---Punto G---
Después de haber derrotado a Cronos y ya teniendo un lugar en el campamento, las cosas se le hicieron más fáciles y aunque su padre le insistiese en regresar al inframundo porque tenían mucho que hacer ahí, el prefirió negarse y disfrutar de ese verano, su primer verano, en compañía de sus únicos y verdaderos amigos. Sonaba cursi, sobre todo viniendo del hijo de Hades, pero nadie le iba a escuchar decirlo de esa forma. Si alguien le preguntara solo diría que se estaba escapando de sus deberes como hijo del dios del inframundo, sonaba más como él.
Una vez había terminado de desempacar las pocas pertenencias que tenía, se encamino por todo el lugar para ver quienes ya se encontraban ahí en estos primeros días. Logro advertir a quienes todo el tiempo permanecían ahí, los hermanos Stoll, Clarisse y algunos campistas de Hefestos y Afrodita. Pocos en realidad, pero sabía que aquellos días llegarían muchos más, todo gracias a Percy. El idiota sesos de alga que les había salvado y había defendido, no solo su lugar sino también el de varios chicos más.
Percy Jackson, el idiota que de algún modo se había metido no solo en su vida, sino también en otro lugar más, suspiro perdido en sus pensamientos sin darse cuenta que el dueño de ellos se acercaba peligrosamente por su espalda.
-Nico!!
Sin pensárselo y ya más por culpa del reflejo que por otra cosa, desenvaino la espada y ataco a quien había osado asustarle. Sus ojos se abrieron de más, observando el rostro sorprendido de Percy. Su boca se abrió para gritar o sabían los dioses que, pero había atacado a su amigo. La desesperación hubiese hecho presa de él sino fuese porque el hijo de Poseidón con una sonrisa en el rostro le explico:
- Tranquilo, recuerda que soy invencible.
Y llevando su mirada al lugar donde se supone que Percy debía estar sangrando, aliviado se dio cuenta que era verdad, eso no podía matarlo. Esta vez suspiro de alivio y le dio un golpe en la cabeza al sesos de algas.
-No vuelvas a hacer eso!!, si no fuese porque llevas la maldición de Aquiles ya estarías muerto!!
- Descuida, no lo intentare otra vez siquiera, la próxima si no me mata tu espada, lo hará tu mirada. Viejo sí que te pareces a tu padre! jaja.
Nico frunció el ceño por el comentario mientras veía a Jackson alejarse hacia su cabaña con una risita, que más que escandalosa o molesta, le parecía hermosa. Se dio un golpe mental y le siguió por detrás, recordando cual era el talón de Aquiles del hijo de Poseidón. Un punto en la espalda baja. Llevo sus manos al lugar y sintió como Percy se estremecía de pies a cabeza por el simple roce.
-Que… que estás haciendo!?.
Los ojos verde aguamarina le observaban acusadoramente, pudo reconocer un pequeño sonrojo en el rostro del mayor. Su cerebro trabajo a mil por hora dándose cuenta que ese no solo era un punto mortal sino también un punto sensible en la piel de su amigo. Sonrió para sí mismo mientras se encogía de hombros y le daba la espalda a Percy. Ya podría jugar con el más adelante.