Jinki había llegado.
Sin pensarlo demasiado se acercó a Jinki y lo envolvió en un abrazo apretado, Jinki se tambaleó cuando se abalanzó sobre él, sin embargo… no le correspondió, y Jonghyun sintió instantáneamente como su pecho se desinflaba al igual que un globo, drenando toda su felicidad.
Lo abrazó con más fuerza, incentivándolo. Quizás Jinki estaba siendo tímido de nuevo, pero sintió una punzada de dolor al notar que Jinki no sólo estaba rígido entre sus brazos, trataba de escapar de él. Un nudo se formó en su garganta y palideció. Jinki no estaba correspondiendo su abrazo, peor aún Jinki estaba evitándolo.
Jinki colocó sus manos en su pecho para empujarlo y Jonghyun se apartó como si el cuerpo de Jinki quemara. La incomodidad era evidente en el rostro del otro y Jonghyun notó enseguida que la intimidad creada entre ellos había desaparecido, una señal inequívoca de que Jinki había olvidado todo lo sucedido después de beber la poción.
Aun así, examinó a Jinki en busca de alguna señal del amor que solía ver en sus ojos cada vez que estaban juntos, pero su rostro se volvió sombrío al ver el ceño fruncido de Jinki y la mueca de extrañeza en su rostro. Lo miraba como si hubiera hecho algo realmente extraño, y lo era, lo era para el Jinki que nunca había recibido una caricia de Jonghyun. Lo era para el Jinki que nunca había estado enamorado de Jonghyun.
–¿No lo recuerdas? – Su voz salió baja, con temor de escuchar una respuesta, pero Jinki lo escuchó y lo miró a un más confundido.
–¿Recordar qué? – Sus cejas se elevaron ante la sorpresa, sentía los ensordeceros latidos de su corazón en sus oídos. ¿Era el único con el corazón latiendo tan rápido?
–Si no recuerdas, ¿por qué viniste aquí? – Jonghyun utilizó lo último de sus esperanzas al formular aquella pregunta, quizás, sólo quizás, Jinki estaba bromeando.
–No lo sé… – Jinki pareció pensarlo por unos segundos – Supongo que sólo tenía ganas de venir.
El rostro de Jonghyun se desencajó, ¿de verdad Jinki no recordaba nada? Aun le era difícil creer que hubiera olvidado todo, pero su corazón se había adelantado llenándolo de esperanza y ahora latía dolorosamente en su pecho.
Sin esperarlo comenzó a sentir enfado y frustración junto con ese gigantesco dolor que se hacía cada vez más grande en su pecho.
Una sonrisa sarcástica apareció en su rostro. Me lo merezco. Aquella frase comenzó a repetirse en su mente, como si de esa manera el rechazo de Jinki fuera a doler menos. Como si de aquella manera el destino fuera a compadecerse de él y le permitiera a Jinki recordar.
Aceptó la sentencia que Jinki estaba dándole con su silencio.
Finalmente lo sabía con certeza. La poción si había funcionado en Jinki. Todas las señales habían sido ciertas. Ese repentino amor que el mayor sentía por él, no era nada más que el efecto de la poción. Siempre había sido la poción.
Todo había sido un amor de fantasía con fecha de caducidad. Había sido un idiota al creer que Jinki era sincero. Todo había sido una mentira que él mismo creó y dolía tanto saberlo.
Este Jinki que estaba frente a él, mirándolo preocupado, no lo amaba más. En realidad nunca lo amó. Y el dolor en su pecho sólo podía ser comparando con un cristal siendo destrozado. Si quiera ¿valía la pena conquistarlo ahora? Ya no estaba seguro de poder cumplir su promesa, porque no se creía capaz de ver cómo volvían a convertirse en dos extraños.
–¿Qué pasa, Jonghyun? No te ves bien, ¿Key volvió a rechazarte?
Aquello fue otro golpe directo a su corazón, además de haberlo olvidado todo, Jinki seguía creyendo que estaba enamorado de Kibum. Genial.
–Sí… fui rechazado otra vez – Las lágrimas que ni siquiera sabía que estaba conteniendo, comenzaron a caer por sus mejillas entonces y Jonghyun ni siquiera tuvo la fuerza para limpiarlas. Es demasiado. El karma o quien fuera el encargado de hacer su vida miserable, estaba siendo demasiado cruel.
–Lo siento – La respuesta de Jinki fue automática como todas las veces que Jonghyun le había contado los rechazos de Key, pero había algo diferente, Jinki de verdad parecía sentirse culpable está vez.
–No es tu culpa.
Era cierto. En realidad si trataba de buscar a un culpable, seguía siendo él y sólo él. Como Key había dicho, Él y su egoísmo.
