14 de Octubre, Casa de los Sawada 7:00 am.
En algún habitación de aquella casa dormía plácidamente un castaño de ojos color caramelo, su respiración era tranquila y se le veía una sonrisa boba en el rostro, tal vez por el sueño que está teniendo, aun así el mejor Hitman del mundo convirtió a León en un gran mazo que fue a dar en la cabeza del pequeño logrando despertarlo.
Tsunayoshi: Itte!!! Reborn!!!!- se quejó con gran dolor el castaño por el golpe que le había dado queridísimo tutor, el cual solo sonrió satisfecho.
Reborn: Dame-Tsuna Levántate o llegaras tarde a la escuela- y sin más que decir el de patillas rizadas salió de la habitación dejando a un adolorido Tsuna quien inmediatamente miro hacia el reloj.
Tsunayoshi: Hieeeeee!!! Es verdad!!- dijo levantándose torpemente de su cama para dirigirse al baño a tomar una ducha record y cambiarse e irse a la escuela.
Sus gritos fueron escuchados por su madre quien miro a Reborn que acababa de entrar al comedor. Le sonrió al de patillas rizadas y continuo su trabajo de hacer el desayuno. Unos minutos después bajaba apresurado su retoño con todo y mochila y agarrando una de las tostadas de la mesa y untándole rápidamente un poco de mermelada dijo adiós.
Nana: Ah espera Tsu-kun- le grito tratando de que su hijo aún no se fuera pero era demasiado tarde este ya había salido de su casa corriendo para llegar a tiempo a Nami-chuu(?)- Ah se fue- dijo algo decepcionada.
Reborn: Mamma, podrás felicitarlo más al rato- dijo con una sonrisa para calmar a aquella mujer tierna y bondadosa.
Nana: Tienes razón, Reborn-chan- dijo sonriéndole cálidamente y regreso para terminar lo último del desayuno, después de todo aún tenía que hacerlo para sus otros retoños.
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En el camino hacia la escuela, Tsunayoshi no se encontró con ninguno de sus guardianes del sol, tormenta o lluvia, lo que le pareció algo extraño, era cierto que Ryohei se levantaba temprano para correr todas las mañanas al Extremo, como decía él, pero... por eso mismo muchas veces se le hacía tarde, Yamamoto era casi como él, que por dormirse tarde haciendo otras cosas fuera de lo escolar, que era jugar videojuegos o leer un manga, siempre se levantaba tarde y Gokudera pues el simplemente tenía el sueño demasiado pesado.
Llego justo a tiempo antes de que cerraran el cancel de la escuela, recuperando el aliento miro hacia la persona que estaba a punto de cerrar el cancel y para su sorpresa no era su guardián de Nube, sino Kusakabe, la mano derecha de su guardián.
Tsunayoshi: ¿Kusakabe-san?- miro al chico de peinado raro pero realmente amable.
Kusakabe: Oh Sawada- dijo mirando al castaño- ¿Se te ofrece algo?
Tsunayoshi: Etto... Es que...- dijo algo nervioso mientras un leve sonrojo aparecía en sus mejillas, a Kusakabe no le tomo mucho descifrar lo que el castaño trataba de decirle.
Kusakabe: Kyo-san- comenzó a decir, aquella forma de decirle al presidente del comité disciplinario se le había quedado desde que las memorias del futuro le habían sido dadas- Si tratas de preguntar por él, está en una junta importante y me pidió a mí que registrara a los alumnos el día de hoy- dijo sonriéndole al pequeño castaño quien suspiro aliviado.
Al parecer se había preocupado, después de todo Kusakabe ya estaba enterado en lo que se había metido su jefe, La mafia, nunca espero eso siendo que Hibari amaba las reglas, aun así, él cómo su fiel mano derecha no lo dejaría y estaría ayudándolo en todo lo posible. Sabía que el castaño se preocuparía por su Jefe al no verlo ahí, probablemente pensando que algo malo pudo pasarlo, rio levemente, si supiera lo que estaba haciendo en ese momento probablemente diría que era una tontería y que Hibari Kyoya nunca se prestaría para algo así.
Tsunayoshi: Ya veo- dijo sonriéndole cálidamente- Muchas Gracias Kusakabe-san- aquella sonrisa hizo sonrojar a Kusakabe pero aun así le devolvió la sonrisa al castaño antes de que este gritara aquel sonido tan conocido de él y saliera corriendo para llegar a tiempo a su primera clase.
Mientras veía como corría al interior de la escuela, se dijo una vez más que sin duda había sido una buena elección de Kyo-san hacerlo su novio, sin duda su jefe nunca encontraría a alguien como aquel castaño y sabía perfectamente que antes de que todo eso de la Mafia llegara a la vida de ambos chicos, Hibari miraba de lejos a aquel castaño.
Kusakabe: esperemos que todo salga bien- dijo para hacer lo mismo que Tsunayoshi, solo que este caminaba tranquilamente hacia la escuela.
