En un día normal en el trabajo, ya saben, todos corriendo de aquí a haya para sacar copias, contactar a sus autoras, etc.
El castaño se encontraba trabajando bajo una pila de papeles por revisar, revisando las últimas fallas en el storyboard, para luego ir a entregarlo a la imprenta. Después de unos cuantos minutos que parecieron horas, por fin terminó el storyboard, y se tiró sobre el escrito al sentir tanta felicidad de por fin haber acabado, suspiró pesadamente, cerró los ojos un momento y los abrió al recibir un golpe en la cabeza
¡Deja de perder el tiempo y lleva todo eso a la imprenta! - gritaba una voz ya muy reconocida, la cual era de quien le había dado aquel golpe tan doloroso
- Sabías que no era necesario golpearme, Takano-san!?
-No llegaras a la imprenta a tiempo si te pones a dormir!-repuso su jefe, ya molesto
- No estaba durmiendo... Eso lo haría si pudiera - susurro en un tono de voz poco audible- De todas maneras ya iba de salida - tomo el manuscrito en manos y se dirigió a la salida cuando la voz de su compañero lo detuvo...
-Iré también -tomo sus papeles correspondientes y se dirigió a la salida-
-Está bien, vamos Hatori-san - y así unas horas después, se encontraba en el elevador del edificio donde vivía, prácticamente derrocado por tanto cansancio.
-Supongo que trajiste el trabajo que te deje... -interrumpió el silencio-
- Está en mi departamento... - dijo contarte menté apartando la vista
-¿Que tienes? -dijo rápidamente al recibir la respuesta-
-Nada - seguía con el mismo tono, aún que sus mejillas comenzaban a delatar su nerviosismo...
Te ves nervioso, ¿seguro que te encuentras bien? -estiro un poco la mano para tocar su frente-
-Aparto su mano bruscamente - estoy bien, no necesitas preocuparte - y al decir eso salió del elevador el cual ya había abierto sus puertas
-El mayor lo siguió y tomo su brazo- Onodera... -susurró-
- ¿Ahora que, Takano-san? Quiero regresar a mi departamento a descansar.... - forcejeaba un poco-
-Cenaremos juntos- dijo y, sin más, se lo llevo a su apartamento-
- Que... No, espera... ¡Takano-san! - buscaba cualquier manera para salir del departamento, lo cual fue obvio que no logró
Una vez dentro del departamento, lo obligo a sentarse en el sofá, se quitó el abrigo y fue directo a la cocina.
El castaño seguía buscando alguna manera para poder salir sin que su jefe lo descubriera, así que se arrodilló y gateo hasta la entrada sin ser visto... O al menos eso deseaba...
Quédate en el sofá.. -dijo y comenzó a buscar algo para cenar-
Suspiro pesadamente y volvió a su lugar, y lo que paso a continuación fue lo que siempre pasa cuando está a solas con Takano, el silencio incómodo de no saber de qué tema hablar.
Luego de tener los ingredientes, comenzó a cocinar, esperando que el castaño empezara una conversación.
"Tantas cosas del pasado que podemos hablar... "- pensó el castaño mientras se colocaba en una pose más cómoda en el sofá
¿Como va todo con Mutou-sensei? -pregunto sin dejar de cocinar-
Ha.. Bien, últimamente está más animada así que está tratando de cumplir con el plazo de entrega - sonrió al recordar que la fecha anterior había ido hasta donde vive su autora para ayudarle a terminar a tiempo
Ya veo... -nuevamente el silencio invadió la habitación-
Lanzo un suspiro pesado, realmente quería dormir, además de que no se había bañado en unos 3 o 4 días - quiero ir a casa... - susurro con voz cansada
-Soló fingió que no escucho y continúo cocinando-
El ruido de su celular se hizo presente en casi todo el apartamento- ah... Lo siento mucho... - contesto rápidamente - bueno, habla Onod... - ¿¡DÓNDE ESTAS RITSU!? - se escuchó una voz furiosa al otro lado de la línea
¡LLEGARAS TARDE!¡ MIRA LA HORA QUE ES! -gritaba la mujer al otro lado del teléfono-
El castaño se alejó lo más posible de la cocina para que su vecino no oyera los regaños que le daba su madre - Mamá, cálmate... Además ¿tarde a dónde?
No me digas que olvidaste tu compromiso con An-chan? -comento la mujer-
Ya te dije que no veo de esa forma a An-chan, ya debo colgar estoy ocupado...
No te atrevas a cort---
El castaño guardo su celular y volvió a su lugar - disculpa el alboroto... Mi madre suele ser así...
-Para cuando regreso ya tenía la mesa puesta y la cena servida- No te preocupes...
Y el silencio volvió a reinar...
Toma asiento -le ordeno-
Soltó un ligero bufido y obedeció, ¿qué más le quedaba? Además la cena se veía muy apetecible. Claro alimentarse de bebidas energéticas tiene sus consecuencias
Hace cuanto que no comes algo decente? -el gruñido de estómago del castaño delataba la mala alimentación-
Un ligero color carmesí empezaba a parecer en sus mejillas - E-Eso no importa...
-Lo observo un breve momento antes de comenzar a comer, era realmente lindo verlo así-
Observo la comida detenidamente, pescado con arroz, verduras y una sopa de miso, " se ve delicioso..." Un gruñido que produjo su estómago resonó en la habitación
Adelante, come -dijo al oír el gruñido-
G-Gracias por la comida... - acto siguiente dio el primer bocado a la comida-" delicioso " –
-observaba con atención al castaño, siempre que comían juntos lo hacía-
El sabor que sentía en esos momentos lo hizo olvidarse de la presencia de su vecino, y siguió comiendo
El sabor que sentía en esos momentos lo hizo olvidarse de la presencia de su vecino, y siguió comiendo
"¿Siempre fue así de lindo?" -se preguntaba mientras imaginaba un sin fin de cosas-
Levanto la mirada al sentirse observado -¿Por qué me miras tanto Takano-san?
-El peli-negro estaba muy perdido en sus pensamientos como para prestar atención a lo que estaba diciendo-
Oye, Takano... - de repente sintió como su rostro era atrapado entre una de sus manos de su vecino - ¿Q-Que haces...?
Ya no resisto... -y sin pensarlo lo beso apasionadamente-
Por unos segundos ya no pensó en nada más, sólo el sabor de los labios de ese hombre aprisionando los suyos en un tierno y cálido beso lleno de pasión. El mayor se abrió pasó en su boca, explorando cada rincón con su lengua, pero el castaño, al sentir su lengua, intentó apartarlo…Sin detenerse, lo aprisiono contra la pared, sosteniendo sus manos para que no escapara.
Logro separarse por unos momentos- detente, Takano-san... - pero de nuevo fue callado por los labios de su amante.
El mayor no lo dejó hablar y lo beso nuevamente, recorría cuanto podía, le gustaba el sabor de sus labios, de todo él.
Cuando volvió a sentir sus labios, por unos segundos correspondió al beso que le era propiciado, Takano no tenía intención de detenerse, quería besarlo hasta quedarse sin aliento, pero al notar el nerviosismo del castaño, se separó dando una ligera mordida a sus labios.
Este sólo por reacción involuntaria soltó un leve gemido, lo cual provoco al pelinegro, que, sin pensarlo dos veces lo arrastró hasta la habitación.
N-No... Espera T-Takano-san, déjame... - comenzaba a forcejear-
El pelinegro cerró la puerta de su habitación para continuar ahí, toda la noche.