PARAMNESIA
Primero lo sorprendió, luego le congelo, después simplemente le beso para más tarde dirigirse hasta una ventana cualquiera. Sentado desde ahí le quito el hechizo mientras el en lo único que pensaba era en lanzarle una sarta de justos insultos por su atrevimiento. Vio una lagrima rodar por su mejilla y decir lo sabia y antes de que el pudiese reaccionar lo vio resbalar hacia el precipicio……………-no- fue lo único que logro articular ante tal tragedia.
Toco la fría piedra añorando por un instante no haber sido tan insensible, pensando en que todo podría haber sido diferente, pero era tarde y las lágrimas comenzaron a brotar inevitablemente desde sus verdes ojos.
Sabe que la conmoción esa mañana será grande, no se perdona el no haberle visto, pero quien lo culparía, había visto tantos cadáveres que ya no soportaría ver uno más. Su amigo le remueve en la cama, ignora que esta despierto, le recuerda que es hora de levantarse, de comer pero nada de eso le interesa.
A duras penas logra llegar al Gran Comedor sus amigos le miran extrañados, es cierto que ellos no se llevaban bien pero no por eso se mostrara indiferente por lo ocurrido, por un demonio el le vio caer, acaso no entienden eso.
Un fuerte golpe en su hombro lo saca de sus cavilaciones desea gritarle al imbecil pero Ron le gana nombrándole por un apodo conocido aquel infeliz, mira entonces con mas atención pero solo alcanza a divisar una capa despareciendo por la puerta de entrada, su corazón se acelera, es imposible o ¿es que acaso su amigo ya le encontró un reemplazo?
Toda duda queda aclarada al mirar a la mesa de las serpientes y notar una cabellera platinada en el mismo lugar de siempre.
Esta estático, no puede moverse, como es posible, el lo vio, el……Le preguntan que le sucede, no dice nada, no esta seguro de lo que ha pasado, mas tarde Hermione le sonsaca lo que le aflige y esta con asombro le da una explicación que en vez de aliviarlo lo complica aun mas.
Aunque parezca ridículo no puede dejar de observarlo, ya es tan notorio que hasta se ha corrido el rumor de que Potter cree que el ex Mortifago ha vuelto a las andadas y comienzan los ataques verbales en su contra nuevamente. Puede notar su mirada llena de odio en su contra preguntándole el porque no le deja en paz, si era por esto que le salvo el pellejo ante el Witmorgh y el no sabe que responder.
Lo ha escuchado, no quiere dar crédito a ello pero aun así se dirige a la enfermería para solo constatar que es cierto, lo han atacado y por lo que sabe todo es su culpa.
Le han mandado llamar a la dirección, se sorprende cuando la directora le pregunta que ha descubierto acerca del chico Malfoy y es solo entonces que comprende que esto se le ha ido de las manos, desea explicarle lo que en realidad sucede pero en vez de eso le pide que le deje en paz, tanto a el como al rubio y que si sabe algo le informara a su debido tiempo. No muy convencida aceptan su petición y le dejan marchar. Siente una opresión en el pecho, solo conoce a una persona que le ayudara a alivianar aquella carga y la busca.
Hermione tiene razón, no debió haber sembrado la duda pero el ya no quiere parecer mas raro de lo que ya es, suficiente tiene con haber sido “El Niño Que Vivió” y ahora “El Salvador del Mundo Mágico” para sumarle el de “Adivino”, no gracias, el no deseaba quedar al nivel de la profesora Trelawney, aunque solo se trataran de sueños premonitorios, además dudaba un poco la veracidad de lo que su amiga le había dicho, después de todo, aunque aquel sueño fuera muy real nada decía que fuera ocurrir, la prueba era que no había pasado y ya hace semana de él. No, Hermione debía estar exagerando y en lo único que tenia razon era en que aquello debía quedar en secreto.
