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El amor de Rivaille por GatitaKukaku

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Notas del capitulo:

Hey! Volvió su amore~ Ok no xD pero igual aquí les trago la sepsi continuación, muchas gracias a las chicas que comentaron, la verdad no pensé que este fic sea bueno y la verdad no pensaba en continuarlo. Pero todos sus comentarios me animaron a hacerlo!

También por el momento no estoy muy enganchada con Rinren, ahora me la paso con Yullen (DGM) o NezuShi, igual. También está el problema de que no tengo gaui fai, ni compu, la bastarda se me bloque. Así que hago lo que puedo. Bien, vasta de escusas.

Que comience el fic!

Capítulo 1: Deseo

 

Petra, miraba sorprendida como su capitán, estaba en el suelo agitado y algo nervioso. Acaso se sentía mal? O le sucedió algo? Se preguntó, con preocupación se dirigió a él, se agacho a su altura y levanto su brazo lentamente, tratando de tocarlo.

Pero, antes de que pudiera hacerlo, Rivaille se levantó sorpresivamente.

-Se puede saber que está haciendo?-Hablo con su voz aguda, tratando de mantener la calma y que no notara su estado actual.

-Eh? H-hechoi, se encuentra bien?-Pregunto la joven, al ver lo alterado e intranquilo que se encontraba su capitán.

-N-nada! Estoy perfectamente, soldado-Esa pregunta lo poso más nervioso de lo que estaba, y si había notado su problema? Debía salir de ahí, ahora-Ya acabo con sus labores o está vagando, cabo.

-Eh…N-no, solo buscaba unas escobas para terminar los cuartos-Respondió con miedo, sabía lo que vendría ahora.

-Entonces porque no lo está haciendo? Encuentre esas escobas y espero que este todo limpio, porque cuando valla a inspeccionar y veo una sola esquina con polvo, la hare limpiar tres veces hasta que quede implacable.

-Sí, capitán!-La pelirroja, corrió por su vida en busca de las malditas escobas, antes de Hechoi la torture con más lecciones de limpieza.

Rivaille veía solo como la joven escaba en cualquier dirección, cuando la vio desaparecer en los pasillos, era su torno de empezar a correr en dirección a su cuarto para ver como calmaba ese problemita.

Apenas llego cerró la puerta de la misma manera que cerro la puerta del mocoso violable, con rapidez y sin preocuparse de mojar sus ropas, entro en la tina con agua helada, perfecta para ese maldito problema.

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Después de esa ducha fría y de encargarse ese maldito problema, el mejor soldado del mundo se encontraba sentando en su cama, mientras secaba su cabello.

Pero en su mente seguía ese estúpido mocoso, con su lindo cuerpo y esbelta figura. No podía comprenderlo, si él no era un maldito mocoso en plana pubertad con las hormonas alborotadas, ya había pasado por esa estaba.

Pero ni siquiera en esos tiempos avía tenido un problema así, simplemente la ignoro, al igual que ese tonto sentimiento de…Amor?

Él nunca se avía enamorado, y no creía estar enamorado de un mocoso impulsivo e irresponsable, que no sabe cuidar de sí mismo y tenía un cuerpo de infarto. No, él no estaba enamorado, solo…es deseo, sí.

Lo que sentía por ese niño es solo deseo, nada más que puro deseo.

-Solo deseo…-Murmuro con seguridad. Convencido de su resumen, decidió terminar de vestirse. Ya con su perfecto e implacable uniforme, su pañuelo bien arreglado estaba listo para salir y ver qué es lo que hicieron sus soldados con la limpieza profunda.

Apenas abrió la puerta, y casi cae de espalda. Eren se encontrar frete a él, con su uniforme puesto y en la típica pose en saludo de a su superior, pero con un tierno sonrojo en su rostro.

-Listo para empezar con las actividades de hoy, Hechoi-Hablo con firmeza el castaño, pero se notaba en su voz un dije de nervios-Perdón por mi tardanza, pero con la práctica de ayer, estaba algo mareado para levantarme.

El castaño seguía con la mirada firme hacia arriba, esperando una patada o un insulto de su Hechoi o las dos. Este ultimó estaba en shock.

Primero se la pasó toda la mañana tratando de sacarse esa imagen, y ahora él viene a su puerta, con tierno sonrojo y con el uniforme mal puesto. Acaso quiere terminar lo que ningún titán llego hacer?

-H-hechoi? Le sucede algo?-La mirada preocupada del adolecente veía con atención a su Sargento, luego de un largo e incomodó silencio, el mayor hablo.

-C-cavo, vaya ahora mismo a lavar todos los caballos. Y que sea antes del atardecer-Ordeno con rapidez, tratando de mantener la cabeza fría y la manos quietas.

-Sí, Hechoi. Eren miro una vez a su Capitán, antes de voltear y dirigirse hacia los establos con rapidez, no quería hacer enojar a su Hechoi.

Rivaille solo se mantenía agarrado del marco de la puerta, contenido las ganas de violar a ese mocoso en los establos, hasta que los titanes sepan cuanto es dos más dos.

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Trataba de mantener en margen, después de la sorpresiva visita del chico titán. Se dirigió a empezar con la inspección, para tratar de despejarse de esa imagen que aun vaga por su cabeza.

Torturar a alguien le ayudara a relajarse, y ya sabía quién sería la victima perfecta.

Al fin llego a su destino, los baños. Solo nombrarlo lo asqueaba, ese es uno de los lugares más sucios que odia. Abrió la puerta rápidamente, para entra y ver a la loca de los titanes.

Estaba durmiendo en el suelo, con el papel higiénico como almohada y abrazada a palo de escoba. Con el ceño fruncido entro con pasos firmes y pateo su cabeza, mandándola a volar.

La loca gritaba mientras todos los productos de limpieza caían sobre ella.

-Haaaa! Me atacan! Los Ravioles me atacan! Titanes ayúdenme!-Otra patada de parte del sargento fue a para en la despistada loca, despertándola.

-Estúpida, despierta de una vez. Se puede saber porque estas durmiendo, cuando debería estar limpiando el piso-Hablo con enojo y repugnancia.

-Levi! Esa patada estaba de más!-La sargento se levantó rápidamente, mientras se estiraba-Haoh! Qué lindo descanso, estaba soñando con lindos titanes, pero de pronto vinieron un montón de Ravioles! Y….y…

Se detuvo al ver el rostro del hombre pequeño, si seguía ablando no duraría ni para ver titanes voladores. Mejor sería cambiar de tema, ante de que le de otra patada más.

-Eh…Haa! Ya lo recuerdo, al parecer el comandante Irvin, traerá a los nuevos reclutas mañana. Quiere que le des la bienvenida y los organices.

Una vena apareció en la frente del capitán.

-Me quieres decir cuando te avisaron de esa orden-Sabia que algo estaba mal.

-A pues, hace una semana o do-Otra patada en la cabeza de la mujer.

-Y después de una semana, me lo dices!

Lo que le faltaba, no solo tenía que soportar un sexi mocoso, ahora debía entrenar y “domesticar” a mas mocoso incompetentes.

Una idea paso por su mente, si avía mas mocoso, podría distraerse torturándolos. Una sutil y disimulada sonrisa se posó en su rostro, al menos algo bueno saldría de esto.

Mientras Hanji, arreglaba sus lentes, podía adivinar lo que pasaba por esa retorcida mente.

No conocía a los nuevos reclutas, pero ya temía por sus vidas.


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