Tsunayoshi llego corriendo a su salón, de nuevo su respiración se encontraba agitada aunque no tanto como en el pasado, al parecer los entrenamientos espartanos de Reborn daban sus frutos. Abrió lentamente la puerta y vio que aún no llegaba el maestro.
Tsunayoshi: "Mi día de suerte"- pensó el castaño mientras entraba y veía como algunos de sus compañeros estaban tan ensimismados en sus pláticas, no notando su presencia o solo ignorándola. Dejo su mochila en su asiento y se sentó dejando reposar su cuerpo en el banco, había corrido mucho aquella mañana. Giro su cabeza para localizar a sus amigos, pero asombrosamente estos aun no habían llegado. Pensó que al no verlos de trayecto acá probablemente habían llegado temprano, pero nada.
Desde que Yamamoto y Gokudera salían siempre venían juntos a la escuela, claro que a veces ambos chicos iban por él, lo cual el de cierta forma agradecía pero se sentía como mosca en medio de los dos. Yamamoto que para asombro de él se dio cuenta de ello, le dijo que no se preocupara por eso, que para ellos dos era algo realmente agradable estar con él a pesar de que ahora eran pareja, Gokudera grito en aprobación y claro que con sus palabras le dijo lo mismo que Yamamoto, haciéndolo muy feliz a él. No solamente aquellos dos habían aceptado más que bien su relación con Hibari (pues fueron los primeros en enterarse) a Gokudera un poco le costó pero al final le dijo que si él era feliz estaba bien, aunque amenazo a Hibari con la muerte si le hacía daño, si no también le habían ayudado mucho con algunas cosas en su relación y fuera de esta, sin duda Yamamoto y Gokudera eran unos de sus mayores pilares, sus guardianes, sus mejores amigos y ahora proclamados por ellos dos también, como sus hermanos mayores.
Tsunayoshi: "Me pregunto ¿dónde estarán?"- dijo algo preocupado, pues no era normal que ambos faltaran, vio a lo lejos a Hana platicando con Kyoko y Chrome, estas voltearon la mirada hacia él y sonrieron con dulzura saludándole con la mano- "Tal vez ellas saben algo"- estaba a punto de dirigirse a ellas pero el maestro llego en ese momento.
Sensei: Muy bien todos a sus asientos- dijo serio entrando al salón- empecemos, tomare lista al final- en eso las puerta del salón de nueva cuenta es abierta dejando ver a Yamamoto- llega tarde joven Yamamoto
Yamamoto: jeje estaba en una junta del club- dijo tan despreocupadamente con aquella sonrisa característica a él, Tsunayoshi le miraba atento, si Yamamoto estaba en una junta del club, entonces probablemente Gokudera no se haya levantado temprano así que era probable que llegara más tarde o no fuera ese día.
Sensei: Muy bien, pase antes de que me arrepienta y lo mande al comité disciplinario
Yamamoto cerró la puerta del salón y fue rápidamente a su asiento, saludo a Tsunayoshi con su mano y comenzó a sacar el libro y la libreta para comenzar a pasar las cosas que el maestro estaba a punto de dictar. Tsunayoshi hizo lo mismo y rápidamente con letra algo torpe comenzó a escribir lo que el maestro dictaba, fue en un momento donde el maestro comenzó a explicar cosas que el simplemente no entendía, que se dio cuenta de la fecha, 14 de Octubre.
Tsunayoshi: "14 de Octubre... ese día... ¿Que tiene este día?"- comenzó a pensar y a preguntarse una y otra vez que tenía ese día, hasta que al fin lo dedujo- "ES MI CUMPLEAÑOS Y SE ME OLVIDO!!!"- pensó espantado- "espera... pero si es mi cumpleaños porque Okaasan no me dijo nada,... acaso... acaso también lo olvido, al parecer también mis amigos"- dijo suspirando algo decepcionado y triste.
Las clases tomaron su curso habitual y en ninguna apareció Gokudera, eso quería decir que ese día no vendría, Yamamoto, Kyoko, Hana, Chrome y Enma quien llego como a la tercera hora, al parecer también se había quedado dormido, se acercaron a platicar con él pero ninguno le había felicitado, sí sin duda también a sus amigos se les había olvidado que ese día cumplía años, no los culpaba ni nada pues a el mismo también se le olvido que era su cumpleaños, aun así era triste que personas importantes para ti se olviden de el día en que naciste. En el receso comió solamente con Enma el cual se encontraba demasiado nervioso, Yamamoto aún tenía compromisos con el Club de Beisbol y Kyoko, Chrome, quien había sido prácticamente por Kyoko y Hana prometieron almorzar con sus demás amigas así que ese día solamente estaban él y Enma.
Enma: ¿Pasa algo malo, Tsuna-kun?- pregunto un poco preocupado por su castaño amigo, se le veía con un semblante demasiado triste, él tenía una idea del porque pero no podía arruinar aquello.