–No, ¿cierto? – Jinki cruzó sus brazos tras la espalda, y se balanceó sobre sus pies, inquieto – No sé porque aun así siento la necesidad de disculparme. Siento cómo sí lloraras por mi culpa.
A Jonghyun se le escapó un suspiro tembloroso, y sólo entonces Jinki se atrevió a acercarse otra vez, sólo un poco lo suficiente como para demostrar su preocupación pero no lo suficiente como para consolarlo. Su mirada se clavó en la de él y Jinki dio un golpe en el suelo con la punta del pie, mirando tímidamente.
–No llores, Jonghyun-ah – La mano de Jinki se elevó en el aire, insegura y cuando estuvo a punto de tocar la mejilla de Jonghyun retrocedió como si tuviera miedo de tocarlo, de traspasar la muralla invisible que volvía a instalarse entre ellos. Volvió a esconder su mano tras su espalda y comenzó a jugar con sus dedos otra vez. – Sé que es difícil, pero… ¿por qué no intentas olvidar a Key?
Sonaba inseguro, como cada vez que hacía esa sugerencia. Jinki había visto más de una vez los berrinches que hacía Jonghyun a continuación, diciendo que no podía hacer eso y que amaba demasiado a Key como para darse por vencido.
–Lo haré si me das un abrazo, hyung – Jonghyun sorbió su nariz, e intentó poner una sonrisa. Jinki frunció los labios con descontento.
–Hablo en serio.
–Yo también. – Jonghyun no perdió ni un instante y tirando la muñeca de Jinki lo acercó a su cuerpo nuevamente, para envolverlo en un abrazo. Enseguida tomó la palabra acallando cualquier protesta que Jinki pudiera tener – Sólo quédate quieto un rato ¿sí?
Déjame recordar los momentos en los que me amabas.
–Te voy a soltar en cuanto haya olvidado a Kibum.
Te voy a soltar en cuando me acostumbre a la idea de que ya no me amas.
–Jonghyun…
Estrechó su agarre sobre el cuerpo del mayor, temiendo que Jinki le pidiera que se detuviera. Temiendo que Jinki se alejara como en las escasas veces en las que habían estado tan cerca antes de que todo comenzara. Pero en cambió Jinki llevó su mano derecha a la espalda de Jonghyun y comenzó a palmearla con suavidad, con tanta delicadeza como si Jonghyun pudiera quebrarse con cada golpecito.
–Jonghyun- ah… deja de llorar.
Las palabras de Jinki tuvieron el efecto contrario y Jonghyun se encogió en su llanto. ¿Era idea suya o la voz de Jinki sonaba temblorosa? ¿Por qué? Si no recordaba nada. ¿Por qué lo consolaba como si se supiera responsable de su corazón roto?
En realidad ya sabía la respuesta. A pesar de que su relación volvió a ser la distante de antes, Jinki era demasiado bueno. Siempre se preocupaba por los demás y él no era la excepción. Jinki era demasiado bueno... para alguien tan egoísta como él.
Jinki era demasiado bueno como para que él lo atormentara con sentimientos que, por su parte, jamás habían existido de verdad. Jonghyun decidió que no le contaría de aquella semana. ¿Cómo se suponía que le dijera aquello? Hola, la semana pasada bebiste una poción de amor y te enamoraste de mí, cuando aprendí a conocerte yo también me enamoré de ti pero ahora lo olvidaste todos. De cualquier manera ¿ahora quieres ser mi novio?
Si decía algo como aquello lo único que recibiría sería una cita con el psicólogo. Debía cargar con el peso del secreto.
Segundo tras segundo, transcurrió. Y aunque probablemente sólo hubiera transcurrido un par de minutos, Jonghyun sintió ese momento como eterno y a la vez tan efímero, cuando Jinki sujetó sus hombros para alejarlo.
No se atrevió a mirarlo a los ojos, temiendo no encontrar allí la chispa del amor con que el mayor solía mirarlo. Sólo se quedó de pie allí, sorbiendo su nariz, con los brazo ahora colgando desganados a sus lados, deseando retroceder el tiempo y detenerlo en el momento en el que ambos se amaban. Sólo quería volver a la fantasía que había creado.
–Jonghyun-ah, detente ahora ¿de acuerdo? Tenemos que volver a clases y no creo que quieras ser visto con esta cara. – Jonghyun no lo miró, pero podía apostar a que Jinki tenía esa sonrisa boba de siempre plasmada en el rostro.
Sintió un par de cálidos dedos rozando su mejilla y por puro instinto sus ojos se cerraron y se inclinó ante aquel contacto. Cuando se atrevió a levantar la vista se encontró a un estupefacto Jinki con las mejillas de un ligero color rosa.
