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Poción de amor por TabiiiTa

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Notas del capitulo:

Infinitas disculpas por el atraso. No estaba muerta andaba de parranda?  y aquí está un cap nuevo. De verdad siento la tardanza, pero este fic me tiene super complicada, además todavía estoy con un bloqueo de autor y es horrible. Aun así le quiero dar las gracias a todas esas personas que todavía siguen leyendo este fic. Muchas gracias. Y lo siento, mis especiales disculpas a las 2min shippers, porque honestamente no le puse mucho empeño a las partes del 2min y quedaron cueck :/. Estaba muy concentrada en el jongyu, lo siento~

 

- Jonghyun. ¡Jonghyun!

 

Aunque no quería escuchar sabía quién estaba llamándolo, pero no quería verlo, no en ese momento. ¿Desde cuándo había estado siguiéndolo? Con la esperanza de perderlo, comenzó a correr a toda velocidad hasta llegar al lugar en el que siempre terminaba. La desolada azotea de la escuela.

 

Al atravesar la puerta apoyó las manos en sus rodillas para recuperar el aliento, y mientras sentía el aire frío acariciar su rostro se dio cuenta de que no fue una buena idea ir hasta allí.

 

Va a saber en dónde estoy.

 

Enseguida se dio la vuelta con la intención de irse a otro lugar, pero se encontró con quien había estado siguiéndolo parado en la puerta, mirándolo preocupado y con la respiración agitada. Y sólo verlo allí de pie, en ese estado por él, hizo que las piezas de su corazón roto dieran un salto.

 

- Jinki… – Su nombre salió de sus labios como si se tratara de algo prohibido, y no supo que más decir luego de eso.

 

Se quedaron viendo por largos minutos, pero incluso después de que ambos respiraban con normalidad ninguno se atrevió a hablar. Lo único que Jonghyun podía hacer era evitar la mirada de Jinki mientras sentía una avalancha de pensamientos pesimistas cernirse sobre él.

 

- ¿Estás bien?

 

No quiso levantar la mirada, sentía las lágrimas frescas aun picando en las esquinas de sus ojos, pero Jinki insistió.

 

- ¿Qué pasó esta vez? No me digas que terminaste con Kibum, acaban de empezar a salir.

 

Parecía una broma, pero Jonghyun no lo tomó así y levantó la vista con sorpresa, ¿por qué Jinki estaba allí otra vez, preocupado por él y su inexistente relación con Kibum? ¿Por qué estaba allí a pesar de que lo consideraba una molestia? Otra avalancha de pensamientos atacó su mente evitándole responder y para cuando se dio cuenta de que había evitado la pregunta, Jinki lo miraba apenado.

 

- Lo siento, lamento haberte molestado todo este tiempo, hyung – Dijo lo primero que vino a su mente intentando acabar con el silencio asfixiante que de repente rondaba el ambiente.

 

- ¿De qué estás hablando? – Jinki lo miró confundido, frunciendo el ceño –tiernamente, según Jonghyun, y luego comenzó a acercarse a él. Jonghyun reaccionó instintivamente dando un paso hacia él, pero entonces pensó que en realidad no era buena idea acercarse demasiado y retrocedió.

 

- Lamento haberte pedido ayuda, fui un fastidio ¿no? No volveré a hacerlo.

 

No quería sonar superficial, pero quería acabar pronto para que Jinki se fuera y lo dejara solo con su miseria. Sin embargo, Jinki volvía a cambiarle el panorama.

 

- Jonghyun… Reconozco que no me agradaba demasiado ayudarte, pero eso no te convierte en una molestia. Nunca podrías ser una molestia.

 

Algo en su pecho se encendió al escuchar esas palabras, sería demasiado hablar de esperanza, pero el hecho de desmentir las palabras de Kibum le causaba… un alivio tremendo.

 

- ¿De verdad?

 

Esos ojos tiernos y llenos de preocupación volvían a mirarlo y Jonghyun se sentía afortunado sólo de tenerlos dirigidos a él. ¿Cómo podía dudar de él cuando lo miraba con esos ojos llenos de sinceridad? El que preguntara aquello sólo era su corazón queriendo confirmarlo para poder aferrarse a algo de esperanza.

 

- De verdad.

 

Y esa pequeña confirmación fue todo lo que necesitó. No pudo evitar sonreír, probablemente se viera ridículo sonriendo entre lágrimas pero era lo de menos, Kibum había mentido. Kibum solo intentó herirlo y vaya que lo había logrado, pero eso tampoco importaba.

 

- Parece que estás muy sensible Jonghyun.

 

Ese fue el comentario de Jinki cuando vio a Jonghyun limpiar un par de traicioneras lágrimas. Y de nuevo, allí estaba Jinki y sus bromas como siempre. Allí estaba Jinki sonriendo con esa sonrisa que aparentaba ser despreocupada que al contrario estaba llena de preocupaciones. Allí estaba Jinki acomodando con nerviosismo sus gafas, esas gafas gigantes y horribles que se veían perfectas en él. Allí estaba el hombre que Jonghyun amaba y por el cual, de ahora en adelante, iba a luchar por conquistar, esta vez de la manera correcta.

 

- Supongo que sí…

 

- Además te ves demasiado triste. No me gusta ver a las personas tristes. ¿Debería cantar una canción para animarte?

 

- ¿Cantar…?

 

La mente de Jonghyun se iluminó con la mención de eso, recuerdos de él y Jinki cantando mientras estaban encerrados llenaron su mente. Esa fue la noche en donde se dio cuenta de cuanto había lastimado a su hyung, esa fue la noche en donde Jonghyun comenzó a tener sentimientos por él. ¿Podría ser que Jinki recordara? Su corazón latía acelerado de la pura ansiedad.

 

- Es un método para alejar las penas y los malos pensamientos.

 

Él había dicho algo similar cuando le enseñó a Jinki aquel método, cuando le contó su secreto mejor guardado.

 

- ¿Quién te enseñó eso? – Curiosidad, esperanza, todo brotando de su ser desesperadamente. Sí Jinki recordaba, si Jinki recordaba eso, quizás podría hacerle recordar lo demás.

 

- ¿Eh? – Jinki lo miró con los ojos abiertos, como si hubiera sido atrapado en el acto, pero luego le dio una de sus sonrisas bobas y pronto acabó con toda la esperanza de Jonghyun – Acabo de inventarlo.