Tsunayoshi: No, nada Enma-kun- dijo sonriéndole para tratar de tapar sus verdaderos sentimientos, ni siquiera su novio se había aparecido en todo el día y eso le estaba poniendo aún más triste y algo enojado.
Enma: ¿Seguro?- pregunto de nuevo.
Tsunayoshi: Si, solo son tonterías mías- dijo para volver a comer de su pan y tomar un poco de su jugo.
El timbre sonó y de nueva cuenta regresaron a clases, la última materia fue Matemáticas.
Tsunayoshi: "Este día se hace cada vez peor"- pensó triste mientras veía las miles de fórmulas que escribía el profesor de matemáticas en el pizarrón y que sin duda no tenía ni idea de que era cada formula.
Como si el destino quisiera hacerle más miserable aquel día, el maestro le paso enfrente a contestar un problema que sin duda no tenía ni la más mínima idea de cómo contestar, por lo que sus crueles compañeros comenzaron a llamarlo de nueva cuenta como Dame-Tsuna y molestarlo con que no podía hacer nada bien y que siempre seria así. Sus amigos desde el regreso del receso se habían dado cuenta de la aura depresiva que traía consigo Tsunayoshi, pero lastimosamente no podían decir nada, si no arruinarían todo, así que decidieron resistir a pesar de ver el sufrimiento del pobre Tsunayoshi, eso sí Yamamoto, Enma, Chrome, Hana y hasta la tierna Kyoko miraron asesinamente a sus compañeros al ver como seguían molestándolo por el problema que no pudo no contestar.
A la hora de la salida, se despidió de sus amigos con una sonrisa por más que falsa lo cual todos se dieron cuenta, Chrome estaba a punto de decirle algo pero Kyoko disculpándose le dijo que se les haría tarde pues habían quedado con Haru a ir a probar unos ricos postres a la estación Hoshii, Yamamoto se había quedado aun por asuntos de su club y Enma había sido arrastrado por Aldelheid a quien sabe dónde. Tsunayoshi tuvo la esperanza de que su pelinegro novio estuviera en la salida o rondando por los pasillos de Nami-Chuu, tenía la esperanza de verlo y decirle que le quería dándole un abrazo, enserio necesitaba eso, pero, por más que lo busco, no le encontró, ni siquiera en su despacho, por lo que decepcionado tuvo que regresar a su casa solo por primera vez después de tantos meses de no hacerlo.
Cuando llego a casa su mundo se oscureció mas, al parecer no había nadie en esta, entro a la cocina y vio como había comida caliente aun en el comedor junto con una nota, dejando en el suelo su mochila se dirigió al comedor y leyó la nota.
Tsu-kun, Biancchi, los niños y yo Salimos de compras, regresaremos a la hora de la cena, si la comida que te deje esta fría caliéntala en el microondas, Reborn-chan vino con nosotros, Te quiero mucho.
atte: Nana
Sin duda se habían olvidado de su cumpleaños, sintiéndose más triste se sentó en la mesa y comenzó a comer la comida de su madre, era deliciosa pero en aquel momento a él no le importaba, Después de terminarse su comida, lavo el traste en el que había comido y se dirigió a su habitación, cerrando bien la puerta de su casa.
Entro a su habitación y se dejó caer en su cama, cerrando los ojos y pensando que aquel día simplemente no podría ir peor. No solamente todos se habían olvidado de su cumpleaños, su novio no había aparecido en todo el día y eso simplemente era algo ilógico, desde que ambos comenzaron a salir Hibari había hecho hasta lo imposible para poder estar por lo menos un rato a su lado, ya sea dentro de la escuela o fuera de esta y cuando no podía hacer aquello le llamaba, no hablaban mucho pero aun así Tsunayoshi apreciaba el hecho de que se esforzara por hacerle saber el cariño que le tenía. Pero ese día simplemente nada, ni un mensaje, ni una llamada, Nada, pareciera que a Hibari Kyoya se lo había tragado la tierra. Acaso le había pasado algo malo a Hibari, tal vez alguna familia enemiga de Vongola lo había atacado o algo, después de todo no sería la primera vez que pasara eso, aunque ciertamente lo dudo porque hasta la fecha todo había estado en tranquilidad, aunque Hibari también tenía sus enemigos, aunque ninguno demasiado fuerte. Tal vez solamente estaba ocupado, o tal vez el había decidido terminar con él y esa era su forma de decírselo, no recordando su cumpleaños o recordándolo y no felicitándolo, comenzó a golpearse mentalmente, eso era absurdo. Decidió hacer sus deberes para luego tomar una ducha larga, Muy Larga, para no recordar y no pensar nada sobre aquel día de mierda.
Pasaron las horas y terminando sus deberes decidió ir a bañarse, pero antes de meterse al baño reviso de nueva cuenta su celular para decepcionarse aún más, no había nada, ni siquiera una llamada de Dino, lo cual se le hacía demasiado raro porque siempre era el primero en llamar en aquel día.