La sonrisa de Jinki tembló un poco –o simplemente estaba tan cegado por sus lágrimas que estaba imaginando cosas– antes de permitirle a sus dedos moverse con delicadeza por su mejilla. A Jonghyun le tomó un par de segundos comprender que Jinki estaba limpiando sus lágrimas y cuando lo hizo estuvo seguro de que otro ataque de llanto incontrolable vendría.
La amabilidad de Jinki lo aliviaba y dañaba de tal manera, que no sabía si quería sostenerlo entre sus brazos para siempre o simplemente mantenerse alejado de él.
***
Despertó de golpe, sin saber si se debía a un mal sueño o a una repentina brisa de viento. Cuando abrió los ojos ya estaba amaneciendo y ni siquiera recordaba en qué momento se quedó dormido la noche anterior. Sintió el incesante golpeteo de su corazón en el pecho y de repente lo embargo la sensación de que había olvidado algo. Quizás esa era la razón por la que había despertado tan repentinamente sin haber sonado su alarma. Respiró profundo para tranquilizarse pero no funcionó. Cerró los ojos para hacer memoria, si había despertado de la nada por ese algo, debía ser un algo realmente importante.
Después de intentarlo varios segundos nada vino a su mente y al contrario de lo que esperaba su corazón se mantenía latiendo a todo ritmo, palpitando casi dolorosamente contra su pecho. De la nada, la angustia vino como un golpe en la cara y se encontró liberando lágrimas que ni siquiera sabía que contenía, mordió su labio inferior. ¿Qué demonios le pasaba? ¿Por qué se sentía repentinamente tan angustiado por algo que no podía recordar? ¿Por qué su pecho dolía tanto?
Sintió como si su corazón ardiera en llamas, quemaba demasiado. Llevó sus manos a su pecho y agarró la tela de su pijama con fuerza.
“Lo siento.... Lo siento mucho… Lo siento”
Se escuchó murmurar a la distancia, las palabras salían por si solas sin antes permitirle saber a quién iban dirigidas. Sentía como si estuviera fuera de su cuerpo, siendo un simple espectador pero a la vez sintiendo todo con tanta intensidad que quería llorar hasta que su pecho se vaciara.
Y así lo hizo.
Liberó todas sus lágrimas y lloró hasta que se sintió vacío. Vacío y bastante más aliviado.
***
Jinki estaba confundido. Jonghyun estaba actuando realmente extraño. Estaba más afectado por el rechazo de Key que lo normal y también estaba esa extraña mirada de melancolía que se asomaba a rato en sus ojos. Por no mencionar el hecho de que Jonghyun lo había estado abrazando durante los pasados diez minutos. ¡Abrazándolo!, cuando sus interacciones luego de la tutoría no pasaban más allá de miradas de reconocimiento y conversaciones cortas.
Algo le había pasado a Jonghyun. Quizás el rechazo de Key fue más fuerte esta vez. Quizás hablaba en serio cuando dijo que se daría por vencido a cambio de un abrazo suyo. Pero siendo honesto, un abrazo suyo no era tan importante como para cambiar los sentimientos de Jonghyun. Así que probablemente había algo más. Algo que Jinki ni siquiera se atrevía a intentar averiguar. Tenía miedo de cruzar la línea de su relación, si daba un paso en falso su relación de ‘conocidos’ podría volver tan fácilmente como comenzó a la de desconocidos. Así que tuvo que reunir un poco de valor para alejar a Jonghyun y terminar con su abrazo. Sin embargo, su corazón se contrajo de manera extraña cuando vio a Jonghyun mirando el piso y sorbiendo su nariz. No supo de donde salió el impulso pero su mano se dirigió casi por si misma hacia la mejilla de Jonghyun, al encuentro de una lágrima rebelde que se había escapado de sus ojos.
Jonghyun no evitó el contacto, al contrario se inclinó para apoyar la mejilla en su mano y entonces lo miró. Tan pronto como sus miradas se encontraron, Jinki se sonrojó y sus nervios se pusieron de punta. ¿Por qué Jonghyun lo miraba de esa manera tan… añorante? Su piel se erizó y tuvo el instinto de alejar su mano, pero como si Jonghyun previera su movimiento la sujetó para mantenerla en su lugar.
El tiempo se congeló entonces, con sus ojos encontrándose y sus dedos rosándose. ¿Por qué todo se sentía tan familiar? ¿Por qué el tacto de Jonghyun se sentía tan bien y a la vez tan mal? ¿Por qué su corazón latía acelerado cuando ya había aprendido tan bien a controlarlo?
Sintió lágrimas humedeciendo sus ojos. La angustia amenazaba con presentarse otra vez y sintió que si no se detenía, comenzaría a llorar también. ¿Por qué resultaba tan desgarrador ver a Jonghyun así? ¿Por qué sentía la culpa aflorando en su pecho?