 

- ¿Estás seguro? ¿No recuerdas a alguien enseñándote? ¿No recuerdas a alguien cantando contigo? – No pudo evitar insistir. Si había una posibilidad de que Jinki recordara necesitaba averiguarlo.

 

- No… ¿está todo bien, Jonghyun? Hoy estás muy raro.

 

Jinki lo miró con el ceño fruncido y la preocupación escrita en su rostro otra vez. Jonghyun soltó un suspiro de frustración y agitó su cabello con rabia. No debería ilusionarse tan fácilmente.

 

Jinki lo miró atentamente, pero no dijo nada más, él tampoco quiso decir más y volvió a crearse un silencio incomodo entre ellos.

 

Mordió su labio unos segundos para contener sus emociones antes de decidirse a hablar otra vez.

 

- Bueno, ¿vas a cantar?

 

- Claro, si eso borra esa expresión de cachorro abandonado de tu cara – Jinki sonrió de manera que enseñaba sus dientes y sus ojos desaparecen en semilunas. Y Jonghyun sintió el ritmo de sus latidos acelerarse nuevamente. No importaba si Jinki llevaba gafas o no, lucía demasiado atractivo cuando sonreía. Su sonrisa era su encanto.

 

- Bien, vamos a ponernos cómodos entonces – Intentó no parecer demasiado ansioso mientras tiraba del brazo de Jinki y lo arrastraba hacia la pared. Luego lo empujó por los hombros haciendo que se sentara en el piso. Él también se sentó, justo frente a Jinki y lo miró emocionado.

 

- Canta para mí, hyung.

 

Puede que haya sido su exigencia o el hecho de que estaban tan cerca que sus rodillas se rozaban, cualquiera fuera el motivo las mejillas de Jinki se tiñeron de un leve rubor. Jonghyun tuvo que recordarse que Jinki siempre se había comportado así de tímido cuando estaban solos para no volver a tener falsas expectativas.

 

- Mi voz no es muy buena, así que no esperes demasiado. – Jinki se excusó, tan modesto como siempre.

 

Aclaró su garganta, y evitando a toda costa mirarlo comenzó a cantar. Jonghyun reconoció la canción, era un titulada “So give me a smile” cantada por un dueto. Era algo triste pero a la vez optimista. Jinki la cantaba a la perfección con esa dulce voz suya, Jonghyun se embelesó fácilmente escuchándolo.

 

Apoyó el codo sobre su rodilla y sujetó su barbilla con su mano, para ponerse más cómodo, además sin darse cuenta se inclinó un poco más hacia Jinki. En ese momento la voz del mayor falló y desafinó un poco y Jonghyun no pudo evitar reírse con ternura, pero eso hizo que Jinki se detuviera.

 

- ¿Por qué paraste? – Preguntó divertido. Jinki se negó a mirarlo y fijó su vista en el suelo mientras hacia una mueca de enfado.

 

- Te estás riendo de mí. – Reprochó, jugueteando con sus manos.

 

- No me reí de ti, bueno no de una mala manera al menos. – Jinki levantó la vista sólo para dirigirle una mirada ofendida. – Lo siento no volveré a reírme, ¿de acuerdo? Ahora sigue cantando.

 

- No quiero. – Jinki hizo un puchero y volvió a evitar mirarlo. –  Te dije que no canto bien.

 

- No puedes decir eso. Lo haces bien. Me gusta como cantas. –  La expresión de Jinki se relajó al escuchar sus halagos, pero no cedió. –  ¿Y si te acompaño cantando? – Finalmente Jinki lo miró, claramente interesado en la propuesta. Jonghyun sonrió al ver el pequeño cambió en su expresión.

 

- Está bien

 

Con la confirmación de Jinki ambos comenzaron a cantar y después de unos segundos el corazón de Jonghyun poco a poco comenzó a animarse. Sin embargo, Jonghyun necesitaba el contacto físico al que se había mal acostumbrado durante la semana anterior. Así que no dudó en reclamarlo y en un acto de valentía tomó la mano de Jinki entre la suya intentando no parecer demasiado sospechoso o ansioso. Ante el gesto, Jinki se quedó viendo sus manos unidas por largos segundos, pensativo. Por un momento, Jonghyun tuvo miedo de que se enfadara y se fuera, a Jinki nunca le había gustado demasiado su skinship, pero pronto Jinki levantó la vista para mirarlo otra vez y le sonrió, sin dejar de cantar. Y esa pequeña, pero tímida sonrisa, provocó que el corazón de Jonghyun diera un vuelco de felicidad. Fue entonces cuando pensó: ¿Cómo podía no amar al hombre frente a él? ¿Cómo podría rendirse tan fácilmente, cuando Jinki merecía a alguien que fuera capaz de dar todo por él?

 

Un golpe de confianza atravesó su cuerpo y dándole un ligero apretón a la mano de Jinki, decidió que era tiempo de intentarlo de verdad. Como prometió, haría que Jinki volviera a amarlo.

 

Cuando terminaron de cantar, fue imposible convencer a Jinki de saltarse la clase siguiente, pero al menos Jonghyun estaba contento de haber pasado un buen rato con él. Se sentía mucho más animado y revitalizado después de su tiempo a solas.

 

No quiso apresurar demasiado las cosas, primero quería pensar bien que hacer, así que simplemente lo dejo ir por el momento. Podía parecer tonto, pero para Jonghyun era un gran paso poder conversar con Jinki tranquilamente y ahora que había recuperado su confianza habitual estaba listo para seguir con su objetivo.

 

 

 

 

 

 

 

Minho no pudo concentrarse en la clase, todo por culpa del mocoso afeminado. Taemin lo hacía sentir enojado con tanta facilidad. ¿Quién se creía que era para ignorarlo? Bueno, era cierto que él había empezado ignorándolo, pero necesitaba aclarar su mente y… ¿es que acaso a Taemin no le importaba?  ¿Por qué no parecía preocupado de que se alejara repentinamente de él? Ese pequeño demonio planeaba darle la espalda y olvidarse de su existencia y Minho no iba a permitirlo tan fácilmente. No desde que había descubierto que ese mocoso le gust–… le hacía sentir cosas extrañas. Así que Minho, como el hombre decidido que era, decidió aclarar de una vez por todas las cosas entre ellos. Para bien o para mal, hablaría seriamente de sus sentimientos con Taemin.

