Ayudándote.
Ya había pasado una semana y Naruto no tenía nada que hacer en esa casa.
Sasuke casi nunca estaba ya que se iba a la universidad y si estaba pues se ponía a estudiar.
Ya se conocían un poco mejor o algo así, ya que siempre se ponían hablar de cualquier cosa pero siempre terminaban peleando y él, amenazado de que sería echado de esa casa. ¡Si que la estaba pasando genial!
Había tratado de recordar algo pero no pudo y eso lo entristecía. También se había percatado de que el niño del frente siempre lo observaba cada vez que él se ponía a ver por la ventana. ¿Se estaba volviendo loco?
Pero no le quedaba de otra que seguir así, ignorando al niño del frente y esperando a que Sasuke le diga algo sobre su caso.
Pero algo lo aliviaba, y era poner escuchar música todo el día, solo esperaba que los vecinos no se quejaran y que Sasuke no le gritara por lo caro que le saldría la factura de la luz este mes.
Un día mas en el que tenía que estas sentado detrás de un escritorio con un montón de papeles a su alrededor. A mala hora que decidió ser policía, mejor hubiese estudiado medicina como su amiga Rin.
Porque tuvo que hacerle caso a Kakashi, siempre lo tenía que convencer en todo.
-Va ser divertido Obito. –Eso le había dicho el peliblanco cuando iniciaron la carrera.
No iba a negarlo al principio si fue divertido pero ahora ya no, si seguía ejerciendo esta profesión era porque quería resolver un caso familiar y porque Kakashi lo convencía en seguir.
Pero de todos modos siempre había días en los que quería echar todo por la borda y pegarse un tiro por tanto estrés, pero Kakashi siempre se lo impedía.
-Señor un joven lo ha estado llamando y viniendo a buscar toda la semana. -Dijo una joven de cabello azulado. –No me dejo su nombre solo dijo que volvería después.
-Está bien Konan, no te preocupes y gracias por avisarme. Por cierto ya llego Kakashi.
-No, llamare para ver en donde se encuentra. -Se encamino hacia su escritorio.
-Ahora donde se habrá metido Kakashi y quien será el joven que tanto me busca… -Dijo pensativamente. –Oh bueno, no debe tener importancia. –Abrió la puerta de su oficina y puso una cara de disgusto. –Maldito Kakashi, todo el trabajo que me ha dejado…
Entro y se puso a revisar todo el papeleo que tenia por hacer.
Durante toda la semana Sasuke había tratado de localizar a su primo, pero no tuvo éxito alguno.
Ahora se encontraba saliendo de la universidad junto a sus amigos.
-Y ya has podido localizar a tu primo, Sasuke. –Pregunto un chico peli-naranja.
-No, aun no.
-Porque tanta insistencia por querer ver a tu primo eh. –Hablo sarcásticamente un chico de ojos morados.
-A ti que te importa el porqué Sasuke kun busque a su primo. –reclamo una pelirroja.
-Lo busco por algo importante. –Sentencio Sasuke.
-¿Espero no tenga que ver con fantasmas? –Pregunto dudosa la pelirroja.
-Ese es problema de Sasuke, Karin, no te metas. –Dijo serio el peli-naranja.
-Jugo tiene razón Karin, además no puede ser de fantasma, porque los fantasmas no existen. –Aclaro sonriente un peli-blanco.
Algo que sabía Sasuke era que su amigo no creía en nada de esas cosas de lo sobrenatural, pero algún día le mostraría lo equivocado que estaba.
-Y quien dice que no existen, tal vez algún día de estos te topes con uno. –Dijo burlonamente Karin.
-Y me lo dice la bruja regalona, por favor Karin.
-Que dijiste bastardo. –Lo comenzó a corretear para golpearlo.
Al ver esto Sasuke puso los ojos en blanco y se comenzó alejar.
-Nos vemos mañana.
-Hasta mañana. –Dijeron los tres al unisonó. Juugo parado en donde estaba y Karin golpeando a Suigetsu.
Sasuke subió a su auto y comenzó a manejar en dirección a la comisaria.
