Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Take my heart, but with your smile. por yonggon

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

Terminar una relación desgastada quizás pueda ser fácil, muy fácil cuando la situación no da para más; cuando todo es fingido, cuando los actos son forzados, cuando ya hay alguien más ocupando el corazón de otro. Definitivamente, así no se puede luchar, además,  cuando ambos son los dañados en la relación ¿qué mejor que terminar? Kyungsoo no tenía otra alternativa, Jong In ya estaba enamorado de otro que no era él, y él ya no tenía los mismos sentimientos desde hace dos años atrás.

No todo dura para siempre.

A Kyungsoo no le dolía para nada la separación, porque ya desde meses que no habían besos, sólo abrazos y comportamientos amistosos, ninguno de los dos dormía en la habitación del otro, porque todo estaba ya desvanecido;  no había nada que hacer. No podía llorar por algo que no sentía, esa flama de amor que había en un principio con el tiempo se esfumó de la nada. Quizás fue el trabajo, quizás el tiempo, las personas, los amigos, ellos tal vez… Ya no lo quiere más como pareja sino como amigo, pese a ello tienen un vínculo que nadie puede romper, porque se conocen mucho, quizás demasiado, por algo llegaron a ser lo que fueron.

Rebuscó lo que había vivido hace algunas horas, y siendo sincero consigo mismo fue sacarse un peso de encima, una carga que si no se liberaba él, lo iba hacer Jong In.

 

—¿Amigos? —preguntó con una tímida sonrisa en el rostro, no habían indicios de llanto, sino que una chispa  de esperanza.

—Vale. Amigos—sonrió de vuelta y lo abrazó, no como una pareja sino como un amigo al cual respetas y valoras por lo que fue y lo que es ahora.

 

Te quise, Jong In y ahora es tiempo de continuar.

Gracias.

 

Kyungsoo apretó sus labios, quería sentir dolor que no sentía. Debía. Sin embargo, sabía que no iba a sentir ningún dolor, porque esos cálidos y abrigadores sentimientos ya no existían. Quizás sólo fueron una ilusión y jamás existieron, o quizás… era amor pero no el pasional, el vehemente, entusiasta, impulsivo y  sentimental, sino uno más fraternal.

Y hoy, quería tomar un café fuera de casa.

Salir de la rutina no era lo suyo. Pero llegar a casa y dormir no estaba en sus planes, quería divertirse un rato, ni que sea mirando su taza de café. Mas no se dio cuenta que era tarde, sin embargo sabía que ninguna cafetería cerraba en el horario que indicaban, siempre tenían abierto por lo menos quince minutos más; minutos que Kyungsoo aprovecharía para tomar café o quizás para tomar algo más que el café. 

Cuando pidió el café se arrepintió.

No por el café, ni por el dinero, sino que el cajero daba un poco de miedo. Su espeluznante sonrisa y sus orejas daban un semblante raro, maniático, ¿tétrico? Quizás. Quiso fisgar y averiguar qué ocultaba tras esa sonrisa, y sólo descubrió que existían sonrisas, sonrisas y más  sonrisas; a través de sus ojos vio amabilidad. Pero había algo más, algo que hacía que le diera un no-sé-qué en su corazón.

 

Wow.

 

Uno no todos los días se encuentra a pie grande, menos en una cafetería ¿no? Kyungsoo quería reírse de sí mismo al verse parado al lado de semejante persona, una hormiga no sería nada comparada a él.

Nada.

Buscó algo más que le diese terrosidad, y encontró sus labios. No es que esté necesitado de besos, al contrario, sólo que según en libros, pie grande no tenía labios tan candentes y atractivos.

 

Qué ¿ah?… ¿atractivo? Demonios, ¡atractivo, al diablo!

Mira sus orejotas, Kyungsoo.

 

—Tierra a cliente, tierra a cliente—sintió una voz bestial. ¡Pie grande, pie grande! Dios, hasta la voz la tiene de joda. — Oye guapo, si necesitas algo más que el café, dímelo—guiñó y Kyungsoo sonrió por inercia. Puto guiño.

—La oferta está bien, pero digamos que, uh—examinó cautelosamente el sonriente y coqueto rostro que le miraba expectante— no salgo con pie grande.