 

Apenas escuchó el toque del timbre se levantó de su puesto para ir al de Taemin.

 

- Tenemos que hablar  –  dijo a toda prisa, golpeando sus dedos inquieto sobre el pupitre del único que complicaba su existencia sin esfuerzo alguno.

 

Sin embargo, fue ignorado. Taemin ni siquiera parpadeó ante su sugerencia y mantuvo la vista fija en el frente. Minho notó que estaba absorto en algún pensamiento así que decidió golpear su hombro para llamar su atención.

 

- Te estoy hablando.

 

Esta vez consiguió que Taemin lo mirara pero seguía pareciendo distraído.

 

- ¿Qué quieres? – Taemin no parecía enojado ni molesto, no estaba teniendo ninguna reacción y eso desconcertó a Minho.

 

- ¿Estás ignorándome? – Minho lo miró frunciendo las cejas, ¿de verdad estaba ignorándolo? Taemin parpadeó un par de veces antes de que su boca se abriera en una ‘o’.

 

- Ah, cierto. Eres Minho.

 

- Claro que soy Minho. ¿Qué demonios te pasa? ¿Estás enfermo? – Minho lo miró extraño, entonces Taemin ladeó la cabeza y también lo miró extraño.

 

- ¿Terminaron las clases?

 

- ¿Sí? De otra manera no podría estar hablándote.

 

Con la respuesta, Taemin se puso de pie de improvisto y golpeó su pupitre con ambas manos, su mirada se llenó de determinación.

 

- ¡Tengo que ver a Onew hyung!

 

Dicho esto, tomó sus cosas, hizo a Minho a un lado y se dirigió a la salida. Sin darle ninguna oportunidad para detenerlo.

 

- Él acaba de… ignorarme. –  Murmuró con completo horror,  mientras miraba desconcertado la puerta por dónde salió Taemin.

 

 

 

 

 

 

 

- ¡Onew hyung!

 

Taemin tenía que hablar un tema realmente serio con su hyung, por eso había corrido hasta su salón para alcanzarlo antes de que se fuera a su casa.

 

- ¿Qué pasa Taemin? –  Jinki lo miró sonriente como siempre.

 

- Tengo algo que preguntarte... –  Examinó el alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie cerca de ellos - ¿Hay alguien que te guste?

 

- ¿Qué? –  La pregunta tomó a Jinki por sorpresa, Taemin insistió.

 

- ¿Quién te gusta, hyung?

 

- Nadie. –  Respondió Jinki enseguida.

 

- Eso no es cierto, el otro día me dijiste que te gustaba alguien. Incluso te le declaraste y después estabas todo deprimido porque te rechazó. ¿No lo recuerdas?

 

- Otra vez con eso. Ni siquiera tengo a alguien que me guste, Taemin. ¿Y declararme? No tengo el valor para hacer eso…

 

- Debe ser cierto… –  murmuró Taemin.

 

- Claro que es cierto –  respondió Jinki.

 

Pero Taemin no se refería a las palabras de su hyung. Si no a lo que Kibum le había contado sobre la poción de amor. El mayor dijo que Jinki había olvidado todo lo ocurrido la semana anterior y era cierto. No es que Taemin no le creyera a Kibum, pero tenía que comprobarlo por sí mismo. Taemin se asustó mucho cuando vio a Kibum llorando en el salón, culpando a Jinki de haberlo traicionado, pero sabía que tenía que haber una razón por la que su hyung actuara de esa forma y el mismo Kibum después de aclarar las cosas le había contado la verdad. Jinki le dio la poción a Key para probarle a Jonghyun que no funcionaría. Kibum también le había recalcado que no le dijera nada a Jinki al respecto, lo mejor sería que nadie le mencionara nada de lo ocurrido para no confundirlo. Por eso Taemin había actuado como de costumbre con él, a pesar de que tenía muchas ganas de preguntarle algunas cosas sobre el tema, pero no es como si pudiera responderle de todos modos. Kibum también olvidaría pronto y Taemin sería el único quien sabría, además de Jonghyun, lo que había pasado y estaba más que dispuesto a guardar el secreto para que la amistad entre Kibum y Jinki pudiera mantenerse intacta.

 

Taemin no entendía del todo porque Jonghyun había hecho algo como eso. Manipular los sentimientos de sus hyungs, era algo cruel y egoísta. Con un mal movimiento más hasta podría haber hecho que se odiaran. Taemin no estaba enojado con Jonghyun, pero prefería que se mantuviera alejado de sus hyungs a para evitar problemas.

 

- Hyung, tú quieres mucho a Key hyung ¿cierto? No harías nada que pudiera lastimarlo.

 

- ¿A qué viene todo esto Taemin? ¿Por qué están todos actuando tan extraño hoy? –  Jinki hizo una mueca de disgusto –  Por supuesto que quiero mucho a Kibum, a ti también. Jamás haría algo que pudiera dañarlos. Son mis mejores amigos.

 

- ¿Y que hay acerca de Jonghyun? – Taemin se aventuró a decir.

 

- ¿Eh? – Jinki volvió ser tomado por sorpresa, se notaba en su rostro.

 

- ¿Que sientes por él? – preguntó Taemin, mirándolo atento, listo para analizar cada pequeña reacción de Onew.

 

- Na-nada – La respuesta de Jinki fue rápida, pero el tartamudeo en su voz lo delató.

 

- ¿Por qué te pones nervioso?

 

- ¡Porque estás haciéndome preguntas extrañas!

 

Jinki intentó defenderse, pero entonces Taemin lo notó, el ligero rubor en sus mejillas, el tartamudeo y el repentino nerviosismo. Eso podía indicar sólo una cosa, algo había pasado entre ellos. Y Taemin podía imaginar bien que era.

 

¡Jonghyun se le había declarado a su hyung!

 

Kibum también le había dicho que Jonghyun se había enamorado de su Onew hyung, así que eso tenía mucho sentido. Consiguió aclarar un par de cosas. Como quien era el repentino enamoramiento que su hyung que no podía recordar. La persona a la que Onew se le había declarado y por la que fue rechazado, era Jonghyun. Y eso sólo aumentaba el rechazo que estaba comenzando a sentir por él. Lastimar a sus dos hyung cuando se le daba la gana, ¿Quién se creía que era?

