Prologo.-
Todo en la habitación gritaba que no yo no pertenecía aquí. Las escaleras estaban en ruinas, la gente estaba apretada hombro contra hombro, y el aire era una mezcla de sudor, sangre y moho. Las voces se arremolinaban mientras gritaban números y nombres una y otra vez, los brazos se agitaban y se hacían gestos para intercambiar dinero y comunicarse a través del ruido. Me sumergí entre la multitud, siguiendo de cerca a mi mejor amigo.
— ¡Guarda bien tu dinero en tu billetera, Tao! —Me gritó BaekHyun. Su amplia sonrisa brillaba aún en la penumbra.
— ¡Quédate cerca! ¡Empeorará una vez que comience! —gritó ChanYeol por encima del ruido. BaekHyun tomó su mano y después la mía mientras ChanYeol nos dirigía a través del mar de gente.
El balido agudo de un cuerno de toro sonó en el aire lleno de humo. El ruido me sobresaltó, haciendo que saltara, buscando el origen de estallido. Un hombre estaba parado en una silla de madera, sosteniendo un fajo de billetes en la mano, el cuerno en la otra. Él mantenía el plástico en los labios.
— ¡Bienvenidos al baño de sangre! Si estás buscando Economía 101… ¡Estás en el jodido lugar equivocado, mi amigo! Si buscas el Círculo, ¡Esto es Meca! Mi nombre es Suho, yo hago las reglas y dirijo la pelea. Las apuestas terminan una vez que los oponentes estén en el suelo. No se permite tocar a los combatientes, no ayudarlos, no cambios de apuestas, y no entrar en el cuadrilátero. ¡Si rompen estas reglas, se les partirá la madre y serán retirados de aquí sin su dinero! ¡Eso las incluye a ustedes, señoritas! ¡Así que no utilicen sus puterías para estafar al sistema, muchachos!
BaekHyun negó con la cabeza. — ¡Jesús, Suho! —gritó al maestro de ceremonias sobre el ruido, claramente desaprobando la elección de palabras de su amigo.
Mi corazón latía en mi pecho. Con un suéter de cachemir color azul marino y una camisa a cuadros, me sentí como un maestro de escuela en las playas de Normandía. Le prometí a BaekHyun que podía enfrentar todo lo que se nos pusiera enfrente, pero en la zona cero sentí la necesidad de agarrar sus delgados brazos con ambas manos. Él no me pondría en peligro, pero estar en un sótano con cincuenta o más chicos universitarios borrachos, no estaba exactamente seguro de nuestras posibilidades de salir ilesos aun cuando pudiera defenderme por mi cuenta.
Después de que BaekHyun conociera a ChanYeol en la clase de orientación de primer año, él con frecuencia lo acompañaba a las luchas secretas en los sótanos diferentes de la Universidad de Eastern. Cada evento se llevaba a cabo en un lugar diferente, y se mantenía en secreto hasta una hora antes de la pelea.
Debido a que yo pertenecía a un círculo un poco más tranquilo, me sorprendió saber de un mundo subterráneo en Easton; pero ChanYeol lo sabía aún antes de haberse matriculado. Kris, el compañero de cuarto y primo de ChanYeol, entró en su primera pelea siete meses antes. Como estudiante de primer año, se rumoreaba que él era el competidor más letal que Suho había visto en los tres años desde que creó El Círculo. Comenzando su segundo año, Kris era invencible. Juntos, Kris y ChanYeol fácilmente pagaban el alquiler y las facturas con las ganancias.
Suho llevó el cuerno de toro nuevamente a sus labios, y los gritos y el movimiento escaldaron a un ritmo febril.
— ¡Esta noche tenemos un nuevo retador! ¡El luchador estelar universitario de Eastern, Leeteuk!
Los gritos siguieron, y la multitud se apartó como el mar rojo cuando Leeteuk entró en la habitación. Un espacio circular fue formado, y la multitud silbó, abucheó y se burló del rival. Él saltaba, sacudía el cuello hacia atrás y adelante; su rostro severo y concentrado. La multitud se calmó y luego mis manos se alzaron a mis oídos cuando la música sonó por los grandes altavoces en el otro lado de la habitación.
— ¡Nuestro siguiente combatiente no necesita presentación, pero porque me asusta hasta la mierda, lo haré de todos modos! ¡Sacudan sus botas, chicos, y quítense sus bragas, señoritas! ¡Les presento a Kris, el Mad Dog* !