—¿Pie grande? Dios mío—Kyungsoo lo escuchó reír y al hacerlo, quiso hacerlo también. Era una risa marciana para un pie grandotote, muy marciana. Tomó su café y quiso irse o eso aparentó hacer—. Oye espera, eso es lo mejor que me han dicho en todo el día—Vaya, le gusta que le insulten ¿eh? — Ha terminado mi turno, si me esperas te doy un café gratis—Qué diablos dice este tipo—. Es solo para conversar, no soy un psicópata ni nada—se encogió de hombros.

—Está bien.

—Hombre de pocas palabras ¿no? Espérame.

—Okay.

 

Kyungsoo, estás loco pero ese tipo lo está aún más, ¡mira como sonríe! Dios.

 

—Pensé que te irías—balbuceó— Se nota que no eres de esperar mucho.

—Pues, es cierto.

—Soy Chanyeol.

—Kyungsoo.

—¿Sabes? No debo entrometerme, pero uno a las ocho y algo más no viene por un café, a esa hora uno recurre a su casa a por él...  Ohm, ¿Me venías a ver?

—¿Qué? No. Sólo… Espera, ¿cómo has deducido eso?

—Experiencia propia—carcajeó— Ah y te debo un café.

—Creo que sí...

—¿Me dirás?

 

Kyungsoo trató de buscar palabras correctas, aunque no haya mucho que decir. Es un extraño, un pie grande y da miedo. Mucho miedo.

 

Pero qué más da, es un extraño ¿no?

 

—Corté con mi novio, y como no tenía nada más que hacer quería tomar café.

—¿Ni llanto ni nada? Wow, cómo superas las cosas.

—Es una larga historia, pero sólo  lo quiero como amigo, no como algo más.

—¿En verdad? Con razón—rascó su nuca, Kyungsoo pudo ver que tenía un mechón azul en su flequillo.

—Oye, es interesante ver una mosca volar, pero tu flequillo lo es más, pie grande.

—Ah pues, hoy me tocó hacer feliz a alguien, así que…

—¿Qué? Hacer feliz a alguien… ¿es un oficio? ¿Ayudas extraños? ¿Tu familia? ¿Qué rayos--

—No o bueno no sé, sólo que cada persona que llega a la cafetería a veces está en problemas, llora o abrumada. No me gusta ver a las personas sin una sonrisa más si estás tomando café, te puedes arrugar—frunció el ceño—, si es necesario herirme lo haré con tal de hacer a la gente feliz. Eso me hace feliz.

 

Repito, está loco.

 

—¿Y qué? ¿Ese mechón está ahí porque alguien te lo pidió? Patético.

—De hecho…sí.

—Wow.

—Hoy… digamos que una niña hizo una promesa y por motivos que son secretos que involucran a su familia, no lo pudo hacer y bueno… yo… accedí a cumplir la promesa por ella… y…

—Espera, grandulón. ¿Me estás diciendo que ayudaste así como así? ¿Sin conocerla? ¿Amistad? ¿Nada de nada?

—Sí, y no es la primera vez que lo hago.

—He conocido idiotas, idiotas locos y maniáticos, pero ¿cómo tú? Rayos, me has tomado por sorpresa—se mordió el labio inferior tratando de contener una sonrisa. No quería sonreírle.

 

Si sonríes caes en su trampa.

 

—Oye, apuesto a que no has sonreído desde que has comprado el café... Aparentas ser muy serio y te prometo que por dentro eres un crío—vaciló sonriente. Chanyeol a pesar de ser el idiota de las sonrisas, al momento de mirar a una persona puede deducir fácilmente casi todo sobre ella.

—¿Ah sí? Ni siquiera me conoces y más respeto, grandote.

—Soy el alto aquí, mando yo.

—Que no mequetrefe, ¿cuántos años tienes?

—Cambias de tema rápido… ¿nervioso? —alzó una ceja, quería provocarlo, mas sacarle una sonrisa también.

—Para nada.

—¡Yah! Deja ver tu sonrisa.

—No.

—Uno, dos, tres, sonríe—Chanyeol trató de picar con la lengua su nariz.

—¿Qué rayos….? Demente—rió por inercia— Basta, haces el ridículo.

—Aigoo, tu risa es bellísima, deberías reír más a menudo, chico—pasó una manos por su cabello— Además una risa vale un poquito más que una sonrisa.

—En verdad eres un pedazo de idiota.

—Prefiero pie grande, pero bueno, será—canturreó— Oye, quiero hacer algo…

—¿Qué? —preguntó incrédulo Kyungsoo.

 

Qué será de mí.

