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Cinco Segundos por w_rose

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto.

Es un fic con mucho angst, es el primero que hago de ese tipo. Pero me gusta ese sentimiento de impotencia combinado con amor.

Espero que a ustedes tambien.

Si les gusta, lo continuo. De lo contrario, quedará como un 1shot.

:P

Notas del capitulo:

Después de este capítulo INTRODUCTORIO, comenzaré con la historia, quiza regresando al pasado. O contando desde ese punto. Ya veremos :3

Espero les guste :D

Cinco segundos

Una de las cosas que más le extrañó, cada vez que lo veía a los ojos, era la sensación de haberlo conocido antes. Esa sensación de haberlo visto en algún lado.

Pero nunca hablaron.

Su única interacción eran esos tres segundos que se miraban fijamente; para que después, él desviara la mirada y se alejara.

Cinco segundos, eran cinco los segundos que se dedicaba solamente a verlo. Tres de ellos dedicados a esos profundos ojos negros; y los otros dos, a su amplia espalda al alejarse. No había día que no lo viera, no había día que no dedicara esos cinco segundos únicamente para él.

Sabía su nombre, su edad, conocía a los pocos amigos que tenía, hasta estuvo el día en que lo sorprendieron en el salón por su cumpleaños. Pero nunca tuvo la necesidad de hablarle, de saludarlo, de decirle hola o feliz cumpleaños; no tuvo las ganas de hacerlo, simplemente.

Y todo estaba bien así.

Todo bien.

Hasta el día que no llegó.

Estaba sentado, mirando fijamente hacia la puerta, esperando que él llegase, la atravesara, saludara con un simple movimiento de cabeza y caminara hasta su sitio, mirándolo solo a él. Como era ya rutina. Pero nada. Pasaron los minutos, las campanas sonaron, todos entraron, el profesor cerró la puerta, el tiempo se alentó y los segundos se sentían interminables. Y nada.

Suspiró.

Y un viento frio recorrió el salón, el profesor cerró las ventanas, todos lo sintieron.

Un mal presentimiento.

Se levantó pero nadie dijo nada, todos siguieron haciendo sus cosas; hasta el profesor siguió escribiendo en la pizarra cuando atravesó la puerta.

¿Por qué no vino? ¿Dónde está? Necesito encontrarlo. Necesito verlo.

Duele… ¿Por qué? ¿Por qué duele? ¿Qué es  esta angustia?

Se preguntaba mientras sus pasos se convertían en trote y después en carrera, sus piernas se estremecían como si no hubiera corrido hace mucho; y su pecho dolía, aunque no diferenciaba si era por el hecho de correr o de ese miedo indescifrable. El camino se abría paso ante él, no se acercó a la salida, ni siquiera dejó el colegio; solo corrió hacia las escaleras y las subió. Primer piso, segundo, tercero, tenía que llegar a la azotea. ¿Por qué? No lo sabía. Solo sentía que él estaba ahí, estaba seguro. Pese a que no había nada que lo convenciera de eso, solo esa esperanza de volverlo a ver, de que él lo viera.

Llegó.

Alcanzó la puerta que lo separaba de la azotea. Intentó recuperar el aliento, pero la desesperación le ganó y empujó la puerta de metal.

Ahí estaba.

Ahí estaba esa espalda que tanto había observado días pasados. Caminó hacia él sin darse cuenta de la ligera sonrisa que habían formado sus propios labios, era alivio. Alivio que se desvaneció a los pocos pasos. Algo no estaba bien. Aquella espalda que tanto había admirado por su firmeza y seguridad, se veía encorvada y débil. Y sus ojos, mirando fijamente al vacío entre el filo del muro donde estaba parado, hasta el crudo suelo metros abajo.

¿Qué hace ahí?

 ¿Qué piensa hacer?

¿En qué está pensando?

Intentó decir su nombre, intentó articular esas preguntas que tanto lo asfixiaban por salir. Pero no pudo. No pudo hacer nada, más que ver sus cabellos azabaches siendo elevados por el frio viento.

— ¿Por qué haces esto? — Parpadeó, sorprendido de escuchar que le hablara por primera vez. — ¿Por qué me haces esto? — Aún no creía que era a él a quien se dirigía. Él giró su rostro para verlo fijamente. — Naruto.

