¿Por qué?, era fácil responder esa pregunta, para él, la única respuesta era Key. Cada vez que alguien le preguntaba por qué sonreía, el chico de mirada gatuna venía a su mente, él era la razón de su felicidad, su lucha constante, por él quería ser una mejor persona en la vida.
Gracias al pelinegro había conocido muchas cosas, había conocido ese gran amor que lo motivaba a seguir adelante a pesar de todo. Desde el primer momento que había apreciado ese hermoso rostro había quedado fascinado y con el paso del tiempo un sentimiento puro se había situado en el fondo de su corazón.
FLASHBACK
La primera vez que lo vio fue en una noche de invierno, mientras daba un paseo por un parque cercano. Este sencillo acto no es algo poco común, cualquier persona puede encontrar a cientos de jóvenes que parecen necesitar un poco de tranquilidad, ya sea por ejercicio o por puro gusto. Pero él lo hacía durante la peor parte de una noche fría, casi al punto de un atormenta de nieve. Necesitaba pensar en lo mucho que su vida había cambiado con el correr de los años, de ser aquel niño que se refugiaba en los brazos de su madre cuando una tormenta azotaba contra la ventana en la soledad de su habitación, luego el hermano mayor que velaba por la seguridad y tranquilidad de Taemin, y ahora era una persona solitaria incapaz de conciliar el sueño dándole vueltas a la infinidad de pensamientos estancados en su mente.
No era capaz de entender el vació que esa tarde lo había atacado, tal vez era el frio de la época o la falta de trabajo pero sentía que en cualquier momento enfermaría, eso le atemorizaba por el miedo que los hospitales presentaban en él. El estar solo en un lugar como ese, a la mitad de una noche oscura y fría, caminando sin rumbo fijo, buscando en las huellas en la nieve algún indicio de tranquilidad era una locura y lo sabía muy bien, sin embargo en ese momento su mente era ocupada por otras cosas. Por ejemplo el chico que estaba llorando sentado en una de las bancas de ese solitario parque.
Le ofreció ayuda pues sabía que un corazón lastimado como lo estaba el del menor necesitaba ser curado lentamente y él estaba dispuesto a hacerlo, cuando lo llevó a su casa por una taza de café no se imaginaba todo lo que conllevaría estar cerca de alguien como Key, se arriesgó a surcar los mares extraños que le ofrecía el menor, la travesía había sido larga para poder entrar un poco en ese corazón lleno de cicatrices, pero a pesar de todos los impedimentos que el destino había puesto en su camino no se había rendido hasta ver una sonrisa dibujada en el rostro del rubio.
Quería ayudarlo pues por extraño que pareciera al ver llorar a ese niño sintió una opresión en el pecho. Siempre había sido una persona con un corazón noble, capaz de ayudar a las personas necesitadas que pudiera encontrar por su camino, perdidas en problemas incapaces de afrontar su realidad, en verdad nunca le fue difícil, pero cuando se trataba de alguien como Key todo era muy diferente. Desde esa noche helada se había enamorado del chico de mirada felina y estaba seguro que ese amor lo terminaría matando pues no era correcto sentir algo como eso por el menor sabiendo por todo lo que había tenido que pasar.
Sin embargo no pudo detenerse a tiempo, desde el momento en que el rubio lo había dejado entrar a su vida había abierto también la ventana de la esperanza para él, dejándose llevar por ese sentimiento curó todos los fantasmas del pasado del menor, o al menos lo había intentado, no quería que la persona que más amaba en la vida siguiera sufriendo de esa manera, recordando todo lo que había sufrido por culpa de un amor no correspondido que poco a poco mató todo lo que su corazón albergaba, convirtiéndolo en una persona insegura e incapaz de volver a amar como años atrás lo había hecho.
