‘’Aun no tengo sueño.... ’’
Aquella misma noche, otro castaño regresaba a su casa cuando recibió el mismo mensaje que le había llegado a su profesor. Saco el celular y lo leyó.
‘’El resultado de mi plan: Éxito. Gane’’
Se sonrojo al pensar que tendría que tomarse esas ridículas fotos, guardo el celular en su bolsillo y siguió su camino hacia el apartamento que compartía con su amante.
Abrió la puerta de su hogar y se dio cuenta de que el escritor ya había llegado de su viaje, antes de que pudiera saludarlo, cogió rápidamente unas cosas que traía en su bolsa y se encerró silenciosamente en el baño.
El peligris estaba en su habitación, sin darse cuenta de que el castaño había llegado.
-‘’Tengo que hacerlo! Tengo que hacerlo!’’-Pensaba para sus adentros el castaño.-‘’Lo hare…’’-Suspiro finalmente el castaño.
El menor se quitó la ropa hasta quedar simplemente en un bóxer muy pegadito (ewe...) y se puso una camisa que le pertenecía al mayor, que obviamente le quedaba muy grande. Las mangas le quedaban largas y de largo le llegaba hasta debajo de las nalgas (>3<) Se veía totalmente adorable.
Se escurrió silenciosamente hasta la habitación de los Susuki’s, cogió uno pequeño y lo abrigo entre sus brazos. (Ya se lo imaginan *3*)
Suspiro y se apoyó en el marco de la puerta de la habitación del mayor.
Miro al peligris con un leve sonrojo en las mejillas, mientras abrazaba a aquel osito de peluche.
-Usagi-tan-tentei...-Hablaba adorablemente (?) – Ya vamos a dormir...?-Le miraba tierna pero picara mente.
El mayor volteo a ver y casi se desmaya de la impresión. Ver a su niño insinuándosele así no era cosa que pasaba todos los días. Se acercó peligrosamente al muchacho y le abrazo por la cintura, sonrió lujuriosamente.
-Misaki...-Sonreía el mayor.
Cuando el mayor se acercó para darle un beso, interpuso al peluche, el cual recibió el beso de parte del peligris, el chico se separó de él y corrió hacia la cama mientras reía traviesamente.
El castaño se sentó en la cama y a su lado el peligris quien trataba de averiguar el plan del ojiverde.
-Usagi-tan...-El menor empujo suavemente al mayor en la cama y se sentó en sus piernas, se acercó a él y rozaron sus labios, el castaño abrazaba al peluche con un brazo y con la mano libre acariciaba la mejilla del ojivioleta.
-Tentei...aun no tengo sueño...-Comenzo a besarle tiernamente el cuello, y susurro entre besos.-Quiero jugar con usted...-Decia con un tono de voz muy sensual.
-Entonces juguemos, mi pequeño travieso...-El mayor sonrio y metio las manos dentro de la camisa del menor y comenzó a acariciar lentamente su espalda.
El menor al sentir las frías manos del escritor contra su piel se estremeció por completo, El mayor lo tomo por la barbilla y lo acerco a sus labios que se unieron en un beso lleno de pasión y deseo de aquellas dos personas que se amaban y deseaban entregarse por completo el uno al otro.
El peligris puso al menor sobre la cama, y se ubicó sobre él, le desabotono la camisa y la lanzo a alguna parte (?) Comenzó a besar el cuello de su amante con mucho deseo, no lo había tocado hace muchos días, lo deseaba por completo.
Mientras el mayor besaba, mordía y lamia todo el pecho de su uke dejando marcas de propiedad, el menor solo se limitaba a sentir, a sentir esa pasión y temperatura que no sentía hace mucho tiempo, suspiraba y gemía por cada roce de su seme.
El mayor bajo hacia esos botones rosa que comenzó a lamer y chupar con devoción, en realidad sabía que eso al menor lo volvía loco, el menor acariciaba el pelo de su amante.
El mayor, bajo por el abdomen del menor depositando pequeños besos en toda su extensión, cuando llego al bóxer, lo bajo de un tirón, dejando expuesto el ya erecto miembro del menor.
Se saco su propia camiseta y comenzó a darle primero pequeños besos haciendo que el menor suspirara varia veces, repentinamente se lo metió todo a la boca haciendo que el menor gritara de placer.
-Ah! Ah...ah...usagi...usagi-san...-Gemia el menor, que aunque no lo admitiera le encantaba sentir su miembro dentro de la humeda cavidad del mayor.
El mayor continuaba con su trabajo, chupando el miembro del menor de arriba hacia abajo, subiendo y bajando la velocidad, algo que hacia enloquecer al castaño.
-Ah...u...usagi san...yo...yo me ven..!!-Sin más aviso se vino dentro de la boca del escritor, que trago toda la esencia que le dio su amado.
-Misaki...eres completamente delicioso...-El mayor subio a los labios del menor y comenzó a besarlo con lujuria, hasta que se separaron por la falta de aire.
El mayor acerco tres dedos a la boca del menor, que con algo de vergüenza se los metió a la boca y los dejo bien lubricados con su saliva.
El mayor acerco sus dedos a la entrada del menor y comenzó a acariciarla por fuera, metió el primer dedo y el menor dio un gemido de dolor por la intromisión pero poco a poco, mientras el mayor hacia movimientos similares a embestidas, se fue acostumbrando.
El mayor al notar esto metió el siguiente dedo y comenzó a abrirlos en forma de tijera, el menor gemía al sentir los largos dedos del escritor, metió el tercero y comenzó al moverlos, el menor ya no sentía dolor, solo sentía un gran placer.
El mayor al sentir que el castaño ya estaba listo se ubicó entre sus piernas, Se sacó su pantalón junto con el bóxer y coloco la punta de su miembro en la entrada de su uke, comenzó a meterlo lentamente en el interior del castaño mientras acariciaba sus finas piernas y sus glúteos.
Al estar totalmente dentro comenzó a moverse lentamente mientras devoraba los labios del ojiverde que con su mirada le pedía más, comenzó a embestirlo salvajemente mientras besaba lujuriosamente el cuello del menor.
El mayor no podía pedir más, estaba poseyendo salvajemente a su amor, el cual se le había insinuado, se quedó contemplando el rostro del castaño, con los ojos semi abiertos, las mejillas completamente sonrojadas, la boca abierta dejando salir un hilillo de saliva, y sacando esos hermosos gemidos que eran melodía para sus oídos.
El menor estaba sumido en la lujuria extrañaba todas esas sensaciones que lo hacían sentir todo y exclusivamente solo de su amante.
-ah..ah..Usagi-san!!-Sin previo aviso el menor se vino, con un gemido que era casi un grito, manchando sus abdómenes, el mayor al sentir la presión que hacia la entrada de su uke, se vino.
-Misaki!!..-El mayor soltó toda su esencia dentro del menor, con un gemido ronco.
Se unieron en un beso lleno de amor que demostraba lo que el uno sentía por el otro.
Se separaron y el mayor se acostó, poniendo en su pecho al ojiverde.
-Misaki...te amo...no podría vivir sin ti...-Abrazo a su uke.
El menor también lo abrazo y dijo en apenas un susurro, solo para los oídos del mayor:
-Y-Yo también te amo...Usagi-san...-Se durmieron abrazados.
Aquellos individuos se dejaron llevar por los brazos de Morfeo después de haber tenido una noche llena de pasión y romance.