Escuchar ese nombre lo sintió como un balde de agua fría. ¿Naruto? Su corazón se aceleró de sobremanera, ¿cómo él sabía que se llamaba así?

—…— su voz no salió, tocó su garganta asustado. No entiendo. Quería decirle. Quería explicarle que no entendía lo que él le decía, que no entendía por qué lo miraba con esa expresión dolida, por qué parecía al borde de las lágrimas.

— ¿Es mi culpa? — Esta vez, Naruto retrocedió un paso al verlo girar completamente, aquella expresión dolida se acentuó al verlo hacer eso. Pero él no se movió. — Es culpa mía, ¿cierto?

Naruto negó con la cabeza enérgicamente, él no tenía la culpa de nada. Ni siquiera entendía de lo que estaba hablando. Al verlo hacer eso, Sasuke pareció forzar una sonrisa en su rostro, pero Naruto sabía muy bien que hacer eso solo le causaba angustia.

—Seguro ni tienes idea de lo que pasa. — Dijo llevando una de sus manos a su nuca, frotándose con algo de molestia. — Siempre tan despistado.

Naruto frunció el ceño, y dibujó un puchero en sus labios. Él rio. Sasuke rió. Naruto abrió los ojos sorprendido por escucharlo reír. Era la primera vez, la primera vez en… ¿Cuánto? Parpadeó confundido, ¿hace cuánto que lo observa?

—Naruto… — él lo llamó mientras hacía señas con su mano para que se acercara, Naruto obedeció. Avanzó paso a paso, algo dudoso al verlo estremecerse cada vez que avanzaba; pero no se detuvo, porque pese a todo Sasuke sonreía cada vez que la distancia se acortaba, y eso era bueno. Eso se sentía bien. Él sonriendo estaba bien.

— ¡Sasuke! — escuchó el grito de una mujer y giró rápidamente. Era ella… ella… ¿Cuál era su nombre…?

—Sakura. — Lo escuchó decir y Naruto giró hacia él para ya no ver aquella sonrisa que tanto anhelaba volver a contemplar. Ahora mostraba un semblante serio y molesto.

— ¡Sasuke! — Otra voz se acercó junto a varias personas más. Ahora no era solo Sakura, también cuatro chicos más y un par de chicas con rostros llenos de horror. — ¡Baja de ahí!

—Tch.

Naruto giraba de un lado a otro viendo la interacción entre el grupo y Sasuke. Ellos gritaban desesperados, y él solo se limitaba a ignorarlos viendo hacia otro lado. Naruto estaba confundido, confundido sobre lo que pasaba. ¿Por qué estaba en medio de ellos y ninguno parecía notarlo?

— Porque son unos idiotas. — Naruto giró a verlo. ¿Le había leído sus pensamientos? Aquella sonrisa segura, le hizo pensar que sí.

— ¡Sasuke! ¡Baja de una vez! ¡Kakashi ha llamado a tu casa!

Naruto se preocupó, no sabía por qué pero sintió angustia al escuchar esa frase y Sasuke pudo notarlo. Con pesadez bajó del muro donde estaba y dio unos pasos hacia la seguridad de sus amigos, que no dudaron en jalarlo más hacia ellos, alejándolo de Naruto.

—Por favor, denme unos minutos. — interrumpió Sasuke entre el palabrerío de sus compañeros. — No haré nada. En serio.

—Ni lo-

—Tienes diez segundos. — todos miraron al que habló como si hubiera dicho una estupidez, pero este solo caminó y los demás lo siguieron.

—Sakura, por favor. — La chica que no parecía segura de dejarlo, asintió y siguió al grupo.

Ya todos estaban fuera, y Naruto se dispuso a avanzar, Sasuke quería estar solo.

— ¿A dónde vas, dobe? — Naruto se detuvo, y giró a verlo. — Siempre tan despistado. — Sasuke avanzó hasta quedar a un paso de distancia. Naruto pudo notar que él forzaba su cuerpo a no temblar. — Es el clima. Estamos en invierno. — Naruto alzó las cejas en sorpresa. — Un poco de viento no me mat-… — no llegó a terminar la frase. Y Naruto solo pudo ladear la cabeza en curiosidad. — No es nada.