 

- ¿Jonghyun te dijo algo extraño hoy?

 

- Eh… bueno, ha estado comportándose raro  - Jinki prefirió evitar mirarlo por el momento.

 

- ¿Raro cómo…? – Indagó Taemin.

 

- No sabría decirlo… parece más interesado, pendiente de mí? Creo que quiere que seamos amigos cercanos. –  Jinki no sonaba demasiado seguro, probablemente ignoraba las intenciones de Jonghyun.

 

- Mmm, ya veo. Pero hyung, ten cuidado. No quiero que tú o Key hyung salgan lastimados por él otra vez. - Taemin notó su error demasiado tarde y abrió los ojos sorprendido por su propio descuido.

 

- ¿Otra vez? – Jinki lo miró extrañado y Taemin no encontró mejor opción que huir.

 

- Acabo de recordar que tengo algo que hacer. ¡Nos vemos! 

 

Y dicho eso, se alejó de él igual de rápido como había llegado.

 

Taemin quería evitar que Jinki fuera lastimado por Jonghyun, pero no había mucho que pudiera hacer más que advertirle. Se suponía que Jonghyun amaba a Jinki y esperaba que eso fuera suficiente para no volver a hacerle daño. Con esos pensamientos y sintiéndose más aliviado, otra de sus preocupaciones acaparó su mente.

 

Choi Minho.

 

Luego de su rápida charla con Jinki y de su escapada, recordó que Minho le había hablado antes de que saliera corriendo el salón. En ese momento estaba tan preocupado por su hyung, que ni siquiera se dio cuenta de que Minho había dejado de ignorarlo. Quizás era una buena idea intentar acercarse a él en ese momento, aunque claro seguramente Minho se había ido a casa.

 

De todas maneras decidió ir a revisar el salón por si acaso y para su buena suerte, se encontró con Minho en el pasillo. No pudo evitar sentirse repentinamente emocionado al verlo, tuvo que tomar un par de largas respiraciones para calmar su ansiedad y poder dirigirse a él como siempre.

 

- Hey, Minho. – dijo, cuando ya lo había alcanzado. Minho se detuvo y Taemin casi choca con su espalda. Eso debía ser una buena señal, estaba tomándolo en cuenta – ¿Ya no estás ignorándome?

 

Minho se volteó para quedar frente a él, y le dirigió una mirada fría, no respondó

 

- Ah… supongo que sigues ignorándome – murmuró Taemin desanimado.

 

- , eres quien me ignoró – reprochó Minho, irritado.

 

- Tú empezaste.

 

- Pero iba a detenerme y tú comenzaste a ignorarme.

 

- No estaba ignorándote, sólo estaba algo distraído. Además, estoy en todo mi derecho de ignorarte.

 

- Esa es la excusa más infantil que he escuchado.

 

- Mira quien lo dice, señor-te-voy-a-ignorar-porque-estoy-enojado – Sin notarlo realmente, Taemin comenzó a pelear con él, otra vez. – Idiota.

 

- No estaba enojado, llorón.

 

- ¿Entonces qué? ¿Te despertaste un día creyendo que era buena idea hacerme la ley del hielo? – Taemin infló los cachetes y se cruzó de brazos. – Eres un cabeza de…

 

- Detente quieres – Minho lo detuvo antes de que pudiera terminar su frase – Así es como siempre empiezan nuestras peleas…  – Minho le dio una mirada de reproche para luego soltar un largo suspiro

 

- ¿Yo soy quien empieza las peleas? Tú, y sólo comenzaste con esto. ¡Siempre estás haciéndome enojar y menospreciándome! – exclamó Taemin agitando sus brazos exasperado.

 

- Sí, supongo que fue mi culpa que comenzáramos con el pie izquierdo.  Así que… lo siento. – Minho lo miró con seriedad y Taemin ni siquiera se atrevió a pensar que estaba bromeando.

 

- ¿Qué? – Aquellas palabras habían tomado totalmente desprevenido a Taemin, dejando su mente en blanco. Sus brazos cayeron pesados a sus costados y se quedó mirando a Minho estupefacto.

 

- Que lo siento. Siento haber creado esta enemistad entre nosotros. Y tampoco debí ignorarte, es sólo que… estaba confundido. – Ante esta declaración Minho parecía contrariado, Taemin vio sus ojos entrecerrarse y su rostro reflejando algo de duda.

 

- ¿Confundido? ¿Por el…beso? – Taemin lo dijo bajito como si aquel hecho se tratara de un secreto. Su cerebro recién parecía estar volviendo a funcionar otra vez.

 

- No sólo por el beso. Por ti.

 

- ¿Por mí? – Taemin lo miró pasmado.

 

- Por lo que me haces sentir.

 

Fue aquella declaración la que provocó un cortocircuito en la mente de Taemin. Y la mirada penetrante y sincera que con la que Minho lo observa lo que hizo que su boca se secara y que apenas pudiera formular una frase.

 

- ¿Q–qué te hago sentir? – Sintió algo retorcerse en su estómago y wow, ¿era eso ansiedad otra vez o era algo peor? ¿Por qué Minho lo miraba de esa manera tan extraña? Y lo peor… ¿Por qué estaba esperando recibir una confesión de amor Choi-nosoygay- Minho?

 

- Cosas raras, cosas raras como tú.

 

- ¿Qué quiere decir eso? – Taemin ni siquiera pudo fruncir el ceño ante esa declaración aparentemente ofensiva, al contrario, siguió mirándolo atónito.

 

- Que… creo que me gustas – Y fue el titubeo en la voz de Minho lo que hizo que los nervios de Taemin estallaran, pero fue la declaración final, que hizo que su mundo se sacudiera por completo y que se produjera un cosquillo en su estómago como la primera vez que vio a Minho, cuando le había llamado la atención su atractiva masculinidad.

 

Podría haber creído que se trataba de una broma o de un nuevo nivel de odio, tal vez, pero si algo había aprendido Taemin de su complicada relación con Minho es que era un hombre de verdad honesto. Siempre decía lo que pensaba directamente y jamás le había mentido, esperaba que esta vez no fuera la excepción.

