THE ONLY EXCEPTION
Autora: Kitty Jung.
Sé que no he vivido lo suficiente como para poder afirmar lo siguiente, pero he pasado por tantas situaciones que me dan el valor para hacerlo.
El amor no existe.
Y es algo que puedo afirmar sin necesidad de tener alguna experiencia en ello, para mí fue suficiente el ser un simple espectador de esas parejas que dicen amarse y que luego se separan de la peor manera.
El ejemplo más reciente: Mis padres.
No lo pensé de ellos, pero como dije, el amor se termina y no hay excepciones para eso, al menos... eso pensaba hasta que lo conocí.
Siempre me ha gustado la música, encontraba en ella una forma de escape a mi realidad, por lo que pasaba casi todo el día escuchándola, mi género favorito, el rap.
Descubrí que tengo como un talento innato para ello, las letras simplemente fluían de mi cabeza, creando melodías, canciones que demostraban como me sentía y haciendo eso... me liberaba.
Pronto me vi en el círculo de Rap Underground, donde conocí a personas que serán especiales para mí siempre, encontré una familia.
Y ahí lo encontré a él.
La primera vez que lo vi pensé que tenía un aura demasiado poderosa y debo admitir que eso me atrajo, quise ser su amigo, más él siempre estaba rodeado de mucha gente, era muy popular, todos decían que se tomaba el tiempo para escucharlos, para ayudarlos y... sentí envidia de ellos.
Yo simplemente no podía acercarme.
Me sorprendió bastante al escucharlo rapear, debo admitirlo, él era muy bueno, no solo por la vocalización, si no por las letras de sus canciones, por un momento pensé, que él era como yo, pude ver su alma en cada una de sus canciones.
Pasaban los días y aún así no podía acercarme. Habíamos cruzado miradas un par de veces, pero eso era todo.
En todo ése tiempo que anduve escuchando a otros rapear, en ningún momento me había animado a subir al escenario para demostrarles mi talento. Soy alguien que duda mucho de si mismo, pero ese día lo tenía decidido, lo haría, les demostraría que no soy un simple espectador más, que sé rapear y lo hago bien.
Todos ahí tenían un sobrenombre. Él era Runch Randa, yo no tenía ni uno así, no me había ganado uno aún, así que simplemente me presenté con mi nombre: YoonGi.
Admito que estaba muriendo de nervios, literalmente. Cuando estuve sobre el escenario esperando a que coloquen mi melodía y los veía a todos ahí, observándome, a él, cruzado de brazos sin despegar su mirada de la mía, mi cuerpo simplemente sucumbió ante los nervios y tengo esa rara manía de hablar en satoori, el acento de donde provengo, así que, sin poder evitarlo, los primeros versos salieron con ese tono de voz, más no por eso fueron malos, de pronto ví como la gente se animaba con mi música, sus manos en alto mientras sus cabezas se movían al ritmo de la melodía, y supe que esto era lo que quería hacer por siempre.
Cuando terminó mi canción agradecí a todos, recibiendo así varios aplausos que me llenaron de alegría, más nada de eso fue comparado cuando, al bajar del escenario, Runch Randa se acercó a mí para felicitarme, decirme que lo había hecho bien y que aparentemente se había ganado un digno rival... No puedo describir o ponerle un nombre a lo que sentí en ese momento, pero sentí a mi corazón moverse inquieto.
El tiempo pasaba y cada que tenía alguna letra hecha, iba y la rapeaba, pronto el miedo escénico desapareció, me sentía realmente cómodo ahí arriba, dejando a todos conocerme mediante mis canciones.
Ese día... fue extraño desde que amaneció.
No había podido dormir bien por alguna razón, y temprano en la mañana mi celular no dejaba de hacer un sonido odioso e insistente, el ringtone que anunciaba un mensaje, con mala gana lo leí.
"Me gusta la forma en que expresas tus emociones a través del rap. Me gustaría poder hablar contigo de una mejor manera. ¿Podríamos vernos a las 10am en el parque?.
Atte: Kim Nam Joon"
Lo primero que pasó por mi mente es que debía cambiar el tono de mi celular, soy una persona que adora dormir por lo que despertar me costaba mucho. El segundo pensamiento que vino a mi mente, después de haber despertado era. ¿Quién es Kim Nam Joon? y ¿Por qué no me causa mala espina?.
Después de pensarlo decidí aceptar.
Me intrigaba quien podía ser esa persona que aparentemente me había visto rapear y le gustaba, no sé si ya lo había mencionado pero, no soy de los que tienen muchos amigos o seguidores, creo que se debe a que puedo llegar a mandar la imagen equivocada de mí mismo en un principio, nadie se ha tomado la molestia de querer conocerme un poco más y darse cuenta de que la amistad que yo ofrezco, es duradera.
El tiempo pasó y ya eran las 10am y yo estaba en el parque. Puntual, por alguna razón, no soy puntual en casi nada.
Pero no había señales de ese chico.
10:15 y yo ya estaba levantándome para irme.
- ¡Hey!... - Y lo vi llegar, era él, el de la aura poderosa, Runch Randa. ¿Su nombre era Kim Nam Joon? - Lo lamento, me entretuve con algunos pendientes - él no dejaba de sonreír aún después de sentir que le faltaba el aire.
