte, se equivocó. Porque cuando llego a la casa de Yuki, y le conto todo sollozando, Yuki le desprecio y dijo con crueles palabras que solo se había relaciono con él por una apuesta con sus amigos, que ya tenía una novia y que no quería saber nada más de él.  

Horas después Sasuke estaba deambulando por las ciudad a muy tardes horas de noche. Había caminado durante horas y por tal cansancio termino cayendo dormido en una banca del parque central, así pasando lo que quedaba de la fría noche. Fue despertado bruscamente por unos guardias del lugar que le dijeron que se fuera, que el parque no era sitio para dormir. Sin rumbo, Sasuke camino a como sus pasos le daban. Estaba agotado, con hambre  y sentía un nudo en su garganta, notando así el miedo y angustia que sentía en tales momentos.  

¿Adónde ir? ¿Con quién ir? ¿Qué hacer? No tenía ni la más mínima idea y sentía que no podría más con ello.

El joven miro hacia adelante y fue así donde encontró la solución; frente a él se encontraba el enorme puente Hikari.

Y Sasuke sonrió tristemente al encontrar la respuesta a todos sus problemas: acabar con su vida, sin importarle el llevarse a otra con la suya.

Fin del flash back.

 

Sasuke lloro creyendo que esos serían sus últimos recuerdos y miro hacia abajo, estaba seguro que con solo un salto su muerte sería inminente.

- “Ya es hora” – pensó. No quería vivir más esa angustia, ese temor, esa culpa y dolor que se inculcaban en su pecho. Así, a punto de dar un paso y terminar de una vez todos sus problemas, escucho una voz distinta al de los policías que le hablo. Se volteo rápidamente y un chico rubio de ojos azules le miraba estando junto con los otros dos policías.

oOoOoOo

Él era Naruto Uzumaki, un joven de 18 años que había transitado por el puente en esos momentos y se enteró de toda la situación. Él también había tratado de suicidarse en un tiempo antes y un fuerte impulso le alentó que debía ayudar a ese muchacho que intentaba suicidarse. Con la mentira de que era el novio del chico suicida logro traspasar la barrera de seguridad que los policías custodiaban y llegar donde estaba. Cuando estuvo cerca vio las intenciones del chico que iba a saltar y grito: - ¡Espera!

Así obtuvo la atención del chico y pudo escuchar su voz atemorizada cuando pregunto: - ¿Quién eres?

En esos momentos las personas estaban nerviosas, hasta los medios de comunicación se habían hecho presencia y grababan acercándose lo más que podían para tener mejor ángulo de vista. Cuando vieron como el rubio había detenido el acto suicida del chico se preguntaron quién era y que relación tenían los dos. 

El rubio se acercó un poco más siento sujetado por los policías eso hizo que Sasuke se tensara y tratara de alejarse.

-       No retrocedas, no tratare de tocarte. – le dijo Naruto el ver su intento de alejarse.

-       Entonces dime ¿quién eres y que estas tratando de hacer? – pregunto sujetándose fuertemente de las barras de metal.

-       Soy una simple persona que quiere ayudarte.

Sasuke le miro desconfiado y dijo: - ¿Porque debería creerte?

-       Porque también eh estado en tu situación. – respondió Naruto sonriendo levemente. – También eh sentido esas grandes ganas de terminar con mi vida – le mostro su muñeca que estaban decoradas de unas cicatrices, signos de que también había intentado lo mismo que Sasuke. – Entiendo perfectamente cuando la vida te manda mil desgracias y no sabes dónde agarrarte o que hacer para impedir derrumbarte. – respiro antes de contar su relato.

 

“Mi madre falleció cuando tenía 11 años y mi padre se volvió un alcohólico después de su muerte. Cada noche llegaba a altas horas de la noche, borracho y de mal humor. A veces con sus amigos y otras veces solo, pero en cada una siempre recibía una paliza y gritos de su parte; me decía que la muerte de mi madre era totalmente culpa mía.