Solo deseaba dar un paseo, nada más, pero tal parecía el jamás tendría un momento de sosiego en su vida, pues los gritos llegaban como una señal de auxilio que como siempre el se negaba a rechazar. Corrió en dirección a este ignorando lo que le esperaba y por una vez en su vida deseo que su complejo de héroe no lo manejara a su antojo pero que podía hacer, ya estaba ahí y peor aun le habían visto. Lanzo un par de hechizos en contra de los atacantes los cuales en vez de mostrar temor o arrepentimiento solo se mostraban sorprendidos y le exigían saber el porque reaccionaba de esa forma si lo único que ellos deseaban era ayudarle. El no dijo nada, necesitaba procesar todo aquello y mientras hacía eso un rubio aprovecho su primera oportunidad para huir ante el grito molesto de uno de los estudiantes que no dudo en seguirle irguiendo la varita en son amenazante.
Ni sus órdenes, ni las amenazas que le lanzo parecieron hacer mella en el muchacho como lo había conseguido con sus compañeros, tal parecía aquel chico lo único que perseguía además de a Malfoy era un poco de fama y prestigio al hacerle frente a la nueva amenaza que según pensaba emergía en su colegio.
Se encontraba en una persecución inútil pensando porque no le ahorraba tal dolor de cabeza tanto al rubio como a él con solo abrir la boca y decir a los cuatro vientos que lo que ellos imaginaban estaba lejos de la realidad, pero como siempre pensar en lo que no hizo era inútil a esas alturas y ahora solo debía preocuparse en darle alcance a ese lunático que lanzaba a diestra y siniestra un sin fin de hechizos que eran devueltos con gran maestría por quien huía de su alcance.
Él no quería interferir mas que con advertencias en contra del chico pero al escuchar un Crucio supo que ya era hora de mostrarle al mocoso por que es que el era el salvador del mundo mágico.
Dos hechizos dieron contra la pared, el chico se movía con agilidad y tal parecía ya había precavido ser atacado por él, porque aunque pareciera inverosímil, la misma persona que unos minutos antes le decía admirarlo y desear ayudarlo le estaba atacando también, fue ahí cuando aprovecho su segundo de distracción y le pego con un desmayius en pleno pecho haciéndole caer al instante retumbando en el duro y frio piso de piedra.
Escucho unos gimoteos a lo lejos, se sentía incomodo al tener que ir hasta ahí pero debía hacerlo, tenia que ver con sus propios ojos que se encontraba bien, aun sabiendo de ante mano que seria mal recibido y que de seguro hasta una maldición podría llegarle pero aun así fue para encontrárselo apoyado en la pared respirando agitadamente y mas pálido de lo que alguna vez lo había visto en el pasado. Lo llamo por su nombre pero tal parecía no le había escuchado, lo intento otra vez notando como se movía un poco, se aproximó aún más para verlo de cerca y cuando estaba a punto de tocar su hombro vio como un rayo azul era lanzado hacia el.
Estaba congelado pero aun así notaba su rostro compungido, sombrío, intentando de formular una pregunta que no terminaba por salir de su boca y cuando lo hizo deseo porque fuera mudo porque ya se temía lo que vendría.
Acaso no existía el perdón, acaso no merecía una oportunidad, esa y muchas otras preguntas le hizo a lo cual el solo asentía mentalmente, mientras el le exigía saber entonces porque no le dejaba en paz, porque sus constantes persecuciones, porque le acusaba de conspiraciones cuando sabia que nada de eso era cierto, entonces no pudo evitarlo y una imagen paso en su mente, bastando solo eso para ver como una escurridiza sonrisa aparecía en el rostro alterado de Malfoy.
-Es por eso….todo esto…se debe a eso….
No sabia que estaba usando la legeremancia en el y si era así realmente era muy bueno porque ni logro sentir la intromisión a su mente.