El volumen explotó cuando Kris apareció en una puerta de la habitación. Él hizo su entrada, sin camisa, relajado y natural. Echó a andar hacia el centro del círculo, como si se estuviera presentado a otro día en el trabajo. Los músculos se extendían bajo su piel tatuada mientras él chocó sus puños contra los nudillos de Leeteuk. Kris se inclinó y le susurró algo al oído a Leeteuk, y el luchador luchó por mantener su expresión severa. Leeteuk se puso cara a cara con Kris y lo miró directamente a los ojos. La expresión de Leeteuk era asesina; Kris se veía ligeramente divertido.
Los hombres tomaron unos pasos hacia atrás, y Suho sonó el cuerno. Leeteuk tomó una posición defensiva y atacó a Kris. Me paré sobre la punta de mis pies cuando perdí mi línea de visión, apoyándome de lado a lado y los hombros se estrellaban contra mí, rebotándome de un lado a otro como pelota de ping pong. A pesar de ser alto, de metro ochenta había tipos más altos que yo.
La parte superior de la cabeza de Leeteuk y Kris se hizo visible, por lo que continúe abriéndome camino hacia adelante.
Cuando finalmente llegué al frente, Leeteuk cogió a Kris con sus gruesos brazos y trató de tirarlo al suelo. Cuando Leeteuk se inclinó con el movimiento, Kris estrelló su rodilla contra la cara de Leeteuk. Antes de que Leeteuk pudiera evitar el golpe, Kris lo atacó; sus puños hicieron contacto con la cara ensangrentada de Leeteuk una y otra vez.
Cinco dedos se hundieron en mi brazo y me eché hacia atrás.
— ¿Qué demonios estás haciendo, Tao? —dijo ChanYeol.
— ¡No podía ver desde allí! —grité.
Me volví justo a tiempo para ver a Leeteuk tirar un puñetazo. Kris se giró, y por un momento pensé que había evitado otro golpe, pero hizo un círculo completo, estrellando su codo derecho en el centro de la nariz de Leeteuk. Sangre roció mi cara y salpicó la parte superior de mi suéter. Leeteuk cayó al suelo de cemento con un ruido sordo y en un breve instante la habitación estuvo en completo silencio.
Suho lanzó una tela roja cuadrada sobre el cuerpo quieto de Leeteuk y la multitud estalló. El dinero cambió de manos una vez más y las expresiones se dividían entre petulantes y frustradas.
Me empujaron un poco con el movimiento de ida y venida. BaekHyun llamó mi nombre en algún lugar de la parte de atrás, pero yo estaba fascinada por el camino rojo de mi pecho a la cintura.
Un par de pesadas botas negras se pararon frente a mí, desviando mi atención hacia el suelo. Mis ojos viajaron hacia arriba; pantalones manchados de sangre, un par de cincelados abdominales, un desnudo y tatuado pecho empapado de sudor y, finalmente, un par de ojos cálidos color marrón. Alguien me empujó por detrás y Kris me tomó por el brazo antes de caer hacia adelante.
— ¡Hey! ¡Aléjate de él! —Gruñó Kris, empujando a cualquiera que se me acercara. Su expresión severa se convirtió en una sonrisa al ver mi camisa, y luego secó mi cara con una toalla—. Lo siento mucho, Panda.
Suho dio unas palmaditas en la parte detrás de la cabeza de Kris. — ¡Vamos, Mad Dog! ¡Tienes un poco de dinero esperando por ti!
Sus ojos no se apartaron de los míos. — Es una lástima sobre el suéter. Se ve bien en ti. —En el momento siguiente se vio envuelto por los fans, desapareciendo de la misma manera en la que había llegado.
— ¿Qué estabas pensando idiota? —me gritó BaekHyun, golpeando con ligereza mi brazo.
—Vine aquí para ver una pelea, ¿no? —Sonreí.
—Tú ni siquiera deberías estar aquí, Tao, —me regaño ChanYeol.
—Tampoco BaekHyun —le dije.
— ¡Él no trata de meterse en el círculo! —Frunció el ceño.
—Vámonos.
BaekHyun me sonrió y me limpió la cara. —Eres un grano en el trasero, Tao. ¡Dios, te quiero! —Él enganchó su brazo alrededor de mi cuello y nos dirigimos hasta las escaleras y hacia la noche.