 

Aunque estaba saltando de alegría en el interior no quería mostrarse demasiado emocionado. Ignorando la pequeña voz en su mente que le susurraba: “sabía que nadie puede resistirse a mis encantos”, aclaró su voz, temía que no saliera ninguna palabra de su boca.

 

- Bueno… eso, qué… mmm… ¿q-qué quieres hacer al respecto?. – Allí se perdió su intento de parecer cool.

 

Minho soltó una risita al escucharlo y Taemin hizo un puchero intentando parecer enojado, pero quedó embobo viendo sonreír a Minho. Era una sonrisa muy diferente a las que había visto en él. No era de esas típicas sonrisas de superioridad que le daba, era una sonrisa… genuina y  agradable de ver. La sola imagen de Minho sonriendo tan despreocupadamente envió un extraño cosquilleo por todo su cuerpo.

 

Ignorando por completo la burbujeante sensación que se expandía por su estómago, siguió con su discurso.

 

- Incluso nuestro primer intento de amistad fracasó así que… – Minho lo interrumpió, aunque realmente no tenía mucho más que decir.

 

- Así que vamos a saltarnos ese paso – Minho le dedicó una de esas sonrisas engreídas suyas, pero esta vez no le pareció molesto, porque estaba llena de sugerencias que parecían tentadoras.

 

- Saltarnos ese paso, sí.

 

Las habilidades motoras de Taemin volvieron a estropearse, dejándolo capaz sólo de repetir esas palabras, lo único que pudo hacer fue concentrarse en la mirada de Minho. En esos ojos oscuros que lo aturdían con sólo fijarse en él.

 

Minho dio medio paso hacia él y con eso bastó para deshacerse de la mayor parte de la distancia que los separaba. Tenerlo a sólo centímetros de él, le trajo todos los recuerdos de las veces en que habían estado tan cerca, como aquella vez en que se había burlado de él tocándolo de más, o cuando Minho lo besó para vengarse de él y él último beso, el beso real, por el que Minho había estado ignorándolo.

 

El repentino nerviosismo que sintió cuando Minho lo tomó de ambos hombros fue sólo aplacado por la  anticipación recorriendo su cuerpo. Tenía una perfecta vista de los labios del mayor y no pudo evitar lamerse los labios ansioso, si no era normal besarse luego de una declaración de amor a Taemin no le importó cuando sujeto el cuello de Minho y estampó sus labios contra los de él.

 

 

 

***

 

 

 

Por alguna razón Jinki se sentía agotado. Su día había sido tan raro, o más bien las personas a su alrededor se habían comportado tan raras que hicieron que su día fuera demasiado caótico. Parecía que algo había cambiado desde el día anterior, como si todos hubieran sido raptados por los extraterrestres o tal vez sólo él. De todas maneras tenía la impresión de que todos conocían alguna verdad que el ignoraba, como aquella vez en que alguien pegó carteles ofensivos de él, y Kibum y Taemin intentaron evitar que los viera.

 

La actitud de Key, Taemin y Jonghyun había sido sospechosa. Todas su energía se drenó al intentar entender a los demás, sobre todo después de sus encuentro con Jonghyun. Él fue el más raro de todos. Lo trataba como si estuvieran relacionados íntimamente, cuando en realidad eran solo conocidos, aunque claro Jonghyun se encargó de decirle que quería volverse más cercano a él.

 

El habitual skinship de Jonghyun siempre había conseguido ponerlo nervioso e inquieto, por eso lo evitaba, sin embargo cuando Jonghyun tomó su mano mientras cantaban en la azotea se sintió... bien, como si estuviera bien tomar su mano y no sintió ganas de rechazarlo como siempre. Se sintió inexplicablemente tranquilo ante aquel gesto y un calor agradable se propagó por su pecho.

 

Pero estaba mal, lo sabía, porque no se suponía que sintiera nada por Jonghyun. Se había repetido muchas veces que no podía, que Jonghyun estaba enamorado de Kibum, y llegó a creer que tenía todo controlado. Sin embargo, Jonghyun llorando y abrazándolo como si fuera la cura para sus penas, Jonghyun siendo tan atento con él, era algo a lo que no sabía cómo reaccionar.

 

Al llegó a su casa, lo único que hizo fue lanzarse a su cama y estaba tan cansado que se quedó dormido enseguida.

 

 

 

 

 

Se despertó cuando ya estaba por oscurecer. El timbre siendo tocado insistentemente fue la causa. Se levantó pesaroso y luego de estirarse se dirigió a la entrada mientras fregaba sus ojos. Abrió la puerta y su bostezo quedó a medio camino cuando se encontró con Jonghyun de pie frente a él. Instantáneamente todo el sueño abandonó su cuerpo, mientras sus ojos se abrían con sorpresa.

 

- ¿Jonghyun? –  Su voz salió pastosa por la siesta anterior, y tosió un par de veces para arreglarla.

 

- Hola, Jinki hyung. – Jonghyun le dedicó una sonrisa, algo diferente a las que estaba acostumbrado a recibir de él.  Lucía algo reservado, pero su sonrisa era cálida.

 

- ¿Qué haces aquí? – en la bruma de pensamiento sólo logró decir esas palabras mientras algunas desaparecieron en el mar de preguntas y respuesta que el mismo formulaba.  ¿Cómo sabes mi dirección?

 

- Yo…yo…sólo –  Jinki pensó que probablemente debería invitar a Jonghyun a pasar, pero el menor parecía tan inusualmente complicado intentando formar una frase que prefirió esperar a que terminara su oración para hacer el ofrecimiento. – vine a pedirte algo importante…

 

Jonghyun hizo una pausa, algo dramática. Lucía tan nervioso y asustado, que el mismo Jinki no pudo evitar ponerse nervioso y por inercia movió los dedos de sus pies, intranquilo. El silencio de Jonghyun se estaba alargando demasiado y el ambiente se volvió inquieto, la mente de Jinki no pudo procesar lo que Jonghyun podría querer de él en ese momento. La idea de Kibum pasó por su mente, pero ellos ya eran novios ¿no? Que podría querer Jonghyun de él ahora.

 

Jinki lo observó vigilante. Jonghyun tragó, y tomó un profundo respiro, con eso consiguió parecer menos nervioso y Jinki notó un cambio en su mirada. De un segundo a otro, se veía decidido.