Tal como sus instintos le indicaron. Se apartó. Retrocedió sobre sus pies y apartó su mano con toda la delicadeza y rapidez que pudo combinar.
Y eso fue todo.
Le dirigió una rápida mirada Jonghyun. Por la expresión en su rostro parecía como si lo hubiera abofeteado en vez de intentar consolarlo y lo miraba con esos ojos castaños llenos de dolor que hacían que su corazón se apretujara, pero decidió ignorar aquel hecho por su propia seguridad.
–Tenemos que ir a clases, apresúrate – Dio aquella vaga excusa aun sabiendo que probablemente Jonghyun se ausentara a la primera clase. Pero necesitaba apartarse de él y de las sensaciones que le provocaba.
Luego de eso se retiró –prácticamente huyó– de la azotea. Ver a Jonghyun así de destrozado, le provocaba un extraño dolor en el pecho, similar al de la mañana. Iniciar su día llorando sin motivo aparenta, había sido lo más extraño y desgarrador que había sentido en toda su vida y definitivamente quería volver a experimentar aquella sensación otra vez.
Su encuentro con Key también fue extraño. Ya se había repuesto de su encuentro con Jonghyun y se fue a reunir con Taemin y Kibum en el primer receso. Cuando los saludó con su sonrisa de siempre el rubio le dirigió su afilada mirada felina. Jinki se sintió examinado durante los siguientes segundos y luego Kibum lo saludó como si nada hubiera pasado. Taemin por su parte, parecía perdido en su propio mundo.
–¿Está todo bien? – Preguntó Onew al notar el poco usual comportamiento de sus amigos.
–Dime tú, Onew. ¿Está todo bien? – Kibum le devolvió sus palabras junto a una mirada suspicaz y Jinki sólo pudo mirarlo confundido sin entender su punto.
–¿Por qué preguntas eso…?
–¿No te sientes algo diferente hoy?
–Ehhh… – Jinki se lo pensó un momento, la verdad, había sido un día bastante extraño – ¿Un poco? Tuve un mal sueño anoche y creo que me está pasando factura, eso es todo – Era mentira, claro, pero no podía decirle que había despertado llorando dramáticamente por algo que no podía recordar.
–Ya veo… ¿Te encontraste con Jonghyun?
–¡Oh! Cómo lo sabes. ¿Es porque siempre recurre a mí cuando lo rechazas? Creo que esta vez te pasaste Kibum, incluso estaba llorando – Kibum sonrió de medio lado y se cruzó de brazos.
–¿Llorando, dices?
–Sí. Parecía muy… herido. – Jinki hizo una mueca de disgusto al recordarlo.
–¿Él te dijo que lo rechacé?
–Sí.
–Parece que va mantenerlo en secreto – murmuró Kibum, mientras una sonrisa de incredulidad aparecía en su rostro.
–¿Qué dijiste?
–Nada. Taemin ha sido rechazado también – Kibum intentó cambiar el tema rápidamente atrayendo a Taemin de vuelta a la realidad.
–¿Yo? ¿Cuándo? – Taemin le dirigió a ambos una mirada incrédula.
–No dijiste que ese chico, Minho. ¿Te había estado ignorando? – Aclaró Kibum.
–Sí ¡Pero ni siquiera me he declarado aún! ¿Cómo puedes decir que me rechazó?
–“Aún” – citó Key con gracia, causando que Jinki riera y las mejillas de Taemin se colorearan de un leve tono escarlata. Y así, el ambiente extraño del principió desapareció fácilmente.
–Eso es… – Taemin intentó buscar una buena excusa, pero no podía negarlo. Le gustaba Minho, entre todas esas peleas, desprecios y odio que existía entre ellos había caído por Choi Minho y sin tener que decirlo Key lo sabía perfectamente.
Ya se había atormentado por un día completo en la etapa de negación, mientras Minho se encargaba de ignorarlo, y ya no le quedaba más que aceptarlo y así lo había hecho. El problema era que después del incidente del beso en la bodega, Minho lo estaba evitando. Y no estaba exagerando. Apenas podía ver a Minho en las clases, ¡el idiota incluso había cambiado de puesto con una compañera para no tenerlo cerca! Si eso no era evitar a alguien no sabía qué demonios estaba pasando.
–No te preocupes Taemin, sólo cuando le hagas falta va a notar tu importancia.
Kibum lo decía bromeando, pero tenía cierta razón. Minho era como una chispa en su vida, es cierto que había pasado varios malos ratos por su culpa, pero aun así era divertido. Minho hacía su vida más divertida y Taemin lo descubrió sólo cuando se encontró aburrido al no estar cerca de él.