Así fueron los días viviendo con él, no podía decir nada o pedir ayuda, mi padre era lo único que me quedaba como familia y así, seguí sufriendo en silencio. Luego llegaron las cuentas de mi padre, que le debían a varios tipos. Deje el colegio por ese motivo, para trabajar y llevar dinero que mi padre ya no lo hacía.

Cuando cumplí la edad de 16 años un día mi padre llego borracho pero totalmente golpeado, su cuerpo estaba manchado en sangre y apenas podía hablar. Intente llamar a la ambulancia pero él me lo impidió y me dijo débilmente antes de morir: - “Lo siento mucho, Naruto”. Y cuando cayó inconsciente escuche las voces de los matones que mataron a mi padre, venían a por mí. Llorando deje a mi padre en el sillón y salí de la casa por la puerta trasera.

Corrí todo lo que mis piernas me daban hasta llegar a un callejón a altas horas de la noche. No sabía dónde esconderme o a donde ir, ni que hacer, estaba totalmente perdido. Así encontré un pedazo de espejo roto a mi lado y se me ocurrió la solución: acabar con mi vida. Esa noche intente acabar con mi vida, cortándome las venas, llenando el callejón con mi sangre para nunca más despertar.

Pero un persona me encontró y me llevo al hospital, me recupere a pesar de que quería lo contrario, pero la misma persona que me encontró un día me visito y viendo mi deseo de morir me dijo: - “Puede que no veas razones para seguir con vida, y que lo mejor sería terminar con ella, pero siempre hay razones para vivir y si no las vez es porque aún no la has encontrado. Mírame a mí por ejemplo, te encontré en ese cajellon. Un motivo más por el cual vivo”. Luego me sonrió y se despidió diciéndome: - “Aun hay esperanza, así que no pierdas tu tiempo para salvarte”.

Esas palabras me hicieron recapacitar y vi la luz nuevamente, me di cuenta que aún me tenía a mí mismo y que debía seguir vivo para encontrar mi razón de existir en este mundo.”

 

Al terminar su relato se dio cuenta de un par de lágrimas habían escapado. Miro a Sasuke que estaba absorto tras escuchar la historia.

-        Yo no estoy salvándote la vida, sólo quiero que te des cuenta de lo que estás haciendo. – sujetándose de la barra con ayuda de los policías alargo su mano hacia Sasuke. – Por eso te pido que no te hagas esto, tienes mucho por delante aunque no lo creas, solo tienes que descubrirlo. – El muchacho miro titubeante la mano que le ofrecía Naruto. – Si no lo crees mírame, antes yo estaba donde estás tú y ahora estoy acá.

Sasuke sintió que se le ofrecía una nueva oportunidad, que podía cambiar su futuro que lo veía tan oscuro, que podría hallar esa esperanza.

Las personas observaban con atención como el chico suicida lentamente alargaba su mano a la del rubio, muy despacio, como si estuviera inseguro y titubeante.

-       Sí, bien hecho. – exclamo Naruto al sujetar firmemente la mano blanquecina del muchacho. – ahora quiero que con cuidado camines despacio hacia mí. – miro la duda en los ojos negros y dijo: - no te preocupes yo no te soltare.

El chico de cabellos oscuros asistió y comenzó a dar pequeños pasos en el borde con una mano sujeta a la barra de metal y con la otra sujeta al chico rubio. Ahora ni supo cómo llego tan lejos, y más con tal altura que había debajo de sus pies.

-       Bien, ahora quiero que sueltes esa barra – dijo el rubio recibiendo la mirada sorprendida de Sasuke. – Si no lo haces no poder atraerte hacia acá.

El chico nervioso soltó poco a poco la barra que le daba todo equilibrio.

-       Eso es, ahora trata de… - antes de que acabara la frase, Naruto vio como Sasuke perdió el equilibrio y cayó.

Las personas dieron un fuerte grito cuando vieron al chico caer pero no fue así del todo. Naruto le sostuvo la mano todo el tiempo y cuando cayó no lo soltó sino lo sujeto más fuerte, así Sasuke quedo colgando con los pies al aire.

-       Tranquilízate. – le pidió Naruto al chico que comenzaba a hiperventilarse. – Debo subirte pero necesito que te calmes. – dijo y le pidió ayuda a los policías, gracias a ellos no había caído con el moreno pues lo sujetaron fuerte de los hombros.