Ambos se quedaron en silencio, mirándose más que solo esos tres segundos diarios. Naruto no se había dado cuenta que era feliz al poder verlo por más tiempo que al que se limitaba. Pero algo no estaba bien. Intentó hablar, intentó preguntarle algo, pero no pudo.

— Mañana, ¿seguirás aquí? — Naruto ladeó la cabeza. Parpadeó y asintió lentamente. — ¿Cómo sé que no mientes? — Sasuke se oía serio y demandante, algo temible. — Ya me has mentido antes. No lo niegues. — interrumpió antes de que Naruto si quiera pudiera negar con fuerza. — Hace seis me-

— ¡Sasuke! — otra vez fueron interrumpidos, esta vez por un hombre mayor, una expresión de furia en su rostro. Naruto vio cómo Sasuke se paró frente a él no dejándolo ver con claridad a ese hombre. Pero pudo escuchar claramente el resonar de su palma con la mejilla de Sasuke. Naruto retrocedió del susto y asombro. — ¡¿En qué pensabas?! ¡¿Estás loco?! ¡Pensé que ya lo habías superado! ¡¿Acaso ya no estas tomando las pastillas?! ¡Te dije que las tomaras!

—No las necesito.

Otro golpe.

— ¡Las necesitas! ¡Claramente, las necesitas! ¡Pensar en suicidio! ¡Nuevamente!

—Basta.

— ¡Ya supéralo! ¡Estas matando a tu madre!

—Cállate.

— ¡Ya está muerto! ¡Entiéndelo! ¡Está mu-

Otro golpe. Pero esta vez fue Sasuke quien lo dio. Naruto se quedó con los ojos bien abiertos, mientras veía cómo una figura similar a la de Sasuke caía al suelo de espaldas.

—No te acerques. — Naruto se detuvo a mitad de camino, cuando estaba por acercarse a aquel hombre. — Se lo merece.

Naruto miró con tristeza a Sasuke, tristeza y dolor.

—Deja de verme así.

—Sasuke, a casa. — el hombre susurró mientras se erguía nuevamente. Su cuerpo viejo pero fuerte se volvió a poner de pie. — Ahora.

Sin decir más, el hombre cogió del brazo a Sasuke y lo haló con fuerza hacia la puerta. Él no opuso resistencia, solo se dejó arrastrar. Se veía agotado.

Mientras era llevado con fuerza dejó caer un pedazo de papel que cayó a los pies de Naruto. Este solo se quedó viendo cómo Sasuke era llevado a la fuerza, hasta que desapareció de su visión.

Tú, ¿seguirás aquí mañana?

Fue una pregunta que se hizo sola. Solo volvió a suspirar y vio cómo el viento levantó el pedazo de papel, una foto. Naruto la tomó entre sus manos antes de que se alejara.

Era él.

Miró con curiosidad la foto, una escena que no recordaba haber vivido. Era él, definitivamente era él. Él y todos sus compañeros, todos incluido Sasuke, que lo abrazaba del cuello en forma posesiva y bromista, mientras Sakura, aquella chica de antes, lo halaba hacia otro lado en modo burlón. Y los otros detrás, riendo; hasta el profesor reía a un lado. Todos felices. Nada comparado con el frio y silencioso salón en el que despertaba cada día…

Thump

¿Despertaba?

Thump

¿Despertaba en el salón?

Thump

¿Por qué paraba frio? ¿Invierno? Todos usan uniforme de verano.

Thump

“¡Ya está muerto…!” ¿Quién ha muerto?

Thump

“Mañana, ¿seguirás aquí?”

Él… él estaba muerto, ¿cierto?

Impotencia.

Desesperación.

—Sasuke…— No salió sonido alguno, pero sabía que Sasuke volvería por él. Porque así lo sentía, porque en la foto decían esas palabras, porque en esa foto Sasuke era feliz.

“Sasuke, Te amo.

Siempre te amaré.

Naruto.”

No me olvides…

 

Notas finales:

Pues, si quieren continuación dejenme sus comentarios, sería muy lindo si lo hacen.

Besitos a todos~

 


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