La noche en que había le habló por primera vez a Key de sus sentimientos fue cuando el menor estaba en medio de una crisis nerviosa, ese noche cuando llegó a casa después de haber trabajado en su consultorio, atendiendo a personas solitarias y heridas, pensó en poder descansar un poco y luego comenzar la terapia con el menor, pero nunca se había imaginado que se encontraría con esa nota en el living…
Sé que has intentado ayudarme y eso es algo que agradeceré por todo la eternidad, no quiero que pienses que has fracasado porque has hecho un gran trabajo conmigo, yo soy quien fracasa y me dejo vencer sin esforzarme más, perdón por irme de esta manera, por no saber ser fuerte y valiente para seguir adelante pero ahora lo único que mi corazón anhela es que lo deje se hacer sufrir con estos recuerdos. No quiero que estés triste, debes sonreír a pesar de que ya no esté, puede que esta misma noche mi corazón deje de latir y así se libere de todo este sufrimiento.
Perdón por no ser alguien mejor
Atte. Key
La opresión que sentía en el pecho era muy fuerte, los latidos de su corazón eran aún más veloces que cuando corría hacia el consultorio, no podía describir lo que sentía en ese momento, tal vez era miedo como cuando sabes que algo malo va a pasar, o tal vez era tristeza de saber que había fracasado en su intento por ayudar a Key, era una revolución de sentimientos confusos que solo lograban agobiar más a su preocupado corazón, y lo peor es que no tenía idea de dónde podría buscar al rubio, y aun así sin rumbo fijo salió corriendo de la casa, dejando a su paso parte de su alma, pero eso era algo que él no sabía, corrió hasta el cansancio y con forme el tiempo pasaba el dolor era más fuerte, sintió agua en la cara creyendo al principio que era la lluvia, pero eso era imposible pues era agua salada, estaba llorando sin control y no sabía si podría encontrar consuelo alguno.
Las calles se hacían irreconocibles y el tiempo pasaba tan lento como si estuviera en su contra, el viento soplaba fuerte contra su rostro, necesitaba encontrar al menor lo antes posible, esa opresión en su pecho le decía que las cosas estarían mal si no lo hacía pronto, era apenas el principio del otoño y las hojas empezaban a teñirse de un color amarillento, el viento empezaba a ser frio y junto con la melodía triste se llevaba todas las esperanzas del castaño, cada paso que daba era más pesado que el anterior, dejándose llevar por el vaivén del viento llegó a la orilla de un puente, bajo este las aguas cristalinas hacían hueco en su dañado corazón, parecía que el cielo entendía su dolor pues no era tiempo de lluvia pero poco a poco las gotas empezaron a caer una tras otras, haciendo una danza hermosa pero a la vez dolorosa.
Estaba por perder la cordura cuando vio al otro borde del viejo puente, y lo vio, perecía un ángel con todo el cuerpo lleno de lluvia pero un rayo de luz posaba sobre él, se veía hermoso y lo sería mucho más si no estuviera punto de lanzarse al vació de ese rio frio, corrió con todas sus fuerzas y pudo detener a Key antes de cometer una locura, pudo ver como el rostro fino estaba lleno de lágrimas que salían una tras otras y no pudo evitarlo, sabía que tenía que ser fuerte pero el dolor de su alma pudo mucho más que su fuerza de voluntad y lloró aferrado al cuerpo delgado, intentando transmitirle algo de calor.
-N-No vuelvas a hacer algo como eso Key, por favor.
-Onew… No… No debiste, no está bien que estés aquí, solo debes dejarme ir… Vete…
-No, lo siento Key… Pero no puedo irme… No puedo abandonarte ahora que me necesitas tanto… Sé que te sientes mal, pero no voy a abandonarte…
-¡Vete!
A pesar de que los golpes que el menor le daba dolían, no lo eran tanto como su corazón, no era tan doloroso como ver a Key en ese estado, a pesar de que las cosas no pintaban bien, que todos dijeran que era imposible curar al menor de ese amor que solo daño le hacía, él estaba ahí, bajo la lluvia, llorado junto a ese chico que desde el primer momento había robado su corazón, soportando todo, los golpes, los insultos, todo, solo por poder ver algún día una sonrisa dibujada en el rostro del chico de ojos gatunos.