-Me salvaste por eso….solo por eso-
Quería gritarle que se equivocaba que aquellas imágenes no tenían nada que ver con lo que en realidad estaba pensando pero entonces ante su asombro unos calidos labios se posaron en los suyos y a diferencia de la vez anterior se quedo sin palabras, pudo notar entonces por primera vez unos hermosos ojos grises que le miraban con tristeza, para luego alejarse de él, caminando hacia atrás, como no deseando perderse ni un segundo de su asombro. Le vio sentarse a la orilla de un gran ventanal y entonces cayo en cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir, vio una lagrima caer por sus mejillas y escucharle decir que el perdón no existía antes de quitarle el hechizo paralizador que apenas desapareció fue a por su varita para evitar lo inevitable…pero ya era tarde, la ventana se encontraba vacía y a diferencia de la vez anterior en esta ocacion miro a través de ella, toco con delicadeza el marco, observo al cielo pidiéndole una respuesta que jamás vendría, después miro hacia abajo dándose cuenta que en esta ocasión todo era real, demasiado real para su gusto y ya no pudo mas, las lagrimas cayeron en un hipido sin limites que le hicieron caer al suelo de rodillas en medio de ruegos por una nueva oportunidad para evitar todo aquello pero tal parecía otra vez sus deseos eran negados. Y entonces se preguntó amargamente porque en esta ocasión algo debería ser diferente, acaso alguien salvo a sus padres, alguien había evitado que Sirius cayera en el Velo, alguien se preocupo por cubrir las espaldas de Lupin o de Tonks, no, nadie, ni nada evito esas muertes, entonces porque pensaba que en esta ocasión algo seria diferente, porque siquiera imagino que tenia derecho a pedir un misero deseo por alguien que apenas y conocía.
Dolía, dolía tanto que le hacia partirse en dos, tanto que sus manos se aferraban con fuerza a su pecho en ademán protector y así en medio de lagrimas cayo dormido poco a poco en medio de un pasillo cualquiera del gran castillo de Hogwarts.
Escuchaba su nombre a lo lejos cada vez mas fuerte hasta que un fuerte golpe en el brazo lo hizo tambalearse en la cama provocando que abriera los ojos perezosamente.
-Oh, vamos no te golpee tan fuerte hermano- le escucho decir a una borrosa cabellera roja que le producía un horrible dolor de cabeza en ese momento provocando que se masajeara las sienes instintivamente para luego refregarse con una mano el rostro cansado, fue entonces que se percato de lo mojado que se encontraba este y del porque su amigo le miraba entre burlón y preocupado, ¿acaso había llorado?
Todo el día se la paso en las nubes, Hermione en un sin fin de oportunidades le había preguntado si le pasaba algo para encontrarse con una negativa por respuesta porque a ciencia cierta ni el mismo lo sabía, de lo único que se encontraba seguro era que todo se debía al sueño que tuvo y que por mas que intentaba no podía recordar de que trataba. Estaba en medio de ello cuando choco con alguien molesto que no dudo en escudriñarlo con mirada desdeñosa pero aun así ahorrándose uno de sus típicos comentarios venenosos, en cierta forma se alegro por ello porque no se encontraba de ánimos para un pleito, además porque apenas se alejo un par de pasos Ron hizo acto de presencia preguntándole que le había dicho y aunque le aseguro que nada había pasado este no le dio crédito alguno asegurando que de seguro se lo guardaba para ahorrarle problemas al huron mal agradecido, ya que después de tal golpe mínimo debió decirle que tuviera mas cuidado agregando algún descalificativo bastante vulgar. Aquello le sorprendió y no porque estuviera seguro que Malfoy fuera un tipo de groserías, sino por que de haber chocado con el peli rojo esa seria su reacción, bueno no importaba cada quien a lo suyo y aunque su amigo insistió por un rato ir a serle frente al rubio, el con bastante esfuerzo le convenció que no era necesario, hasta el punto de amenazarlo con decírselo a cierta castaña.
Por fin se encaminaban a sus dormitorios y aunque debía estar tranquilo por evitarle problemas a su amigo algo le decía que después de todo quizás si debió seguir a Malfoy, entonces recordó algo o al menos pensó hacerlo pero….no… era imposible. Escucho como la dama gorda pedía la contraseña y tras un codazo de Ron haciéndole entender que el la ignoraba la dio sin ningún problema, aquel día por tranquilo que pareciera había sido de lo mas extraño y aunque no recordaba con exactitud que había soñado algo le decía que quizás esa noche lo recordaría sin lugar a dudas.
Fin