Además de la decepción, Taemin tenía unas ganas tremendas de enfrentarlo y reclamarle – golpearlo si era necesario. ¿Pero que iba a reclamar específicamente? ¿Su atención? ¿Su afecto? No es como si tuviera el derecho. Sólo porque lo había besado una vez…
Casi cuarenta y ocho horas de ser ignorado por Minho ya lo tenían hecho un lío. Taemin necesitaba seriamente reorganizar sus pensamientos.
Onew lo había olvidado todo, como era de esperar. Aun así cuando vino y lo saludó como si nada, Key se halló sorprendido por los primeros segundos. Tuvo una pequeña pelea interna recordando el rencor de la traición, pero se recordó a si mismo que no era culpa de Onew. Intentó averiguar si se había visto con Jonghyun y logró hacerlo, ese enano mal nacido lo había usado nuevamente. ¿Se atrevió a culparlo por su llanto? Ja. Ahora Kibum realmente lo haría llorar.
Se encontraron nuevamente en el segundo receso. Ambos se encontraron en el pasillo que llevaba al salón de Taemin y aprovechando que estaban solos, Key decidió poner en marcha su plan de venganza. No planeaba decirle la verdad a Jinki ¿de qué le serviría? Sí quería mantener su amistad, lo mejor sería guardar silencio sobre la semana pasada, entonces cuando el olvidara también podrían hacer borrón y cuenta nueva y seguir como antes. Pero Jonghyun, Jonghyun pagaría. Pagaría por hacerle sentir así.
¿Amor? Claro que lo sentía, la poción de amor había funcionado después de todo, pero el dolor era mucho más fuerte. Saber que Jinki lo había traicionado, que Jonghyun estaba feliz de la vida con Jinki mientras él sufría por un amor forzado, le cegaba a tal punto que sólo quería venganza y lo único que tenía que hacer para conseguirla era alejar a Onew de Jonghyun. Y sabiendo que no eran realmente cercanos, no sería una cosa difícil de hacer.
–Onew, tengo algo que decirte.
–¿Qué es? – Jinki lo miró atento, a la espera de su respuesta.
–Consideré lo que dijiste sobre Jonghyun – el interés en su rostro se hizo más intenso – Él estaba llorando por mí ¿no? Creo que eso demuestra que realmente le gusto… así que le daré una oportunidad – Key fue directo al grano, no era alguien de andar con rodeos.
–¿Vas a aceptarlo? – Jinki estaba incrédulo y Kibum entendía perfectamente porqué, tantas veces había rechazado a Jonghyun que nadie esperaba que llegar el día en que lo aceptara.
–Sí. A partir de hoy vamos a ser novios. ¿Qué opinas?
Jinki lo miró en silencio por unos segundos, procesando la información. Entonces comenzó a parpadear más rápido y agitó su cabeza como intentando deshacerse de alguna idea extraña.
–Eso es genial… él está loco por ti. Es simplemente genial, ahora no me buscara más para pedirme ayuda. Es… un alivio.
Dijo todo aquello con una sonrisa, esa sonrisa que Jinki colocaba cuando se sentía incómodo y no sabía que más hacer. Kibum había visto esa sonrisa muchas veces cuando Jonghyun se acercaba a él para pedirle ayuda. Así que a Onew realmente le incomodaba estar cerca de Jonghyun ¿eh? Un punto a su favor.
–Voy a ir a verlo ahora mismo. ¿Sabes en dónde está?
En la azotea, pensó Jinki. Sin dar la respuesta en voz alta.
Jinki no quería revelar ese pedazo de información pero si Kibum iba a ser el novio de Jonghyun, se enteraría eventualmente. Además por una u otra razón Jinki generalmente terminaba haciendo cosas que no quería.
No es como si fuera un secreto tampoco. Es sólo que ese era el lugar favorito de Jonghyun y Jinki se veía arrastrado allí cada vez que Jonghyun le explicaba alguno de sus planes de conquista. Se sentía especial de cierto modo, como un lugar secreto. A pesar de que sabía que aquellas reuniones se terminarían, se sentía renuente a revelar ese pedazo de información. Titubeó unos segundos antes de responder.
–Se saltó las dos primeras clases. Si es que no se fue a su casa debe seguir en la azotea – Respondió dubitativamente.
–Espero que siga allí. Nos vemos luego.
Key le dio una ligera sonrisa y entonces se marchó. Jinki se quedó contemplando su espalda hasta que desapareció. Se encontró incapaz de moverse si quiera un centímetro de su lugar y su mente se quedó en blanco. Sintió una molestia en el pecho. Una sensación desconocida y a la vez tan familiar. Una sensación de amargura se arrastró desde su pecho hasta su garganta y se quedó estancada allí.