 

Chanyeol torpemente tiró a Kyungsoo hacia él  y le abrazó. Kyungsoo jamás había recibido un abrazo tan extraño, sentía su corazón latir muy rápido, tal vez demasiado tomando en cuenta que sólo es un extraño que jamás había visto en su vida, y que por desgracia, hace sonreír al que tenga por delante.

 

—La respuesta a tus problemas son mimos, necesitas que te mimen inclusive si las cosas te salen bien o mal; cariño, amor, llámale como sea. Necesitas que te mimen, Kyungsoo—susurró ásperamente, estremeciendo al más pequeño. Repentinamente dio en el blanco de su corazón, como si tuviese una especialidad para ello.

 

La forma en que me está abrazando… es tan…

QUÉ DIABLOS, ESTOY EN BRAZOS DE UN EXTRAÑO.

 

—¿Ah sí? —Kyungsoo eres idiota, “¿ah sí?” ¿Es lo único cuerdo que puedes decir? —Creo… que… tienes—Cuidado con lo que dirás, boca suelta— razón—Al diablo—. Así que serías tan amable de… ¿darme el abrazo más fuerte por favor?

 

Chanyeol accedió.

A Kyungsoo le bastó para sonrojarse mucho.

Quizás demasiado.

 

—Eh… yo… se hace tarde… ¡me tengo que ir!

 

Así fue como Chanyeol quedó con el corazón en mano y Kyungsoo con el alma alborotada.

 

—¡Recuerda que si necesitas sonreír estaré donde siempre, Kyungsoo! —gritó y mientras el pequeño corría se podía distinguir una tímida sonrisa en sus labios.

 

He conocido al pie grande más idiota de la historia y de cierta forma, me gusta.

Me…

Gusta.

 

Esa noche, Kyungsoo no pudo dormir, tocaba sus brazos abrazándose a sí mismo, tratando de descubrir qué clases de sentimientos acababa de experimentar.

 

¿Mimos?

Dios mío.

Chanyeol, mímame.

 

 

 

Al otro día, las frías manos de Kyungsoo buscaban cobija entre su almohada y su rostro. No quería levantarse, se sentía avergonzado.

Lo abrazó un extraño y le dijo lo que más necesitaba a todo momento: mimos.

Es algo inevitable y le encantan. Es así de sencillo.

 

¿Qué tal si paso por la cafetería esta… tarde?

TIERRA A KYUNGSOO, ES UN EXTRAÑO.

Pero…

Diablos.

 

Ese día, no pudo concentrarse en nada. Quebró un vaso y un plato, no pudo prepararse un café por el simple hecho de que alguien le debía uno, y la tesis que en algún momento se propuso hacer de forma voluntaria resultó ser en una falacia barata de un chiflado que se enamoró de un cafetero. Patético.

Ahora, ya hacían tres días desde que recibió ese abrazo, y digamos que, Kyungsoo no aguantó más y fue a por él, así sin más, sin ningún motivo alguno.

Y no lo encontró.

 

“¿Chanyeol? Su turno es en tres horas más”

 

Se maldijo, y murmuró cosas que no debían ser escuchadas. Cosas impuras que nadie en este mundo debería decir.

Pero esperó, esperó por él, además le debía un café ¿no? Para el morocho, esa era la excusa perfecta para entablar una conversación, de todas las formas posibles quería saber algo de él, porque las personas bondadosas no se encuentran todos los días, menos una que sabe tu mayor debilidad.

 

—Hola. Me debes un café, pie grande. Lo recuerdas ¿no?

—Ohm, déjame pensar…—examinó el rostro de Kyungsoo con cautela, y se sorprendió del tono carmesí de sus mejillas—. Nop.

—¿¡Qué!? Oye, no seas patético, me lo debes—chasqueó la lengua, molesto.

—No estás sonriendo, muéstrame tu sonrisa y te doy tu café—guiñó y miró sus labios tratando de ver una sonrisa en ellos.

 

Kyungsoo, ¡tu corazón! Está ardiendo, ¡bomberos!

 

Yah, Kyungsoo, deja de ser pavo, sonríe.

ME VOY A MUDAR KYUNGSOO.

TU CONSCIENCIA SE MUDA.

ENSERIO.

APAGA ESTO.