 

- Vamos a enamorarnos.

 

La declaración salió de sus labios en cámara lenta, Jinki casi pudo ver las palabras flotando hasta llegar a sus oídos, pero no tenían sentido y su cerebro se negó a procesarlas.

 

- ¿Qué? – preguntó aturdido, con los ojos bien abiertos.

 

- Enamórate de mí, hyung. –  Los ojos de Jonghyun se mantuvieron fijos en él,  llenos de determinación

 

De repente sintió el ambiente tensarse, el aire fluía denso a su alrededor. Por breves segundos, que se sintieron como una eternidad, Jinki sintió su respiración volverse lenta. ¿Su pulso seguía allí? Porque sentía que su corazón había dejado de latir. Seguía mirando a Jonghyun, estupefacto y Jonghyun lo miraba a él, expectante. Pero ¿qué esperaba? ¿Recibir un ‘sí, por supuesto’ de respuesta?

 

Jinki no era idiota, sabía perfectamente que Jonghyun estaba saliendo con Kibum. Jinki no era idiota, no.

 

O quizás sí, porque su cerebro pensó enseguida en la peor opción y evitando la mirada de Jonghyun, sacó todo lo que había en su mente.

 

- ¿Estás bromeando? – su mirada se fijó en el piso, no estaba enfadado, sólo confundido. No tenía idea de las intenciones de Jonghyun.

 

- No, hyung. Yo… –  Jonghyun intentó decir algo más, pero fue cortado enseguida.

 

- ¿Es alguna clase de apuesta? – Volvió a intentarlo, no quiso darle tiempo a Jonghyun de decir nada más, sólo quería respuestas.

 

- Jamás te haría algo así. Yo…

 

- ¿Es por… Kibum? – Su pregunta salió como un susurró, pero estuvo seguro de que Jonghyun lo escuchó. No quiso creerlo en un principio, pero aunque no lo quisiera siempre se trataba de Kibum. 

 

- ¿Qué? – Jonghyun parecía el estupefacto ahora, como si no hubiera sido él quien fue allí a proponerle enamorarse. Jinki frunció el ceño.

 

- Es por Kibum – Esta vez fue una afirmación, sin rastro de duda –  Aunque no lo entiendo, si ya son novios. ¿Por qué…? ¿Es para darle celos?

 

- ¿Por qué tiene que tratarse siempre de Kibum? –Jonghyun sonó repentinamente molesto y quizás una poco frustrado. Sólo entonces la mirada de Jinki se clavó en la de él. Acusadoramente.

 

- Eso me pregunto yo.

 

Aquella declaración llevo a un silencio mortal. Entonces Jinki, se sintió realmente traicionado al ver como Jonghyun no hacía nada para negar su declaración anterior.

 

Ignorando su mirada angustiada, Jinki esbozó una sonrisa que le hizo sentir sus labios escocer, porque era falsa, como otras tantas sonrisas que había tenido que fingir.

 

- Jonghyun, yo también voy a pedirte algo. – Jinki hizo una pausa, para tragar el nudo en su garganta. Su sonrisa se mantuvo intacta pero las palabras salieron con amargura de sus labios – Detente antes de que realmente… te considere una molestia.

 

Si no hubiera estado tan enfadado, Jinki quizás le habría dado más importancia a la mirada dolida que ensombreció el rostro de Jonghyun. Si no se hubiera sentido tan humillado y usado, entonces quizás no le habría cerrado la puerta en la cara y habría pedido una verdadera explicación. ¿Pero que más podría esperar de Jonghyun? Desde siempre no había pensado en nada más que en Kibum y Jinki dudaba mucho que hubiera cambiado de un día para otro.

 

 

 

***

 

 

 

Después del primer beso –el verdadero primer beso, consentido por los dos–, ambos habían estado demasiado avergonzados para decir cualquier otra cosa y sólo se habían quedado allí de pie, mirando cualquier cosa menos al otro. Taemin, entre toda la vergüenza, las mariposas y la felicidad, sintió una chispa de orgullo al ver que Minho estaba actuando todo nervioso a causa suya. El señor carisma y masculinidad también era capaz de sentir vergüenza y Taemin que creyó nunca poder verlo sonrojado, no pudo evitar reír entre dientes al notar el casi imperceptible color rosado de sus mejillas. Claro que no quiso reír en voz alta, porque de seguro sus propias mejillas estaban peor.

 

Fue Minho quien reaccionó primero, tomó la mano de Taemin y luego de meterla en bolsillo de su chaqueta comenzó a caminar llevándolo con él. Taemin no podía ver su cara aunque quisiera, pero esperaba no ser el único con una sonrisa boba.

 

Sintió como si una gran carga fuera levantada de sus hombros, se sentía ligero y muy feliz. Podía ver una esponjosa burbuja metafórica envuelta alrededor de ellos.

 

Minho decidió llevarlo a casa y fue en el camino en donde descubrió el lado amable y tierno de Minho, y fue un cambio demasiado drástico de tomar. Creía que estaba soñando e incluso le pidió a Minho que piñizcara su mejilla para despertar, y aunque Minho lo hizo y dolió bastante no consiguió reaccionar.

 

Sabía que era amable cuando no se comportaba como un culo con él,  pero ver su faceta de Romeo era otra cosa. Verlo sonreírle de verdad, verlo protegerlo de los transeúntes descuidados, verlo usar sus modales con él, fue una grata sorpresa. Taemin estaba embobado por él  lado amable y tierno de Minho. Era un cambio muy radical, hace unas horas estaban odiándose, pero Taemin estaba más que contento de soportarlo. Sobre todo cuando recibió un tímido beso de despedida en la frente.

 

 

 

***

 

 

 

Jinki no pudo moverse de donde estaba. Luego de cerrar la puerta alguna especia de fuerza sobre natural lo había estado tirando hacia el piso y no tuvo más opción que agacharse allí mismo. Manos apoyadas en el frío piso y cabeza apoyada en la puerta, corazón latiendo a toda velocidad, respiración entrecortada, estaba echo un desastre y ni siquiera sabía por qué. Lo peor era ese dolor demasiado familiar en el pecho y las lágrimas picando en sus ojos.