Respiró profundo, no sabía qué demonios pasaba con él. Desde que despertó todo había sido demasiado extraño, sensaciones que nunca antes había experimentado lo atacaban sin compasión.
–¡Onew hyung! – La voz de Taemin lo hizo reaccionar. Levantó la mirada y se encontró con el rostro preocupado del menor. Sólo estaban ellos dos en el pasillo. ¿En qué momento se habían ido todos? Taemin tocó su hombro con preocupación y siguió hablando. – El timbre ya sonó ¿por qué no estás en tu clase? ¿Estás bien? Parece como si estuvieras a punto de llorar…
Jinki lo miró desconcertado por unos segundos y luego automáticamente una sonrisa se formó en su rostro.
–Estoy bien – Respondió, esperando que Taemin le creyera con facilidad.
Pero Taemin lo conocía mucho mejor.
–¡No hagas eso! – lo regañó – ¡No pongas esa sonrisa de zombie para ocultar tus sentimientos! ¿Crees que no te conozco? ¡No vas a engañarme con eso! – Taemin parecía a punto de hacer una rabieta y Jinki se preguntó cuando Taemin había aprendido a conocerlo tan bien.
–Estoy bien de verdad.
–¿Es él no? El tipo que te gusta ¿volvió a rechazarte? – Taemin lo miró con los ojos entrecerrados, con ganas de arrancarle la verdad con tirabuzón si era necesario.
–¿Qué? – Preguntó Jinki atónito – ¡No hay nadie que me guste! – Corrigió a toda prisa, sintiendo que todas esas emociones raras de antes se drenaban de su cuerpo para ser remplazadas por el nerviosismo.
–Pero el otro día me contaste que te gustaba alguien. Aunque no me dijiste quien, le confesaste tus sentimientos y él te rechazo. – Explicó Taemin, mirándolo sospechosamente – No me habrás mentido ¿o sí?
–¡Nunca dije eso, Taemin! – reclamó Jinki, incrédulo.
–¡Sí lo hiciste, fue hace unos días! – Taemin insistió agitando los brazos exasperado.
–¡No lo hice! Creo que te estás volviendo loco, Taemin. Ahora me voy a clases. ¡Adiós!
Jinki dio por finalizada su conversación y se fue a toda prisa, dejando a un confundido Taemin tras él. No sólo él mismo, sino todos estaban actuando extraño.
Taemin volvió a su clase, totalmente concentrado en sus pensamientos. ¿Jinki lo había olvidado? Lo había escuchado claramente ese día, se había confesado y había sido rechazado… aunque Onew nunca antes había dicho que le gustaba alguien y le pareció raro que lo dijera de repente, estaba seguro de haber escuchado bien. No podía estarse volviendo loco ¿cierto? No, claro que no. Recordaba claramente a ver confortado a su hyung en ese momento. Entonces Jinki debió haberlo olvidado. Tendría que averiguarlo más tarde.
Tan ensimismado estaba que pasó junto al puesto de Minho y sin querer botó uno de los lápices que se encontraban sobre su mesa. Taemin ni siquiera escuchó el regañó de Minho ni mucho menos se percató de que con eso, Minho había dejado de ignorarlo momentáneamente. Simplemente se dirigió a su puesto, y luego de dar un largo suspiró se concentró en la clase que el profesor acaba de comenzar.
Minho por su parte, le dirigió una mirada centelleante, que fue ignorada completamente. Ese mocoso afeminado acaba de ignorarlo. Se suponía que él era quien estaba ignorándolo. Y vaya que había sido un trabajo difícil. Taemin llamaba su atención en donde quiera que estuviera y mantener sus ojos alejados de él debería ser considerado un record. Aún no entendía que era lo que le atraía de Taemin, pero ignorarlo sólo había hecho las cosas peor. Tan sólo llevaba así casi dos días y ya se moría por hablarle, por molestarlo y ver esas reacciones explosivas que le causaban gracia – entre otras cosas.
Se quedó mirando a Taemin por un buen rato, pero el otro ni se inmutó por su mirada. El día anterior Taemin estaba siempre mirando en su dirección, Minho lo sabía por el cosquilleo que sentía en la nuca y cuando volteaba su vista Taemin estaba fulminándolo con la mirada, reprochándole su actitud sin necesidad de palabras. Pero ¿ahora qué? Estaba ignorándolo también. ¿Por qué? No lo sabía ¿Había dejado de importarle o estaba declarándole la guerra?
Dos pueden jugar este juego ¿era eso? ¿O a Taemin simplemente había dejado de importarle su presencia?
Minho no podía responder esa pregunta. Ni siquiera sabía porque le importaba tanto la respuesta. Lo único que sabía era que si Taemin era la peste, ya se había infectado de ella.