Así con fuerza subieron al pequeño doncel que aterrado se sujetó fuerte del cuerpo del rubio mientras este lo abrazaba.

-       Bien, lo hiciste bien. Ahora estas del otro lado del camino. – escucho los sollozos del pequeño y le abrazo más fuerte.

Luego con el moreno en sus brazos lo llevo a la zona de seguridad, donde una ambulancia se hizo cargo de chico que se había desvanecido en sus brazos.

 

oOoOoOo

 

Sasuke despertó cegado por la luz y poco a poco vio que se encontraba en una habitación de hospital, a sus costados había miles de flores, peluches y tarjetas, lo cual le dejo extrañado. Se asustó cuando la enfermera ingreso al cuarto.

-       Oh veo que despertaste, que bueno. – dijo sonriente la enfermera de ojos verdes y cabello rosado. – te tomare los signos vitales para ver tu estado. – comento acercándose a Sasuke.

-       ¿De quién son esos obsequios? – pregunto.

-       Son tuyos por supuesto.

-       ¿Míos? – se extrañó de que alguien le regalara algo a él, que ya no tenía a nadie.

-       Claro, ahora eres muy popular. – dijo la mujer terminando de examinarlo, tomo el control remoto y encendió el televisor.

En la pantalla justo mostraban al moreno amenazando con saltar, luego contaban la linda historia de su salvador y muchas exageraciones televisivas.

-       Esos regalos son parte de los canales de televisión y otros del mismo alcalde. – comento sorprendiendo a Sasuke cuando nombro al alcalde en todo ese embrollo que armo. – también estuvieron tus padres, tu madre confeso y demando por el maltrato que tu padre le dio a ti y a ella, ahora esta tras las rejas.

Sasuke no sabía cómo reaccionar, todo pasaba muy rápido pero luego un recuerdo le vino a la mente y pregunto a la peli rosa: - ¿Cómo está mi hijo? 

La mujer sonrió y respondió: - Él bebe está bien, no salió ileso.

Eso calmo al moreno, si no se lanzó del puente fue en parte por ese ser que no tenía ningún rastro de culpa pues solo deseaba vivir y por las palabras de su rubio salvador. Se preguntó en dónde estaría, ya que debía darle las gracias, si no fuera por ese chico…

-       Tienes mucha suerte. – comento la enfermera viendo un lindo oso de peluche blanco.- tu novio es muy buena persona, si hasta ha venido todos los días a ver cómo te encuentras. – le tendió el osito que en ella estaba sujeta una tarjeta que decía: “Recupérate”.

-       ¿Novio? – pregunto sin dejar de ver el obsequio.

-       El chico rubio, el que te salvo en el puente.

Sasuke se sorprendió y quiso preguntar más pero la puerta se abrió dejando ver a una mujer de cabellos negros.

-       ¡Sasuke, mi niño! – exclamo la madre de Sasuke corriendo a abrazarlo.

-       ¡Mama! – dijo el moreno correspondiendo el abrazo.

La peli rosa se retiró del cuarto dejando a madre e hijo solos.

-       Perdóname hijo, perdóname. – pedía su madre. – si no hubiera permitido que tu padre llegara a esos extremos tu nunca tendrías que haber llegado a tal acto.

-       Tú no tienes la culpa madre – le tomo del rostro viendo sus lágrimas caer. – no tengo que perdonarte de nada.

Mikoto, así el nombre de la mujer, sonrió levemente y beso la frente de su hijo. Así paso una tarde donde le explico a Sasuke de cómo se enteraron de él y de cómo denuncio a su padre.

-       Ya no debemos preocuparnos de él, todos sus bienes quedaron a mi nombre y así viviremos bien por un buen tiempo. Tú, yo y ese pequeño que estas esperando. – comento feliz su madre.

Sasuke se alegró también pero luego pensó en Naruto, nombre de su salvador que había descubierto por lo escrito en la tarjeta en el peluche blanco, que aún estaba en sus manos.

