Desde el día en que había vuelto de su servicio militar, las cosas entre ellos tenían una extraña química, a pesar de ser mayor se sentía vulnerable y frágil al lado de él.
Suspiró, viendo aquellos videos que había estado subiendo a instagram, era tan extraño y resultaba casi estúpido, que se estuviera comportando de esa manera, sonrió de forma cansina.
-¿Qué pasa?-preguntó aquella voz, que le erizaba los vellos, tensándolo.
-Nada, solo estoy cansado-murmuró con desgano, mordiendo de forma distraída el sándwich que tenia frente a él.
-No te creo-le dijo sentándose frente a él, mirándolo de forma fija, comenzando a ponerlo nervioso- enserio, ¿Qué pasa?, pareces apagado-le dijo.
-No es nada-soltó desviando su mirada hacia otro lado.
-¡Yah, enserio!-le dijo dándole un golpe en la cabeza de forma suave-algo tienes, ¿acaso no somos amigos?
¿Amigos?, a un amigo no lo quieres de forma en la que te estoy comenzando a querer, pensó mirándolo molesto.
-¿Por qué siempre eres tan bruto KangIn?-reclamó sobándose la cabeza.
-Nunca te ha molestado-le dijo sonriéndole, prefería verlo molesto, que verlo perdido en sus pensamientos, como triste… como cuando HanGeng dejó Super Junior.
-KangIn-murmuró SungMin entrando en la cocina- podrías ayudarme con unas cajas-le dijo sonriéndole.
El menor asintió parándose, sin notar el ceño fruncido de HeeChul, “KangIn esto, KangIn lo otro” susurró imitando la voz de SungMin.
-¿Tanto te molesta?-preguntó KyuHyun sonriendo al verlo haciendo caras ante los pedidos constantes de Min por KangIn.
-Tu cállate y ponte a cuidar las tortugas de tu novio-siseó fastidiado, saliendo de la cocina, alcanzando a oír la risa del maknae, maldito el momento en que JongWoon se largó a su servicio dejándolos a ellos con un maknae emocionalmente inestable y sexualmente frustrado.
Caminó por las calles de la ciudad pensando mil y un cosas, hasta que su celular comenzó a sonar sacándolo de su burbuja.
-¿Qué?
-¿Dónde te metiste?-preguntó la única persona con la que no deseaba hablar en ese momento.
-No te importa-espetó esperando que lo dejara en paz, error, ¡por favor!, es KangIn no lo dejaría en paz ni por todo el dinero del mundo.
-Claro que me importa-dijo en tono calmado- eres… mi amigo, y los amigos se cuidan ¿no?
-Deja eso, por favor-le pidió deteniendo sus pasos en medio de un parque, sintiendo ganas de llorar.
-Si quieres que lo deje, dime donde estas-le dijo, tomando sus cosas para salir del departamento.
-No quiero verte-susurró sentándose en una banca, cerrando sus ojos.
-¿Por qué?-preguntó ¿asustado?
-Porque… me confundes-murmuró con pesadez- y no quiero estar confundido, no más.
-HeeChul-murmuró con voz tranquila, que contradictoriamente lo alteró más.
-No-murmuró de forma inestable.
-Ni siquiera sabes si me pasa lo mismo-le dijo el menor.
-¿Te pasa?-preguntó intrigado.
-No-dijo riendo un poco.
-Te odio-le dijo colgando la llamada, sintiéndose un completo idiota, ¿Por qué se tenía que enamorar de alguien como YoungWoon?
-Por qué yo se que te amo-dijo KangIn parado junto a él.
-¿Qué?-murmuró apenas, su mente estaba en shock, ¿acaso…?
-Que te amo-le dijo tomando entre sus manos el sonrojado rostro el mayor acercándolo al suyo- es como si fueras un imán, no puedo apartarme de ti y el solo pensar en estar lejos de nuevo me deja sin fuerzas.
-¿Cómo puedes ser tan cursi?-preguntó mientras pequeñas lágrimas comenzaban a caer de sus hermosos ojos que brillaban de forma especial.
-Tanto tiempo con el MinWook, supongo-le dijo dándole un tiernísimo beso- te amo Kim HeeChul.
-Eres un babo-le dijo de vuelta, llevando sus manos al cuello del menor abrazándose a él- pero… creo que te amo.
-Es que soy irresistible-le dijo y antes que pudiera reclamarle cualquier cosa, lo besó de forma apasionada.
Cuando sus labios se separaron HeeChul le dio un golpe a KangIn en la cabeza.
-¿Por qué…?-preguntó curioso.
-Me lo debes-le dijo sonriéndole- por todos los que me has dado en los últimos días.
-Tenía una buena razón-se excusó mirándolo como perrito regañado.
-Enserio-murmuró con sarcasmo.
-Prefería verte molesto, que triste y perdido en tus pensamientos-le dijo abrazándolo hacia él.
-Babo-le dijo escondiendo su rostro en el cuello del menor, aspirando su aroma, que lo mareaba- aléjate de SungMin.
-¿Celoso?-preguntó apretando suavemente el cuerpo del mayor contra el suyo.
-No y no que quieres conocer celoso-murmuró dándole una mordida al cuello de KangIn- eres mío, mío, mío y solamente mío Kim YoungWoon.
-Lo mismo digo Kim HeeChul-le dijo dándole un beso.