Había estado buscándolo. No podía darse por vencido tan fácilmente ¿cierto? Era verdad que dolía, y mucho. Tenía ganas de correr y esconderse, y de no salir hasta que Jinki lo amara de nuevo. Esta vez de verdad. Pero su deseo no se cumpliría por arte de magia. Si quería que Jinki se enamorara de él tenía que conquistarlo y eso lo sabía muy bien.
Pasó el primer periodo en la azotea, calmando sus emociones y organizando sus pensamientos. Claro, eso después de conseguir detener sus lágrimas y eso tampoco fue un trabajo fácil. Jonghyun era de esas personas que una vez comenzaba a llorar no podía detenerse.
Sus ojos estaban hinchados y ardían de tanto llorar. Recién en el segundo periodo se dignó a dejar la azotea, el receso estaba por comenzar y a aprovechó que los baños estaban vacíos para lavarse la cara y adecentarse un poco. Se quedó allí mirando su reflejo, tenía un aspecto lamentable.
Cuando el receso comenzó, se decidió a buscar a Jinki. No tenía muy claro que decirle, pero al menos quería tenerlo cerca. Su compañía quizás lograra aclararle algunas cosas. Sin embargo, no lo encontró en su salón y decepcionado se quedó esperándolo en su escritorio. Los minutos pasaron, el timbre volvió a sonar, pero Jinki no regresó a tiempo. Jonghyun se puso inquieto, y se fue hasta su puesto cuando entró el profesor.
Jinki nunca se saltaba las clases. Aun antes de volverse ‘conocidos’ Jonghyun sabía eso de Jinki, porque bueno el mayor era una especie de nerd, aunque Jonghyun ahora prefería calificarlo como un estudiante responsable. Así que le pareció extraño no verlo llegar a la hora. ¿Le habría pasado algo?
Jonghyun estaba a punto de salir a buscarlo cuando el mayor apareció. Se alivió de inmediato al verlo entrar. Jinki se disculpó con el profesor y luego caminó hasta su asiento, dando una rápida mirada en su dirección. Sus miradas apenas pudieron encontrarse antes de que Jinki desviara la vista a su asiento.
Jonghyun dio un suspiro que casi se escuchó por todo el salón, y apoyó sus brazos en la mesa para enterrar su rostro en ellos. Tendría que esperar hasta el toque del timbre.
La hora de almuerzo llegó lentamente, las ansias por ver a Jinki hacían que el tiempo se hiciera eterno. Se pasó la mitad de la clase evitando mirar a Jinki para poder prestar atención a la lección y la otra mitad mirándolo. Cuando sonó el timbre prácticamente saltó de su asiento para acercarse a él, pero Jinki fue más rápido y el montón de alumnos delante de él tratando de abandonar el salón al mismo tiempo, le impidió alcanzarlo a tiempo.
Llevó su mano a su cara y fregó sus ojos, se sentía frustrado y desganado. Sólo quería estar con Jinki a solas ¿por qué era tan difícil conseguirlo?
Sin darse por vencido aún, salió a buscarlo, probablemente estaría con Taemin o Kibum. Primero pasó por la sala de Taemin, pero no encontró a ninguno de los dos. Pensó que quizás estarían en el salón de Kibum y aunque le incómodo la idea, fue de todas maneras. Sin embargo tampoco estaba allí. Ya había perdido por lo menos quince minutos buscándolo en los salones cuando se le ocurrió ir al comedor.
En una de las mesas junto a la pared, al otro extremo de él, estaban Kibum, Taemin y Jinki. Un poco más animado, por haberlo localizado, se encaminó a la mesa. Kibum fue el primero en verlo, su mirada afilada le caló los huesos, pero lo ignoró. Jinki quien estaba hablándole animadamente a Kibum, siguió la mirada de Kibum al notar su silencio y entonces lo vio también. Al parecer se quedó con la palabra en la boca y su expresión cambió por completo al verlo, parecía inexpresivo. Vio a Kibum decir algo y Jinki se puso de pie tirando a Taemin con él. Jinki le dijo algo más a Kibum y luego de darle una sonrisa apresurada se alejó de la mesa con Taemin siguiéndolo.
En algún momento de su camino, Jonghyun se detuvo, quedando de pie a medio camino. Jinki no podía estar evitándolo ¿cierto? Aun si la poción perdió su efecto, Jinki nunca antes lo había evitado. Para asegurarse gritó el nombre de Jinki para llamar su atención, fue lo suficientemente fuerte para que la mitad de los que estaban allí se voltearan hacia él, incluyendo a Taemin, pero Jinki no lo miró ni una sola vez antes de salir por la otra entrada.
Jonghyun no era tonto, Jinki estaba evitándolo.