Tsunayoshi: "Genial, hasta Dinonii se olvidó de mi"- pensó mientras arrojaba a la cama su celular y se iba a su baño.
Después de quitarse la ropa y jabonarse, se adentró en la bañera sintiendo la cálida agua besar su piel, aquello era relajante y no quería pensar en nada pero simplemente aquello era imposible.
Tsunayoshi: ¿Porque se olvidarían de mi cumpleaños?... Tal vez están demasiado ocupados pero aun así… aun cuando debería entender eso... me duele- dijo tristemente mientras algunas lágrimas traicioneras salían de sus ojos caramelos.
Tratando de reprimir aquellos sentimientos se sumergió en la Bañera por algunos segundos, cuando volvió a la superficie decidió que estaba listo para salir de su ducha larga, agarro una toalla y la amarro en su cintura para luego agarrar otra y secar su revoltoso cabellos. Llegando a su habitación vio la hora 8:09 pm, pronto aquel día se terminaría y así su pesar, no les recriminaría nada a sus amigos, no tenía porque, además si lo hacía no sería como él es. Rápidamente saco uno pantalón de su armario una camiseta blanca y su sudadera azul cielo, iba a ponerse su pijama pero decidió que sería más al rato. Al parecer su madre y los demás aun no regresaban por lo que hacer la cena por el mismo no le molestaba, estaba a punto de salir de su habitación cuando escucho un sonido en el balcón de su habitación, rápidamente fue hacia uno de sus cajones del escritorio a sacar las pastillas para activar su modo de última voluntad pero justo cuando estaba a punto de tomarlas, se detuvo mirando a la personas que había entrado por la ventana.
Tsunayoshi: Hi-Hibari-san- pregunto nervioso, ciertamente se había asustado un poco pero... le daba muchísimo gusto ver a su novio en aquel momento, por lo que dejando todo de nuevo en el cajón corrió hacia su pelinegro novio y se aventó a abrazarlo, pasando sus manos por el cuello del mayor.
Hibari: Tsunayoshi- dijo estrechándolo también en sus brazos, sintió como el menor temblaba un poco pero al tener el pelo húmedo pensó que era porque tenía frio, pero al separarse de él vio como densas lágrimas descendían por sus mejillas, algo sorprendido pregunto- ¿Porque lloras? Te hice daño
Tsunayoshi: N-No... Es solo que... Me da gusto verte- dijo de nuevo abrazándolo reposando su cabeza en el pecho de Hibari, el cual sonrió de medio lado.
Hibari: Deja de llorar Tsunayoshi- dijo acariciando sus cabellos húmedos aun al sentir como su camisa negra (pues no llevaba uniforme) se mojaba por las lágrimas del menor.
Tsunayoshi: lo siento- dijo separándose del mayor, este le agarro del mentón con una mano y dirigió su rostro al de él, brindándole un beso tierno y dulce, Tsunayoshi movía lentamente sus labios sobre los de Hibari, sin ninguna prisa, solo queriendo disfrutar que su novio se encontraba ahí con él.
Después de terminar aquel beso, ambos se miraron a los ojos diciéndose cuanto se querían en estos, Hibari tallo sus mejillas quitando el resto de lágrimas que habían quedado en su rostro.
Hibari: Me gustaría quedarme aquí contigo toda la noche, pero si no te llevo, el herbívoro cabeza de piña vendrá aquí a molestar- dijo besándole la frente- y no quiero que te vea desnudo- Tsunayoshi se sonrojo.
Tsunayoshi: ¿A dónde iremos?- dijo aun con el sonrojo.
Hibari: Es sorpresa- dijo agarrando la mano de Tsunayoshi para salir de su cuarto y dirigirse a algún lugar.
Caminando por las calles de Nanimori se dio cuenta de que se le hacían familiares aquellos alrededores, tenía una idea de a dónde iban pero no diría nada, Hibari no le había soltado en todo el trayecto desde que había salido de su casa, sabía que su novio no le importaba para nada el pensar de los demás sobre su relación y que si se atrevían a lastimarlo a él se las verían gravemente con él, lo cual dijo cuándo Tsunayoshi comenzó a ser molestado en la escuela por varios compañeros de él y de otros salones. Tsunayoshi se vio en vuelto en varios problemas porque al parecer había mucha gente detrás de Hibari y aunque varios se sorprendieron Hibari también había sido molestado por personas que querían estar con Tsunayoshi, no solamente mujeres si no también hombres, los cuales salían gravemente heridos no solamente porque retaran y amenazaran al prefecto si no también por decir cosas como lo dulce, tierno y demás cosas pervertidas de su lindo Castaño. Porque si, él le había dicho a toda Nanimori que Sawada Tsunayoshi es y siempre será SU HERBIVORO.