-No me iré, me quedaré para siempre a tu lado.
-No lo entiendes, yo nunca me curaré, todos lo dicen y es verdad, solo soy un estorbo en tu perfecta vida, por eso solo déjame morir con este amor, déjame aquí con este corazón roto.
-Nunca serías un estorbo, mi vida ya no sería perfecta si no estar a mi lado, por eso no puedo dejarte ir, aunque suene egoísta no puedo dejar que cures esas heridas de esta manera, quiero tenerte conmigo para siempre, porque… Porque Yo… Yo… Te Amo Key… Te… Amo…
-No… Tú solo lo dice por lástima, eso es lo que sientes por mí, lástima… Además de que por mucho que me ames yo no puedo hacer… Yo... Yo lo amo a él a pesar de todo… No vuelvas decir algo como eso…
-Pero Key… Yo…
-¡Cállate!... No ves que me haces daño, no quiero volver a escuchar algo como eso, no quiero que te acerques a mí con esas intenciones… No… No…
Por más que doliera la forma en la que Key había rechazado esos sentimientos que el castaño le ofrecía, no podía odiarlo ni guardarle ningún tipo de rencor, era claro que se había equivocado al enamorarse de alguien como el menor, él lo sabía muy bien, pero por más que había intentado no hacerlo, le fue imposible. Por más que doliera guardaría esos sentimientos en lo más profundo de su ser para evitar que volvieran a salir, como esas recuerdos rotos y viejos de su infancia, como los miedos que había dejado atrás, así estarían esos sentimientos, guardados hasta el día en que muriera y se llevara consigo todo eso que se tuvo que callar.
-Yo soy tu amigo, por eso estaré a tu lado todo el tiempo, puedes confiar en mí, no te voy a abandonar. Sé que en este momento no te sientes bien, pareciera que no hay salida y estás solo pero eso no es verdad… Porque yo estoy aquí, eres importante para mí, y sé que para muchas personas también, por eso no puedo dejar que te dejes caer, esta es una lucha dura, lo sé, pero no estás solo en esto…
-Pero… Pero… Yo… No puedo seguir con esto, no soy importante, mírame, solo soy un chico que ha vivido todo este tiempo en el ayer, que piensa que la muerte es la mejor salida, pero no es lo suficientemente valiente como para buscar esas solución…
-Yo seré tu amigo y no te abandonaré nunca, lucharé a tu lado y verás que un día podrás ser la persona que una vez fuiste, sonreirás, saldrás a caminar y no te avergonzarás, verás la vida de color nuevamente… Solo… Solo toma mi mano, ya todo estará bien…
-Yo… Prométeme que no me dejarás, promételo Onew…
-Lo prometo…
Por muy triste que pareciera la escena para cualquiera que pasara por ahí el corazón del mayor estaba feliz, porque su niño había tomado su mano, porque a pesar de todo aun guardaba una esperanza de que llegaría el día en que Key sonreiría sinceramente, dejaría atrás los recuerdos que lo dañaba, porque con el abrazo que se dieron la lluvia dejó de caer y nuevamente se sentía esa fría brisa de otoño, de nuevo caían las hojas una por una brindándole un espectáculo a ambos.
~~~
El ahora pelinegro veía como los copos de nieve caían uno tras otro al otro lado de la ventana, adornando toda la calle llenándola de ese manto blanco que tanto le gustaba, ahora le gustaba, pues tiempo atrás esa estación no le agradaba en lo más mínimo, pero ahora todo era diferente y eso era gracias al castaño, a esa persona que lo había apoyado desde el momento en que lo conoció, Onew había cumplido con su promesa de nunca dejarlo solo y era por eso que esta inmensamente agradecido con el mayor.