-       Él te lo regalo. – dijo Mikoto. – es un buen chico, ha venido a verte estos días y de seguro mañana también vendrá.

-       ¿Has hablado con él?

-       Sí, le agradecí el haberte salvado.

-       Yo también quiero agradecerle. – dijo y acaricio el peluche con ternura.

Hora después su madre se despidió de él, diciéndole que mañana iría a buscarlo porque el doctor le había dado de alta.

Al día siguiente despertó encontrándose con Naruto a su lado, este acomodaba un ramo de flores en la mesilla a su costado.

-       Hola Naruto. – saludo el moreno asustando al rubio. – Lo siento, no quise asustarte.

-       No, estaba distraído. – respondió. – Me dijeron que habías despertado y por eso te traje estas flores. – señalo el ramo girasoles. – Según me comento tu madre, eran tus flores favoritas.

-       Sí, lo son. – dijo levantándose hasta quedar sentado. – Son unas flores muy bonitas, gracias por las flores y también por el oso de peluche.

-       ¿Te gusto? No sabía que darte y me pareció lindo el oso. – dijo apenado por el agradecimiento.

-       Sí, me gustó mucho y desde ayer quería hablar contigo.

-       ¿Ah sí? Bueno, tú dirás.

-       Quería agradecerte por tu ayuda, sino fuera por ti yo no estaría acá en estos momentos. – dijo Sasuke mirando hacia las sabanas que arrugaba con sus manos recordando el incidente del puente. – Estaba perdido y asustado, pero tú llegaste y sin conocerme me ayudaste. – miro al rubio y le dedico una sonrisa. – Muchas gracias por salvarme.

Naruto se sonrojo por la sonrisa que le daba el moreno y apenado levanto los brazos y dijo: - No, no agradezcas, si ya te dije que no te salve la vida, solo te ayude.

-       Aun así, te doy las gracias. – finalizo Sasuke y luego quedaron en un silencio que raramente no resulto incómodo para ninguno de los dos.

-       ¿Cómo está tu bebe? – pregunto Naruto sentándose a su lado en un silla.

-       ¿Cómo lo sabes?  - pregunto sorprendido de que supiera de su estado.

-       En la televisión dijeron que eras doncel y estabas esperando un pequeño lo cual me dejo muy sorprendido.

El pelinegro se avergonzó de que ahora todas las personas supieras su condición y más que estaba gestando, el ser doncel no era bien visto. Naruto se dio cuenta y me arrepintió de haberlo preguntado.

-       Oye, no te pongas así. – le ánimo. – Ser doncel no es signo de algo malo.

-       Claro que sí, soy una clase de fenómeno.

-       Eso es lo que la sociedad dice o ¿acaso crees que eres un fenómeno?

-       No, pero… yo no sabía que era hasta que descubrí que estaba gestando. – sus ojos oscuros desviaron la mirada azulada, no había hablado eso con nadie y le avergonzaba hacerlo. – Por ello paso todo este problema.

-       ¿Estás culpando a tu bebe por lo que paso? – pregunto frunciéndose el ceño.

-       ¡No! – negó de inmediato. – No culpo a mi hijo por lo que ocurrió, él no tiene la culpa de nada pero si a mi condición de doncel.

-       Oye, escúchame. – atreviéndose Naruto le tomo del mentón atrayéndose la mirada oscura hacia él. – ¿No ves? Ese es tu propósito, por ello estas aquí y debes luchar, por ese pequeño ser que tienes en tu interior que solo quiere vivir. Tú eres alguien especial ¿No lo entiendes? Si, has pasado por momentos fuertes pero eso no debe dejarte ganar, puedes sobresalir de esto. – acaricio la suave mejilla mientras veía unas gotitas querer salir de esos hermosos ojos negros. – Debes ver la luz, esa luz que te guiara a tu camino, a tu propósito en la vida. Te lo dije esa vez, aún queda esperanza.

Sasuke pestañeo soltando un par de lágrimas, nadie le había dicho tan bellas palabras que sentía que venían con tal veracidad que se sintió feliz de estar vivo. El ojiazul limpio las lágrimas que cayeron y cuando se iba a alejar unas manos blancas le sujetaron para que no alejara tal contacto.

