EL chico de pelo de color negor continuo caminando por la calle, tomado de la mano de su novia Alice, en busca de alguna señal de su padre, claro que le ya sabia a la perfeccion el motivo por el que aún no habia llegado, sin embargo, decidió no darle la razón a Alice, ya que, aunque ella estubiera conciente de la relacion de su padre con Albert, le parecia bastante indiscreto el contarle los "motivos". Después de caminar un par de calles, Allen se detuvo en seco, sentía algo extraño, un molesto y familiar malestar en el estomago. Solo una vez mas había experimenta esa sensación de ser vigilado por alguien más desde las sombras: cuando Albert lo tomo cautivo.
-¿Allen? ¿Pasa algo?- la chica de cabello castaño oscuro, rapidamente determino algo extraño en él, sin embargo, Allen no contestó, solo se limito a observar a sus lados y finalemnte negarle con la cabeza a Alice.
-Alice, mejor vete a casa, papá ya no debe de tardar en venir, y bueno, ya no quiero seguirte quitando tiempo, asi que...-
-¿Seguro?-
-Si, totalmente-
-No lo se, de repente estas actuando extraño...- Alice paso su mano por la mejilla del chico, al notar la intranquilidad de este, la cual fue correspondida por una sonrisa.
-No es nada. De verdad. Mejor, te llamo mas tarde ¿si?-
-Bueno, esta bien- la chica se inclino para rozar sus labios con los del chico fugazmente y luego desaparecer con rumbo a su casa. Así, Allen se quedo solo y de nueva cuenta comenzo a caminar hacia casa, al igual que aquel día, y, curiosamente no había nadie más en la calle en esos momentos, era como un deja vú. El malestar y la inquietud que sentían se iban intensificando con cada paso que daba. Era oficial, algo en ese lugar no estaba nada bien.
-¿Te pasa algo jovencito?- Una voz femenina sono de detras de él, el chico reacciono a voltear y ponerse en guardia, sin embargo, al notar a una chica de lejos se calmo un poco. No era muy alta, tenía mas o menos su misma estatura, cabello largo, color rubio rojizo y tenia una bufanda blanca alrededor de su cuello, ademas de unos lentes de sol. Una combinacion muy misteriosa y fuera de lugar en esa epoca del año.
-¿Disculpe señorita, la conozco de algun lado?- La joven se dio el lujo de negar con la cabeza y simplemente voltearse y caminar en direccion contraria a la del chico, alejandose de él.
-¡He..hey!- Allen grito esperando una respuesta, pero lo que obtuvo a cambio fue el simple sonido del taconéo de sus zapatos alejandose y el hecho de que su malestar se disipara poco a poco, pero no así el sentirse observado. El chico dudo en seguirla o no, pero antes de tomar una decisión, su padre Chris llego junto a él sin aliento.
-Ho...hola hijo. Perdón por la tardanza-
-Ah, hola papá. Pense que no llegarías nunca- Chris espero un poco para poder recuperar el aliento mientras que Allen solo seguía mirando en la direccion en la que aquella muchacha se alejo de él.
-Lo siento, pero tube un contratiempo-
-No hace falta que me expliques, ya me imagino el tipo de "contratiempo" que ha de haber sido- El chico de ojos violeta ternimo su frase guiñandole el ojo a su padre, haciendo que este ultimo se sonrojara.
-¿Realmente soy tan obvio?-
-Solo hace falta estar contigo por cinco minutos para descifrar lo que tienes en mente, sin ofender claro-
-Ja ja, muy gracioso muchachito-
-Bueno, ¿nos vamos ya? Tengo hambre-
-Tu siempre tienes hambre.-
-Huy, pero mira quien habla- Asi continuaron caminado los dos, jugueteando y vacilando el uno con el otro, tal y como siempre lo habían hecho, sin duda era una muy buena relacion padre-hijo la suya, claro que, no faltaba mucho tiempo para que eso estubiera por cambiar
***
Después de cenar en casa de los enamorados y pasar algo de tiempo agradable con sus padres biologicos, tanto Jill como Allen se retiraron dejando a la tierna pareja.
-Vaya día- dijo el rubio mientras estiraba sus brazos- No he tenido ni la más minima oportunidad de descansar.
-Pues a mi me parece que en realidad eres un holgazan-
-No eres la persona más adecuada para decirmelo ¿sabes?-
-Si, si ya se, no me lo tienes que repetir- Chris comenzo a levantar los platos y vasos de la cena dispuesto a lavarlos, cuando escucho a Alber seguirlo, pero no le hizo mucha importancia.