Había algo que le preocupaba, algo que había pasado esa noche en que intentó acabar con su vida, estaba seguro que el castaño pensaba que él lo había olvidado, había olvidado esa confesión de amor que le había hecho bajo la lluvia, a pesar de saberlo y recordarlo no había tenido el valor para afrontar ese sentimiento que el mayor decía sentir por él, porque no quería herir a alguien tan importante para él, porque cada vez que pensaba en eso su corazón se hacía un lio, la igual que el cabello enredado así se volvía el interior de su corazón. Lo que más le dolía era no haber podido olvidar a Jonghyun después de todo lo malo que había sido con él, porque a pesar del tiempo transcurrido, de las noches en vela llorando por un amor que nunca fue correspondido su corazón anhelaba un poco de amor, pero había llegado el momento de arrancar todo lo que alguna vez había sentido, era el momento de olvidarse completamente de ese estúpido amor. Tomó esa libreta rosa y con la pluma escribió sobre ella, dispuesto a hacerlo, decidido a acabar con el sufrimiento que representaba seguir viviendo en ese pasado oscuro.
15-12-10
Me dijo que me amaba…
Esa fecha había sido cuando se entregó por primera vez a Jonghyun, en esa noche que el mayor le había dicho que lo amaba, pero todo fue una mentira, una vil mentira que logró terminar con su ya dañado corazón, por eso para empezar de nuevo con su vida lejos de todo esos recuerdos debía olvidarse de esa confesión falsa, había decidido decirle a Onew que se había enamorado de él, puede que no de la misma manera que una vez lo hizo pero si era un amor puro que sabía no le haría nunca daño, por eso lucharía para poder ser feliz al lado de su Ángel.
Esa noche de invierno confesó todo lo que sentía por el mayor, lo que su corazón anhelante decía, siguió ese amor que había nacido desde lo más profundo no dejando que el pasado dañara ese presente tan hermoso que le ofrecía el ahora rubio en ese momento.
-¿Por qué cambiaste tu color de cabello Key?
-Oh bueno verás Onew, este era el primer paso para poder comenzar de nievo, dejar atrás lo que un día fui, a partir de mañana empiezo a trabajar en mi propia marca de diseños, además de que…
-¿Además de qué Key?, Hoy has estado muy extraño, vamos dime que es lo que pasa.
-Yo… Onew… Yo sé que tal vez no me creas pero tienes que saber que lo que te diré viene desde lo más profundo de mi corazón, lo que tanto pensé y medité, no creas que solo lo diré en un impulso sin antes haber pensado muy bien las cosas.
-Sé muy bien que siempre me hablas con la verdad, así que no tienes por qué decirme esto, yo confió en ti Key, puedes decirme todo lo que quieras.
-Onew… Yo… Me he enamorado de ti…
Tal vez era el ambiente, ese viento frio o el aroma a café negro que emanaba de esa humienta taza sobre la mesa, tal vez era el hecho de que casi no había dormido, pero todo parecía tan lejano a la realidad que era aterrador, era como si nada fuera real y su cuerpo temblaba al escuchar esas palabras salidas de los labios acorazonados, era imposible que algo como eso estuviera sucediendo, se creí atrapado en un sueño o en uno de esos libros de cuentos guardados en el estante viejo de la sal abandonada de su casa de la infancia. Era imposible, pero a pesar de que su mente se lo decía, su corazón latía desenfrenadamente anhelando que todo lo dicho por el menor fuera la verdad, esa verdad que con ansias había esperado por tanto tiempo.
-¿Estás hablando enserio Key?... Yo… No sé qué decir.
-Sé que creerás que es mentira, que no sé lo que digo pero no es así, yo te amo, cada día que estuviste a mi lado te ganaste una parte de mi corazón, lograste curarme del miedo de volver a amar. Y por eso es que hoy puedo decirte que te amor verdaderamente.