 

—Chanyeol…

—Con que te aprendiste mi nombre ¿eh, Kyungsoo? Debes saber que yo también recuerdo el tuyo, lo recuerdo hasta al revés Oosgnuyk. Sonríe, así—Chanyeol con sus dos manos trató de moldear una sonrisa en los labios de Kyungsoo y lo único que consiguió fue un incómodo momento en el cual sólo se escuchaba el latir del corazón de ambos.

El tacto de las cálidas manos de Chanyeol y el rostro del pequeño, hizo reclutar a las mariposas del estómago y hacerlas revolotear por todo el cuerpo de Kyungsoo.

Y sonrió.

Chanyeol también.

 

 

 

Dos semanas bastaron para saber que la mayor debilidad de Chanyeol era el rechazo, cuando le decían que no, el menor podía ovillarse en la calle y llorar, hacer el ridículo no le importaba en lo absoluto y pues, Kyungsoo le creyó pero luego de un par de segundos se sorprendió que le dijera que su primera debilidad antes del rechazo eran los gritos, pero no los gritos cualquiera, sino los de furia especialmente dirigidos a él. Le contó que cuando su madre lo retaba, no alcanzaba a elevar la voz y se ponía a llorar, dice que, es un trauma.

Ahora los encuentros eran más frecuentes que antes, y los sentimientos de Kyungsoo cada día se encontraban más aferrados a los de Chanyeol, aunque el mayor no lo quiera admitir. De alguna u otra forma, le gusta.

 

¿Sí, hola? Descubrí a pie grande y tiene un severo problema con los gritos.

 

—Veo que no me crees—Chanyeol bufó molesto, ¿tanto le costaba creerle? —Y pues, si te digo que ahora mi mayor debilidad eres , ¿tampoco me creerías?

—¿Q-Qué? Demonios… tú… tú… pedazo de idiota—Kyungsoo tenía las mejillas rojas, que, un tomate no le hacía punto de comparación.

—¡Hubieses visto tu cara! —Carcajeó— Eres un lío, Kyungsoo. Juro que trato de entenderte pero… a veces siento que no puedo y que sí. Eres una enredadera.

—No lo soy—afirmó—. Simplemente que tú llegas así como así, me abrazas, me dices que lo que más necesito son mimos, y es cierto, me dejas atónito con el corazón en la mano, me haces sonrojarme, ¡cosa que jamás nadie había hecho!—el mayor revolvió su cabello de forma alterada—. Haces bromas inesperadas que toman todo de mí, inclusive mi corazón, haces sentirme raro, ¡muy extraño, maldición!, me dan ganas de…. Y… de eso. Pedazo de idiota, te estás llevando mi corazón solamente porque querías sacarme una sonrisa, lo conseguiste y después me dices que salgamos, y ahora que necesito saber qué siento, ya no puedo sacarte de mi cabeza y ¿sabes qué? Olvídalo. No quiero que me entiendas. Ahora déjame solo—por inercia, Kyungsoo bruñó sus ojos, si algo andaba mal él bruñía sus ojos, es algo que Chanyeol en dos semanas aprendió muy bien.

 

Y Chanyeol se aferró a él, abrazándolo una vez más, estrechando su cuerpo con el otro, confortándose mutuamente. Chanyeol no estaba seguro qué sentía el mayor, pero sí estaba seguro que si él no es feliz, él tampoco.

Kyungsoo en un principio no quería abrazarlo. Pero los sentimientos son más fuertes.

 

No debo, pensó. No puedo caer…

 

—Estás bajo estrés, y aparentas ser muy serio. Dices cosas sin antes pensarlas, no eres así, Kyungsoo. Relájate, sonríe porque debes sonreír, no porque un idiota te lo diga. Si quieres que me aleje de ti para estar mejor, lo haré ¿vale? —las palabras salían forzadas de la boca de Chanyeol, tenía un leve sonrojo y unos ojos que querían vaciar esas pequeñas gotitas que más tarde, serían lágrimas. Dolía. Dolía acostumbrarse a una persona y luego, pues dejarla ir.

 

El más bajo se sintió caer en un pozo sin fondo, unas leves agujas le pincharon el corazón.

 

No.

No.

Tú eres lo que quiero. Quédate. Abrázame. Mímame.

Demonios.

 

—Estaré donde siempre… o eso creo. Sonríe, Kyungsoo.

 

No te vayas, espera…

 

Los cálidos brazos del menor ya no estaban a su alrededor. Ya no sentía calor si no frío, se sentía desolado y abandonado. Y lo peor era que él lo había conseguido, por haber dicho eso así como así.