Tenía que encontrar a su primo ahora sí, quería ayudar rápido a Naruto para que se fuera de su casa lo más antes posible, no quería acostumbrarse a su compañía y tampoco quería que el rubio terminara por olvidar lo poco que recordaba.
Llego a la estación y entro buscando la oficina de su primo. Una señorita de cabellos azules trato de detenerlo pero no tuvo éxito.
Entro a la oficina y para suerte suya ahí estaba su primo sosteniendo unos papeles.
-Al fin te encontré Obito, llevo días buscándote.
-Sasuke que haces aquí. –Dijo sorprendido. –Buscándome, así, pues no me dijeron nada.
-Señor, él es el joven que lo ha estado buscando por días.
-Ah es cierto, lo siento por no haberte atendido antes Sasuke, es que tenía mucho trabajo. Pero pasa, siéntate. –Hablo sonriente. –Konan no te preocupes yo me encargo.
-Como diga señor. –Cerró la puerta al salir.
-Y que te trae por aquí Sasuke.
-Necesito que me ayudes a averiguar sobre Naruto Uzumaki.
-¿Qué?, algún novio fugitivo. –Comento sarcástico.
-Deja de hablar tonterías Obito, es un joven que su familia está buscando.
-Y tu toda alma caritativa los ayudas no, que irónico. Porque no me dices la verdad. –Su primo no era ningún tonto, pero ¿le creería si le decía la verdad?
-No me vas a creer si te digo la verdad, solo te pido que me ayudes con eso, por favor.
-Tiene que ver con fantasmas, ¿verdad?
-Algo así, me vas ayudar o no.
-Bueno, se llama Naruto Uzumaki, no. –Sasuke asistió. –Edad y apariencia…
-Unos 16 0 17 años, rubio, ojos azules, piel bronceada y unas extrañas marquitas en cada meguilla como bigotes, y es un poco más bajo que yo. –Obito apuntaba todo lo que su primo le decía.
-Esa descripción me suena. –Estaba dudoso, el conocía a una persona con esas características pero no recorvaba quien.
-¿Qué?, lo conoces…
-No lo sé, pero esas marcas en sus meguillas me suenan familiares. Y que quieres exactamente que averigüe de él.
-Sufrió un accidente automovilístico y quiero que averigües cuales fueron las causas de dicho accidente.
-Está bien, cuando sepa algo te llamo.
-Gracias Obito. –Se pusieron de pie y se despidieron con un apretón de manos.
Salió de ahí con una sonrisa, al fin hablo con su primo y averiguaría sobre Naruto.
Llego a su casa, le contaría a Naruto lo ocurrido. Pero se detuvo en seco al escuchar ruidos de esta, que cosa estaría pasando.
-Tu visitante es muy ruidoso.
Volteo asustado, su vecino pelirrojo le estaba hablando, pero ¿de cuándo aquí?
-Si lo sé, iré hacerlo callar. –Camino con paso rápido y entro a su casa.
El ruido provenía del equipo de sonido, de seguro Naruto estaría escuchando música. ¿Pero tenía que escucharla tan fuerte?
Estaba a punto de apagar el aparato, pero un ruido proveniente de la cocina lo detuvo. Se asomo a esta con cautela y vio bailando al rubio.
Por algún motivo le pareció bonito y hasta gracioso lo que veía, pero, tenía que para todo ese ruido.
-Se pude saber que haces. –Naruto se asusto al escucharlo, que sin querer se enredo con sus pies y cayó al suelo.
-¿Desde hace cuanto estás viendo? –Pregunto sonrojado. Sasuke lo había estado viendo bailar, ¡qué vergüenza!
-Desde hace unos segundos. Me puedes decir, ¿Por qué tanto escándalo? –Trataba de no reírse, ver así a Naruto le causaba gracia y se le veía adorable, pero tenía que disimular.
-Escuchaba música para no aburrirme, siento haber subido tanto el volumen. –Se puso de pie y camino hacia el aparato para apagarlo. –No volverá a pasar, lo prometo ttebayo.
-No está bien, escucha música si quieres, pero no tan fuerte el volumen sí. –Sonrió.
-Gracias y ¿qué milagro tan temprano? –Pregunto curioso.