- Ho.Hola... - Y ahí va otra vez mi acento satoori - ¿Para qué querías verme? - ¿Ven por qué les digo que tengo pocos amigos?.
- Uhm. Bueno yo sólo quería conocerte porque tu talento me impresionó mucho, la manera en que dejas tu alma para que todos puedan verla con tus letras... Me gustó mucho - ¿Cómo podía él ser tan sincero y no sentir pena alguna?. ¿Por qué mi corazón se removió inquieto una vez más? - Vamos, te invito un helado - Él comentó al ver que yo no respondía.
- Oh... sí, claro...
Y así transcurrió todo el día, no pasó mucho tiempo antes de que él me hiciera entrar en confianza, pronto estuvimos hablando amenamente sobre nuestro género de música favorito, el rap, haciendo freestyle y beatboxing, debo admitir que él era una gran persona, con su personalidad logró que me sintiera cómodo y yo... bueno, yo simplemente agradecí ese hecho.
Luego de ese días nos volvimos amigos, muy cercanos, nos llevábamos muy bien, entre bromas, risas, él parecía tener el mismo humor que yo... todo encajaba, me gustaba estar con él.
- YoonGi... - Ese día habíamos decidido juntarnos en su casa, todo estaba normal hasta que sentí como me llamaba y su tono de voz no me gustó para nada.
- ¿Hm? - Le presté toda mi atención sentándome a su lado, sobre su cama.
- Verás... - Me resultó bastante extraño verle de esa forma, normalmente él podía controlar todas sus emociones -... Voy a ser parte de un nuevo grupo musical. -Lo dijo tan rápido que me costó descifrarlo.
- ¡Eso es genial! - Mi amigo tenía mucha suerte, le mostré mi apoyo más él aún se notaba extraño - ¿Verdad?.
- Si, bueno, es una gran oportunidad pero... tendré que mudarme a la capital - Y ambos nos quedamos callados, ahora entendí el porqué de su comportamiento. Mi corazón se movió inquieto pero no de una manera agradable como las otras veces, esta vez... incluso dolió un poco.
Él lo notó todo. Yo no sabía cómo reaccionar o qué decir.
- Es genial NamJoon - Opté por sonreír, era una gran oportunidad y mi amigo se la merecía - ¿Cuándo te vas?
-... Mañana - La situación no era agradable.
- Ya veo.
-... Pero hay algo que debo hacer antes - Él se movió, se acercó más a mí, acto que logro que nuevamente le preste toda mi atención, atención que pronto se convirtió en asombro al sentir sus manos en mis mejillas y sus labios sobre los míos.
Él me miraba, yo lo miraba, mi mente parecía como adormecida, sus labios no se movían, simplemente estaban sobre los míos, por un momento pensé en separarlo de mi pero mi cuerpo no parecía querer hacerlo, creo que, de algún modo...
Me gustaba.
Sin darme cuenta de lo que hacía cerré mis ojos y moví sólo unos milímetros mis labios sobre los suyos, él ahora era el sorprendido pero eso duró segundos, luego lo sentí más confiado, sus labios ahora se movían sobre los míos, crean un roce que no sabría cómo definir todo esto era tan extraño para mí pero... me gustaba.
- Sé que nos volveremos a encontrar...- Él murmuró sobre mis labios antes de separarse por completo - ¿Me ayudas con mis cosas?.
Y pasamos todo el día empacando.
Al día siguiente no tenía ganas de nada, no sabía lo que me pasaba, pero la idea de que él se fuera, después de haber compartido algo como un beso, me removía el estómago.
Decidí que lo mejor sería no ir a despedirlo, sentía el extraño sentimiento de que sería algo doloroso.
Él me llamó muchas veces, me mandó mensajes de texto, yo sólo me encerré en la música una vez más.
Pasó el tiempo, y me di cuenta de lo cobarde que había sido al haberlo dejado ir de esa manera, por lo que trabajé muy duro para poder volver a encontrarlo, y en una de esas presentaciones mías, me dijeron que tenía la oportunidad de ser parte de un nuevo grupo musical, al menos ahora podría ir a Seúl y buscarlo.
Y aquí estoy, en esta gran ciudad, totalmente diferente a la mía, buscando el departamento que me habían dicho ya tenía a uno de los miembros ahí.
Estaba emocionado, había decidido que después de dejar mi cosas en el lugar, lo buscaría, pero... eso fue irrelevante, al pasar por esa puerta lo vi, ahí estaba él, sentado sobre el suelo con un libro entre las manos, cuando me vio, se vio igual de sorprendido que yo.
- Lo sabía. Sabía que te volvería a ver YoonGi - Me quedé sin palabras.
Aún no sé qué pensar acerca del amor, si es algo duradero o es algo que se rige bajo la regla de que "Todo lo que empieza, tiene que terminar", pero en definitiva él logró que todas esas ideas de que algo así no existe, se borraran de mi mente.
Y cuando él volvió a besarme después de tanto tiempo, sentí que todo tiene una excepción, que él era la mía y que podía creer en eso.
FIN.