-¿Y sabes que es lo más triste?-
-No ¿qué? - Chris siguio con su proposito de lavar los platos, cuando sintio los fuertes brazos de Albert rodearlo y acercarlo a él. Lograba sentir su respiracion en su nuca y de inmediato su corazón empezo a latir desenfrenada, no obstante su tipico rubor se hizo presente cuando Wesker le susurro algo:
-Que no hemos tenido tiempo para tener intimidad-
Chris sentía que su corazon iba a explotar de lo rapido que latía en aquel momento. Sintio la legua de Albert recorrer su cuellos mientras que sus manos se metian por debajo de su camisa, acariciando su piel y haciendo que Chris sintiera descargas electricas con cada caricia y haciendo que varios gemidos salieran de su boca. Justo cuando penso que iba a perder el equilibrio, Alberto lo tomó en brazos y le dio un suave y delicado beso en sus labios, mientras camina con el en brazos hasta la habitacion.
-Creo que tu y yo teníamos algo pendiente por hacer-
Chris no tubo tiempo de oponerse cuando Albert volvía a besarlo en los labios, esta vez más apasionada que la anterior. Fue entonces cuado se dio cuenta de que Albert ya no traía puesta la camisa, el movimiento debio de ser fugaz para que él no se diera cuenta, sin embargo fue sacado de sus pensamientos cuando sintio que él tambien era despojado de su ropa y aún más al senti a Albert recorrer su pecho con la legua, lamiendo sus rozados pezones arrancandole gemiditos de placer incontenibles, sin embargo, el placer desaparecio por un momento cuando ALbert mordió el pezón derecho de Chris-
-Auch-
-Lo siento- respndio Albert.
-Ya me había olvidado de tu reciente afán de dejar marcas- Chris intento evitar el hecho de que aquella ultima accion lo había exitado aún más, aunque realmente, cuando estaba con Albert, era inutil inetntar ocultarle estas cosas.
-Es para que todos sepan que eres mío- Dicho esto ultimo Albert retomo su trabajo esta vez descendiendo todavia más hasta llegar al cierre de su pantalón. Pronto esta prenda le fue un estorbo, asi que tomo la libertad de arrancarselo junto con su ropa interior y sin previo aviso tomar el miembro erecto de Chris y meterselo en la boca.
-Alb...¡ah!- Chris comenzo a gemir de manera frenetica mientras Albert lamia con rapidez cada centimetro de la intimidad de Chris. Este ultimo intento advertirle que, si seguia de esa forma tan frenetica no duraría mucho más, pero fue una advertencia muy tardía, ya que Chris, por más que intento evitarlo termino derramando su nectar en la boca de Albert. Después de saborearlo, Albert se dedico a besar con delicadesa y lentitud cada parte de Chris.
-No... no me gusta...- se alcanzo a escuchar la debil voz de Chris hablar-... no me gusta... que... hagas eso...-
-¿En serio? Por que a mi parecer lo disfrutaste mucho. Además...- En ese momento, Albert comezó a introducir uno de sus dedos en la entrada de Chris, haciendolo gemir fuertemente- ...Todo tú eres delicioso- Prontamente, el número de dedos en la entrada de Chris fue incrementando, hasta que Albert de despojo de la poca ropa que le quedaba, mostrando su ereccion al aire. En menos de un segundo, Albert comenzo a entrar en Chris de manera lenta para torturarlo.
-Ah...Albert ¡ah!- Rapidamente, las embestidas tomaron un ritmo rapido mientras Chris colocaba sus brazos alrededor del cuello de Albert y escondia su rostro ruborizado en el cuello de este.
-Albert...no...no aguantare...mucho...más-
-Yo tampoco...- No pas mucho tiempo antes de que Chris terminara, llenando ambos vientres de un liquido pegajoso, mientras Albert llenaba a Chris con su escencia. Después de terminar, ambos se besaron nuevamente en los labios con ternura y quedaron profundamente dormidos.
***
En el tejado de aquella casa en la que dos persoanas acababan de unirse por completo, entregandose el uno al otro, paseaba un alma solitaria cubierta por la oscuridad de la noche, la misma chica con la que Allen se encontró en la tarde. La chica de largos cabellos sostenía una rosa blanca es sus manos mientras con delicadeza, le quitaba lentamente, uno a uno los petalos.
-¿Quién mató a ese inocente pajarillo?- La chica paro en seco, observando la flor que tenía entre sus manos, a los pocos segundos en su cara se dibujo una sonrisa de tranquilidad. La chica cerró sus ojos con la sonrisa aún en su cara y con un violento movimiento y excesiva fuerza, destrozó la flor entre sus manos -...fuí yo.