Al fin habían llegado a el lugar donde habían organizado la fiesta sorpresa de su castaño, la casa de Yamamoto, el restaurante era más que espaciosos además de que el padre de Yamamoto les había ofrecido el lugar, después de todo aquel pequeño castaño era muy importante para su hijo. Aun agarrados de la mano se adentraron al restaurante que se encontraba completamente oscuro.
Tsunayoshi: Hibari-san... no logro ver nada- dijo algo nervioso apretando el agarre en la mano de su novio.
Y como si fuera magia las luces se prendieron dejando ver a todos sus amigos en aquel lugar, su madre corrió a abrazarlo y sintió como el agarre de la mano de Hibari se quitaba de la suya.
Nana: Feliz Cumpleaños Tsu-kun!!- dijo cálidamente su madre apretando aún más su abrazo hacia él, el correspondió el abrazo y se sintió prontamente feliz, pensando en todas las tonterías que había pensado en la mañana.
Sus amigos se había esforzado mucho para hacerle esta fiesta sorpresa y el simplemente se había sumergido en la depresión de que tal vez para ellos él no era importante. Su madre le dejo libre de sus brazos y beso su mejilla, rápidamente fue rodeado por todos, Kyoko, Haru y Chrome le abrazaron al mismo tiempo deseándole un Feliz cumpleaños. Enma estrecho su mano primero para luego abrazarlo y decirle que toda su familia lo felicitaba pero que les daba demasiada pena abrazarlo, recibiendo un cálido puñetazo en la cabeza por parte de Aldelheid. Dino quien también estaba ahí, fue corriendo como loco hasta el asombrosamente sin tropezarse dado que Romario estaba con él, para abrazarlo y alzarlo en sus brazos deseándole un feliz cumpleaños y lo mejor. Fue el turno de sus guardianes en felicitarlo, Gokudera se disculpaba mientras lo abrazaba por no poder felicitarlo antes que por eso mismo no fue a la escuela, no solamente para arreglar el restaurante de sushi de su Suegro (si realmente vergonzoso era decir aquello para Gokudera) si no porque sabía que no resistiría no decirle nada si le veía triste, Yamamoto también se disculpó con él, pero el sonriéndoles les dijo que no se preocuparan y que se le hizo muy feliz la sorpresa haciendo sonreír a sus dos guardianes, Lambo junto con I-pin y Futta le abrazaron haciéndolo caer al piso y haciendo reír a varios del restaurante observando al castaño con sus jóvenes hermanitos pequeños, por otra parte su Guardián de Sol no paraba de gritarle un Feliz Cumpleaños al Extremo!!.
Fue el momento de que Mukuro se acercara a él sintiendo la aura asesina de su novio en un rincón del local, aun seguía con eso de odiar las multitudes, Mukuro sabiendo que era visto por Hibari se acercó a Tsunayoshi y le abrazo, Hibari se controló para no ir y asesinarlo ahí mismo. Hibari se había puesto celoso por los abrazos de todos pero sabía que su castaño solo los veía como amigos y estos también, aunque Mukuro era otro asunto, ese estúpido herbívoro cabeza de piña tuvo sentimientos guardados por su castaño que en alguna de las peleas sin sentido que habían tenido había salido a la luz, su castaño no lo engañaría pero ese herbívoro siempre estaba tratando de tocar o insinuársele varias veces a su castaño y esa no fue la excepción.
Vio como Mukuro después del abrazo, ponía una de sus rodillas en el piso y agarraba la mano de su castaño, este la beso y Tsunayoshi no pudo no reprimir un sonrojo ante la tan inesperada acción de su guardián de Niebla, Hibari estaba a punto de ir a golpearlo, pero el asunto no quedo ahí, Mukuro se puso de pie de nuevo y agachándose a la altura del rostro del castaño fue acercándose a este, a Tsunayoshi se le veía demasiado nervioso y retrocedía pero la mano de Mukuro en su cintura se lo impidió. Como resorte, Hibari se levantó de su asiento y con Tonfas en mano se dirigió rápidamente al su castaño y a Mukuro quien sonrió divertido y beso la mejilla de Tsunayoshi, dejándolo sonrojado al castaño. El sonido de las armas del Guardián de Nube y el Guardián de Niebla no se hizo esperar, pero entre Reborn y Dino separaron a estos dos.
Ante la mirada de todos, Hibari se soltó del agarre de Dino y fue con su castaño quien le miro confundido, el pelinegro lo agarro de su cintura y viendo directamente a Mukuro, sonrió con sorna para luego besar apasionadamente al castaño, oyendo solo la sorpresa de todos en aquel restaurante, Mukuro sonrió algo molesto y se fue a sentar junto a Nagi quien aún observaba el beso de Hibari y Tsunayoshi. Cuando ambos se separaron con sus respiraciones irregulares y Tsunayoshi sonrojado hasta las orejas, este se escondió en el pecho del mayor y solo pudo escuchar la carcajada de todos.