Recordó a Kibum, segundos antes, diciéndole algo a Jinki y una idea cruzó por su mente. Retomó su paso hacia la mesa de Kibum y se sentó frente a él, mirándolo con seriedad. Kibum era el único que lo sabía todo y por lo mismo el único con el que podía ser honesto.
–La poción perdió efecto y ahora Jinki está evitándome – Fue directo al grano – ¿por qué?
–¿Sólo porque no se encuentran en un día te está evitando? Que yo recuerde antes con suerte se hablaban una vez a la semana, no me parece que te esté evitando, simplemente volvió a la normalidad – Kibum hablaba en tono burlón. Apoyó sus codos en la mesa y luego su barbilla en sus manos entrelazadas, le dirigió una mirada de autosuficiencia que no hizo más que revolver el estómago de Jonghyun. Kibum se estaba burlando de él.
–No juegues Key, sabes perfectamente que me está evitando.
–Está bien, puede que te esté evitando un poco – Key le dedicó un encogimiento de hombros en parte de disculpa en parte burlón. Jonghyun no apartó su mirada dura de él.
–¿Qué le dijiste?
–¿Qué crees que le dije? – Jonghyun apretó la mandíbula. Kibum no podría haberle dicho la verdad ¿cierto? De ser así Jinki le habría pedido explicaciones, pero simplemente había estado evitándolo sin motivo aparente – No pongas esa cara – Indicó Kibum riendo – ¿Qué clase de persona crees que soy? ¿Cómo pude haberte gustado si piensas así de mí?
–Sólo dime que le dijiste, Key – No estaba de humor para bromear, sólo quería respuestas pero a cambió sólo obtuvo silencio. – Dime – repitió, más exigente. Después de otro prolongado silencio, Key se decidió a hablar.
–Le dije que tú y yo somos novios – La sonrisa de Kibum desapareció, su expresión se endureció. Miró a Jonghyun con seriedad.
En esos instantes la mente de Jonghyun trabajaba como loca intentando hilar ideas. ¿Jinki lo estaba ignorando por eso? ¿Por qué? ¿Podría ser que sintiera algo por él y estuviera celoso? No pudo responderse a si mismo, Kibum retomó el dialogo.
¿Y sabes lo que dijo? –Kibum volvió a utilizar su tono de burla, a través de una sonrisa que forzaba demasiado como para ser cierta.– “Genial, ahora no me buscara más para pedirme ayuda. Es un alivio”. Puedes que tus sentimientos hayan cambiado por él, Jonghyun, pero Jinki volvió a la normalidad. Ahora no eres nada para él.
Jonghyun se quedó sin palabras. ¿Jinki realmente pensaba así?
–No… Estás mintiendo – No quería creerlo. Simplemente no podía creerlo.
–¿Por qué mentiría, Jonghyun? Es la verdad. Y bien sabes que debiste ser una molestia para él todo ese tiempo.
Esas palabras se clavaron en su corazón como astillas. Una molestia, ¿Jinki lo veía así? Volvió a sentir sus ojos acuosos. No debería doler tanto, Kibum tenía razón, debió ser una molestia. Sólo buscaba a Jinki cuando necesitaba su ayuda. ¿Cómo no iba a ser una molestia de esa manera?
–Oh no. ¿Te duele?– Key fingió pena, hizo un puchero y cubrió sus labios con sus manos con expresión compasiva – A mí también me dolió – Las palabras de Kibum salían con tanto veneno, que Jonghyun no dudaba que fuera verdad. Aquellos ojos llenos de coraje se mantenían fijos en él, dispuesto a atravesarlo, pero también llenos de un dolor que Jonghyun conocía muy bien. Amor no correspondido. –Y sabes algo más. No te deseo mal, pero espero que por su bien Onew nunca se enamoré de ti. Alguien egoísta e inconsciente como tú no merece ser amado por alguien tan puro como él.
Kibum se puso de pie dándole una última sonrisa torcida y lo dejó sólo. Jonghyun apretó los puños sobre la mesa mientras contenía las lágrimas. Se puso de pie también y abandonó comedor con rapidez. Siguió la ruta que sabía de memoria hasta la azotea, necesitaba estar sólo. Necesitaba estar solo con sus pensamientos, con su dolor.
Era cierto. No merecería el amor de Jinki. Nunca lo mereció. ¿Cuántas veces lo daño con su egoísmo? ¿Cuántas veces lloró por su culpa? Jinki era demasiado bueno.
Jinki no necesitaba el amor egoísta de Jonghyun.
Si le declaraba su amor sólo lo pondría incómodo. Sería una molestia más… Simplemente debería desaparecer de su vida.
Le pareció que alguien llamó su nombre tras él, pero para entonces lo único que podía escuchar era el sonido de su corazón rompiéndose.