-También te amo Key y sé que no mientes, porque decir algo como esto es muy difícil para ti, te conozco lo suficiente como para saber que nunca jugarías con algo como esto.
Tomó esos labios acorazonados que tanto adoraba, por primera vez podía sentir ese sabor a fresas que le pareció más delicioso que cualquier otra cosa que su paladar hubiese probado en toda su existencia, al principio el beso fue lento, pero conforme pasaron los segundos fue más profundo, más rápido como si tuvieran urgencia de poder sentirse uno al otro. Dirigió a Key hacia su habitación, necesitaba tanto del menor, había esperado tanto para poder demostrar todo el amor que sentía en lo más profundo de su corazón.
Juntos cayeron a esa cama chirriante que pronto se convertiría en cómplice del amor que se demostrarían, el mayor empezó por besar el beso blanquecino dejando marcas a su paso, logrando que el pelinegro soltara pequeños gemidos que lo hacían sonreír, al saber que lo estaba haciendo sentirse bien. Poco a poco cada prenda empezó a caer siendo lanzada a algún lugar desconocida de la oscura habitación, anhelaban tanto poder demostrarse el amor que les quemaba por dentro, la ropa del mayor también empezó a caer al suelo. En cuanto estuvieron ambos completamente desnudos Onew pudo apreciar la mejor obra de arte jamás vista, el cuerpo blanquecino bajo el suyo era perfecto, era tan suave y su sabor era tan dulce como la miel.
Recorrió con sus labios cada parte de esa bella piel que lo incitaba a más, dejando marcas a su paso, las cuales seguramente se notarían al día siguiente. Como perdidos en un mundo extraño anhelantes de poder encontrarse empezaron con una danza al compás de una melodía dulce que lograba alegrar el alma de ambos. El mayor entró en Key luego de haberlo preparado con sumo amor, las estocadas empezaron suaves y dulces, y conforme el paso del tiempo fueron mucho más rápidas y certeras, logrando hacer delirar al pelinegro, perdidos en un mundo en donde solo ambos existían y podían ser felices lejos de todo mal y de todo recuerdo hiriente que pudiera arruinar la felicidad que junto estaban por empezar a construir.
La habitación se llenó de ese calor que ambos transmitían, de gemidos e infinidad de Te Amo que lo graban hacer de esa noche mágica, la poca luz que se colaba por la ventana permitía al mayor apreciar esa belleza de la cual podía disfrutar al máximo logrando hacerlo llorar de felicidad, de dicha de sentirse dueño de Key, del amor de su vida. Con forme se acercaba el final los movimientos se hicieron desenfrenados al punto de que solo el sonido obsceno de ambos cuerpos haciendo contacto podía escucharse en esa habitación.
-Te Amo Key…
-Yo también te amo Onew…
Al venirse dentro de Key sintió como todo su mundo cambiaría a partir de ese momento, porque a pesar de saber que aún faltaba camino por recorrer ahora estaba seguro que de la mano del menor todo sería mucho más sencillo que antes. Con la promesa de nunca más separase de él, con una nueva esperanza de poder comenzar y encontrar la felicidad que años atrás le fue arrebatada al pelinegro se dejaron perder en los brazos de Morfeo, abrazados transmitiendo el calor de un cuerpo a otro logrando que ambos corazones latieran de una manera sincronizada. La habitación quedó a oscuras y en ella solo podían percibirse pequeños susurros que alegraban el corazón de Key, esos te amo que tanto había anhelado escuchar un día, de los labios que dijeran la verdad, de alguien que hablara con el corazón.