Reborn: Bien, Que empiece la fiesta
Todos: Hai!!- gritaron todos felices.
La fiesta comenzó y Tsunayoshi platicaban amenamente con sus amigos de cosas triviales, Su novio platicaba con Reborn y peleaba con Dino por decir cosas que no debía sobre su relación, tratando de hacerlo avergonzar, cosa que nunca conseguiría. Mukuro estaba muy a gusto a lado de Chrome, entre los minutos habían llegado Chikusa y sus demás compañeros. Ryohei competía con Lambo para ver quien comía mas, cosa que la verdad el castaño dudaba de quien ganara pues a pesar de que Lambo fuera un niño, era demasiado glotón. I-pin estaba junto con Nana, Futta, Biancchi platicando con Kyoko y Haru. Después de decir que iría junto Hibari, Yamamoto y Gokudera comenzaron a pelear-platicar entre ellos, el restaurante se llenó de alegría y el castaño junto con su novio veía a toda su Familia, sin duda su día no había comenzado como pensó pero se había puesto realmente feliz.
La fiesta termino, todos se encontraban un poco cansados después de todo eso lo habían estado planeando desde hace una semana y todos los preparativos para que el castaño que siempre los estaba ayudando valieron la pena, enserio que las desveladas habían valido la pena, pues ver la felicidad en el rostro y ojos de aquel ser que querían tanto los había hecho felices, su sonrisa era su mayor regalo para ellos y sin duda habían logrado su cometido. Poco a poco todos fueron despidiéndose, Dino se despidió de su hermanito con un abrazo y le dijo que mañana lo vería después de que terminara sus clases, el agradeció aquello y le dijo que lo estaría esperando, todos los demás comenzaron también a despedirse de él, el castaño agradecía a cada uno de ellos por sus regalos y por aquella fiesta sorpresa. Reborn convirtió a León en una bolsa y hecho todos los obsequio de Tsunayoshi. El castaño ayudaba a Yamamoto y Gokudera a recoger la basura, aun cuando estos le decían que no era necesario, su madre se había ido porque los niños se habían quedado dormidos durante el festejo y Biancchi se había ido con ella. Reborn platicaba con Hibari y el padre de Yamamoto mientras ellos recogían todo. Una vez todo acomodado era hora de despedirse de sus amigos, al parecer Gokudera se quedaría a dormir ese día en casa de Yamamoto.
Afuera del restaurante
Gokudera: Seguro que no quiere que lo acompañemos a su casa Jyuudaime- dijo su mano derecha.
Tsunayoshi: Seguro chicos, además no estoy solo- dijo mirando a Hibari y Reborn- les agradezco todo- dijo despidiéndose de ellos.
Yamamoto: jaja nos alegra mucho que te gustara la sorpresa
Gokudera: Mañana nos veremos Jyuudaime
Tsunayoshi: Claro, buenas noches chicos
Tsunayoshi llego a lado de Reborn y Hibari y los tres comenzaron a caminar para ir a la casa del castaño, despidiéndose el más chico de sus amigos. En el trayecto hacia la casa del castaño, Reborn se paró y miro a ambos chicos.
Reborn: Dame-Tsuna por que no vas a el departamento de Hibari, tómalo como un obsequio
Tsunayoshi: Eh?
Reborn: Yo le diré a Mamma que estas con el- dijo con una sonrisa traviesa en su rostro- Solo no dejes que falte mañana a la escuela, Hibari
Hibari: Hmp- dijo sonriendo también.
Tsunayoshi: pero... ¿está bien que vaya, Hibari-san?- pregunto inocentemente el castaño a su novio quien solo asintió con la cabeza.
Reborn: Bien, ya está decidido, Nos vemos Dame-Tsuna... Que no duermas en toda la noche- dijo riendo mientras comenzaba de nueva cuenta a caminar, dejando aun sonrojado Tsunayoshi en medio de la calle.
Hibari: Vamos- dijo agarrándole la mano a su castaño
Ambos comenzaron a caminar de nueva cuenta dirigiéndose ahora al departamento de Hibari, el cual no quedaba muy lejos de la escuela por lo que tampoco estaba muy lejos de la casa de Tsunayoshi. Cuando llegaron Hibari abrió la puerta con calma e hizo que pasara su castaño novio, Tsunayoshi se encontraba algo nervioso aunque ya en algunas ocasiones había estado ahí. Hibari se quitó los zapatos al igual que su Castaño y en cuanto Tsunayoshi se adentró en su casa, le beso, de esos besos que les quitaba a ambos la respiración rápidamente, las manos de Hibari paseaban por todo el cuerpo de Tsunayoshi aun sobre la ropa, acariciaba cada centímetro de él, había estado reteniendo esas ganas desde muy temprana la mañana y todo porque Reborn le había dicho que no hiciera nada que arruinara la fiesta sorpresa de su castaño, si fuera por él se lo hubiera llevado lejos, pero... la amenaza de Reborn era muy grande, quitarle a su castaño por un mes entero, no se arriesgaría a que pasara aquello, se reprendió un poco con el mismo porque ese bebe había encontrado una de sus debilidades y también el herbívoro cabeza de piña. Dejando aquellos pensamientos lejos de lo que estaba haciendo, cargo aun besándolo, a Tsunayoshi para llevarlo a su habitación.