 

“¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué me siento tan fatal?”

 

Escuchó golpes en la puerta, Jonghyun seguía allí pidiendo que lo escuchara, pero Jinki no quería escuchar, era mejor para él no escucharlo más. Se puso de pie, cuando sintió que ya no se desmoronaría.

 

- Vete, Jonghyun. Déjame en paz... por favor. – Cada palabra salió con aflicción, con una angustia que Jinki ni siquiera se creía capaz de poder sentir hasta entonces.

 

Se fue a su habitación, ignorando los golpes persistentes en su puerta. Una vez allí descuidadamente revolvió todas las cosas sobre su escritorio hasta encontrar su teléfono, marco el número de Key pero antes de poder presionar el botón de llamar lo distrajo el sonido de algo cayendo al suelo. La foto en la que aparecía con Kibum y Taemin estaba tirada en el piso y junto a ella había un dibujo. Era un dibujo infantil de palitos y lo habría ignorado de no ser por que vio escrito el nombre de Jonghyun y el suyo en una esquina. Dejó su celular de lado y recogió el dibujo, si lo observaba bien eran una primitiva representación de él y Jonghyun y ambos estaban envueltos en un corazón. ¿Qué demonios significaba eso? ¿Quién lo había hecho y cómo había llegado ese dibujo allí?

 

Estaba tan confundido, y ese molesto dolor en su pecho sólo no quería desparecer.  Esa sensación de congoja, era algo que nunca antes había sentido, pero que aun así le resultaba tan familiar. Tenía ganas de echarse a llorar allí mismo.

 

¿Pero qué pasa conmigo? ¿Estoy así por Jonghyun? No puede ser…

 

Volvió a ser distraído, esta vez por la voz de Key llamándolo desde su celular, ni siquiera se dio cuenta de que había presionado el botón de llamar.

 

- Key…

 

- ¿Qué pasa?

 

- Key… esto… ¿puedes venir a mi casa ahora?

 

- ¿Pasa algo? No suenas muy bien.

 

- Te lo voy a explicar cuando llegues.

 

Cortó enseguida y se asomó por la ventana, Jonghyun seguía en la entrada. ¿Qué demonios pasaba con él?

 

Su celular comenzó a sonar otra vez y creyendo que era Kibum contesto de inmediato.

 

- Onew, hey. Estoy cerca de tu casa. Como no te contactaste conmigo para explicarme lo de tu novio Jonghyun, decidí pasar a verte. Ni si te ocurra huir de mí o voy a–

 

- ¿Qué? ¡¿Mi novio Jonghyun?! ¡Él no es mi novio!

 

- Pero los vi juntos el otro día, saliendo del cine y él dijo que eran novios. Tú lo confirmaste Jinki.

 

- ¿Yo en el cine con Jonghyun? ¡No recuerdo nada de eso! Además Jonghyun es el novio de Key.

 

- ¿Qué? Jinki ¿ese idiota está jugando a dos bandos contigo? Creí que Key era tu amigo, pero si está–

 

- Cierto… Kibum, maldición, soy un idiota. Es el novio de Jonghyun y yo lo llamé aquí para decirle… demonios…

 

- Jinki, ¿estás bien?

 

- No, no estoy bien.

 

- Llego en cinco minutos.

 

- No, Joon, espera… hazme un favor. En vez de venir a verme, ¿puedes llevarte a Jonghyun de aquí? Está frente a mi puerta y no quiere irse.

 

- Pero Jinki–

 

- Sólo hazlo ¿sí? Por favor. Eso va a ayudarme más.

 

- Como digas, pero luego de eso. Voy a ir a verte aunque tenga que entrar por la ventana.

 

- Como quieras. Adiós.

 

La mente de Jinki era un lío y es que nada tenía sentido, ni el dibujo en su mano ni lo que había dicho Joon. ¿Jonghyun siendo su novio, yendo al cine juntos? Eso era imposible, apenas habían comenzado a ser amigos.

 

Se quedó pensando, mirando el dibujo entre sus manos, para ver si es que algo cobraba sentido en algún momento. Sin embargo, por más vueltas que le dio, no podía llegar a ninguna explicación lógica, quizás todos se habían vuelto locos o…, de nuevo, sólo él.

 

La siguiente vez que se asomó por la ventana Jonghyun no estaba allí, le agradeció mentalmente a Joon por no hacer un gran alboroto ni siquiera lo había sentido llegar y mucho menos irse. Vio a Kibum caminar a paso acelerado hacia su casa y decidió bajar las escaleras para abrirle la puerta.

 

No estaba seguro de si decirle a Kibum lo ocurrido, pero no iba a mentirle y siendo su mejor amigo, era una de las pocas personas con las que podía contar.

 

Cuando abrió la puerta, esperó a ver a un Key escéptico mirándolo con la ceja alzada como solía hacer de vez en cuando Onew se comportaba extraño, pero al contrarió las cejas de Key estaban fruncidas de la pura preocupación.

 

- ¿Qué pasó? Sonabas muy mal por teléfono, Onew hyung.

 

- Kibum… es difícil de explicar… yo… – tragar el nudo en su garganta esta vez no le ayudo a formular ninguna frase.

 

-  Primero vamos a entrar, ¿planeas tenerme de pie todo el tiempo? Presiento que será una conversación larga.

 

Jinki le dedicó una media sonrisa y lo dejó pasar para luego cerrar la puerta tras él. Durante todo el camino a su habitación se debatió entre si contarle o no.

 

Y al final ganó la primera opción.

 

 

 

 

 

 

 

Key miró a Jinki de arriba abajo con sus ojos felinos, pero no había sarcasmo en su mirada ni arrogancia, sólo curiosidad. Era una mirada inquisidora, con la que Kibum estaba tratando de averiguar si Jinki hablaba en serio.

 

- Así que… ¿vino y se te declaró así como si nada?

 

- No, no creo que haya sido una declaración, Kibum. Yo pensé que tendría que ver contigo, porque siempre tiene que ver contigo cuando se acerca a mí, pero no estoy seguro. Y no sé qué demonios le pasa y te juro que no lo acepté ni lo aceptaría jamás porque sé que ahora es tu novio y como tu amigo no debería–

 

- Onew – Kibum lo interrumpió, diciendo su nombre con seriedad y firmeza, buscando calmar a su amigo que parecía demasiado nervioso. Aunque claro, tenía razones para estarlo. Jonghyun había vuelto a actuar imprudentemente, confundiéndolo más. – No voy a enojarme, ¿de acuerdo? Así que no tienes que actuar todo cauteloso conmigo. Somos amigos, ¿recuerdas?