FIN FLASHBACK
El recordar cómo fue tan feliz esa noche y luego de esas fueron más llenas de amor y pasión lograba que a pesar de la situación sonriera, a pesar de saber que en poco tiempo su corazón dejaría de latir y tendría que separarse del amor de su vida, de Key. Porque bien sabía que aunque el doctor dijera que harían todo lo posible para poder salvarlo todo estaba perdido y dentro de poco tiempo moriría, por eso quería sonreír y disfrutar de casa segundo al lado del pelinegro, no dejar que la tristeza lo alcanzara a él también. Siempre había sido un chico lleno de vida y por muy poco favorable que se viera su situación actual no estaba dispuesto a flaquear y comportase como un pesimista en ese momento. Ahora que su Diva ya sabía de su enfermedad sabía que era cuando más fuerte tenía que ser para poder dejar a Key con una sonrisa dibujada en ese rostro fino y hermoso. Por más que amara al menor, sabía que pronto su vida se extinguiría y por eso necesitaba decirle la verdad acerca de Jonghyun, lograr que el pelinegro entrara en razón y perdonara a una persona que solo había actuado de esa manera para poder protegerlo de todo el mal que pudiera haberle pasado por amarlo.
Key había salido hacía ya varios minutos de la habitación y había algo que le hacía intuir que nada de eso estaba bien, era un miedo que lograba helar hasta su alma, fue hasta que escuchó decir a unas enfermeras que pasaba cerca de ahí que in chico necesitaba con urgencia un trasplante de corazón o moriría que algo dentro de él se lo dijo… Era ÉL… El dolor insistente en la cabeza no lo dejaba ver bien ni oír, sabía que el momento se acercaba y supo que tenía que hacer algo por salvarlo, como pudo se puso de pie y a pasos lentos logró llegar a la recepción del hospital, la enfermera encargada lo vio preocupada diciéndole que en su estado crítico debía estar descansando en su habitación pero él solo quería saber algo…
-El chico que necesita trasplante de corazón… Su… Su nombre es… Kim... Jonghyun verdad…
-Así es Onew, pero eso no debe preocuparte por este momento, lo único que necesitas es volver a tu habitación y descansar…
Estaba a punto de hacerlo cuando vio como Key lloraba al fondo del pasillo, le partió el alma saber que el muy pronto partiría a otro mundo lejos del menor y también Jonghyun lo haría, pero él sabía que podía hacer algo para evitar que su Diva quedara sola en ese mundo cruel… Lo había decidido y no había marcha atrás.
-Sulli, por favor, quiero que le digas al doctor que me siento muy mal, que sé que no pasaré de esta noche, el dolor que siento me dejará inconsciente en cualquier momento y por eso quiero pedirte que le digas que mi corazón se lo den a Jonghyun, él lo necesita mucho más que yo…’
-Pero… Pero Onew tu todavía tienes esperanzas de vida no puedes decir algo como eso.
-No mientas por favor, yo sé que todo esto terminará pronto y quiero que mi corazón sirva de algo, dénselo a él, por favor… A Kim Jonghyun…
Porque pudiera ser que ese chico le hizo mucho daño a Key, pero él sabía la verdadera razón del porque Jonghyun había actuado de esa manera, solo buscaba la manera de poder proteger al pelinegro de todo lo malo que pudiera pasarle por ese amor, porque sabía que aun enfermo hizo todo lo posible por alejar a Key de la muerte segura que le esperaba si estaba al lado del chico de mirada canina, por eso admiraba el valor del menor al hacer algo como eso, ser tan valiente como para matar a su propio corazón y envenenarse con ese inmenso amor.
Porque él lo había decidido, había elegido sufrir para proteger a Key, y por eso le daría su corazón porque no quería que alguien como ese chico muriera sin poder aclarar las cosas con el pelinegro, además su vida estaba contada, porque todo en el mundo depende de las decisiones que tomemos, a veces son erróneas pero tenemos la suerte de poder remediar esos errores… Porque TODO DEPENDE DE CUÁNTO QUIERAS SUFRIR…
-Está bien Onew prepararemos el quirófano…
-Gracias… Sé que lo que estoy a punto de hacer es lo correcto…