Tsunayoshi se dio cuenta de esto cuando su espalda toco el cómodo colchón de la cama, como anteriormente lo había dicho, el ya había estado varias veces en el departamento de Hibari, aun así hacer ese tipo de cosas con su novio sin duda era simplemente vergonzoso para él, aun no se acostumbraba y dudaba que lo haría. Hibari dejo sus labios para acariciar con los suyos su cuello, sus manos comenzaron a quitarle la sudadera y acariciar sus brazos, sus suspiros comenzaban a salir y su respiración era agitada por el beso anterior.
Tsunayoshi: Hi-Hibari- dijo mirando a su novio quien levanto la mirada, aquella mirada llena de deseo y que sin duda parecía un lobo tratando de devorar (claro en sentido sexual) a su bello conejito.
Hibari: ¿Quieres que me detenga?- dijo con voz ronca, la excitación ya era mucha en él.
Tsunayoshi: No- dijo algo avergonzado.
Con manos temblorosas comenzó también a acaricias el cuerpo bien formado de su novio, acariciaba su espalda y después pasaba sus manos hacia adelante acariciando su abdomen para nada exagerado pero bien ejercitado. Hibari no se quedó atrás y comenzó a acariciar por debajo de la camisa blanca el cuerpo de Tsunayoshi, este al sentir las frías manos de su amante respingo un poco soltando un suave gemido que a Hibari simplemente excito más. Sus manos levantaron la camiseta sacándola por completo del cuerpo de Tsunayoshi, este hizo la mismo dejando a ambos semi-desnudos frente a frente, le dio un rápido beso en los labios y comenzó de nueva cuenta a descender por el cuello del castaño hasta llegar a esos botones rosas que querían llamar su atención, paso su lengua por uno de ellos y Tsunayoshi gimió arqueando la espalda, el sonrió y luego sin preámbulos comenzó a succionar, lamer y acariciar aquel dulce botón rosa mientras que con su mano estimulaba al otro pellizcándolo. Tsunayoshi no para de gemir bajito y Hibari estaba más que encantado con esto, dejo un momento los botones rosas de Tsunayoshi y sus manos se fueron a el pantalón de Tsunayoshi, desabrochándolo para quitárselo con todo y bóxer, su castaño también hizo lo mismo dejando ambos ver sus miembros ya erectos.
Hibari: Nunca me cansare de verte así, Tsunayoshi- dijo acariciando levemente el miembro del menor quien ahogo un gemido.
Tsunayoshi: Hibari~
Hibari: No, llámame por mi nombre recuérdalo- dijo lamiendo su oreja para luego morderla levemente
Tsunayoshi: Kyoya, Por favor
Hibari sin hacerlo esperar comenzó a mover su mano por la pequeña erección de su novio, el cual paso sus brazos por su cuello, cerrando los ojos y gimiendo bajito en el oído de su pelinegro. El mayor comenzó a aumentar el vaivén en su miembro cuando comenzó a morder, lamer y besar de nueva cuenta su cuello, Tsunayoshi quería sentir todas aquellas sensaciones una y otra vez.
Tsunayoshi: Kyo-ya ahh~ me voy a...- dijo gimiendo sujetándose fuertemente del cuello de su amante este aumento su vaivén y Tsunayoshi se vino en un gemido que hizo excitar aún más a su pelinegro novio.
Hibari: Esto aún no acaba Tsunayoshi- dijo mientras quitaba las manos de su castaño de su cuello.
Tsunayoshi: Lo se~- dijo su castaño dedicándole una sonrisa traviesa que sin duda le impresiono.
Para su sorpresa Tsunayoshi extrañamente le hizo cambiar posiciones, ahora su castaño se encontraba arriba de él y sus ojos estaban llenos de deseo. El castaño le beso introduciendo su traviesa lengua en su boca, acariciando cada rincón de su boca y el correspondió inmediatamente el beso, no dejándole que tomara control de aquel beso aunque era verdad que le gustaba ver a su castaño así, pues muy rara vez el iniciaba un beso o era él el que proponía hacer aquellas cosas. Su castaño se separó de sus labios dejando ver un fino hilo de saliva uniéndolos aun, el cual se rompió cuando Tsunayoshi comenzó a besar su cuello e ir descendiendo hasta aquella parte de su anatomía que estaba más que erecto. Se sentó en la cama y vio cómo su castaño se acomodó entre sus piernas, sus manos temblaban un poco, tal vez por la vergüenza pero aun así, esas pequeñas manos agarraron su miembro y comenzaron a acariciarlo levemente, el no cerró los ojos, le excitaba aún más ver a su castaño haciendo eso, por eso su mirada no se apartó de lo que hacía Tsunayoshi, el cual estaba empeñado en hacerlo sentir bien así como el hacía con él.