 

- Lo sé, es qué… todo ha sido demasiado para mí. Lo siento. No sé qué hacer.

 

- Ven aquí – indicó Kibum palmeando la cama, Jinki quien hasta entonces había estado dándose vueltas por toda la habitación le hizo caso y se sentó junto a él.

 

Kibum aprovechó la instancia para tomar su mano, Jinki lucía tan preocupado y verlo al borde de las lágrimas le hacía sentir demasiado mal.

 

Habría sido tan fácil hablar mal de Jonghyun, decirle a Jinki que era parte una broma, decir que era una apuesta. Con un par de frases suyas, Jonghyun estaría liquidado. Habría completado su venganza fácilmente, ¿pero a costo de qué? ¿De romper el corazón de su mejor amigo? Kibum no era esa clase de personas. Jinki no se merecía eso, a pesar de que todavía quedaban restos de ese sentimiento de traición, Kibum apreciaba demasiado a Jinki como para lastimarlo por su egoísmo. Y además, si hiciera algo como eso sería igual o peor que Jonghyun.

 

Kibum era lo suficientemente inteligente como para no cometer ese error. Kibum era lo suficientemente sensible como para saber que con los corazones de las personas no se jugaba. Fue por eso que decidió que luego de la pequeña mentira que le había dicho a Jonghyun, se detendría. Su venganza no necesitaba ser más grande. No es como si vengarse lo fuera a hacer sentir mejor de todos modos.

 

Observó el rostro de Jinki, su expresión lastimera y la preocupación con la que lo miraba, como sintiéndose culpable de algo. Pero Key, sabía que Jinki no tenía culpas, y que probablemente se sentía culpable por “estarle levantando el novio”. Otra mentira, que le habría gustado aclarar, pero como Jonghyun fue quien la inventó creyó que no era su responsabilidad desmentirla.

 

- Mira hyung, Jonghyun es un idiota y lo detesto, pero….  – Kibum se detuvo a mitad de frase, pensando que en realidad no quería decir lo que iba a decir, y que tendría que lavar su boca con jabón luego, por hablar bien de Jonghyun . – si hay algo que es bien sabido por todos es que es honesto con sus sentimientos.

 

- ¿Honesto? Hasta esta mañana estaba enamorado de ti, no creo que dejara de amarte de la noche a la mañana y mucho menos que se enamorar de mí después de eso.

 

- No, yo tampoco lo creo. Y no tengo nada que decir ante eso. Tampoco voy a decirte que lo aceptes, de hecho no deberías hacerlo. Pero sí deberías darle una oportunidad para ver si habla en serio.

 

- Pero Kibum, es tu novio – Jinki lucía a punto de llorar, y dijo esa frase en tono confidencial como si por el sólo hecho de decirla estuviera traicionándolo.

 

- No sé qué hago diciéndote todo esto – Murmuró Kibum más para él que para Jinki – Tienes que hablar con él. Hay varias cosas que necesitas saber y sólo él puede darte las respuestas.

 

- Sé que te quiere a ti Kibum, es tu novio y él… él no me gusta. No me gusta. – Kibum lo vio en sus ojos, Jinki desmoronándose, no fueron las lágrimas, no, fue la mirada contrariada y la manera dolida en que lo decía las que le revelaron algo a Kibum, algo que le hizo formar una triste sonrisa. – No tengo porque aclarar nada con él. Yo no siento nada por él. Absolutamente nada.

 

La imagen de Jinki luciendo tan desorientado y herido hizo que su corazón se apretujara, lo único que atinó hacer fue a envolver a Jinki en un apretado abrazo.

 

- ¿Por cuánto tiempo, hyung…? – Sintió el cuerpo del mayor temblar en sus  brazos y pensó que no era el mejor momento para hablar de ello, quizás podrían hacerlo cuando Jinki estuviera más tranquilo y con la mente más clara. – Nada. No importa. Sabes que tarde o temprano vas a tener que hablar con él. Y todo va a estar bien entonces, ¿de acuerdo? No te preocupes, voy a estar contigo.

 

Entonces sintió el llanto de Jinki fluir libremente, mientras palmeaba su espalda a modo de consuelo. Su propio corazón dolía por ver a su amigo así de roto y por un forzado amor no correspondido. La poción, la estúpida poción seguía haciendo efecto en él, y lo odiaba, pero sería el último día de la tortura. Pronto podría olvidar todo, podría retomar su amistad con Jinki sin problemas, sólo tenía que recordarse arrancar las páginas de su diario en donde hablaba de la poción. Y todo estaría bien porque olvidar era lo que necesitaba y Kibum se permitiría olvidar para poder sanar.

 

Se separó de Jinki, sólo para poder dedicarle una de sus miradas felinas, una cálida y comprensiva, de esas que se reservaba solo para sus seres queridos.

 

- Está bien, todo estará bien. – volvió a decir, mirando directamente los ojos rojos de Jinki, que expresaban angustia y contrariedad.

 

Volvió a envolver a Jinki en un abrazo que ambos necesitaban, buscando calmarlo y transmitirle su apoyo y cariño, porque Jinki era su amigo y lo único que quería era verlo feliz. Sólo esperaba que Jonghyun no desaprovechara la oportunidad. Sólo esperaba que Jonghyun fuera el correcto, que le diera el amor que Jinki merecía y que por sobre todo lo cuidara y lo hiciera feliz. Y aunque pensar en ello le provocaba un profundo dolor, a Kibum no le importó porque mañana sería otro día y entonces, finalmente, se le permitiría hacer borrón y cuenta nueva.

Notas finales:

Para quienes creían que Kibum estaba siendo malo, espero que ya no piensen eso. Él sólo estaba herido, chinini.

 

Bien, planeaba que este fuera el último capítulo, pero esta porquería se alargó sola. Así que, espero que el próximo de verdad, de verdad, sea el último. Y después de eso tal vez escriba un pequeño epílogo. 

 

Gracias por leer.


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