-Te traigo buenas noticias. –Camino hacia la sala y dejo su mochila en el sofá. –Hable con mi primo, le conté sobre ti y ahora hay que esperar que averigüe.
-Enserio. –Fue corriendo hacia él y lo abrazo. –Gracias, gracias. –Ambos sintieron algo extraño al estar tan juntos. Naruto reacciono y se alejo de Sasuke.
-Que bien no, así las cosas se resolverán rápido ttebayo. –Dijo caminando hacia la ventana, tratando de ocultar su sonrojo.
-Sí, ahora hay que esperar que averigüe algo y nos llame. –Se sentó en el sofá tratando de calmar su sonrojo y su acelerado corazón.
Porque lo paso eso, porque se puso así por el abrazo de Naruto, era la primera vez que un fantasma lo tocaba, y ¿se había avergonzado? Pero ¿porque?
Hasta que descubriera porque le pasó eso, tenía que evitar que Naruto se le acercara.
-Naruto, el vecino de enfrente no ha venido a tocar la puerta por el ruido ¿verdad? –Pregunto ya más calmado y tratando de formar alguna conversación.
-El de enfrente. –dijo dudoso.
-Paso algo. –Que acaso el niño se había acercado a su casa, pensó Sasuke.
-Sasuke, te cuento algo pero no te ríes. –Se sentó a su lado y lo miro avergonzado.
-No me reiré te doy mi palabra, pero dime ¿paso algo? –Eso le resultaba curioso, que habría pasado, porque Naruto se ponía así.
-Aunque no me creas, presiento que el niño de enfrente me mira.
-Porque dices eso.
-Porque siempre que me asomo a la ventana, él mira en la dirección que yo estoy. - Hizo un puchero. -Creo que me estoy volviendo loco.
Sasuke sonrió de lado, le causaba gracia la incoherencia del fantasma, pero mejor le decía la verdad a Naruto antes que este siga creyendo que estaba “loco”.
-Naruto, tengo que decirte que el niño de enfrente si puede verte, no te estás volviendo loco. –el nombrado volteo a verlo asombrado. ¿Le estaba diciendo acaso la verdad? –El es especial igual que yo, cuando empezó a ver por primera vez los fantasmas, sus hermanos creyeron que estaba volviéndose loco, pero al explicarles sobre su don ya lo dejaron tranquilo.
-¿Por qué lo creían loco? –Pregunto intrigado.
-Porque ve el fantasma de su madre. –Dijo tranquilo. –Y seguro te observa porque le parecerá extraño que tenga como invitado a un fantasma.
-En ese caso, ya me tranquilizare. Pero me sigue incomodando que me mire. –Dijo molesto.
-Entonces ve y dile que deje de espiarte. –Hablo burlonamente.
-Estás loco, quieres que ese fantasma se enoje conmigo teme. –Grito. –Se que parece un acosador al espiarme mucho, pero, no por eso le voy a ir a reclamar. No quiero problemas ttebayo. –Dijo avergonzado.
-Dobe entonces no te quejes y sigue aguantando a Gaara. –Comento despreocupado y saco un libro para leer.
-¿Así se llama?
-Sí, aunque yo le dijo mapache ya sabes por lo ennegrecido de sus parpados. –Dijo señalando sus ojos.
-Ja, ja y yo que lo pensaba llamar cabeza de cerillo. –Sonrió.
-No está mal, pero mejor le dices por su nombre si no quieres que su mamá venga y te grite.
-Si, como si eso fuera a pasar Sasuke teme.
-Si no me crees, haya tú dobe. Solo no quiero que después tengas una cara de miedo y pena cuando pase. –Hablo burlón.
-Te estás preocupando por mi o me parece Teme. –Hablo sarcástico.
-Dices tonterías Dobe, ahora déjame solo que quiero estudiar. –Añadió serio.
-Como quieras teme. –subió las escaleras.
- ¿Pero que me está pasando? –Algo andaba mal con Sasuke, solo que no sabía que era o no quería reconocer lo que era. –Obito resuelve rápido el caso de Naruto, por favor. –Dijo suplicante.
Comenzó a estudiar, tratando de olvidar lo que paso con Naruto.