-       Gracias. – susurro Sasuke sonriendo levemente mientras cerraba los ojos.

Naruto sonrió. Ese lindo doncel había llegado a sus brazos de un día para otro y ahora no podía dejarlo, sentía que debía protegerlo como en ese momento que lo sostuvo en brazos en el puente.

-       Sasuke he venido a…. – Mikoto entro de improvisto al cuarto rompiendo tal escena. – Oh, lo siento.

-       No descuide, Mikoto-san. – le dijo Naruto separándose del pelinegro.

-       No, yo vendré más tarde. – Dijo y cerró la puerta tras salir.

-       Perdónala, ella cree que somos novios. – comento Sasuke y recordó lo dicho la enfermera. – Aunque no es solo ella, todos creen eso.

-       Sí, lo escuche en las noticias.

-       Descuida, lo aclare todo cuando salga. – dijo sintiéndose algo apenado por el inconveniente que le hizo pasar al rubio. – Te ha de molestar que lo digan, a ti, tu novia quizás.

-       De hecho, no me molesta. – dijo sonriente mirando divertido al pelinegro. – y tampoco a mi novia, porque no tengo una.

-       Oh, bueno de igual forma les aclarare.

-       ¿Te molesta que sepan que somos novios?

La pregunta sonrojo al moreno que desvió la mirada del ojiazul: - No me molesta, pero… no es verdad, nosotros no somos novios.

-       Sí, pero eso se puede arreglar. – dijo acercando su rostro al pelinegro, este al escuchar la frase se volteo rápidamente.

-       ¿¡Que?! – exclamo sintiendo sus mejillas arden.

Naruto rio por la reacción y dijo: - No te exaltes, no intentare nada. – volvió a sentarse en la silla. – pero si me gustaría al menos intentarlo, claro si tú me lo permites. – aclaro rápidamente rogando que no fuera muy precipitado para Sasuke su proposición.

-       ¿Tú… quieres que seamos novios?

-       Bueno, no ahora, recién nos conocemos pero podríamos empezar como amigos. – esa propuesta calmo más a Sasuke. – ¿Entonces qué dices?

El ojinoche aun con sonrojo le miro y respondió: - Si, me gustaría. Pero tengo a alguien más conmigo. – dijo acariciando su vientre casi plano.

-       No te preocupes. – se levantó suavemente para acariciar su mejilla. – Se perfectamente a lo que voy contigo, Sasuke.

El ojinoche le miro, era la primera vez que escuchaba su nombre de la voz del rubio, este le sonrió y así pasaron toda la mañana conversando hasta que la madre de Sasuke entro para empacar las pertenencias de su hijo, pues era hora de salir de hospital.

 

Ocho meses después.

Naruto entro al hospital, ese día daban de alta a Sasuke y a su pequeña hija. Se encamino a la habitación que ya conocía y entro.

Sasuke estaba en la cama semi acostado con un pequeño bulto en sus brazos, en cuando vio al rubio entrar sonrió y lo saludo: - Hola, ¿cómo te fue en el trabajo?

-       Muy bien, y mi jefe te da las felicidades por la pequeña. – comento y se acercó a darle un beso en los labios a Sasuke.

Luego del incidente del puente, se hicieron amigos como fue el principio de la proposición que le dio al moreno, pero no tardaron mucho en sentirse atraídos uno al otro, y luego de meses antes de que la pequeña naciera quedaron como novios oficialmente.

-       ¿Cómo te encuentras? -  pregunto mientras recibía a la pequeña en sus brazos.

-       Un poco adolorido pero bien. – respondió mientras sonreía viendo al rubio haciéndole morisquetas a su hija que lo miraba con atención. – Quería hablar contigo de algo.

-       ¿Qué cosa?

-       Quiero pedirte que tú le des el nombre a mi hija.

-       ¿Cómo? – pregunto mirándolo sorprendido.

-       Eso, quiero que tú le des su nombre.