Fue sorprendido por Tsunayoshi al ver como este llevaba su miembro a su boca, aunque no cabía su miembro completo en la cavidad de su castañito, sentir la humedad de ella era sin duda algo realmente placentero, por lo que gimió roncamente haciendo muy feliz a su castaño sin darse cuenta, pues este quería que sintiera lo mismo que él. Tsunayoshi comenzó un vaivén lento en su miembro el cual fue aumentando la velocidad al poner sus manos sobre aquella cabellera castaña y marcar el ritmo que quería sentir, las manos de Tsunayoshi acariciaba lo que no lograba acariciar con su boca, así como también acariciaba sus testículos. Sus gemidos roncos comenzaron a aumentar y quitando a Tsunayoshi de su miembro, lo hizo recostarse de nuevo en la cama, se agacho un poco poniendo las piernas del castaño en sus hombros y el pequeño y redondo trasero junto con su miembro quedo frente a él, comenzó a besar sus muslos y su lindo traserito, lamiendo también aquellas zonas hasta llegar a la entrada de su castaño, su lengua paso por ella y Tsunayoshi gimió fuertemente arqueando la espalda y agarrando fuertemente las sabanas de la cama, Hibari adentro su lengua en aquella zona para ancharla un poco y relajar a Tsunayoshi para luego colocar uno de sus dedos en ella, la incomodidad no fue tanta y la excitación pudo más por lo que el castaño gemía cada vez más alto ante las caricias de su novio pelinegro.
Hibari lamia seductoramente el miembro del castaño el cual aún apretaba las sabanas y cerraba los ojos mientras estos derramaban lágrimas de dulce placer, sus cuerpos ya estaban bañados en pequeñas perlas de sudor y el calor de ambos era notorio así como también en la habitación. El segundo dedo fue puesto en el interior de Tsunayoshi ganándose un respingo de dolor, pero aun así Hibari continuo hasta el tercero donde vio como Tsunayoshi abrió los ojos por el dolor.
Hibari: Relájate Tsunayoshi o dolerá mas
Tsunayoshi: Hai~ - dijo tratando de compensar su respiración y tratando de relajarse, lo logro mediante algunas caricias que le brindaba Hibari.
Después de dilatar lo suficiente su entrada, Hibari comenzó a acomodarse en sus piernas, su miembro quien había sido de nuevamente excitado palpitaba al igual que su entrada para poder sentir el miembro de Hibari dentro de él. Hibari coloco la punta y sabiendo que era más doloroso para Tsunayoshi ir de poco a poco, de una estocada se adentró en el cuerpo del menor el cual arqueo su espalda tanto por el dolor y placer que aquella acción hizo en él.
La calidez de la entrada de Tsunayoshi sin duda lo volvía loco, pero aun así decidió esperar para no lastimar a su castaño, no quería hacerle daño y en eso agradecía mucho a su autocontrol. Comenzó a moverse cuando sintió las caderas de Tsunayoshi moverse, levemente comenzó un vaivén que hizo muy feliz a Tsunayoshi, pues sabía que su novio deseaba moverse más rápido pero por temor a dañarlo no lo hacía. Ente besos y caricias el vaivén fue en aumento, cambiando varias veces de posición para sentir cada vez más al ser amado.
Hibari estaba sentando mientras que Tsunayoshi abrazaba su cuello con sus brazos y su cintura con sus piernas, mientras su cabeza reposaba en el hombro de este, sus gemidos inundaban cada rincón de la habitación así como el aliento caliente de Tsunayoshi golpeaba tanto la oreja como el hombro del mayor.
Hibari: Tsuna-yoshi estoy nggh~- dijo aumentando la profundidad de sus penetraciones.
Tsunayoshi: Yo también ahh~ Kyo... ahh~... ya- dijo más que excitado el menor.
Y dando en aquel punto una y otra vez ambos se vinieron al mismo tiempo, Tsunayoshi manchando el abdomen de ambos mientras que Hibari dentro de Tsunayoshi. Hibari callo rendido en la cama con Tsunayoshi igual encima de él, el pelinegro no salió de él y acariciando los cabellos castaño de su pequeño herbívoro sintiendo el cansancio en su cuerpo le dijo.
Hibari: Te amo, Tsunayoshi... Feliz cumpleaños- dijo besándolo cuando este levanto la mirada para verlo.
Tsunayoshi: Gracias Kyoya, Te amo
Y así Hibari saliendo del interior de Tsunayoshi con sumo cuidado, se acomodaron en aquella cama, abrazándose ambos y dándose un último beso cayeron en los brazos de Morfeo.
Fin