 

Tacaño.

 

Esa noche, Kyungsoo lloró y pidió a la Luna una nueva oportunidad para descubrir sus sentimientos.

 

Sólo para descubrirlos.

 

 

 

 

Era Sábado, y se hacía ya un mes del término de su relación. No era la gran cosa. Pero ese día había visto a Chanyeol. Ese tipo que trató de robarle una sonrisa sólo para su satisfacción.

 

Y para la mía también. Chanyeol, ¿llamarás a mi puerta hoy?

 

Kyungsoo se sentía estúpido. Porque le gustaba Chanyeol o quizás algo más que eso. Le tomó un día comprenderlo y dos segundos para romper en llanto por lo patético que había sido.

 

Ahora el pedazo de idiota soy yo.

Tengo que ir por él.

Anda.

Intenta.

No pierdes nada.

Ve.

 

El día no le acompañaba para nada, llovía a cántaros mas Kyungsoo no se preocupó. Trató de correr lo más rápido que pudo. Y ahí lo vio.

Su corazón latía desbocado, sentía que desfallecería en cualquier momento.

 

—¡Pie grande! —Gritó— Necesitamos hablar.

—¿Kyungsoo? ¡Hyung! —la brisa golpeó contra el rostro de Chanyeol acomodándole el flequillo, sus ojos estaban brillosos y no sonreía.

—Tú eres un patán, pensé que volverías. Realmente me preocupé ¿sabes? —Bufó— Estoy dedicándome a ti día tras día y tú no eres capaz de notarlo, eh. Estoy molesto.

—Esa vez… me dijiste que no me querías ahí—dijo cortante, la lluvia chocaba contra su rostro picando en partes que Kyungsoo quería secar a besos.

—Tú no entiendes nada ¿cierto? —Balbuceó— Me gustas, Chanyeol.

 

El silencio no se hizo esperar y con esmero sostuvieron la mirada en los ojos opuestos, tratando de descifrar lo obvio ya para Kyungsoo pero desconocido para Chanyeol.

 

—Tu sonrisa está marcada como un estigma en mi piel ¿sabes? No sé si será un castigo, no lo tomo así, mas lo tomo como un… tú me entiendes ¿no? No me preguntes como pasó, supongo que fue tu abrupta cercanía, tu sonrisa, la forma ridícula para hacerme sonreír. No sé—ceñudo miro el suelo, concentrándose en las gotas de lluvia que caían sin cesar— Me gustas y yo no puedo luchar contra eso, me asusta. Me asusta mucho.

—Kyungsoo, tú nariz está roja, ¿eres el reno de Santa Claus? —se acercó Chanyeol.

 

Peligro.

Kyungsoo, viene hacia a ti.

Kyungsoo, me estoy quemando.

Quema.

Kyungsoo, me voy a ir, no vas a tener sentido común.

No me digas que no te advertí.

 

—Yah Chanyeol, ¡no me puedes decir eso! TE HE DICHO QUE ME GUSTAS, ME GUSTAS HASTA LA MÉDULA Y QUIÉN SABE HASTA DÓNDE MÁS. De veras ¿en lo único que puedes fijarte en estos momentos es en mi nariz? Es que no puedes un segundo fijarte en lo que sient--

—Tú. Do Kyungsoo, eres un idiota. Pero no más idiota que el tipo que tienes enfrente que ha caído como loco por ti—susurró picando con sus labios el rostro del otro— Eres un desquiciado que lo único que hizo durante un mes fue hacerme sufrir. No podía mirar tus labios y no desear besarlos, no podía mirarte a los ojos sin ponerme como idiota. Eres un maniático que lo único que hace es robarme mi corazón—miró provocativamente los labios del mayor—Me gustas Kyungsoo y mucho.

 

Atónito Kyungsoo sonrió.

Ese chico era pecado.

Y si de él se trataba, no estaba mal pecar un poquito.

Sólo un poquito.

O… quizás… un poquito más.

 

“Hey, ¿quieres ser la sonrisa de Chanyeol?

Síp. Y ¿tú quieres ser la sonrisa de Kyungsoo?

Eso es más que obvio.

Chanyeol…

¿Sí?

Mímame”

 

                                                                                                                                                                                 

Notas finales:

Esto es parte de una clase de matemáticas lol, estaba aburrida y me gusta el ChanSoo >3<, de todas formas, si leen esto, gracias ;AAA; ♥, mi corazón está feliz .u.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).