-       Pero Sasuke, eso es algo importante y no sé si deba…

-       Quiero que tú lo hagas. – alargo su mano para tocar la mejilla del ojiazul. – si no fuera por ti, ni yo ni esta pequeña estaríamos con vida.

-       Sasuke te he dicho que….

-       Sí, sí, que no nos salvaste pero sin tu ayuda no estarías aquí, así que pienso que sería mejor que tú lo decidieras.

Naruto miro a la nena que estaba en sus brazos, de pelo negro y ojitos negros al igual que su gestor. Se sentía feliz de que Sasuke le confiara tal tarea pero aun así no estaba muy seguro: - ¿Estás seguro que quieres que yo le dé el nombre?

-       Sí, arriesgándome que le escoges un nombre… algo excéntrico.

-       ¿Cómo algo excéntrico? – frunció el ceño a tal comentario.

-       A veces tus ideas son algo raras, sin ofender claro.

-       ¿Cómo que raras? Dime una entonces.

-       Ahs, Naruto, vas a escogerle el nombre sí o no, si no quieres entonces yo lo hago.

El ojiazul miro a la pequeña y recordando como llego a conocerla a él y su papi sonrió y respondió: - Hikari, su nombre será Hikari.

-       ¿Hikari? – repitió Sasuke. – Mm… si me gusta, le queda el nombre ¿Cómo se te ocurrió?

Naruto le devolvió a Hikari al moreno y dándole un tierno beso en sus labios dijo: - Recuerdas el nombre del puente, donde te conocí.

-       El puente Hikari. – respondió Sasuke sonriendo. – Lo recuerdo perfectamente, si ahí fue donde te conocí.

-       Recordé eso y no evite pensar en el nombre.

-       Bien pequeña desde ahora te llamaras Hikari. – acurruco a la bebe a sus brazos mientras ella bostezaba, signo de que le ganaba el sueño. – Mi pequeña Hikari.

-       Antes que uses más el nombre quiero una condición por escogerle el nombre.

-       ¿Condición? No estás en posición de pedir una si te lo estaba pidiendo.

-       Da igual. – tomo de mentón al moreno y a centímetros de su rostro dijo: - Quiero que dejes de nombrar a la nena como si fuera tuya.

-       Pero si es mía, es mi bebe.

-       Sí, no discuto eso, es tuya pero quiero que pase a ser nuestra hija. – finalizo sonriendo viendo el adorable sonrojo de su novio.

-       ¿N-nuestra hija? – titubeo mirando a Hikari dormitar en sus brazos. – Quieres… ser el padre de Hikari.

-       Sí, de hecho ya siento que es mi hija. – respondió acariciando los risos negros de la pequeña Hikari. – por eso quiero que tu pienses que también soy su padre. – miro a Sasuke y vio que no sabía responder. - ¿No quieres que sea también mi hija? – pregunto algo dolido por la reacción de su novio.

-       ¡No! No es eso. – se apresuró a responder. – es solo que… eso haría que nuestra relación sea más…

-       ¿Más?

-       Mas… no sé, más seria, más para algo futuro o algo por ese estilo. – dijo sonrojándose aún más.

-       Pero eso quiero contigo Sasuke, quiero estar contigo no para algo que dure poco, sino que perdure años. – entrelazo su otra mano con la del pelinegro. – Te amo mucho y me siento muy feliz de estar contigo en estos momentos y de haberte conocido en ese puente.

-       Naruto… - pronuncio sorprendido, luego sujeto fuertemente su mano y con un suave beso que le dio al rubio respondió: - También te amo y me alegro de haberte conocido en el puente.

Naruto sonrió feliz y con otro beso que le dio pregunto: - Entonces ¿puedo darme el lujo de decir que Hikari también es mi hija?

-       Sí, ahora es nuestra pequeña Hikari. Nuestra pequeña luz. – dijo Sasuke mirando con cariño a la bebe que se acurrucaba en sus brazos.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado, queria hacer un epilogo pero preferi dejarlo como esta. Si existen fallas ortograficas me dicen. Acepto todo tipo de review, por fis :) para saber si les gusto o no. 

Bien, no vemos. 

Bye Bye. 


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